Mary Kozakura
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La chica despertó de forma repentina, soltando un grito al hacerlo. Sus ojos estaban empañados por lágrimas que comenzaron a derramarse por sus mejillas al incorporarse, jadeando. Se mantuvo unos segundos en esa posición, tratando de recuperarse de aquella pesadilla. En esta, pudo ver una vez más a su madre y a Shion siendo asesinadas, a lo que se incluyó la imagen de Mikoto alejándose y ella sin ser capaz de alcanzarle. "¡No te vayas!..." Gritó de forma ahogada en su sueño. Pero solo había sido eso, un sueño, ¿no? Sin embargo, su típico miedo a perder a la única persona en la que tenía confianza, hizo que se pusiera en pie y comenzara a buscar a Mikoto por el hostal, ya que no se encontraba en el cuarto. Pero no era la primera vez que sucedía eso.
Normalmente solía bajar al bar a tomar algo tras despejarse o iba a fumar fuera, sin embargo...-No está...Mikoto...- Las lágrimas comenzaron a inundar sus ojos por tercera vez en el día, justo cuando una camarera pasad al lado suya y, al verla así, decidió intentar ayudarla, espantandola y logrando que saliera corriendo y cayera rodando por los tres escalones que había a la salida del hostal, lo que hizo que varias personas fuera se fijaran en ella y provocaran una torpe y vergonzosa huida de la pequeña, cuya cara estaba más roja que el lazo que llevaba adornando su cabeza.
Y por ello, ahora mismo la pequeña de cabellos albinos, se encontraba pérdida en algún lugar de aquel pueblo, en un parque, hecha una bolita temblorosa de pelo, a la sombra de un árbol. -Mikoto....-
Normalmente solía bajar al bar a tomar algo tras despejarse o iba a fumar fuera, sin embargo...-No está...Mikoto...- Las lágrimas comenzaron a inundar sus ojos por tercera vez en el día, justo cuando una camarera pasad al lado suya y, al verla así, decidió intentar ayudarla, espantandola y logrando que saliera corriendo y cayera rodando por los tres escalones que había a la salida del hostal, lo que hizo que varias personas fuera se fijaran en ella y provocaran una torpe y vergonzosa huida de la pequeña, cuya cara estaba más roja que el lazo que llevaba adornando su cabeza.
Y por ello, ahora mismo la pequeña de cabellos albinos, se encontraba pérdida en algún lugar de aquel pueblo, en un parque, hecha una bolita temblorosa de pelo, a la sombra de un árbol. -Mikoto....-
Esmejit R. Airnal
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Esmejit había estado paseando por la ciudad desde hacía un par de horas. Estaba buscando alguna pista sobre el paradero del Señor Azul en aquella isla, sin éxito aparente. Lo más probable es que una persona como aquella simplemente no estuviera allí. La verdad es que a veces el chico era demasiado idealista. Se acercó a un parque, con la intención de descansar un rato de su búsqueda, caminar durante horas era un ejercicio extenuante para el chico, que tenía la misma resistencia que una esponja anémica.
Llevaba un rato caminando cuando encontró por fin su salvación, como una tabla de madera en medio del mar: un banco de madera libre. Estaba en una pequeña plazoleta rodeada por árboles frutales y frondosos y con una fuente de agua fresca en el centro. Era un lugar agradable para descansar. Había otros bancos en los que se sentaban personas de todas las edades, desde ancianos hasta niños pequeños, e incluso en uno de ellos se veía a una jovencita de pelo claro encogida, ¿tal vez pensando en sus cosas? El chico se recostó y sacó su baraja de cartas del maletín que siempre llevaba consigo. Empezó a barajar los naipes y se escondió un par en la manga. A continuación, carraspeó un momento y puso su mejor voz de mago experto:
- ¡Damas y caballeros! Les ofrezco un espectáculo único y especial. Pasen y vean al grandioso mago Maj... ¡Airi! -se corrigió a sí mismo. Pese a que era una especie de presentación improvisada para practicar, un par de niños que pasaban por allí en aquel momento se le acercaron con los ojos brillantes. Esmejit se cortó de pronto, no esperaba público.
- ¿Haces magia? -preguntó uno.
- S-sí, supongo... -respondió el pelirrojo.
- ¡Que chuloooo! -exclamó el niño. Esmejit se relajó un poco y decidió hacer un par de trucos sencillos para ellos.
Unos minutos después, Esmejit trataba de adivinar la carta en la que había pensado un anciano de setenta y pico años del grupo de público que se había formado a su alrededor. Con el consiguiente bullicio y ruido.
Llevaba un rato caminando cuando encontró por fin su salvación, como una tabla de madera en medio del mar: un banco de madera libre. Estaba en una pequeña plazoleta rodeada por árboles frutales y frondosos y con una fuente de agua fresca en el centro. Era un lugar agradable para descansar. Había otros bancos en los que se sentaban personas de todas las edades, desde ancianos hasta niños pequeños, e incluso en uno de ellos se veía a una jovencita de pelo claro encogida, ¿tal vez pensando en sus cosas? El chico se recostó y sacó su baraja de cartas del maletín que siempre llevaba consigo. Empezó a barajar los naipes y se escondió un par en la manga. A continuación, carraspeó un momento y puso su mejor voz de mago experto:
- ¡Damas y caballeros! Les ofrezco un espectáculo único y especial. Pasen y vean al grandioso mago Maj... ¡Airi! -se corrigió a sí mismo. Pese a que era una especie de presentación improvisada para practicar, un par de niños que pasaban por allí en aquel momento se le acercaron con los ojos brillantes. Esmejit se cortó de pronto, no esperaba público.
- ¿Haces magia? -preguntó uno.
- S-sí, supongo... -respondió el pelirrojo.
- ¡Que chuloooo! -exclamó el niño. Esmejit se relajó un poco y decidió hacer un par de trucos sencillos para ellos.
Unos minutos después, Esmejit trataba de adivinar la carta en la que había pensado un anciano de setenta y pico años del grupo de público que se había formado a su alrededor. Con el consiguiente bullicio y ruido.
Mary Kozakura
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Las personas comenzaron a merodear por el lugar en el que se había refugiado la pequeña y asustadiza Mary, alborotando la paz que reinaba en aquella pequeña plaza, donde había acabado tras merodear de un lado a otro en busca de su desaparecido compañero. ¿Qué se suponía que hiciese? Tal vez si esperaba en aquel lugar, alguien que la hubiera visto en el hostal la reconocería y llevaría de vuelta, o incluso el mismo Mikoto pasaría por ahí. De ser así, su presencia, así como su aroma, sería suficiente para saber que era él. Tal vez no tuviera la capacidad de diferenciar presencias, pero sabía reconocer las que le resultaban familiares. Además, su cuerpo emanaba más calor que el de las personas normales. ¿Qué posibilidad había de que alguna otra criatura con esa alta temperatura corporal existiera? ¿Y de qué pasase por ahí justo ese día? (en algún lugar del mundo, varios usuarios como Akagami o Arthur, enfurecido, estornudaron.)
El barullo parecía ir en aumento en aquel lugar, motivo por el que Mary, que llevaba un buen rato inmóvil, acabó alzando la cabeza, temblorosa, topándose con un cúmulo de personas que aplaudían se reían y hacían cosas que solo había visto en las ilustraciones de sus libros, en su pequeña y tranquila casita, en el bosque...En su solitaria isla...La chica movió su cabeza de un lado a otro para despejarla y evitar así pensar en ello, antes de dirigirse al centro de aquella "conmoción", aprovechando la gran agilidad de la que nunca hacía alarde, para colarse entre las piernas de las personas, tropezándose únicamente una vez hubiera llegado frente al causante de todo aquello. Un chico de cabello rojizo que le recordó a Mikoto por un segundo.
El barullo parecía ir en aumento en aquel lugar, motivo por el que Mary, que llevaba un buen rato inmóvil, acabó alzando la cabeza, temblorosa, topándose con un cúmulo de personas que aplaudían se reían y hacían cosas que solo había visto en las ilustraciones de sus libros, en su pequeña y tranquila casita, en el bosque...En su solitaria isla...La chica movió su cabeza de un lado a otro para despejarla y evitar así pensar en ello, antes de dirigirse al centro de aquella "conmoción", aprovechando la gran agilidad de la que nunca hacía alarde, para colarse entre las piernas de las personas, tropezándose únicamente una vez hubiera llegado frente al causante de todo aquello. Un chico de cabello rojizo que le recordó a Mikoto por un segundo.
Esmejit R. Airnal
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Esmejit sonrió a la multitud que se había reunido a su alrededor. Algunos se marchaban y otros nuevos llegaban, curiosos, a ver qué ocurría allí.
- Bien, para mi siguiente truco necesito un voluntario. -un sinfín de manos se alzaron, abrumando momentáneamente al chico. Normalmente él no era el que elegía a los voluntarios. Enseguida se arrepintió de haberlo pedido. Señaló a uno de los dos primeros niños y le pidió que pensara en una carta. Al mismo tiempo, él colocó una carta en su bolsillo-. Bien... eeh... ¿cuál es tu nombre?
- Me llamo Mikael. -respondió con una voz aguda el niño.
- Bien, Mikael... piensa en una carta, la que quieras... -el chico le mostró la baraja y sopló.
- Vale, ya está. -respondió el niño tras unos segundos. Esmejit sonrió y levantó la primera carta-. Estoy seguro de que sé cual es tu carta: ¿es esta? -dijo, mostrándole el tres de corazones.
- No... -respondió el niño-. No es esa...
Vaya, que momento más incómodo. Esmejit se puso rojo, mientras levantaba la segunda.
- Esto... ¿y esta? -preguntó de nuevo. El niño negó con la cabeza-. Que raro... esto suele funcionar... -el mago empezó a mostrarle todas las cartas de la baraja, rápidamente, y el niño negó.
- No está ahí... -el mago se llevó la mano a la barbilla y entonces abrió mucho los ojos-. ¡Claro! ¡Es que la carta se ha debido de escapar! Veamos... -se metió la mano en el bolsillo, sacando un joker-. ¿Esta? -preguntó de nuevo. El niño volvió a negar-. Claro... pero esta carta es especial, vale como cualquier carta-. el chico la puso bocabajo y con un gesto teatral, añadió-. Sopla.
El niño sonrió y sopló con fuerza. Esmejit volteó la carta y la cara del niño cambió por completo. La carta era un tres de picas.
- ¿Es esta tu carta?
- ¡Sí! -exclamó el chaval, anonadado. Los aplausos volvieron a sonar.
- Bueno, creo que esto es todo por hoy. Habéis sido un público excelente. -Esmejit hizo una pequeña reverencia, y la multitud se empezó a dispersar.
- Bien, para mi siguiente truco necesito un voluntario. -un sinfín de manos se alzaron, abrumando momentáneamente al chico. Normalmente él no era el que elegía a los voluntarios. Enseguida se arrepintió de haberlo pedido. Señaló a uno de los dos primeros niños y le pidió que pensara en una carta. Al mismo tiempo, él colocó una carta en su bolsillo-. Bien... eeh... ¿cuál es tu nombre?
- Me llamo Mikael. -respondió con una voz aguda el niño.
- Bien, Mikael... piensa en una carta, la que quieras... -el chico le mostró la baraja y sopló.
- Vale, ya está. -respondió el niño tras unos segundos. Esmejit sonrió y levantó la primera carta-. Estoy seguro de que sé cual es tu carta: ¿es esta? -dijo, mostrándole el tres de corazones.
- No... -respondió el niño-. No es esa...
Vaya, que momento más incómodo. Esmejit se puso rojo, mientras levantaba la segunda.
- Esto... ¿y esta? -preguntó de nuevo. El niño negó con la cabeza-. Que raro... esto suele funcionar... -el mago empezó a mostrarle todas las cartas de la baraja, rápidamente, y el niño negó.
- No está ahí... -el mago se llevó la mano a la barbilla y entonces abrió mucho los ojos-. ¡Claro! ¡Es que la carta se ha debido de escapar! Veamos... -se metió la mano en el bolsillo, sacando un joker-. ¿Esta? -preguntó de nuevo. El niño volvió a negar-. Claro... pero esta carta es especial, vale como cualquier carta-. el chico la puso bocabajo y con un gesto teatral, añadió-. Sopla.
El niño sonrió y sopló con fuerza. Esmejit volteó la carta y la cara del niño cambió por completo. La carta era un tres de picas.
- ¿Es esta tu carta?
- ¡Sí! -exclamó el chaval, anonadado. Los aplausos volvieron a sonar.
- Bueno, creo que esto es todo por hoy. Habéis sido un público excelente. -Esmejit hizo una pequeña reverencia, y la multitud se empezó a dispersar.
Mary Kozakura
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La niña seguía en el suelo cuando la multitud comenzó a disiparse, una vez que una voz desconocida, que supuso sería del chico de cabello rojo, por la dirección de la que venía, dijo que por hoy el espectáculo se había terminado. Era una lástima, ahora que la pequeña había parado de llorar...Sin contar el hecho de que aquella situación resultase algo problemática. La gente se alejaba empujándose unos a otros, impidiendo que Mary pudiera levantarse y no solo eso, sino que se estaba llevando más de un pisotón. De hecho, por poco no se lleva alguna que otra patada también. Como no, aquello acabó con la pequeña toda cubierta de arena del suelo del parque, con los ojos llorosos y el cuerpo dolorido, así como con ella llorando otra vez, una vez la multitud se terminó de dispersar, volviendo cada uno a lo suyo. -Mikoto...- Lloriqueó la pequeña al tiempo que ponía sus manos sobre el rostro, ignorando el hecho de que quizá alguien la estuviera observando. Al fin y al cabo, antes parecía totalmente invisible. Quizá fuera otro de sus poderes, el cual desconocía.
"Si de verdad Mary puede ser invisible..." Ante aquella idea, la pequeña alzó la cabeza, interesada por ver si de verdad podía hacerse desaparecer. Sería bastante divertido. Si pudiera hacerlo no tendría que temer a que la observaran o intentaran hacerle algo. Pensando aquello, la chica se puso en pie, recuperando por completo el animo. Aunque quizá no fuese una buena idea saltar de aquella forma por estar animada, pues podría volver a...-¡A-Aaaah!- Exclamó antes de caer otra vez al suelo.
"Si de verdad Mary puede ser invisible..." Ante aquella idea, la pequeña alzó la cabeza, interesada por ver si de verdad podía hacerse desaparecer. Sería bastante divertido. Si pudiera hacerlo no tendría que temer a que la observaran o intentaran hacerle algo. Pensando aquello, la chica se puso en pie, recuperando por completo el animo. Aunque quizá no fuese una buena idea saltar de aquella forma por estar animada, pues podría volver a...-¡A-Aaaah!- Exclamó antes de caer otra vez al suelo.
Esmejit R. Airnal
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Esmejit se guardó su baraja en el maletín, junto con los demás útiles que empleaba en los espectáculos. Estaba atareado reorganizando el interior de su bolsa cuando escuchó un sollozo apagado. El chico alzó la mirada para encontrarse con una niña pequeña, de pelo blanco y carita de muñeca de porcelana. Estaba llorando a tan solo un par de metros de él. ¿Se habría perdido? El joven se le acercó justo cuando ésta se levantó de forma impulsiva, cayendo de culo al suelo, soltando un gritito. El mago le tendió la mano, preocupado por la chiquilla.
- O-oye... ¿estás bien? -le preguntó, mientras esperaba a que ella le diese la mano para ayudarla a ponerse en pie-. ¿Dónde están tus padres? -le preguntó mientras miraba alrededor, buscando alguna figura paterna o materna, o al menos algún adulto que fuera responsable de la niña. Ni rastro de ninguno de ellos.
El joven de cabellos rojizos se llevó la mano libre a la cabeza, frotándose la coronilla, pensando en cómo solucionar aquella situación. No parecía haber nadie allí a su cuidado, y aquello solo podía significar problemas para el joven mago, que tendría que hacerse cargo de aquella niña. Ahora estaba bajo su responsabilidad, quisiera o no, al menos hasta que encontrase a alguien que se hiciera cargo de ella. Dado que iba bastante arreglada y parecía que no pasaba hambre, supuso que quienquiera que estuviera con ella andaría cerca, posiblemente buscándola.
En su afán por encontrar cuanto antes a aquella persona, vio a una señora pasear con un perrito a su lado. La mujer lo miró con cierto desprecio para justo después alejarse caminando con aire altivo, murmurando algo para sí misma. El mago se preguntó qué habría pasado para aquella reacción. Posiblemente una noble esnob, que vería a todos por encima del hombro. A veces aquellas personas le sacaban de quicio. Volviendo a concentrarse en la situación actual, preguntó:
- ¿C-como te llamas, pe-pequeña?
- O-oye... ¿estás bien? -le preguntó, mientras esperaba a que ella le diese la mano para ayudarla a ponerse en pie-. ¿Dónde están tus padres? -le preguntó mientras miraba alrededor, buscando alguna figura paterna o materna, o al menos algún adulto que fuera responsable de la niña. Ni rastro de ninguno de ellos.
El joven de cabellos rojizos se llevó la mano libre a la cabeza, frotándose la coronilla, pensando en cómo solucionar aquella situación. No parecía haber nadie allí a su cuidado, y aquello solo podía significar problemas para el joven mago, que tendría que hacerse cargo de aquella niña. Ahora estaba bajo su responsabilidad, quisiera o no, al menos hasta que encontrase a alguien que se hiciera cargo de ella. Dado que iba bastante arreglada y parecía que no pasaba hambre, supuso que quienquiera que estuviera con ella andaría cerca, posiblemente buscándola.
En su afán por encontrar cuanto antes a aquella persona, vio a una señora pasear con un perrito a su lado. La mujer lo miró con cierto desprecio para justo después alejarse caminando con aire altivo, murmurando algo para sí misma. El mago se preguntó qué habría pasado para aquella reacción. Posiblemente una noble esnob, que vería a todos por encima del hombro. A veces aquellas personas le sacaban de quicio. Volviendo a concentrarse en la situación actual, preguntó:
- ¿C-como te llamas, pe-pequeña?
Mary Kozakura
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Mary alzó levemente la cabeza al ver que el chico le ofrecía su ayuda para levantarse, tendiéndole la mano, como hubiera hecho Mikoto si se encontrase ahí, pero el chico que siempre la acompañaba desde que se conocieron había desaparecido, o habría ido a comprar algo para volver después y descubrir que ella era la desaparecida. Como si no fuera ya costumbre que le pasaran cosas de ese tipo...Al menos la persona frente a ella parecía no tener intenciones de lastimarla, motivo por el la niña que extendió su fino brazo, tratando de llegar a agarrarle la mano con la suya, pequeña y blanca, para después intentar levantarse, tratando de agradecerle la ayuda con un nervioso "gracias".
Una vez de pie, asintió para indicarle que no le había pasado nada y estaba bien, sin embargo, la siguiente pregunta era algo más complicada....¿Cómo explicar que no tenía padres y que iba con un pelirrojo de un lado a otro desde que este la saco de su isla abandonada de la mano de dios? No podía, sin duda. Y el nerviosismo hizo que soltara otro sollozo, al tiempo que se le amontonaban las lagrimas en los ojos. -M...Mi...Mi hermano...viajo con él...Pero no se donde está.- Logró decir finalmente al tiempo que fijaba sus rosados ojos en los suyos, los cuales parecían estar buscando a alguien desde antes de que ella respondiera. ¿Acaso buscaba deshacerse de ella? Le entraron ganas de llorar otra vez, pero se detuvo a sí misma cuando el chico preguntó por su nombre.
-Ma...Mary se llama Mary...- Dijo, sonrojándose al notar lo tonta que había sonado. -¿Y-y tú?-
Una vez de pie, asintió para indicarle que no le había pasado nada y estaba bien, sin embargo, la siguiente pregunta era algo más complicada....¿Cómo explicar que no tenía padres y que iba con un pelirrojo de un lado a otro desde que este la saco de su isla abandonada de la mano de dios? No podía, sin duda. Y el nerviosismo hizo que soltara otro sollozo, al tiempo que se le amontonaban las lagrimas en los ojos. -M...Mi...Mi hermano...viajo con él...Pero no se donde está.- Logró decir finalmente al tiempo que fijaba sus rosados ojos en los suyos, los cuales parecían estar buscando a alguien desde antes de que ella respondiera. ¿Acaso buscaba deshacerse de ella? Le entraron ganas de llorar otra vez, pero se detuvo a sí misma cuando el chico preguntó por su nombre.
-Ma...Mary se llama Mary...- Dijo, sonrojándose al notar lo tonta que había sonado. -¿Y-y tú?-
Esmejit R. Airnal
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El chico torció el gesto ligeramente al escuchar lo del hermano. Si era cierto, ¿dónde se había metido? Dejar a una niña pequeña sola no le parecía un acto muy responsable. Suspiró, nervioso, y pensó en lo que hacer a continuación. La niña le dijo que se llamaba Mary, refiriéndose a sí misma en tercera persona, algo que sorprendió al joven mago.
- Mmmm... encantado, Mary, yo soy Airi. -le dijo, tranquilizador-. Vamos a buscar a tu hermano, ¿vale? -dicho esto, el chico empezó a caminar lentamente por el parque, buscando a alguien que se pareciese a aquella niña. Seguía sin haber novedades-. ¿Dónde le viste por última vez? -le preguntó, mientras seguía buscándolo.
Una melodía hizo que alzase la vista en dirección a un carrito empujado por un hombre vestido con un traje de colores. Parecía un vendedor de helados. Perfecto, tal vez con un sorbete la niña estuviese más tranquila y no sollozase tanto. El mago sonrió y se acercó hasta allí.
- Disculpe, póngame un helado de fresa y uno de chocolate.
- Marchando, jovencito. -el hombre abrió el carrito y preparó un par de deliciosos cucuruchos. Esmejit le dio un billete y, cuando el otro le devolvió el cambio, se acercó a Mary y le ofreció ambos, para que eligiese uno.
- ¿Cuál te gusta más?
- Mmmm... encantado, Mary, yo soy Airi. -le dijo, tranquilizador-. Vamos a buscar a tu hermano, ¿vale? -dicho esto, el chico empezó a caminar lentamente por el parque, buscando a alguien que se pareciese a aquella niña. Seguía sin haber novedades-. ¿Dónde le viste por última vez? -le preguntó, mientras seguía buscándolo.
Una melodía hizo que alzase la vista en dirección a un carrito empujado por un hombre vestido con un traje de colores. Parecía un vendedor de helados. Perfecto, tal vez con un sorbete la niña estuviese más tranquila y no sollozase tanto. El mago sonrió y se acercó hasta allí.
- Disculpe, póngame un helado de fresa y uno de chocolate.
- Marchando, jovencito. -el hombre abrió el carrito y preparó un par de deliciosos cucuruchos. Esmejit le dio un billete y, cuando el otro le devolvió el cambio, se acercó a Mary y le ofreció ambos, para que eligiese uno.
- ¿Cuál te gusta más?
Mary Kozakura
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
-Mary estaba con Mikoto en una posada...Mary le vió antes dormirnos juntos...Pero al despertar no estaba.- Dijo mientras echaba a andar al lado del pelirrojo, tomándole de la mano tímidamente. -Como Mary no le encontraba en la posada, salió a buscarle...Pero Mary no conoce la ciudad y...y...Mary está perdida y no sabe volver...- Dijo al tiempo que las lágrimas se acumulaban en sus ojos. -A Mary no le gusta estar sola...- Murmuró antes de empezar a frotarse los ojos con la mano libre, apartando las gotas que pretendían caer por sus mejillas. No sabía si el chico la estaría observando o no, ni siquiera si la escuchaba, aunque suponía que sí, pero no quería que ningún desconocido la viera llorar. Sería vergonzoso para ella.
Una canción comenzó a sonar mientras iban caminando. Era una canción simple, apenas un par de notas repitiéndose una y otra vez, hasta el punto de ser molesto escucharla durante demasiado tiempo. dicha canción pareció llamar la atención a Airi, pues este se dirigió al lugar de procedencia de la melodía. Está salía de un cucurucho con una cosa blanca encima, que se encontraba adornando un carito, cuidado por un hombre de ropas extrañas. Nada más llegar, se acercó y pidió algo que denomino como "helado" y luego regresó junto a Mary, ofreciéndole que eligiese entre un cucurucho con algo rosa encima y otro de color chocolate. -¿Qué es?- Preguntó la chica antes de estirar el brazo y coger entre sus mano el que parecía de chocolate, quedándose mirando aquella cosa con curiosidad.
Una canción comenzó a sonar mientras iban caminando. Era una canción simple, apenas un par de notas repitiéndose una y otra vez, hasta el punto de ser molesto escucharla durante demasiado tiempo. dicha canción pareció llamar la atención a Airi, pues este se dirigió al lugar de procedencia de la melodía. Está salía de un cucurucho con una cosa blanca encima, que se encontraba adornando un carito, cuidado por un hombre de ropas extrañas. Nada más llegar, se acercó y pidió algo que denomino como "helado" y luego regresó junto a Mary, ofreciéndole que eligiese entre un cucurucho con algo rosa encima y otro de color chocolate. -¿Qué es?- Preguntó la chica antes de estirar el brazo y coger entre sus mano el que parecía de chocolate, quedándose mirando aquella cosa con curiosidad.
Esmejit R. Airnal
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El pelirrojo se quedó algo descolocado ante la pregunta de aquella niña. ¿Nunca había comido un helado? Vaya, que infancia más dura. El chico se sobrepuso a la sorpresa en apenas un instante, y dijo:
- Esto es un helado. Está muy rico, mira -dijo mientras le daba un lametón al suyo-. Pero ten cuidado, porque está frío. Hay que tomarlo despacito para que no se te enfríe la cabeza. -el chico le dio otro lametón, observándola.
Tras eso, y dándose cuenta de que seguía sin saber dónde encontrar al tal Mikoto. Pese a todo, el chico suponía que no habría muchas posadas por la zona, y que aquella niña no habría podido caminar mucho rato sola. Así que su radio de búsqueda se reducía. Por una vez, estaba perdiendo la timidez para tratar de ayudar a aquella niña. El chico se dirigió entonces al heladero de nuevo.
- Disculpe, ¿la posada más cercana? -preguntó.
- Eeeh... creo que hay una a un par de calles de aquí, en esa dirección. -respondió el hombre, señalando al otro lado del parque. Esmejit asintió, agradecido, y empezó a caminar en aquella dirección.
- Vamos, Mary. Vamos a encontrar a Mikoto para que no estés sola. -le dijo, sonriendo.
- Esto es un helado. Está muy rico, mira -dijo mientras le daba un lametón al suyo-. Pero ten cuidado, porque está frío. Hay que tomarlo despacito para que no se te enfríe la cabeza. -el chico le dio otro lametón, observándola.
Tras eso, y dándose cuenta de que seguía sin saber dónde encontrar al tal Mikoto. Pese a todo, el chico suponía que no habría muchas posadas por la zona, y que aquella niña no habría podido caminar mucho rato sola. Así que su radio de búsqueda se reducía. Por una vez, estaba perdiendo la timidez para tratar de ayudar a aquella niña. El chico se dirigió entonces al heladero de nuevo.
- Disculpe, ¿la posada más cercana? -preguntó.
- Eeeh... creo que hay una a un par de calles de aquí, en esa dirección. -respondió el hombre, señalando al otro lado del parque. Esmejit asintió, agradecido, y empezó a caminar en aquella dirección.
- Vamos, Mary. Vamos a encontrar a Mikoto para que no estés sola. -le dijo, sonriendo.
Mary Kozakura
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La chica miró con curiosidad al chico y a su helado, fijando sus rosados ojos primero en uno y luego en el otro, y vuelta a empezar, mientras el pelirrojo realizaba una explicación de lo más detallada. -¡Mary quiere probar también!- Exclamó la pequeña cuando el chico acabó con la clase sobre helados, llevándose el frío postre a la boca y dándole un bocado. Estaba dulce y...frío, tanto que a la chica comenzó a dolerle la cabeza, como indicó la forma en que apretaba los parpados y se daba toquecitos con la mano libre. -Duele...- Se quejó al tiempo que se formaban un par de lágrimas en sus ojos.- El helado está tan frío que a Mary le duele la cabeza. - Exclamó, entendiendo entonces porque Mikoto nunca le había comprado una de esas cosas. Según le explicó, por una razón un otra Mikoto odiaba el frío y todo lo relacionado con él, así que no era de extrañar que se mantuviera lejos de los helados. Tampoco se perdía gran cosa, o eso pensó la niña a pesar de que, cuando se le pasó el dolor de cabeza, siguió comiéndose el contenido del cucurucho, como su acompañante.
-¿A dónde van Mary y Airi-san?- Preguntó la pequeña cuando se volvieron a poner en marcha, siguiendo las indicaciones que el vendedor del carito les había dado. -¿Ese señor sabía dónde se encuentra Mikoto? ¿Cómo lo sabe? - Preguntó la pequeña mientras se aferraba a la mano del pelirrojo, como solía hacer con Mikoto. Era raro que estuviera tan a gusto con un desconocido, pues solía sentir ansiedad cuando se alejaba de su "hermano mayor", pero con Airi no parecía tener problemas. Ni siquiera Kuroha se había molestado a decirle nada. ¿Estaría durmiendo? Sino...quizá se debiera a que el chico se parecía bastante a Mikoto. Mismo color de pelo y de ojos...más alto que ella...amable aunque sin ser excesivamente cariñoso con ella...-Muchas gracias por ayudar a Mary, Airi-san.- Murmuró la chica al tiempo que alzaba la vista y le dedicaba una tímida sonrisa.
-¿A dónde van Mary y Airi-san?- Preguntó la pequeña cuando se volvieron a poner en marcha, siguiendo las indicaciones que el vendedor del carito les había dado. -¿Ese señor sabía dónde se encuentra Mikoto? ¿Cómo lo sabe? - Preguntó la pequeña mientras se aferraba a la mano del pelirrojo, como solía hacer con Mikoto. Era raro que estuviera tan a gusto con un desconocido, pues solía sentir ansiedad cuando se alejaba de su "hermano mayor", pero con Airi no parecía tener problemas. Ni siquiera Kuroha se había molestado a decirle nada. ¿Estaría durmiendo? Sino...quizá se debiera a que el chico se parecía bastante a Mikoto. Mismo color de pelo y de ojos...más alto que ella...amable aunque sin ser excesivamente cariñoso con ella...-Muchas gracias por ayudar a Mary, Airi-san.- Murmuró la chica al tiempo que alzaba la vista y le dedicaba una tímida sonrisa.
Esmejit R. Airnal
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Esmejit se giró hacia la niña, que parecía muy agradecida porque le fuera a ayudar a encontrar a su hermano. Empezó a hacer varias preguntas muy seguidas, ante lo que Esmejit empezó a dudar qué responder.
- Bu-bueno... vamos a ir a una posada. Puede que sea ahí donde esté tu hermano, creo... -añadió, algo dudoso. El chico esperaba encontrar allí a aquel misterioso hermano. Al fin y al cabo, estaba jugándoselo todo a una carta. No sabía si se lo encontraría en la posada, pero era donde más probable hallarlo.
Ambos empezaron a caminar por la calle, siguiendo las indicaciones que el heladero les había dado. El pelirrojo se terminó su helado y lo tiró en una papelera durante el trayecto. Poco después alcanzaron el edificio. Era una edificación de tres pisos, con un gran cartel en la entrada que rezaba "Posada". El chico suspiró y miró a Mary:
- ¿Esta es la posada donde estabas con Mikoto? -preguntó. Si ese no era el caso, tocaría preguntar de nuevo, e ir buscando hasta encontrar el edificio correcto.
- Bu-bueno... vamos a ir a una posada. Puede que sea ahí donde esté tu hermano, creo... -añadió, algo dudoso. El chico esperaba encontrar allí a aquel misterioso hermano. Al fin y al cabo, estaba jugándoselo todo a una carta. No sabía si se lo encontraría en la posada, pero era donde más probable hallarlo.
Ambos empezaron a caminar por la calle, siguiendo las indicaciones que el heladero les había dado. El pelirrojo se terminó su helado y lo tiró en una papelera durante el trayecto. Poco después alcanzaron el edificio. Era una edificación de tres pisos, con un gran cartel en la entrada que rezaba "Posada". El chico suspiró y miró a Mary:
- ¿Esta es la posada donde estabas con Mikoto? -preguntó. Si ese no era el caso, tocaría preguntar de nuevo, e ir buscando hasta encontrar el edificio correcto.
Mary Kozakura
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La pequeña observó la edificación a la que acababan de llegar, ladeando mucho la cabeza con gesto pensativo. Podría ser esa, pero también podía no serlo. Habían llegado muy tarde a la posada la noche pasada y ella iba subida a caballito a la espalda del pelirrojo, medio dormida, así que apenas recordaba haberle escuchado hablar y ser dejada en una cama antes de que el chico se acomodara a su lado, rodeándola con un brazo para que no tuviera miedo. Y por la mañana, había ido con tanta prisa de un lado a otro que ni se había fijado en como era el lugar para poder volver...al darse cuenta de aquello, la niña puso una cara que parecía un verdadero cuadro. Una mezcla de desesperación, enfado, incredulidad y tristeza; antes de decir al pelirrojo, con voz trémula, que no sabía como era la posada. No se acordaba.
Un sollozo se escapó de los labios de la niña, antes de que esta empezara a llorar por decimoquinta vez a pleno pulmón, llamando la atención de todos los que pasaban por su lado, así como el de las personas del local, de donde salió a los pocos minutos de que ella empezara a llorar, una figura masculina, medio metro más alta que la niña, con el cabello rojo y un rostro que indicaba enfado y preocupación, aunque la pequeña no le había visto.
El nuevo individuó clavó sus ojos en el que acababa de traer de vuelta a Mary, bastante enfadado, antes de preguntar: -¿Eres tú quién la ha hecho llorar?-
La pequeña se volteó entonces, con los ojos llenos de lágrimas, antes de saltar a los brazos del pelirrojo. -¡Mikoto!-
Un sollozo se escapó de los labios de la niña, antes de que esta empezara a llorar por decimoquinta vez a pleno pulmón, llamando la atención de todos los que pasaban por su lado, así como el de las personas del local, de donde salió a los pocos minutos de que ella empezara a llorar, una figura masculina, medio metro más alta que la niña, con el cabello rojo y un rostro que indicaba enfado y preocupación, aunque la pequeña no le había visto.
El nuevo individuó clavó sus ojos en el que acababa de traer de vuelta a Mary, bastante enfadado, antes de preguntar: -¿Eres tú quién la ha hecho llorar?-
La pequeña se volteó entonces, con los ojos llenos de lágrimas, antes de saltar a los brazos del pelirrojo. -¡Mikoto!-
Esmejit R. Airnal
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Esmejit se puso nervioso cuando Mary empezó a llorar de nuevo, llamando la atención de todos los presentes. No le importaba si no se acordaba de la posada, siempre podrían preguntar por el tal Mikoto hasta encontrarlo, pero el hecho de que la chiquilla llorase sin que él pudiese hacer nada por evitarlo le hacía sentirse ansioso. El chico observó alrededor, y justo cuando se disponía a entrar en la pequeña posada a preguntar por Mikoto, un hombre de aspecto severo y con aire de enfado salió de la misma, preguntando si había sido Esmejit el que había hecho llorar a la niña. El chico se cubrió la cara con los brazos, asustado. Él solo quería ayudar.
- ¡N-No! -se disculpó-. Yo solo quería... -la frase de Airi se vio cortada por el grito de alegría de la niña, que saltó a los brazos del pelirrojo, al grito de "¡Mikoto!". ¿Aquel era el hermano de Mary? Daba miedo, no parecía la típica persona amable. Esmejit se sintió empalidecer ligeramente debido al miedo-. Mary se ha-había perdido, y yo solo quería ayudarla a v-volver aquí. -dijo, aún con los brazos levantados frente a la cara, como una barrera protectora.
El chico sintió cómo la gente se arremolinaba a su alrededor, espectando la escena. Eso tan solo hizo que su rostro se encendiese como una bombilla, rojo y avergonzado. "Por favor, por favor, que esto pase pronto..." pensó para sí mismo, bajando la mirada y clavándola en los zapatos del hermano de Mary.
- ¡N-No! -se disculpó-. Yo solo quería... -la frase de Airi se vio cortada por el grito de alegría de la niña, que saltó a los brazos del pelirrojo, al grito de "¡Mikoto!". ¿Aquel era el hermano de Mary? Daba miedo, no parecía la típica persona amable. Esmejit se sintió empalidecer ligeramente debido al miedo-. Mary se ha-había perdido, y yo solo quería ayudarla a v-volver aquí. -dijo, aún con los brazos levantados frente a la cara, como una barrera protectora.
El chico sintió cómo la gente se arremolinaba a su alrededor, espectando la escena. Eso tan solo hizo que su rostro se encendiese como una bombilla, rojo y avergonzado. "Por favor, por favor, que esto pase pronto..." pensó para sí mismo, bajando la mirada y clavándola en los zapatos del hermano de Mary.
Mary Kozakura
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El chico miró a Mary, cuyos ojos se clavaron en él nada más girarse, segundos antes de abalanzarse sobre él. Un suspiro se escapó de sus labios en ese momento, llevando su mano a la cabeza de la niña y revolviendole levemente el pelo, antes de volver a fijar sus ojos en el pelirrojo que se encontraba frente a él. Con su forma de actuar, era obvio que no sería capa de dañar ni a una mosca. Así que sus palabras debían ser ciertas pero...¿Por qué estaba tan nervioso? -Mikoto...- Murmuró la niña, llamando de nuevo su atención. El chico se puso de cuclillas para quedar a su altura y le paso la mano por la mejilla, apartando en el proceso las lágrimas de su rostro.
-¿Te has hecho daño, Mary?- Preguntó en un tono mucho más suave mientras intentaba forzar un intento de sonrisa, demostrando su lado de hermano mayor. La chica negó.
-Airi-san ha cuidado de Mary...-Dijo la pequeña, señalando a Esmejit. -Mary se había perdido y Airi-san la ayudó y la ha traído con Mikoto...También le ha dado a Mary un...¿Helado?- Añadió, como si de esa forma estuviera defendiendo al chico de su hermano. Sabía lo protector que era con ella, por muy malhumorado y agrío que pareciese.
-Ya veo...- Murmuró antes de ponerse en pie, algo asqueado al pensar en lo del helado. No entendía como a las personas podían gustarle las cosas tan frías...A él sin duda no le agradaban. una vez incorporado de nuevo, Mikoto volvió a prestar atención a Esmejit, a quien se dirigió de forma algo más calmada. -Supongo que debo agradecerte que cuidaras de ella...-
-¿Te has hecho daño, Mary?- Preguntó en un tono mucho más suave mientras intentaba forzar un intento de sonrisa, demostrando su lado de hermano mayor. La chica negó.
-Airi-san ha cuidado de Mary...-Dijo la pequeña, señalando a Esmejit. -Mary se había perdido y Airi-san la ayudó y la ha traído con Mikoto...También le ha dado a Mary un...¿Helado?- Añadió, como si de esa forma estuviera defendiendo al chico de su hermano. Sabía lo protector que era con ella, por muy malhumorado y agrío que pareciese.
-Ya veo...- Murmuró antes de ponerse en pie, algo asqueado al pensar en lo del helado. No entendía como a las personas podían gustarle las cosas tan frías...A él sin duda no le agradaban. una vez incorporado de nuevo, Mikoto volvió a prestar atención a Esmejit, a quien se dirigió de forma algo más calmada. -Supongo que debo agradecerte que cuidaras de ella...-
Esmejit R. Airnal
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Esmejit asintió cuando Mary dijo que él la había ayudado. Aquel tipo era intimidante, y no le apetecía mucho seguir en aquella incómoda situación. El pelirrojo escuchó a la pequeña, aceptando como ciertas sus palabras, lo cual hizo que Airi soltase el aire que había estado conteniendo con un suspiro de alivio.
- Supongo que debo agradecerte que cuidaras de ella...
- Oh, no-no ha sido ningún problema -el chico negó rápidamente, intentando tratar de evitar que aquel hombre dejase de mirarlo-. Simplemente la vi llorando y pensé que tal vez necesitase algo de ayuda... -el chico cruzó y descruzó los brazos-. ¡En serio, no es nada!
El chico retrocedió un par de pasos, mientras miraba de reojo a Mary. La chica parecía estar a gusto al fin. Aquello era bueno, la chica parecía haber estado bastante angustiada, pero entre el helado y el haber encontrado a su hermano, se había calmado bastante. El chico sonrió ante aquello, pero enseguida volvió a ponerse serio, bajo la atenta mirada de Mikoto.
- Bu-bueno... creo que yo ya he hecho mi trabajo -dijo, inclinándose levemente ante el chico, y mirando de nuevo a Mary-. Creo que mejor si me retiro... ¡nos vemos pronto, pequeña! -dijo, con una sonrisa amable.
- Supongo que debo agradecerte que cuidaras de ella...
- Oh, no-no ha sido ningún problema -el chico negó rápidamente, intentando tratar de evitar que aquel hombre dejase de mirarlo-. Simplemente la vi llorando y pensé que tal vez necesitase algo de ayuda... -el chico cruzó y descruzó los brazos-. ¡En serio, no es nada!
El chico retrocedió un par de pasos, mientras miraba de reojo a Mary. La chica parecía estar a gusto al fin. Aquello era bueno, la chica parecía haber estado bastante angustiada, pero entre el helado y el haber encontrado a su hermano, se había calmado bastante. El chico sonrió ante aquello, pero enseguida volvió a ponerse serio, bajo la atenta mirada de Mikoto.
- Bu-bueno... creo que yo ya he hecho mi trabajo -dijo, inclinándose levemente ante el chico, y mirando de nuevo a Mary-. Creo que mejor si me retiro... ¡nos vemos pronto, pequeña! -dijo, con una sonrisa amable.
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.