Vacaciones con Fluffle

Ah Dressrosa, destino vacacional y sitio perfecto para relajarme, por una vez no llevaba mi equipo encima y era una gozada poder ir ligero de equipaje. Fluffle corretea por la cubierta entusiasmado mientras persigue los discos de curling, en pocos minutos llegaremos a la costa, de allí al embarcadero y finalmente al hotel en donde podré abrir las maletas para deshacer el equipaje, será bonito tomar el sol en la piscina relajarme junto a Fluffle y un daiquiri.

“Fluffle pequeño bribon ven aquí”
“Pttttt…”
“si claro, puedes coger tacos” espero a que Fluffle venga a mi lado con un taco en la boca. “eres un pequeño glotoncete, so gordazo."
Fluffle se sonroja y se lleva las patitas a la cara, es amor en estado puro. Le acaricio la cocorota y el se arrima a mi huele a algodón de azúcar, pegajoso y muy dulce totalmente adictivo e irresistible.
“Vamos a llegar en poco rato será mejor que nos preparemos, veamos ¿tienes tus gafas swag?” Fluffle se pone sus gafas de sol súper molonas. “bien, ¿tienes tu elemento del taco?.... que pregunta si te estas empachando a comer tacos tol día gordunoooo.” Abrazo a Fluffle y me dejo llevar por la satisfacción de tocar su sedoso, suave y blandito pelo rosado.

-¡Al fin un permiso!- Me dije mientras estaba tumbada en la cama del hotel- Tendré que ir a las aguas termales aunque claro, terminare hecha un amasijo sin fuerzas. –seguí pensando para mí.

Me levanté pesadamente para dirigirme finalmente hacia la sauna, aunque antes me acerque hasta el balcón para darles algo de comida a Arimisa y Apolo, había seleccionado un hotel en el que me dejaran tener a mis animales, cosa harto complicada en aquella al isla al parecer. Me la había recomendado un miembro de mi recién adquirido rango de CP8, y aunque en principio había sido reacia me obligaron a tomarme esas vacaciones forzosas.

Salí de la habitación, bajando al recibidor donde debía solicitar los permisos para sauna y baños calientes del recinto, si hubiera querido con mis habilidades colarme hubiera sido la mar de sencillo, y más ahora siendo logia, pero eran unas jodidas vacaciones se suponía que debía relajarme y no hacer nada raro, pero esas malditas colas me exasperban.

Finalmente llegamos al puerto, el barco atraco con un sonido lento y armonioso.
A Fluffle le costo dos segundos abrirse paso entre la muchedumbre para bajar el primero, yo por mi parte espere en mi sitio mientras me disculpaba al resto del pasaje por haber sido arrollados literalmente por un pony rosado.

Baje con Fluffle cargado de maletas y bolsas, todo preparado para un disfrute de placer, Incluso deje en casa mis equipo habitual, tan solo llevaba conmigo mis diales, útiles en cualquier situación.

Fluffle vamos al hotel una vez allí deshacemos la maleta y nos vamos directos a la piscina y a por un helado gordo de grosella. El pony ante la mención de piscina y helado correteo a mi alrededor extasiado.
Diez minutos después estábamos en la recepción del hotel firmando los papeles, para la habitación 315, desde allí pude ver que tenían sauna,  tendría que visitarla, Recogí las llaves mientras casi tenia que arrastrar a Fluffle pues estaba maravillado con el sitio y estaba de espaldas en el suelo con los ojos abiertos como platos.
Venga Fluffle vamos al cuarto y a la piscina. Deje las maletas y me puse un bañador cómodo, Fluffle saco sus gafas de sol swag y ya estábamos listos para un día de piscina, así que sin mas preámbulos fui arrastrado por Fluffle al ascensor dándome el tiempo justo para coger toalla, calzarme y cerrar la puerta.

Después de la larga cola para hablar con la recepcionista esta me dio una tarjeta de algún tipo de plástico indicándome que con ella podía acceder a toda la zona del Spa, y que los cargos irían directos a mi cuenta. En ese momento pensé que la cuenta empezaría a ser astronómica, pero luego me di cuenta que eran vacaciones obligatorias y pagaba mi maestro, aunque hubiera sido más divertido si pagara Kusagami Yu. Mientras divagaba llegué hasta la entrada del Spa, donde pase la tarjeta por una ranura al lado de la puerta, que se abrió hacia dentro dejándome pasar.

Una vez dentro me dirigí hacia el vestuario, donde me desnude y puse una de las toallas que había en la taquilla para luego ir tranquilamente hacia la sauna en la que había ya varias mujeres y un par de hombres, me sorprendió ver a los hombres allí, pues lo normal es que en estos sitios se nos separe por sexo, aunque la verdad, a mí me daba bastante igual eso. Tras un rato en la sauna decidí que era hora de ir a los baños, donde me introduje en una gran cuba de madera llena de agua caliente, que de vez en cuando se llenaba de burbujas.

Una vez quedé a gusto me dispuse a salir del Spa, pasando antes por el vestuario por mis cosas y para vestirme, para ese día había elegido una minifalda vaquera y un top que me dejaba la barriga al aire que tenía una lechuza con las alas abiertas, quedando las alas justo encima de los pechos. Una vez fuera me fue imposible no reconocer a la pequeña y pomposa Fluffe, lo que implicaba que Bleyd estaba cerca.

Sin mas preámbulos conseguimos llegar a la piscina, y digo conseguimos por que prácticamente el 99% de los niños del hotel se lanzaron en tromba a achuchar a Fluffle. Por supuesto mi pequeño compañero estaba encantado con tanta atención, incluso se puso a dar paseos a los peques por la recepción. Cuando finalmente los padres se llevaron a los enanos pudimos acceder a la piscina, el sitio era muy chulo, tumbonas y camareros sirviendo. Maravilloso.

Fluffle no se lo pensó dos veces y se tiro a la piscina de cabeza, el condenado parecía una enorme colchoneta inflable, yo por mi parte me tumbe en una hamaca y me pedí una botella de licor de mora sin alcohol, antes de ponerme cómodo del todo recordé que tenía que ponerle a Fluffle una sombrilla, agarre el artilugio y lo abrí para clavarlo firmemente en el pelaje de Fluffle y que no se quemara.

“Hala ya estas enano ahora ve a divertirte e intenta no atropellar a nadie”

Mi pequeño pony saludo militarmente y comenzó a nadar o flotar…. nunca lo sabia, el caso es que comenzó a navegar por las aguas medio chocando medio arrollando a todo aquel que no se apartara a tiempo.

Una banda de críos rodeo la oveja que no llego ni a verme mientras se dirigía a la piscina, en la que se metió sin ningún miedo. Poco después Bleyd apareció en escena ponerle una sombrilla entre el pelo, para luego dejarla seguir a sus anchas en el agua. No sabría decir si eran las vacaciones, o ver a tanto niño jugar, liarlas y corretear, pero se me ocurrió hacerle una trastada a Bleyd.

Recogí un tarro, que llené de agua y usando mis habilidades de espía y del CP me acerqué hasta la tumbona donde estaba echado desde atrás, y una vez lista se la vacié encima empapándolo entero, se me hacía raro verlo sin estar en su armadura, pero yo tampoco lo estaba y me di cuenta tarde de que sin con ella me decía más piropos que otra cosa sin ella no podría apartarme de mí.

Mientras esperaba el alboroto que montaría hasta darse cuenta que era yo miraba a Fluffe, que me vería mucho antes que el ahora calado hombre y me preparé para recibirla como era debido, ignorando al grandullón y prestándole toda mi atención a ella.

- ¡Ahhhh! Dios que fría esta, Fluffle te aseguro que te acabas de ganar una ración de cosqui... Un momento tú eres Alwyn… ¿que estas haciendo aquí?

Estaba sorprendido de ver a la chiquilla de grandes tetas y culamen perfecto, lanzándome un jarro de agua fría, aunque la muy puñetera me estaba ignorando deliberadamente tan solo para estrujar a Fluffle que corría empapado hacia ella.

El pequeño animalito chapoteaba a cada paso que daba y la sombrilla que tenía encima tenia peligro de caerse a causa del trote. Sin embargo eso no le importo a mi compañero que se lanzo literalmente a los brazos de Alwyn para refrotarse contra estos en señal de afecto y cariño.

Me centre en Alwyn y su cuerpo perfecto, llevaba una minifalda y un top. Aunque no era muy amigo de los tatuajes me encantaría ver el suyo al completo, pues desaparecía bajo su ropa seguramente abarcando toda la extensión de sus pechos.

Suspire con sufrida paciencia, me escurrí la coleta, vacié de agua la hamaca y me volví a tumbarme al sol, no dejaría que la niña me arruinara las vacaciones.

Seguí jugueteando con Fluffle hasta que me note muy empapada, momente en el que me acerque al borde de la piscina seguida de la rosada oveja que se zambullo mientras yo me sentaba. Me quite el top dejando ver un bikini turquesa. Extendí la prenda detrás de mí para que se secara y me volví hacia la piscina. No me metería en ella, pues aunque sería agua dulce y me dejaría totalmente sin fuerzas no me quería arriesgar. Desde la orilla lanzaba agua con las manos a Fluffle que me la devolvía mientras su sombrilla se zarandeaba. Me resulto raro que Bleyd no me dijera nada y que se quedara tumbado allí, pero bueno, su mascota ya me hacía suficiente compañía.

Parecía mentira que la muy condenada no se dignara a responder a mi pregunta.

Eh, Alwyn ¿Qué haces tú por aquí? Espero que no quieras secuestrar a Fluffle, se que es todo amor pero ni se te pase por la cabeza, el pequeñín es mi amigo y compañero y antes te ahogo en la piscina que dejar que lo alejes de mi lado.

Por su lado Fluffle se lo estaba pasando genial tirando agua a Alwyn, aunque empapado el animalito se acerco a Alwyn y se refroto contra ella dejando un olor a algodón de azúcar en el ambiente, parecía que invitaba a la dama a subirse en su pelaje a modo de colchoneta.

-Hola Bleyd, pensaba que te habías vuelto a dormir. No, no vengo a robártelo aunque lo haya pensado varias veces.- Tras una risita.- Yo también estoy de vacaciones aquí.-Le comente mientras me subía en la rosada oveja que se ofrecía a hacerme de colchoneta.- Toma, pon esto junto al top por favor. –Le dije mientras le tiraba la minifalda vaquera al chico. Dejando ver la parte de abajo del bikini del mismo color que la superior pero sin flecos.

Había aprendido que los chicos hacían casi todo lo que pedía, y más si estaba en bikini y eran como Bleyd que no perdían oportunidad de lanzarme algún piropo, y si además les decía algo bonito caían rendidos antes. Además como a este tenía a la monada de Fluffle le consentía más cosas que al resto de hombres, y bueno no era de los peores a los que conocía. Cuando estaba ya cerca la hora de la comida le hice señas a mi monada de compañero para que me acercara a la orilla.

-Bleyd, ¿nos vamos a comer? – Le pregunte mientras me acercaba a por mi ropa.

Miro con incredulidad a Alwyn.
De verdad crees que soy tu asistente o algo así… Por dios que me aspen si tan siquiera no te hago tragar tu entupido panta…
Me calle a media frase pues fluffle me estaba poniendo ojitos.

ojitos:

No... la mirado nooo. Maldición no puedo contigo, esta bien guardare el estúpido pantalón.

Deje el pantalón a regañadientes mientras Fluffle seguía navegando por la piscina con Alwyn encima, no se por que pero estas “”vacaciones “” se me van a atragantar.

Un rato después con la hora de la comida cercana. Alwy y Fluffle regresaron, sugiriendo la primera eso mismo, ir a comer.

Si bueno pero estoy seguro de que no se tienes cosas que hacer y eso, no me gustaría moles… Ante mi Fluffle estaba ya recogiendo las cosas y medio llevando medio arrastrando me encamino junto con Alwyn al restaurante del hotel.

Cualquiera le decía que no a mi adorable bola de pelo rosa.

Bleyd me acompaño al restaurante con Fluffle, los camareros de la entrada al principio fueron reticentes a dejarnos pasar con la rosada oveja. La cosa cambió cuando me acerque al oído y le dije unas palabritas. Entonces nos llevó hasta una de las mejores mesas por las vistas que tenía y nos dejó dos cartas, además retiro una silla para dejar sitio a Fluffle. Tras mirar la carta y pedir un plato de tostón, otro de pollo al ajillo y unos buenos san Jacobos esperé a que Bleyd terminara de decidir.

-Bueno bleyd, cuéntame que has hecho, creo que es la primera vez que coincido con alguien sin estar acompañando gente a misiones suicidas o ruinas con moho.

Mientras esperaba la contestación me puse a rascarle la oreja a la rosada criatura, además de empezar a comerme parte del pan que ya había en la mesa. Además era cierto, era la primera vez que coincidía con alguien sin ser una misión o algo del estilo, y era raro, muy raro.

Me acomodo en la silla mientras miro distraídamente a Alwyn, Bueno tenia ganas de darme un caprichito, ya sabes diversión, tranquilidad un tiempo con ese alguien especial que alegra tú día a día.

Le sonreí a Fluffle que movía la cabeza para que Alwyn le rascara donde el quería.

-Tomare lo más caro de la carta relleno de lo segundo más caro de la carta por favor.
Para beber albóndigas-

El camarero se quedo un poco sorprendido, pero no discutió seguramente estaba ya acostumbrado a pedidos extraños e irracionales alejados del sentido común.

Pues como te decía he venido a relajarme. Tal vez incluso a seducir a alguna chica bonita y llevarla a mi lecho. Aunque eso es mas fantasía y ficción que realidad.
En cuanto a ti ¿que planes tienes? ¿Has pensado que harás estos días? Fluffle y yo vamos ha hace sky acuático. Si te quieres apuntar serás bien recibida. Parece que Fluffle se ha encariñado contigo.

Mi compañero pidió algo súper raro, nunca imagine que ningún restaurante aceptara hacer algo así, ni que se pudiera hacer tal cosa, me imagine una langosta rellena con una pierna de tostón, sobresaliendo esta por todas partes, asqueroso. Reprimí la mueca mientras escuchaba a Bleyd y rascaba a la peluda mascota de éste.

-Pues veras, yo he venido a no hacer nada, tomar el sol y disfrutar de la libertad, aunque la idea del surf me atraiga, creo que dado que soy usuaria de Akuma no debería arriesgarme de esa manera, pero os acompañare mientras lo hacéis.- Le dije sonriendo.- Y con lo de la dama puedo ayudaros, seré vuestra compi de ligues, a fin de cuentas sigo teniendo dieciséis años y pasar por tu querida hijita no me costaría demasiado.

Dicho esto me lancé al palto que me acababan de poner, nunca le había dicho mi edad a Bleyd, y aunque estaba segura de que se sorprendería, esperaba que aceptara, sería divertido verlo ligar con alguien.

-Dieciséis años eh… la verdad eres una niña. Por otro lado yo no soy tan viejo como para tener una hija de tu edad, y lo de que eres usuaria ya lo sabia, pero donde esta la diversión sin un poco de riesgo, además hay una cosa llamada salvavidas.-

El camarero me trajo langosta rellena de caviar beluga y una jarra de albóndigas, cosas que amablemente pase a Fluffle que miraba extasiado.

- Aquí tienes pequeñín todo para ti disfrútalo. Volviendo a ti Alwyn, a que te dedicas realmente… no eres una caza-recompensas tampoco una mercenaria.-

La mira suspicazmente intentando ver si me miente o oculta información.

Veo como Bleyd le da las albóndigas, y el otro plato a Fluffle que empieza a devorarlas de manera impresionante. Tras eso el chico me mira, y aunque anteriormente me ha chico que no puede edad para ser mi padre a mí me parece que sí, pero bueno eso ya son cosas suyas. Además me pregunta que a que me dedico, diciendo varias cosas a las que cree que no es, sorprendiéndome que diga que no me cree una mercenaria.

-Pues veras, soy una Freelance, la mayoría de compañías de mercenarios me infravaloran por mi aspecto y no me quieren aceptar, por lo que decidí ir por mi cuenta. Algún día creare mi propio regimiento de mercenarios, para darles en las narices a todos esos que me dijeron que no valía. Y tú, ¿Para quién trabajas exactamente?

Tras esto seguí comiendo de mi plato como si nada, por suerte aún no era una cara muy conocida fuera del CP, y esperaba que eso siguiera así, pues de lo contraria significaría una gran pifia en alguna de mis asignaciones.

-Si claro una freelance... entonces sabras quien es el ultimo añadido a los contratos verdad, el contrato del siglo.
Esta en boca de todos, 700 millones nada mas ni nada menos... ahora bien dime quien es el contratista y su objetivo.-

Miro a alwyn profundamente taladrandola con la mirada. Sencillamente nunca ha tenido pinta de mercenaria, tiene mas pinta de princesita, alguien que ha tenido las cosas faciles, que no se pasa semanas durmiendo en el duro suelo y comiendo lo que pilla en medio del campo... tal vez fuera solo mi imaginacion, pero esa sensacion de que alguien oculta algo siempre me hace sospechar.

-Como bien te dije antes, no me suelen llamar los grandes para esas misiones por culpa de mi aspecto. –Di otro gran bocado a las deliciosas carnes que tenía delante.- Si sigues sin fiarte, podemos hacer unas jornadas de supervivencia por la isla, no serían las vacaciones que tenía en mente pero verte morder el polvo, y que te quites de la cabeza que no soy una mercenaria, o que no valgo para ello sería la mar de gratificante.

Me estaba empezando a molestar todo eso, y yo que pensaba que Bleyd sería de los pocos que no dudarían de mi capacidad tras dos misiones juntos, pero al parecer mi maldito aspecto infantil no me vetaba en sitios de “hombres”, y tendría que solucionar eso, si era dando tortas que por mí no quedara.

-Nadie ha dicho que no seas capaz de cuidarte por ti misma. Ni tampoco que no puedas partirme la cara. No tu ocultas algo princesa, algo gordo. Pensaba que podría ser que te gustara, pero seamos sinceros no entra esa posibilidad. Después pensé que querías robarme a Fluffle... Pero no te veo como una ladrona. Como bien has dicho hemos coincidido dos veces, tu destreza y tu habilidad están mas allá de cualquier duda. Pero tu a mi no me engañas, si no sabes que el científico chiflado doctor Alex Chooper el cual arraso Hallstat tiene una recompensa de 700 millones, has cometido un fallo de información muy grave.
Aun no he mirado las recompensas pero tu no estas en ellas, así que pirata ni revolucionaria, alguien de tu talento llama mucho la atención. Mercenaria freelance, no. Tus ojos te delataron cuando pedí la comida a Fluffle, nadie se mete en este negocio por gusto, hay cientos de miles de mercenarios que trabajan por un plato caliente y eso es algo que se graba a fuego. Tu por otra parte mírate, o eres extraordinaria en lo que haces y consigues que la gente no te recuerde o no eres del gremio. Tal vez me equivoque, tal vez no. Pero tu trabajas para el gobierno, guardaespaldas, agente de campo. No eres un marine raso pues eres autosuficiente, te mueves por tu cuenta y sabes hacer las cosas por ti misma. Tal vez una cazadora, pero tampoco se muy bien que buscarías en las ultimas misiones en las que participamos.

Necesitare unos días de investigación, hacer unas cuantas llamadas pero no te quepa duda que averiguare a que te dedicas realmente. Eso o puedes ser sincera conmigo.-

Realmente estaba jugando con fuego al presionarla así. Pero la evasión de la pregunta y el error al decir que no la llaman los grandes para esas misiones, me decía que allí pasaba algo. Los mercenarios escogemos las misiones, no nos llaman, es lo bueno de este negocio y lo malo.

-Veras Bleyd, no hace que te pongas así, y puedes indagar todo lo que quieras, no encontraras más de mí que lo que te digo. Respecto al tal Cooper la recompensa la está ofreciendo un imperio en caída, por si no te has enterado hay tres facciones en guerra en esa zona que contratan mercenarios, aunque la supuesta hija del rey caído es la que más papeletas tiene en mi opinión, no creo que posea esa cantidad de pasta para entregar, si hubiera sido el gobierno quien hubiera puesto la recompensa, créeme que ya estaría buscando a ese tipo, ellos sí que pueden pagar. Por otra parte no nací siendo mercenaria, mis padres eran gente pudiente, por lo que tengo ciertos conocimientos y fondo de bolsillo como para no pelearme cada dos por tres para comer. Además de eso, me conoces, no hago nada que no me reporte muchos beneficios al mínimo riesgo, quitando aquella mierda de los gorilas. ¿Tú no va a comer nada?-Concluí la charla, la había hecho en tono educado, mostrando mis modales, sin reproches ni tonos recriminadores.

Aunque se pusiera a indagar y pedir favores, mi meteórica carrera y ciertas misiones habían hecho que no fuera muy conocía quitando en la isla, y si alguien de allí hablaba no duraría mucho más en el CP, y la gente lo sabía.

Menuda chapa me acaba de soltar la niña... en fin tampoco es que sea su padre ni nada así que mejor dejarlo correr. - Aquí no, yo soy mas de comida simple y rápida que de estas... Delicatesen, por el contrario Fluffle es un gourmet.- Achucho a Fluffle mientras sonrió- Este pequeño gordinflón se comería todo lo del restaurante antes de quedarse satisfecho,

Fluffle suelta su adorable ¡Gashp! con la boca llena mientras se levanta en la silla y llama al camarero para seguir pidiendo. - Ves ahora quiere lo que están tomando los señores de la mesa de al lado, creo que es ensalada cesar. Yo lo que si me tomare sera un batido de chocolate, tengo la boca seca, después si quieres podemos ir a buscar un carrito de los helados y de perritos calientes por fuera del hotel, tengo entendido que hay un cine cerca con muy buenas películas, según la cartelera ponen el regreso del kraken y tiene muy buena pinta, por no hablar de las palomitas y los dulces. Que me dices ¿te apuntas a una tarde de relax?

Bueno parecían que las cosas se habían calmado y ahora Bleyd me ofrecía ir a una película, más palomitas y chuches. No estaría mal una tarde de relax, aunque no sabía si eso del kraken me gustaría. Además, si lo que intentaba era ligar conmigo lo llevaba claro el pobre, sólo tendría ojitos para Fluffle en el cine, bueno y para la película si es que me gustaba claro.

-Me parece una idea buena para pasar la tarde sin mucho movimiento, peor no te vayas a pensar que es una cita o algo así eee. A qué hora seria la peli entonces, ¿crees que debería cambiarme?

Estaba pareciendo una adolecente, aunque eso es lo que era, a fin de cuentas. Además, sin la presión del trabajo y la formalidad le estaba saliendo su vena más juvenil y de chica normal, aunque lo que no cambiaba era su mal genio a veces y su altanería.

Sonrió para mi mismo mientras me enaltezco. -Ya te gustaría a ti una cita conmigo. Acabarías con una sonrisa de oreja a oreja un peluche entre los brazos y mucho chocolate. Tenemos sesión en un par de horas, puedes cambiarte y ponerte algo menos provocativo, a no ser que quieras que todos los chicos se vuelvan a mirarte el culo.

Me tomo mi batido después de agradecérselo al camarero. - Ah, me encanta el batido de chocolate. es algo que comparto con Fluffle.- Le pongo con cuidado la ensalada a Fluffle que se lanza a devorarla entre juegos y mordiscos, ¿acaso se puede ser mas adorable? Pienso para mi mismo.

me para un instante para pedir la cuenta, y observar como el camarero me trae un papel que pago despreocupadamente, acaricio a Fluffle y le limpio la cara se ha puesto perdido de lechuga y me mira con ojos enormes al tiempo que me abraza con ternura.

Bueno, puede que le haga caso en lo de cambiarme, tengo el bikini rígido, seguramente por algún producto de la piscina y sería bastante incómodo ir con él. Por lo que me levanto de la mesa y quedo con el mercenario en la entrada en quince minutos, no creo que tarde muchos más en subir y cambiarme. Salgo del restaurante fijándome en la gente, es un acto reflejo potenciado por el mantra siempre activo. Pasó de los ascensores para ir directa a las escaleras, donde me elevo gracias a mi capacidad de flotar, cosa que es tres veces más rápida que los ascensores abarrotas y que paran cada planta.

Cuando llegó a la habitación, entro quitándome la ropa y cerrando la puerta con el pie. Me acerco al armario para escoger un vestido largo de color negro, no tan ajustado como el resto de mi ropa, pero con un bonito escote. Apenas son cinco minutos lo que tardo en cambiarme y salir de nuevo hacia las escaleras. Cuando pasó por delante de los ascensores uno se abre, entrando en él un par de ancianos, junto con los que me cuelo yo. Al llegar abajo y salir al vestíbulo me doy cuenta que llego muy pronto, por lo que me siento en los cómodos sofás frente a la recepción.

Aprovecho que Alwyn desaparece con la intención de cambiarse para llevarme a Fluffle a la entrada y esperarla.

-Quédate aquí quieto voy a arreglarte que vas hecho un adefesio.- Sonrío mientras mi pequeño y peludo compañero infla los mofletes en señal de disgusto. Le arreglo el pelo lo mejor que puedo y le coloco sus gafas Swag, quedando niquelado.
-Perfecto estas irresistible compiñero.-
Sin apenas tiempo para mirar Alwyn ya ha vuelto cambiada luciendo despampanante.
Me río discretamente antes de hablarle. – Vamos al cine Alwyn no al teatro, pero estas fabulosa te faltaría un collar de diamantes en el cuello te dejo a Fluffle al cargo, volveré tras arreglarme no creo tener nada tan exquisito pero bueno, algo lograre.

Me dirijo a mi cuarto y me visto con lo primero que saco de la maleta, unos pantalones blancos y una camiseta negra de una calavera tatuada en rojo.
- Bueno vamos para allá, que esta chica se me queda a Fluffle.
Bajo las escaleras y llego al recibidor donde están Fluffle y alwyn.
- Bien estoy listo cuando la dama quiera podemos partir.