Empieza una aventura (primera parte)

Spoiler:

Allí, tumbado sobre el frío suelo de mi celda me encuentro sumido en mis pensamientos, totalmente ajeno al aburrido entorno penitenciario. En realidad, la cárcel no es tan dura como pensaba. Puede que se deba a que no me paso todo el día metido en mi calabozo, pues gracias a mi compañero de celda que descubrió un pasadizo secreto, puedo ir y venir del piso 1 al 3,5 cuando me place. Aunque para que engañarnos, si subo al nivel 1 es solo por las revisiones rutinarias que hacen los guardas. Y es que en el nivel secreto se encuentra mi maestro.  

La verdad es que Kenichi-sensei sigue siendo un misterio para mí, a pesar de haber estado junto a él tanto tiempo. Es un hombre de mediana estatura y muy maduro. Tiene el cabello corto y totalmente cano, como su largo y fino bigote, y unas espesas cejas que parecen dos orugas blancas caminando sobre sendos ojos del verde más intenso que he visto nunca en un iris. Su cuerpo es flacucho pero muy musculoso y definido. A pesar de su condición física estoy seguro de que podría vencer al más poderoso de los marines en un abrir y cerrar de ojos.
Él mismo me ha iniciado en el milenario arte del Sen Ryoku, sin embargo es un estilo marcial más complicado de lo que uno pueda imaginar. A pesar del continuo entrenamiento, durante estos 7 largos años que llevo en prisión con él solo he aprendido las bases. En resumen, que estoy a años luz de llegar al nivel de Kenichi-sensei (y eso que él está un poco oxidado por su largo confinamiento).    

Una voz a distancia se cuela en mis reflexiones, haciéndome volver súbitamente a la realidad. Giro la cabeza y veo que la estrepitosa voz pertenece a un guardia que está abriendo la puerta de nuestra celda.  
Se trata del guarda asignado a nuestro pasillo en Impel Down, un hombre bajito y muy flaco, medio calvo y con un bigotazo que le ocupa media cara. Lo peor que hay en él, sin embargo, es su personalidad, caracterizada por sus delirios de grandeza y su ansia por estar encima de los demás. No ha habido comida que no haya sido guarnicionada con escupitajos suyos ni noche que no haya interrumpido nuestro sueño con bromas estúpidas como el típico: "FUEGO, FUEGO, DESPERTAD TODOS, ESTO ESTÁ ARDIENDO". En resumen, lo que todos conocemos como un capullo integral

-¡Tú, muchacho!- grita con su característica voz estridente-. ¡Deja de ignorarme si no quieres enterarte de lo que es bueno!    

-¿Qué cojones quieres?- se adelanta a soltar mi compañero-. Aún falta mucho para la revisión de las celdas.  

-¡Cállate estúpido viejo, no hablo contigo!- contesta el guardia (que como siga gritando así va a perforar mis tímpanos). Entonces se acerca a mí y me dice-. Tu sentencia en Impel Down ha acabado. Eres libre, te escoltaré hasta la salida.    

Repentinamente una mezcla de emociones se enmarañan en mi interior. Alegría por el fin de mi confinamiento, ansia por volver a sentir la naturaleza, pena por dejar a mi maestro... De repente caigo en la cuenta de que no me voy a poder despedirme de Kenichi-sensei. Barajo mis posibilidades, pero la única  que veo viable es propinarle un puñetazo en la nariz al guardia, pero me parece algo arriesgado... Y, como si hubiera leído mi mente, mi compañero se alza y le mete los dos dedos en los ojos con una brutal fuerza.  

-¡Aprovecha la oportunidad, despídete de la persona a la que más quieres!- me grita mientras mantiene al guarda entre sus brazos.    

Le miro con lágrimas en los ojos, agradecido por el sacrificio de una persona que ya lo ha perdido todo.    

...    

Recorro el pasillo escoltado por otro guarda (mi compañero me ha dicho que ha enviado al bigotudo a la enfermería, perfecto) con las últimas palabras de Kenichi-sensei resonando en mi mete: "Sentí una desbordante energía en el momento en el que te vi, por ello decidí convertirte en mi alumno. Un gran poder duerme dentro de ti, y conseguirás liberarlo cuando controles el Sen Ryoku completamente. Sigue entrenando por tu cuenta y estoy seguro que lo lograrás. Ahora continúa tu camino, hijo mío. Yo, te estaré animando desde aquí".

-Ya estamos- dice quien me escolta con total monotonía.

Me quita las esposas y me lleva a un pequeño submarino marine que me sacará fuera del agua. No se que pacto han hecho con ellas, pero las criaturas marinas que veo por la ventana pasan completamente del submarino.  

No pasa mucho rato hasta que pisamos tierra (gracias al cielo pues me agobio en lugares estrechos y más si están bajo el agua). El marine se despide y me deja allí, solo en medio de una isla bastante pequeña y semidesierta. Tiene sentido, supongo que a la gente no le gustará vivir en un sitio donde arrojan a los presos que han cumplido su condena, aunque no sean muchos los que salgan de Impel Down.

Me paro a pensar que hacer y me parece que empezar mi nueva aventura desde mi tierra natal es lo que más sentido tiene. Además, papá y mamá están enterrados allí y les debo contar porque no les he visitado en tanto tiempo, estarán preocupados... Miro hacia el mar en busca de algún barco que me pueda sacar de aquí. Preferiría poder alquilar un bote ya que casa no queda tan lejos de aquí pero como es normal, he salido sin un mísero berry de la prisión.  

Por fortuna, no pasa mucho tiempo hasta que pasa un barco cerca de mí. Le hago señas y comienzo a gritarles. Perfecto, parece que me han visto.  
Se trata de un barco enorme y muy lujoso. El casco, de una madera oscura y brillante, estaba adornado con detalles dorados y de la cubierta, se alzaban tres colosales mástiles de los que colgaban unas velas enormes. Si he ido a parar el navío de un tenryubito me pego un tiro.  

-¡¿Quién eres?!- me pregunta un tripulante desde la borda-. ¡¿Acabas de salir de la prisión?!    

-¡Me llamo Kiromaru Sohma y sí, hace un rato que me han soltado!- les grito-. ¡¿Por casualidad vais a pasar por el Archipiélago Sabaody?!    

-¡Nos dirigimos hacia el nuevo mundo así que pararemos allí, súbete chico!    

Me lazan una cuerda para subirme y mientras lo hacen, pienso en la suerte que he tenido. Pero ese pensamiento se disipa pronto. Nada más piso el suelo del barco, los once miembros que habían en la cubierta se abalanzan sobre mí. Me intento resistir y reparto algunas hostias entre los tripulantes, pero la superioridad numérica hace que no tarden en reducirme.  

Entonces la puerta del camarote se abre y aparece un hombre enorme, muy corpulento. Lleva el pelo rasurado a lo militar y es de un color naranja chillón, lo que contrasta con sus negras cejas y su espesa barba castaña. Tiene un solo ojo afilado, y en el lugar del otro hay un surco que parece estar absorbiendo el resto de su cara como si fuera un torbellino. Va vestido muy lujosamente, con un abrigo de pieles (a pesar del calor que hace) y un cinturón de oro macizo por encima. Este tío con cara de pocos amigos debe ser el capitán. Al verme sonríe enseñando su negra dentadura.    

-Bien hecho chicos- dice-. Este parece un buen ejemplar, un poco esmirriado pero estoy seguro de que nos darán un buen pellizco por él. Llevadle al calabozo.    

Joder, no acabo de salir de una prisión para que me metan en otra. Pero no puedo hacer nada de momento en la situación que estoy.    

…    

La celda es demasiado pequeña para los tres que estamos metidos allí y estamos bastante apretados.  
A mi derecha se encuentra un joven alto y fornido. Lleva una melenita rubia y sus ojos son muy oscuros. La verdad es que es un chico bastante guapo, seguro que pagarán un buen precio en el mercado de esclavos. No he intercambiado palabra con él, pero parece un joven prepotente que tiene pinta de tenérselo muy creído.
El de mi izquierda es todo lo contrario. Se trata de un tipo bajo y bastante flaco. Su piel es morena, así como su corto pelo y barba. Yo diría que es un tipo bastante feúcho, pero parece avispado.  

Examino los barrotes y no parecen ser de muy buena calidad (ni punto de comparación con los de Impel Down, vamos). Viendo semejante navío supongo que habrán decidido escatimar gastos en otros lugares más vistosos. No obstante, para romperlos necesitaría una herramienta o algo con lo que romperlos a base de golpetazos.

Mierda, los lugares cerrados me dan ansiedad y me temo que me voy a volver loco si no consigo salir rápidamente de aquí. Si al menos hubiera un guardia al que engañar para que nos abra. Pero no hay nadie vigilándonos... ¡Claro, ahí está la clave! Esos vendedores de esclavos idiotas no saben lo que les espera.    

-Oye, tú- le digo al preso de mi derecha-. ¿Quieres salir de aquí tanto como yo verdad?    

-¿Eres idiota? ¿Te piensas que estoy aquí de vacaciones?    

Excelente, este subnormal será perfecto para mi plan. Tengo en mente utilizar una técnica del Sen Ryoku sobre el preso para aumentarle la fuerza física y que nos saque de aquí. Pero el plan no es tan brillante como parece a primera vista.
El primer problema es que aún no sé manejar muy bien el ki de las personas (ni el mío propio), por lo que hay bastantes posibilidades que no acierte a dar sobre los puntos de acupresión correctos para aumentar su fuerza física.  
El segundo problema es que los puntos de acupresión de la fuerza se encuentran muy próximos a los de la locura, pues en el fondo la demencia y la rabia sirven de motor a la fuerza bruta. Es un plan arriesgado, pero como no se me ocurre ninguna otra cosa...  

-Túmbate y cierra los ojos- ordeno al preso de la derecha ante la expectante mirada del de la izquierda-. Manipularé tu ki para dotarte de una fuerza sobrehumana durante un tiempo.  

-Cojonudo, ¡seré el héroe que os sacará de aquí!- dice con los ojos iluminados-. Ya veo mi nombre en las portadas, "Apuesto mozo salva a la humanidad de las malvadas garras de un traficante de esclavos".
 
-Sí, sí, lo que tu digas... Pero cállate que necesito concentración.  

Con la lección de  Kenichi-sensei en mente, procedo a presionar los puntos clave de su cuerpo para intentar aumentar su flujo de ki lo que le dotará de superfuerza. Aún no tengo mucha idea de utilizar estos tipos de técnicas así que me guío más por lo que recuerdo de la clase de mi maestro que por lo que sé.  

-Bueno, esto creo que ya está- informo-. Puedes abrir los ojos.  

Pero no reacciona.  

-¿Seguro que ha funcionado?- pregunta el otro preso, pero es una pregunta a la que no puedo responder-. Déjame despertarlo con una técnica de mi pueblo que resucitaría hasta los muertos.  

Me da la impresión de que esa técnica se trata de dar dos buenos sopapos al inconsciente, pero accedo a que proceda. El preso se coloca sobre el otro tumbado y alza la mano.  

-¡TÉCNICA SECRETA DEL BOFETÓN FANTASMAAAA!- grita con el brazo en alto.  

Y cuando va a proceder al abofeteo, sale disparado por los aires. Choca contra el techo de la celda y cae contra los barrotes.  

-¿Pero que cojones..?- balbuceo estupefacto. Mi voz parece alertar al preso aun tumbado y me clava su intensa mirada. Su intensa mirada de loco. Mierda, creo que la he cagado con la manipulación de su ki.  

El loco se levanta como un rayo y me pega un puñetazo en el abdomen antes de que pueda ni siquiera reaccionar. Salgo despedido hacia la pared y caigo redondo al suelo. Esa fuerza no es normal... Seguramente haya aumentado junto con su locura. Alzo la mirada y lo vuelvo a ver encarado hacia mí con esa mirada del que está fuera de sí. Se dispone a preparar otro puñetazo, que no podré esquivar por el pequeñísimo tamaño de la celda y me dejará fuera de combate si me alcanza.  

-¡¿Pero qué demonios está pasando aquí?!- pregunta de repente un guarda que acaba de venir a vigilar la celda. Mi salvación.  

El preso loco se gira repentinamente al escuchar al guarda. Al verle, esboza una escalofriante sonrisa y comienza a correr hacia él. Revienta las barras como si se tratara del material más endeble del planeta y se abalanza a por su presa cual lobo hambriento.  

-Oye tú, salgamos pitando de aquí- me dice el otro preso mientras se levanta con dificultades del suelo-. Conozco un sitio en el que podemos meternos mientras se tranquilizan las cosas.  

Me incorporo de mi caída con bastante dolor. Ese bestia debe de haberme reventado alguna costilla. Me dispongo a seguir al preso y pasamos desapercibido al lado del loco, que parece estar jugando con los intestinos de su víctima.  

-Me puedes llamar Nim- me dice mientras me guía por un pasadizo de las bodegas del barco.  

He de decir que el interior del navío es tan impresionante como su exterior. Está lleno de pasillos larguísimos muy ornamentados y no paramos de pasar puertas, por lo que supongo que estará colmado de habitaciones.

De repente, Nim para en seco y se mete por una especie de surco que hay pared de madera que lleva a un pequeño escondrijo. Decidimos quedarnos ahí a que se calmen un poco las cosas.  

-Me llamo Kiromaru, pero me puedes llamar Kiro- me presento-. Pareces conocer muy bien este barco.  

-Eso es porque antes era la mano derecha del capitán. Él no tiene muy buen humor así que a lo largo del tiempo he ido buscando o creando escondites como estos por todo el navío para huir de sus reprimendas.  

-¿Y qué hacías en la celda si no te iban a vender como esclavo?- pregunto.  

-Por traicionarle- me dice con voz sombría-. En nuestro último viaje conseguimos atrapar una sirena. Nosotros no solemos tener productos como esos ya que acostumbramos a secuestrar gente que acaba de salir de la prisión. Más fácil y seguro. Pero como te decía, nos hicimos con una sirena, artículo muy valioso en el mercado negro. Toda la tripulación estaba eufórica (yo incluido) por el pico que íbamos a llevarnos con esta recompensa. Pero el capitán, en vez de venderla por dinero, la dio a cambio de una akuma no mi. Él dice que la venderá por un precio más elevado, pero yo intenté robarla. El capitán me pilló y me metió en el calabozo.  

Me parece despreciable lo que hace esta gente. Deben recibir un castigo... Decidido, me haré con la akuma del capitán. Si lo que dice es cierto, no podrá venderla y le joderé tanto a él como a su tripulación.  

-Nim, cuando las cosas se calmen, ¿puedes llevarme donde está la akuma?  

…  

Las puertas del camarote del capitán son inmensas y barrocas, adornadas con florituras doradas y plateadas. Desgraciadamente, se nota que el negocio de la venta de esclavos es rentable...  

-Entonces la akuma está dentro de la habitación del capitán, genial- ironizo.  

-No te preocupes, debe andar ocupado con el revuelo que estará montando nuestro amiguito- dice Nim de forma persuasiva-. Además, la akuma está en un cofre encima de su escritorio. Entramos, lo cogemos y salimos pitando.  

Abrimos las puertas y nos encontramos ante un camarote más grande de lo que habría podido llegar a imaginar. Cubriendo todo el suelo de la estancia hay una inmensa alfombra que tiene pinta de ser muy lujosa. Las paredes están abarrotadas de estanterías que contienen todo tipo de extraños objetos que tienen pinta de ser muy caros. En la parte más profunda hay un escritorio hecho con la madera más  hermosa que haya visto nunca. Y encima, hay una caja de oro.  

-Allí esta la akuma, ¿verdad?- le digo a Nim-. La cojo y nos largamos de aquí.  

Me acerco rápidamente al escritorio y me dispongo a coger el cofre dorado. Pero cuando mis dedos tocan el frío metal de la caja, recibo un empujón que me estrella contra una estantería con una cristalera que se rompe en el acto. Aturdido, alzo la mirada y veo a Nim con el con cofre.  

-Traicioné a toda mi tripulación por esta akuma- dice riéndose a carcajadas-. ¿Pensabas que ibas a ser diferente?  

Mierda, nunca me huelo cuando van a traicionarme... Nim abre el cofre y saca de su interior una extraña fruta con espirales en su piel. Abre la boca dispuesto a darle un bocado y...  

¡PUM!  

Un chorro de sangre empieza a brotar de la frente de Nim y poco después cae en redondo al suelo. Dirijo mi mirada hacia la puerta y veo a capitán, sosteniendo una escopeta que aun suelta humo por el extremo del cañón.  

-Debí haber hecho esto la primera vez que desertaste- dice escupiendo en el suelo, y posando la mirada en mí añade-. Tú vas a correr la misma suerte que tus otros dos compañeros de celda.  

Así que han conseguido deshacerse de ese loco... El capitán apunta hacia mí y consigo esquivar su disparo por los pelos tirándome al suelo, detrás del escritorio. Allí, junto a una pata me encuentro la extraña fruta. La cojo y sopeso mis opciones. Nunca había pensado en comerme la akuma, pero con mi nivel actual de dominio de Sen Ryoku solo le voy a hacer cosquillas a ese bestia del capitán. Necesito algún poder extra que me saque de esta situación...  

Otro disparo atraviesa el escritorio y pasa rozando mi cabeza. Bueno, parece que no tengo otra alternativa. Abro la boca y le pego un buen bocado a la akuma.

Aclaraciónes:

Peticiones:

Bueno yo voy a corregir tu diario caballero. El lobo está listo para la acción y espero que tú también, así que es la hora de empezar.

He visto que tienes varias faltas como por ejemplo la palabra “mí” no le pones el acento en muchos casos que deberías. Las demás no son tan graves. Otra cosa es que el diario ha sido muy corto ya que suelo pedir un pequeño mínimo al menos. Has hecho muchísimas cosas en poco tiempo y he echado de menos muchísimas descripciones.

La primera prisión no sé si era ID o algo por el estilo pero si lo era habría sido demasiado fácil salir teniendo en cuenta dónde está, asumiré que era otra. En la segunda eso de romper los barrotes con una técnica, bien podía ser poderosa pero no entraré a eso.

Tal vez si lo hubieses hecho más extenso te habría puesto más nota. Pero por ser tu primer diario voy a darte un pequeño empujón y te voy a dar un 7. Si quieres pedir una segunda corrección ya sabes.

Obviamente la técnica si la deseas deberás explicar cuanto aumenta los parámetros y entrenarla. De hecho te doy la oportunidad de editar alargándolo, corrigiendo las faltas y mejorando descripciones. La verdad es que ha pasado todo rapidísimo. He visto que te has comido la Akuma, de modo que te doy la oportunidad de rectificar eso. Podrías comerte una paramecia de grado 1 al tener baja nota y arrepentirte pero eso ya es cosa tuya (Tranquilo con un 7 aspiras a zoan normal, paramecia 2 y paramecia 1). Las opciones están dadas.

Editar/Aceptar/Segunda corrección.

Ya que me das una segunda oportunidad, voy a intentar mejorarlo :)

¡Ya está editado! *-*
He intentado hacer caso a tus correcciones y dar explicación a todo lo que se me había quedado un poco en el aire, además de haber hecho las pertinentes descripciones (tenías toooda la razón, no había descrito nada de nada...)
Respecto a la extensión, ahora tiene unas 3000 palabras (la verdad es que no sé cuánto suele ocupar un diario, pero para lo que quiero contar creo que está bastante bien esta extensión).
¡Espero que ahora disfrutes más leyendo el inicio de mi aventura!

Bueno vayamos con la segunda corrección. Tienes un par de faltas más en lo que añadiste pero no tantas como para rebajar nada. Esta frase me ha llamado la atención “Aturdido, alzo la mirada y veo a Nim con el con cofre. “ Creo que se te ha colado “con” dos veces XD. Bueno suele pasa.

Los diarios suelen ser más o menos de 3000-6000 palabras o así, al menos es una de las medias que más veo pero recuerda, cantidad no es lo mismo que calidad. Hay diarios de 2000 palabras dignos de nota 11. Veo que los has subido a 3000. Se me sigue haciendo bastante corto pero has explicado mejor las cosas y como saliste. Lo del fin del confinamiento y el fuego ha estado mejor.

Otra cosa que me llama la atención, habiéndole pegado un tiro en la frente a Nim con una escopeta. Como mínimo ese tipo se debe haber quedado sin cabeza literalmente. De hecho si fuera una de cartuchos habría estallado pero podemos dar por entendido que usa otra munición. Has corregido lo que dije pero siendo sinceros sigue faltándole más. Como dije se me hace demasiado corto siendo el resumen salir de prisión, entrar en un barco, otra prisión y salir para llegar a la sala. De todas formas es tu primer diario y viendo que lo has mejorado te daré la onda de choque final.

Tienes un 8 y por los pelos. De modo que tienes derecho a:

Paramecia grado 1 y 2: Como podría ser la gomu gomu, la bara bara, la bomu bomu etc.

Zoan normal y zoan carnívora: Vamos un perro, un coyote, una jirafa, un oso o un león

Zoan prehistórica: Dinosaurios y seres prehistóricos en sí, tiranosaurio rex, tigre dientes de sable, mamut, velociraptor etc.

Por desgracia las Logias son un 8, 5 y si además buscabas una de la serie valdría 0,5 más, osea un 9. Las akumas que salen en one piece siguen esta normativa pero oye, hay paramecias muy buenas. También zoan increíbles. Yo cuando empecé quería la logia de niebla pero como no me dio la nota pedí paramecia de niebla. Hay buenas alternativas.

Ya sabes que te doy la oportunidad de decir que no te la comes por si quieres hacer otro diario para conseguir otra o si esa la guardas. Ya lo que hagas con tu fruta es cosa tuya. Un saludo.

ATT: Drake, el lobo blanco.

Aunque en tu tirada de akuma aleatoria había salido logia mineral, la cuestión es que debía ser "logia" a secas, porque ya no existe esa distinción xD hicimos una tirada a mayores para decidir qué sería y me ha salido esto https://www.onepiece-definitiverol.com/t10688p325-tiradas-random#165397 espero que estés conforme con lo que te ha tocado ^^

Nombre de la Akuma: Helio Helio no mi
Descripción de la fruta: Aquí pon lo que tú quieras e.e
Tipo de fruta: Logia
Poder que otorga: Le da al consumidor la capacidad de generar y transformarse en helio (gas), además de manipular el que esté presente en la naturaleza (es el segundo elemento más abundante del universo conocido...)

Tabla de niveles:

Un link de la wiki de regalo para ver sus efectos https://es.wikipedia.org/wiki/Helio

Y que Alwyn me perdone por copiarle la tabla(?) Dime si estás conforme y te actualizaré los niveles y la experiencia. No olvides añadir a tu ficha o registrar lo que hayas conseguido en el diario.