!Vongola! !Vamos! [Misión B]

Me encontraba en lo alto de un enorme barco que había tomado “prestado” en una isla cercana a mi objetivo, el cual era encontrar y eliminar a un traidor bajo petición del gobernante de un reino en concreto. Según las indicaciones que me llegaron de la localización del reino estábamos en las coordenadas ciertas, pero al parecer solo si tomamos en cuenta los ejes horizontales. Las únicas posibilidades eran una isla por encima de las nubes o una isla bajo el mar. Teniendo en cuenta que bajo el agua los únicos que pueden tener una vida normal son los gyojin yo decidí creer que mi destino se encontraba flotando en el cielo.

Al parecer necesitaríamos volar para llegar a la isla por lo que simplemente suspiré y dije

-Ugetsu, no te muevas que esto va a ser movidito. Sujeta fuerte tus armas.

Tras decir eso agarré con fuerza a mi compañero y activé los propulsores de mis pies empezando a volar con gran velocidad y tranquilidad hacia lo que pensaba era nuestro destino.

Mientras subía volando cual cohete empiezo a escuchar como un grito, algo que no esperaba encontrar a unos veinte metros de altura en mitad del mar. En el intento de localizar el origen de dicho grito miro a todos lados y veo como un sujeto enorme, de aproximadamente 3 metros y una musculatura considerable cae a una velocidad vertiginosa hacia nosotros. Fijándome bien veo que tiene lo que parece ser un par de alas a su espalda pero que no parecen servirle para volar. No tengo mucho tiempo para decidir qué hacer, ya que si no hago nada nos aplastará y dependiendo de lo que haga acabaremos igual. En una situación normal intentaría apartar al sujeto de una hostia, pero teniendo algo que hacer al acabar el ascenso prefiero mantener las energías para lo que pudiera surgir, así que me aparto del camino por el que cae y prosigo con mi ascenso por los cielos.

A la vez que sigo subiendo y el sujeto parece alejarse precipitándose al mar, escucho como el pobre hombre pide auxilio, algo que de normal podría llegar a ignorar si no me parece algo justo intervenir o que el hacerlo pueda empeorar la situación. Sin embargo, en esta ocasión me convenía ayudarle ya que por su trayectoria acabaría aplastando mi barco y eso es algo que no me gustaría que ocurriese. Mientras empiezo a girar para ayudar al accidentado, unas veo algo acercarse a mi posición, una especie de moto voladora con dos sujetos montados en ella. Los sujetos visten de forma cantosa y evidentemente intentando parecerse a los viejos delincuentes callejeros con chaquetas de cuero y pañuelos en la cabeza. De normal los habría ignorado, pero encima de insultarme disparan hacia mí, algo que no debieron hacer.

En ese momento suelto a Ugetsu y simplemente digo, Ugetsu encárgate de ellos y simplemente ten cuidado con el de atrás, el de enfrente no tiene ni para que lo llames calentamiento. Yo mientras voy a detener la caída del grandullón.

Tras eso desciendo a gran velocidad hacia el grandullón al cual dejo por encima de mi posición y empiezo a empujar hacia arriba desde su abdomen pues con su tamaño me resultaría imposible poder agarrarlo de forma segura.

Mientras prosigo con el ascenso veo como Ugetsu se va a otro lado, seguramente porque algo importante pasó, pero lo importante es que ahora me había quedado solo. Debido a la ausencia de Ugetsu los idiotas de la moto se acercan y acaban rematando al hombre que cargo, pues se escucha un grito agonizante mientras sangre y balas vuelan hacia mi cara. Activo mi máscara metálica que bloquea todas las balas sin provocar ni un solo rasguño ni a la máscara ni a mi cara. La verdad es que me habría gustado preguntar al muerto porque le perseguían, pero ahora es una carga inútil que solo me retrasa y evita que pueda pelear.

Mientras mi máscara vuelve hacia atrás el más fuerte de los dos se coloca a volar a mi derecha y me amenaza con un revólver y violarme si no me entrego y le cuento sobre mi misión. De normal por eso lo mataría, pero algo me dice que mantenerlo vivo puede ser más útil que matarlo sin más. Sin embargo, no puedo hacer mucho cargando un cadáver así que lo arrojo hacia la moto como si fuese una bolsa de carne inútil. Con suerte con eso me libraría del debilucho que tuvo el valor de apuntarme con una recortada y sacarme la lengua. Una vez libre de la carga miro al sujeto que me sigue amenazando con el revólver y me dice que quiere saber que hago en su isla.

En mi rostro se esboza una sonrisa acompañada de una expresión serena, que es lo que precede a un acelerón repentino de mis propulsores para intentar colocarme justo frente a su abdomen, lugar al cual lanzaría un veloz puñetazo para noquearle y cargarlo hasta la isla para que me hable sobre la isla.

Al parecer el de la moto tiene más fuerza de lo que parece ya que logró apartar el cadáver con relativa facilidad. Mientras el sujeto que saltó de la moto logra bloquear mi puñetazo elevando la rodilla y empleando algún refuerzo por el color negro metálico que presenta dicha articulación. El sujeto, que tiene el pelo rubio, parece feliz por tenerme cerca y en ese mismo momento en mi mente se forma la imagen de lo que ocurrirá debido a Demoniac Possession, lo cual me es muy útil para situaciones como esta. Al ver que me disparará a la cabeza, activo mi máscara a la vez que entro totalmente en estado demoníaco, antes de realizar un giro total sobre mi eje a la vez que rodeo a mi adversario.

Justo cuando aprieta el gatillo estoy posicionado en su costado derecho, desde donde lanzo un veloz rodillazo reforzado con busou a su abdomen y propulsado con los reactores que se hallan en la parte posterior de la rodilla. Sin esperar al resultado uno de los anillos que llevo puestos se transforma en un búho real que mando a robarle el arma al de la moto. Obviamente hago que el búho no vaya directo a por él sino que le robe el arma evitando ser herido.