El travesti contra el plomazo

Límite de tiempo: Sin fecha límite.

Escenario: Sicilia de noche

Condiciones:
-Experiencia normal.
-Sin riesgo de muerte ni amputaciones.

Y comienza Aoi. Buena suerte, y que gane la más divina (?)

Ya me encontraba de nuevo en el parque tras hablar con el policía para que se dirija al restaurante. La chica ya había parado de llorar y agarraba en una mano una botella de agua que habíamos comprado en un puesto, y en la otra agarraba su bolso.

-Bueno, yo ya no puedo hacer nada más por ti, así que te aconsejo que vayas a buscar a tus padres al local si no quieres a que se preocupen de ti- la chica asintió con la cabeza para después empezar a buscar algo en su bolso. Sacó un fajo de billetes, estiró el brazo para entregármelo pero lo rechace, no me hacía falta el dinero.

Tras despedirme de la muchacha, me senté en uno de los bancos para pensar donde ir a continuación después de lo ocurrido. Empecé a mirar lo bonito que era el parque, tenía algunas pequeñas lagunas con puentes por encima. Cuando me disponía a marcharme vi de nuevo al peliverde con otras ropas, al parecer había logrado escapar. Me acerque para ponerme en frente de él.

-Bueno mafioso… supongo que debes de ser bueno para poder haberte escapado del restaurante- dije apoyando la tubería en el césped y sonriendo levemente de lado- si no te importa quiero ver si lo que digo es cierto- tras decir aquello rompí la falda por la parte izquierda para poder pelear

Paseando por la ciudad llegué a un parque bastante visitado, tenía algunas pequeñas lagunas con puentes por encima y un buen montón de césped y arboles. Me dispuse a andar cuando una persona con un rostro familiar se acercaba a mi, era una de las chicas que había conocido antes

-¡Hey hola! la chica me cortó en ese momento, parece que con la intención de tener una pelea, pues creía que yo era uno de esos mafiosos.

-Oye, espera, ¡yo no tengo nada que ver con esos mafiosos! aunque ya era tarde, se rasgó la parte izquierda de la falda, supongo que para pelear mejor. ''Bueno, parece que esta chica no atiende a razones, será mejor combatir fuego con fuego'' Me coloqué mis guantes y me preparé en posición de batalla.

-Ya te he dicho que no tengo nada que ver con ellos, pero si de verdad quieres una pelea... ¡Pelea tendrás! En ese momento mis ojos brillaron de la emoción y mi sonrisa se hizo clara en mi cara. Se que de ahí no podía pasar nada bueno, pero en fin, eso da igual ahora, ¡tengo que centrarme en ganar! Me puse en posición de defensa, cubriéndome la cara con mis brazos, pero mirando por encima para ver cuando haría su primer ataque.

Tras rasgarme la falda pude ver como el mafioso aceptaba la batalla mientras sonreía. Al ver que el chico se colocaba en una posición de defensa, clave la tubería en el césped para poder utilizar alguna técnica a distancia, no tenía pensado matar al chico ya que en un principio era una batalla para medir fuerzas, así que debería de empezar flojo aunque al chico lo veía un poco confiado.

Las calles seguían abarrotadas de gente por lo que debería de controlarse para que ninguno de ellos salga herido. En el parque lo único que se podía escuchar era las hojas de los arboles chocándose entre sí por el viento.

-Bueno… empecemos- fue lo que pensé mientras estiraba los brazos unidos a la dirección del joven, flexione un poco las piernas para después separar las manos. De pronto apareció una pantera de energía delante de mí que empezó a correr hacia donde estaba apuntando. El animal iría con la intención de morder al chico. Me quede en el sitio mirando si mi ataque daba algún resultado.

Tras el ataque cogería la tubería por si acaso el otro contraatacaba.

Manual Kuchiyose:

Pude ver como la chica colocaba sus manos en forma de cuenco, como si fuera a lanzar algo. Ya había tenido experiencias con ondas de choque y diferentes cosas así, así que pre-viendo algo por el estilo, comencé a zigzaguear en su dirección. De repente, una pantera salió en mi ataque.Conseguí esquivar varios zarpazos y mordidas, pero un par me dieron en la pierna y me dejó unas pocas mellas en esta. La pantera desapareció al recorrer una distancia bastante considerable.

Me lanzé en zigzag y en caso de que llegara, haría una finta de jab hacia la derecha,pero cambiaría bruscamente hacia la izquierda realizando un directo a la cabeza.Le diera o no, volvería a subir la guardia y permanecería atento a sus movimientos mientras le decía.

-¡Te he dicho que no soy uno de esos mafiosos! ¿Por que te habría ayudado si fuera parte de ellos? ¡Piensalo!

Mientras me preparaba para lanzar el ataque el peliverde se acercaba a mí, pero por lo que pude ver la pantera le había dado unas cuantas veces antes de desaparecer, pero las heridas que hizo no eran casi nada. Tras coger la tubería, el chico se lanzaba hacia mí zigzagueando por lo que empecé a mover mi arma, delante de mí, como si fuera las astas de un molino esperando el impacto que chocó contra la tubería, doblándolo un poco, después de haberme hecho un amago.

Si hubiera traído mis armas el combate se acabaría más rápido y podría seguir mi camino. El mafioso volvía a insistir de que no era parte de la banda que había entrado en el restaurante:

-Yo que se… tu tendrás tus motivos para hacerlo- le dije con un tono normal -¿Quieres que me crea, así porque si, lo que me estás diciendo? Aunque a mí me da igual lo que hagas con tú vida, lo que no te perdono es lo que le hiciste al hombre de la cocina.

Lo podría haber capturado yo sin que nadie se hubiera dado cuenta para llevarme algo de dinero y a lo mejor un poco de fama si era alguien importante de la ciudad. Tire hace un lado la tubería viendo que con ataque a distancia no le haría nada. Flexione de nuevo las rodillas y coloque mis puños en la cintura para concentrar energía, en un momento un destello amarillo salió de mi espalda, me di la vuelta para ver si había salido bien y efectivamente estaba.

Con una especie de gigante que era cuatro veces más grande que yo y me repetía los movimientos, me dirigí caminando hacia mi enemigo tirando varios puñetazos al aire, pero mi energía al tener los brazos más largos le podría dar fácilmente. Tras dar quince puñetazos retrocedería mirando al peliverde, pero todavía con mi energía por si algo pasaba.

Manual No Usuario:

Parece que la chica seguía sin creer mi historia, debía insistir en ello si no quería tener problemas, ademas me acusaba de haber matado al jefe de la banda, encima de mafioso, asesino.

-¡No lo he matado! Solo estaba KO, no sería capaz de matar a alguien.

Se lanzó hacia mí con un gigante amarillo a su espalda con el cual se lió a pegarme puñetazos sin descanso. Logré esquivar unos cuantos pero un par de ellos me golpearon, haciéndome volar por los aires varias veces, como pude me levanté sobre mis rodillas.
Empecé a correr en círculos a su alrededor acercándome cada vez más, esperando algún punto ciego o a que bajase la guardia. El gigante no desaparecía, así que debía estar atento para esquivar sus puñetazos en caso de que me atacara. Si no bajara la guardia, optaría por atacar un croché a la sien por la espalda seguido de una sucesión de jabs.

A ver… ¿Ahora el chico estaba saliendo con que no había matado al jefe? Yo nunca había dicho lo contrario, pero bueno. Tras ver como el chico esquivaba unos cuantos de los puñetazos y como otros le echaban hacia atrás, acabo de rodillas para luego empezar a correr alrededor mío. Al parecer mi ataque no le había hecho nada para impedirle que siguiera corriendo, tendría una buena resistencia.

Ya estaba un poco cansado al gastar tanta energía en ataques, tendría que acabar esto pronto para ir a algún a tomar algo y reponer fuerzas para mañana, aunque también sería necesario ir a algún hotel para ver si todavía le quedan habitaciones, no quería quedarme a dormir en uno de los bancos del parque.

Mientras el peliverde se acercaba cada vez más a mí, estire los brazos y empecé a dar vueltas rápidas sobre el mismo lugar para intentar arrollar al rival. Ya que mi energía era cuatro veces más grande que yo y con el doble de fuerza, le sería casi imposible poder tocarme. Le diese o no, guardaría mi energía a esperar el ataque.

La chica comenzó a girar con los brazos abiertos, tratando de golpearme. Ningún golpe me alcanzó de lleno aunque la fuerza centrífuga de semejante bestialidad era bastante grande. Aproveché esta fuerza para saltar al brazo del gigante de energía sin que la chica se diera cuenta. Mientras que giraba me deslizaría por el mismo e intentaría dar una sucesión de jabs directos a la cabeza. Funcionara o no, tras eso me apoyaría con los pies en ella y la empujaría, cayendo de pie en el suelo. ''Parece que pegarle al jefe no era el motivo de su enfado'', pensé al ver que mis palabras no funcionaban.

-En serio chica que eres dura de mollera, ¡que yo no formo parte de ninguna mafia! ¡Que solo quiero ser un pirata afú! Exclamé en tono serio mientras la observaba detenidamente, intentando acabar con cualquier posibilidad de ataque especial corriendo hacia ella y golpeando con un uppercut en la barbilla en caso de que hiciera un movimiento sospechoso.