juegos de la guerra

La sala era sosa y aburrida, lo clásico para una habitación de espera, también podrían haber puesto periódicos o revistas, incluso algo para jalar... Pero no para que agasajar a las visitas.

Suspire aburrido mientras esperaba a que alguien me atendiera, me encontraba allí por una oferta de trabajo, algo de rescatar a unos soldados perdidos en las maniobras, clásicas tontadas,

Acaricie a Fluffle que dormitaba a mi lado, panzarriba, roncando sonoramente.

Me encontraba en una sala de espera blanca, sin mucho que destacar a excepción de unas cuantas personas que había ahí. ¿Que por que me encontraba ahí? Bien, es por una misión en la que la recompensa me interesaba, sobre todo el dinero ya que nunca viene mal tener algo por si acaso.

*Me abuuuurrooooo, ¿no hay nada que podamos hacer? No se, como matar a algo o cualquiera de las tonterías que te divierten a ti

*Flowey, no seas pesado y esperate, pronto saldrá el encargado de darnos la misión junto a nuestros compañeros, ¿serán fuertes?

*Lo sean o no solo les voy a tolerar porque nos van a hacer ganar dinero sin casi mover un dedo.

Como siempre, Flowey solo pensaba en ganar dinero sin aportar nada, usarlos para su propio beneficio, pero yo simplemente esperaba ser de utilidad para esta misión.

Mi primera visita a Hallstat no había empezado mal. Por la mañana había probado algunos de los platos más típicos de la ciudad y había estado paseando. No es que fuese el mejor sitio del mundo pero tenía su encanto. Sin duda era apropiado para los planes que me llevaban ahí. Quería expandir mi empresa a esa zona del North blue, pero antes tenía que asegurarme que era seguro. Hallstat era una isla de la que no se hablaba muy bien precisamente, había sido un punto muy conflictivo durante los últimos años.

Como de costumbre, me gustaba cotillear las conversaciones de los transeúntes mientras exploraba un poco el lugar. Es por eso que no tardé en enterarme de algo bastante interesante. Al parecer una tropa imperial había sido atacada y capturada por un grupo de Mianna, nación enemiga. Nada que pudiese interesar a un turista normal, pero yo no era normal, esa información me brindaba una oportunidad. Si ayudaba a rescatar a aquellos soldados sin duda me ganaría el respeto de los cuerpos de seguridad de la isla, cosa que me sería más que beneficiosa. Además podría conocer a algunos militares y ver que tal son capaces de desenvolverse. Estaba decidido ese sería mi objetivo.

Pensaba que sería tan sencillo como presentarme bajo la identidad de Nairb y unirme al grupo de rescata, pero al parecer las autoridades estaban algo ocupadas. Tan sólo me mandaron a una sala de espera hasta que pudiesen autorizarme. No esperaba que la burocracia me fuese a atacar aquí también, pero no había otra que esperar. En la sala había dos personas más, una de ellos con un bicho extraño y ruidoso. Esperaba que no estuviesen ahí por la misión, pero supongo que por mis adentros sabía que si lo estaban.

Tras un buen rato en esa aburrida espera finalmente un hombre de aspecto rudo entró en la sala.

-Vosotros sois los que venís por la misión, ¿no?- dijo mirándonos por encima del hombro.- Bueno, aquí tenéis los detalles.- continuó entregándonos una carpeta a cada uno.- La recompensa se os entregará un vez mostréis haber cumplido la misión con éxito. Podéis poneros manos a la obra.- concluyó antes de girarse y abandonar la sala sin darnos tiempo a presentar objeciones.

-Bueno, parece que no vamos a tener ningún apoyo por parte del imperio.- dije dirigiéndome a mis nuevos compañeros.

No me agradaban mucho, pero era mejor que enfrentarme sólo a los enemigos.

-Mi nombre es Nairb, cazarrecompensas.- me presenté tendiéndoles la mano para saludarles.

Era mejor ser simpático, así sería más fácil la colaboración. Lo último que quería en mitad de una misión en terreno desconocido era una pelea en el grupo. Tras esto me puse a leer el informe que nos habían dado. No había nada que fuese a ser extremadamente relevante, tan sólo los términos de la misión, las fichas de los retenidos, un mapa con la localización aproximada y algo de información acerca de los atacantes. Al parecer eran un grupo de élite, lo cual le daría algo de emoción al tema.

-Bueno, que os parece si nos dirigimos a la zona y vamos pensando un plan de camino.- sugerí a mis compañeros.

Poco a poco llegaba mas gente, no me parecía mal. Siempre es mas entretenido si tiene gente cerca con la que poder interactuar, los salude con un buenas tardes. Pero antes de entablar una conversación alguien de la guardia nos dejo unos dossieres con algo de información referente a la misión. Lo abri y le heche un ojo mientras Fluffle no paraba de saltar para poder ver también, me agache con dulzura para que pudiera leerlo conmigo. Lamentablemente el muy bandido mordió una de las hojas y salio corriendo por la sala mientras creaba el caos esperando que lo persiguiera. Despues de varios minutos de un tira y afloja conseguí recuperar la hoja de papel y finalmente leerla aunque se encontraba un tanto hecha polvo.

La calle estaba bastante desierta, sin transeúntes y aunque el clima era frió se podía caminar estupendamente, no había nubes ni nada que impidiera que el sol iluminara. En una farola cercana aparcada cerca de una farola tenia estacionada mi moto tanque, una maravilla de tecnología producto de los mejores científicos e ingenieros de Hallstat. Fabricada por petición directa del difunto rey Deriam Markov. Era una posesión muy útil y valiosa, equipada con ametralladora y misiles ademas de capacidad de vuelo y una velocidad punto brutal.

Me acerque con orgullo a la moto para arrancarla. - Bien me parece correcto, pero podemos hablar por el camino, iremos algo apretados pero cavemos todos en la moto. Yo soy Bleyd y este es Fluffle encantado. espero que podamos llevarnos bien. Sonreía mientras les invitaba a subir a la moto, era una proposición sincera y sin ninguna intención oculta, tan solo esperaba llegar lo mas rápido posible a las montañas donde se habían extraviado los militares.

Mientras se decidían comprobé las mochilas con mi equipo y todos los suministros, seguramente necesitaría hacer sitio para los copilotos y que Fluffle fuera atado con sus globitos. Iriamos despacito pero volando siempre llegaríamos antes que por tierra.

En total acabamos siendo 3 en la sala, supuse que todos teníamos la misma intención, ser parte del equipo de rescate. La verdad es que parecían bastante simpáticos así que seguramente esta pudiese ser una misión agradable y sin ningún tipo de malos rollos, lo cual agradezco la verdad.

Poco después un hombre en traje y con un aspecto rudo y fuerte se presentó ante nosotros y nos dio unas especies de carpetas donde estaba toda la información que buscamos. Mientras la leía, la esponjosa y adorable mascota de uno de mis compañeros corría con un trozo de papel en la boca, seguro que se la ha robado y ahora solo quiere jugar al pilla-pilla con su dueño. Me pareció adorable y no pude evitar soltar una pequeña risa cálida.

Uno de mis compañeros se percató que no tendríamos mas ayuda que nosotros mismos, no enviarían a nadie del ejercito con nosotros, lo cual me extrañaba, pero supongo que eso significa que no haría falta mucha ayuda.

-Seguro que eso es porque no necesitamos mas ayuda, seguro. Por cierto, mi nombre es Asriel, ¿y el vuestro? Pregunté, intentando averiguar sus nombres para tener algo mas de confianza por el bien de la misión. Tras las presentaciones, Bleyd nos invitó a subirnos a su moto y eso es lo que hice, tenía ganas de saber que aventuras me deparaban.

Desde un principio realmente quería llevar la relación con mis compañeros de forma positiva, pero el hecho de que uno pareciese un peluchín y el otro estuviese más pendiente de su mascota que de su trabajo no ayudaba. En cualquier caso decidí confiar en ellos, no iba a tener más ayuda que esos dos así que no me podía quejar. Además Bleyd, el de la mascota, tenía una especie de moto voladora que podía acercarnos a la zona bastante rápido. Eso iba a ser de mucha utilidad, nos íbamos a ahorrar un montón de tiempo de camino.

Era algo incómodo ir los tres subidos en aquel vehículo, sobre todo teniendo en cuenta que el pelo del peluchín me iba haciendo cosquillas. Quizá no era la mejor situación para pensar un plan, pero si empezábamos ya no perderíamos el tiempo en una zona cercana a nuestro enemigo. Lo primero que pensé es que si era un grupo de asalto de elite no sería muy numeroso, podíamos jugar con eso a nuestro favor. Si conseguíamos liberar a los prisioneros tendríamos ventaja de número y podríamos acabar con ellos fácilmente. Eso sí, habría que andar con cuidado, no iba ser una pelea fácil. Tendría que dejar algunos de mis diales a los soldados aliados para que pudiesen defenderse debidamente.

-Se me ha ocurrido una idea. ¿Qué os parece si Bleyd y yo distraemos a los guerreros de Mianna mientras Asriel libera al escuadrón capturado? De esa forma contaremos con un ataque sorpresa de los de Hallstat y estaremos en ventaja numérica.- propuse a mis compañeros.

El plan me parecía bastante bueno, pero sin duda sería peligroso, sobre todo para Bleyd y para mí. Tendríamos que darlo todo para que el escuadrón enemigo al completo se lanzase a por nosotros y no nos derrotase.

Bueno que tal si primero os acomodáis, Asriel puede ir en el sidecar tranquilamente y tu conmigo, asegúrate de agarrarte bien y no caerte. Fluffle nos acompañara volando con sus globitos. Pondré rumbo hacia la ultima posición conocida de los soldados, una vez allí a ver si encontramos pistas, rastros o algo que sea útil. Si no sabemos donde están, no podremos rescatarlos.

Así que poneos cómodos, tenemos un ratillo hasta que lleguemos.

Aseguro todo el equipo y preparo las cosas. En un instante arranco la moto y surcamos los fríos vientos de la montaña en direccion al punto en donde se perdió el rastro de los militares.

-Bueno contarme algo sobre vosotros, a que os dedicáis, por que os habéis metido en este berenjenal, no tenéis pinta de ser mercenarios la verdad.

Fluffle y yo nos dedicamos a esto, resolvemos problemas a cambio de recompensas, normalmente no es mucho pero es bueno ayudar a los demás, ademas en esta misión hay algo que quiero para mi y espero que no os importe. Pero bueno cuando la completemos ya hablaremos del reparto de bienes.

El viento era fresco, y poco a poco las nieves comenzaron a cubrir el paisaje, parecía que estos mozos no conocían su cargo como Yonkaikyo, eso era bueno así no se sentirían presionados o nerviosos en su presencia. Tampoco podía correr mucho pues llevaba a Fluffle remolcado por una cuerda y los globos de Fluffle aunque resistentes podrían romperse si los forzaba demasiado. Por no hablar de que no quería que mi pequeño pony ahora dormitando tranquilamente en el aire se precipitase contra el suelo.

Me dejaron ir en el sidecar de la moto, lo cual agradecí ya que parecían ir bastante apretados ya de por sí en la moto, excepto el pequeño animal adorable de Bleyd, el cual flotaba tranquilamente atado a unos globitos. No podía evitar mirarlo de vez en cuando para tenerlo vigilado y porque era precioso. El sidecar parecía un palacio comparado con la moto, podía sentir el aire sin tener que estar pegado a nadie lo cual me dejaba una sensación de libertad.

Mientras llegamos surgieron 2 preguntas, una por Bleyd y otra por Nairb. A la de Bleyd respondí:

-Bueno, yo me dedico a ver el mundo y de vez en cuando hacer algunas misiones que vea por ahí, se puede decir que soy un trotamundos Y para la de Nairb contesté:

-Si, buena idea, me resulta bastante fácil colarme en los sitios sin ser detectado. Tenía bastante confianza en mi equipo (Flowey no, pero bueno) aunque espero que no pasara nada raro.

Estaba empezando a preocuparme realmente por mi compañía, no parecían dar importancia a la misión a la que nos enfrentábamos. En primer lugar Bleyd paso de mi plan como si nada, al parecer prefería ir a lo loco en busca de la tropa de élite y enfrentarlos cara a cara. Era más que obvio que no le había quedado claro la parte de “élite”, podríamos apañárnoslas los tres solos, pero no iba a ser un paseo. Ya había visitado Mianna anteriormente, y fue suficiente para saber que los guerreros de aquella nación eran gente ruda, si el propio rey había confiado a este grupo un asalto como este debían ser realmente peligrosos.

Además, aparte de prácticamente pasar de mí, nuestro chofer se puso a conversar tranquilamente. En un principio había querido, mantener un buen ambiente en el grupo, pero eso no implicaba ir por ahí haciendo amiguitos. Es por esto que decidí dejar que el peluchín, que aunque parecía estar de acuerdo con mi plan, se había dejado llevar por el aire despreocupado de nuestro compañero y estaba contando a que se dedicaba, y el dueño de la moto tuviesen su conversación sin mi intervención.

El resto del viaje lo pasé bastante callado, relajado en la parte de atrás dela moto mientras examinaba el paisaje. Estaba seguro de que conforme nos acercásemos iría obteniendo más información que pudiese sernos útil para rastrear a nuestros enemigos.

El trayecto se hizo rápido y bien, los vientos a pesar de empezar a ser fríos en cuanto llegamos a las montañas no ejercían mucha presión. Después de unos buenos cuartos de horas por fin nos encontrábamos en la zona en donde la patrulla había desaparecido, a partir de aquí tocaba buscar que demonios les había ocurrido y por que.

-Bueno señor aquí estamos a ver si eres capaz de localizar a los guerreros de Mianna, por supuesto antes de que ellos nos encuentren a nosotros. Yo no soy muy bueno yendo sin hacer ruido, prefiero usar un buen arenal y aplastar toda oposición, pero como venís vosotros dejaremos eso como ultimo recurso, y bien señores, que podemos hacer a partir de aquí yo soy todo oídos.

Preste atención a lo que tenían que decir mientras bajaba a Fluffle de los globos y los deshinchaba para poder guardarlos. Tambien prepare un poco de ropa de abrigo por si acaso. en esas altitudes el frió podía ser un buen problema. Me eche la mochila a la espalda con todo lo que creía necesario para acampar y oculte la moto enterrándola en la nieve. no quería que nadie la localizara. Aunque dudaba que pudieran ponerla en marcha, temía mas que pudieran tendernos una emboscada usándola como señuelo o que alertara de nuestra llegada a gente non grata.

Examine a mis compañeros, uno parecía disgustado mientras que el otro tenia expresión mas preocupada que otra cosa. sin duda eran novatos en esto. Tendría que cuidares para que nos les pasara nada.

No tardamos mucho en llegar a la zona y parece que mis dos compañeros, en especial Nairb, estaban algo molestos lo que me daba mala espina, esta misión no parecería tan fácil como debía de ser gracias a que mis dos compañeros no se lleven bien, pero supongo que ya lo arreglarán entre ellos.

Bleyd dió su opinión, que el era mas de entrar y aplastar a todos pero eso no lo veía muy necesario si seguimos el plan de Nairb la verdad, y encima practicar mi sigilo siempre está bien así que, según mi punto de vista, lo mejor era seguir el plan de Nairb

-Yo creo que el plan de Nairb es muy bueno, vosotros entretenedlos y yo me colaré dentro, liberaré a los soldados y los sorprenderemos por la retaguardia y además, quizás pueda encontrar algo útil dentro. Vosotros id delante y yo me escabulliré entre las sombras. Adelantaos vosotros y cuando la entrada esté despejada entraré. Me pareció el método más fácil y sencillo para esta misión.

Una vez hubimos llegado a los pies de la cadena montañosa en la que habían sido vistos los enemigos, mis compañeros comenzaron a centrarse un poco más. Me alegró bastante que al fin se iban a tomar en serio el trabajo. Además ambos parecían dispuestos a seguir el plan que había dicho en un principio. Quizá había sido un poco arisco de más, pero estaba preocupado por la reacción de la reina en caso de que fallásemos. Corrían rumores de que la familia real de Hallstat no era precisamente benévola con aquellos que defraudaban a la nación.

-Bien, creo que yo puedo encontrarlos.- dije mientras sacaba a Maiky de mi mochila. –Avanzamos montaña arriba mientras escaneo la zona y una vez los localicemos nos separamos. Que Asriel se encargue de los prisioneros mientras te acompaño a dar rienda suelta a tu creatividad destructora.- continué confirmando el plan.

Tampoco había mucho más que decir, no era un plan complicado. Tras esto eché a mi pequeño robot a volar y activé mi haki de observación, mi súper oído y mi radar ciborg para comenzar a examinar la zona por la que avanzábamos. Tenía especial confianza en encontrarlos gracias a mi mantra, si realmente eran tan fuertes sus auras destacarían mucho en aquel entorno.

-¿Vamos? Aún nos queda una larga excursión por delante.- les pregunté dejando escapar una sonrisa confiada.

Bueno, cuando los encuentres me dices donde estan por que yo personalmente no es que vea mucho.

La verdad sea dicha el maldito paisaje nevado era todo igual, aparte de riscos, piedras y nieve no podías apreciar nada mas. Me puse a jugar con Fluffle y la nieve mientras esperaba que se localizara la base enemiga. En poco rato tenia un precioso muñeco de nieve formado y Fluffle un pony gordito al cual le puso un taco en la boca. Rápidamente entendí la indirecta y le saque uno de los deliciosos aperitivos que siempre llevaba encima para calmar a mi compañero, ante la vista de tan suculento manjar correteo en círculos esperando el taco.

Se lo ofreci y el lo recogió ávido y se puso a comer, la verdad es que era un encanto de bicho, peludo, esponjoso y adorable. Pero estabamos alli para encontrar a un grupo de secuestradores y no habia forma de localizarlos, esperaba que mis compañeros pudieran hacerlo.

Nairb sacó un dron el cual me resultaba familiar... nah, imaginaciones mías seguro. Cuando Nairb terminó su discurso asentí y me puse a buscar una entrada o algo parecido cuando vía a Bleyd jugando con su bola de pelo, dandole algo de comer y cuando lo hizo me rugió la barriga.

*Maldita bola adorable... yo también tengo hambre pensé mientras lo miraba con recelo, por mi mente pasó la idea de imitar al animal a ver si yo recibía algo de comida, pero recobré la compostura, un principe no puede rebajarse tanto por algo de comida... por mala suerte.

-Emmm, chicos, se me da bien el parkour y la escalada así que voy a intentar avanzar un poco a ver si veo algo ¿vale? Comencé a escalar de piedra en piedra y me sentía vivo haciendo eso, supongo que me gustaba la escalada. Llegué a un saliente bastante sospechoso, demasiado pulido para ser natural, así que no me asomé por ahí, en su lugar lo pasé colgando hasta el otro lado y me subí en una piedra cercana y me asomé un poco y vi las cabezas de dos soldados rasos cuyos uniformes no lograba reconocer. Tras eso me deslicé ladera abajo y les conté a mis compañeros lo que había visto.

Maiky estaba buscando información por un lado, el peluchín por el otro, estaba todo controlado. El único inconveniente es que me había quedado a solas con Bleyd y su mascotita. La situación me resultaba bastante incómoda, dos hombres solos en mitad de la montaña… Sin duda debía decir algo, no quería que pareciese que había tensión de ningún tipo entre nosotros. El único problema es que no se me daba especialmente bien relacionarme. Tenía que pensar bien que decir o podría hacer que nuestra alianza se fuese a pique.

-¿Hace mucho que estáis juntos?- le pregunté al grandullón haciendo un gesto hacia su plumero rosa al recordar lo cariñoso que había sido con él anteriormente.

¿Qué acababa de decir? Eso había sonado mal, muy mal. Bleyd podría malinterpretarlo y creerse que le había llamado folla animales. Debía intentar arreglarlo.

-Como compañeros quiero decir. Ya me entiendes.- dije sonriendo.

Lo había intentado, pero no parecía que lo hubiese arreglado. En fin, mejor no hablar más. No me gustaba y no se me daba bien hablar con desconocidos, por eso no solía hacerlo. Era mejor callarme antes que seguir liándola.

Por suerte Asriel apareció en ese momento diciendo que había encontrado nuestro objetivo. No tardé ni un instante en ordenar a Maiky volver y hacer un escaneo de la zona para tener controlada la posición de los enemigos mientras nos acercábamos. Como de costumbre mi compañero robot había demostrado ser extremadamente útil, había localizado a todos los enemigos y nos había mostrado su localización y su armamento.

-Bueno, ya habéis visto lo que Maiky ha detectado. Lo tenemos todo listo. Si nos ceñimos al plan deberíamos estar de vuelta antes de la cena.- dije sonriendo. -Bleyd, te sigo. Enseñame por qué tenías tantas ganas de lanzarte a por ellos. Asriel confiamos en ti para la parte del rescate.- animé a mis compañeros.

Aquel muchacho me pregunto que cuanto llevaba con Fluffle, la verdad es que ya hacia años que conseguí a mi pequeño amigo. - Pues ya cuatro años, es un gran compañero.
Sin embargo la conversación se corto abruptamente, parecía que el pequeño droide llamado Maiky regreso de su rutina de búsqueda y asriel nos informo de la construccion cercana donde posiblemente hubiera dos guardias apostados... bueno estar estaban pero no sabíamos si eran guardias o exploradores o que.

- Bueno pues vamos a darle caña al mono. Con cuidado saque una municion de rpg y la cebe a mano, instantes después el completo silencio fue roto por una explosión en la zona alta de la montaña, el pryectil lanzado en arco descendente genero una deflagración enorme. Las llamas y la onda expansiva se desperdigaron por doquier mientras varias alarmas sonaban en las proximidades.

- Mira parece que saben que estamos aquí. Fluffle a la moto cúbrete y ya sabes que hacer.- Con presteza mi compañero se coloco a los mandos de la moto y puso cara de velocidad, aix ¿ Se puede ser mas adorable?. En fin a lo que estamos... Las alarmas sonaban y seguramente un escuadrón se dirigiera a mi posición en esos instantes, tome cobertura detrás de carnifex y me prepare para el asalto enemigo armado con mis pinzas.

Pues parece que era la hora de la verdad, estaba listo para colarme por ahí sin ser detectado cuando de repente Bleyd sacó un rpg de su mochila y... ¡KABUM! Una explosión recorrió toda la cima de la montaña mientras las piedras salían volando por doquier. Alarmas sonaban por doquier y en la lejanía se divisaba gente para atacar aquí abajo. Sin mediar ni una palabra me apresuré al lugar de antes y los dos hombres de la entrada ya se habían marchado a ayudar así que entré sin problemas. Me escabullía por las paredes aunque no había mucho que ver, solo eran un par de pasillos con celdas a cada lado. Mientras buscaba a los presos adecuados un hombre con llaves se veía apontocado en una puerta. Me acerqué tranquilamente para robarle las llaves, estaba tan cerca... escasos milímetros... cuando se percató de mi presencia e intentó patearme. Lo esquivé pero poco después intentó llamar a los refuerzos por radio así que tenía que actuar rápido. Le pateé las piernas haciendo que se desequilibrara y provocando que se golpease en la cabeza. Cogí las llaves y abrí a los compañeros que veníamos a buscar, los cuales se encontraban un par de celdas de distancia. Espero que a Nairb y a Bleyd les fuese bien.

La entrada de Bleyd superó las expectativas. Ya había esperado que entrase haciendo ruido, pero jamás habría imaginado que dispararía con un lanzacohetes. La inmensa jungla de llamas que se formó era preciosa de ver, pero no podía evitar preocuparme. Necesitábamos capturar al menos a uno de nuestros enemigos, no podíamos masacrarlos sin más.

-¡Bleyd recuerda que hay que atrapar al menos a uno!- alerté a mi compañero a gritos.

Tras esto salí corriendo para rodear a los enemigos. La mayoría estaban movilizándose hacia su atacante, aunque aún parecían bastante aturdidos. No me iba a costar mucho aparecer por detrás y aprovechar el humo para ir eliminándolos sigilosamente uno a uno.

El primero de ellos se mostró ante mí unos instantes después. Era muy joven, quizá tanto cómo nuestro peluchín. Nos habían dicho que era un grupo de élite, pero este parecía un novato. Estaba de rodillas junto a dos cadáveres, sin duda superado por la escena que acababa de presenciar. No me costó nada decidirme, no iba a dejar que mi compañero destrozase a ese crío cómo había hecho con sus compañeros. Ese iba a ser nuestro rehén.

Silenciosamente me acerqué a su espalda y golpeé su cabeza con mi sinawali, dejando inconsciente al instante. Tras esto lo até de pies y manos y lo aparté de la zona de peligro tan rápido como pude. Ya teníamos la primera parte de la misión lista, ahora sólo quedaba deshacernos del resto de enemigos y liberar a los prisioneros. Lo primero no iba a costarnos mucho viendo la capacidad de fuego del yonkaikyo, podía darlo por hecho. Sólo quedaba esperar que el peludito hiciera bien su parte.

Menuda fiesta tenia aquí montada. Los soldados se atrincheraban y disparaban desde los muros, incluso aparecieron torretas de mulchers que empezaron a escupir muerte a una velocidad endiablada. Me cubro con carnifex, la plancha de acero inclinada repele las municiones y me protege de los disparos el tiempo suficiente para activar mi dial de humo negro, en breves instantes la pantalla me cubría lo suficiente para poder moverme con relativa seguridad.- Fluffle, dales caña. - PffffT. Mi pequeño y rosado amigo pulso el gran y reluciente botón rojo que activo la secuencia de lanzamiento, tres misiles salieron disparados contra la posición defendida provocando una bola de fuego, pude ver el resplandor de las llamas incluso desde dentro de la humareda.

Bueno creo que como distracción esto esta bastante logrado, espero que los chicos puedan hacer su trabajo.

Camine fuera del humo en dirección al risco en donde se atrincheraban los defensores, la pared se encontraba sepultada a causa del impacto, parece que los misiles dieron en la roca y provoco un bonito derrumbamiento, piedras y escombros se acumulaban sobre el blanco manto nevado, me posicione para evitar que nadie se acercara a la zona de extracción en donde tenia que recoger a los soldados secuestrados por el enemigo y mis compañeros.

Los chicos tardaron un poco en llegar pero finalmente conseguimos salir de allí llevándonos a los supervivientes, de una forma poco ortodoxa pues los llevabamos volando de cualquier forma hasta poner distancia, pero eso siempre sera lo de menos.