Marshall D. Drake
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Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
En mi niñez siempre pensaba que viviría como cualquier habitante de la isla Shelltown, una vida tranquila en la cual casi no hay disturbios, debido al control de la marina sobre la isla. Shellstown es una isla perfecta para quien quiera hacer una vida común y corriente sin miedos a robos o a piratas, eso es lo que mis padres me decían a menudo. Mis padres físicamente eran bastante distintos, mi madre era pelirroja de estatura baja, un metro sesenta como mucho. En cambio, mi padre era un hombre alto, media un metro noventa y cinco por lo poco, de piel trigueña y cabello oscuro. De esa mezcla genética salí yo, bastante raro que yo sea rubia, quizás mi madre se involucro con el lechero, pero no quiero añadir un trauma a mi vida por lo que lo dejaré como una casualidad. Ellos siempre me contaban historias de comos los marines capturaban a los piratas que eran malhechores, lo mismo con los revolucionarios, me decían que querían crear un caos, que quieran destruir el mundo en el que todos vivimos pacíficamente. Yo me creía todas esas historias pues mis padres eran las personas en quienes mas confiaba, aparte soy hijo único, por lo que los mimos que recibía no eran normales. A lo largo de mi niñez nunca vi nada que fuera en contra de lo que me decían mis padres, nunca vi a nadie herido, de hecho si no es por que soy torpe y me caigo con facilidad no hubiera conocido la sangre hasta al menos los quince años, en ese sentido fui un niño mas que protegido, algo que agradezco hasta el día de hoy. Pero, como todo niño tenia que crecer. Ya tenia unos dieciséis años cuando todo lo que pensaba sobre el mundo dio un giro de ciento ochenta grados. Eran alrededor de las cuatro PM en Shelltown y yo como buen adolescente desperté mi instinto sexual, por lo que me preocupaba mucho mas de como me veían las chicas y obviamente de como se veían ellas, si eran guapas, altas, feas, flacas, gordas, etc. Siempre fui muy detallista en ese sentido, siempre me gusto observar con detalle. Como venia diciendo, fui al centro de la isla para ver a alguna chica de mi edad que este dispuesta a salir con alguien como yo. Mi caminata hacia el centro fue de lo mas tranquila, saludaba a algunos vecinos que me topaba por el camino, observaba el detalle de las casas por las cuales pasaba, ya sea sus ventanas, su pintura, el tejado, etc. Todo tipo de detalles que hacen que una casa sea diferente a la otra.
Luego de una caminata de unos treinta minutos llegue al centro de la isla, muy cerca del cuartel general de la marina que custodiaba la isla. Como era rutinario me senté en una de las bancas que estaban vacías para comenzar a observar quien seria mi próxima cita. Ese día al parecer fue el peor para buscar citas, las mujeres mas jóvenes que pasaban eran algunas que ya tenían hasta tres hijos. -No puedo tener tan mala suerte, como no va a pasar alguna joven guapa. Me sentía un poco frustrado, tanta paciencia para no ver nada. Cuando estaba pensando en irme a mi casa escucho una risa que proviene detrás de mi. Rápidamente me voltee para ver de donde provenía esa risa que por cierto para mi era encantadora. En el segundo en que vi de quien venia esa risa mis ojos se pusieron en forma de corazón, al parecer la chica notó esto pues comenzó a reírse a carcajadas. Yo estaba completamente pegado en esa cara angelical. Una chica de piel morena con ojos marrones y un cabello negro que me atrapo inmediatamente, era bastante alta para ser una mujer, pues si mi visión no me fallaba debía medir mas o menos un metro y 80 centímetros. Cuando por fin pude recuperar el control de mi cuerpo y escapar de las redes de su belleza, salte la banca para quedar frente a frente a ella, después procedí a arrodillarme y le tome la mano para después besarla. ¿Cual es tu nombre, princesa? Note cierto sonrojo, en ella y para mi sorpresa ella respondió amablemente (cabe recalcar que es la primera mujer que no me da una patada por acosador.) Mi nombre es Amanda. ¿Y el tuyo blanquito? Me había llamado "blanquito". No sabia como tomármelo si como un insulto o como un halago. Elegí la segunda opción, me hacia feliz el pensar que era un halago. Me llamo Marshall D. Drake. Estoy para lo que necesites. Volví a besar su mano pero ahora note un tono de sorpresa en ella. ¿D.? Uhm ¿porque tienes esa "D" en tu nombre?. Mi padre se llama Coby D. Drake. Nunca supe los orígenes de mi nombre así que no puedo darte una respuesta, siento ser tan ignorante. No te preocupes. ¿Quieres tomar un café? Estaba todo saliendo de maravilla, ella me había invitado a un café, como dice mi padre: "Vine buscando cobre y encontré oro" Acepto tu invitación, princesa, pero deja que yo pague.
Se había hecho de noche y yo aun estaba en una cafetería con Amanda, sin duda estaba siendo el mejor día de mi vida. Eran algo así como las nueve PM, cuando Amanda se despidió de mi y se fue en dirección a su casa, pensé en seguirla y saber donde vive, pero no quería arruinar a la que quizás fuera mi primera relación por lo que decidí ir a mi casa tranquilamente. Llegue a mi casa sin ninguna novedad, las novedades llegaron cuando llegue a casa. Mi madre estaba con su todopoderosa chancla esperándome. Cuando cruce la puerta y la vi con su poderosa chancla recordé que me habían dado permiso para salir hasta las siete PM, yo llegue a las diez PM, lo que se venia lo sabia yo, mi padre, mi madre y la chancla. Luego de unos chanclazos empezó el cuestionario por parte de mis padres. Yo pensé en mentirles y decirles que estuve ayudando a las ancianas con sus quehaceres, pero como no se me ocurrió una mentira creíble dije la verdad. La reacción de mis padres fue de lo mas extraña e incomoda, parecía que se emocionaban. Yo no entendía porque les sorprendía después de todo siempre que me iba les decía que iba a ir a buscar chicas, quizás nunca me creyeron, pero eso ya no era culpa mía. Luego de una conversación incomoda con mis padres fui a mi cuarto a dormir esperando la tarde siguiente para volver a ver a Amanda.
Habia pasado un mes desde ese encuentro con Amanda. No faltó día en el que no me encontrara con ella para tomarnos un café, un helado o lo sea que se disfrute en las citas. Como siempre a eso de las cuatro PM estaba esperando impacientemente que Amanda llegara, era el día en que le iba a pedir ser mi novia. Mi familia ya la conocía, ya que uno de los días que me reuní con Amanda ellos me siguieron, mi familia ya me había dado la aprobación, aunque no la conocían, lo cual no me cuadra con tanta sobreprotección que me han dado a lo largo de mi vida, pero bueno los padres son extraños aveces. Ya había pasado una Hora y Amanda no llegaba y lo que mas me parecía extraño es que mucha gente estaba yendo hacia el norte de la ciudad, lo cual es muy poco habitual. Estaba en la encrucijada de si ir hacia ese lugar o seguir esperando a Amanda. Decidí ir hacia el lugar donde fue la masa, pensé que encontraría allí a Amanda, ya que me dijo que le gustaban muchos los chismes, por lo que supuse que estaría allí.
Llegue al lugar donde estaba toda la masa de gente parada sin moverse, la gente estaba inmóvil y solo se escuchan unos ruidos como de golpes, algo no olía bien por lo que me escabullí para poder ver que era lo que estaba pasando. Cuando vi la escena por la cual la muchedumbre estaba inmóvil todo mi cuerpo se entumeció. Alrededor de unos diez marines estaban golpeando a Amanda sin piedad. Los ciudadanos no estaban haciendo nada, no la estaban ayudando, la estaban dejando a su suerte mientras diez hombres le daban una paliza. Lo que mas me sorprendió fue la risa de un chico. Era un joven de mi edad, era bajito y algo feo a mi opinión. Ese joven soltó una frase que seria el inicio de toda la tragedia. Eso te pasa por perra !Jajaja! ¿Como te atreves a rechazarme a mi? Soy el hijo del capitán del cuartel de Shelltown. Soy el hijo del hombre mas poderoso de esta isla, nadie puede rechazarme !Jajajaja!. Estaba tan enojado que a lo único que atine es a intentar llegar hasta el y golpearlo. Cuando estaba a unos metros de distancia de ese imbécil los marines me detuvieron y comenzaron a golpearme. Diez marines dándole una paliza a dos jóvenes de no mas de diecisiete años. Solo un ciudadano atino a hacer algo. Corrió hacia el sur, parecía ir en dirección a mi casa, o es lo que pude intuir mientras veía los puñetazos y patadas impactar en mi cuerpo. Me tiraron al suelo junto a Amanda, la verdad me hicieron un favor, pues al menos me permitieron verla en lo que yo creía eran mis últimos momentos de vida. La mire mientras seguían lloviendo las patadas. Ella estaba llorando mientras me miraba ser apalizado. Después de tal paliza a lo único que atine es a poner mi brazo sobre Amanda para intentar protegerla. El hijo del capitán de la marina ordenó que pararan el ataque. Me pesaba todo el cuerpo, me dolía hasta pestañear, nunca había sentido tanto dolor en mi vida. Cuando ya había tenido mas o menos un minuto de descanso, el hijo del capitán ordeno que me mantuvieran de pie. Los marines acataron sus ordenes. Yo preveía que me matarían, no se porque tenia ese sentimiento por lo que simplemente atine a decirle unas cosas al imbécil. ¿Por....que... ellos te hacen....c-caso...Si solo...eres....un imbécil. El joven al oír eso me dio unos puñetazos en mi zona media. Mi padre les dio la orden de hacerme caso en todo, son las ventajas de ser un buen hijo !Jajaja!. Asi....que esta... es la...justicia....de la...que tanto se enorgullece....la marina. La justicia para alguien como tu no existe. Solo unos pocos tenemos acceso a la justicia de verdad !Jajajaja! Metete eso bien en la cabeza, la gente común no merece nada !Jajajaja!. Cuando el hijo del capitán termino esa frase mis padres llegaron al lugar de los hechos. Mis padres tuvieron la misma reacción que yo y también el mismo destino que yo. Se llevaron una paliza en frente de mis ojos, yo no podía hacer nada salvo llorar, mientras miraba a Amanda que ya estaba inconsciente y mis padres recibiendo una paliza de parte de los marines. El hijo del capitán ordenó que los ciudadanos se fueran de ese lugar y dos marines hicieron que los testigos se fueran del sector. !Jajajaja! Que linda escena. Veamos a quien matare primero. !Ja jajaja! Mi madre le rogó a ese infeliz que me perdonara la vida. A lo que el imbécil accedió, pero lo que dijo después de la petición se me quedo grabado para siempre. Esta bien. Después de todo hay destinos peores que la muerte.
Luego de decir eso mi padre solicito si podía decirme una ultima cosa en privado a lo que el tipo de forma sorprendente accedió. Mi padre me dijo que cuando esto acabe tomará su mochila que estaba debajo de su cama. Que allí encontraría lo necesario para sobrevivir por mi mismo. Después de que mi padre me dijo eso el hijo del capitán dio la orden de disparar. Así mataron a mis padres y a Amanda a sangre fría. Lo único que pude hacer es llorar. Las piernas no me respondían mi cuerpo no se movía, estaba sumido en la miseria mientras el hijo de puta se reía a carcajadas. !Jajajajajaja! Eso te pasa Por meterte donde no te debes. Espero que con esto aprendas tu posición en el mundo. JAJAJAJA. Luego de decirme esto el hijo del capitán se retiro del lugar dejándome a mi suerte. El tenia razón, este destino es peor que la muerte, no sabia que hacer, ¿Que podía hacer sin mis padres? ellos me habían mimado tanto que no me habían ensañado a vivir por mi mismo. Sentía una congoja que inundaba todos mis pensamientos, el dolor, la angustia, la impotencia, la desesperación, todos esos sentimientos los tenia a la vez, mis lagrimas caían al igual que mi espíritu y esperanza, todo por lo que quería vivir se había derrumbado en tan solo cinco minutos. La marina me ha quitado todo de golpe, estoy solo, estoy perdido, ¿voy a morir?.
Luego de unas horas uno de mis vecinos me vio y me despertó, al parecer me había desmayado. Los cuerpos de mis padres y el Amanda ya no estaban, seguramente la marina se los llevo para no dejar pruebas del macabro hecho. El vecino me llevo en su espalda hasta su casa. El cuido de mis heridas junto a su esposa. Estuvieron a cargo de mi recuperación tanto física como mental. Ellos me enseñaron a vivir por mi mismo, el vecino me enseño box para aprender a defenderme, mientras su esposa me enseño a cocinar para poder alimentarme. Me trataron como su hijo por mucho tiempo. Al parecer el hijo del capitán le daba igual lo que hiciese, pues según conversaciones que tenían mis cuidadores, el ya sabia que yo estaba mejor, pero nunca hizo nada. El odio que sentía hacia el era inmenso, si hay una persona a la que quiero despedazar en mil pedazos es a ese hijo de puta, pero se también que es preso del sistema en el que vivimos, preso del pensamiento del gobierno mundial, no es del todo culpable, esa es mi decisión contra ese tipo, no tomare venganza, no ensuciare mis manos con un tipo como el, voy a cambiarlo todo, nadie tendrá que sufrir como yo lo he hecho. Luego de 3 meses con los vecinos recordé las palabras de mi padre, esa mochila que según el tenia las cosas para que yo pudiera sobrevivir por mi mismo. Entre a mi casa, en la cual no había entrado desde el incidente. No quería estar mucho tiempo ahí por lo que fui rápidamente al cuarto de mis padres (que para mi sorpresa estaba intacto) y saque la dichosa mochila. Sin abrirla rápidamente fui a la casa de mis cuidadores en la cual descubriría el contenido de esa mochila. En mi cuarto asegurándome que estaba completamente solo abrí la mochila, en la cual solo había dos cosas. Una fruta de un tamaño considerable y dinero. No había nada mas, solo esa fruta y el dinero. Pensé bastante en porque eso iba a poder ayudarme a sobrevivir, una fruta me mantendría alimentado como mucho un día y el dinero me podría durar un mes solamente. Luego de pensar y pensar un recuerdo invadió mi mente. Una historia que me solía contar mi padre de unas frutas que otorgaban poderes inimaginables. Quizás esa historia no era un simple invento de mi padre, quizás esa fruta es lo que mi padre quería que obtuviese desde siempre.
Estuve siete años en la casa de mis cuidadores, en ese tiempo perfeccioné mi técnica en el box, superando por mucho a mi cuidador que era el campeón de la isla. También, aprendí a cocinar como un verdadero chef, gracias a mi cuidadora que me dio toda sus recetas en este prolongado tiempo. La verdad estuve bastantes años con mis cuidadores, pero esto se debía a mi inseguridad. Estaba inseguro de poder lograr mi objetivo, si unos marines razos y un enclenque como el hijo del capitán pudieron hacerme tanto daño los peligros que hay fuera de Shelltown me matarían sin ninguna duda. Siete años me tomó superar ese miedo, siete años me tomo también tomar la decisión de comer esa fruta que mi padre que entregó, yo nunca creí que fuera útil por lo que la deje en el patio de mis cuidadores, preocupándome de regarla a diario por ser el último regalo de mi padre. Ya estaba decidido a salir al mar, por lo que dejar esa fruta allí no tenia sentido. Decidí que me comería esa fruta, si me da poder como decía mi padre seria genial para emprender mi viaje, pero si no tendré que confiar en mi boxeo para sobrevivir. Me encerré por última ves en mi cuarto y abrí la mochila. Saque la fruta y sin pensarlo le di un mordisco. Mastique la fruta su textura era parecida a la de una manzana, pero tenia una gran diferencia con la manzana, esta fruta tenia un sabor horrendo. Cada mordisco era como un sufrimiento digno del infierno. Cuando al fin logre digerir el trozo que había mordido me sentí fatal. Nunca había probado nada que tenga peor sabor, pero tenia que comerme esa fruta, fuera como fuera así que me dispuse a comerla entera con todas las técnicas que se usan para no sentir el sabor, taparse la nariz, comerla y tomar agua, etc. Terminaba de comer la fruta y el asco siguió como treinta minutos mas. No notaba ningún cambio en mi cuerpo aparte del asco, pero confiaba en mi padre por lo que tendré paciencia.
Los siete años aparte de tener miedo y aprender cosas de mis cuidadores, estuve pensando en que haría cuando salga de la casa de mis cuidadores y solo una idea se me quedo en la cabeza. Unirme al Gobierno Mundial. Suena contradictorio, lo normal seria hacerme pirata o revolucionario, pero yo no quería destruir al gobierno, quiero cambiarlo desde adentro. Desde adentro es donde se pueden cambiar las cosas, un enfrentamiento directo solo llevaría a mi muerte. La decisión ya estaba tomada. Me voy a unir al gobierno mundial para asegurarme que la justicia este al acceso de todos.
Así salí de la casa de mis cuidadores despidiéndome cariñosamente de ambos. Ya estaba listo para cumplir mi deseo, a 3 días de comer esa fruta y con el dinero que me dejo mi padre estaba listo para partir de esta isla que me otorgo un dolor peor que la muerte.
Luego de una caminata de unos treinta minutos llegue al centro de la isla, muy cerca del cuartel general de la marina que custodiaba la isla. Como era rutinario me senté en una de las bancas que estaban vacías para comenzar a observar quien seria mi próxima cita. Ese día al parecer fue el peor para buscar citas, las mujeres mas jóvenes que pasaban eran algunas que ya tenían hasta tres hijos. -No puedo tener tan mala suerte, como no va a pasar alguna joven guapa. Me sentía un poco frustrado, tanta paciencia para no ver nada. Cuando estaba pensando en irme a mi casa escucho una risa que proviene detrás de mi. Rápidamente me voltee para ver de donde provenía esa risa que por cierto para mi era encantadora. En el segundo en que vi de quien venia esa risa mis ojos se pusieron en forma de corazón, al parecer la chica notó esto pues comenzó a reírse a carcajadas. Yo estaba completamente pegado en esa cara angelical. Una chica de piel morena con ojos marrones y un cabello negro que me atrapo inmediatamente, era bastante alta para ser una mujer, pues si mi visión no me fallaba debía medir mas o menos un metro y 80 centímetros. Cuando por fin pude recuperar el control de mi cuerpo y escapar de las redes de su belleza, salte la banca para quedar frente a frente a ella, después procedí a arrodillarme y le tome la mano para después besarla. ¿Cual es tu nombre, princesa? Note cierto sonrojo, en ella y para mi sorpresa ella respondió amablemente (cabe recalcar que es la primera mujer que no me da una patada por acosador.) Mi nombre es Amanda. ¿Y el tuyo blanquito? Me había llamado "blanquito". No sabia como tomármelo si como un insulto o como un halago. Elegí la segunda opción, me hacia feliz el pensar que era un halago. Me llamo Marshall D. Drake. Estoy para lo que necesites. Volví a besar su mano pero ahora note un tono de sorpresa en ella. ¿D.? Uhm ¿porque tienes esa "D" en tu nombre?. Mi padre se llama Coby D. Drake. Nunca supe los orígenes de mi nombre así que no puedo darte una respuesta, siento ser tan ignorante. No te preocupes. ¿Quieres tomar un café? Estaba todo saliendo de maravilla, ella me había invitado a un café, como dice mi padre: "Vine buscando cobre y encontré oro" Acepto tu invitación, princesa, pero deja que yo pague.
Se había hecho de noche y yo aun estaba en una cafetería con Amanda, sin duda estaba siendo el mejor día de mi vida. Eran algo así como las nueve PM, cuando Amanda se despidió de mi y se fue en dirección a su casa, pensé en seguirla y saber donde vive, pero no quería arruinar a la que quizás fuera mi primera relación por lo que decidí ir a mi casa tranquilamente. Llegue a mi casa sin ninguna novedad, las novedades llegaron cuando llegue a casa. Mi madre estaba con su todopoderosa chancla esperándome. Cuando cruce la puerta y la vi con su poderosa chancla recordé que me habían dado permiso para salir hasta las siete PM, yo llegue a las diez PM, lo que se venia lo sabia yo, mi padre, mi madre y la chancla. Luego de unos chanclazos empezó el cuestionario por parte de mis padres. Yo pensé en mentirles y decirles que estuve ayudando a las ancianas con sus quehaceres, pero como no se me ocurrió una mentira creíble dije la verdad. La reacción de mis padres fue de lo mas extraña e incomoda, parecía que se emocionaban. Yo no entendía porque les sorprendía después de todo siempre que me iba les decía que iba a ir a buscar chicas, quizás nunca me creyeron, pero eso ya no era culpa mía. Luego de una conversación incomoda con mis padres fui a mi cuarto a dormir esperando la tarde siguiente para volver a ver a Amanda.
Habia pasado un mes desde ese encuentro con Amanda. No faltó día en el que no me encontrara con ella para tomarnos un café, un helado o lo sea que se disfrute en las citas. Como siempre a eso de las cuatro PM estaba esperando impacientemente que Amanda llegara, era el día en que le iba a pedir ser mi novia. Mi familia ya la conocía, ya que uno de los días que me reuní con Amanda ellos me siguieron, mi familia ya me había dado la aprobación, aunque no la conocían, lo cual no me cuadra con tanta sobreprotección que me han dado a lo largo de mi vida, pero bueno los padres son extraños aveces. Ya había pasado una Hora y Amanda no llegaba y lo que mas me parecía extraño es que mucha gente estaba yendo hacia el norte de la ciudad, lo cual es muy poco habitual. Estaba en la encrucijada de si ir hacia ese lugar o seguir esperando a Amanda. Decidí ir hacia el lugar donde fue la masa, pensé que encontraría allí a Amanda, ya que me dijo que le gustaban muchos los chismes, por lo que supuse que estaría allí.
Llegue al lugar donde estaba toda la masa de gente parada sin moverse, la gente estaba inmóvil y solo se escuchan unos ruidos como de golpes, algo no olía bien por lo que me escabullí para poder ver que era lo que estaba pasando. Cuando vi la escena por la cual la muchedumbre estaba inmóvil todo mi cuerpo se entumeció. Alrededor de unos diez marines estaban golpeando a Amanda sin piedad. Los ciudadanos no estaban haciendo nada, no la estaban ayudando, la estaban dejando a su suerte mientras diez hombres le daban una paliza. Lo que mas me sorprendió fue la risa de un chico. Era un joven de mi edad, era bajito y algo feo a mi opinión. Ese joven soltó una frase que seria el inicio de toda la tragedia. Eso te pasa por perra !Jajaja! ¿Como te atreves a rechazarme a mi? Soy el hijo del capitán del cuartel de Shelltown. Soy el hijo del hombre mas poderoso de esta isla, nadie puede rechazarme !Jajajaja!. Estaba tan enojado que a lo único que atine es a intentar llegar hasta el y golpearlo. Cuando estaba a unos metros de distancia de ese imbécil los marines me detuvieron y comenzaron a golpearme. Diez marines dándole una paliza a dos jóvenes de no mas de diecisiete años. Solo un ciudadano atino a hacer algo. Corrió hacia el sur, parecía ir en dirección a mi casa, o es lo que pude intuir mientras veía los puñetazos y patadas impactar en mi cuerpo. Me tiraron al suelo junto a Amanda, la verdad me hicieron un favor, pues al menos me permitieron verla en lo que yo creía eran mis últimos momentos de vida. La mire mientras seguían lloviendo las patadas. Ella estaba llorando mientras me miraba ser apalizado. Después de tal paliza a lo único que atine es a poner mi brazo sobre Amanda para intentar protegerla. El hijo del capitán de la marina ordenó que pararan el ataque. Me pesaba todo el cuerpo, me dolía hasta pestañear, nunca había sentido tanto dolor en mi vida. Cuando ya había tenido mas o menos un minuto de descanso, el hijo del capitán ordeno que me mantuvieran de pie. Los marines acataron sus ordenes. Yo preveía que me matarían, no se porque tenia ese sentimiento por lo que simplemente atine a decirle unas cosas al imbécil. ¿Por....que... ellos te hacen....c-caso...Si solo...eres....un imbécil. El joven al oír eso me dio unos puñetazos en mi zona media. Mi padre les dio la orden de hacerme caso en todo, son las ventajas de ser un buen hijo !Jajaja!. Asi....que esta... es la...justicia....de la...que tanto se enorgullece....la marina. La justicia para alguien como tu no existe. Solo unos pocos tenemos acceso a la justicia de verdad !Jajajaja! Metete eso bien en la cabeza, la gente común no merece nada !Jajajaja!. Cuando el hijo del capitán termino esa frase mis padres llegaron al lugar de los hechos. Mis padres tuvieron la misma reacción que yo y también el mismo destino que yo. Se llevaron una paliza en frente de mis ojos, yo no podía hacer nada salvo llorar, mientras miraba a Amanda que ya estaba inconsciente y mis padres recibiendo una paliza de parte de los marines. El hijo del capitán ordenó que los ciudadanos se fueran de ese lugar y dos marines hicieron que los testigos se fueran del sector. !Jajajaja! Que linda escena. Veamos a quien matare primero. !Ja jajaja! Mi madre le rogó a ese infeliz que me perdonara la vida. A lo que el imbécil accedió, pero lo que dijo después de la petición se me quedo grabado para siempre. Esta bien. Después de todo hay destinos peores que la muerte.
Luego de decir eso mi padre solicito si podía decirme una ultima cosa en privado a lo que el tipo de forma sorprendente accedió. Mi padre me dijo que cuando esto acabe tomará su mochila que estaba debajo de su cama. Que allí encontraría lo necesario para sobrevivir por mi mismo. Después de que mi padre me dijo eso el hijo del capitán dio la orden de disparar. Así mataron a mis padres y a Amanda a sangre fría. Lo único que pude hacer es llorar. Las piernas no me respondían mi cuerpo no se movía, estaba sumido en la miseria mientras el hijo de puta se reía a carcajadas. !Jajajajajaja! Eso te pasa Por meterte donde no te debes. Espero que con esto aprendas tu posición en el mundo. JAJAJAJA. Luego de decirme esto el hijo del capitán se retiro del lugar dejándome a mi suerte. El tenia razón, este destino es peor que la muerte, no sabia que hacer, ¿Que podía hacer sin mis padres? ellos me habían mimado tanto que no me habían ensañado a vivir por mi mismo. Sentía una congoja que inundaba todos mis pensamientos, el dolor, la angustia, la impotencia, la desesperación, todos esos sentimientos los tenia a la vez, mis lagrimas caían al igual que mi espíritu y esperanza, todo por lo que quería vivir se había derrumbado en tan solo cinco minutos. La marina me ha quitado todo de golpe, estoy solo, estoy perdido, ¿voy a morir?.
Luego de unas horas uno de mis vecinos me vio y me despertó, al parecer me había desmayado. Los cuerpos de mis padres y el Amanda ya no estaban, seguramente la marina se los llevo para no dejar pruebas del macabro hecho. El vecino me llevo en su espalda hasta su casa. El cuido de mis heridas junto a su esposa. Estuvieron a cargo de mi recuperación tanto física como mental. Ellos me enseñaron a vivir por mi mismo, el vecino me enseño box para aprender a defenderme, mientras su esposa me enseño a cocinar para poder alimentarme. Me trataron como su hijo por mucho tiempo. Al parecer el hijo del capitán le daba igual lo que hiciese, pues según conversaciones que tenían mis cuidadores, el ya sabia que yo estaba mejor, pero nunca hizo nada. El odio que sentía hacia el era inmenso, si hay una persona a la que quiero despedazar en mil pedazos es a ese hijo de puta, pero se también que es preso del sistema en el que vivimos, preso del pensamiento del gobierno mundial, no es del todo culpable, esa es mi decisión contra ese tipo, no tomare venganza, no ensuciare mis manos con un tipo como el, voy a cambiarlo todo, nadie tendrá que sufrir como yo lo he hecho. Luego de 3 meses con los vecinos recordé las palabras de mi padre, esa mochila que según el tenia las cosas para que yo pudiera sobrevivir por mi mismo. Entre a mi casa, en la cual no había entrado desde el incidente. No quería estar mucho tiempo ahí por lo que fui rápidamente al cuarto de mis padres (que para mi sorpresa estaba intacto) y saque la dichosa mochila. Sin abrirla rápidamente fui a la casa de mis cuidadores en la cual descubriría el contenido de esa mochila. En mi cuarto asegurándome que estaba completamente solo abrí la mochila, en la cual solo había dos cosas. Una fruta de un tamaño considerable y dinero. No había nada mas, solo esa fruta y el dinero. Pensé bastante en porque eso iba a poder ayudarme a sobrevivir, una fruta me mantendría alimentado como mucho un día y el dinero me podría durar un mes solamente. Luego de pensar y pensar un recuerdo invadió mi mente. Una historia que me solía contar mi padre de unas frutas que otorgaban poderes inimaginables. Quizás esa historia no era un simple invento de mi padre, quizás esa fruta es lo que mi padre quería que obtuviese desde siempre.
Estuve siete años en la casa de mis cuidadores, en ese tiempo perfeccioné mi técnica en el box, superando por mucho a mi cuidador que era el campeón de la isla. También, aprendí a cocinar como un verdadero chef, gracias a mi cuidadora que me dio toda sus recetas en este prolongado tiempo. La verdad estuve bastantes años con mis cuidadores, pero esto se debía a mi inseguridad. Estaba inseguro de poder lograr mi objetivo, si unos marines razos y un enclenque como el hijo del capitán pudieron hacerme tanto daño los peligros que hay fuera de Shelltown me matarían sin ninguna duda. Siete años me tomó superar ese miedo, siete años me tomo también tomar la decisión de comer esa fruta que mi padre que entregó, yo nunca creí que fuera útil por lo que la deje en el patio de mis cuidadores, preocupándome de regarla a diario por ser el último regalo de mi padre. Ya estaba decidido a salir al mar, por lo que dejar esa fruta allí no tenia sentido. Decidí que me comería esa fruta, si me da poder como decía mi padre seria genial para emprender mi viaje, pero si no tendré que confiar en mi boxeo para sobrevivir. Me encerré por última ves en mi cuarto y abrí la mochila. Saque la fruta y sin pensarlo le di un mordisco. Mastique la fruta su textura era parecida a la de una manzana, pero tenia una gran diferencia con la manzana, esta fruta tenia un sabor horrendo. Cada mordisco era como un sufrimiento digno del infierno. Cuando al fin logre digerir el trozo que había mordido me sentí fatal. Nunca había probado nada que tenga peor sabor, pero tenia que comerme esa fruta, fuera como fuera así que me dispuse a comerla entera con todas las técnicas que se usan para no sentir el sabor, taparse la nariz, comerla y tomar agua, etc. Terminaba de comer la fruta y el asco siguió como treinta minutos mas. No notaba ningún cambio en mi cuerpo aparte del asco, pero confiaba en mi padre por lo que tendré paciencia.
Los siete años aparte de tener miedo y aprender cosas de mis cuidadores, estuve pensando en que haría cuando salga de la casa de mis cuidadores y solo una idea se me quedo en la cabeza. Unirme al Gobierno Mundial. Suena contradictorio, lo normal seria hacerme pirata o revolucionario, pero yo no quería destruir al gobierno, quiero cambiarlo desde adentro. Desde adentro es donde se pueden cambiar las cosas, un enfrentamiento directo solo llevaría a mi muerte. La decisión ya estaba tomada. Me voy a unir al gobierno mundial para asegurarme que la justicia este al acceso de todos.
Así salí de la casa de mis cuidadores despidiéndome cariñosamente de ambos. Ya estaba listo para cumplir mi deseo, a 3 días de comer esa fruta y con el dinero que me dejo mi padre estaba listo para partir de esta isla que me otorgo un dolor peor que la muerte.
- Peticiones.:
- Pido la siguiente Akuma No Mi: Daiya - Daiya [Diamante - Diamante]
Pido tambein 3.000.000 de berries que seria el dinero de la mochila.
Buenos días, buenas tardes o buenas noches, dependiendo de la franja horaria en la que se encuentre. Le recomiendo que baje las ventanillas y le insto a que se quite la camiseta, porque esto va a ponerse calentito. Y dicho esto, empecemos:
Marshall, Marshall, Marshall… te lo he preguntado en la chat box y te lo vuelvo a preguntar, ¿has repasado el diario? Me has dicho que sí, que lo suficiente, sin embargo, me cuesta creerte. Veamos, hay fallos “gordos” como es que empiezas en tiempo pasado, pasas al presente y luego de nuevo a pasado. Luego tienes un problema grave con los signos de puntuación. Para arreglar esto último, y así mejorar la estructura de tu relato, intentaría hacer párrafos más cortos y menos aglutinados, separando las ideas. (Un punto y aparte viene bien de vez en cuando). Y además, tiendes a la repetición de palabras, sobre todo con la palabra “isla”, como ejemplo te lo dejo en este “fragmento” del parrafaco primero:
Otra cosa que no me ha gustado es que has puesto “nueve PM”, ¿tanto te cuesta poner que son las nueve de la noche? También empiezas con mayúscula a mitad de frase, así de gratis.
Y respecto a los diálogos, cuando pongas un diálogo ponlo entre guiones, fuera del párrafo, ejemplo:
[quote=Eso te pasa por perra !Jajaja! ¿Como te atreves a rechazarme a mi? Soy el hijo del capitán del cuartel de Shelltown. Soy el hijo del hombre mas poderoso de esta isla, nadie puede rechazarme !Jajajaja!.[/quote]
-Eso te pasa por perra –dijo, riéndose después-. ¿Cómo te atreves a rechazarme a mí? ¿Sabes quien soy? –preguntó, mirándo con aires de superioridad -. Soy el hijo del capitán del cuartel de la isla. Hijo del hombre más poderoso de todo el pueblo, y nadie puede decirme que no –aquel individuo volvió a reír.
¿Ves la diferencia? Queda mejor, así y mucho más liviano. Y evitas poner colores, que el azul me ha dejado literalmente ciego
Y si me pongo tiquismiquis te diría que los números los pusieras en letras, queda mejor así.
Y con todo esto, te digo que tu diario está suspenso, no puedo permitirme aprobártelo. Te recuerdo que puedes editar y mejorarlo, o bien pedir una segunda moderación.
Te recomiendo de verdad que replantees el diario y lo estructures mejor, pensando mejor que quieres escribir y lo repases hasta la saciedad. Intenta separar en párrafos más pequeños, como te dije antes, cuida las pausas y la redacción en general. Y como último consejo, intenta leerte los diarios de algunos users como Zuko o Nat, que tienen una prosa muy entretenida y muy ligera. E intenta hacer un diario más largo, entre las 4000 y las 6000 palabras.
Saludos :fuma:
Marshall, Marshall, Marshall… te lo he preguntado en la chat box y te lo vuelvo a preguntar, ¿has repasado el diario? Me has dicho que sí, que lo suficiente, sin embargo, me cuesta creerte. Veamos, hay fallos “gordos” como es que empiezas en tiempo pasado, pasas al presente y luego de nuevo a pasado. Luego tienes un problema grave con los signos de puntuación. Para arreglar esto último, y así mejorar la estructura de tu relato, intentaría hacer párrafos más cortos y menos aglutinados, separando las ideas. (Un punto y aparte viene bien de vez en cuando). Y además, tiendes a la repetición de palabras, sobre todo con la palabra “isla”, como ejemplo te lo dejo en este “fragmento” del parrafaco primero:
- ejemplo:
En mi niñez siempre pensaba que viviría como cualquier habitante de la isla Shelltown, una vida tranquila en la cual casi no hay disturbios, debido al control de la marina sobre la isla.
Shellstown es una isla perfecta para quien quiera hacer una vida común y corriente sin miedos a robos o a piratas, eso es lo que mis padres me decían a menudo. Mis padres físicamente eran bastante distintos, mi madre era pelirroja de estatura baja, un metro sesenta como mucho. En cambio, mi padre era un hombre alto, media un metro noventa y cinco por lo poco, de piel trigueña y cabello oscuro. De esa mezcla genética salí yo, bastante raro que yo sea rubia, quizás mi madre se involucro con el lechero, pero no quiero añadir un trauma a mi vida por lo que lo dejaré como una casualidad.
Espero que al leerlo entiendas lo que te quiero decir, sino aquí tienes un ejemplo de cómo corregirlo y tenerlo mejor:- ejemplo de mejora:
- Durante mi niñez pensaba que viviría siempre como cualquier otro habitante de Shelltown, una isla tranquila y controlada por la marina del gobierno mundial, en la que apenas hay disturbios. Era el lugar perfecto para una persona que quisiera tener una vida común y corriente, sin demasiados sobresaltos; o eso es lo que mis padres me decían a menudo.
Mis padres… ¿qué decir de mis padres? Físicamente eran bastante variopintos. Mi madre era pelirroja y de escasa estatura, rondando el metro sesenta. Y mi padre era un hombre alto y corpulento que superaba con facilidad el metro noventa. De esa extraño y heterogéneo mestizaje surgí yo; aunque me resultó extraño que fuera rubia, quizás mi madre tuvo un idilio extramatrimonial con algún otro hombre, pero prefiero vivir en mi ignorancia y no saber sobre ello.
¿Ves la diferencia? Y así durante todo el diario.
Otra cosa que no me ha gustado es que has puesto “nueve PM”, ¿tanto te cuesta poner que son las nueve de la noche? También empiezas con mayúscula a mitad de frase, así de gratis.
Y respecto a los diálogos, cuando pongas un diálogo ponlo entre guiones, fuera del párrafo, ejemplo:
[quote=Eso te pasa por perra !Jajaja! ¿Como te atreves a rechazarme a mi? Soy el hijo del capitán del cuartel de Shelltown. Soy el hijo del hombre mas poderoso de esta isla, nadie puede rechazarme !Jajajaja!.[/quote]
-Eso te pasa por perra –dijo, riéndose después-. ¿Cómo te atreves a rechazarme a mí? ¿Sabes quien soy? –preguntó, mirándo con aires de superioridad -. Soy el hijo del capitán del cuartel de la isla. Hijo del hombre más poderoso de todo el pueblo, y nadie puede decirme que no –aquel individuo volvió a reír.
¿Ves la diferencia? Queda mejor, así y mucho más liviano. Y evitas poner colores, que el azul me ha dejado literalmente ciego
- Algunos fallos más:
lo que se venia lo sabia yo
Venía (con tilde en la I) // Sabía (con tilde en la I)
son extraños aveces
dio toda sus recetas
Y si me pongo tiquismiquis te diría que los números los pusieras en letras, queda mejor así.
Y con todo esto, te digo que tu diario está suspenso, no puedo permitirme aprobártelo. Te recuerdo que puedes editar y mejorarlo, o bien pedir una segunda moderación.
Te recomiendo de verdad que replantees el diario y lo estructures mejor, pensando mejor que quieres escribir y lo repases hasta la saciedad. Intenta separar en párrafos más pequeños, como te dije antes, cuida las pausas y la redacción en general. Y como último consejo, intenta leerte los diarios de algunos users como Zuko o Nat, que tienen una prosa muy entretenida y muy ligera. E intenta hacer un diario más largo, entre las 4000 y las 6000 palabras.
Saludos :fuma:
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