- Área de veinte metros de radio.
- Zona de Bosque tropical. (Os ha tocado un área cubierta de vegetación, con una temperatura cálida y mucha humedad en el aire. en medio del combate podría echarse a llover.
-Empieza AEG.
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Había perdido el primer combate, pero aún así había conseguido dos puntos. Supongo que a nuestros superiores les había gustado mi actuación contra un tipo tan fuerte como aquel hombre-árbol. El hecho de que no solo se fijaran en quién había salido vencedor hablaba muy bien del criterio de los encargados de las puntuaciones, fueran quienes fueran. Cuando se publicaron los siguientes emparejamientos, pude ver que me había tocado contra un tal Kimura Hayate. No sabía quién era, pero realmente me daba igual. Iba a salir a darlo todo, dispuesto a no encadenar dos derrotas seguidas. Al fin y al cabo, aunque no tuviera interés en ser nombrado almirante, alguien que aspira a convertirse en un futuro en miembro del CP9 no puede permitirse perder muchas peleas. Y la verdad era que, desde que me había sido revelada la existencia de dicha división secreta y el hecho de que mi antepasado la lideró en su época, no desaparecía de mi cabeza la idea de ocupar algún día su puesto.
Al entrar al escenario de mi segundo combate, pude ver que se trataba de una zona boscosa, totalmente cubierta de vegetación. Hacía bastante calor, y el ambiente era realmente húmedo, lo que seguramente hiciera que ambos nos cansáramos antes. Era un ambiente ideal para intentar jugar al gato y el ratón con mi oponente mientras buscaba puntos débiles en su estrategia.
Decidí sentarme en el suelo a meditar mientras esperaba a mi adversario, eliminando así cualquier pensamiento ajeno al combate de mi cabeza y permitiéndome centrarme al máximo en él. Activé también mi Haki de Observación, de forma que pudiese percibir la llegada de mi rival sin necesidad de abrir los ojos.
Cuando el tal Kimura apareciese, me levantaría, abriría los ojos, y le diría:
- Suerte, compañero. Y que gane el mejor.
Acto seguido, lanzaría hacia él un Rankyaku con cada pierna, más para distraerle que buscando causarle un daño importante, y desaparecería usando el Soru. Mi idea era moverme entre la vegetación sin un patrón definido, usando el terreno para dificultar aún más a mi oponente averiguar mi posición. Este era el principal motivo para mantener aún mi forma humana, ya que al ser más pequeño le resultaría más complicado verme que si me transformaba. Tendría mi Mantra centrado en él por completo, y esperaría a que tomase la iniciativa para actuar en consecuencia.
Al entrar al escenario de mi segundo combate, pude ver que se trataba de una zona boscosa, totalmente cubierta de vegetación. Hacía bastante calor, y el ambiente era realmente húmedo, lo que seguramente hiciera que ambos nos cansáramos antes. Era un ambiente ideal para intentar jugar al gato y el ratón con mi oponente mientras buscaba puntos débiles en su estrategia.
Decidí sentarme en el suelo a meditar mientras esperaba a mi adversario, eliminando así cualquier pensamiento ajeno al combate de mi cabeza y permitiéndome centrarme al máximo en él. Activé también mi Haki de Observación, de forma que pudiese percibir la llegada de mi rival sin necesidad de abrir los ojos.
Cuando el tal Kimura apareciese, me levantaría, abriría los ojos, y le diría:
- Suerte, compañero. Y que gane el mejor.
Acto seguido, lanzaría hacia él un Rankyaku con cada pierna, más para distraerle que buscando causarle un daño importante, y desaparecería usando el Soru. Mi idea era moverme entre la vegetación sin un patrón definido, usando el terreno para dificultar aún más a mi oponente averiguar mi posición. Este era el principal motivo para mantener aún mi forma humana, ya que al ser más pequeño le resultaría más complicado verme que si me transformaba. Tendría mi Mantra centrado en él por completo, y esperaría a que tomase la iniciativa para actuar en consecuencia.
- Datos:
- Edito para poner datos, que se me había olvidado:
- Stats de Clase nivel 48+5: Agilidad 5, Reflejos 4, Fuerza 4, Velocidad 2, Resistencia 2.
- Haki Observación Entrenado.
Todo el edificio se ve sacudido de repente, siendo la sacudida mayor en un lado que en otro. Y con ese movimiento, el lugar en el que os encontráis sufre alteraciones. Algunos árboles de gran altura y troncos de medio metro de diámetro comienzan a caer. Tened cuidado.
Off rol: Eric ha trastocado un poco los sistemas que hacían surgir los distintos campos, así que estos van a alterarse de vez en cuando a partir de ahora. Divertíos.
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El plan contra Jack no dio resultado, tardé tanto en elaborar mi plan que cuando quise realizarlo se me acabó el tiempo. Ahora era el momento de demostrar otro tipo de estrategia, en vista de que no siempre iba a tener el tiempo necesario para ello.
Mi rival ahora se trataba de un tipo desconocido, desde luego no me sonaba su nombre para nada, un tal Thawne. Acudí a la zona de combate, un terreno boscoso, una zona húmeda. Tal vez tuviera suerte y se pusiera a llover, eso me ayudaría a camuflar mis movimientos con el ruido de la lluvia. Y la temperatura cálida ayudaba a cierta técnica que tal vez utilizase.
Me planté frente a mi oponente. Sentía curiosidad por ver cómo era de poderoso ese tipo, pero no iba a ser un idiota, no tendría mucho tiempo para demostrar mi poder, y pensaba exprimirlo todo de una vez. Nada más echarle el ojo, activé mi haki de observación contra ese tipo. Al momento comenzó a hablarme, deseándome suerte. No me dio tiempo ni a responderle, pues se lanzó a una velocidad increíble hacia mí tras lanzar una onda cortante con su pierna. Conocía esa técnica de movimiento, la había visto utilizar a Tobías. Este tipo es un agente del gobierno.
Me atacaba por dos flancos a la vez, pero con mi haki de observación no me iba a coger desprevenido. Desenvainé mi espada para, con otra onda cortante, contrarrestar aquella que venía directa hacia mí. Sentía la presencia de ese tipo moviéndose por entre los árboles. Esperaba un movimiento mejor que aquél, para ser sincero.
-Señor Thawne. Buen movimiento. Aunque podía haber utilizado esa técnica para atacarme por dos lados y obligarme a reaccionar de improvisto. Ese habría sido un buen movimiento. Y permítame decirle que no tiene sentido moverse de esa forma por el bosque. Adem...
Tuve que apartarme rápidamente para evitar que un tronco caído del cielo me aplastara. ¿Qué diantres era eso? Estaba seguro de que Thawne no lo había mandado, no se había acercado, y la amenaza había venido directa del cielo. Miré hacia arriba y pude ver que, aleatoriamente, árboles y troncos grandes comienzan a caer del cielo. ¿Será algún tipo de prueba especial? Sea como sea, esto me conviene, tan solo le dificultará los movimientos a ese tipo. Y ahora que estamos apartados y no tenemos contacto directo, es el momento de ejecutar mi técnica. Con mi entrenamiento en el kenbunshoku no tendría problemas con esos impedimentos caídos del techo.
Concentré la energía a mi alrededor, la condensé creando un efecto de ilusión óptica, reflejando la luz que venía a mi cuerpo, volviendo mi cuerpo invisible al ojo humano, y prácticamente imperceptible ante una mente débil. Comencé a avanzar tras envainar la espada y saqué las dagas gemelas Tsuinkaze. Esquivé árboles, tuve que retroceder para evitar ser aplastado, pero seguía con la presencia de Thawne frente a mí. Hasta que llegara a él, momento en el cual de momento simplemente me quedaría observándole, miraría sus movimientos y reacción sin atacarle.
Imbuí mis dagas en el ámbito viento, preparado para las caídas y un ataque sorpresivo. A fin de cuentas desconocía el nivel de entrenamiento de su kenbunshoku, tal vez pudiera detectarme, y debía asegurarme de ello antes de siquiera atacar.
Mi rival ahora se trataba de un tipo desconocido, desde luego no me sonaba su nombre para nada, un tal Thawne. Acudí a la zona de combate, un terreno boscoso, una zona húmeda. Tal vez tuviera suerte y se pusiera a llover, eso me ayudaría a camuflar mis movimientos con el ruido de la lluvia. Y la temperatura cálida ayudaba a cierta técnica que tal vez utilizase.
Me planté frente a mi oponente. Sentía curiosidad por ver cómo era de poderoso ese tipo, pero no iba a ser un idiota, no tendría mucho tiempo para demostrar mi poder, y pensaba exprimirlo todo de una vez. Nada más echarle el ojo, activé mi haki de observación contra ese tipo. Al momento comenzó a hablarme, deseándome suerte. No me dio tiempo ni a responderle, pues se lanzó a una velocidad increíble hacia mí tras lanzar una onda cortante con su pierna. Conocía esa técnica de movimiento, la había visto utilizar a Tobías. Este tipo es un agente del gobierno.
Me atacaba por dos flancos a la vez, pero con mi haki de observación no me iba a coger desprevenido. Desenvainé mi espada para, con otra onda cortante, contrarrestar aquella que venía directa hacia mí. Sentía la presencia de ese tipo moviéndose por entre los árboles. Esperaba un movimiento mejor que aquél, para ser sincero.
-Señor Thawne. Buen movimiento. Aunque podía haber utilizado esa técnica para atacarme por dos lados y obligarme a reaccionar de improvisto. Ese habría sido un buen movimiento. Y permítame decirle que no tiene sentido moverse de esa forma por el bosque. Adem...
Tuve que apartarme rápidamente para evitar que un tronco caído del cielo me aplastara. ¿Qué diantres era eso? Estaba seguro de que Thawne no lo había mandado, no se había acercado, y la amenaza había venido directa del cielo. Miré hacia arriba y pude ver que, aleatoriamente, árboles y troncos grandes comienzan a caer del cielo. ¿Será algún tipo de prueba especial? Sea como sea, esto me conviene, tan solo le dificultará los movimientos a ese tipo. Y ahora que estamos apartados y no tenemos contacto directo, es el momento de ejecutar mi técnica. Con mi entrenamiento en el kenbunshoku no tendría problemas con esos impedimentos caídos del techo.
Concentré la energía a mi alrededor, la condensé creando un efecto de ilusión óptica, reflejando la luz que venía a mi cuerpo, volviendo mi cuerpo invisible al ojo humano, y prácticamente imperceptible ante una mente débil. Comencé a avanzar tras envainar la espada y saqué las dagas gemelas Tsuinkaze. Esquivé árboles, tuve que retroceder para evitar ser aplastado, pero seguía con la presencia de Thawne frente a mí. Hasta que llegara a él, momento en el cual de momento simplemente me quedaría observándole, miraría sus movimientos y reacción sin atacarle.
Imbuí mis dagas en el ámbito viento, preparado para las caídas y un ataque sorpresivo. A fin de cuentas desconocía el nivel de entrenamiento de su kenbunshoku, tal vez pudiera detectarme, y debía asegurarme de ello antes de siquiera atacar.
- Cosas usadas:
Kenbunshoku haki: Nivel superior
Hoi: Recubre todo su cuerpo de energía que actúa a modo de espejo, repeliendo la luz y causando un efecto de invisibilidad. Con esto puede desplazarse, hasta un máximo de dos posts, con un excelente sigilo y discreción.
Enmascara su imagen, pero no puede enmascarar su presencia ni su olor. Podrá ser detectado por alguien capaz de guiarse por su olfato o alguien con un Kenbunshoku haki superior al suyo, a no ser que presente hostilidad, en tal caso podrá ser descubierto como si no estuviese utilizando la técnica.
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Y, por fin, mi oponente hizo acto de presencia. Según mis cálculos había pasado al menos veinte minutos allí sentado meditando. Sin embargo, no me quejaba. Mi concentración era ahora total, y me había familiarizado bastante con el terreno a mi alrededor.
Mi rival no se movió al ver los dos Rankyakus que se dirigían hacia él, simplemente desenvainó su arma y, usando sus propias ondas cortantes, los contrarrestó con facilidad. Bueno, aquello me decía que el hombre al que me enfrentaba no era ningún debilucho. Activé mi Haki de Observación mientras me desplazaba con el Soru, y menos mal, pues mientras mi oponente hablaba el todo el edificio comenzó a temblar durante un breve instante. Acto seguido, varios de los árboles de nuestro escenario de combate se desplomaron sobre nosotros.
Gracias a mi Kami-e Kempo y al Mantra, pude esquivar el que se me vino encima. En cuanto lo hice, usé el Geppou para elevarme por encima de los árboles. De ese modo, no corría peligro de que ninguno más me cayese encima y, además, tendría un enorme campo visual, lo que, junto a mi vista de felino, me permitiría probablemente dominar la situación. O, al menos, eso esperaba. Además, de ese modo mi oponente tal vez pensara que podía acertarme fácilmente con algún ataque y cometiese una imprudencia.
Una vez estuve allí arriba pude comprobar que, para mí, sorpresa, mi adversario no estaba por ningún sitio, y tampoco sentía su presencia. No podía haber muerto aplastado, pues en ese caso vería algún resto de sangre o alguna parte de su cuerpo. Y tampoco me cuadraba que, al ver aquella avalancha de árboles, se hubiese marchado de allí, retirándose del combate. Por lo tanto, debía estar utilizando alguna técnica de camuflaje realmente buena. Me mantuve alerta, con mi Haki de Observación totalmente preparado para anticiparme a posibles ataques de mi oponente, al tiempo que de mi boca salía un grito atronador:
- ¡¡¡AAAAAYUUUUUUUUUUUUUGAAAAAAAHHHHH [Manual Fusrodah]
Mi intención era que, ya que yo no podía ver a mi oponente, él no pudiese oír nada. De ese modo le dificultaría esquivar los árboles, y tendría que dedicar más energías a ello. Mientras tanto, me mantendría a la espera, tratando de ver algún signo de movimiento, ya fuese una ramita pisada en el suelo, hierba aplastada, o un tronco que saliese volando o cayese de forma extraña.
Mi rival no se movió al ver los dos Rankyakus que se dirigían hacia él, simplemente desenvainó su arma y, usando sus propias ondas cortantes, los contrarrestó con facilidad. Bueno, aquello me decía que el hombre al que me enfrentaba no era ningún debilucho. Activé mi Haki de Observación mientras me desplazaba con el Soru, y menos mal, pues mientras mi oponente hablaba el todo el edificio comenzó a temblar durante un breve instante. Acto seguido, varios de los árboles de nuestro escenario de combate se desplomaron sobre nosotros.
Gracias a mi Kami-e Kempo y al Mantra, pude esquivar el que se me vino encima. En cuanto lo hice, usé el Geppou para elevarme por encima de los árboles. De ese modo, no corría peligro de que ninguno más me cayese encima y, además, tendría un enorme campo visual, lo que, junto a mi vista de felino, me permitiría probablemente dominar la situación. O, al menos, eso esperaba. Además, de ese modo mi oponente tal vez pensara que podía acertarme fácilmente con algún ataque y cometiese una imprudencia.
Una vez estuve allí arriba pude comprobar que, para mí, sorpresa, mi adversario no estaba por ningún sitio, y tampoco sentía su presencia. No podía haber muerto aplastado, pues en ese caso vería algún resto de sangre o alguna parte de su cuerpo. Y tampoco me cuadraba que, al ver aquella avalancha de árboles, se hubiese marchado de allí, retirándose del combate. Por lo tanto, debía estar utilizando alguna técnica de camuflaje realmente buena. Me mantuve alerta, con mi Haki de Observación totalmente preparado para anticiparme a posibles ataques de mi oponente, al tiempo que de mi boca salía un grito atronador:
- ¡¡¡AAAAAYUUUUUUUUUUUUUGAAAAAAAHHHHH [Manual Fusrodah]
Mi intención era que, ya que yo no podía ver a mi oponente, él no pudiese oír nada. De ese modo le dificultaría esquivar los árboles, y tendría que dedicar más energías a ello. Mientras tanto, me mantendría a la espera, tratando de ver algún signo de movimiento, ya fuese una ramita pisada en el suelo, hierba aplastada, o un tronco que saliese volando o cayese de forma extraña.
- Resumen:
- - Esquivar el árbol que me cae encima y usar el Geppou para colocarme por encima del resto de árboles.
- Pensar que mi rival está usando algún tipo de camuflaje.
- Gritar de forma bestial para ensordecer a mi oponente, intentando que no me oiga y que le sea más difícil evitar los árboles.
- Fijarme en posibles signos de movimiento y de la presencia de mi adversario.
- Cosillas:
- - Haki Observación Entrenado.
- Kami-e Kempo
- Geppou
- Manual Fusrodah: emite una potente onda sonora que ensordece al rival durante 2 posts
- Sentidos Felinos: Al haber consumido una Akuma felina, la vista de Thawne es el doble de aguda que la de un humano normal, y es capaz de ver en la oscuridad con la misma nitidez y precisión que si fuera de día (no en la oscuridad absoluta). Pasivamente, sus pupilas en la oscuridad se tornan afiladas como las de un gato.
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Aquél grito ensordecedor me dejó un poco mareado durante unos instantes, incluso casi pierdo el control y desaparece mi técnica de invisibilidad. Una cosa estaba clara, ese tipo era astuto, me gustaba toparme con este tipo de gente, y ahora sentía curiosidad por ver cómo podría desenvolverse en un buen combate directo. Aunque quería saber si sería capaz de descubrirme antes de que le golpease con esta técnica.
Sentía mis oídos pitando, estaba realmente ensordecido, por suerte mi haki de observación no se vio apenas afectado y pude evitar un arbol que cayó justo encima mío, por desgracia para mí lo evadí en el último momento y mi brazo derecho fue golpeado por una rama. Sentí un fuerte dolor, pero me mantuve sujetando mi daga. Miré hacia arriba, allí donde se encontraba el tal Thawne. Sonreí, aunque no fue capaz de ver ese gesto. Pronto mi técnica de invisibilidad llegaría a su límite, era el momento de hacer mi movimiento. Esa técnica que utilizaba para elevarse, en su día la había observado, lo cual me inspiró para desarrollar la mía propia, y pensaba utilizarla para cogerle desprevenido por la espalda.
Utilicé mi Wind Path y comencé a ascender esquivando los obstáculos. No sería capaz de darse cuenta de mi presencia todavía, por lo que me plantaría a su espalda y haría un movimiento combinado, le haría un corte en cada pierna con ambas dagas que tenía en mis manos, con tal de dificultarle el movimiento y evitar que vuelva a utilizar esa técnica, a continuación utilizaría toda la potencia del kazekaiho en mi pierna para darle un fuerte patadón en su hombro y lanzarle hacia abajo disparado con heridas en las piernas. En ese momento desapareció mi técnica Hoi y quedaría en la posición donde estaba él. Eso si, continuaba con ese estridente pitido en los oídos. Esa técnica había sido bastante potente.
Sentía mis oídos pitando, estaba realmente ensordecido, por suerte mi haki de observación no se vio apenas afectado y pude evitar un arbol que cayó justo encima mío, por desgracia para mí lo evadí en el último momento y mi brazo derecho fue golpeado por una rama. Sentí un fuerte dolor, pero me mantuve sujetando mi daga. Miré hacia arriba, allí donde se encontraba el tal Thawne. Sonreí, aunque no fue capaz de ver ese gesto. Pronto mi técnica de invisibilidad llegaría a su límite, era el momento de hacer mi movimiento. Esa técnica que utilizaba para elevarse, en su día la había observado, lo cual me inspiró para desarrollar la mía propia, y pensaba utilizarla para cogerle desprevenido por la espalda.
Utilicé mi Wind Path y comencé a ascender esquivando los obstáculos. No sería capaz de darse cuenta de mi presencia todavía, por lo que me plantaría a su espalda y haría un movimiento combinado, le haría un corte en cada pierna con ambas dagas que tenía en mis manos, con tal de dificultarle el movimiento y evitar que vuelva a utilizar esa técnica, a continuación utilizaría toda la potencia del kazekaiho en mi pierna para darle un fuerte patadón en su hombro y lanzarle hacia abajo disparado con heridas en las piernas. En ese momento desapareció mi técnica Hoi y quedaría en la posición donde estaba él. Eso si, continuaba con ese estridente pitido en los oídos. Esa técnica había sido bastante potente.
- Cosas usadas:
- Kenbunshoku haki: Nivel superior.
Hoi (Segundo post): Recubre todo su cuerpo de energía que actúa a modo de espejo, repeliendo la luz y causando un efecto de invisibilidad. Con esto puede desplazarse, hasta un máximo de dos posts, con un excelente sigilo y discreción.
Enmascara su imagen, pero no puede enmascarar su presencia ni su olor. Podrá ser detectado por alguien capaz de guiarse por su olfato o alguien con un Kenbunshoku haki superior al suyo, a no ser que presente hostilidad, en tal caso podrá ser descubierto como si no estuviese utilizando la técnica.
Wind Path: Concentra su energía de ámbito viento en su cuerpo, en puntos concretos, lo que le permite darse impulsos y desplazarse por el aire, permitiéndole maniobrar para eludir o bloquear, así como avanzar en situaciones donde por tierra no sea una opción. La velocidad de desplazamiento será la propia velocidad del viento que genere, el cual viene marcado por el grado de control del ámbito de viento.
Kazekaiho: Con un correcto control del ámbito de viento es capaz de impregnar sus ataques de éste elemento, incrementando la potencia, velocidad de ejecución y el rango del golpe. en ataques a distancia, con proyectiles o armas arrojadizas, es capaz de aumentar la velocidad y capacidad perforante del ataque en función del grado de control del elemento viento. en armas a melee es capaz de incrementar las dimensiones del arma con un recubrimiento de energía cortante de viento, también dependiendo del grado de control del ámbito.
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El hecho de no tener la más mínima idea sobre dónde se encontraba mi oponente era desconcertante, pero no por ello perdí la concentración. En todo momento mantuve mi Haki de Observación activo, tratando de anticiparme al momento en el que fuese a golpearme.
Súbitamente, sentí una poderosa presencia aparecer a mi espalda, y noté el frío de dos armas blancas al entrar en contacto con mis piernas. Justo en ese instante, mascullé: - Tekkai -, y mi cuerpo se endureció, quedando completamente rígido. Acto seguido, mi adversario descargó sobre mi hombro una potente patada que, aunque no me hizo apenas daño debido a mi técnica defensiva, me lanzó hacia el suelo.
El Tekkai logró amortiguar también la caída, por suerte para mí. Al ponerme en pie, pude comprobar que las heridas de mis piernas eran bastante superficiales, pues mis reflejos habían sido rápidos y había logrado activar mi técnica nada más sentir el contacto de las dagas de mi rival, consiguiendo que solo tuviera efecto la primera parte de sus cortes. El dolor que dichas heridas me producían era ligeramente molesto, aunque tenía la sensación de que no iba a interferir demasiado en mis movimientos.
Mientras observaba a mi oponente, que ahora ocupaba la posición en el aire en la que yo me encontraba antes, mi cuerpo comenzó a cambiar, creciendo hasta los dos metros y medio y cubriéndose de pelo. Mi cabeza se volvió la de un tigre, y mis manos tornaron en poderosas zarpas con las palmas situadas hacia fuera. Al parecer, el tal Kimura sabía usar, si no el Geppou, sí una técnica muy similar. Por lo que me había demostrado hasta el momento, aquel tipo tenía bastantes trucos bajo la manga, así que iba a tener que emplearme a fondo.
En cuanto completé mi transformación, me moví mediante el Soru hasta estar situado justo bajo mi oponente, momento en el que cree cuatro clones con mi mismo aspecto, que se colocaron en cuadrado en torno a mí. Tras esto, lancé una onda de energía oscura con la forma de un tigre negro [Manual Kuchiyose] hacia arriba, mientras mis ilusiones simulaban hacer lo mismo. En ese momento, tres de mis clones usarían el Geppou para simular un ataque con Shigan desde distintos ángulos que llegaría apenas un par de décimas de segundo después que mi técnica. Y, casi al instante, el otro clon y yo salimos disparados verticalmente. Yo estaba situado justo detrás de mi holograma, a menos de un metro de él. De esta forma, mi oponente sentiría mi presencia, pero solo vería al clon, ya que al estar situado justo debajo suyo la imagen taparía por completo mi cuerpo.
Tanto mi clon como yo haríamos exactamente los mismos movimientos, de forma que resultara aún más difícil darse cuenta de que yo iba ascendiendo justo detrás de él. En mi cabeza, diría: - Hasshoken Ougi: Taiho Shigan -, esperando acertar a mi rival por medio de todas aquellas distracciones.
Súbitamente, sentí una poderosa presencia aparecer a mi espalda, y noté el frío de dos armas blancas al entrar en contacto con mis piernas. Justo en ese instante, mascullé: - Tekkai -, y mi cuerpo se endureció, quedando completamente rígido. Acto seguido, mi adversario descargó sobre mi hombro una potente patada que, aunque no me hizo apenas daño debido a mi técnica defensiva, me lanzó hacia el suelo.
El Tekkai logró amortiguar también la caída, por suerte para mí. Al ponerme en pie, pude comprobar que las heridas de mis piernas eran bastante superficiales, pues mis reflejos habían sido rápidos y había logrado activar mi técnica nada más sentir el contacto de las dagas de mi rival, consiguiendo que solo tuviera efecto la primera parte de sus cortes. El dolor que dichas heridas me producían era ligeramente molesto, aunque tenía la sensación de que no iba a interferir demasiado en mis movimientos.
Mientras observaba a mi oponente, que ahora ocupaba la posición en el aire en la que yo me encontraba antes, mi cuerpo comenzó a cambiar, creciendo hasta los dos metros y medio y cubriéndose de pelo. Mi cabeza se volvió la de un tigre, y mis manos tornaron en poderosas zarpas con las palmas situadas hacia fuera. Al parecer, el tal Kimura sabía usar, si no el Geppou, sí una técnica muy similar. Por lo que me había demostrado hasta el momento, aquel tipo tenía bastantes trucos bajo la manga, así que iba a tener que emplearme a fondo.
En cuanto completé mi transformación, me moví mediante el Soru hasta estar situado justo bajo mi oponente, momento en el que cree cuatro clones con mi mismo aspecto, que se colocaron en cuadrado en torno a mí. Tras esto, lancé una onda de energía oscura con la forma de un tigre negro [Manual Kuchiyose] hacia arriba, mientras mis ilusiones simulaban hacer lo mismo. En ese momento, tres de mis clones usarían el Geppou para simular un ataque con Shigan desde distintos ángulos que llegaría apenas un par de décimas de segundo después que mi técnica. Y, casi al instante, el otro clon y yo salimos disparados verticalmente. Yo estaba situado justo detrás de mi holograma, a menos de un metro de él. De esta forma, mi oponente sentiría mi presencia, pero solo vería al clon, ya que al estar situado justo debajo suyo la imagen taparía por completo mi cuerpo.
Tanto mi clon como yo haríamos exactamente los mismos movimientos, de forma que resultara aún más difícil darse cuenta de que yo iba ascendiendo justo detrás de él. En mi cabeza, diría: - Hasshoken Ougi: Taiho Shigan -, esperando acertar a mi rival por medio de todas aquellas distracciones.
- Cosas:
- - Básicamente, la sucesión de ataques es: Kuchiyose desde debajo de Kimura, tres clones que simulan un Shigan desde tres lados distintos, el cuarto clon simulando otro shigan desde debajo (justo detrás del Kuchiyose), el Thawne real justo debajo del último clon. Los ataques de los clones no hacen daño, ya que son intangibles.
- Forma Completa: x3 a Velocidad y Resistencia, y x4 a Fuerza, Agilidad y Reflejos.
- Mind Clones: Mediante los poderes mentales otorgados por su Akuma, Thawne puede crear ilusiones con su mismo aspecto (hasta 1 por cada 10 niveles). Estas ilusiones serán intangibles y no podrán atacar ni defender, pero podrán moverse, hablar y fingir que realizan técnicas como Thawne les ordene. Duran un máximo de 1 post por cada 20 niveles. A ojos de personas con Mantra inferior al mío (no es el caso) emiten mi misma aura.
- Hasshoken Ougi: Taiho Shigan: Mediante su ámbito, Thawne puede lanzar una vez cada 2 post un Shigan que, además, crea una onda de choque en el momento del impacto capaz de destruir materiales de hasta dureza 8 en la escala Mohs. Esto hace que el poder de dicho Shigan sea el doble del habitual.
- Manuales Kuchiyose y Prisa.
- Tekkai y Geppou.
- Haki Observación Entrenado
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Destreza
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Ese tipo tenía un cuerpo duro, lo noté cuando le golpeé. ¿Una técnica de endurecimiento? ¿O él era así? No, debía ser una técnica, sino mis dagas no le habrían cortado con tal facilidad. Estando en el suelo pude ver que adquiría una transformación. Aquella forma era similar a una bestia extraña, lo cual me inspiró para ejecutar mi próximo movimiento, tan solo necesitaba tenerle en el aire para lograrlo.
De pronto aparecieron copias suyas a su alrededor, un total de cinco como él, aunque eso es lo que me decía mi vista, el haki me decía que tan solo era una especie de ilusiones o espejismos, ya que no desprendían ningún tipo de presencia. Estaba justo debajo de mi, de pronto mi haki me alertó de un ataque directo, con esas figuras sin presencia avanzaban, mientras que el original Thawne se quedaba en tierra. Entonces una onda de energía aparecía desde abajo. Con el Wind Path me desplacé rápidamente hacia atrás, evadiendo esa onda, entonces sentí que el verdadero enemigo venía por detrás de esa técnica.
-Un movimiento sorpresivo, me gusta -Pensé para mis adentros.- Este tipo es bueno. No debo despistarme.
Utilicé mi bushoushoku a la vez que soltaba una de las dagas gemelas para desenfundar la hoja del caos. La daga comenzó a caer y con el haki impregnando la hoja demoníaca bloqueé el ataque de Thawne, haciendo que su ataque chocase contra la parte plana del arma. Maldita, sea, si no fuera por ese irritante pitido de oídos podría haber hecho algo más que eso. Pero ahora le tenía justo donde quería. Sonreí a la vez que liberaba mi ámbito de viento, provocando una gran corriente de aire circular a mi alrededor. Una corriente de cerca de 70Km/h que arrastraría a Thawne, a menos que utilizase su geppou, y con la herida de las piernas seguro que le resultaba bastante costoso. Mi intención era reducir su movilidad lo máximo posible. Además.
-Yo de ti no me descuidaba, agente.
La daga que había dejado caer ahora iba directa a clavarse en una de sus piernas, movida por mi técnica que podía controlar las armas a distancia. En caso de tener todavía algo de movilidad, con ese ataque que le perseguiría se le acabaría el correr, y le dejaría justamente donde le quería. Sentía que mis oídos se destaponaban, ya comenzaba a apreciar distintos sonidos, entre ellos el vendaval que yo mismo había provocado, aunque todavía tardaría un poco más en recuperar toda la audición.
De pronto aparecieron copias suyas a su alrededor, un total de cinco como él, aunque eso es lo que me decía mi vista, el haki me decía que tan solo era una especie de ilusiones o espejismos, ya que no desprendían ningún tipo de presencia. Estaba justo debajo de mi, de pronto mi haki me alertó de un ataque directo, con esas figuras sin presencia avanzaban, mientras que el original Thawne se quedaba en tierra. Entonces una onda de energía aparecía desde abajo. Con el Wind Path me desplacé rápidamente hacia atrás, evadiendo esa onda, entonces sentí que el verdadero enemigo venía por detrás de esa técnica.
-Un movimiento sorpresivo, me gusta -Pensé para mis adentros.- Este tipo es bueno. No debo despistarme.
Utilicé mi bushoushoku a la vez que soltaba una de las dagas gemelas para desenfundar la hoja del caos. La daga comenzó a caer y con el haki impregnando la hoja demoníaca bloqueé el ataque de Thawne, haciendo que su ataque chocase contra la parte plana del arma. Maldita, sea, si no fuera por ese irritante pitido de oídos podría haber hecho algo más que eso. Pero ahora le tenía justo donde quería. Sonreí a la vez que liberaba mi ámbito de viento, provocando una gran corriente de aire circular a mi alrededor. Una corriente de cerca de 70Km/h que arrastraría a Thawne, a menos que utilizase su geppou, y con la herida de las piernas seguro que le resultaba bastante costoso. Mi intención era reducir su movilidad lo máximo posible. Además.
-Yo de ti no me descuidaba, agente.
La daga que había dejado caer ahora iba directa a clavarse en una de sus piernas, movida por mi técnica que podía controlar las armas a distancia. En caso de tener todavía algo de movilidad, con ese ataque que le perseguiría se le acabaría el correr, y le dejaría justamente donde le quería. Sentía que mis oídos se destaponaban, ya comenzaba a apreciar distintos sonidos, entre ellos el vendaval que yo mismo había provocado, aunque todavía tardaría un poco más en recuperar toda la audición.
- Spoiler:
- Bushou & Kenbunshoku haki: Nivel superior.
Ámbito viento:Grado 1: Alrededor del usuario se genera una pequeña corriente de aire, esta simplemente mece un poco sus cabellos y da la sensación de que estén en suspensión. Es capaz de generar rachas de viento débiles (hasta 20km/h)
Grado 2: Capacidad para crear rachas de viento moderadas (desde 21 hasta 40km/h). El rango de las armas de filo se ve incrementado en 2 cm.
Grado 3: No solo el cuerpo, sino también las armas que estén impregnadas en el ámbito de viento se verán envueltas de este viento, el cual se intensifica ligeramente, siendo capaz de repeler pequeños proyectiles que no hayan sido lanzados con demasiada potencia.
Grado 4: Puede generar rachas de viento fuertes (entre 41 y 70km/h). Sus armas de filo adquieren 3 cm de dimensiones máximas. El viento que recubre a las armas se transforma en viento cortante.
Viento de Kamaitachi:El viento se vuelve más denso al concentrarse más en el control con la liberación, lo cual hace que dicho viento se vuelva más tangible. Esto se traduce en que el viento generado se vuelve cortante al tacto. Se produce algo parecido a pequeños filos por esa condensación en determinadas partes, generando dicho viento cortante.
Manuales: Puppetmaster y prisa (para la generación del fuerte viento y para controlar la daga caída.
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Akuma no mi
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Mis clones no consiguieron despistar nada a mi oponente, de lo que deduje que se trataba de un usuario muy avanzado de Haki de Observación, pues solo así podría haberse dado cuenta con esa facilidad de que no se trataba más que de ilusiones. Simplemente se desplazó hacia atrás de forma que mi primer ataque no le tocara, y después soltó una de sus dagas y desenvainó una espada, chocando con su parte plana contra mi dedo. La colisión fue dura, y supongo que para ambos, pues la onda de choque que mi Shigan especial creó no era precisamente débil.
De repente, una especie de corriente de aire bastante fuerte comenzó a girar en torno a mi adversario, inmovilizándome durante unos momentos. No obstante, pese a las dos heridas superficiales de mis piernas, fui capaz de sobreponerme al dolor y usar el Geppou para escapar de allí. En ese preciso instante, mi Mantra me avisó de que la daga que mi rival había soltado antes venía hacia mí, de forma que me lancé hacia el suelo. El puñal, no obstante, me perseguía, por lo que, en cuanto puse un pie en el suelo, ejecuté un veloz giro y la agarré en pleno vuelo, aprovechando su inercia descendente para dejarla clavada en el suelo. Esto me fue posible gracias a mis reflejos mejorados, y a la capacidad tanto para esquivar como para mover mi brazo a gran velocidad que el Kami-e Kempo me otorgaba.
Me reagrupé junto a mis clones y, sin perder de vista a mi rival, usé la capacidad curativa de mi Akuma para cerrar la herida de mi pierna derecha. Aunque había escapado rápido de aquel viento, había sufrido varios pequeños cortes por todo el cuerpo debido a él, y resultaban bastante molestos. Aquel tipo era muy peligroso, su nivel de control del Mantra y del aire le hacía alguien realmente difícil de sorprender, y más aún en las alturas. Por lo tanto, tendría que hacerle bajar al suelo si quería tener alguna posibilidad. En bastante desventaja estaba ya, pues mientras yo no había logrado tocarle, mi cuerpo tenía multitud de pequeñas heridas fruto de su mini tornado cortante que, aunque muy leves, no dejaban de ser molestas.
En ese momento, mis clones se juntaron aún más a mí, y todos hicimos el mismo movimiento con la pierna, de forma que una onda cortante (Rankyaku) emergió de cada uno. Solo una era real, pues las otras no eran más que imitaciones de mi técnica totalmente intangibles, pero cada una llevaba un ángulo ligeramente distinto, de modo que, casi al final de su trayectoria, se cruzaran entre sí, apuntando a distintas partes del cuerpo de mi rival. La idea era que, una vez las ondas habían sido disparadas todas parecían iguales y, si se cruzaban, resultaría mucho más difícil distinguir cuál era la verdadera. Ésta iría dirigida a la pierna derecha de mi rival, mientras que los falsos Rankyakus simularían atacar su pecho, sus dos brazos y su otra pierna.
De repente, una especie de corriente de aire bastante fuerte comenzó a girar en torno a mi adversario, inmovilizándome durante unos momentos. No obstante, pese a las dos heridas superficiales de mis piernas, fui capaz de sobreponerme al dolor y usar el Geppou para escapar de allí. En ese preciso instante, mi Mantra me avisó de que la daga que mi rival había soltado antes venía hacia mí, de forma que me lancé hacia el suelo. El puñal, no obstante, me perseguía, por lo que, en cuanto puse un pie en el suelo, ejecuté un veloz giro y la agarré en pleno vuelo, aprovechando su inercia descendente para dejarla clavada en el suelo. Esto me fue posible gracias a mis reflejos mejorados, y a la capacidad tanto para esquivar como para mover mi brazo a gran velocidad que el Kami-e Kempo me otorgaba.
Me reagrupé junto a mis clones y, sin perder de vista a mi rival, usé la capacidad curativa de mi Akuma para cerrar la herida de mi pierna derecha. Aunque había escapado rápido de aquel viento, había sufrido varios pequeños cortes por todo el cuerpo debido a él, y resultaban bastante molestos. Aquel tipo era muy peligroso, su nivel de control del Mantra y del aire le hacía alguien realmente difícil de sorprender, y más aún en las alturas. Por lo tanto, tendría que hacerle bajar al suelo si quería tener alguna posibilidad. En bastante desventaja estaba ya, pues mientras yo no había logrado tocarle, mi cuerpo tenía multitud de pequeñas heridas fruto de su mini tornado cortante que, aunque muy leves, no dejaban de ser molestas.
En ese momento, mis clones se juntaron aún más a mí, y todos hicimos el mismo movimiento con la pierna, de forma que una onda cortante (Rankyaku) emergió de cada uno. Solo una era real, pues las otras no eran más que imitaciones de mi técnica totalmente intangibles, pero cada una llevaba un ángulo ligeramente distinto, de modo que, casi al final de su trayectoria, se cruzaran entre sí, apuntando a distintas partes del cuerpo de mi rival. La idea era que, una vez las ondas habían sido disparadas todas parecían iguales y, si se cruzaban, resultaría mucho más difícil distinguir cuál era la verdadera. Ésta iría dirigida a la pierna derecha de mi rival, mientras que los falsos Rankyakus simularían atacar su pecho, sus dos brazos y su otra pierna.
- Cosas:
- - Voluntad Inquebrantable: La tremenda fuerza de voluntad de Thawne le permite seguir combatiendo durante mucho tiempo más de lo normal a pesar del dolor o el cansancio (las heridas que reciba seguirán siendo igual de graves, solo que aguantará mucho mejor el dolor). Gracias a esto aguanto mucho mejor el dolor de mis heridas y puedo escapar más rápidamente de su viento cortante, saliendo menos herido.
- Para esquivar y coger en el aire la daga tengo el Haki Observación Entrenado, los Reflejos a nivel 4 por clase y multiplicados x4 por forma completa, y el Kami-e Kempo para mover mi brazo a una velocidad que me permita agarrar el arma por el mango.
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Mi rival pareció perder repentinamente la concentración, y mi Rankyaku logró impactar sobre su pierna derecha, haciendo que cayera al suelo. Mi alegría al golpear al fin a mi escurridizo adversario fue notoria, además ahora estábamos ambos nuevamente a ras de suelo. Mantuve mis felinos ojos y mi Haki de Observación totalmente centrados en él, dispuesto a ver venir cualquier posible ataque que me lanzara pero, tras un par de minutos esperando, mi oponente no había iniciado la más mínima maniobra ofensiva.
No sabía qué era lo que le pasaba, si de repente había perdido las ganas de luchar, o si simplemente se había quedado sin energías. O tal vez estaba esperando a que yo me moviese primero. No obstante, todavía seguíamos en un combate, y los más Altos Cargos del Gobierno Mundial estaban pendientes de nosotros, así que no podía parar sin más, ni quedarme más tiempo esperando. Dado que mi adversario no parecía tener intención de moverse, decidí simplemente intentar que no pudiera mantenerse en pie, pero sin herirle de gravedad, ya que no dejaba de ser un compañero, y no se trataba de causar daños irreversibles a nadie.
Para ello, comencé a avanzar hacia él en zigzag usando el Soru. Cuando me planté frente a él amagué un Shigan y, a mitad de movimiento, me desplacé de nuevo mediante la técnica de velocidad de los agentes del Gobierno hasta colocarme en su espalda. Una vez allí lancé un Shigan, que esta vez sería un verdadero ataque, dirigido a la parte posterior de la rodilla izquierda de mi oponente. Al haberle dado ya antes en la derecha, esperaba que, si le hería ambas piernas, ya no pudiese continuar con el combate. Además a través de mi garra le inocularía veneno, dejándole mareado e inestable durante un tiempo.
No sabía qué era lo que le pasaba, si de repente había perdido las ganas de luchar, o si simplemente se había quedado sin energías. O tal vez estaba esperando a que yo me moviese primero. No obstante, todavía seguíamos en un combate, y los más Altos Cargos del Gobierno Mundial estaban pendientes de nosotros, así que no podía parar sin más, ni quedarme más tiempo esperando. Dado que mi adversario no parecía tener intención de moverse, decidí simplemente intentar que no pudiera mantenerse en pie, pero sin herirle de gravedad, ya que no dejaba de ser un compañero, y no se trataba de causar daños irreversibles a nadie.
Para ello, comencé a avanzar hacia él en zigzag usando el Soru. Cuando me planté frente a él amagué un Shigan y, a mitad de movimiento, me desplacé de nuevo mediante la técnica de velocidad de los agentes del Gobierno hasta colocarme en su espalda. Una vez allí lancé un Shigan, que esta vez sería un verdadero ataque, dirigido a la parte posterior de la rodilla izquierda de mi oponente. Al haberle dado ya antes en la derecha, esperaba que, si le hería ambas piernas, ya no pudiese continuar con el combate. Además a través de mi garra le inocularía veneno, dejándole mareado e inestable durante un tiempo.
- Aclaración:
- - He hablado con Noc y me ha dicho que no iba a poder postear y que le saltara el turno. He interpretado que su personaje se distraía y por eso recibía mi ataque anterior, y dejo a interpretación del moderador lo que ocurra con mi próximo ataque.
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