- Área de 20 metros de radio.
- Zona del desierto. No tenéis donde ocultaros, en caso de que hubieseis pretendido hacerlo. La temperatura es alta y el aire seco. El suelo está cubierto de arena y han dispuesto ventiladores de gran potencia que podrían activarse causando una tormenta de arena.
- Empieza Taiga.
- Zona del desierto. No tenéis donde ocultaros, en caso de que hubieseis pretendido hacerlo. La temperatura es alta y el aire seco. El suelo está cubierto de arena y han dispuesto ventiladores de gran potencia que podrían activarse causando una tormenta de arena.
- Empieza Taiga.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Tras la primera batalla contra la rubia, el lobo se había ocupado de curar sus heridas y dejarla como nueva para la siguiente batalla. Esperaba que la joven tuviese suerte y pudiese lograr su objetivo. Por su parte, había descubierto el maravilloso mundo de las bebidas gaseosas con limón y hielo. Se había tomado un vaso que le había sentado genial. Siempre había sido de agua, pero podía permitirse tomar un trago de otra cosa de vez en cuando. Era una persona bastante sana al fin y al cabo. Durante las siguientes horas que tuvieron libres también descansó en una cómoda habitación. Se comió un par de frutas y bebió bastante agua. También fue al baño para evitar ese tipo de problemas y de paso se dio una ducha rápida. Todo estaba saliendo muy bien en aquel pequeño torneo que se había formado y por su parte se lo estaba pasando bastante bien.
Tras estar de nuevo frente a aquella pantalla no pudo evitar fijarse en su nombre como era normal. Tenía un punto más, por lo que ya eran tres. Le alegró que Yumiko también tuviese los mismos que él. Hachiro también lo había conseguido y su colega el rapado también estaba en la lista, pero con dos. Bastante interesante se estaba poniendo la cosa. Kimura también parecía estar apuntado, pues no se fijó bien en su nombre en la ronda anterior. Entrecerró los ojos y tras ver que le tocaba con una persona llamada Jack, empezó a caminar directamente hacia su zona de combate. Esperaba que también fuese una persona poderosa, pues de esa forma podría divertirse bastante. Fue una pena no poder ver a sus chicos antes del siguiente combate, pero no quería tampoco presionarlos o ponerlos nerviosos, por lo que pudo deducir que la cosa salió bien al fin y al cabo.
- Este sitio es asombroso. – Mencionó mirando aquel desierto que tenía frente a sus ojos.
No le gustaba que el área de movimiento fuese tan pequeña, pues la ventaja que tenía por su fruta se iba al traste. Soltó un suspiro rascándose la cabeza y se ajustó bien su chaqueta negra de hombreras plateadas, la cual llevaba abierta dejando ver su zona abdominal. Por el momento parecía haber sido el primero en llegar. Lo que le estaba empezando a fastidiar es que el escenario siempre le jugaba malas pasadas. Primero había luchado en una piscina enorme siendo un usuario, ahora en un sitio que era igual de pequeño que el otro y en su forma completa apenas tendría espacio. Se colocó en uno de los extremos y miró un poco a su alrededor. El aire era seco y la ambientación del desierto estaba muy bien lograda. Se preguntaba cómo habrían hecho algo así, pero no era el momento de pensar en esas cosas. Taiga tosió un poco y miró a la entrada esperando a que su oponente entrase de una vez. Jack era su nombre y lo único que sabía de él.
Pensó en algunos de los participantes, como Bleyd… Esa persona era un poco especial. No era mala gente, más bien el típico tipo con problemas de madurez que parecía más un niño que un adulto. Luego estaban sus camaradas, el hermano de Ushio, el enmascarado que le ayudó durante la misión de los okamas y poco más recordaba. Por el momento debía centrarse en su pelea, por lo que miró de nuevo al frente y se cruzó de brazos esperando. Algo le decía que le tocaría con un tipo de gran tamaño, hermosos cabellos rojizos y ojos claros como un mañana.
- Estoy deseando conocerte, Jack-chan. – Susurró para sí.
Tras estar de nuevo frente a aquella pantalla no pudo evitar fijarse en su nombre como era normal. Tenía un punto más, por lo que ya eran tres. Le alegró que Yumiko también tuviese los mismos que él. Hachiro también lo había conseguido y su colega el rapado también estaba en la lista, pero con dos. Bastante interesante se estaba poniendo la cosa. Kimura también parecía estar apuntado, pues no se fijó bien en su nombre en la ronda anterior. Entrecerró los ojos y tras ver que le tocaba con una persona llamada Jack, empezó a caminar directamente hacia su zona de combate. Esperaba que también fuese una persona poderosa, pues de esa forma podría divertirse bastante. Fue una pena no poder ver a sus chicos antes del siguiente combate, pero no quería tampoco presionarlos o ponerlos nerviosos, por lo que pudo deducir que la cosa salió bien al fin y al cabo.
- Este sitio es asombroso. – Mencionó mirando aquel desierto que tenía frente a sus ojos.
No le gustaba que el área de movimiento fuese tan pequeña, pues la ventaja que tenía por su fruta se iba al traste. Soltó un suspiro rascándose la cabeza y se ajustó bien su chaqueta negra de hombreras plateadas, la cual llevaba abierta dejando ver su zona abdominal. Por el momento parecía haber sido el primero en llegar. Lo que le estaba empezando a fastidiar es que el escenario siempre le jugaba malas pasadas. Primero había luchado en una piscina enorme siendo un usuario, ahora en un sitio que era igual de pequeño que el otro y en su forma completa apenas tendría espacio. Se colocó en uno de los extremos y miró un poco a su alrededor. El aire era seco y la ambientación del desierto estaba muy bien lograda. Se preguntaba cómo habrían hecho algo así, pero no era el momento de pensar en esas cosas. Taiga tosió un poco y miró a la entrada esperando a que su oponente entrase de una vez. Jack era su nombre y lo único que sabía de él.
Pensó en algunos de los participantes, como Bleyd… Esa persona era un poco especial. No era mala gente, más bien el típico tipo con problemas de madurez que parecía más un niño que un adulto. Luego estaban sus camaradas, el hermano de Ushio, el enmascarado que le ayudó durante la misión de los okamas y poco más recordaba. Por el momento debía centrarse en su pelea, por lo que miró de nuevo al frente y se cruzó de brazos esperando. Algo le decía que le tocaría con un tipo de gran tamaño, hermosos cabellos rojizos y ojos claros como un mañana.
- Estoy deseando conocerte, Jack-chan. – Susurró para sí.
Todo el edificio se ve sacudido de repente, siendo la sacudida mayor en un lado que en otro. Y con ese movimiento, el lugar en el que os encontráis sufre alteraciones. Lenguas de arena se elevan y caen sobre vosotros.
Off rol: Eric ha trastocado un poco los sistemas que hacían surgir los distintos campos, así que estos van a alterarse de vez en cuando a partir de ahora. Divertíos.
Off rol: Eric ha trastocado un poco los sistemas que hacían surgir los distintos campos, así que estos van a alterarse de vez en cuando a partir de ahora. Divertíos.
Sasaki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El combate había terminado antes de poder hacer nada más a mi oponente, con el sonido de una campana nos detuvieron el combate por lo que deshice todo el azúcar que había producido, tanto las dagas como los monigotes y tiburones. Sin decirle nada al Teninte me marché del lugar, “supongo que eso ha quedado como un empate” dije cuando pude ver las pantallas de antes con los puntos y el siguiente enfrentamiento. Mantenía la puntuación anterior y ahora me tocaba contra un tal Taiga. Debía de ponerme un poco más serio o quizás todo terminase en aquellas pruebas para mí.
Me recoloqué la bolsa que llevaba en la cabeza con el nombre de Sugar Boy y esperé a que me llamasen para el siguiente combate. Esperaba que fuese en un lugar similar al anterior no me había ido mal para no haber hecho nada. Y en caso de que ese tal Taiga fuese usuario tendría una buena ventaja sobre él. Tras un tiempo, me llamaron y me guiaron hasta la nueva zona. Cuando entré pude ver en el otro extremo a mi oponente. Esperando por mí en medio de un desierto. “Bueno, parecido es, a su modo, pero es parecido” dije mirando a un lado como si caminase alguien conmigo.
Pero todo comenzó a sacudirse de pronto, y el desierto comenzó a producir “olas” de arena, una de ellas cayó sobre mí, enterrándome bajo la arena. Aquello me facilitó un plan, había recurrido a él muchas veces ya, pero era un clásico y no podía desperdiciar aquella oportunidad. Comencé a generar una gran cantidad de azúcar de color lo más parecido a la arena mezclándola con esta.
-Discúlpame, señor Taiga. – le dije a mi oponente saliendo de la arena – eso no estaba en mis planes, le pido que lo comprenda. Bien, creo que podemos empezar con lo nuestro. – terminé de decirle mientras desenfundaba mi espada oxidada y la pistola.
Me recoloqué la bolsa que llevaba en la cabeza con el nombre de Sugar Boy y esperé a que me llamasen para el siguiente combate. Esperaba que fuese en un lugar similar al anterior no me había ido mal para no haber hecho nada. Y en caso de que ese tal Taiga fuese usuario tendría una buena ventaja sobre él. Tras un tiempo, me llamaron y me guiaron hasta la nueva zona. Cuando entré pude ver en el otro extremo a mi oponente. Esperando por mí en medio de un desierto. “Bueno, parecido es, a su modo, pero es parecido” dije mirando a un lado como si caminase alguien conmigo.
Pero todo comenzó a sacudirse de pronto, y el desierto comenzó a producir “olas” de arena, una de ellas cayó sobre mí, enterrándome bajo la arena. Aquello me facilitó un plan, había recurrido a él muchas veces ya, pero era un clásico y no podía desperdiciar aquella oportunidad. Comencé a generar una gran cantidad de azúcar de color lo más parecido a la arena mezclándola con esta.
-Discúlpame, señor Taiga. – le dije a mi oponente saliendo de la arena – eso no estaba en mis planes, le pido que lo comprenda. Bien, creo que podemos empezar con lo nuestro. – terminé de decirle mientras desenfundaba mi espada oxidada y la pistola.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Los ojos del lobo se clavaron en la persona que entró en la enorme sala. Taiga se metió ambas manos en los bolsillos y lo observó tranquilamente sin decir o hacer nada. No iba a hablarle desde el quinto pino o a ponerse a gritar. Avanzó despacio dándose cuenta de que no era un ser gigante o un travesti. Parecía una persona normal y sí, Taiga veía normal a cualquiera, salvo que fueran cosas exageradas que no los hiciera humanos. Justo cuando iba a alzar la voz notó todo ponerse a temblar. El lobo entonces dio un paso hacia atrás y pensó que su oponente había empezado atacando. Unas lenguas de arena lo hicieron caer al suelo de culo y se cubrió los ojos con los brazos. Al cabo de unos segundos se sacudió y se puso en pie mientras se rascaba la nuca algo pensativo por lo sucedido.
- No pasa nada, amigo. – Dijo sonriendo y quitándole importancia. – Muy bien, en ese caso comenzaré enseguida, Jack-san. – Terminó diciéndole y haciendo una leve reverencia de respeto.
No entendía si Jack quiso decir que atacó sin querer o que no tuvo nada que ver, pero como fuese el puto usuario de la fruta de arena esa que tanto decían… Estaba ya acabado. No había que pensar que la marina sería tan cabrona para poner un desierto a alguien así. Negó entonces unos segundos y se preparó. De todas formas iría con cuidado, pues tal vez sí que lo era. Analizó sus ropas, su cara, sus armas y preparó un plan en su mente. Una espada y una pistola, otra cosa en la que estaba en desventaja. Maldijo el día en que se centró en puños y olvidó su bastón. Tras soltar un leve suspiro sonrió de forma amplia y miró de nuevo a su oponente.
- ¿Cómo te fue la ronda anterior, compañero? – Le preguntó amistosamente, pues el rubio era del tipo de personas que luchaba hablando y manteniendo el buen rollo ante todas las cosas.
Centró su haki de observación en él y además de eso activó el armadura. Todo el cuerpo del rubio pasó a ser de un color morado azabache. Usando el soru trató de colocarse a su lado derecho, a unos cuatro metros de distancia más o menos. Una vez allí lanzaría una rápida patada al aire y formaría una onda cortante de color verde que iría hacia él (Rankyaku). Dicho ataque iba de forma diagonal y buscaba el costado derecho, pues no iba a atacar a muerte a una persona inocente. Inocente se refería al término de que no era un criminal y había mostrado educación y respeto. Diese o no su ataque, el cual estaba imbuido en su haki perfecto, el lobo continuó moviéndose con el soru hasta alejarse y quedar a unos diez metros de él. Cuando lo anuló trotó un poco por la zona y se mantuvo atento ¿Motivo? La pistola podía ser un problema serio e incluso podrían matarle sin querer. Mantuvo su mantra de todas formas en él y su olfato listo para detectar posibles cosas raras. Las flechas de Yumi por ejemplo olían a pólvora y eso le ayudó a saber que explotarían.
- ¡Tu turno, compañero! – Gritó amablemente e ilusionado.
- No pasa nada, amigo. – Dijo sonriendo y quitándole importancia. – Muy bien, en ese caso comenzaré enseguida, Jack-san. – Terminó diciéndole y haciendo una leve reverencia de respeto.
No entendía si Jack quiso decir que atacó sin querer o que no tuvo nada que ver, pero como fuese el puto usuario de la fruta de arena esa que tanto decían… Estaba ya acabado. No había que pensar que la marina sería tan cabrona para poner un desierto a alguien así. Negó entonces unos segundos y se preparó. De todas formas iría con cuidado, pues tal vez sí que lo era. Analizó sus ropas, su cara, sus armas y preparó un plan en su mente. Una espada y una pistola, otra cosa en la que estaba en desventaja. Maldijo el día en que se centró en puños y olvidó su bastón. Tras soltar un leve suspiro sonrió de forma amplia y miró de nuevo a su oponente.
- ¿Cómo te fue la ronda anterior, compañero? – Le preguntó amistosamente, pues el rubio era del tipo de personas que luchaba hablando y manteniendo el buen rollo ante todas las cosas.
Centró su haki de observación en él y además de eso activó el armadura. Todo el cuerpo del rubio pasó a ser de un color morado azabache. Usando el soru trató de colocarse a su lado derecho, a unos cuatro metros de distancia más o menos. Una vez allí lanzaría una rápida patada al aire y formaría una onda cortante de color verde que iría hacia él (Rankyaku). Dicho ataque iba de forma diagonal y buscaba el costado derecho, pues no iba a atacar a muerte a una persona inocente. Inocente se refería al término de que no era un criminal y había mostrado educación y respeto. Diese o no su ataque, el cual estaba imbuido en su haki perfecto, el lobo continuó moviéndose con el soru hasta alejarse y quedar a unos diez metros de él. Cuando lo anuló trotó un poco por la zona y se mantuvo atento ¿Motivo? La pistola podía ser un problema serio e incluso podrían matarle sin querer. Mantuvo su mantra de todas formas en él y su olfato listo para detectar posibles cosas raras. Las flechas de Yumi por ejemplo olían a pólvora y eso le ayudó a saber que explotarían.
- ¡Tu turno, compañero! – Gritó amablemente e ilusionado.
- Datos:
- El ataque es un simple Rankyaku imbuido en haki perfecto.
1/20 asaltos.
Haki Mantra superior activado.
Sasaki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Mi contrincante fue bastante formal dado que le quitó importancia a lo que me había sucedido e hizo una reverencia diciendo que empezaría él con el combate. “Mirad chicas, aquí tenéis un hombre de bien que parece un buen partido. No, en serio, ligároslo que es un buen partido” dije hacia un lado cubriéndome la boca de forma que mi contrincante no lo escuchase, aunque lo había dicho en un tono normal y quizás me hubiese escuchado. Volví a prestarle atención y me preparé.
El joven, nuevamente me sorprendió, antes de hacer nada, simplemente quedándose quieto y mirándome me preguntó por mi ronda anterior, “Dios mío, chicas, u os lo ligáis vosotras, o me lo acabo ligando yo.” Volví a decir de la misma forma que antes de responderle.
-Bueno, entre tiburones, había agua y mi oponente, bueno, apenas me hizo entretenerme. – le respondí tranquilamente en un tono un poco triste claramente fingido. – Pero no hablemos sobre mí, ¿qué hay de ti?.
De pronto el joven se volvió de un color morado azabache “mmm, haki de armadura, bastante bueno diría yo para poder cubrir todo el cuerpo.” Pensé analizando al joven. De pronto mi vista lo perdió durante un momento, activé el mantra para detectar a mi enemigo y lo noté a escasos metros a mi lado derecho ¿Cómo lo había hecho?, desde ahí lanzó una patada al aire de la que surgió una onda que avanzó hacia mí. Al verla hice lo que todo el mundo hubiese hecho, girarme y correr alejándome de la onda, al haber tanta arena mi ritmo era más lento y la onda se acercaba rápido y justo cuando me iba a golpear salté hacia un lado. Mi cuerpo se había salvado por completo, sin embargo, mi capa había sufrido un pequeño corte y ahora era unos centímetros más corta. Tras eso mi oponente me pasó el turno de ataque.
-¿Mi turno? Casi me matas, creo que has eliminado el que haya turnos o no. Sin embargo, agradezco que me lo cedas, bien, ahora por favor quédate quieto un segundo en lo que apunto que nunca he disparado con esto. – le dije levantando la pistola y apuntándola hacia su posición.
En ese movimiento todo el azúcar que había liberado, pues había estado haciéndolo de continuo la moví haciendo un torbellino de arena a escasos metros del chico, además, hice que el azúcar pasase a su forma de caramelo líquida, por lo que si llegaba a pisarlo era posible que se quedase pegado. El torbellino, desde lejos parecía mimetizarse con la arena, lo que me ayudaba con aquella treta.
-¡¿Pero qué has hecho?!, ¡¿ya has roto el escenario?! – le grité notando como estaba siendo arrastrado por el torbellino que iba atrayendo hacia sí más arena – ¿o acaso controlas la arena con algún tipo de poder?. – esperaba que mi oponente quedase confundido, pues con esas palabras me eximía de ser el culpable de aquello, y de no ser él tampoco, debían de estar cambiando el terreno. Por otra parte, si era él el culpable, no se mostraría sorprendido y eso me daría una gran pista de su ventaja en el terreno.
El joven, nuevamente me sorprendió, antes de hacer nada, simplemente quedándose quieto y mirándome me preguntó por mi ronda anterior, “Dios mío, chicas, u os lo ligáis vosotras, o me lo acabo ligando yo.” Volví a decir de la misma forma que antes de responderle.
-Bueno, entre tiburones, había agua y mi oponente, bueno, apenas me hizo entretenerme. – le respondí tranquilamente en un tono un poco triste claramente fingido. – Pero no hablemos sobre mí, ¿qué hay de ti?.
De pronto el joven se volvió de un color morado azabache “mmm, haki de armadura, bastante bueno diría yo para poder cubrir todo el cuerpo.” Pensé analizando al joven. De pronto mi vista lo perdió durante un momento, activé el mantra para detectar a mi enemigo y lo noté a escasos metros a mi lado derecho ¿Cómo lo había hecho?, desde ahí lanzó una patada al aire de la que surgió una onda que avanzó hacia mí. Al verla hice lo que todo el mundo hubiese hecho, girarme y correr alejándome de la onda, al haber tanta arena mi ritmo era más lento y la onda se acercaba rápido y justo cuando me iba a golpear salté hacia un lado. Mi cuerpo se había salvado por completo, sin embargo, mi capa había sufrido un pequeño corte y ahora era unos centímetros más corta. Tras eso mi oponente me pasó el turno de ataque.
-¿Mi turno? Casi me matas, creo que has eliminado el que haya turnos o no. Sin embargo, agradezco que me lo cedas, bien, ahora por favor quédate quieto un segundo en lo que apunto que nunca he disparado con esto. – le dije levantando la pistola y apuntándola hacia su posición.
En ese movimiento todo el azúcar que había liberado, pues había estado haciéndolo de continuo la moví haciendo un torbellino de arena a escasos metros del chico, además, hice que el azúcar pasase a su forma de caramelo líquida, por lo que si llegaba a pisarlo era posible que se quedase pegado. El torbellino, desde lejos parecía mimetizarse con la arena, lo que me ayudaba con aquella treta.
-¡¿Pero qué has hecho?!, ¡¿ya has roto el escenario?! – le grité notando como estaba siendo arrastrado por el torbellino que iba atrayendo hacia sí más arena – ¿o acaso controlas la arena con algún tipo de poder?. – esperaba que mi oponente quedase confundido, pues con esas palabras me eximía de ser el culpable de aquello, y de no ser él tampoco, debían de estar cambiando el terreno. Por otra parte, si era él el culpable, no se mostraría sorprendido y eso me daría una gran pista de su ventaja en el terreno.
- datos:
- -Haki de observación superior.
-Hacer un torbellino de caramelo mezclado con la arena para que parezca que es la arena.
Notáis más temblores, los cuales hacen que la arena vuelva a saltar por los aires, generando polvo... Tal vez se os meta algo en los ojos si no tenéis cuidado.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
- Deberías haber visto a la rubia de mi ronda anterior, eso sí que fue un intento de asesinato. Me lanzó unas doscientas flechas a la boca, tío. – Se quejó rascándose la nuca mientras miraba el trozo de capa caída.
Aquel hombre le caía bien y quería mostrarlo, pero lo malo era estar en mitad de un combate. Taiga introdujo ambas manos en los bolsillos y esperó paciente el ataque de aquella persona que tenía frente a sus ojos. Justo pudo ver que alzaba la pistola y por ello el rubio estiró su mano hacia al frente acumulando energía. Si predecía con el haki que iba a disparar usaría su escudo especial, pero no fue necesario. Algo empezó a empujar al lobo hacia atrás y este no tardó en agacharse y girar la vista unos leves segundos. ¿Qué coño era aquello? Parecía una maldita boca tragándose la arena… Un puto torbellino, aunque olía bastante dulce a decir verdad. El olfato desarrollado por la fruta del Fenrir era una ventaja para el luchador. Escuchó las palabras de aquel tipo y quedó un poco confuso.
- Eso mismo pensaba yo de ti, colega…
Taiga trató de echar a correr, pero en ese momento su pie derecho no le reaccionó. Estaba pegado al suelo y lo primero que pensó fue en un poder de imantación o algo así. Debía de hacer algo rápido o sería tragado. Presionó con fuerza el suelo usando ese pie y entonces sonrió. Los dientes del rubio se alargaron, le salieron orejas lupinas y una cola peluda nació de la parte baja de su espalda. Su cuerpo se llenó de pelo y sus ojos cambiaron a un color dorado. Sus uñas pasaron a ser garras y su musculatura aumentó de una forma bastante eficiente. Justo entonces empezaron a suceder más temblores y algunas cantidades de arena saltaron por los aires. En ese momento, Taiga saltó con toda su fuerza hacia arriba, convertido en un enorme hombre lobo de seis metros y usando su técnica especial. Canalizó su energía en los pies y salió despedido hacia unos diez metros debido a su ámbito especial Reizu.
El enorme lobo se dio cuenta de que había perdido el calzado derecho debido al violento tirón. Debido a su fuerza y a su técnica se libró de ser absorbido. Se quedó volando en el aire debido a su habilidad especial y miró desde las alturas a su rival. Estaba seguro de que tenía algún poder especial y si no era la fruta de la arena, sería alguno de controlar el entorno. Entrecerró los ojos soltando un pequeño suspiro y se preparó para su ataque. Tenía que ser rápido y no acercarse mucho, pues no se fiaba de un tío armado con una pistola. Era muy buena gente, o eso pensaba después de conversar con él. Esperaba no equivocarse, pero ahora no tenía mucho tiempo para pensar en aquello. El lobo morado debido al haki, alzó su voz y le habló a su oponente con un tono bastante grave.
- Si no eres tú y yo tampoco, o uno miente, o tenemos visita. No noto nada con mi haki, de modo que algo me dice que ocultas algo, mi buen amigo. – Mencionó entonces saliendo disparado hacia él por los aires.
A unos cinco metros de altura más o menos y a unos seis de distancia de Jack, Taiga rugió con toda su fuerza, usando su técnica especial Rompe-Mundos . Una vez hecho aquello trataría de sobrevolarle y una vez sobre él lanzaría un enorme puñetazo hacia abajo, pero no para darle a él. Golpeó el aire con semejante fuerza que formó una poderosa onda de choque imbuida en su haki, con la cual planeaba estamparlo contra la arena aprovechando su rugido anterior. Le diese o no, el lobo volaría de nuevo hasta una altura de diez metros más o menos y le miraría con el haki de observación activado en todo momento.
- ¿Eres un marine? ¿Tal vez un cazador? – Preguntó desde las alturas alejado del puto torbellino y usando su energía en los pies para ser impulsado en dirección contraria.
Aquel hombre le caía bien y quería mostrarlo, pero lo malo era estar en mitad de un combate. Taiga introdujo ambas manos en los bolsillos y esperó paciente el ataque de aquella persona que tenía frente a sus ojos. Justo pudo ver que alzaba la pistola y por ello el rubio estiró su mano hacia al frente acumulando energía. Si predecía con el haki que iba a disparar usaría su escudo especial, pero no fue necesario. Algo empezó a empujar al lobo hacia atrás y este no tardó en agacharse y girar la vista unos leves segundos. ¿Qué coño era aquello? Parecía una maldita boca tragándose la arena… Un puto torbellino, aunque olía bastante dulce a decir verdad. El olfato desarrollado por la fruta del Fenrir era una ventaja para el luchador. Escuchó las palabras de aquel tipo y quedó un poco confuso.
- Eso mismo pensaba yo de ti, colega…
Taiga trató de echar a correr, pero en ese momento su pie derecho no le reaccionó. Estaba pegado al suelo y lo primero que pensó fue en un poder de imantación o algo así. Debía de hacer algo rápido o sería tragado. Presionó con fuerza el suelo usando ese pie y entonces sonrió. Los dientes del rubio se alargaron, le salieron orejas lupinas y una cola peluda nació de la parte baja de su espalda. Su cuerpo se llenó de pelo y sus ojos cambiaron a un color dorado. Sus uñas pasaron a ser garras y su musculatura aumentó de una forma bastante eficiente. Justo entonces empezaron a suceder más temblores y algunas cantidades de arena saltaron por los aires. En ese momento, Taiga saltó con toda su fuerza hacia arriba, convertido en un enorme hombre lobo de seis metros y usando su técnica especial. Canalizó su energía en los pies y salió despedido hacia unos diez metros debido a su ámbito especial Reizu.
El enorme lobo se dio cuenta de que había perdido el calzado derecho debido al violento tirón. Debido a su fuerza y a su técnica se libró de ser absorbido. Se quedó volando en el aire debido a su habilidad especial y miró desde las alturas a su rival. Estaba seguro de que tenía algún poder especial y si no era la fruta de la arena, sería alguno de controlar el entorno. Entrecerró los ojos soltando un pequeño suspiro y se preparó para su ataque. Tenía que ser rápido y no acercarse mucho, pues no se fiaba de un tío armado con una pistola. Era muy buena gente, o eso pensaba después de conversar con él. Esperaba no equivocarse, pero ahora no tenía mucho tiempo para pensar en aquello. El lobo morado debido al haki, alzó su voz y le habló a su oponente con un tono bastante grave.
- Si no eres tú y yo tampoco, o uno miente, o tenemos visita. No noto nada con mi haki, de modo que algo me dice que ocultas algo, mi buen amigo. – Mencionó entonces saliendo disparado hacia él por los aires.
A unos cinco metros de altura más o menos y a unos seis de distancia de Jack, Taiga rugió con toda su fuerza, usando su técnica especial Rompe-Mundos . Una vez hecho aquello trataría de sobrevolarle y una vez sobre él lanzaría un enorme puñetazo hacia abajo, pero no para darle a él. Golpeó el aire con semejante fuerza que formó una poderosa onda de choque imbuida en su haki, con la cual planeaba estamparlo contra la arena aprovechando su rugido anterior. Le diese o no, el lobo volaría de nuevo hasta una altura de diez metros más o menos y le miraría con el haki de observación activado en todo momento.
- ¿Eres un marine? ¿Tal vez un cazador? – Preguntó desde las alturas alejado del puto torbellino y usando su energía en los pies para ser impulsado en dirección contraria.
- Datos:
- - Forma híbrida
- Haki Armadura Perfecto 2/20
- Haki observación superior.
Usado para escapar por los aires: Reizu [Ámbito Vuelo]: Taiga a efectos pasivos hace que una ligera brisa recorra sus pelos y ropas moviéndolos despacio. A efectos “ofensivos” usa su energía para elevarse y poder desplazarse por el aire. Dicho proceso es realizado usando dicha energía en sus pies a modo de impulso para luego mantenerla o activarla para “volar”. Puede mantener esta habilidad tres post y luego deberá descansar otros dos. Por el aire se mueve a cincuenta kilómetros por hora. + La fuerza de la forma híbrida (6 metros de alto)
Usado para “aturdir”: Rompe-Mundos: Taiga es capaz de en su forma completa lanzar un rugido con tanta fuerza que haría reventar cristales a veinte metros a la redonda. También dañaría los oídos de la gente cercana y sobre todo los de usuarios con sentidos muy desarrollados. En forma híbrida el radio y el poder del rugido se reducen a la mitad y en humana a un cuarto
Usado para atacar: Nivel 90: Propaga Sus ondas con tanta potencia que recibir una de lleno resultaría similar a ser atropellado. [Imbuida en haki]
Pus pasivos: Fuerza X7 // Resistencia X6
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.