Hibiki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Datos Esenciales:
Experiencia: 0
Nivel: 1
Nombre: Hibiki
Apellido: Lo desconoce.
Apodo: Durante la temporada que estuvo en el orfanato lo llamaban "Siete". Simplemente porque fue el chico número siete que llegó ese año.
Alineamiento: Caótico Neutral.
Raza: Humano
Sexo: Varón
Edad: 17
Facción: Cazador
Rango/Empleo: Aspirante
Rango social: Bajo
Banda, Flota o Brigada:
Clase: (+5 por raza)
-Clave:Resistencia 0
-Principales: Fuerza 0 - Reflejos 0
-Secundarias: Velocidad 0 - Agilidad 0
-Maestría en Ámbitos.
- Duro de roer:
- Nivel 1: Obtiene el nivel 0 de sus 5 características.
Nivel 10: Mejora su Característica Clave y una Principal.
Nivel 15: Mejora una Característica Principal y una Secundaria.
Nivel 20: Mejora su Característica Clave y una Principal.
Nivel 30: Mejora su Característica Clave, ambas Principales y ambas Secundarias.
Nivel 40: Mejora su Característica Clave y una Principal.
Nivel 45: Mejora una Característica Principal y una Secundaria.
Nivel 50: Mejora su Característica Clave y una Principal.
Nivel 60: Mejora su Característica Clave, ambas Principales y ambas Secundarias.
Nivel 70: Mejora su Característica Clave y una Principal.
Nivel 75: Mejora una Característica Principal y una Secundaria.
Nivel 80: Mejora su Característica Clave y una Principal.
Nivel 90: Mejora su Característica Clave, ambas Principales y ambas Secundarias.
Nivel 100: Mejora su Característica Clave y una Principal.
Nivel 105: Mejora una Característica Principal y una Secundaria.
Nivel 110: Mejora su Característica Clave y una Principal.
Nivel 120: Mejora su Característica Clave, ambas Principales y ambas Secundarias.
Nivel 130: Mejora su Característica Clave y una Principal.
Nivel 135: Mejora una Característica Principal y una Secundaria.
Nivel 140: Mejora su Característica Clave y una Principal.
Nivel 150: Mejora su Característica Clave, ambas Principales y ambas Secundarias.
Oficios: Médico - Navegante - Cocinero
Akuma no mi:
Mar e Isla de Origen: Isla de Dawn
Sueños: Llegar a ser reconocido como uno de los mejores cazadores de todos los mares e intentar conseguir llenar ese vacío que lo hace sentirse incompleto cuando se va a dormir.
Datos Escénicos:
Descripción Física:
- Descripción general:
Un joven esbelto y fibroso, de casi un metro ochenta de altura (1,78 para ser exactos), de tez pálida y media melena. Su cabello es negro como el carbón, al igual que sus ojos, y suele llevarlo de forma despeinada, aunque por alguna extraña razón mantiene una peculiar forma puntiaguda. Sus labios son finos y sus ojos rasgados, enmarcados por unas ojeras que suele lucir de forma casi permanente. Esto le da un aspecto taciturno y apagado, cosa que concuerda con su estado anímico habitual.
Otro rasgo a destacar es su ausencia de vello corporal, ni siquiera esa triste pelusilla que ya debería haber desarrollado en el inicio de la pubertad luce su rostro, aunque siendo realistas tampoco le importa mucho. - Marcas personales:
Su cuerpo está surcado de pequeñas cicatrices que cuentan por todas las escaramuzas por las que ha pasado. Al igual que se puede destacar la mancha de nacimiento con forma de pez que tiene en la nalga derecha. - Indumentaria habitual:
Usualmente suele llevar una gabardina de cuello alto, de color negro casi en su totalidad, que llega a cubrirle la boca. Esta está adornada con el estampado de una calavera blanca a la altura de los labios, al igual que toda la zona del cuello alto es de un tono morado oscuro.
En la parte inferior lleva unos pantalones oscuros de un material resistente y flexible, mientras que en los pies siempre suele portar unas botas con puntera metálica.
Descripción Psicológica:
- Psicología:
La personalidad de Hibiki puede catalogarse de pesimista por su forma de ver el lado malo de todas las situaciones, al igual que por su tendencia a creer que todo va a salirle aún peor de lo que ya esté, y quizás por este motivo suele a tener tendencia a exagerar las cosas. Si un día le coge una llovizna, podrás oírlo quejarse del diluvio que le cayó y de la pulmonía que terminará cogiendo. Aunque también hay que señalar que encuentra interesante retar dicha percepción de mala suerte y aventurarse de vez en cuando en alguna travesura o reto para desafiarse a sí mismo. Algunos lo tachan de masoca... Y pueden que tengan razón, quién sabe.
En lo referente al trato con el resto de personas es normalmente cordial, aunque su infancia lo ha marcado lo suficiente como para que no se fie del primero con el que se cruza. No es extremadamente desconfiado a pesar de eso, ya que una vez que siente que no hay peligro no duda en mostrarse más abierto y confiado.
Por otro lado, en torno a lo que las peleas se refiere, sabe disfrutar de un buen combate y divertirse haciéndolo. Es en los pocos casos que se puede apreciar un cambio en su actitud, ya que se muestra de forma más animada si supone un reto. - Gustos:
Le gusta tenderse en casi cualquier lado a vaguear. Simplemente necesita que sea un lugar tranquilo y alejado, donde pueda echarse y disfrutar del hecho de no hacer nada. Sumirse en sus ensoñaciones personales y dejar que el sol bañe su piel mientras el tiempo pasa de forma absurda. El placer de no hacer nada lo llama.
A pescar también le ha cogido el gusto. Puede que se deba a que ha tenido que hacerlo muchas veces para poder llevarse algo a la boca o porque simplemente se parece mucho a su otro pasatiempo favorito, vaguear. Muchas veces lanza el anzuelo y no espera ni que pique nada, sino que simplemente le gusta tener una excusa para no hacer nada que no sea mirar el mar, ya que en el fondo este tiene un efecto tranquilizante en él. El vaivén de las olas cuando el mar está tranquilo le recuerda a una especie de balada lenta. - Desagrados: Las prisas. Él tiene su propio ritmo para desempeñar cualquier tarea por simple o enrevesada que sea. Tampoco es que tenga un criterio especial para determinar en cual de ellas adoptar una postura u otra, si no que simplemente actúa según le venga en gana. Tomándose el tiempo que él crea estimado para realizar la tarea en cuestión.
No le gusta tener responsabilidades. Cree que ya es suficiente problema tener que mantenerse vivo él solo, como para tener que preocuparse por los problemas de los demás o tener que preocuparse él por ellos. Puede que su estilo de vida le haya inculcado eso, pero piensa que cada uno suele ser mayorcito para preocuparse por sus cosas. Otra cosa es con las brutalidades morales. Esas las lleva peor y pueden llegar a sacar lo peor de él dada las situaciones, pero para las cosas que podría tachar de más triviales no le afectarán lo más mínimo.
Habilidades: Es capaz de realizar y de deshacer un sinfín de nudos con una habilidad y rapidez pasmosa. Es una cualidad absurda que casi nunca a usado y que no entiende muy bien el por qué la tiene, pero el caso es que ahí está y que utiliza de forma inconsciente.
También podríamos señalar que dispone de un magnífico pulso. Sus manos son firmes y es raro que estas tiemblen en algún momento, mientras que por otro lado se puede destacar su habilidad para utilizar los utensilios de cocina. Si empuña un cuchillo para apuñalar a una persona puede que dude, pero sin embargo si es para despiezar un conejo lo hará con verdadera habilidad.
Torpezas: Hablar en un público es algo que no se encuentra entre sus dotes. Si sus oyentes se reduce a un número reducido de personas no tiene problemas, pero si demasiadas personas fijan su atención en él mientras habla comienza a secársele la lengua y le sudan las manos.
Los juegos mentales tampoco son lo suyo. No es que no tenga la paciencia o inteligencia suficiente para realizarlos, o al menos eso quiere pensar, pero precisamente por su noción a vaguear y no hacer nada termina dispersándose mentalmente y no se centra en ellos. También se puede destacar su torpeza en los acontecimientos sociales. Su propensa a realizar comentarios pesimistas o exagerados suelen granjearse toda esa atención extra que no le gusta, por lo que ya lo sabe antes de empezar y comienza un tanto condicionado todos ellos.
Historia:
- Spoiler:
- La historia de Hibiki no distorsiona en demasía de la del resto de huérfanos que se han criado igual que él en la zona de los vertederos de la Isla de Dawn. Trabajando cada día desde una edad temprana para poder conseguir unas pocas monedas y comer algo, o simplemente luchando cada día con el resto de chicos avispados para intentar mantener sus pocas posesiones el máximo de tiempo posible... Y así pasó la mayor parte de su infancia. Correteando de un lado a otro, buscando siempre un buen lugar donde cobijarse él o sus pequeños tesoros, y acompañado de una gran sensación incertidumbre a cada paso que daba. Ya fuese porque no sabía cuando iba a ser el siguiente día que podría comer o si simplemente se levantaría vivo el día siguiente. Quizás esta intranquilidad es la que mantiene las ojeras del joven Hibiki de forma perpetua en su rostro, las cuales no se fueron ni cuando el chico creyó entrar en un rutina que más o menos le dio estabilidad dentro de su extraño mundo. Y así fue creciendo hasta convertirse en un adolescente pasota que solo quiere vivir con comodidad.
El joven a la edad de unos catorce años abandonó el orfanato y se instaló como ocupa en una pequeña casa semi derruida. Esta se encontraba en la zona de los vertederos y era todo un milagro que aún se mantuviese en pie. El chico creía que la culpable de tal proeza era la mugre que ensamblaba las vigas, pero a pesar de ser un sitio bastante pestilente al joven le servía de utilidad. Era un techo en el que cobijarse, si es que a eso que cubría la casa se podía llamar así, al igual que un lugar donde esconder sus escasas pertenencias cuando se encontraba trabajando buscando chatarra o cuando se iba a pescar para poder conseguir algo de comida. Por un tiempo el joven vivió así de forma tranquila y autosuficiente. Sin tener que pelearse con los otros chicos por la comida escasa del orfanato o sin ningún adulto que le dictaminase qué hacer o en qué trabajar y que luego encima se quedase tu jornal. Para él, eso era una buena vida con la que podría llegar a acostumbrarse para siempre. Encerrado en su "palacio" de basura con sus pensamientos y sin más preocupaciones que pillar la rabia por alguna mordedura de rata maléfica... O eso creía hasta que conoció a un cazador de recompensas que le mostró otro estilo de vida.
Hibiki ya tenía los diecisiete años cuando ese hecho ocurrió. Esa parte rebelde que empujaba a los adolescentes a beber, a fumar y a querer tontear con alguna muchacha que otra ya había entrado con fuerza en la vida del joven azabache. Por lo que no es de extrañar que este encuentro se diese en uno de aquellos baretos de mala muerte de la zona baja. Al joven no es que le gustase especialmente aquel entorno, pero era el lugar donde había crecido y no tenía dinero para permitirse ir a otro sitio mejor, así que tras una jornada buscando cosas de provecho en el vertedero se fue a gastar allí las pocas monedas que tenía... O esa era la idea hasta que al llegar a la puerta se topó con dicha escena que lo marcó.
En un abrir y cerrar de ojos una figura humana atravesó la puerta del antro, saliendo despedida unos cuantos metros por el aire hasta topar bruscamente con el suelo. El chico no tuvo tiempo siquiera de mirar quien era el pobre desgraciado que había mordido el polvo, ya que la imponente figura que salió por el umbral de la puerta me quedó estático. Se trataba del "Cascamuelas", un enorme pirata que llevaba apenas un par de meses escondidos por la zona, emborrachándose y gastándose todo lo que tenía a los dados, al igual que alguna que otra reyerta por su mal perder. El propio Hibiki tuvo la "suerte" de ganarle una vez y comprobar carácter... Aunque la verdadera suerte fue que pudo huir de él por los pelos, como que al parecer estaba tan borracho que cuando se lo encontró varios días después no lo relacionaba con aquel hecho.
La verdad es que era un tipo que daba miedo. Mediría alrededor de dos metros y su musculatura estaba tan pronunciada como su mandíbula, la cual le daba un aspecto de simio o de troglodita gigante. El joven lo había visto noquear a cinco tipos él solito... Y puede que por eso se impresionó al verlo tan enfadado y herido, puesto que un manchurrón carmesí adornaba su costado izquierdo a la altura de las costillas.
-¡Sucia perra! ¡Te mataré por atreverte a herir al sucesor de Legim! ¡Yo seré el próximo Emperador pirata y pienso adornar mi barco usando tu cuerpo mutilado como mascarón!
Eso y otras muchas cosas más soltaba por la boca el Cascamuelas mientras avanzaba hacia la figura tendida en el suelo que comenzaba a levantarse. El joven comprobó alarmado de que se trataba de una hermosa mujer que portaba una especie de daga en la mano, pero que aún parecía desorientada por el golpe. El pirata parecía dispuesto a destrozarla a ella y todo lo que pusiese por medio, pero por alguna extraña razón el menudo Hibiki se interpuso en medio. En el fondo sabía que no había mediación posible y por eso quizás no musitó palabra, aunque también sabía que no podía enfrentarlo y aún así el chico se interpuso en medio y le lanzó un golpe a la barriga rezando por darle en la boca del estómago.
-¡Ay! - gruñó el azabache cuando su puño impactó contra lo que parecía una pared.
Apartó la mano por puro instinto e intentó echar a correr por más de lo mismo. Quizás podría valerle a la chica como distracción para que huyera mientras lo perseguía a él. Con un poco de suerte sería más rápido y el chico confiaba en su conocimiento sobre la zona para poder perderlo. Era un buen plan, o al menos así hubiese sido si es que le hubiese dado tiempo a correr, ya que no tardó en notar como una enorme manaza le atenazaba el cuello. Rápidamente comenzó a costarle respirar, al igual que pudo leer en los ojos asesinos del Cascamuelas que iba a asfixiarlo. Ni siquiera escuchó lo que ahora le decía a él. Los oídos y la mirada comenzó a fallar al igual que sus pulmones, pero entonces un fulgor verdoso en la espalda del Cascamuelas le hizo enfocar una vez más la vista.
La joven que antes estaba tendida en el suelo ahora se encontraba a espaldas del pirata, emitiendo una extraña luz, daga en mano y en mitad del un salto mortal. Hibiki solo escuchó un "Gracias muchacho" antes de caer al suelo libre de su atadura y sintiendo una extraña sensación de tibieza en la cara. Se echó las manos al cuello como un acto de reflejo de no sabía qué, pero su mirada azabache seguía clavada en la joven que dejaba de brillar y que se encontraba limpiando su arma en la ropa del caído Cascamuelas mientras lo miraba con odio.
-Gracias por distraerlo. Llevaba más de un mes siguiendo su pista - dijo tras levantar la cabeza al notar la incesante mirada del zagal, cambiando su expresión a otra más agradable. Como si de otra persona se tratase. - No debes preocuparte por que esté muerto. Estaba buscado por múltiples delitos y escoria así no debe vivir. Mi trabajo es cazar a gente como a ellos, pero esta vez sin tu ayuda no lo habría conseguido.
El chico intentó susurrar un gracias mientras se levantaba, pero lo segundo le costó tanto trabajo que primero resultó imposible. Por suerte la joven entendió su conmoción.
- Me llamo Arissa, cazadora de recompensas. Deja que te invite a un trago y te pongo al día sobre mi trabajo y el mundo que hay ahí fuera a cambio de tu ayuda - dijo, y sin esperar respuesta agarró al pelinegro y lo adentró en el bar.
Al joven le costó acomodarse por la situación ya que se dispuso a dar órdenes a unos tipos del bar para que arrastrasen el cadáver del Cascamuelas hasta donde les dijo, pero tras tragarse varias cervezas y escuchar varias anécdotas por parte de Arissa no tardó en aclimatarse y en olvidar la parte escabrosa de lo sucedido. Así fue como se enteró de que los mares estaban llenos de sorpresas y de tesoros de quien estuviese dispuesto a buscarlos, al igual que disponía de una nueva forma de ganarse la vida cazando a la escoria de los mares. La chica incluso lo acompañó para inscribirse en el censo de cazadores tras cobrar su recompensa, la cual, por suerte para Hibiki, volvieron a otro bar a gastar.
Al chico le habían entrado un montón de ensoñaciones locas durante ese día, así que a sabiendas que no tenía nada que perder, pues no tenía nada, se dispuso a embarcarse en el navío de su nueva vida y comenzar a explorar mundo.
Datos Bélicos:
Talentos: Por alguna extraña razón, y a pesar de su actitud pesimista, es un joven con suerte. Es de esos chicos que si van por la calle y miran al suelo se encuentran una moneda extraviada sin dueño o un sándwich sin morder. (Talento extra por raza).
Otro rasgo a señalar es su buen fondo. Tras realizar un esfuerzo físico que a cualquier otro con su misma condición física lo quedaría sin aliento, él aguantaría un rato más de lo normal. Es otra de esas cosas raras que su metabolismo especial le provoca sin entrenarlo.
Ineptitudes: Es una persona completamente nula para las chapuzas de estar por casa. Si un grifo gotea solo se limitará a ponerle un cubo debajo. Si la pata de una silla se rompe, ya irá a buscar otra nueva, ya que todo lo que no sean herramientas de cocina en sus manos se transforman y parecen que cobran vida propia... Y ninguna parece dispuesta a hacerle caso.
[spoiler="Estilo de Lucha"]Nombre del estilo de lucha: Aguanta y golpea fuerte.
Descripción del estilo de lucha: Hibiki se centra en intentar cansar a su oponente mientras le toma la medida. Valorando sus posibilidades de victoria y esperando para lanzar golpes contundentes en el mejor momento o para echar por piernas si se da la ocasión.[spoiler]
- Akuma no mi:
- Nombre de la Akuma:
Clasificación:
Poderes:- Tabla de la Akuma:
- Ámbitos:
- Ámbito Blanco:
Pasiva: Cuando este ámbito se activa, la piel del usuario toma un pequeño matiz níveo. Dándole una palidez extraña.
Activa: El usuario adquiere una pequeña afinidad elemental con el hielo. Pudiendo envolver sus golpes durante dos post con esta energía, generando una pequeña zona de escarcha en la zona que golpee el usuario. Necesita otros dos post de descanso para volver a utilizarlo.
Pertenencias:
Armas:
Ropas: Cuando el clima acompaña, y si se siente con ganas de dejar su gabardina habitual, suele optar por una camiseta negra sin mangas y unos piratas con múltiples bolsillos a juego, aunque sus clásicas botas de punta metálica siguen acompañándolo.
Propiedades: Una pequeña casa semi derruida que ocupado aprovechando que estaba abandonada.
Barcos:
Islas:
Varios: Tabaco y un encendedor, ya que fumar es un nuevo vicio que ha sumado a la lista. Unas gafas de sol que encontró por ahí y una libreta donde escribe cuando le apetece o cuando no quiere que se le olvide algo.
¡Buenos días! Me paso para pedirte que amplíes la sección de gustos. Debe llegar al mínimo de 150 palabras. Ya que estás, te recomendaría que modificases el ámbito que has escogido. La parte activa puede equivaler a una técnica de nota 7.5, y lo que tú propones se encuentra bastante por debajo de eso. Te dejo la guía por si quieres orientarte un poco en cuanto a qué "mejora" te puede brindar el ámbito en ese sentido. No obstante, si quieres dejarlo así no hay problema.
Hibiki
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Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Muchas gracias por el aviso, es de agradecer. Viendo más a fondo la guía he optado por otra cosa al final, pero aún así gracias por el aviso y no aceptar sin más. También he editado los gustos para que cumplan el mínimo.
Recuerda pasarte por el censo y el registro de físicos.
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