Izumi Kobayashi
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Datos esenciales:
Experiencia: 0
Nivel: 1
Nombre: Izumi.
Apellido: Kobayashi.
Apodo: -
Alineamiento: Neutral maligno.
Raza: Humana.
Sexo: Femenino.
Edad: 21 años.
Facción: Pirata.
Rango/Empleo: Pirata desconocida.
Recompensa: 0
Rango social: Medio.
Banda, Flota o Brigada: En busca de una.
Clase:
- Clase de la espadachín Izumi:
Característica Clave: Reflejos.
Características Principales: Poder de Destrucción y agilidad.
Características Secundarias: Velocidad y Resistencia.- Tabla:
Nivel 1: Obtiene el Tier 0 de sus 5 características.
Nivel 10: Mejora su Característica Clave y una Principal (Reflejos y Agilidad)
Nivel 15: Mejora una Característica Principal y una Secundaria (Agilidad y Velocidad)
Nivel 20: Mejora su Característica Clave y una Principal (Reflejos y Poder de Destrucción)
Nivel 30: Mejora su Característica Clave, ambas Principales y ambas Secundarias (Reflejos, Poder de Destrucción, Agilidad, Velocidad y Resistencia)
Nivel 40: Mejora su Característica Clave y una Principal (Reflejos y Poder de Destrucción)
Nivel 45: Mejora una Característica Principal y una Secundaria (Poder de Destrucción y Resistencia)
Nivel 50: Mejora su Característica Clave y una Principal (Reflejos y Poder de Destrucción)
Nivel 60: Mejora su Característica Clave, ambas Principales y ambas Secundarias (Reflejos, Poder de Destrucción, Agilidad, Velocidad y Resistencia)
Nivel 70: Mejora su Característica Clave y una Principal (Reflejos y Agilidad)
Nivel 75: Mejora una Característica Principal y una Secundaria (Agilidad y Velocidad)
Nivel 80: Mejora su Característica Clave y una Principal (Reflejos y Agilidad)
Nivel 90: Mejora su Característica Clave, ambas Principales y ambas Secundarias (Reflejos, Poder de Destrucción, Agilidad, Velocidad y Resistencia)
Nivel 100: Mejora su Característica Clave y una Principal (Reflejos y Poder de Destrucción)
Nivel 105: Mejora una Característica Principal y una Secundaria (Agilidad y Velocidad)
Nivel 110: Mejora su Característica Clave y una Principal (Reflejos y Agilidad)
Nivel 120: Mejora su Característica Clave, ambas Principales (Reflejos, Poder de Destrucción, Agilidad, Velocidad y Resistencia)
Nivel 130: Mejora su Característica Clave y una Principal (Reflejos y Poder de Destrucción)
Nivel 135: Mejora una Característica Principal y una Secundaria (Agilidad y Resistencia)
Nivel 140: Mejora su Característica Clave y una Principal (Reflejos y Poder de Destrucción)
Nivel 150: Mejora su Característica Clave, ambas Principales y ambas Secundarias (Reflejos, Poder de Destrucción, Agilidad, Velocidad y Resistencia)
Maestría: Duelo.- Tabla:
Nivel 15: La habilidad que tiene con su arma es bastante avanzada, pudiendo ser un problema para dos personas a un tiempo.
Nivel 30: Tiene dedos ágiles y manos inquietas. Puede manejar su arma con mucha facilidad, llegando a golpear zonas de difícil acceso. Sus movimientos calculados e inesperados podrían poner en aprietos a sus oponentes.
Nivel 45: Es tan hábil con su arma que puede lanzar un golpe mientras los demás aún están iniciando el primero. Es algo menos potente, pero asegura mayor índice de éxito.
Nivel 60: Su arma se mueve tan deprisa que a veces llega a ser imperceptible. Podría lanzar tres golpes en lo que los demás lanzan uno, y del mismo modo bloquear a tres personas.
Nivel 75: Puede mover su arma tan deprisa que forma un escudo en torno a ella. Su pericia con el arma es tal que podría enfrentar con suma facilidad a tres personas.
Nivel 90: Mientras otros están desenvainando, él ya ha lanzado cinco golpes. Podría montarse sobre su arma y hacer equilibrios en ella.
Nivel 105: sus golpes son tan precisos e inesperados que resulta desconcertante. Podría lanzar diez golpes en un instante, y le sobraría tiempo para defenderse.
Nivel 120: Es uno con su arma. Podría hacer barrabasadas increíbles con ella, y de no hacerlas resultaría un rival terrible.
Nivel 135: Podría lanzar cincuenta golpes antes de que otros preparasen el primero.
Nivel 150: Es intocable con su arma. Podría acabar con un centenar de enemigos sin sufrir un solo rasguño.
Oficios: Navegante y sastre.
Akuma no mi: Ninguna.
Mar e Isla de Origen: Nuevo Mundo, Dressrosa.
Sueños:
- Alcanzar a ser una gran figura de gran poder, intocable.
- Recuperar la funda de Akai Umi.
Datos Escénicos:
Descripción Física:
- Descripción general: Izumi es una chica delgada, de tez pálida y mejillas sonrosadas. Su rostro carece de manchas, cicatrices o arrugas aparentes; algunos se atreven a decir que está hecho de porcelana. Su pelo es del mismo color que sus ojos, azul oscuro. Suele llevarlo recogido en una coleta sencilla con un lazo rojo; es totalmente liso e Izumi siempre intenta mantenerlo siempre en buen estado. Sus ojos, además de azules, son grandes y redondos, con un brillo celeste característico.
Su altura es de 1’78 m, siempre ha destacado por ser más alta que la mayoría de las chicas que la rodeaban; su peso es de 70 kg. Tiene un cuerpo bastante fibroso y compacto; no destaca por tener curvas acentuadas, aunque tampoco está completamente plana. Sus piernas son bastante largas en relación a sus brazos, lo que ella aprovecha muchas veces llevando vestidos que la favorezcan. En general es un cuerpo atlético y de metabolismo rápido, gracias al cual nunca ha tenido que preocuparse para mantenerlo.
Las manos de Izumi, al igual que sus pies, están llenas de durezas y cicatrices, reflejo de su largo historial de entrenamiento en la escuela familiar. Muestra indicios de musculatura sobretodo en los brazos y las piernas, pero nada excesivo. - Marcas personales: Bajo su ojo derecho tiene un lunar. Más allá de eso, no tiene más que se deba destacar.
- Indumentaria habitual: Su pelo está recogido por un lazo de color rojo, a juego con una chaqueta hecha a medida que lleva siempre abierta. Debajo de la chaqueta, enseña su camiseta favorita, de color blanco en el fondo y sobre la que destaca el dibujo de una cara de un monigote sacando la lengua a modo de burla.
Como parte de abajo, viste normalmente unos cortos de tela vaquera remangados a media altura por encima de la rodilla, siempre con un par de dobladillos. Como calzado suele llevar sandalias o tenis, ambos de tela fina.
Descripción Psicológica:
- Psicología: Izumi es una chica a la que le gusta demostrar su poder sobre el resto de la gente. Muy estricta y tajante con sus comentarios y decisiones, sabe cuándo debe comportarse como una señorita y mostrar humildad, pero sobretodo sabe cuándo puede sacar afuera su personalidad real.
Siempre piensa en ella misma antes que en los demás a la hora de tomar decisiones, y no suele confiar generalmente en nadie. De alguna manera, se considera a sí misma como a una diosa dentro del cuerpo de una humana. A pesar de ello, no le importa recibir daño; lo único que no tolera es la derrota. Es muy consciente de la realidad y conoce de sobra los peligros que habitan en los mares.
Es una persona muy jerárquica, en el sentido de que aspira a llegar a lo más alto, pero mientras está en los escalones más bajos, tampoco le importa excesivamente tener que adaptarse, porque sabe de sobra que existe un proceso para llegar al siguiente nivel. La manipulación a los estamentos más altos y la tortura psicológica y aprovechamiento de los más bajos son sus herramientas clave para poco a poco acumular poder.
Es una chica ingeniosa e inteligente, pero a veces estas cualidades se ven eclipsadas por su soberbia natural o por su exagerada apatía. No tiene mucho sentido del humor, aunque conoce a la perfección el protocolo social de comportamiento que muchas veces aplica para adaptarse a nueva gente y fingir cordialidad.
Aunque retorcida en muchos aspectos, el desconocimiento de muchos otros la lleva a veces a cierta ingenuidad, de la que suele avergonzarse (a pesar de no mostrarlo) cuando sale reflejada. Los ambientes familiares, cosa a la que ella no está acostumbrada, pueden llevarla a momentos nostálgicos, que le hacen recordar de alguna manera la familia perfecta que nunca tuvo.
Los valores y la ética no son lo suyo. El honor, la verdad, la honradez... son cosas que no valora en absoluto, lo cual no quiere decir que ella a veces no haga uso de ellos. Lo que tiene claro es que ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos, y, en particular, la gente positiva y que justifica su lucha por honor le pone los pelos de punta (en el mal sentido de la expresión).
Aunque muchos opinen lo contrario, Izumi odia la presunción. Bien es cierto que ella se considera a sí misma como un ente superior, pero no suele presumir de ello, simplemente hace uso de ello para dejar clara la diferencia de poder que tiene con los demás. Según ella: "El más fuerte es el que, presumiendo menos, es más temido". - Gustos:
- El poder: Desde pequeña siempre ha tenido una gran sed de poder, tanto de estatus como físico, que no le permite en muchos casos rebajarse; aunque también sepa cuándo ceder. Eso sí, Izumi nunca dejará de ansiar más y más poder, y no le importará hacer cualquier cosa para obtenerlo.
- La belleza: Para Izumi la belleza simplemente es el poder más efectivo contra los más débiles, y es que además de considerarse a sí misma como una diosa de la belleza, busca la belleza en las cosas: la naturaleza, la lucha... incluso la muerte.
- El dinero: Una vez más, el dinero es poder, y el poder es cosa de Izumi. No le gustan especialmente los lujos, sino el simple hecho de acumular una gran cantidad de dinero ya le proporciona placer.
- Desagrados:
- El amor romántico: Con una infancia complicada en este ámbito, Izumi generó una imagen ridiculizada de este concepto. Considera que el amor solo sirve para debilitar y distraer a las personas de sus objetivos originales. Izumi tiene claro que no necesita a nadie más que a sí misma para ser feliz en la vida.
- La cobardía: Una persona que no es capaz de enfrentarse a sus miedos no merece el respeto de nadie, o eso piensa Izumi. Los cobardes sirven para obedecer órdenes y agachar la cabeza cuando se les ordena. Son marionetas incapaces de cortar sus propios hilos, y aunque sean muy útiles como siervos, Izumi no los tiene en gran estima.
- La vulgaridad: A pesar de ser pirata, vendería a todos sus compañeros si hiera falta. Le desagrada la gente sucia, maleducada, ruidosa, poco lúcida, etc. e intenta no tener mucho trato. Considera en cierto modo que invertir tiempo en ese tipo de personas sería una pérdida de tiempo.
Habilidades:
- Adaptación social: Así como Izumi tiene una personalidad muy peculiar, ella es muy consciente de cómo se verían muchos de sus comportamientos en una sociedad normal y puede maquillar su persona para fingir ser la chica carismática que todo el mundo adora.
- Sangre fría: Los sentimientos de Izumi no se interponen en su camino a la hora de librar una batalla o tomar decisiones significativas. Dudar un segundo podría ser la diferencia entre el éxito y el fracaso.
- Presencia: Izumi es una persona que con tan solo verla se hace notar. Destaca sobre los demás, algunos pensarán que será por su belleza, otros por su porte... Suele dar la imagen de una persona confiada en sí misma, y sabe mantener muy bien la compostura hasta en momentos de vida o muerte, sin reflejar ni un ápice de preocupación (independientemente de lo que piense o sienta por dentro).
- Dedal de oro: Izumi fue desde pequeña una excelente costurera, ayudando siempre a su madre con su negocio relacionado con la confección, y convirtiéndola en su orgullo. Aunque en los últimos años dejara el oficio completamente, nunca ha perdido su talento.
Torpezas:
- Apatía: Izumi no es capaz de empatizar con la mayoría de la gente, resultándole indiferente la vida, los problemas y las alegrías de la gente. Esto puede llegar a hacerla parecer a veces la mujer insensible que es realmente.
- Soberbia: El simple hecho de que Izumi sea ella misma es razón suficiente para que la gente deba admirarla o apreciarla, y a veces transmite ese mismo pensamiento a la gente. Suele escapársele algún comentario despectivo cuando empieza a ganar "confianza" con alguien, lo cual no la favorece en la mayoría de los casos.
- Miedo al fracaso: Si Izumi odia algo es fracasar; perder un duelo o una batalla son conceptos que no asimila del todo bien en su cabeza, y a veces puede llevarse a sí misma hasta el límite hasta que no pueda más.
- Avaricia: El ansia de poder llega a cegar muchas veces a Izumi, y cualquier desequilibrio en alguno de sus planes para alcanzar dicho poder pueden llevarla a una gran frustración.
- Historia:
- Historia:
“Elegante, suprema, talentosa”. Izumi siempre había sido la chica perfecta para todo el mundo: sonriente, amable, una espléndida costurera… Todo lo que ella odiaba, sin duda.
Su padre se dedicaba a enseñar a los niños y hombres de su barrio el arte de la espada, era conocido como un gran luchador que tantas veces había demostrado su fuerza en el Coliseo. Izumi lo admiraba. Sin embargo, su madre… Ella se encargaba de coser y arreglar la ropa de los vecinos a cambio de unos pocos berries, e a Izumi no le quedaba otra más que ayudarla.
- ¿Por qué tan si quiera hacemos esto? Con el dinero de papá nos llega de sobra – la voz de Izumi reflejaba cierto desprecio que a su madre no le gustaba. La aguja bailoteaba entre sus dedos como si de un robot se tratara.
- No es por dinero, Izumi – los ojos verdes de su madre siempre sonreían con un brillo natural -. Como miembros de esta familia nuestro deber es aportar algo, aunque sea con un grano de arena.
Izumi soltó una carcajada escéptica, tan breve como dolorosa para su madre; llevaba siendo desde hace generaciones el oficio y orgullo en su familia, y ella se había criado entre hilos y agujas.
- ¿Pero por qué esto? Kei puede entrenar con papá, ¿y a mí qué me toca? – Levantó la vista del vestido roto que tenía en sus manos -. Mis amigas en clase se ríen de mí porque zurzo sus ropas y hago sus vestidos y los de sus madres, y dicen que somos pobres… - Su madre, que también estaba trabajando, paró de repente, y rompió su hasta entonces dulce sonrisa para expresar seriedad. ¿Es que acaso su hija no se daba cuenta del tono que estaba usando; de lo que estaba diciendo?
- Siempre has destacado por tu talento con la aguja, sería una pena desperdiciarlo – las riñas ya habían quedado atrás, Izumi tenía 12 años y poco a poco se hacía una mujer -. Además, sabes que tu hermano no es muy mañoso para estas cosas.
De nuevo brotó una risa sarcástica de la boca de la niña.
- Mi hermano nunca ha sido mañoso para nada – odiaba que su madre siempre dijera lo mismo -. Yo soy… - Izumi sabía lo que quería decir, pero aquello no haría nada de bien a su frágil madre.
La conversación en la sala de costura se había acabado. Ninguna de las dos tenía nada más que decir. Al día siguiente, Izumi se despertó en su habitación al oír ruidos procedentes de su puerta.
- ¡Izumi! ¡Rápido! ¡Es tu madre! – La voz era la del padre de Izumi, no había duda, el gran maestro Kobayashi. Izumi se levantó todavía un poco adormilada, sin ser consciente de lo que estaba suciendiendo. Abrió la puerta, que siempre cerraba con pestillo, y entonces vio el rostro de su padre cubierto por lágrimas -. ¡Se ha ido, Izumi!¡Nos ha dejado!
A Izumi le sorprendió todo aquello… Era la primera vez que veía a su padre llorar, además, su madre… nunca habría sido capaz de tomar esa decisión por su propia cuenta, para Izumi no era más que una mujer débil viviendo una mentira. Sin embargo, su padre la amaba, e Izumi amaba a su padre, así que lo único que pudo hacer entonces fue abrazarlo con todas sus fuerzas.
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Izumi había decidido dejar el oficio de costurera el mismo día que su madre había tomado la misma decisión. A veces se preguntaba qué había ocurrido, solo había dejado una nota diciendo: “Lo siento mucho”, algo muy típico de ella, sin duda. A cambio, comenzó a entrenar con su padre, mejoraba a pasas agigantados y en poco tiempo consiguió ponerse al nivel de su hermano.
- Te reto a un duelo – Izumi lo había cogido desprevenido un día, cuando ella tenía quince años y él 17.
- Déjalo ya, Izumi. ¿No eres ya mayorcita para darte cuenta de que la vida no consiste sólo en ganar a los demás? – Su hermano era el que más la conocía, sobretodo después de que su madre se hubiera ido. Delante de su padre, Izumi se comportaba como un angelito, pero con su hermano, parecía que se había convertido en su nuevo objetivo. Su nueva víctima.
- Cobarde… - Escupió Izumi, con un tono que su madre habría desaprobado si estuviera allí. Pero ya no estaba -. Tienes miedo de que te derrote tu hermanita pequeña, ya lo sé.
- No tiene nada que ver, y lo sabes – Kei le lanzó una mirada nerviosa, a veces pensaba que su hermana era una psicópata -. No voy a participar en tus locuras de niña caprichosa.
Kei le dio entonces la espalda a Izumi. Estaban los dos en una de las salas de entrenamiento de la escuela de su padre, recogiendo unas cajas que el maestro Kobayashi les había ordenado. De una de ella salía un estoque de madera. Era muy tentador para Izumi, si le daba un golpe por la espalda su hermano se enfadaría y acabaría accediendo a luchar contra ella. Pero no era su estilo. Su hermano estaba de camino a la puerta con un par de cajas entre sus brazos, habría sido un objetivo demasiado fácil y vulnerable.
- Si consigues derrotarme… - intentó esconder una sonrisa traviesa en sus labios, pero no lo consiguió del todo -. Te diré dónde está mamá.
Su hermano frenó en seco de espaldas hacia ella. Le recorrió un escalofrío por todo el cuerpo. ¿Era su hermana la que estaba hablando en ese momento? Izumi nunca habría llamado así a su madre.
- ¿De qué demonios estás hablando? – Dejó las cajas en el suelo y se giró rápidamente hacia Izumi. Su pelo castaño, sus ojos verdes… No parecían de la misma familia -. ¡Estás enferma! ¡¿Qué cojones te pasa?! – Kei estaba enfurecido. Su hermana… Chantajeándole acerca del paradero de su madre. Y la sonrisa de Izumi, cada vez salía más a luz.
Kei se le acercó a paso rápido, y antes de que Izumi se diera cuenta, su hermano le había pegado un puñetazo en la cara y ella se encontraba en el suelo. El chico estaba jadeando, con los ojos húmedos y las manos temblorosas. No soportaba que su hermana fuera tan fría, tan mala, tan…
- Patético – susurró Izumi, ni si quiera su hermano puedo entender lo que dijo, aunque ya no le habría causado ningún efecto oírlo de su hermana.
Izumi se levantó del suelo con mucha delicadeza, como si no le estuviera sangrando el pómulo. Miró directamente hacia los ojos de su hermano, que aunque apuntaban hacia ella, no eran capaces de mirarla.
- Siempre has sido tan débil como ella – la frialdad con la que Izumi había pronunciado esas palabras habían hecho estremecer todavía más a su hermano; su hermana pequeña era un monstruo.
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Izumi se había convertido a los diecisiete años en la estrella de la escuela, aunque todavía no se había batido con su padre. Tenían los mismos ojos, y el mismo color de pelo. Izumi lo admiraba más que nadie. El día de su dieciocho cumpleaños, en clase de su padre, Izumi tenía claro cuál quería que fuera su regalo.
- Padre, por favor – delante de sus alumnos Izumi se sentía en la obligación de tratarle con más respeto del que solía a la hora de dirigirse a él -. Ahora que tus dos hijos hemos alcanzado la mayoría de edad, te ruego que nos dejes batirnos en duelo delante de ti – Izumi se mantuve erguida mientras miraba con certeza a su padre.
Su padre se quedó sorprendido por la petición, así como todo el mundo en la sala. Kei, por su parte, apretó los puños con toda su fuerza, por mucho que no soportase a su hermana, no podía odiarla.
- Izumi… - Kenzo Kobayashi no parecía muy convencido -. No necesitas demostrarme nada, ya lo sabes, tu hermano y tú sois guerreros muy talentosos los dos, y sois mis hijos, no estaría bien…
- ¡Solo sería uno! Y no es para probar nada, no tiene que ser significativo, es solo que – Izumi odiaba que su padre pusiera a su hermano a la misma altura que ella -. Sería un honor para mí.
Su padre la seguía mirando inseguro, Izumi estaba convencida de que su padre no quería que aquello tuviera lugar porque eso desprestigiaría a su primogénito. Perder ante su hermanita pequeña…
Kei seguía apretando los puños, negándose a pronunciarse en voz alta, pero mirando a su padre rogándole por una negativa.
- Está bien… - respondió Kenzo; Izumi sonrió -. De hoy a un año tendrá lugar el duelo entre tu hermano y tú, aquí mismo, delante de todos vuestros compañeros. El ganador, se convertirá en el heredero legítimo de la escuela.
La expresión de Izumi cambió completamente. Aunque no tuviera la oportunidad de pelear en ese momento con su hermano y derrotarlo delante de todo el mundo, su padre le había concedido un regalo mucho mejor. Su sonrisa era todavía mucho más radiante.
- ¿Y el perdedor? – Izumi pudo sentir como su hermano los miraba aunque estuviera a sus espaldas, él mismo sabía que era de quién estaba hablando su hermana.
- El perdedor recuperará el oficio de vuestra madre.
Todo el mundo se quedó sorprendido. ¿Qué significaba aquello? La mujer que los había abandonado… Era la primera vez que la mencionaba en años, ¿qué le había pasado? ¿Qué sentido tenía recuperar aquella tradición ajena ya a ellos?
El tiempo pasaba, Izumi no podía esperar a que llegase el momento, su gran día.
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Una noche en la cocina, donde estaban los dos hermanos solos, ella lo volvió a increpar a él con su tradicional sonrisa.
- Aunque pierdas, te lo contaré igual – la frialdad en sus palabras era lo que más miedo daba.
Kei se mantuvo callado, ignorando cualquier tipo de maldad que se atreviese a jugar con él.
- Lo de nuestra madre, digo.
El joven no dio señales de estarle prestando atención, e Izumi abandonó la sala con una sonrisa, a pesar de que su hermano no hubiera reaccionado como a ella le hubiese gustado.
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Era el día antes del decimonoveno cumpleaños de Izumi, cuando la puerta de su habitación volvió a sonar.
- Abre – era la voz de su padre, seca, impasible.
Izumi llevaba el pelo suelto, lo cual no era muy típico en ella. Giró el pomo de la puerta y antes de que pudiera dirigirle una agradable sonrisa a su padre un bofetón la tumbó en el suelo. La chica tardó varios segundos en recuperar la compostura, sin entender en absoluto lo que estaba ocurriendo. Antes de poder levantar ella la cabeza ya lo hacía por ella una mano fuerte y hostil. Pudo ver entonces como su padre le tiraba del pelo obligándola a mirar un trozo de papel en el que había algo escrito.
- ¡Sucia rata de cloaca! ¡Eres un monstruo, siempre lo has sido! – Izumi nunca había visto a su padre de esa manera, las lágrimas empezaron a brotarle de los ojos -. Primero tu madre… Ahora tu hermano… - le soltó el pelo y junto a él todo el cuerpo de la chica cayó de nuevo sobre el suelo.
Izumi no podía moverse, solo llorar. Y entonces empezaron las patadas, una tras otra. Las costillas empezaron a arden como fuego, y el pecho buscaba aire donde no podía encontrarlo. La joven no pudo hacer otra cosa que gritar, cuando un último golpe en el diafragma la calló.
Kenzo se sentó en la cama de la chica, sujetando el trozo de papel entre sus manos.
- “Ya lo he entendido todo. Es hora de que me vaya.” – el hombre repetía una y otra vez las palabras de la nota, como si así le encontrase un mayor significado.
La chica permanecía sobre el suelo, sin poder recuperarse.
- ¿Qué ha entendido? ¿Qué has hecho? – Kenzo se refería a su hija, aunque sus ojos seguían sin despegarse de la nota -. ¡Habla!
Parecía que la chica intentaba hablar, pero solo se oían leves alaridos. El hombre se levantó con determinación, escrutó con desprecio a la ya mujer que yacía sobre el suelo, y abandonó la habitación dejando un silencio en la sala contaminado por los pequeños gruñidos bajo el manto azul y rojo de su pelo.
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El Sol deslumbraba azul en la cara de Izumi, que parecía haber conseguido entrar en algún momento de la noche en su cama. Inexpresiva, logró levantarse del colchón con un gran dolor en la cabeza y en el cuerpo. Se vio en el espejo irreconocible, con magulladuras y manchas de sangre, lo que la devolvió a la realidad de inmediato. Se bañó y limpió durante un largo tiempo hasta que no le quedó otra que salir. Su padre no estaba en casa. Era la hora del entrenamiento, pero Izumi no tenía muy claro si quería verle o no.
- “Huir como una cobarde…” – pensó en su madre, en su hermano… -. “O luchar como una guerrera”.
No se lo pensó dos veces, la rabia le recorría todo el cuerpo. Siempre había rechazado a su madre y a su hermano, pero su padre… Su querido padre… Había demostrado ser el más cobarde de todos…
Se dirigió a la habitación de sus padres. Sabía muy bien lo que estaba buscando y dónde encontrarlo. Abrió un armario empotrado, de donde colgaban numerosas espadas plateadas y, abajo, en el suelo, una caja alargada con bordados también de plata. Izumi la abrió y encontró en ella lo que esperaba, el mar rojo que le devolvería la libertad. No necesitaba ni coser, ni la escuela, todo aquello era muy poco para Izumi. Akai Umi, el orgullo de los Kobayashi, le daría todo lo que necesitaba. Era una espada preciosa, fina, y de doble filo. El metal del que estaba hecha le otorgaba un color azulado, pero lo realmente bello en ella, era sus brillos de color carmesí.
- El rojo sobre el azul… - Izumi recordaba las palabras de su padre – el poder sobre la belleza…
Al lado del sable se encontraba su funda, sobre la cual se encontraba una ilustración del mar fundiéndose con el Sol, el abuelo de Izumi se había encargado de encargarla después de que se rompiera la anterior en una gran batalla. La chica cogió la espada con su mano derecha y la funda con la izquierda, enfundó a Akai Umi y salió a paso rápido de la habitación, y de la casa. La escuela estaba situada justo al lado de su casa. Abrió la puerta sin ningún reparo, y se encontró primero con los estudiantes más novatos y los más jóvenes. Entró con la sonrisa con la que solía recibirlos siempre –normalmente ella llegaba a clase antes que ellos- y se hizo el camino entre la juventud hasta llegar a donde su padre. Él la miró con seriedad, pero sin perder la compostura; estaba manejando la espada de prácticas en el aire a modo demostrativo.
- ¡Izumi, feliz cumpleaños! – Exclamó un chico al verla pasar a su lado. Ella le devolvió su dulce sonrisa, sin perder de vista a su señor padre.
Normalmente al verlo sentiría admiración. Pero esta vez sólo veía a un hombre mayor, con pelos canos, marcas de la edad por toda la cara y el cansancio resultante de llevar siempre una vida a rastras, maldecido por una familia llena de debilidad y cobardía.
- ¡Atención! – Izumi llenó la sala, haciendo que todos se parasen expectantes y extrañados; no estaba acostumbrados a que la chica participase como docente en las clases.
Kenzo le lanzó una mirada desafiante a su hija, y ella mantenía su sonrisa mientras sus ojos no se despegaban de los que una vez había identificado como los de su padre.
- Como la mayoría de vosotros sabréis, hoy mi hermano Kei y yo nos batiríamos en duelo delante de todos, y el ganador – hizo una pequeña pausa – por cortesía de mi señor padre, sería el legítimo heredero de la escuela.
La gente empezó a reaccionar a las palabras de la chica, y sus expresiones empezaron a pasar de la confusión a la emoción. Kenzo seguía mirándola con la misma expresión con la que la había recibido.
- Sin embargo… Mi querido hermano no puede presentarse hoy, desafortunadamente. Así que… – volvió a hacer una pausa, pero esta vez girando su cuerpo completamente hacia su padre, colocándose así cara a cara -. Padre, ¿me harías los honores?
El espadachín pudo ver entonces la funda de la tan preciada espada familiar. Su expresión se enfureció, pero debía mantener la compostura delante de sus alumnos.
- Izumi, ¿ya estás otra vez con esas? – Su tono de voz era distinto al que solía utilizar con ella durante las clases - ¿Por qué llevas a Akai Umi contigo? Sabes perfectamente que esa espada solo puede utilizarla el maestro de la escuela…
- Lo sé perfectamente, padre. Y cuando acabe esta pelea, será mía – Izumi mostró entonces la confianza que había mostrado siempre con el resto de su familia. De alguna manera, su padre ocupaba ahora el lugar que habían ocupado anteriormente su madre y hermano -. Junto a la escuela.
La tensión se empezó a sentir en toda la sala, pero solo sirvió para acentuar la expectación de la pelea. Las posiciones de los estudiantes empezaron a romperse y se empezaron a reunir todos, entre susurros y algún grito. Izumi colocó a Akai Umi a un lado y cogió una espada de prácticas como la que tenía en aquel momento todo el mundo.
- Te arrepentirás de la decisión que has tomado, hija – Kenzo no había parecido muy convencido hasta ese momento. Se colocó en posición de combate.
Izumi se colocó también como si de un espejo del hombre que tenía delante se tratara.
- La espada… - el brazo de Izumi se deslizó ligeramente hacia atrás, combinando con un movimiento de muñeca- ¡… será mía!
La espada de la chica volaba hacia la mano de su padre, cuando este detuvo su golpe con la espada en seco. La miró a los ojos.
- Es que no lo entiendes, ¿verdad? – La expresión de Kenzo pareció apaciguarse, como si ya fuera consciente de que fuera a ganar el combate -. Nunca tendrás la escuela… o la espada – apartó la espada con la voz cada más queda. Lanzó una estocada directa a la cara de la chica que ella logró detener con un bloqueo lateral.
- ¡¡¿Por qué?!! ¡¿Qué he hecho mal?! – Los ojos azules de Izumi comenzaron a mezclarse con la pureza de sus lágrimas - ¡Lo he hecho todo por ti, todo! – Con su estoque se deslizó a lo largo de la espada de su padre acercándose hacia él para golpear su mano.
- Izumi… - el sable de madera de Kenzo bailoteó alrededor del de la joven, y en un instante fue capaz de desviar completamente la espada de esta -. Tu madre te trajo consigo a esta casa, tú nunca… - el maestro bajó el tono de su voz, como si no quisiera que nadie más lo escuchase -… nunca has significado nada para mí.
Los ojos llorosos de la muchacha se abrieron todavía más de lo que solían estarlos. Se quedó completamente paralizada, ¿qué quería decir con aquello? ¿Ella no era su hija? Se detuvo completamente, aunque el corazón le empezó a latir con fuerza. Izumi dejó caer su espada, dando un golpe seco contra el suelo de madera.
- Yo te quise… Y tú… Papá… - la voz de la chica intentaba ser tenaz, pero la realidad es que sonaban más frágiles que nunca.
- Qué Dios te bendiga, niña – Kenzo dirigió su espada directamente hacia el cuello de su hija.
- ¡¡¡NO!!! – Izumi no soportaba esa situación, lo odiaba más que a nadie en el mundo, la había estado engañado toda su vida, ¡en todo!
Los alumnos estaban expectantes, aunque no entendían lo que estaba ocurriendo. Fue entonces cuando vieron algo que aún a día de hoy serían capaces de explicar. Con un simple movimiento de su mano derecha Izumi consiguió alcanzar Akai Umi y, como si nada, delizó su filo a lo largo del torso del que una vez había sido su padre. Había sido un movimiento tan veloz y tan sutil que todos, incluido el propio Kenzo, tardaron en asimilar. La sangre empezó a brotar, y con ella, la desesperación. El maestro de su vida había quedado petrificado ante ella, mirándola a los ojos; parecía que no había logrado procesar aún su dolor.
Izumi salió corriendo con la espada en la mano hacia la salida, mientras el resto de los que había sido sus compañeros le abrían paso bien porque no entendían nada de lo que ocurría o porque temían ser ellos también rebanados. Una vez más, Izumi había visto el rojo sobre el azul. Pero nunca más volvería a ver a los que una vez habían sido su familia.
Nota: Tengo la intención de profundizar mucho más en la historia, además de reescribir ciertas partes que no me convencen del todo. Por ahora publicaré únicamente estos fragmentos.
Datos Bélicos:
Talentos:
- Facilidad de aprendizaje: Si Izumi es como es, se debe en parte a que ningún aprendizaje le supuso nunca una gran dificultad. En particular, es capaz de conseguir mejorar el manejo de las armas en menos tiempo que la media.
- Gran espadachín: Sumado a su facilidad para el aprendizaje, Izumi practicó en la escuela de su padre durante siete años el manejo del sable, llegando a superar a sus compañeros e incluso a su hermano mayor. Tiene, por tanto, muchas nociones en el arte de la espada.
- Sobreexplotación del cuerpo: Como consecuencia de su pánico al fracaso, a Izumi le cuesta admitir una derrota, llevándola muchas veces a seguir luchando más allá de sus limitaciones físicas, con el único objetivo de añadir una victoria a su historial.
Ineptitudes:
- Orgullo de espadachín: A menos que se de una situación extrema, nunca verás a Izumi huir de un combate que ha comenzado. "En el juego de la espada, o se gana, o se muere" (Adaptación de una frase de Juego de Tronos).
- Rival siempre débil: Luche contra quien luche (a menos que sea una autoridad del poder), Izumi no temerá a su rival, sin importarle cual sea su nivel real de poder. Lo que la puede llevar en muchas ocasiones a meterse en combates que no puede ganar, y por su orgullo de espadachín, de los que no huirá.
- Estilo de Lucha:
- Nombre del estilo de lucha: Esgrima (estilo Kobayashi)
Descripción del estilo de lucha: Intenta mantener siempre una distancia de seguridad con el enemigo para estar lo suficientemente cerca de él para asestarle un golpe tras un movimiento pero lo suficientemente lejos como para ver todos sus movimientos con claridad. También puede realizar combates de espada cuerpo a cuerpo, pero suele reservarlos para enemigos que estén a su altura.
- Akuma no mi:
- Nombre de la Akuma:
Clasificación:
Poderes:- Tabla de la Akuma:
- Nivel 1:
Nivel 10:
Nivel 20:
Nivel 30:
Nivel 40:
Nivel 50:
Nivel 60:
Nivel 70:
Nivel 80:
Nivel 90:
Nivel 100:
- Ámbitos:
- Reddo no Sakuran: Izumi sostiene con ambas manos su espada, verticalmente y frente a su rostro, pareciendo que este está dividido en dos mitades perfectas. Pareciera que se tratase de un ritual para utilizar esta técnica, puesto que después, los movimientos con su espada son sumamente hipnóticos, provocando que su oponente no pueda reaccionar correctamente, reduciendo en un x2 los reflejos de este mientras la habilidad siga activa (duración de dos turnos con dos turnos de enfriamiento). Mientras la chica pareciera que bailase junto a su espada, realizando precisos movimientos, sus ojos se vuelven completamente rojos. Solo caerán bajo el efecto de Reddo no Sakuran aquellos que miren a Izumi a los ojos o bien a su espada durante el turno de activación de la habilidad.
(Por cortesía de Katharina von Steinhell)
Pertenencias:
Armas: Un sable, Akai Umi, de metal azulado y brillo rojo carmesí.
Ropas: Un par de vestidos de verano que confeccionó ella misma , uno de color rojo completamente y el otro blanco con la espalda abierta y de finos tirantes. Asimismo, un par de shorts reductores a juego con cada vestido. Una chaqueta negra de pana. Dos pares de vaqueros largos, uno claro y otro oscuro. Unas botas negras que le llegan hasta el tobillo, con hebillas plateadas.
Propiedades: No.
Barcos: No.
Islas: No.
Varios:
- Un juego de alfileres, agujas e hilo.
Izumi Kobayashi
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Ficha lista para ser corregida
P.D.: No sabía cómo avisar de ello, así que escribí este mensaje. Luego lo borraré ^^
P.D.: No sabía cómo avisar de ello, así que escribí este mensaje. Luego lo borraré ^^
Buenas tardes, soy Zane D. Keshin el moderador favorito de las chicas y de Rainbow, además de ser el pelirrojo más sexy del foro, sabiendo eso voy a encargarme de corregir tu ficha.
Todos los campos están bien a excepción de tres cosas: la primera es que la descripción física no cumple los requisitos mínimos, pues la indumentaria no entraen el cómputo de palabras mínimas que se requieren. La segunda es que te falta poner un ámbito gratis por ser humana. Y la tercera es que, aunque has escogido una de las clases marca de la casa, que me pongas en un spoiler que caracteristica es la clave, cuales las primarias y secundarias y tu maestría.
Cuando arregles eso me vuelvo a pasar por aquí.
Saludos :fuma:
PD: Te dejo aquí abajo las guías necesarias.Todos los campos están bien a excepción de tres cosas: la primera es que la descripción física no cumple los requisitos mínimos, pues la indumentaria no entraen el cómputo de palabras mínimas que se requieren. La segunda es que te falta poner un ámbito gratis por ser humana. Y la tercera es que, aunque has escogido una de las clases marca de la casa, que me pongas en un spoiler que caracteristica es la clave, cuales las primarias y secundarias y tu maestría.
Cuando arregles eso me vuelvo a pasar por aquí.
Saludos :fuma:
Link 1: https://www.onepiece-definitiverol.com/t19509-guia-de-rol-i-creacion-de-personaje
Link 2:
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Actualización de mi ficha. Espero que no haya mucho problema.
Con respecto al ámbito, no sé si lo que he elegido se adecua a la definición.
Y no me deja borrar el mensaje que escribí para avisar de la primera actualización de la ficha, así que si un moderador pudiera hacerme el favor de borrarlo lo agradecería mucho ^^
Ah, una cosa que se me olvidaba. En oficios solo elegí dos, y según lo que estoy leyendo tengo derecho como a una especialidad en clase. Todavía no he decidido qué quiero, entonces, ¿podría elegirlo más tarde o tendría que hacerlo ya?
PD: Muchas gracias, Zane :)
Con respecto al ámbito, no sé si lo que he elegido se adecua a la definición.
Y no me deja borrar el mensaje que escribí para avisar de la primera actualización de la ficha, así que si un moderador pudiera hacerme el favor de borrarlo lo agradecería mucho ^^
Ah, una cosa que se me olvidaba. En oficios solo elegí dos, y según lo que estoy leyendo tengo derecho como a una especialidad en clase. Todavía no he decidido qué quiero, entonces, ¿podría elegirlo más tarde o tendría que hacerlo ya?
PD: Muchas gracias, Zane :)
Izumi Kobayashi escribió:Actualización de mi ficha. Espero que no haya mucho problema.
Con respecto al ámbito, no sé si lo que he elegido se adecua a la definición.
Y no me deja borrar el mensaje que escribí para avisar de la primera actualización de la ficha, así que si un moderador pudiera hacerme el favor de borrarlo lo agradecería mucho ^^
Ah, una cosa que se me olvidaba. En oficios solo elegí dos, y según lo que estoy leyendo tengo derecho como a una especialidad en clase. Todavía no he decidido qué quiero, entonces, ¿podría elegirlo más tarde o tendría que hacerlo ya?
PD: Muchas gracias, Zane :)
La descripción en orden. Lo de las subclases tienes hasta el nivel 23, pero si tienes alguna duda redáctamela por MP y te la contestaré en cuanto pueda. Y respecto al ámbito, mira un ámbito es "una técnica" que puede ser de energía elemental (una base para manejar el fuego como hace luffy, la electricidad como hacen los mink, o el mismo Karate Gyojin para la raza del mismo nombre) a un nivel muy básico. Bien, también tenemos ámbitos de canalización de aumento de cualidades físicas, es decir, energía física, que es lo que has puesto tú. En el caso de querer seguir con esto último debes elegir entre una de estas dos:
- Aumentar una característica 2 posts un 150%, es decir, x2,5 con un tiempo de recarga de 3 turnos (como cualquier técnica que no especifique recarga)
- Aumentar una características un 100%, es decir, x2 durante un turno (post) con un tiempo de recarga de otro turno
Espero que te haya quedado claro eso.
¡Ah! Una última cosa, el ámbito debe tener una parte pasiva (meramente escénica, como un aumento de musculación si lo enfocas en resistencia, o que tus manos/piernas/armas tengan pequeñas fluctuaciones de electricidad si eliges un ámbito electrico, por ejemplo). Y una parte activa, que es lo que verdaderamente cuenta: aumento de stats, utilización de la energia...etc.
Si con esto te ha quedado claro, arregla el ámbito y me vuelvo a pasar.
Saludos :fuma:
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Ya lo he actualizado, espero que así valga :)
Izumi Kobayashi escribió:- Reddo no Sakuran: Izumi sostiene con ambas manos su espada, verticalmente y frente a su rostro, pareciendo que este está dividido en dos mitades perfectas. Pareciera que se tratase de un ritual para utilizar esta técnica, puesto que después, los movimientos con su espada son sumamente hipnóticos, provocando que su oponente no pueda reaccionar correctamente, reduciendo en un x2 los reflejos de este mientras la habilidad siga activa (duración de uno o dos turnos). Mientras la chica pareciera que bailase junto a su espada, realizando precisos movimientos, sus ojos se vuelven completamente rojos.
Como te dije en el mensaje privado, debes aclarar que su duración es de dos turnos con un tiempo de reutilización de otros dos. Y lo más importante, debes aclarar que para que el efecto de tú ámbito funcione deben mirarte o bien a los ojos durante el turno en el que lo activas o bien a la espada.
Aclara eso, pls.
Saludos :fuma:
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Perdona, creía que sí había añadido esa información en el post. Ahora debería estar todo en orden.
Recuerda pasarte por el censo y el registro de físicos.
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