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De aquí a Mary Geoise, amigo mío. [Lance & Yuu] Empty De aquí a Mary Geoise, amigo mío. [Lance & Yuu] {Jue 5 Sep 2019 - 14:18}

Y tal y como empezó, el turismo por los Blues estaba acabando de una vez por todas. A pesar de que me sentía bastante cómodo por aquellos mares, ya que simplemente era todo bastante fácil para mí, se convertía de la misma forma en un problema. Es decir, podía aceptar trabajos con el gusto de saber que los iba a terminar sin siquiera tener que mancharme el traje, pero los pagos eran equivalentes a la dificultad y, encima, mi control de la electricidad no estaba mejorando sobremanera. Supongo que, tal y como se suele decir, mientras más problemas, más recompensa. Solo cuando tuviera que enfrentarme a una situación realmente peligrosa sería cuando consiguiera avanzar en el poder de mi fruta, y por aquellos lares parecía algo bastante complicado de lograr.

El mismo barco mercantil con el que había estado recorriendo durante un tiempo más que decente el agua salada estaba terminando su ruta, al menos por ahora, y me hacían entrega de un Den Den Mushi que se caracterizaba por su grueso bigote canoso y una chistera oscura, que aún tenía en la mano mientras pensaba todo aquello. Quizás me vendría bien en un futuro, quién sabe. Aunque la ilusión de llamarlos se comenzaba a disipar poco a poco cuando veía dónde me habían dejado con el barco: estaba en los cabos gemelos, en un trozo de tierra que con dificultad se podía llamar isla sin reírse. Era un lugar bastante pequeño que, por encima de todo, no comunicaba con ningún lugar que sí que tuviera civilización. Aquí el único ser vivo que me acompañaba, restando los peces que paseaban —qué novedad, peces en el mar— era un farero que parecía puesto allí simplemente como una máquina que informaba y nada más. ¿Y por qué me habían dejado allí? Bueno, yo también tenía mis dudas, pero según palabras del capitán del barco ‘’El señor que aquí habita te puede ayudar a conseguir algún buen trabajo, ya que aquí acaba el nuestro’’ y yo, como un ingenuo y un tonto, había abandonado la embarcación tras coger un maletín donde llevaba mi traje de Kirin.

Haciendo caso a las palabras de los viejos que parecían haberme dejado aislado allí, me acerqué al rey del cabo, el cual me recibió con una sonrisa algo desganada, quizás por el cansancio que traía consigo el pasar de los años. Yo, tratando de marcar la sonrisa más amable, taimada en el fondo, comencé a mover las manos para gesticular y parecer más cercano:

—Perdone…, ¿sabría usted cómo puedo ir a la estación de Umi Ressha más cercana? — Me reí un poco, quizás algo avergonzado por la situación, y señalé el DDM que tenía en la palma. — Es que, como ya habrá visto, me han abandonado aquí y no tengo medios para abandonar este lugar. — Era mentira, simplemente podía transformarme en mi forma etérea y, elevándome a la vez que avanzaba, buscar la isla más cercana, pero a saber dónde podría estar. Al fin y al cabo, utilizar los poderes no salía gratis, y me cansaría sobremanera si la distancia era demasiada.

—Bueno, bueno, bueno… — La sonrisa que aquel hombre había estado portando se curvó un poco más y formó una algo más sincera, que, sinceramente, logró animarme. — Pues la más cercana, por lo que sabe este viejo, es la Isla Cactus. Si quieres ir allí desde este lugar, joven, vas a necesitar que algún barco te dé el viaje. — La idea me parecía tan buena como cualquier otra, ya que no temía por mi seguridad. El problema era otro muy claro.

— ¿Cada cuánto pasan, señor? — Era consciente de que no era una estación de buses o algo por el estilo, y que la cifra que me iba a dar era aproximada. Lo mismo podían pasar dos seguidos que ninguno en semanas, supuse.

— Pues verás, chiquillo, llevo sin ver un barco desde hace una semana y media. Bueno, llevaba, ahora que has llegado tú, la cuenta vuelve a cero. — Eran malas noticias, eso significaba que en el peor de los casos me tendría que quedar allí a vivir varios días y no me agradaba la idea de compartir casa con aquel hombre y menos aún la de perder tanto tiempo en un lugar vacío.


Finalmente, tras varios segundos de deliberación, opté por llamar nuevamente al barco de aquellos hombres. No había pasado tanto tiempo desde su partida, así que no debería ser una tarea realmente difícil el dar la vuelta para recogerme. Descolgué el auricular varias veces, durante minutos enteros, pero no lograba comunicar. Con un enfado descomunal, cerré el puño y me llevé al pequeño caracol al bolsillo de la americana para guardarlo, aceptando que mi única posibilidad sería la peor de todas: simplemente esperar. Entonces, cuando lo solté, noté con el dedo otro bulto en el mismo saco, y lo saqué rápidamente. ¡Otro DDM! Descubrí fácilmente que se trataba del comunicador del chico que había hecho tan corta aparición durante la reunión de Krauser y todo aquello, el del parche con el pelo azul y un muy mal genio. El que se fue en su barco volador nada más empezar todo. Suspiré, ya que tampoco me era lo más grato, esa persona siempre traía problemas consigo, sin olvidar que ya me trató de matar una vez y quizás, dependiendo de su humor esta vez, querría repetir. ¿Pero qué es la vida sin un poco de ánimo y de riesgo? Era de lo que me había estado quejando hacía minutos, así que me veía obligado a seguir adelante con el plan, ya que tenía una embarcación que sin mucha dificultad podría llegar hasta aquí. Tomé el auricular de este nuevo caracol y no tardé mucho en recibir señal, empezando a hablar:

— Tú me prometiste trabajo y tal, ¿verdad? — Confiaba en que reconociera mi voz, ya que no me podría presentar por mi nombre y decirle que era el chaval que intentó matar no me terminaba de gustar. Se le escuchó dudar al otro lado de la línea y me asusté por segundos, pero terminó por reconocerme y darme una respuesta positiva. — Bueno, si quieres que te ayude, quizás estaría bien que fuera recíproco. Necesitaría que me hiciera un favor. Ahora mismo, de hecho. — Quería utilizar mis capacidades para que él aceptase llevarme, aunque conociendo su orgullo quizás aquella idea no le hiciera gracia. Instantáneamente me preguntó indirectamente que de qué se trataba, y me limité a contestar. — Bueno, estoy atrapado en una zona del Paraíso… — Hice una pausa de varios segundos, bastante avergonzado de la situación y de pedirle ayuda a un desconocido. — Los cabos gemelos. — Sin dudas, contestó sorprendiéndome. Parecía que el único problema para él podían ser que estuviera el Gobierno por allí, pero simplemente negué. — Hay un anciano que parece que es parte de la isla, pero creo que es un civil. Creo. — No podía estar seguro, pero lo contrario sería muy retorcido. El parchado no tardó en decirme que iría a buscarme con un barco… ¿Uno? ¿Cuántos tenía? Y encima me dijo que no me moviese de allí, como si no fuera aquel el problema en todo esto. —No tengo mucho a dónde moverme, eh. Y si me dices la altura aproximada me encargaré yo de ir, no te preocupes por eso. — Si venía con el barco volador no lo haría pararse a recogerme, tenía las herramientas para hacer mi parte sin problemas, pero parecía que él no había entendido mi pregunta cuando me pidió un terreno plano. Entonces, concluí. —Tú simplemente avísame cuando estés llegando y no te pares a atracar en ninguna parte. — Me parecía un mensaje lo suficientemente claro como para que no lo malinterpretara, y pareció ser así cuando me llevó la razón y aceptó el plan. — Perfecto, aquí espero entonces. — Entonces, el DDM se apagó repentinamente, síntoma de que él había cortado.

Me quedaba únicamente esperar, así que le pedí una silla al farero, el cual me la cedió sin dudarlo, y la puse en mitad del cabo para sentarme a mirar el horizonte y, a cada tanto, pensar en mis cosas.
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De aquí a Mary Geoise, amigo mío. [Lance & Yuu] Empty Re: De aquí a Mary Geoise, amigo mío. [Lance & Yuu] {Jue 5 Sep 2019 - 20:12}

El contenido de este post puede herir la sensibilidad de algunas personas. Si eres una persona bienhablada y de bien... no te aconsejo leerlo.

El graznido de las gaviotas empezaba a enfurecer a Yuu cada vez más. No estaban lo suficientemente altos como para librarse de ellas, con lo cual no podía hacer nada más que aguantar su exhaustivo sonido. El mercenario, sentado en la silla central de la sala de mando, las observaba por la cristalera de la sala.

¿Es que no se van a callar nunca? —dijo para sí en voz alta, con su cabeza apoyada en una mano—. ¿Quién coño ha creado a estas ratas del aire nauseabundas?

Dios, señor —dijo un ingenuo chaval de la tripulación.

¿Dios? Dios me come los cojones. Vamos, yo si creara una aberración llamada “Gaviota” no me llamaría Dios, me llamaría “Subnormal Supremo” —exclamó, malhumorado.

Jefe, ya sabe que esas cosas pueden ofender a alguien —le comentó un tripulante de avanzada edad que se hallaba cerca de él.

¿Cómo? ¿Que puede qué? ¿Me lo puedes volver a repetir?

Que puede ofender a alguien, señor…

Oh… pero qué lástima. Espera un segundo, espera —se aclaró la voz—. ¡Señores y señoras! ¿Alguien se ha ofendido por lo que he dicho?

Señor, yo igual me he sentido un poco of… —se vio cortado de repente un joven tripulante que se hallaba delante de una de las máquinas de la nave.

Pues tú también me comes los cojones, chaval. Si te ofende, apechugas, coño. Y a otra cosa. Putas gaviotas. ¿Alguien puede cerrar la puta ventana o matar a las jodidas ratas esas de una vez ya? ¡Ostia!

No hay ninguna ventana…

¿Cómo? —exclamó fuertemente el peliazul— Necesito un puto respiro, tío. ¿Qué rumbo llevamos?

Nos dirigimos a Reverse Mountain, señor. Rumbo a la Senda del Futuro —dijo una muchacha, ubicada justo delante del mapamundi holográfico.

Vale, seguimos con el rumbo. Me voy a mi camarote. Cualquier cosa telefonillo, pero no me molestéis con gilipolleces. No lo hacéis a menudo, pero por si las moscas.

Acto seguido, Yuu se levantó de su silla y emprendió el camino hacia su camarote. Una vez allí, cerró la puerta detrás de sí y tiró la americana a su enorme cama. Caminó directamente hasta las estanterías donde guardaba todo el alcohol y, allí, cogió un vaso de tamaño mediano para servirse un vaso de whisky con un par de hielos. Dejó la botella en su sitio y con su diestra agarró el recipiente. Se acomodó en la silla de su escritorio, mientras su única plegaria era que no le molestasen mientras se relajaba. Para su desgracia… justo cuando iba a darle el último trago a su bebida, el caracol que estaba encima de la mesa empezó a sonar. Dejó lo poco que quedaba para después de atender la llamada, la cual cogió nada más depositar el vaso sobre la mesa. Al otro lado de la línea, una voz que tardó en reconocer unos segundos le recordó que le había prometido trabajo al susodicho.

Ehm… tú eres… sí, vale. Eres aquel chico. Sí, bueno, digamos que te vi capaz de hacer unos trabajitos, vaya. ¿Estás interesado, entonces? —la respuesta del joven, el cual había resultado ser aquel chaval de Water Seven que pretendía robarle y que, bueno, casi mata, fue que quería ayuda a cambio de sus servicios. Quería un favor en ese preciso instante, cosa que extrañó al mercenario—  ¿Qué hay más recíproco que el pagarte por tus servicios? Pero bueno, depende de lo que sea te lo podré conceder o no— el chaval contestó que estaba atrapado en algún lugar del Paraíso y, tras una extensa pausa, confesó que se trataba de los Cabos Gemelos, lugar de inicio para los navegantes en Paraíso—. ¿Solo eso? Vale, no hay problema, es un favor sencillo. Solo que… ¿no hay ni hombres de blanco ni de negro por la zona, no? —indirectamente, contestó negativamente, alegando que había un civil trabajando allí. Yuu le dio su voto de confianza por el momento— Entiendo. Yo mismo acudiré a tu posición y te recogeré por aire. Mejor será que no te muevas de tu posición, aunque sí que estaría bien que cogieras terreno elevado para ayudar a que te recoja—el muchacho preguntó por la altura a la que este debería subir—. Pues… mientras sea un terreno plano todo irá bien para las maniobras. Supongo que un kilómetro de altura o algo así —para su sorpresa, el sujeto en la otra línea le dijo que simplemente le avisara de su llegada, que ya subiría él por su cuenta. Yuu no entendió el por qué, pero supuso que el chaval sabría lo que hacía—. Ehm, perfecto entonces. Cuando esté cerca, llamaré por el caracol este. Supongo que verás el barco igualmente.

Yuu cortó la conexión tras la última intervención de su contacto. Sin pensárselo dos veces, e bebió lo que le quedaba en el vaso de un trago y marcó un número en el caracol. La llamada era para el centro de mando del barco, al cual quería comunicarle unos cambios repentinos.

Señores, al habla el capitán. Tenemos nuevos planes, ¿cuánto queda para llegar a Cabos Gemelos?

Capitán, quedarán unas pocas horas para llegar—contestó un tripulante por el intercomunicador.

Vale, cuando estemos a pocos kilómetros, detened el avance del Ragnarok. Quiero también que los del hangar vayan preparando el Loki para su despliegue en cuanto lleguemos. Yo estaré en el camarote hasta que estemos apunto de llegar. Solicito que se me avise cuando falte poco para alcanzar nuestro destino.

¡Entendido, Capitán!

Cortó la conexión.

━━━━━━━━☆★☆━━━━━━━━
Unas horas después…


El sol estaba ya en lo alto del cielo, indicando que había llegado ya el mediodía. La notificación llegó a oídos del joven parchado, quien se levantó de la cama y se colocó la americana que había dejado horas atrás tirada por ahí. Cogió el caraco, se colocó el cinto con una sola espada, por precaución, y salió de su camarote, directo hacia el hangar. Al salir del ascensor que daba a la gran sala donde guardaban los navíos, contempló al majestuoso Loki, que ya parecía estar preparado para zarpar. Ragnarok empezaba ya a detenerse, y Yuu emprendió su paso hacia su hermano menor, dispuesto a partir de inmediato.

Encendedlo todo. Velas arriadas ya, motores en funcionamiento. Nos vamos—gritó, mientras saltaba para subir al barco y se posicionaba rápidamente en el timón.

¡Velas listas!

¡Motores encendidos!

¡Sistemas conectados!

Señores, preparaos para que os dé un poco el aire.

Las compuertas del hangar se abrieron, y nada más hubo un pequeño hueco para salir, el barco salió disparado hacia allá. El gigante de fuego cegó a todos los tripulantes del Loki, quien ya se hallaba operativo y en pleno vuelo. En pocos minutos, todos los que estaban en cubierta divisaron el faro de Cabos Gemelos.

Quien me dé visual de un chaval bajito con el pelo largo y con unos harapos de vagubundo hoy tiene cena extra.

No tardaron demasiado en ponerse a buscarlo y encontrarlo, de hecho. Una vez tuvieron visual, se acercaron a su posición y Yuu cogió el caracol de su bolsillo para advertir al joven de su llegada inminente.

Estamos a nada de llegar, chico. Te vemos. Confirma visual y cuando quieras procede a subir al barco.
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De aquí a Mary Geoise, amigo mío. [Lance & Yuu] Empty Re: De aquí a Mary Geoise, amigo mío. [Lance & Yuu] {Vie 6 Sep 2019 - 17:47}

Quizás pude pasar perfectamente una hora, a lo mejor bastante más, mientras esperaba a aquel que me iba a recoger. Me sentía como una muchacha a la cual han invitado al baile de fin de curso y el coche, brillante y elegante, no llega nunca a la puerta de su casa. Nada más que ni yo era una chica, ni estaba en el instituto, ni había amor de por medio. Pero la emoción era similar, o eso creo. El culo me comenzaba a doler de estar esperando sin moverme, en una silla la cual pecaba de todo menos de cómoda. Tampoco me parecía difícil que, si el hombre iba a estar encerrado en una isla de rocas y era el único habitante, simplemente obviase el tema de comprar comodidades para los invitados. No parecía tener demasiados a lo largo del año, a juzgar por la sarta de preguntas que me estuvo lanzando durante toda la espera. Por la parte buena, me curaba el aburrimiento a ratos, pero no me caracterizaba por ser alguien hablador, y menos por mi elocuencia o sinceridad. Muchas de ellas las ignoraba o simplemente mentía para salir de una situación claramente incómoda para ambos.

En un punto dado de la mañana vi lo que parecía ser una embarcación voladora que se aproximaba  sin lugar a dudas, y me levanté de la silla repentinamente, causando que esta se cayese tras de mí, avisando al farero de que ya había venido mi pareja de baile a recogerme. Con una sonrisa de oreja provocada por la más pura felicidad, comencé a deambular por la isla, siempre sin alejarme demasiado del punto inicial, llevado únicamente por la impaciencia de dejar de ver aquella pila de rocas y de tener incrustado el mar en mis fosas nasales. Podía subir en cualquier momento, pero prefería esperar a que me dieran el aviso por el DDM, ya que el peliazul no parecía ser alguien que tolerase bien un cambio de planes sin razón. Además, nadie me aseguraba por completo que aquel barco elegante y con mascarón de oro fuera propiedad del chico. No es que viera muy a menudo barcos voladores, eso era cierto, pero las coincidencias sucedían y tampoco me gustaría subirme a uno en el que no fuera bien recibido, ya que no tenía mucho margen a donde huir. Una vez el caracol comenzó a emitir su característico tono de llamada y descolgué el auricular, escuché la voz del parchado, que me pedía que les asegurase si los estaba viendo:

— Sí, os llevo viendo un rato. Ya me estaba impacientando. — Reí un poco, lo suficiente para que se escuchase claramente al otro lado de la línea, y colgué para guardar el animal en bolsillo y comenzar la subida.

Estiré un poco para calentar las articulaciones, poco móviles debido a la aburrida mañana que había vivido, y me preparé mentalmente para llevar a cabo lo que quería hacer. No es que fuera difícil, no después del tiempo que había tenido para afianzar aquel poder, pero si no me concentraba, podía salir muy mal, y una caída al mar podía costarme la vida en aquella situación, o en cualquiera. Exhalé y, en cuanto hube inhalado a fondo, convertí mi cuerpo en etéreo y escalé el aire a base de pequeñas descargas, como un rayo invertido. Segundo tras segundo me elevaba con velocidad, cerca de los noventa metros, hasta que, en menos de un tercio de minuto superé la altura de la cubierta y solamente tuve que dejarme caer hasta la madera con cierta gracilidad y soltura, pero sin extravagancias. La madera crujió un poco bajo mis pies, fruto de la presión de la caída, y yo procedí a limpiarme un poco el traje, más por manía y costumbre que por necesidad, hasta que vi al que comandaba el barco. Solté un suspiro de tranquilidad, como quien ha dejado de hacer un gran esfuerzo, y anduve hasta que lo tuve de frente, soltando el maletín que portaba en la mano derecha con suavidad y tendiéndosela para presentarme:

— Muchas gracias por haber venido a recogerme. Me puedes llamar Lance, encantado. — Si aceptaba el darme la mano, se la estrecharía con cordialidad. — Entonces ahora te debo una, ¿no? — Sonreí, torciendo un poco la cabeza sin llegar a descubrir los ojos del flequillo, todo por acto reflejo. Aun así, me aseguraría de estar preparado para que no me pillase desprevenido si optaba por atacar, ya que tenía una espada enfundada en el cinto. Yo, en cambio, llevaría la Beretta en la parte trasera del cinturón y las Elektro en los laterales, todas cubiertas por completo por la americana, siempre a mano en caso de necesidad.
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De aquí a Mary Geoise, amigo mío. [Lance & Yuu] Empty Re: De aquí a Mary Geoise, amigo mío. [Lance & Yuu] {Sáb 7 Sep 2019 - 18:44}

Poco después de colgar al joven, el navío se fue acercando a velocidad normal a la posición del sujeto. Yuu maniobró como pudo para voltear el barco ciento ochenta grados, de modo que pudiesen recogerlo y volver rápidamente al Ragnarok. La tripulación corría por toda la cubierta para que todo estuviera en su sitio. El parchado no tenía ni idea de lo que aquel hombre iba a hacer para subir. Según su memoria le permitía recordar, el chaval tenía poderes eléctricos. Un poder parecido al que él contaba gracias a la condenada fruta. Supuso pues que, haciendo uso de esos poderes, subiría a cubierta en menos de lo que cae un rayo. Y, literalmente, así fue. El zagal se hallaba ya encima de la madera del barco, con la apariencia exacta con la que Yuu lo recordaba.

Esto va a ser interesante… —musitó con una sonrisa— Coge el timón y vuelve al Ragnarok. Tengo cosas que tratar con el chico—ordenó a uno de los tripulantes, quien hizo caso de inmediato y se puso al timón.

El peliazul bajó las escaleras y se acercó con lentitud y una mano en el bolsillo al joven. Analizándolo de arriba a abajo, comprobó que sus intenciones eran las que esperaba. Cuando llegó frente a él, se detuvo, mirándole a los ojos.

Muchas gracias por haber venido a recogerme. Me puedes llamar Lance, encantado—le tendió la mano una vez había dejado en el suelo un maletín que portaba antes de subir—. Entonces ahora te debo una, ¿no? —dijo con una peculiar sonrisa.

Yuu. Pero entre nosotros no vamos a usar esos nombres. Llámame Tyr. Tú serás… Sif—dejó de estrecharle la mano y cruzó los brazos—. Si me debes una o no… ahora mismo no importa lo más mínimo. Sígueme, mientras llegamos a mi nave preferiría hablar en privado en mi camarote—le explicó, antes de voltearse para cruzar el umbral de la puerta que llevaba a su habitación.

El camarote del capitán era bastante espacioso, con una cama, una mesa para los mapas y demás estrategias… incluso un armario para guardar equipamiento y ropa. Como todo lo que ahora poseía Yuu, estaba bien equipado para sus necesidades. Una vez los dos se hallaron dentro, Yuu cerró la puerta tras de sí y empezó la conversación.

Bien, voy a aclarar un par de cosas antes de hablar de negocios. Primera, lo que ocurrió en Water Seven no se me olvida, pero te absuelvo por tu potencial. Segunda, desde que empieces a trabajar para mí, traicionarme te llevará a hundirte en lo más profundo del océano… literalmente —carraspeó—. Siguiente punto, los detalles del trabajo te los diré cuando lleguemos a mi nave. El Ragnarok es una barcaza que vuela y será tu casa hasta que tú decidas lo contrario. Está perfectamente construida para satisfacer todas las necesidades humanas, y encima es una fortaleza aérea en la que tu seguridad no se va a ver comprometida. Si quieres saber más sobre el barco, pregúntame a mí o alguno de los ingenieros que van de aquí para allá por los pasillos. En cuando hablemos de negocios allí, yo mismo te enseñaré las instancias de la barcaza—se apoyó en una pared—. ¿Lo has entendido todo, muchacho?
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De aquí a Mary Geoise, amigo mío. [Lance & Yuu] Empty Re: De aquí a Mary Geoise, amigo mío. [Lance & Yuu] {Dom 8 Sep 2019 - 17:48}

Al final, aquel chico aceptó mi saludo de forma cordial, desvelando su nombre en el proceso. Así que Yuu, ¿eh? Era un nombre fácil de recordar, rápido de decir y simple, como a mí me gustaban, así que no me disgustaba. Además, ponerle cara al que casi fue mi sicario en su momento y amenazaba con convertirse en mi jefe temporal siempre era algo grato, ya que al menos así podría recordar y repetir su nombre con furia mientras me acuchillase o, en su defecto, me pagase menos de lo que debía. Conociendo la forma de actuar de los mafiosos como él tampoco podía estar seguro de que aquella denominación apareciese en el DNI, quizás simplemente se había inventado uno tal y como yo lo había hecho en su momento. Esta idea se desvaneció un poco en el momento en el que me corrigió, y dijo que a partir de ese mismo instante nos comenzaríamos a llamar por un apodo que, sin atisbo de duda, me proporcionó. A partir de aquel momento, según su mandato, nos llamaríamos Tyr y Sif, y entendía la razón pero no del todo bien. ¿Realmente era necesario el ocultar nuestros nombres en el barco, donde se suponía que estaban nuestros compañeros de trabajo?  Es decir, fuera de este, mientras se trabajaba, me parecía algo más que razonable el no ir gritando como locos nuestros nombres, porque aquello sería como llamar a la marine para que nos pusieran precio por la cabeza, pero en este lugar me parecía innecesario. De todas formas, aquella era su embarcación, y supuse que mi única opción era seguir sus reglas, así que sería Sif por un tiempo.

Entonces me hizo seguirle a su camarote, para hablar de forma privada. Me sentía cómodo con la idea de abandonar el bullicio, pero no con la de encerrarme a solas en una habitación con Yu---Tyr. A regañadientes entré a aquella estancia, que recordaba a la de un hotel de cierto renombre por la cantidad de facilidades y equipamiento que había. Crucé unos pasos hasta caminar delante del peliazul, y este cerró la puerta para comenzar a hablar nuevamente. Quería que tratase el tema de que no me matase sin razones como un favor que él me hacía, y no me terminaba de gustar aquella idea, así que simplemente obviaría todo lo que pasó y miraría hacia adelante ya que, según él, nuestra relación de negocios sería fructuosa, siempre y cuando no lo traicionase. Asintiendo con cierta solemnidad, fui aceptando lo que me pedía, y descubriendo que este barco nos iba a llevar a otro bastante más grande y destacable, en el cual viviría mientras trabajase para él. Dormir en territorio ajeno no me hacía mucha gracia tampoco, aunque tal y como lo exponía, parecía más un resort de vacaciones que un vehículo donde pasar los días. Y si todo aquel lugar era real y era controlado bajo la mano de una sola persona, la cual tenía delante, eso significaba que tenía bastante más poder del que me esperaba en una primera instancia. Al fin y al cabo, me había parecido alguien interesante, pero que no dejaba de ser de mi nivel, que incluso era incapaz de tocarme, y aquella idea se iba desmontando poco a poco para tomar otra forma en mi cabeza. Ahora tenía más el aspecto de un hombre de negocios que, aunque no tenía la mano más fuerte del Paraíso, suplía aquella carencia con ciertos dotes de carisma o contactos.

Con todo dicho, simplemente me limité a asentir y aceptar los requisitos que me pedía, ya que, aunque tuviera otra opción, cosa de la que carecía, me parecía que lo mejor sería seguirle el juego y aceptar por el momento.

—Entendido. Tal y como lo has presentado, tengo ganas ya de verlo.
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De aquí a Mary Geoise, amigo mío. [Lance & Yuu] Empty Re: De aquí a Mary Geoise, amigo mío. [Lance & Yuu] {Dom 8 Sep 2019 - 21:38}

El muchacho parecía estar de acuerdo con todo lo que estaba diciendo Yuu, asintiendo sin mediar una sola palabra hasta que el parchado hubiese acabado. Las únicas que dijo demostraban estar de acuerdo con lo planteado, e incluso parecía notarse un poco de entusiasmo por ver al Ragnarok. Una pequeña sonrisa se dibujó en la cara del mercenario, quien dejó de apoyarse en la pared y de tener los brazos cruzados.

Te vas a enamorar en cuanto lo veas. Es una maravilla de la tecnología, ya lo verás. En fin, salgamos a cubierta. Llegaremos pronto, espero.

Con parsimonia, se acercó a la puerta para girar el pomo y abrirla de par en par, haciendo que toda la luz solar bañara toda la estancia. Cruzó el umbral y miró a los pocos tripulantes que había para dirigirse a ellos.

¿Tiempo de llegada aproximado, chicos?

Diez minutos, señor. ¿Vamos avisando de que abran las compuertas del hangar? —dijo una joven de dorados cabellos y de atlética complexión.

Ya me encargo yo. ¿Dónde está el interfono este? ¿Al lado del timón, no?

En efecto, en el panel de control.

Yuu subió las escaleras y se colocó al lado del tripulante que dirigía el timón. Allí, al lado del panel de control, había un aparato de comunicación no muy grande que servía para comunicarse con el centro de mando de la nave nodriza. El criminal lo cogió con la diestra y activó la frecuencia para establecer contacto.

Blade al habla. ¿Hay señal?

Sí, capitán. ¿Qué sucede? —dijo una voz al otro lado de la línea. Esta no era muy clara debido a las diminutas pero destacables interferencias.

Eh… vamos a llegar en unos diez minutos. Calculad y más o menos abrid las puertas del hangar cuando falten cinco o tres minutos.

Entendido—se cortó la comunicación.

Vale. Déjame el timón a mí lo que queda del viaje—le dijo Yuu al chaval que había pilotando en aquel preciso instante, poniéndose él a los mandos nada más irse el otro.
                                                                                                                                   
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Diez minutos después

Nada más cruzar una nube, todo el esplendor de la gran barcaza pudo verse en el cielo, para el disfrute de sus espectadores. El barco había virado para establecer la ruta preseleccionada antes de que Yuu partiese, así que las puertas del hangar se hallaban más cerca de ellos y no había que hacer tanta maniobra. El Loki no tardó demasiado en alcanzar el interior de la nave, cerrándose así las compuertas gigantes que permitían su acceso. Con suavidad, el mercenario empezó la maniobra para detener y amarrar el barco a su sitio. No hizo falta que él dijera nada para que los tripulantes hicieran su trabajo, y casi de inmediato, el barco se hallaba paralizado y todo en su sitio para que no se moviera un pelo de donde lo habían dejado.

Y hemos llegado—exclamó Yuu, dando un salto y apoyándose encima del timón, para luego saltar a la cubierta de abajo—. Venga, todos abajo por el puente. Esto… ¿te había proclamado Sif, no? Vale. Sif, tú ven conmigo—cogió la delantera en el puente, esperando que el sujeto le siguiese por detrás.

Desde donde estaba el Loki, caminaron hasta el ascensor que los llevaría hasta su destino. Una vez arriba, y con un silencio que podría parecerles incómodo a muchos, cruzaron por el pasillo hasta el dormitorio de Yuu, que también era su despacho personal. En la puerta doble que daba acceso a esta, en el final del pasillo, había dos paneles de escáner de retina. El derecho, por una parte, activaba el dormitorio y los muebles del despacho, mientras que el izquierdo reorganizaba  el mobiliario y ocultaba ciertas cosas de este para que fuese una sala únicamente para reuniones con clientes que funcionaba como despacho. Como para esta cita no se requería de cama ni demás, Yuu acercó su ojo bajo el parche al panel izquierdo. Dentro, se escucharon unos sonidos que cesaron casi de inmediato, abriéndose las dos puertas de par en par.

Dentro, era una sala rectangular con una estética sórdida y profesional, con algunas estanterías llenas de botellas de alcohol y otras con archivos. Justo en el medio, se hallaba la lujosa silla de Yuu y su escritorio, limpio con una patena debido al servicio de limpieza autómata. Delante de este, un sofá de gran lujo negro serviría de reposo para el invitado y nuevo supuesto inquilino de la barcaza.

El parchado precedió al chico, sentándose primero en su silla y haciéndole un gesto con la mano para que tomase asiento en el cómodo sofá de dos personas.

Bien, vamos a hacerlo de la siguiente manera. Yo te voy a hablar de la propuesta que tengo para ti, y luego tú me vas a preguntar las dudas que tengas acerca de lo que te voy a proponer. Después de esto, te diré las pautas a seguir en tu trabajo, a qué puedes optar y demás cosas que te podrían interesar. ¿Quieres una copa?

El chico denegó el ofrecimiento, mas aun así si que aceptó el agua mineral que segundos más tarde Yuu le ofrecería. Cuando le puso el vaso con agua delante, el parchado empezó a hablar de nuevo.

Primero que nada, esta organización es secreta, de momento. Los nombres en clave son por seguridad y para no acarrearnos problemas legales. La idea de llamarnos así incluso de puertas para adentro es para asegurar que fuera no se nos escape a nadie el nombre real de ninguno de nosotros.  Puede parecer una tontería, pero no lo es—hizo una breve pausa—. Bien, veamos. Nuestra organización se llama Yggdrasil. ¿Nuestros objetivos? Por ahora son simples: conseguir la mayor red de contactos del mundo conocido y conseguir la amnistía legal de los crímenes que nuestra comunidad de contactos cometa… dentro de un límite. ¿Ambicioso? Quizás. Pero no imposible. ¿Cómo lo conseguiremos? Nuestra organización abarcará todas las familias de delitos posibles del mundo: asesinatos, robos, contrabando, prostitución… incluso acabaremos teniendo gente en el gobierno algún día. Todo a su tiempo, pero a largo plazo… esos son nuestros planes. He visto tu poder de primera mano, muchacho, y creo firmemente que tú serías una baza estupenda para nosotros. Francamente, somos muy pocos. Serías la primera persona poderosa que entraría como interino y, por supuesto, eso conllevaría ventajas que a tu bolsillo y moral les daría mucha felicidad. Está en tu mano pues aceptarlo o no. Ahora bien, dicho todo esto, me gustaría saber si te has quedado con dudas o si debo seguir hablando de más formalidades.

El mercenario dejó un tiempo al muchacho para contestar, apoyando sus codos en el escritorio y dibujando una leve sonrisa en su rostro.
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De aquí a Mary Geoise, amigo mío. [Lance & Yuu] Empty Re: De aquí a Mary Geoise, amigo mío. [Lance & Yuu] {Miér 11 Sep 2019 - 10:38}

Parecía estar bastante confiado de todo lo relacionado al barco que comandaba, ya que no tardó ni un segundo en afirmar que era una maravilla de la tecnología, que me iba a sorprender. Dio entonces la orden de salir a cubierta, abandonando la estancia y comenzando a hablar como todo un capitán con su tripulación, quien sabe si palabras reales o solo para demostrar poderío delante de mí. A estas alturas era capaz de esperarme de todo proviniendo de un hombre de negocios, solo para dar buena impresión. Entonces, tomó lo que parecía un interfono, un comunicador, y mandó órdenes a otras personas que, si la intuición no me fallaba, serían los que iban a bordo de la gran embarcación.  Para acabar el espectáculo, arrebató el timón de las manos del que había estado siendo el navegante hasta ese momento, para empezar él a dirigirnos.

Pasaron cerca de un cuarto de hora, a lo mejor algo menos, hasta que las vistas dieron nuevas noticias. Ya me estaba aburriendo de estar allí, simplemente mirando las nubes y el mar, así que el ver aparecer un barco gigantesco a la lejanía era algo bastante bueno. Además, parecía ser que el orgullo de Tyr no era infundado, ya que el tamaño de aquel navío, teniendo en cuenta que estaba flotando en el aire, era descomunal, y parecía ser bastante más avanzado en todos los aspectos que los que yo había podido ver en mis travesías. Los colores dorados y blanco destacaban sobre el cielo y atraían la atención, impidiéndome desprender la vista de ellos, mientras que la cantidad de velas y la forma de la propia estructura me dejaban atónito. No se parecía a nada de lo que hubiera visto en mi vida, ni siquiera en la Isla Gyojin, donde solían pasar varios barcos nuevos cada día. La sangre me comenzó a hervir, más porque mi vena científica había despertado que por el propio hecho de que allí estaría viviendo. Me interesaba estudiar a fondo la forma en la que se desplazaba y toda la física relacionada a ello, y seguramente eso mismo era lo primero que haría en cuanto me dejaran a mis anchas por allí.

Con cierta maestría y algo de costumbre, Yuu dirigió el barco hacia el hangar de la nave más grande, cerrando las puertas a su paso, y entonces lo detuvo y amarraron la barcaza donde debían. Con rapidez, comenzaron a cruzar el puente que conectaba una nave con otra, y seguí al peliazul hasta el ascensor, que nos dirigió a un pasillo donde parecía que nos separábamos del resto nuevamente. Sin mucho atisbo de duda, caminé al lado suya hasta alcanzar una puerta bastante tecnología, que constaba de un sensor donde tuve que poner el parchado el ojo que siempre había tenido cubierto, dejándome saber que no era tuerto ni mucho menos. Una vez hecho eso, un ruido surgió del otro lado de la entrada y estas se abrieron por completo, dejándome la visión de un despacho bien ordenado, bastante típico pero limpio. En general, cumplía la función de ser una sala de reuniones, porque básicamente es lo que parecía ser. Él se sentó en una lujosa silla y me dio paso a tomar asiento en el sofá, poniéndome cómodo en el instante que lo toqué, apoyándome en uno de los brazos. Quería hacer de esta charla una ronda de preguntas y respuestas, y parecía que su deseo era presentarme más a fondo todo lo relacionado con el trabajo que iba a seguir de ahora en adelante. Como sea que fuera, todo lo que estaba sucediendo tenía un aspecto profesional e importante, curiosamente. De todas formas, estaba de acuerdo con aquella idea, ya que la información de más nunca hacía daño. Para finalizar, me ofreció algo de beber, seguramente para hacer todo más ameno y relajado, pero no aguantaba para nada bien el alcohol y este no era un momento como para emborracharme, así que me negué.

—No, gracias. No suelo beber. — Entonces me ofreció agua, y entonces acepté simplemente por ser cordial. Una vez me lo puso delante, lo miré unos segundos y bebí. A estas alturas, estaba rodeado de decenas de tripulantes suyos y en mitad del aire, además en una habitación cerrada. Si me quería matar, lo tenía relativamente fácil, así que no me iba a preocupar de lo que pudiera llevar el agua.

Al parecer, resumiendo todo lo que dijo, su organización, Yggdrasil, era secreta y de ahí los nombres en clave, para no ser descubiertos. Y, como toda organización criminal que se precie, lo único que quería era básicamente controlar el mundo, de forma que pudiese cometer cualquier crimen sin que ello le acarreara un problema. Es decir, hacer del mundo del delito un trabajo normal y corriente, al menos para él. Y si aspiraba tan alto, significaba que tenía alguna baza en la que apoyarse, seguramente gente fuerte que fuera capaz de llevar este tipo de locura a cabo, así que se me iluminaron los ojos, pero el resplandor duró poco. Dijo que yo sería la primera persona poderosa que entrase dentro de Yggdrasil, y que por ello estaba interesado en mí y en darme un puesto alto en la jerarquía, pero que de todas formas de me dejaría elegir. Entonces, me dejó preguntar, adoptando él una postura interesada que no tardé en copiar como pude, sustituyendo el escritorio del que carecía por el brazo izquierdo. Quizás mi sonrisa pecaba incluso más de ladina que la suya, aunque realmente este parecía ser un simple trato en el que con hablar sinceramente iba a ganar más que tratando de engañar. O, mejor dicho, si trataba de hacer lo último y fallaba en el proceso, quizás perdería algo más que un negocio.

— Así que una organización secreta… — Apoyé mi cabeza en la mano derecha y utilicé la zurda para tomar el vaso de agua y beber de él, refrescándome la garganta para hablar. — ¿Significa eso que ninguno de nosotros es un criminal buscado y podemos trabajar sin miedo? — Dejé el vaso nuevamente donde estaba, y miré fijamente a Yuu, a su único ojo destapado. — Créeme que tengo decenas de preguntas, pero algo me dice que sería mejor descubrir las respuestas por mí mismo, ¿no crees? — La sonrisa acrecentó significativamente. A mi nariz llegaba el olor del dinero y las posibilidades y, cuando ambas se juntaban, mi cabeza y palabras comenzaban a ser más juguetonas de lo normal. Estaba ciertamente emocionado ya que era mi primera vez en un negocio de aquel calibre. — ¿O debería preguntar sobre ti, mi nuevo jefe? — Quizás el llamarle jefe directamente había sido bastante precipitado, pero las palabras estaban saliendo de la boca sin ningún tipo de censura por parte de mi mente.
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De aquí a Mary Geoise, amigo mío. [Lance & Yuu] Empty Re: De aquí a Mary Geoise, amigo mío. [Lance & Yuu] {Miér 11 Sep 2019 - 17:01}

Era el turno de las preguntas, y Yuu tenía respuestas para, si no todas, la gran mayoría de ellas. En sus planes también estaba el probar al joven Lance en cuanto a su desempeño con los diálogos, ya que no había escuchado casi nada salir de su boca. Quería saber cómo se expresaba, cómo se sentía al hablar ante él. No iba a cometer el mismo error que había hecho antaño de no saber cómo eran las personas que trabajan con él. Por lo pronto, no podía sacar ninguna conclusión sobre él hasta analizarle un poco por encima cuando empezara a preguntar, si es que siquiera tenía alguna duda.

Así que una organización secreta…—reflexionó, supuso Yuu, en voz alta. Acto seguido, bebió de su vaso—¿Significa eso que ninguno de nosotros es un criminal buscado y podemos trabajar sin miedo? —realizó su primera pregunta. El mercenario empezó a abrir la boca, mas el joven continuó hablando— Créeme que tengo decenas de preguntas, pero algo me dice que sería mejor descubrir las respuestas por mí mismo, ¿no crees? —esta frase hizo que Yuu levantase una ceja. El tono de Lance no acababa de convencer al peliazul, pero dejaría que hablase de todas formas— ¿O debería preguntar sobre ti, mi nuevo jefe? —acabó, con un tono que cada vez convencía menos al parchado. De todas formas, Yuu sabía cómo hacer que conociera su sitio.


Puedes trabajar sin miedo si sabes cómo trabajar sin que te pillen. Algo que, bueno, espero con ansia de comprobar en ti. De todas formas, responderé a tu pregunta. Mi pasado, del cual no voy a entrar en detalles, hizo que el gobierno tuviera que poner carteles con mi cara por ahí. Si te lo preguntas, no es demasiada disparatada la recompensa. Sin embargo, no voy a dejar que nadie me vincule con Yggdrasil. Si me encuentran y arrestan, Yggdrasil no sufrirá—hizo una breve pausa, mirando fijamente el rostro del muchacho—. Respecto a lo que has dicho… te voy a aclarar unas cosas, muchacho. Podrías descubrirlas tú solito, sí… pero sería absurdo pudiendo saberlas de antemano, ¿no crees? ¿O acaso estoy hablando con alguien poco previsor? Porque espero que eso no te lo lleves al plan de un asesinato, porque entonces el que acabaría entre rejas serías tú—carraspeó y mostró un rostro bastante serio—. Y una cosa más. Te voy a ser sincero, necesitamos personas poderosas entre nosotros, y tú eres un gran potencial. No obstante, chico… te recomiendo que controles tu tono a la hora de hablar. No me seas insolente y compórtate, ¿vale? Cuando hablamos de negocios, ¿para qué vas a querer saber nada de mí? Te lo voy a dejar pasar porque… te veo exaltado.

Yuu se levantó lentamente, y se dirigió a servirse una copa pequeña. Mientras se servía, el mercenario no podía evitar pensar en cómo se le había ocurrido ofrecer trabajo a alguien tan joven, sabiendo lo inestables que son. Él mismo sabía que hasta él, hasta hacía un tiempo, había sido un impulsivo sin control que había hecho que ahora estuviera jodido. No obstante, sabía que aquello se podía remediar, así que estaba tranquilo por ello, y no quería que el chaval muriese por cualquier gilipollez. Si bien este sabía moverse, necesitaba saber de primera mano cómo era en el campo, y enseñarle todo lo que pudiese para que rindiese lo mejor posible. Por ello, por la cabeza de Yuu se pasó una idea fantástica.

Vayamos a lo de que verdad nos interesa—se sentó de nuevo y bebió un trago de su copa—. Los miembros de Yggdrasil viven a base de encargos, al menos de momento. Yo te voy a ofrecer diversos trabajos, e irás solo o acompañado, como gustes. Lo único que tienes que tener en cuenta es que, si fallas, no debes implicar a la organización. Vale, dicho esto, he pensado que la mejor forma de empezar a trabajar y de ver a qué podrías aspirar en esta asociación sería que me acompañases a hacer un trabajo. Algo no muy difícil… pero lo suficientemente tedioso como para que nos cueste algo de sudor. Ahora mismo solo hay un encargo allá donde nos dirigimos, así que es lo único que tenemos—abrió un cajón de su escritorio y sacó un archivador, el cual puso encima del mueble y con el índice lo arrastró hasta que estuviera más cercano a Lance—. Échale un vistazo. Es bastante engorroso, pero igual podemos sacar un poco de tajada extra. Ahora mismo el barco se dirige por esa ruta, así que nos viene de paso. Cuando lo leas, me dices qué te parece.

El archivador contenía un encargo de un viejo ex-marine que necesitaba protección, allá por Dark Dome. La localización intrigaba al mercenario, el cual quería aprovechar todo el tiempo posible para encontrar contactos y sitios de interés allí, además de probar al joven Lance y ver cómo se las apaña en algunas situaciones. Llegarían en varios días, así que tenía también todo el tiempo del mundo para probar al chico en otros ámbitos, allí en el barco.
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De aquí a Mary Geoise, amigo mío. [Lance & Yuu] Empty Re: De aquí a Mary Geoise, amigo mío. [Lance & Yuu] {Vie 13 Sep 2019 - 13:09}

Mi cuerpo había comenzado a tomar una carrerilla poco o nada prudente, la cual me conducía a soltar bastantes comentarios inapropiados. Era cierto que aquel señor estaba interesado en mí, en mi potencial, y que por ello había aceptado el venir a recogerme a los Cabos Gemelos, pero esto no significaba que fuéramos amigos ni nada parecido. Simplemente era una persona más con la cual hacer negocios, no menos, pero tampoco más. Ni era un antiguo compañero de clase, ni un primo que llevaba mucho tiempo sin ver, ni un socio recurrente con el que ya se podía tomar ciertas licencias a la hora de hablar. No, no y no. Los modales le habían fallado. Es más, el freno no había funcionado cuando debía y ahora mismo estaba fuera de la carretera, y así se encargó Tyr de hacérmelo saber en cuanto comenzó a hablar con un tono ciertamente poco cómodo. Empezando por una obviedad, y era que no tenía por qué ser descubierto en ningún momento, tal y como había estado trabajando hasta el momento y que, en caso de que pasase, no podíamos vincular a la organización bajo ninguno de los conceptos, tomando fuerza esta idea en su caso ya que tenía una recompensa. Además me dijo que lo mejor sería que supiera todo sobre ellos de antemano, en vez de ir acomodándome a mi ritmo y, aunque era lógico, me estaba aburriendo de solamente escucharle hablar sobre planes y autoridad, y por supuesto no era así a la hora de aceptar un encargo. Al final del discurso, terminó por amenazarme, pidiendo respeto y que mantuviese un tono más sosegado y con más modales, donde sí que le terminé dando la razón.

Se levantó de su asiento y se acercó a tomar una copa, viéndose concentrado en sus pensamientos mientras no mediaba palabra conmigo. En cuanto hubo terminado, se sentó nuevamente donde estaba y probó la bebida, reanudando, una vez más, el discurso que tan bien se le daba. Yo suspiré, aun escuchándole atentamente, ya que valoraba mi seguridad y el dinero que todo esto me podía traer si coordinábamos una buena relación de negocios entre ambos. Al fin y al cabo, una persona capaz de tomar algo en su despacho de un barco volador no se veía todos los días, y aquel estatus era sinónimo de riquezas, ya fueran monetarias o de contactos. Así, Yggdrasil se mantenía como una organización que, resumida en pocas palabras, se componía básicamente de mercenarios. Se tomaban encargos, se realizaban y se cobraba, poco más. Simplemente era algo parecido a una agencia de contactos, pero del mundo criminal, y no me disgustaba la idea aunque sonase vulgar por el momento. Me ahorraba el buscar gente interesada en las distintas islas y, sobre todo, el transporte, ya que este último correría a cargo de la organización, o eso parecía. Así, su plan para estrenarme como parte del grupo sería que le ayudase en un trabajo que había en nuestro destino y, sin dudarlo, acepté. No tanto por el hecho de estar necesitado, si no para mantener la buena relación con él y ser capaz de ver como se desenvolvía en aquella situación. Me acercó un fichero, el cual comencé a leer en ese preciso instante, y las expectativas se derrumbaron de golpe. ¿Proteger a un marine jubilado en una ciudad de maleantes? ¿No éramos criminales? ¿O me había perdido la parte de que también trabajábamos de niñeras en nuestro tiempo libre mientras hablaba? No me hacía gracia para nada, ya que mi idea era cometer algún crimen para conseguir dinero fácil, y aquello parecía resultar de todo menos simple y cómodo.

— ¿Vamos a aguantar los caprichos de un viejo chocho por din--…? — Recordé que me había pedido hacía escasos segundos más respeto, y además me arrepentí de aquellas palabras mientras las decía. — Olvídalo, iré. — Entonces una bombilla se encendió en mi cabeza. — ¿No decías que tenías recompensa…? ¿No te reconocerán?

De todas formas, siempre y cuando yo no resultara perjudicado por una parte u otra de todo esto, me daría igual la respuesta. Tampoco parecía que fuera tan difícil engañar a un anciano, aunque si había sido parte de la marina, todo apuntaba a que no dejaba de ser alguien preparado a pesar de la edad. Tras eso, supuse que había terminado de presentarme todo lo relativo a Yggdrasil y, con ciertas chiribitas centellando en mis ojos de la emoción, me preparé mentalmente para abandonar la estancia y comenzar a visitar aquel lugar, descubriendo todo lo que podía ofrecer en el proceso.
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De aquí a Mary Geoise, amigo mío. [Lance & Yuu] Empty Re: De aquí a Mary Geoise, amigo mío. [Lance & Yuu] {Vie 13 Sep 2019 - 13:53}

Mientras Lance examinaba el contrato, el parchado pensaba la forma de poder desarrollar el potencial del muchacho. Se acordaba de cómo era incapaz de siquiera tocarle en su día, y de cómo por arte de magia pudo hacerlo al final con mucha concentración. Sabía de buen grado que, si quería mantener a raya al joven, debía comprobar si aún podía hacerle frente en combate. Por tanto… antes de acostarse ese día, el mercenario tendría que llevar al chico a una sesión de entrenamiento para sacar las cosas en claro lo antes posible.

Pero antes había que dejarle las cosas claras sobre los negocios, y eso era lo que le atañía en esos instantes. El rostro de Lance permanecía impasivo ante el contrato, cosa que Yuu intentaba analizar. Realmente tenía poca confianza en su comportamiento, pero aún así seguía necesitando sus servicios para hacer prosperar la organización.

¿Vamos a aguantar los caprichos de un viejo chocho por din…?—se cortó a sí mismo, dando a entender que había cambiado de idea respecto a su planteamiento. Esto demostraba que, en primera instancia, no comprendía el verdadero motivo de Yuu de aceptar este contrato— Olvídalo, iré—inició una breve pausa, y volvió a hablar de nuevo, con una pregunta que parecía interesarle bastante— ¿No decías que tenías recompensa…? ¿No te reconocerán? —preguntó, muy acertadamente.

Mira, te comento… si vamos a hacer esta misión no es por salvarle el culo a un viejo carcamal. No, el verdadero motivo es otro. Antes de contestar a tu pregunta voy a explicartelo. A ver, vamos a ir a Dark Dome, pero no a cualquier sitio, no. Vamos a ir a los suburbios de Dark Dome, tenlo en cuenta. ¿Sabes qué hay en los suburbios? Crimen, drogas, dinero… de todo. Ese es el punto número uno. El punto número dos es que nuestro amigo ex-marine nos puede proporcionar contactos que nos pueden servir para la organización y, además, si tenemos acceso a su propiedad, podemos alargar la mano sin que se dé cuenta… en caso de que tenga algo valioso. Siempre, y digo siempre, tienes que fijarte en esos detalles que nadie te dice en los contratos, y no tomar lo que te dicen directamente, porque te lleva a reacciones como esa. Además… a mí me sirve para ver cómo te desenvuelves, ya me entiendes—tras explicarle cómo iba la cosa, se levantó de la silla de nuevo—. Respecto a tu pregunta, nadie me va a reconocer con esto puesto.

En su brazo, creó un atuendo completo de color negro. Una chaqueta con capucha y distintas capas acolchadas negras y grises por debajo, unos pantalones que acababan en compresores con algo de protección, unas deportivas grises y rojas, y unos guantes sin dedos. Todo esto componía el atuendo de infiltración en Dark Dome, con el cual tardarían bastante en reconocerlo si no le quitaban la capucha y la máscara que le cubría la mitad del rostro y el cuello.

En definitiva, capucha y máscara y un atuendo que parece que es bastante común en algunos sitios de la ciudad. Si quieres uno para ti para no perjudicar tu imagen, solo pídelo y te lo haré—finalizó, haciendo desaparecer la ropa que había creado—. Bueno, chico. Creo que con esto ya lo tenemos todo. En un día o dos llegaremos a Dark Dome y podremos empezar con esto de una vez. Con suerte nos sale rentable y todo. Por ahora… voy a enseñarte un poco la nave y algunas cosas que tiene. Y luego, si te parece bien, me gustaría ver cómo te desenvuelves en combate otra vez, así que iremos al campo de entrenamiento—se dirigió a la puerta de su despacho—. ¿Vamos?

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De aquí a Mary Geoise, amigo mío. [Lance & Yuu] Empty Re: De aquí a Mary Geoise, amigo mío. [Lance & Yuu] {Vie 13 Sep 2019 - 14:36}

Poco a poco, las capas que conformaban los misterios acerca de Tyr y todo lo relacionado con él se estaban comenzando a disipar o, mejor dicho, abrirse para mí. Aclaró en primera instancia que, si íbamos a hacer todo aquello, no sería simplemente por el señor, lo que queríamos estaba a su alrededor: pertenencias, contactos, información… Y, ya que nuestro destino era Dark Dome en un primer momento, supuse que el peliazul tenía conocimientos de la isla hasta cierto punto, ya que hablaba sobre sus suburbios. Yo nunca había escuchado de aquella ciudad, así que simplemente me tocaba creerle en esta ocasión, pero mi infancia me recordaba que todo lugar tiene su zona mala, para pobres y desdichados, y a mí me había tocado vivir en una, sin ir más lejos. Todavía no había encontrado edén que careciera de ella, ningún lugar era tan perfecto como para que todos y cada uno de los habitantes pudieran vivir con tranquilidad y prósperamente, ni la población en general solía ser tan buena como para ayudar al prójimo en vez de centrarse en ellos. Todo este tema me revolvía la entrañas, así que lo traté de desvanecer de mi mente centrándome en las palabras del parchado nuevamente.

Además, parecía teorizar acerca de la condición de ex-marine del hombre, suponiendo que, con la edad, aquel pensamiento de justicia y deber se había marchado para no volver, o que su cabeza no daría para tanto, y podríamos conseguir contactos corruptos de parte suya. No me terminaba de parecer el plan más confiable en estos momentos, pero yo no era el dueño de la nave ni, en ese instante, de mi seguridad. Quizás la idea de robar en su casa me seducía bastante más, debido a mi idea, quizás algo infantil, de que podía haber conseguido algunos botines de guerra durante su estadía en el Gobierno Mundial, o confiscado ciertas posesiones que guardaba en su casa y, si era mayor, no sería capaz de oponer la mayor de las resistencias, no al menos en contra de nosotros dos. Si se había hecho tan fuerte en este tiempo como yo, si había sido capaz de llevar a cabo la misma evolución, difícilmente sería capaz alguien normal de plantar batalla contra el dúo que conformábamos, simplemente era imposible. Y sí, quizás me debería parar más a pensar en lo que no está implícito en la petición, así podría sacar mayor provecho de todas las situaciones, pero tampoco es que estuviera realmente acostumbrado a este tipo de trabajitos. Era mi primera vez haciendo de escolta de un señor mayor y el chico me quería probar en aquella situación, para que le demostrase que no era una mala apuesta en la que depositar su confianza e inversiones.

Acto seguido, dejó claro que no sería un problema el ser descubierto, creando un uniforme de la nada que aterrizó con suavidad en su brazo, doblado a la perfección, acompañado por un simple ‘’¡Pop!’’ que parecía existir únicamente para presentar su aparición. Ya había tenido alguna que otra experiencia con aquel poder, especialmente la vez que nos habíamos tratado de asesinar mutuamente y, con toda seguridad, sabía que podía dar muchos problemas. Era capaz de generar paredes gigantes y, solo con contar aquella capacidad, ya podíamos catalogarlo como un potencial peligro. Ahora demostraba que también era capaz de generar ropa así que, hasta que no me lo dijera él, el alcance y poder de su fruta quedarían como ilimitados a mi entendimiento, y eso me asustaba en parte. De todas formas, la ropa era ciertamente bonita, aunque no de mi estilo si había que ser sinceros. Aun así, me la ofreció, ya que no sería la mejor idea realizar delitos mostrando mi cara, como ya pensé en su momento, pero de ocultarme ya me podía encargar yo, no necesitaba su ayuda.

Dijo que llegaríamos en cuestión de un par de días al destino, algo que me extrañó dado el tiempo que tardaron en alcanzarme, pero opté por no darle más importancia de la que debía. Además, aquel lapso de tiempo me permitía investigar más sobre el navío, y creo que aquello me hacía más ilusión que la propia Yggdrasil. Tras eso, propuso que saliéramos de aquel lugar para que me presentase la embarcación y me hiciese un tour, y teniendo en cuenta que además parecía que iba a ser mi casa durante un tiempo, me parecía la mejor de las ideas. Tomé el maletín que dejé en su momento en el suelo, que guardaba la ropa de Kirin, y me levanté del asiento con una sonrisa, emocionado por caminar por los pasillos y ver qué era capaz de mostrarme aquella construcción, ignorando que Tyr había continuado hablando y no entendiendo nada de lo que decía.
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De aquí a Mary Geoise, amigo mío. [Lance & Yuu] Empty Re: De aquí a Mary Geoise, amigo mío. [Lance & Yuu] {}

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