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![[Grupal][Kaleth, Ryusen, Ikaru, Kyle e Ichigo] Perturbando la paz Empty](https://2img.net/i/empty.gif)
Me encontraba en el complejo hotelero de isla Kyuuka para tomar unas vacaciones de mi vida como pirata, aunque no es que fuese muy ajetreada. Simplemente me apetecía descansar un rato y dejar de huir de la marina y de los cazadores de recompensas un rato y poder relajarme en un agradable clima de verano. Si además me trataban como a un rey y tenía piscina y comida pues mejor.
En estos momentos me encontraba en una tumbona en el complejo hotelero en lo alto de la palmera que se levantaba en el centro de la isla relajandome y tomando un poco el sol mientras pensaba
"Que bien se está aquí."
En estos momentos me encontraba en una tumbona en el complejo hotelero en lo alto de la palmera que se levantaba en el centro de la isla relajandome y tomando un poco el sol mientras pensaba
"Que bien se está aquí."
Kaleth
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Vacaciones... Sin duda alguna debía de volver aquí alguna vez pero para cogerse unas vacaciones, fue lo primero que pasó por la cabeza de Kaleth cuando el barco en el que viajaba atracó en la isla. El diseño de esta era magnífico, sin duda el gigantesco árbol que decoraba la isla le daba un toque peculiar que le gustaba.
Mientras caminaba por la isla podía ver como esta estaba a rebosar de gente que había decidido tomar sus vacaciones en ese lugar, y no era de extrañar tanto el ambiente como las piscinas y el mar invitaban a relajarse y a pasarlo bien, aunque para no variar Kaleth no estaba ahí por motivos propios.
- Está bien, intentaré acabar pronto y pasaré un par de días aquí, después diré que se me complicó la misión y punto. -
Se dijo a si mismo para tratar de convencerse. Esta vez su objetivo estaba por encima del nivel habitual por lo que posiblemente sería más duro de derribar pero la recompensa también era mucho mejor. Tras esquivar a un joven surfista miró a su alrededor, había demasiada gente, sin duda no sería nada fácil encontrar a aquel pirata.
Tras recorrerse casi completamente la isla sin encontrar a su objetivo, decidió que era un buen momento para relajarse, no serviría de nada seguir buscándole durante todo el día si para cuando le encontrara, el mismo estuviera tan fatigado que no fuera capaz de pelear al 100%. Una vez que decidió tomar un pequeño descanso optó por visitar la zona alta de la palmara, sin duda las vistas desde ahí serían las mejores de la isla.
En cuanto llegó pudo ver como todo el mundo iba con bañador y nada más, por lo que con las vestimentas que llevaba el en ese momento destacaba bastante, pero aun así no iba a cambiarse y dejar sus armas en cualquier lado, para el formaban parte de su propio cuerpo y hasta que no encontrara a su objetivo no podía alejarse demasiado de ellas.
Lentamente se dejó caer en una tumbona sintiendo como su cuerpo se lo agradecía en gran medida. No estaba muy cansado, debido a sus entrenamientos exhaustivos se necesitaba mucho más que dar vueltas por la isla para cansarse realmente, pero su cuerpo necesitaba reposar un poco. Tras estar varios minutos con la mente en blanco y mirando al cielo, bajó la mirada y observó a los presentes, había gente de lo más variopinta, familias enteras, surferos que solo querían tomar unas olas y relajarse, hombres de negocios e imaginaba algún que otro pirata, aunque no veía caras conocidas. Cerró los ojos de nuevo y trató de relajarse, tal vez si que podría disfrutar de aquella visita.
Mientras caminaba por la isla podía ver como esta estaba a rebosar de gente que había decidido tomar sus vacaciones en ese lugar, y no era de extrañar tanto el ambiente como las piscinas y el mar invitaban a relajarse y a pasarlo bien, aunque para no variar Kaleth no estaba ahí por motivos propios.
- Está bien, intentaré acabar pronto y pasaré un par de días aquí, después diré que se me complicó la misión y punto. -
Se dijo a si mismo para tratar de convencerse. Esta vez su objetivo estaba por encima del nivel habitual por lo que posiblemente sería más duro de derribar pero la recompensa también era mucho mejor. Tras esquivar a un joven surfista miró a su alrededor, había demasiada gente, sin duda no sería nada fácil encontrar a aquel pirata.
Tras recorrerse casi completamente la isla sin encontrar a su objetivo, decidió que era un buen momento para relajarse, no serviría de nada seguir buscándole durante todo el día si para cuando le encontrara, el mismo estuviera tan fatigado que no fuera capaz de pelear al 100%. Una vez que decidió tomar un pequeño descanso optó por visitar la zona alta de la palmara, sin duda las vistas desde ahí serían las mejores de la isla.
En cuanto llegó pudo ver como todo el mundo iba con bañador y nada más, por lo que con las vestimentas que llevaba el en ese momento destacaba bastante, pero aun así no iba a cambiarse y dejar sus armas en cualquier lado, para el formaban parte de su propio cuerpo y hasta que no encontrara a su objetivo no podía alejarse demasiado de ellas.
Lentamente se dejó caer en una tumbona sintiendo como su cuerpo se lo agradecía en gran medida. No estaba muy cansado, debido a sus entrenamientos exhaustivos se necesitaba mucho más que dar vueltas por la isla para cansarse realmente, pero su cuerpo necesitaba reposar un poco. Tras estar varios minutos con la mente en blanco y mirando al cielo, bajó la mirada y observó a los presentes, había gente de lo más variopinta, familias enteras, surferos que solo querían tomar unas olas y relajarse, hombres de negocios e imaginaba algún que otro pirata, aunque no veía caras conocidas. Cerró los ojos de nuevo y trató de relajarse, tal vez si que podría disfrutar de aquella visita.
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Y volvi a despertarme de mi sueño.Hacia algo de rato que ya estaba intentando dormir pero no lo conseguia.Me eneontraba en el complejo hotelero de la isla de kyuuka pasando una especie de ''vacaciones'' por aqui, para relajarnos durante un tiempo y a si estar mejor para luego, que tanto viaje en barco cansa al final y estar dos o tres dias en tierra nos vendrian bastante bien.
Creo que la mayoria se habian ido de sus habitaciones para visitar el lugar, pero yo permaneci en mi habitacion sin nada que hacer,intentando dormir.Ya me habia despertado dos o tres veces antes, este lugar me recordaba tanto buenos como malos momentos y aun intentando recordar los bueno, no podia dormir.A si que despues de meditarlo un poco decidi salir de alli y volver al lugar donde empezo todo.
Sali de la parte mas moderna de la isla hasta meterme en una zona algo rural que habia a lo lejos.Rapidamente llegue a aquella casa, donde conoci al viejo y como no a ella,pero yo ya sabia que alli no habia nadie a si que despues de volver a recordar volvi al complejo hotelero de nuevo.
Una vez de vuelta fui a darme un pequeño ''voltio'' por los lugares a mirar las tiendas y tal,haber si asi se me despejaban las ideas.
-Creo que encontrare algo interesante por aqui, seguro que venden alguna que otra cosa buena
Creo que la mayoria se habian ido de sus habitaciones para visitar el lugar, pero yo permaneci en mi habitacion sin nada que hacer,intentando dormir.Ya me habia despertado dos o tres veces antes, este lugar me recordaba tanto buenos como malos momentos y aun intentando recordar los bueno, no podia dormir.A si que despues de meditarlo un poco decidi salir de alli y volver al lugar donde empezo todo.
Sali de la parte mas moderna de la isla hasta meterme en una zona algo rural que habia a lo lejos.Rapidamente llegue a aquella casa, donde conoci al viejo y como no a ella,pero yo ya sabia que alli no habia nadie a si que despues de volver a recordar volvi al complejo hotelero de nuevo.
Una vez de vuelta fui a darme un pequeño ''voltio'' por los lugares a mirar las tiendas y tal,haber si asi se me despejaban las ideas.
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Akuma no mi
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Dios, por fin me había librado de Shaky. Era incluso más estricta, pesada y gritona que mi abuelo, y mira que él si que no me dejaba ni que me sentara un solo segundo. No sé como he salido tan vago con tanta autoridad en mi familia, y cada vez que intento entenderlo, mi cabeza entra automáticamente en modo eco. ¡Pero bueno! ¿Qué más da? Ahora estaba de 'vacaciones', y digo 'vacaciones', por que lo más seguro es que al llegar al Nuevo Este recibiría un fuerte puñetazo en medio de la cara o una patada en el costado que me lanzaría al instante al mar, y, o moriría ahogado, o alguien con corazón benévolo me sacaría de allí, pero bueno, ya vería todo eso cuando llegara. Bueno, como iba diciendo, que me pierdo, estaba de 'vacaciones', y lo único que podía hacer en aquel momento era divertirme y rezar para que ningún pirata ni revolucionario me tocara demasiado las...
Como era ya costumbre, le pedí a algunos pescadores que me llevaran de isla en isla para llegar así a mi destino. No era un método muy eficaz, y menos aún rápido, pero mejor que coger yo un bote, si. Cinco, seis días creo que tardé en por fin ver a lo lejos mi destino, ¡Holliday Island! Si tuviera que describirla en pocas palabras, seguramente lo que diría de ella es: 'La mejor palmera para hacer el vago del mundo'. Poco después de ver a lo lejos aquel complejo turístico, el barco pesquero ya estaba atracando en uno de sus tantos muelles. Rápidamente le di las gracias al viejo y di un pequeño salto, siendo, si mi vaga memoria no me falla, la primera vez en mi vida que caminé tan rápido hacia algún lugar. La gente caminaba despreocupada, disfrutando al completo de sus vacaciones bien merecidas, o al menos como yo, tomadas a la fuerza.
Hubo gente que por el camino me miró de manera algo extraña, no sabía por qué, pero me hice una idea. La ropa que llevaba y Umbra. Dos cosas que daban mucho el pego en aquel lugar. Gracias a la velocidad que había cogido nada más pisar tierra firme ya había llegado a la parte superior de la palmera, la felicidad materializada. Si el cielo existía, tenía que ser así de arriba, a abajo. Pasé por un baño y me cambié. Me quité los zapatos, cambié los pantalones vaqueros por unas bermudas, parecidas en verdad, y me quite tanto la camisa como la chaqueta, dejando al descubierto los dos tatuajes que poseía. Lo gracioso de eso era que, excepto mi familia, y posiblemente Shaky, nadie sabía de ellos.
Saldría de allí como una gamba, pero al menos feliz y descansado. Estaba tumbado en una hamaca, con Umbra a la izquierda y muchas personas mirándome aún raro por tener un arma de tal envergadura, pero a mi me daba igual lo que pensara la gente, así que entrecerré los ojos y empecé a descansar como tenía que haber echo hacía mucho tiempo.
Como era ya costumbre, le pedí a algunos pescadores que me llevaran de isla en isla para llegar así a mi destino. No era un método muy eficaz, y menos aún rápido, pero mejor que coger yo un bote, si. Cinco, seis días creo que tardé en por fin ver a lo lejos mi destino, ¡Holliday Island! Si tuviera que describirla en pocas palabras, seguramente lo que diría de ella es: 'La mejor palmera para hacer el vago del mundo'. Poco después de ver a lo lejos aquel complejo turístico, el barco pesquero ya estaba atracando en uno de sus tantos muelles. Rápidamente le di las gracias al viejo y di un pequeño salto, siendo, si mi vaga memoria no me falla, la primera vez en mi vida que caminé tan rápido hacia algún lugar. La gente caminaba despreocupada, disfrutando al completo de sus vacaciones bien merecidas, o al menos como yo, tomadas a la fuerza.
Hubo gente que por el camino me miró de manera algo extraña, no sabía por qué, pero me hice una idea. La ropa que llevaba y Umbra. Dos cosas que daban mucho el pego en aquel lugar. Gracias a la velocidad que había cogido nada más pisar tierra firme ya había llegado a la parte superior de la palmera, la felicidad materializada. Si el cielo existía, tenía que ser así de arriba, a abajo. Pasé por un baño y me cambié. Me quité los zapatos, cambié los pantalones vaqueros por unas bermudas, parecidas en verdad, y me quite tanto la camisa como la chaqueta, dejando al descubierto los dos tatuajes que poseía. Lo gracioso de eso era que, excepto mi familia, y posiblemente Shaky, nadie sabía de ellos.
Saldría de allí como una gamba, pero al menos feliz y descansado. Estaba tumbado en una hamaca, con Umbra a la izquierda y muchas personas mirándome aún raro por tener un arma de tal envergadura, pero a mi me daba igual lo que pensara la gente, así que entrecerré los ojos y empecé a descansar como tenía que haber echo hacía mucho tiempo.
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Alta mar, el mar ondula levemente por el efecto de la suave corriente de aire que me lleva en mi barco, el sol brilla en lo alto del cielo, me encuentro en cubierta, apoyado en el borde de proa, cerca del mascarón, mi rostro tapado, una máscara blanca con adornos rojos en la parte central y cruzando los ojos, una serie de tres “cuernos” entrecruzados a cada lado de la máscara a mitad y cuatro cuernos en la frente, dos en cada mitad de la máscara, mi mirada fija en el horizonte, una línea de separación, cielo y mar, dos extensiones de paz y tormenta, dominio de dioses, separados por una fina línea. Mi barco avanza lentamente debido a la pasividad de las corrientes de aire, es hasta mejor, así puedo disfrutar del paisaje y de una temporada de paz.
Últimamente mi vida ha estado llena de lucha y pelea, un estrés continuo, ya es momento de relajarse un poco
Pienso mientras navego por aquel mar sereno, tranquilo y sin ningún problema aparente. Pasan los días, mi barco sigue avanzando a paso lento, el viento permanece tranquilo, y el mar, calmo y sereno, se alza ante mi con su fuerza y esplendor. Camino a la cocina, busco algo de comer y un poco de sake, ron o cualquier otra bebida, tengo ganas de beber y comer, mis provisiones se acaban, apenas me queda comida y de bebida solo tengo tres barriles, he de encontrar una isla pronto, de lo contrario, tendría problemas muy serios.
Un par de días más de travesía, nada indica la presencia de isla alguna, el horizonte, aún llano y sin sombras no da ánimos de seguir, me doy la vuelta para dirigirme a mi camarote pero algo en el horizonte llama mi atención, justo antes de que pierda de vista el horizonte, en él logro ver una ligera sombra, como la silueta de un pico, extraño, podría ser una isla o un barco que me espera para una emboscada, me arriesgaré, cualquier cosa puedo eliminar a todo el que quiera jugármela en una emboscada.
Varias horas pasan, la silueta se hace más grande y visible, parece ser una isla, mejor, de ese modo podré reunir más provisiones, así podré seguir mi viaje, un viaje que me llevará, espero, a la banda de Dromp Trulof, el capitán gigante de los piratas del doblón. El viento cambia, se percibe en la superficie del mar, la cual se mueve con más fuerza, como si se hubiera enfadado.
El barco se mece con fuerza, como si un gran animal lo golpeara en los laterales, su velocidad anteriormente tranquila y calma, ahora turbulenta y exaltada, apenas puedo mantener el equilibrio en tal situación, al parecer se acerca una tormenta, pero estoy preparado para todo lo que pueda pasar, varios días con el vaivén brusco del barco anteceden a mi llegada a la isla, una isla al parecer tranquila, con clima cálido, pues al momento de llegar a las cercanías de la isla el viento se amansa y un calor se apodera de mi cuerpo, algo agradable, las islas a las que fui antes eran horribles, una por su color nauseabundo, y otra por su carencia de interés.
Tras un par de horas amarro el barco a unos 500 metros de la orilla de la playa, esta está en una bahía algo oculta, de ese modo nadie vería mi barco y podría actuar con cierta libertad. Bajo en un bote y tras media hora llego a la playa, donde dejo el bote escondido cerca de unos árboles de allí.
Empiezo a caminar por la playa, su arena fina se hunde a mi paso, la leve brisa del mar provoca pequeñas nubes de arena que se mueven alrededor de mis pies, el sol brilla en el cielo reflejando el dorado de la arena, las olas, suaves al romper, dejan una suave melodía de fondo, que mezclada con el dulce cantar de los pájaros hacen de este lugar un lugar hermoso y tranquilo, perfecto para descansar, relajarse, e incluso, entrenar.
Mis ojos ocultos por la máscara otean los alrededores, buscando todo lo que pueda servirme en mi viaje, pero más importante aún, buscando una tasca, taberna o un mísero restaurante, lo que fuera, con tal de que pudiera encontrar comida y bebida, tanto para el momento como para luego.
Últimamente mi vida ha estado llena de lucha y pelea, un estrés continuo, ya es momento de relajarse un poco
Pienso mientras navego por aquel mar sereno, tranquilo y sin ningún problema aparente. Pasan los días, mi barco sigue avanzando a paso lento, el viento permanece tranquilo, y el mar, calmo y sereno, se alza ante mi con su fuerza y esplendor. Camino a la cocina, busco algo de comer y un poco de sake, ron o cualquier otra bebida, tengo ganas de beber y comer, mis provisiones se acaban, apenas me queda comida y de bebida solo tengo tres barriles, he de encontrar una isla pronto, de lo contrario, tendría problemas muy serios.
Un par de días más de travesía, nada indica la presencia de isla alguna, el horizonte, aún llano y sin sombras no da ánimos de seguir, me doy la vuelta para dirigirme a mi camarote pero algo en el horizonte llama mi atención, justo antes de que pierda de vista el horizonte, en él logro ver una ligera sombra, como la silueta de un pico, extraño, podría ser una isla o un barco que me espera para una emboscada, me arriesgaré, cualquier cosa puedo eliminar a todo el que quiera jugármela en una emboscada.
Varias horas pasan, la silueta se hace más grande y visible, parece ser una isla, mejor, de ese modo podré reunir más provisiones, así podré seguir mi viaje, un viaje que me llevará, espero, a la banda de Dromp Trulof, el capitán gigante de los piratas del doblón. El viento cambia, se percibe en la superficie del mar, la cual se mueve con más fuerza, como si se hubiera enfadado.
El barco se mece con fuerza, como si un gran animal lo golpeara en los laterales, su velocidad anteriormente tranquila y calma, ahora turbulenta y exaltada, apenas puedo mantener el equilibrio en tal situación, al parecer se acerca una tormenta, pero estoy preparado para todo lo que pueda pasar, varios días con el vaivén brusco del barco anteceden a mi llegada a la isla, una isla al parecer tranquila, con clima cálido, pues al momento de llegar a las cercanías de la isla el viento se amansa y un calor se apodera de mi cuerpo, algo agradable, las islas a las que fui antes eran horribles, una por su color nauseabundo, y otra por su carencia de interés.
Tras un par de horas amarro el barco a unos 500 metros de la orilla de la playa, esta está en una bahía algo oculta, de ese modo nadie vería mi barco y podría actuar con cierta libertad. Bajo en un bote y tras media hora llego a la playa, donde dejo el bote escondido cerca de unos árboles de allí.
Empiezo a caminar por la playa, su arena fina se hunde a mi paso, la leve brisa del mar provoca pequeñas nubes de arena que se mueven alrededor de mis pies, el sol brilla en el cielo reflejando el dorado de la arena, las olas, suaves al romper, dejan una suave melodía de fondo, que mezclada con el dulce cantar de los pájaros hacen de este lugar un lugar hermoso y tranquilo, perfecto para descansar, relajarse, e incluso, entrenar.
Mis ojos ocultos por la máscara otean los alrededores, buscando todo lo que pueda servirme en mi viaje, pero más importante aún, buscando una tasca, taberna o un mísero restaurante, lo que fuera, con tal de que pudiera encontrar comida y bebida, tanto para el momento como para luego.
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Seguía tumbado en la tumbona durmiendo y pensando en lo tranquilo que era aquél lugar pero parte de mi subcociente sabía que con mi suerte pronto acabaría la paz y la tranquilidad. Sin embargo yo pensé
"Bueno, hasta que llegue ese momento habrá que aprovechar para relajarse."
Mientras pensaba eso en mi rostro se esbozaba una sonrisa y mis ojos se abrían poco a poco hasta estar abiertos en su totalidad. Ya estaba despierto y necesitaba encontrar algo que hacer para entretenerme pero intentando que no fuese muy llamativo y que no implicase la muerte de civiles aunque eso me daba igual.
Me levanté y comencé a caminar tranquilamente hacia los baños ya que no me había cambiado, aún llevaba mi largo abrigo negro y mi ropaje del mismo color. A mi espalda se entrechocaban dos de mis tres katanas, una de color negro y otro de color perla. En mi cintura había una katana tradicional envuelta en una vaina negra y con la empuñadura roja. Mientras caminaba dos indeseables se me acercaron e intentaron robarme las katanas cosa que no me gustó un pelo. Primeramente les dije
Dejarlo antes de que salgáis heridos.
A lo que me contestaron
¿Salir heridos? Tú estás loco.
Tras decir eso ambos se abalanzaron sobre mí intentando quitarme las katanas. Rápidamente desenvainé a Elucidator y a Repulser Oscuro y de dos rápidos movimientos les degollé dejándolos muertos allí mismo. Seguí caminando tranquilamente pero sabía que con esa actuación habría llamado la atención.
"Bueno, hasta que llegue ese momento habrá que aprovechar para relajarse."
Mientras pensaba eso en mi rostro se esbozaba una sonrisa y mis ojos se abrían poco a poco hasta estar abiertos en su totalidad. Ya estaba despierto y necesitaba encontrar algo que hacer para entretenerme pero intentando que no fuese muy llamativo y que no implicase la muerte de civiles aunque eso me daba igual.
Me levanté y comencé a caminar tranquilamente hacia los baños ya que no me había cambiado, aún llevaba mi largo abrigo negro y mi ropaje del mismo color. A mi espalda se entrechocaban dos de mis tres katanas, una de color negro y otro de color perla. En mi cintura había una katana tradicional envuelta en una vaina negra y con la empuñadura roja. Mientras caminaba dos indeseables se me acercaron e intentaron robarme las katanas cosa que no me gustó un pelo. Primeramente les dije
Dejarlo antes de que salgáis heridos.
A lo que me contestaron
¿Salir heridos? Tú estás loco.
Tras decir eso ambos se abalanzaron sobre mí intentando quitarme las katanas. Rápidamente desenvainé a Elucidator y a Repulser Oscuro y de dos rápidos movimientos les degollé dejándolos muertos allí mismo. Seguí caminando tranquilamente pero sabía que con esa actuación habría llamado la atención.
Kaleth
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Demasiada tranquilidad... En cualquier otro día eso sería fantástico pero debía de encontrar a su objetivo y por lo tanto no podía relajarse tanto. Debido al sol Kaleth se encontraba terriblemente sediento, sin duda necesitaba ir a por algún tipo de bebida. Se levantó con tranquilidad y fue andando relajadamente hacia la pequeña zona habilitada para vender bebidas.
Sin lugar a dudas aquellas bebidas estaban endiabladamente buenas, además de que al estar frías entraban perfectamente y aliviaban tanto su sed como su calor. Aunque si una cosa estaba clara era que Kaleth no sabía medirse bien en cuanto a bebidas. Tras estar un largo rato bebiendo empezó a sentir la urgente necesidad de ir al baño. Esta vez sin tranquilidad alguna fue rápidamente hacia los baños apartando a la gente con cuidado.
Una vez acabó en los baños salió de estos y vio a alguien caminando hacia estos que le llamó la atención. Por sus katanas se podía deducir que era un espadachín, aunque no portaba una ni dos sino tres espadas con el.
" Seguro que posee una curiosa forma de pelear. "
Pensó Kaleth, aunque parecía que no le iba costar mucho verlo. Dos personas se acercaron a aquel individuo con la intención de robarle las katanas. Había que ser muy estúpido para tratar de robarle a un espadachín su espada, la espada del espadachín venía a ser su alma y desde luego antes moriría que entregaría sus espadas.
El poco respeto que había podido sentir por aquella persona se esfumó en un visto y no visto. En un visto y no visto aquellas dos personas se lanzaron a por el tratando de arrebatárselas, aunque Kaleth ya conocía el resultado. De dos veloces movimientos degolló a aquellos pobres infelices sin esfuerzo alguno y continuó caminando en dirección hacia donde él estaba. En el momento en el que los separaban no más de 5 pasos, Kaleth no pudo reprimirse más y le habló al desconocido.
- Disculpa, pero... ¿De verdad era necesario llegar a ese extremo? -
Se giró y observó a aquellas personas inertes en el suelo.
- Claramente no estaban a tu nivel, no era necesario acabar con ellos. -
Sin duda aquel hombre era una de las personas que había jurado evitar que caminarían impunes por el mundo.
- No te conozco y sinceramente me importa poco quien seas y a que te dediques, pero no vas a dar un paso más. -
Sabía perfectamente que no le interesaba cruzar espadas con aquel desconocido pero su vena justiciera había actuado por el, si no actuaba ahora, la promesa que hizo a sus padres carecería de sentido y jamás podría volverse a ver en un espejo sin sentirse asqueado de el mismo. A la porra la misión sus ideales estaban por encima de todo.
Kaleth ladeó el cuerpo retrasando su pie izquierdo y desenvainó su espada colocándose en guardia. En esa posición sus aperturas eran casi nulas por lo que podría lidiar con el primer golpe de aquel espadachín mejor, en caso de que este se diera.
- Así que dime. ¿Haremos esto por las buenas o por las malas? -
Comentó con seguridad el cazador de recompensas. Era consciente de que la gente que se había acercado para ver la escena se estaba alejando y aquello le tranquilizaba bastante, no podría pelear a gusto si debía de estar pensando siempre en evitar cortar por equivocación a un civil.
Sin lugar a dudas aquellas bebidas estaban endiabladamente buenas, además de que al estar frías entraban perfectamente y aliviaban tanto su sed como su calor. Aunque si una cosa estaba clara era que Kaleth no sabía medirse bien en cuanto a bebidas. Tras estar un largo rato bebiendo empezó a sentir la urgente necesidad de ir al baño. Esta vez sin tranquilidad alguna fue rápidamente hacia los baños apartando a la gente con cuidado.
Una vez acabó en los baños salió de estos y vio a alguien caminando hacia estos que le llamó la atención. Por sus katanas se podía deducir que era un espadachín, aunque no portaba una ni dos sino tres espadas con el.
" Seguro que posee una curiosa forma de pelear. "
Pensó Kaleth, aunque parecía que no le iba costar mucho verlo. Dos personas se acercaron a aquel individuo con la intención de robarle las katanas. Había que ser muy estúpido para tratar de robarle a un espadachín su espada, la espada del espadachín venía a ser su alma y desde luego antes moriría que entregaría sus espadas.
El poco respeto que había podido sentir por aquella persona se esfumó en un visto y no visto. En un visto y no visto aquellas dos personas se lanzaron a por el tratando de arrebatárselas, aunque Kaleth ya conocía el resultado. De dos veloces movimientos degolló a aquellos pobres infelices sin esfuerzo alguno y continuó caminando en dirección hacia donde él estaba. En el momento en el que los separaban no más de 5 pasos, Kaleth no pudo reprimirse más y le habló al desconocido.
- Disculpa, pero... ¿De verdad era necesario llegar a ese extremo? -
Se giró y observó a aquellas personas inertes en el suelo.
- Claramente no estaban a tu nivel, no era necesario acabar con ellos. -
Sin duda aquel hombre era una de las personas que había jurado evitar que caminarían impunes por el mundo.
- No te conozco y sinceramente me importa poco quien seas y a que te dediques, pero no vas a dar un paso más. -
Sabía perfectamente que no le interesaba cruzar espadas con aquel desconocido pero su vena justiciera había actuado por el, si no actuaba ahora, la promesa que hizo a sus padres carecería de sentido y jamás podría volverse a ver en un espejo sin sentirse asqueado de el mismo. A la porra la misión sus ideales estaban por encima de todo.
Kaleth ladeó el cuerpo retrasando su pie izquierdo y desenvainó su espada colocándose en guardia. En esa posición sus aperturas eran casi nulas por lo que podría lidiar con el primer golpe de aquel espadachín mejor, en caso de que este se diera.
- Así que dime. ¿Haremos esto por las buenas o por las malas? -
Comentó con seguridad el cazador de recompensas. Era consciente de que la gente que se había acercado para ver la escena se estaba alejando y aquello le tranquilizaba bastante, no podría pelear a gusto si debía de estar pensando siempre en evitar cortar por equivocación a un civil.
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''Deberia de volver con los demas,esto es demasiado aburrido ademas de que no he encontrado nada...unas pocas horas de sueño me vendran bien aunque aunque sigo pensando que duermo demasiado...bue que mas dara estamos de vacaciones jejeje
Fui pensando mientras que volvia de nuevo al hotel ya que no habia encontrada demasiado bueno en las tiendas de por aqui,vamos eran una mierda.No tardaria demasiado en llegar y podria volver a relajarme,creo que me hacia falta pues me notaba algo tenso algunas cosas que veia me recordaban a tiempos pasado y no me gustaban nada, seguramente fuese por eso aunque verdaderamente no lo sabia.
Por fin llegue de nuevo al complejo hotelero en su extension y subi a mi habitacion para descansar un rato en la cama y simplemente dormir.Me tumbe en ella y cerre lo ojos intentandolo pero tampoco se por que, no pude hacerlo, no podia dormirme.Veia imagenes berrosas de algunos recuerdos en mi cabeza, de situacion imaginarias y no me dejaban dormir.
-Joder...no voy ni a poder dormir un ratito...esto es horrible y me dijeron que venia para darme unas vacaciones...los cojones
Cada vez estaba mas enojado,aunque verdaderamente no sabia el por que exacto,pero lo estaba y no podia relajarme a si que simplmente fuia al piscina para ver si alli de verdad podria conseguirlo.
Fui pensando mientras que volvia de nuevo al hotel ya que no habia encontrada demasiado bueno en las tiendas de por aqui,vamos eran una mierda.No tardaria demasiado en llegar y podria volver a relajarme,creo que me hacia falta pues me notaba algo tenso algunas cosas que veia me recordaban a tiempos pasado y no me gustaban nada, seguramente fuese por eso aunque verdaderamente no lo sabia.
Por fin llegue de nuevo al complejo hotelero en su extension y subi a mi habitacion para descansar un rato en la cama y simplemente dormir.Me tumbe en ella y cerre lo ojos intentandolo pero tampoco se por que, no pude hacerlo, no podia dormirme.Veia imagenes berrosas de algunos recuerdos en mi cabeza, de situacion imaginarias y no me dejaban dormir.
-Joder...no voy ni a poder dormir un ratito...esto es horrible y me dijeron que venia para darme unas vacaciones...los cojones
Cada vez estaba mas enojado,aunque verdaderamente no sabia el por que exacto,pero lo estaba y no podia relajarme a si que simplmente fuia al piscina para ver si alli de verdad podria conseguirlo.
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Abrí los ojos, pero lo vi todo muy borroso. Era como cuando abrías los ojos debajo del agua, ves, pero no logras sacar ninguna imagen clara hasta que sacas la cabeza del agua y te aclaras los ojos. Lo malo, era que yo no estaba en el agua, sino en... ¿la nieve? Por otra parte, lo bueno, que al cabo de unos segundos se me pasó esa extraña sensación ¿Yo no estaba en Holliday Island? ¿Qué coño hacía ahora en medio de una ventisca? Estaba tirado en el suelo, pero no tenía frío. Me levanté y escuché una voz que sonaba por todos lados. "Kyle... Kyle..." Me era familiar aquella voz, pero no lograba saber de qué. Aparte de esa voz que decía mi nombre, también escuchaba susurros, susurros que cada vez eran más, y más fuertes, pero todo se quedó en silencio y lo que era nieve, ahora era nada.
Con un fuerte impulso levanté mi torso. Otra vez esa maldita sensación en los ojos, pero ahora en cambio hacía calor y todo tenía más sentido. Miré mi mano mientras jadeaba y mi vista se recuperaba. -Fue... Fue todo... ¿Un sueño?- Volví a tirarme encima de la hamaca para seguir durmiendo, pero los susurros que escuché en mi sueño, en la realidad eran gritos, aunque tardé unos segundos en darme siquiera cuenta. Me levanté, respiré profundamente, estiré todos los músculos de mi cuerpo, y a la par que los relajaba di un gran suspiro. Cuando recuperé al completo la vista, pude ver como la gente corría de los alrededores de la piscina, en la cual pude ver a dos chicos, espadachines por sus espadas, más otros dos tirados en el suelo, aunque esos estaban muertos, y si no era así, a punto de estarlo. Uno de los que seguían vivos y que tenía una posición parecida a la que adoptan los que practican el Kendo me resultaba realmente familiar, pero seguía muy lejos de ellos para poder saberlo. -Are, are~, si es que uno no puede tener unas vacaciones tranquilas...- Suspiré algo resignado a la par que cogía a Umbra y me ponía en marcha
Tardé menos de un minuto en estar a unos metros de ellos, y para sorpresa mía conocía a uno de los dos. -¿Kaleth? ¿Qué hace él por aquí? Bueno, da igual, me debía la revancha...- Esbocé una sonrisa, pero se desvaneció al ver la sangre que caía por las katanas del otro chico. -No, si al final Shaky es tan inteligente que me manda a las misiones sin yo saberlo...- Di un pequeño salto lateral y en el aire desenvainé a Umbra, que estaba agarrada por un cinto para katanas en mi cintura, quedándome a un metro de Kaleth. -Siempre metiéndote en problemas, ¿eh Kal?- Dije mientras adoptaba una postura similar a la de Kaleth y fijaba la vista en el de las katanas ensangrentadas.
Con un fuerte impulso levanté mi torso. Otra vez esa maldita sensación en los ojos, pero ahora en cambio hacía calor y todo tenía más sentido. Miré mi mano mientras jadeaba y mi vista se recuperaba. -Fue... Fue todo... ¿Un sueño?- Volví a tirarme encima de la hamaca para seguir durmiendo, pero los susurros que escuché en mi sueño, en la realidad eran gritos, aunque tardé unos segundos en darme siquiera cuenta. Me levanté, respiré profundamente, estiré todos los músculos de mi cuerpo, y a la par que los relajaba di un gran suspiro. Cuando recuperé al completo la vista, pude ver como la gente corría de los alrededores de la piscina, en la cual pude ver a dos chicos, espadachines por sus espadas, más otros dos tirados en el suelo, aunque esos estaban muertos, y si no era así, a punto de estarlo. Uno de los que seguían vivos y que tenía una posición parecida a la que adoptan los que practican el Kendo me resultaba realmente familiar, pero seguía muy lejos de ellos para poder saberlo. -Are, are~, si es que uno no puede tener unas vacaciones tranquilas...- Suspiré algo resignado a la par que cogía a Umbra y me ponía en marcha
Tardé menos de un minuto en estar a unos metros de ellos, y para sorpresa mía conocía a uno de los dos. -¿Kaleth? ¿Qué hace él por aquí? Bueno, da igual, me debía la revancha...- Esbocé una sonrisa, pero se desvaneció al ver la sangre que caía por las katanas del otro chico. -No, si al final Shaky es tan inteligente que me manda a las misiones sin yo saberlo...- Di un pequeño salto lateral y en el aire desenvainé a Umbra, que estaba agarrada por un cinto para katanas en mi cintura, quedándome a un metro de Kaleth. -Siempre metiéndote en problemas, ¿eh Kal?- Dije mientras adoptaba una postura similar a la de Kaleth y fijaba la vista en el de las katanas ensangrentadas.
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Mi camino prosigue, el sonido de las olas se quedan atrás, el sonido de los pájaros me envuelven, una extraña sensación ocupa mi cuerpo, un presentimiento extraño, como si algo fuera a suceder en la isla, algo que no me agradaría. Mis pasos me llevan hasta una zona vacacional, un resort de vacaciones, el típico resort en el que te dejas una pasta por una semana de vacaciones, me encuentro con una extraña estampa, un mar de gente saliendo de allí, corriendo como si se acercara una bestia feroz, al indagar a los pocos que pasan a mi lado no obtengo más que un corre como respuesta, algo frustrante, pero poco después hallo el motivo de las prisas y de la desesperación de la gente, dos cuerpos inertes, rodeados de un charco rojo, seguramente sangre, con el cuello abierto y la mirada vacía. Junto a los cuerpos se encuentran tres jóvenes, uno de ellos Kaleth, uno de los miembros de mi gremio, no esperaba encontrármelo allí, y mucho menos a punto de entablar combate. Los otros dos no los conozco, uno lleva empuñada una guadaña, mientras Kal empuñaba una katana, el otro, lleva empuñadas dos katanas, y una tercera en la cintura
Vaya, vaya una reunión de espadachines, algo poco habitual
Pienso mientras me acerco en silencio, en mi rostro otra máscara en sustitución de la de Hefesto, esta vez es la de Hades la que ocupa mi rostro, una máscara con forma elíptica con un cuerno en la frente y uno en la barbilla, y en la frente adornos violetas, como si se trataran de una corona. Mis pasos ligeros y silenciosos me llevan junto a los combatientes en un par de minutos, mis seis katanas destacan de sobremanera, nunca me dejo ninguna sin ponerme, pues lucho prácticamente por instinto, casi instantáneamente y combino las katanas conforme lo requiere la situación.
Qué sucede aquí Kal?
Pregunto desde la espalda de mi compañero, algo tenía que haber pasado para que Kaleth se pusiera a luchar, él es una persona que aboga por la paz y el diálogo, pero el joven que se encuentra delante suya me trasmite una energía extraña, como si no le importara la vida ajena, la verdad, es que a mi tampoco me importa mucho, pero cuando un nakama es el que está en esa situación, no lo permito, no puedo permitir que un amigo muera, no otra vez.
Mi mente elabora enrevesados y retorcidos planes y estrategias para llevar a cabo en caso de necesitar pelear, aunque espero encarecidamente evitar tal situación, no me gustaría dejar tan bello paraje manchado de sangre y muerte.
Vaya, vaya una reunión de espadachines, algo poco habitual
Pienso mientras me acerco en silencio, en mi rostro otra máscara en sustitución de la de Hefesto, esta vez es la de Hades la que ocupa mi rostro, una máscara con forma elíptica con un cuerno en la frente y uno en la barbilla, y en la frente adornos violetas, como si se trataran de una corona. Mis pasos ligeros y silenciosos me llevan junto a los combatientes en un par de minutos, mis seis katanas destacan de sobremanera, nunca me dejo ninguna sin ponerme, pues lucho prácticamente por instinto, casi instantáneamente y combino las katanas conforme lo requiere la situación.
Qué sucede aquí Kal?
Pregunto desde la espalda de mi compañero, algo tenía que haber pasado para que Kaleth se pusiera a luchar, él es una persona que aboga por la paz y el diálogo, pero el joven que se encuentra delante suya me trasmite una energía extraña, como si no le importara la vida ajena, la verdad, es que a mi tampoco me importa mucho, pero cuando un nakama es el que está en esa situación, no lo permito, no puedo permitir que un amigo muera, no otra vez.
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Estaba enfrente de un joven que tenía complejo de héroe pues se puso a darme lecciones de que no debí matar a aquellos dos desgraciados que intentaron robarme las katanas. Puso en entredicho lo que hice y si era correcto. Iba a contestarle pero de pronto otro chico apareció, este empuñando una guadaña, que parecía querer pelear también. Bueno creyendo que ya podía hablar fui a contestar al joven de la katana pero otra persona apareció para interrumpirme. Este chico llevaba una extraña máscara, cosa que me desagrada pues no se muestra como es. Bueno lo importante es que éste preguntó que qué pasaba y vi que por fin podía hablar. Respiré hondo y dije
Iré por partes, primero contestaré al joven de la espada, el que parece querer pelear. No se si era necesario o no pero no dejo con vida a nadie que intente quitarme las katanas y la vida de gentuza como estos me da igual, es más mientras consiga dinero y mis objetivos me da igual si he de robar o matar. Ahora al chico de la máscara rara, lo que pasa es que esos fiambre murieron por intentar robarme las katanas y no es nada contigo pero no me gusta que oculten la cara. Ahora si me disculpáis he de irme que si viene la marina estaré en problemas pues no nos llevamos muy bien.
Dicho eso me alejo del lugar pero sigo empuñando las katanas por precaución.
Iré por partes, primero contestaré al joven de la espada, el que parece querer pelear. No se si era necesario o no pero no dejo con vida a nadie que intente quitarme las katanas y la vida de gentuza como estos me da igual, es más mientras consiga dinero y mis objetivos me da igual si he de robar o matar. Ahora al chico de la máscara rara, lo que pasa es que esos fiambre murieron por intentar robarme las katanas y no es nada contigo pero no me gusta que oculten la cara. Ahora si me disculpáis he de irme que si viene la marina estaré en problemas pues no nos llevamos muy bien.
Dicho eso me alejo del lugar pero sigo empuñando las katanas por precaución.
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El espadachín se mantenía concentrado ante la reacción del individuo que tenía en frente. Era inquietante, aquella persona daba la impresión de no tener ningún problema en sesgar vidas tal y como había demostrado anteriormente por lo que algo le decía que tampoco le supondría una pena acabar con el si tenía la oportunidad.
La gente ya casi había desaparecido de la zona donde se habían producido los asesinatos. Las personas parecían ser inteligentes y huir aunque no todos parecían reaccionar de la misma forma. Sintiendo una presencia a su lado Kal se giró observando como Kyle se unía a la confrontación de un salto con Umbra en sus manos.
-Siempre metiéndote en problemas, ¿eh Kal?-
En el rostro del espadachín se dibujó una sonrisa. Hacía mucho tiempo que no veía a Kyle y le gustaba verle, aunque aquella no era precisamente la mejor situación para hablar largo y tendido.
-Ya ves, y eso que se supone que yo soy de los dos el tranquilo...-
Comentó esbozando una sonrisa. No quería que este interviniera en la pelea pero sabía que un marine no podía dejar pasar un asesinato así como así. Adoptó una posición similar a la suya y se centro en el rival. Conocía muy bien lo peligroso que podía llegar a ser su amigo con su guadaña por lo que tenerlo de su lado le dio una gran seguridad.
-¿Qué sucede aquí Kal?-
Al escuchar esa conocida voz no pudo evitar girarse un instante, ¿Qué hacía Ichi ahí?. Sin duda alguna aquello hizo que se relajara todavía más, no eran muchos los que podían cruzar espadas con el de igual a igual y eso decía mucho de el. Justo cuando iba a contestarle al jefe de su gremio y amigo el asesino habló.
-Iré por partes, primero contestaré al joven de la espada, el que parece querer pelear. No se si era necesario o no pero no dejo con vida a nadie que intente quitarme las katanas y la vida de gentuza como estos me da igual, es más mientras consiga dinero y mis objetivos me da igual si he de robar o matar. Ahora al chico de la máscara rara, lo que pasa es que esos fiambre murieron por intentar robarme las katanas y no es nada contigo pero no me gusta oculten la cara. Ahora si me disculpáis he de irme que si viene la marina estaré en problemas pues no nos llevamos muy bien.-
Kaleth escuchó las palabras de aquella persona. No podía evitar sentir que tenía parte de razón, pero no tanta como para quitar la vida a las personas. Aun así se equivocaba, no tenía ningunas ganas de pelear pero lo haría si no quedaba otra opción. Tras contestar a los presentes se giró y se alejó de la zona sin quitar sus manos de sus espadas, obviamente no se fiaba de ellos. A pesar de lo que había hecho aquella persona no estaba en su naturaleza atacar a una persona por la espalda. Guardó su espada en su vaina aunque tratando de mantenerse alerta por si aquello no era más que una burda estratagema para atacarles.
La gente ya casi había desaparecido de la zona donde se habían producido los asesinatos. Las personas parecían ser inteligentes y huir aunque no todos parecían reaccionar de la misma forma. Sintiendo una presencia a su lado Kal se giró observando como Kyle se unía a la confrontación de un salto con Umbra en sus manos.
-Siempre metiéndote en problemas, ¿eh Kal?-
En el rostro del espadachín se dibujó una sonrisa. Hacía mucho tiempo que no veía a Kyle y le gustaba verle, aunque aquella no era precisamente la mejor situación para hablar largo y tendido.
-Ya ves, y eso que se supone que yo soy de los dos el tranquilo...-
Comentó esbozando una sonrisa. No quería que este interviniera en la pelea pero sabía que un marine no podía dejar pasar un asesinato así como así. Adoptó una posición similar a la suya y se centro en el rival. Conocía muy bien lo peligroso que podía llegar a ser su amigo con su guadaña por lo que tenerlo de su lado le dio una gran seguridad.
-¿Qué sucede aquí Kal?-
Al escuchar esa conocida voz no pudo evitar girarse un instante, ¿Qué hacía Ichi ahí?. Sin duda alguna aquello hizo que se relajara todavía más, no eran muchos los que podían cruzar espadas con el de igual a igual y eso decía mucho de el. Justo cuando iba a contestarle al jefe de su gremio y amigo el asesino habló.
-Iré por partes, primero contestaré al joven de la espada, el que parece querer pelear. No se si era necesario o no pero no dejo con vida a nadie que intente quitarme las katanas y la vida de gentuza como estos me da igual, es más mientras consiga dinero y mis objetivos me da igual si he de robar o matar. Ahora al chico de la máscara rara, lo que pasa es que esos fiambre murieron por intentar robarme las katanas y no es nada contigo pero no me gusta oculten la cara. Ahora si me disculpáis he de irme que si viene la marina estaré en problemas pues no nos llevamos muy bien.-
Kaleth escuchó las palabras de aquella persona. No podía evitar sentir que tenía parte de razón, pero no tanta como para quitar la vida a las personas. Aun así se equivocaba, no tenía ningunas ganas de pelear pero lo haría si no quedaba otra opción. Tras contestar a los presentes se giró y se alejó de la zona sin quitar sus manos de sus espadas, obviamente no se fiaba de ellos. A pesar de lo que había hecho aquella persona no estaba en su naturaleza atacar a una persona por la espalda. Guardó su espada en su vaina aunque tratando de mantenerse alerta por si aquello no era más que una burda estratagema para atacarles.
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Los segundos siguientes parecieron ir a cámara lenta, o al menos a mi me lo parecier¡on. -Y ahora es cuando alguien se tira un cuesto y todos se quedan '¿Ua de fac?'- Al pensar en lo estúpido que fue lo que había pensado la sonrisa que ya de por si portaba se hizo aún más grande, siéndome imposible soltar una risa tonta. Al volver a la realidad y ver a todos tan serios mi rostro volvió a 'la normalidad'.
Por otro lado un chico enmascarado apareció por el otro lado dirigiéndole la palabra a Kaleth. -¿Qué sucede aquí Kal?- ¿Todos conocen a Kal? Bueh, pensándolo mejor, no me extraña, aun algo serio es una persona con un buen don de gentes. Me pareció ver en el rostro de Kal en un momento en el que desvié la vista un indicio de sus grandes charlas, pero justo en ese instante el espadachín desconocido comenzó a hablar, aunque no fue el único. -Y bueno, ¿por qué no te tiras a rajar yugulares de una maldita vez? O si no, déjame a mi, que hace tiempo que no la armo.- -Que te calles, que no me dejas oír...- -Vale, Ky-Le-Kun~- Cuando por fin pude escuchar con claridad la voz del muchacho, ya había terminado de hablar. Y para hacer la escena más típica, se fue a lo ''Nadie ha intentao matarme, y me voy con pose chula''. Si no hubiera sido por Kaleth, seguramente en ese instante habría ido directo de nuevo a la hamaca a seguir sobándola, pero hacía tiempo que no hablaba con él, así que tampoco era para hacerle el feo.
-Are, are~, ¿qué te trae por aquí? ¿De vacaciones o en busca de berries?- Le dije mientras adoptaba una pose más natural y esbozaba una sonrisa, eso si, sin perder mucho de vista a ninguno de los otros dos, no les conocía, y eso, quiera o no, les hace peligros en potencia.
Por otro lado un chico enmascarado apareció por el otro lado dirigiéndole la palabra a Kaleth. -¿Qué sucede aquí Kal?- ¿Todos conocen a Kal? Bueh, pensándolo mejor, no me extraña, aun algo serio es una persona con un buen don de gentes. Me pareció ver en el rostro de Kal en un momento en el que desvié la vista un indicio de sus grandes charlas, pero justo en ese instante el espadachín desconocido comenzó a hablar, aunque no fue el único. -Y bueno, ¿por qué no te tiras a rajar yugulares de una maldita vez? O si no, déjame a mi, que hace tiempo que no la armo.- -Que te calles, que no me dejas oír...- -Vale, Ky-Le-Kun~- Cuando por fin pude escuchar con claridad la voz del muchacho, ya había terminado de hablar. Y para hacer la escena más típica, se fue a lo ''Nadie ha intentao matarme, y me voy con pose chula''. Si no hubiera sido por Kaleth, seguramente en ese instante habría ido directo de nuevo a la hamaca a seguir sobándola, pero hacía tiempo que no hablaba con él, así que tampoco era para hacerle el feo.
-Are, are~, ¿qué te trae por aquí? ¿De vacaciones o en busca de berries?- Le dije mientras adoptaba una pose más natural y esbozaba una sonrisa, eso si, sin perder mucho de vista a ninguno de los otros dos, no les conocía, y eso, quiera o no, les hace peligros en potencia.
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