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Akuma no mi
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Nocturne93 vs AxelThor
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Enies Lobby
Enies Lobby es una isla judicial al cargo del Gobierno Mundial. En esta isla se encuentra el tribunal más importante del mundo. Como punto clave del Gobierno Mundial, la isla esta muy protegida, se encuentra suspendida sobre unas cascadas que crean un agujero en medio del océano, aparte de esto la isla esta cercada y fuertemente amurallada. Tras Enies Lobby se encuentra la "Puerta de la Justicia" que comunica la isla con el cuartel de los Marines e Impel Down, la prisión donde son enviados los mayores criminales de este mundo. Una peculiaridad de esta isla es que nunca anochece.
Turnos: AxelThor - Nocturne93 - AxelThor
Moderadores: Ichigo Yasutora & Ryusen Higure
*Se le salta el turno a quien pasadas 48 horas no postea en su turno (al ser reto no se puede perder por descalificación de saltar turno).
*Rol vieja escuela, sin nomenclaturas, la lógica lo es todo.
*Los premios son: Si gana Nocturne, gana 500 exp y lo equivalente a derrotar a un aprendiz 5.000 berries por su cabeza. Si gana Axelthor se lleva 1000 exp, el dial láser de Nocturne y sube un puesto en la jerarquía.
Se valora:
-La caligrafía, las faltas de ortografía y demás.
-Ambientación, y adaptación al escenario
-Rol bélico
-Rol Descriptivo
-Asumir daños respetando la logica
-Acciones cerradas
AxelThor
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Akuma no mi
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Oh Enies Lobby , uno de mis más queridos lugares. Esta pequeña isla flotante me traía muchos recuerdos del pasado. Allí había pasado horas y horas entrenando para mejorar mis habilidades . Fue uno de mis primeros destinos a vigilar (después de lo ocurrido con Monkey D. Luffy , el lugar estaba mucho más protegido que antes) y allí pude hacer grandes amigos , desarrollar grandes batallas , y al fin y al cabo , crear un afecto y un lazo a aquel lugar que nunca se borraría de mi memoria. Y según parecía , tendría que regresar allí otra vez más , después de bastante tiempo sin poder ir , ya fuese por mis obligaciones con mi querida flota , o por diferentes viajes por Nuevo Mundo , había estado ausente , pero un hecho bastante importante me haría regresar. Todo ocurrió hace un par de meses , cuándo me encontraba descansando en una villa perdida en el océano , tan pequeña que no aparecía en los mapas. Ese era mi lugar preferido para la relajación.
Hace tres meses
Hogueras. Cohetes. Fiesta. El festival se desarrollaba con tranquilidad. Aquellos maravillosos cohetes , que se podían ver incluso siendo de día , rompían en miles de colores una vez alcanzaban los 30 metros de altura. Y allí me encontraba yo , tirado en un prado , sintiendo como la hierba se movía al son del viento y me provocaba un cosquilleo agradable en la espalda. Quería esperar a que se hiciese de noche para ir a la fiesta. El festival duraba una semana , y llevábamos ya tres días , por ello , me dedicaba a descansar y reposar por el día , y a festejar por la noche. Allí me había encontrado con varios conocidos , a los cuales les había salvado la vida en su día. Se mostraron muy agradecidos , por lo que tuve alojamiento y comida gratuita . Además , sonaba una música muy agradable. La orquesta de la villa no se había detenido ni un segundo a lo largo de aquellos tres días , y tocaban genial , la verdad . Te hacían sentir la música en tu interior , en tu alma. Según se decía , eran discípulos de un tal Brook , un reconocido pirata que acompaño a Monkey D. Luffy en sus aventuras. Yo no sabía mucho de él , pero desde luego sería un maestro excelente . Entonces , surgió el problema que siempre surge cuando yo estoy más tranquilo , más feliz, más relajado. El último cohete subió al cielo , provocando un sonoro estallido que puso punto final a la música . Se comenzaron a escuchar gritos y carreras. También alguna que otra explosión , y a contestación a las explosiones , más gritos desgarradores. Me incorporé de inmediato , y me impulsé con un chorro de crisoberilo hacia la entrada al pueblo más cercana al prado. Vi a una niña que corría hacia mi , y que parecía estar siendo perseguida por alguien. Me tire al suelo de inmediato y la abracé.
Allí me encontré con el causante del problema. Un corsario muy ágil , poseedor de una zoan de algo parecido a un zorro , se acercaba hacía nuestra posición , con un hacha en la mano. El primer pensamiento que se me vino a la cabeza fue el de rebanarle el pescuezo y triturarlo en pequeñas virutas del tamaño del confeti . No me podía creer que aun existieran piratas tan inhumanos que tuvieran el valor de atacar a una niña ... Y la furia empezó a cegarme, de modo que todos mis valores marines y mis reglas se esfumaron por un segundo. Coloque a la niña a mis espaldas , de modo que no la pudiera tocar aquel desgraciado , y desenvainé a Ego.
- .... !Chimei-tekina oni no ken no Honda sutairu ¡
Un onda mortífera salió desde Ego , arrasando con todo lo que encontraba en su camino , incluido el pirata. Sin perder un segundo , salí corriendo hacia él , y mientras caía , le asesté una patada en el pecho , donde la mayor parte del corte había golpeado. Lo levanté varios metros del suelo , y creando dos mazas en mis puños , lo machaqué aplastándolo , colocando una maza y otra a unos 5 cm de distancia, con su cuerpo en medio. Con el simple impacto de la caída , se rompería los pocos huesos que le quedaran , y moriría irremediablemente. Envainé a Ego , y le sonreí a la pequeña que tenía detrás , la cuál estaba temblando. Ya no volvería a pasarle nada. Le ordené que se mantuviera en las afueras del pueblo hasta que todo el ruido hubiese cesado. Sabía que me iba a hacer caso , el miedo que tenía en el cuerpo era muy grande como para atreverse a llevarme la contraría.
Hecho esto , corrí hacia el pueblo , que estaba rodeado por una muralla. O lo que quedaba de ella. El espectáculo era horrible. Según podía ver , gracias a la cantidad de agujeros que tenían las casas y la muralla , había cinco grandes focos de daños, dónde había gente reunida luchando. Imaginé que quedaban cinco piratas más. Por suerte para mi, en el pueblo había varios espadachines muy hábiles , además de dos usuarios , por lo que pensé que lo más fácil era acudir al foco más grande. Muerto el capitán , los demás no sabrían que hacer , y morirían también. La batalla principal se desarrollaba en la plaza del pueblo. Allí varios pueblerinos , armados con espadas y escudos, combatían contra una especie de bola de carne humana. Debido a su tamaño ,sería difícil derribarla de un golpe , así que empecé a producir crisoberilo por doquier . Crecí en tamaño , y cree dos clones míos que hacían lo mismo. Una vez alcancé un tamaño considerable , salté a la plaza , provocando el caos entre los pueblerinos . Éstos se asustaron al verme , creían que era otro enemigo más , y salieron corriendo (por suerte para mi) , dejando la plaza vacía. La bola de carne , tomó forma humanoide .
- MUAJAJAJAJA , ¿ qué vienes a buscar novato ? ¿ Tú muerte , tu perdición ? No eres más que un mequetref...
No estaba dispuesto a perder el tiempo , y para escuchar a semejante necio , preferí callarle la boca con una patada ascendente de uno de mis clones. Antes de que pudiera reaccionar , ya tenía a mi otro clon a la espalda , asestándole un doble puñetazo por la espalda . Una vez caía , yo mismo convertí mi mano en hacha , y con el hakki cargado , realicé un corte ascendente que, además de ser mortal , consiguió regresar al pirata a su forma humana. Con la boca sangrando , aun se atrevía a hablar , el muy desgraciado.
- Tu y todos tus amigos moriréis , la piratería saldrá victorios..- escupía sangre - No podréis detenernos jamás ... Este ha sido el primer pueblo de muchos que caerán .- El pirata perdería la conciencia en breve , así que no me esmeré demasiado.
- Tu vida esta a punto de acabar , canalla . no tienes derecho a opinar sobre un mundo que ya no es el tuyo . Mientras que mis nakamas y yo sigamos vivos , la piratería no triunfará , jamás. La justicia prevalecerá ante todo , puesto que los lazos del bien son mucho más fuertes .
Clavé a Libertad en su vientre , acabando con su vida. Una ovación a mis espaldas me sorprendió . Los habitantes del pueblo , me habían estado viendo y escuchando. No tardaron tampoco , en traer los cuerpos de los otros cuatro piratas , y del que ya había matado yo anteriormente.
- Estamos muy agradecidos - decía el acalde - ¿ Qué podemos hacer por ti ?.
- Simplemente necesito un barco para llevar estos cadáveres a un lugar seguro. ¡Ah !, y qué protejáis a una pequeña amiga mía.- En ese instante apareció mi pequeña amiga, a la que había salvado anteriormente , me abrazó y se puso a llorar. - Esta chica ha sido muy valiente , espero que la protejáis con vuestra vida.
Actualidad
El barco se comportaba bien , y ya me encontraba en la famosa corriente que une el cuartel general , ID , y Enies Lobby. Tenía pensado dejar los cadáveres en ID , y así conseguir algún tipo de reconocimiento o subir en la jerarquía. Pero como tenía tiempo de sobra , pasaría antes por Enies Lobby para ver a viejos amigos , y reponerme un poco de este cansado viaje. Me quedé dormido unas horas , el tiempo justo para llegar a Enies Lobby. Allí , los vigías me recibieron con alegría , y no tardaron en bajar a ayudarme. Encerraron a los piratas en unas celdas provisionales , y entre risas y abrazos , entramos en Enies Lobby , dispuestos a celebrar mi regreso después de tantos años. Parecía que la isla había surgido reformas , y tenía alguna que otra taberna , además de una gran plaza en su interior. Lo primero que hice fue ir a la taberna a beber un poco de whisky , lo necesitaba,dormiría un poco y después , iría a buscar a mis amigos , que seguramente ya se habría enterado de mi regreso temporal.
Hace tres meses
Hogueras. Cohetes. Fiesta. El festival se desarrollaba con tranquilidad. Aquellos maravillosos cohetes , que se podían ver incluso siendo de día , rompían en miles de colores una vez alcanzaban los 30 metros de altura. Y allí me encontraba yo , tirado en un prado , sintiendo como la hierba se movía al son del viento y me provocaba un cosquilleo agradable en la espalda. Quería esperar a que se hiciese de noche para ir a la fiesta. El festival duraba una semana , y llevábamos ya tres días , por ello , me dedicaba a descansar y reposar por el día , y a festejar por la noche. Allí me había encontrado con varios conocidos , a los cuales les había salvado la vida en su día. Se mostraron muy agradecidos , por lo que tuve alojamiento y comida gratuita . Además , sonaba una música muy agradable. La orquesta de la villa no se había detenido ni un segundo a lo largo de aquellos tres días , y tocaban genial , la verdad . Te hacían sentir la música en tu interior , en tu alma. Según se decía , eran discípulos de un tal Brook , un reconocido pirata que acompaño a Monkey D. Luffy en sus aventuras. Yo no sabía mucho de él , pero desde luego sería un maestro excelente . Entonces , surgió el problema que siempre surge cuando yo estoy más tranquilo , más feliz, más relajado. El último cohete subió al cielo , provocando un sonoro estallido que puso punto final a la música . Se comenzaron a escuchar gritos y carreras. También alguna que otra explosión , y a contestación a las explosiones , más gritos desgarradores. Me incorporé de inmediato , y me impulsé con un chorro de crisoberilo hacia la entrada al pueblo más cercana al prado. Vi a una niña que corría hacia mi , y que parecía estar siendo perseguida por alguien. Me tire al suelo de inmediato y la abracé.
Allí me encontré con el causante del problema. Un corsario muy ágil , poseedor de una zoan de algo parecido a un zorro , se acercaba hacía nuestra posición , con un hacha en la mano. El primer pensamiento que se me vino a la cabeza fue el de rebanarle el pescuezo y triturarlo en pequeñas virutas del tamaño del confeti . No me podía creer que aun existieran piratas tan inhumanos que tuvieran el valor de atacar a una niña ... Y la furia empezó a cegarme, de modo que todos mis valores marines y mis reglas se esfumaron por un segundo. Coloque a la niña a mis espaldas , de modo que no la pudiera tocar aquel desgraciado , y desenvainé a Ego.
- .... !Chimei-tekina oni no ken no Honda sutairu ¡
Un onda mortífera salió desde Ego , arrasando con todo lo que encontraba en su camino , incluido el pirata. Sin perder un segundo , salí corriendo hacia él , y mientras caía , le asesté una patada en el pecho , donde la mayor parte del corte había golpeado. Lo levanté varios metros del suelo , y creando dos mazas en mis puños , lo machaqué aplastándolo , colocando una maza y otra a unos 5 cm de distancia, con su cuerpo en medio. Con el simple impacto de la caída , se rompería los pocos huesos que le quedaran , y moriría irremediablemente. Envainé a Ego , y le sonreí a la pequeña que tenía detrás , la cuál estaba temblando. Ya no volvería a pasarle nada. Le ordené que se mantuviera en las afueras del pueblo hasta que todo el ruido hubiese cesado. Sabía que me iba a hacer caso , el miedo que tenía en el cuerpo era muy grande como para atreverse a llevarme la contraría.
Hecho esto , corrí hacia el pueblo , que estaba rodeado por una muralla. O lo que quedaba de ella. El espectáculo era horrible. Según podía ver , gracias a la cantidad de agujeros que tenían las casas y la muralla , había cinco grandes focos de daños, dónde había gente reunida luchando. Imaginé que quedaban cinco piratas más. Por suerte para mi, en el pueblo había varios espadachines muy hábiles , además de dos usuarios , por lo que pensé que lo más fácil era acudir al foco más grande. Muerto el capitán , los demás no sabrían que hacer , y morirían también. La batalla principal se desarrollaba en la plaza del pueblo. Allí varios pueblerinos , armados con espadas y escudos, combatían contra una especie de bola de carne humana. Debido a su tamaño ,sería difícil derribarla de un golpe , así que empecé a producir crisoberilo por doquier . Crecí en tamaño , y cree dos clones míos que hacían lo mismo. Una vez alcancé un tamaño considerable , salté a la plaza , provocando el caos entre los pueblerinos . Éstos se asustaron al verme , creían que era otro enemigo más , y salieron corriendo (por suerte para mi) , dejando la plaza vacía. La bola de carne , tomó forma humanoide .
- MUAJAJAJAJA , ¿ qué vienes a buscar novato ? ¿ Tú muerte , tu perdición ? No eres más que un mequetref...
No estaba dispuesto a perder el tiempo , y para escuchar a semejante necio , preferí callarle la boca con una patada ascendente de uno de mis clones. Antes de que pudiera reaccionar , ya tenía a mi otro clon a la espalda , asestándole un doble puñetazo por la espalda . Una vez caía , yo mismo convertí mi mano en hacha , y con el hakki cargado , realicé un corte ascendente que, además de ser mortal , consiguió regresar al pirata a su forma humana. Con la boca sangrando , aun se atrevía a hablar , el muy desgraciado.
- Tu y todos tus amigos moriréis , la piratería saldrá victorios..- escupía sangre - No podréis detenernos jamás ... Este ha sido el primer pueblo de muchos que caerán .- El pirata perdería la conciencia en breve , así que no me esmeré demasiado.
- Tu vida esta a punto de acabar , canalla . no tienes derecho a opinar sobre un mundo que ya no es el tuyo . Mientras que mis nakamas y yo sigamos vivos , la piratería no triunfará , jamás. La justicia prevalecerá ante todo , puesto que los lazos del bien son mucho más fuertes .
Clavé a Libertad en su vientre , acabando con su vida. Una ovación a mis espaldas me sorprendió . Los habitantes del pueblo , me habían estado viendo y escuchando. No tardaron tampoco , en traer los cuerpos de los otros cuatro piratas , y del que ya había matado yo anteriormente.
- Estamos muy agradecidos - decía el acalde - ¿ Qué podemos hacer por ti ?.
- Simplemente necesito un barco para llevar estos cadáveres a un lugar seguro. ¡Ah !, y qué protejáis a una pequeña amiga mía.- En ese instante apareció mi pequeña amiga, a la que había salvado anteriormente , me abrazó y se puso a llorar. - Esta chica ha sido muy valiente , espero que la protejáis con vuestra vida.
Actualidad
El barco se comportaba bien , y ya me encontraba en la famosa corriente que une el cuartel general , ID , y Enies Lobby. Tenía pensado dejar los cadáveres en ID , y así conseguir algún tipo de reconocimiento o subir en la jerarquía. Pero como tenía tiempo de sobra , pasaría antes por Enies Lobby para ver a viejos amigos , y reponerme un poco de este cansado viaje. Me quedé dormido unas horas , el tiempo justo para llegar a Enies Lobby. Allí , los vigías me recibieron con alegría , y no tardaron en bajar a ayudarme. Encerraron a los piratas en unas celdas provisionales , y entre risas y abrazos , entramos en Enies Lobby , dispuestos a celebrar mi regreso después de tantos años. Parecía que la isla había surgido reformas , y tenía alguna que otra taberna , además de una gran plaza en su interior. Lo primero que hice fue ir a la taberna a beber un poco de whisky , lo necesitaba,dormiría un poco y después , iría a buscar a mis amigos , que seguramente ya se habría enterado de mi regreso temporal.
Nocturne93
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Hay ocasiones en las que el valor se convierte en estupidez, mas cuando un camarada tuyo arriesga su vida, ya sea por estupidez o por necesidad, te ves obligado a ayudar a ese compañero. Y ésta es mi historia, los verdaderos amigos viajan junto a ti para contribuir a ayudarte... Aunque para ello debas de comunicarselo.
Escapé de Shinri no Tsukai. Había viajado hacia Amazon Lily en busca de cierta persona que me debía de encontrar en el bosque de la isla de las Kuya. Por desgracia esa persona había desaparecido. Estuve buscando por todas partes en la isla, corriendo alrededor de la isla, buscando y rebuscando por doquier, subdividiendo mi cuerpo con mi máximo poder para buscar más rápidamente. No podía haber salido de allí.
De pronto algo llamó mi atención, una especie de seña en un árbol. Era como una marca muy llamativa, una flecha que señalaba al interior de la isla, hacia el poblado Kuja en todo lo alto del monte. Me detuve en aquél árbol y me quedé mirando hacia arriba. Mi gesto era serio, una mirada imbuida en odio, como una terrible tempestad que amenaza arruinar toda una civilización. Me dispuse a correr hacia el poblado Kuya.
Dicho y hecho, corrí entre los árboles, atento a cualquier otra posible seña que encontrase que me hiciese variar mi rumbo nuevamente, mas nada fue así. Corría a 400 Km/h ayudándome con el geppou para no tener que sortear raíces, hoyos en el terreno y ramas problemáticas. No encontré nada en todo el camino, pero no tardé en llegar allí a la cima, donde el aire era cálido como en una suave brisa de verano.
Una vez llegué allí quedé intrigado con la imagen que tenía frente de mí. La lider de las Kuja estaba allí varada enfrente, una señora anciana rodeada de dos mujeres más corpulentas y altas que ella, una de ellas incluso más que yo, cosa que era difícil. Me detuve con gesto serio observando a los ojos a la anciana, quien hacía lo mismo, ni siquiera se impresionó de observarme allí. Pronto comenzó a hablarme.
- Desde que comenzaste a venir, tan solo has traído problemas. No pienso tolerar que sigas con ésto... -Los ojos de la anciana estaban húmedos.
- ¿Puso usted la marca en el árbol?
- Si. Necesitábamos que nos encontraras.
- ¿Cómo sabíais que vendría y cuando? Nunca me habéis visto aquí.
- Los secretos son algo que no se puede ocultar a tu propia familia.
No necesitaba más preguntas, era una obviedad que jamás habría imaginado, pues yo jamás estuve realmente unido a mi familia de ésa forma. Miré directamente a los ojos de la señora nuevamente, cada vez sus ojos se veían más húmedos, algo me decía que pronto desbordarían. Los dos armarios de mujeres que estaban detrás de ella parecían preocuparse por el estado de la mujer, e incluso la más corpulenta que sus ojos se humedecieron también.
- Donde está. -pregunté imperativamente.
- No está. La marina te busca, la tienen ellos.
- Donde.
- Si te atrapamos nos la devolverán. -Me ignoró.
- Te he preguntado que donde está -Comenzaba a impacientarme.
- No tienes escapatoria...
- ¡DONDE SE LA HAN LLEVADO!
De momento se hizo el silencio. La mujer y yo nos quedamos mirándonos, la tensión se palpaba en el ambiente. De pronto los ojos humedecidos de aquella mujer comenzaron a desbordarse. Perdió las fuerzas tras romper a llorar, los dos armarios de detrás de ella se arrodillaron y comenzaron a intentar tranquilizarla, la mujer más baja, que casi me igualaba en altura y corpulencia, comenzó a aproximarse hacia mí con su haki armadura activado, me atizó un puñetazo realmente fuerte, el cual detuve con tan solo interponer mi puño derecho en la trayectoria, con la mano abierta para coger el puño de la mujer y detenerlo. Activé mi haki armadura para poder hacer frente a tal puñetazo.
El golpe se frenó en seco y mi rostro parecía más enfurecido que nunca. La mujer se quedó pasmosa al ver que apenas me inmuté por aquél puñetazo. Con mi rostro completamente enfurecido, Raijuu transmitió un pequeño calambre por mi brazo derecho, lo cual hizo que la mujer se alejase un par de pasos por el calambrazo que recibió, el cual no fue nada perjudicial, tan solo sentiría un poco de calor. Hablé por última vez a la mujer.
- No lo volveré a repetir. Donde está.
- Ella... -Vaciló un instante-. Ennies Loby. Se la llevaron a Ennies Loby.
No necesité más. Fruncí el entrecejo y bajé mi brazo derecho que todavía estaba en la pose de recibir el puñetazo. Fulminé con la mirada a la anciana y desaparecí de su vista. Un kamisori me llevó a la playa, en realidad varios kamisori ligados, a modo que parecía que tan solo ejecuté uno. Me quedé mirando el mar. Sabía por donde tenía que ir. Respiré hondo y desaparecí nuevamente.
A base de soru y geppou viajaba por la superficie del mar sin siquiera llegar a tocar el agua, y a esa velocidad iba prácticamente a la velocidad del sonido, tan solo debía aguantar el tiempo suficiente. Llegó el momento en el cual tuve que detenerme o mis piernas quedarían entumecidas, y entonces no me aguardaría otro destino que la muerte. Me detuve dejando de moverme, en mitad del mar... Pero no caía al mar, me mantenía detenido en el aire respirando con un poco de dificultad. La explicación era fácil pensando en mi akuma no mi, pues me mantuve a unos diez metros por encima del mar y detuve mi velocidad en todos los sentidos, no podía caer si en cada instante reducía la velocidad a cero, por lo que la gravedad no era un problema para mí.
Me quedé allí casi un minuto y en cuanto mis piernas se recuperaron proseguí con mi camino. A ese paso no tardé en alcanzar a divisar las vallas de Ennies Loby. Y lo promero que hice cuando llegué fue detenerme en lo alto de ellas, sujetándome en la barra horizontal que mantenía en su lugar las verticales, para así evitar agujerearme los pies.
Observé con desprecio la isla judicial. Había ido muchas veces a ese lugar como miembro del Cypher Pol, pero nunca había ido para sacar a nadie de allí. Me encontraba en la zona colindante al puerto, y algunos marines se hallaban allí. Por suerte antes de que me encontrasen me puse encima de uno de los barcos, ocultándome tras un gran barril de ron.
- Tsk... Éstos marines cada vez se asemejan más a piratas con éstas cantidades de ron.
Murmuré mientras un marine que patrullaba pasaba cerca, por suerte no me escuchó, aunque en realidad poco importaría que me escuchase o no, su destino iba a ser el mismo. A 400 Km/h le agarré y golpeé en la nuca, le desvestí y arrojé su cuerpo inconsciente al mar, depositándolo suavemente para que el chapoteo no alertase al resto. Obviamente, me aseguré de que no había nadie más próximo que pudiese descubrirme.
Me puse la ropa del marine y me dispuse a adentrarme en la isla judicial. El haber estado años sirviendo al gobierno mundial y viviendo en éste lugar me ayudaron de algo, sabía que decir a los marines para que me creyesen y me dejasen pasar. A partir de ése momento yo era un recluta del décimo-segundo pelotón del quinto regimiento de caballería. Un soldado raso sin nivel alguno, alguien por el que no se molestarían a interrogar ni a detener.
Una vez me vestí con las ropas de dicho marine desembarqué con tranquilidad, disimulando perfectamente, y comencé a adentrarme en la isla. Mi próximo destino serían los calabozos.
Escapé de Shinri no Tsukai. Había viajado hacia Amazon Lily en busca de cierta persona que me debía de encontrar en el bosque de la isla de las Kuya. Por desgracia esa persona había desaparecido. Estuve buscando por todas partes en la isla, corriendo alrededor de la isla, buscando y rebuscando por doquier, subdividiendo mi cuerpo con mi máximo poder para buscar más rápidamente. No podía haber salido de allí.
De pronto algo llamó mi atención, una especie de seña en un árbol. Era como una marca muy llamativa, una flecha que señalaba al interior de la isla, hacia el poblado Kuja en todo lo alto del monte. Me detuve en aquél árbol y me quedé mirando hacia arriba. Mi gesto era serio, una mirada imbuida en odio, como una terrible tempestad que amenaza arruinar toda una civilización. Me dispuse a correr hacia el poblado Kuya.
Dicho y hecho, corrí entre los árboles, atento a cualquier otra posible seña que encontrase que me hiciese variar mi rumbo nuevamente, mas nada fue así. Corría a 400 Km/h ayudándome con el geppou para no tener que sortear raíces, hoyos en el terreno y ramas problemáticas. No encontré nada en todo el camino, pero no tardé en llegar allí a la cima, donde el aire era cálido como en una suave brisa de verano.
Una vez llegué allí quedé intrigado con la imagen que tenía frente de mí. La lider de las Kuja estaba allí varada enfrente, una señora anciana rodeada de dos mujeres más corpulentas y altas que ella, una de ellas incluso más que yo, cosa que era difícil. Me detuve con gesto serio observando a los ojos a la anciana, quien hacía lo mismo, ni siquiera se impresionó de observarme allí. Pronto comenzó a hablarme.
- Desde que comenzaste a venir, tan solo has traído problemas. No pienso tolerar que sigas con ésto... -Los ojos de la anciana estaban húmedos.
- ¿Puso usted la marca en el árbol?
- Si. Necesitábamos que nos encontraras.
- ¿Cómo sabíais que vendría y cuando? Nunca me habéis visto aquí.
- Los secretos son algo que no se puede ocultar a tu propia familia.
No necesitaba más preguntas, era una obviedad que jamás habría imaginado, pues yo jamás estuve realmente unido a mi familia de ésa forma. Miré directamente a los ojos de la señora nuevamente, cada vez sus ojos se veían más húmedos, algo me decía que pronto desbordarían. Los dos armarios de mujeres que estaban detrás de ella parecían preocuparse por el estado de la mujer, e incluso la más corpulenta que sus ojos se humedecieron también.
- Donde está. -pregunté imperativamente.
- No está. La marina te busca, la tienen ellos.
- Donde.
- Si te atrapamos nos la devolverán. -Me ignoró.
- Te he preguntado que donde está -Comenzaba a impacientarme.
- No tienes escapatoria...
- ¡DONDE SE LA HAN LLEVADO!
De momento se hizo el silencio. La mujer y yo nos quedamos mirándonos, la tensión se palpaba en el ambiente. De pronto los ojos humedecidos de aquella mujer comenzaron a desbordarse. Perdió las fuerzas tras romper a llorar, los dos armarios de detrás de ella se arrodillaron y comenzaron a intentar tranquilizarla, la mujer más baja, que casi me igualaba en altura y corpulencia, comenzó a aproximarse hacia mí con su haki armadura activado, me atizó un puñetazo realmente fuerte, el cual detuve con tan solo interponer mi puño derecho en la trayectoria, con la mano abierta para coger el puño de la mujer y detenerlo. Activé mi haki armadura para poder hacer frente a tal puñetazo.
El golpe se frenó en seco y mi rostro parecía más enfurecido que nunca. La mujer se quedó pasmosa al ver que apenas me inmuté por aquél puñetazo. Con mi rostro completamente enfurecido, Raijuu transmitió un pequeño calambre por mi brazo derecho, lo cual hizo que la mujer se alejase un par de pasos por el calambrazo que recibió, el cual no fue nada perjudicial, tan solo sentiría un poco de calor. Hablé por última vez a la mujer.
- No lo volveré a repetir. Donde está.
- Ella... -Vaciló un instante-. Ennies Loby. Se la llevaron a Ennies Loby.
No necesité más. Fruncí el entrecejo y bajé mi brazo derecho que todavía estaba en la pose de recibir el puñetazo. Fulminé con la mirada a la anciana y desaparecí de su vista. Un kamisori me llevó a la playa, en realidad varios kamisori ligados, a modo que parecía que tan solo ejecuté uno. Me quedé mirando el mar. Sabía por donde tenía que ir. Respiré hondo y desaparecí nuevamente.
A base de soru y geppou viajaba por la superficie del mar sin siquiera llegar a tocar el agua, y a esa velocidad iba prácticamente a la velocidad del sonido, tan solo debía aguantar el tiempo suficiente. Llegó el momento en el cual tuve que detenerme o mis piernas quedarían entumecidas, y entonces no me aguardaría otro destino que la muerte. Me detuve dejando de moverme, en mitad del mar... Pero no caía al mar, me mantenía detenido en el aire respirando con un poco de dificultad. La explicación era fácil pensando en mi akuma no mi, pues me mantuve a unos diez metros por encima del mar y detuve mi velocidad en todos los sentidos, no podía caer si en cada instante reducía la velocidad a cero, por lo que la gravedad no era un problema para mí.
Me quedé allí casi un minuto y en cuanto mis piernas se recuperaron proseguí con mi camino. A ese paso no tardé en alcanzar a divisar las vallas de Ennies Loby. Y lo promero que hice cuando llegué fue detenerme en lo alto de ellas, sujetándome en la barra horizontal que mantenía en su lugar las verticales, para así evitar agujerearme los pies.
Observé con desprecio la isla judicial. Había ido muchas veces a ese lugar como miembro del Cypher Pol, pero nunca había ido para sacar a nadie de allí. Me encontraba en la zona colindante al puerto, y algunos marines se hallaban allí. Por suerte antes de que me encontrasen me puse encima de uno de los barcos, ocultándome tras un gran barril de ron.
- Tsk... Éstos marines cada vez se asemejan más a piratas con éstas cantidades de ron.
Murmuré mientras un marine que patrullaba pasaba cerca, por suerte no me escuchó, aunque en realidad poco importaría que me escuchase o no, su destino iba a ser el mismo. A 400 Km/h le agarré y golpeé en la nuca, le desvestí y arrojé su cuerpo inconsciente al mar, depositándolo suavemente para que el chapoteo no alertase al resto. Obviamente, me aseguré de que no había nadie más próximo que pudiese descubrirme.
Me puse la ropa del marine y me dispuse a adentrarme en la isla judicial. El haber estado años sirviendo al gobierno mundial y viviendo en éste lugar me ayudaron de algo, sabía que decir a los marines para que me creyesen y me dejasen pasar. A partir de ése momento yo era un recluta del décimo-segundo pelotón del quinto regimiento de caballería. Un soldado raso sin nivel alguno, alguien por el que no se molestarían a interrogar ni a detener.
Una vez me vestí con las ropas de dicho marine desembarqué con tranquilidad, disimulando perfectamente, y comencé a adentrarme en la isla. Mi próximo destino serían los calabozos.
AxelThor
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Akuma no mi
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Desperté . Mi cabeza aún tenía cierta carga por la noche que había pasado. Me había excedido con el whisky y había acabado a palos con algún que otro colega. Me mojé la cara con agua fría , lo mejor para eliminar el sueño tan fuerte que tenía metido en los huesos. Me coloqué la ropa como pude y salí de aquella pequeña casucha de dos plantas . Tumbé una puerta sin querer mientras bajaba , y estuve a punto de caerme por las escaleras. Visto lo visto , subí otra vez a mi habitación y me volví a mojar la cara. Repetí esta acción varias veces hasta estar seguro que no me desplomaría por una escalera así como así. Baje otra vez , recogí un trozo de pan de la mesa de la pequeña cocina , y derribé la puerta que me separaba del exterior. Una corriente de aire frío se metió por debajo de mi chaqueta , provocando un escalofrío que me recorrió la espalda y activo mi frecuencia cardíaca . Mucho mejor, pensé , ya era hora de que me despertará totalmente.
Era muy temprano , por lo que apenas amanecía. Decidí ir a dar un paseo por el puerto antes de ir a buscar a mis amigos , los cuales , conociéndolos como los conocía , tardarían en levantarse. En sus días libres , los marines no solían madrugar , y mucho menos los vagos de mis amigos . Así que no tenía ni un ápice de fe en que se encontraran despiertos ya. Tampoco tenía ganas de ir al puerto a recibir la fría corriente marina , pero mejor que estar así de dormido era , desde luego. Comencé mi marcha con un paso lento. Y en mi camino encontré cosas que me sorprendieron gratamente. Parecía que desde mi marcha las reglas se habían endurecido , puesto que muchos marines ya estaban de pie ejerciendo algunas tareas , o simplemente llevando a cabo un entrenamiento sencillo. Eran reclutas nuevos , por lo visto. Aquello me trajo recuerdos de mis principios mozos ... que buenos tiempos fueron , tiempos donde encontré a nakamas que me acompañarían por el resto de los días y estarían dispuestos a morir por mi, al igual que yo lo haría por ellos ... En fin , sacudí la cabeza y proseguí mi camino.
En el puerto me encontré con varios marines patrullando la zona. Parecía que habían recibido varios pedidos de alimentos y bebidas y había varios barcos descargando. Salí a descubierto para recibir la brisa marina que me despertó al instante, quedando protegido solo por una reja que separaba el puerto del resto, y me dedique a observar como trabajan los novatos. Y de repente , uno de aquellos novatos desapareció de mi vista. Parecía que alguien lo había agarrado y lo había metido entre dos barcos. Todo esto a una velocidad temible , de manera que el acto había sido casi imperceptible. Después , alguien totalmente distinto , pero con el mismo traje , salió de aquel escondite , andando tan normal y tan campante hacia la entrada a la ciudad. Su estrategia era perfecta , desde luego era alguien que ya había estado aquí , algún desertor ,seguramente. Pero tenía que pagar por lo que había hecho , y yo no me pensaba quedar quieto , así me costase la vida. Mientras andaba , a su alrededor se formaron unas pequeñas bolas que no paraban de girar. Estas bolas , llenas de espinas cortantes muy afiladas , empezaron a girar a su alrededor , acercándose a él y cerniéndose sobre él. Mientras giraban , sus filos lanzaban ondas cortantes , mortales.
Tornado de cruces [AF][Hakki]
Después , me recubrí de cientas de capas de crisoberilo , y salí a un lugar donde pudiese ver la cara de aquel desertor. Sabía que no era débil , podía sentirlo en el ambiente. Puede que incluso consiguiera matarme , pero no tenía ni un ápice de miedo.
Era muy temprano , por lo que apenas amanecía. Decidí ir a dar un paseo por el puerto antes de ir a buscar a mis amigos , los cuales , conociéndolos como los conocía , tardarían en levantarse. En sus días libres , los marines no solían madrugar , y mucho menos los vagos de mis amigos . Así que no tenía ni un ápice de fe en que se encontraran despiertos ya. Tampoco tenía ganas de ir al puerto a recibir la fría corriente marina , pero mejor que estar así de dormido era , desde luego. Comencé mi marcha con un paso lento. Y en mi camino encontré cosas que me sorprendieron gratamente. Parecía que desde mi marcha las reglas se habían endurecido , puesto que muchos marines ya estaban de pie ejerciendo algunas tareas , o simplemente llevando a cabo un entrenamiento sencillo. Eran reclutas nuevos , por lo visto. Aquello me trajo recuerdos de mis principios mozos ... que buenos tiempos fueron , tiempos donde encontré a nakamas que me acompañarían por el resto de los días y estarían dispuestos a morir por mi, al igual que yo lo haría por ellos ... En fin , sacudí la cabeza y proseguí mi camino.
En el puerto me encontré con varios marines patrullando la zona. Parecía que habían recibido varios pedidos de alimentos y bebidas y había varios barcos descargando. Salí a descubierto para recibir la brisa marina que me despertó al instante, quedando protegido solo por una reja que separaba el puerto del resto, y me dedique a observar como trabajan los novatos. Y de repente , uno de aquellos novatos desapareció de mi vista. Parecía que alguien lo había agarrado y lo había metido entre dos barcos. Todo esto a una velocidad temible , de manera que el acto había sido casi imperceptible. Después , alguien totalmente distinto , pero con el mismo traje , salió de aquel escondite , andando tan normal y tan campante hacia la entrada a la ciudad. Su estrategia era perfecta , desde luego era alguien que ya había estado aquí , algún desertor ,seguramente. Pero tenía que pagar por lo que había hecho , y yo no me pensaba quedar quieto , así me costase la vida. Mientras andaba , a su alrededor se formaron unas pequeñas bolas que no paraban de girar. Estas bolas , llenas de espinas cortantes muy afiladas , empezaron a girar a su alrededor , acercándose a él y cerniéndose sobre él. Mientras giraban , sus filos lanzaban ondas cortantes , mortales.
Tornado de cruces [AF][Hakki]
Después , me recubrí de cientas de capas de crisoberilo , y salí a un lugar donde pudiese ver la cara de aquel desertor. Sabía que no era débil , podía sentirlo en el ambiente. Puede que incluso consiguiera matarme , pero no tenía ni un ápice de miedo.
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Caminaba despreocupado aunque alerta, con mi camuflaje sería completamente imposible ser descubierto, y nadie me había descubierto, pues de ser así habrían dado la voz de alarma e intentado darme alcance. Habrían creado un coro a mi alrededor... ¿Pero qué demonios?...
Algo aparecía enfrente de mí, algo similar a una esfera. Lo primero que pensé fue que me habían descubierto y no querían hacer cundir el pánico. Excelente estrategia, pero no lo suficientemente efectiva contra mí. Con un soru desaparecí de aquél lugar instantáneamente, apareciendo a unos cinco metros. de la situación. Entonces me di cuenta de que me habían estado rodeando, pues no solo había una esfera, sino varias de ellas, todas formando un contorno alrededor de donde estaba yo.
Escondido pude ver cómo esas esferas lanzaban lo que parecía ser ondas cortantes, todas ellas chocaron en el centro, generando una repulsión común y destruyendo todas las propias esferas, al haber chocado la energía que se desprendió estalló y destrozó los extraños artefactos, los cuales poseían un extraño tono verdoso. Salí hacia la posición donde había estado, varios marines se quedaron mirando como pasmosos, por suerte no había muchos, podía ocuparme de ellos con suma facilidad antes de que diesen la voz de alarma.
Debía de tener en cuenta que posiblemente uno de ellos fuese el que haya atacado, y que esté escondido o camuflado como uno de ellos, mostrándose incluso sorprendido por lo hecho. No obstante pronto se me fue esa idea de la mente. Me quedé algo impresionado al ver lo que había delante de mí. Una especie de titan color verdoso iba creciendo, parecía como si estuviese aumentando su volumen desde el exterior pero no era capaz de saberlo a simple vista. Ya estaba claro quien me había atacado.
Sonreí. Parecía que el asunto se ponía interesante, aunque despreciaba la idea de pelear teniendo que buscar a la presa política. Aun con mi sonrisa me sentía bastante enfurecido, y me disponía a atacar con todo lo que tenía, éste combate no podría durar demasiado.
- Veo que no he pasado desapercibido. Tú te lo has buscado marine.
Ejecuté un kamisori desapareciendo al instante de su vista. Volví a aparecer encima de su hombro. El tamaño de éste tipo había crecido de una forma impresionante, era como si fuese un usuario logia o paramecia y se estuviese rodeando de más y más capas, debía de haber aproximadamente como un centenar, tal vez más, cosa que no le dejaba en muy buena posición ante mi habilidad y mi increíble velocidad.
- Cuanto más grande, más dura es la caída.
Susurré a su oído antes de llevar a cabo mi técnica. Al haberme colocado allí estaba en contacto directo con el extraño material que parecía generar, y podía llevar a cabo mi técnica más básica, pero a la vez mortal. Fruncí el ceño mientras activaba mi bushoushoku haki. Recurriendo a mi akuma no mi hice que el material se derritiese por completo, aumentando su temperatura hasta un punto que se volvería una pasta candente, tan enorme como era aquél ser, y al utilizar mi bushoushoku haki me aseguraba de destrozarle aun siendo un logia o un paramecia especial.
Cuando noté que mi defensa pasiva ante las altas temperaturas no daba a vasto ejecuté un nuevo kamisori para desaparecer de allí y no quemarme vivo junto a ese tipo. Marché a unos metros hacia adelante, y entonces, en mitad del aire mantenido con el geppou, comencé a lanzar una gran ráfaga de puñetazos al aire, puñetazos que desencadenaban ondas de choque que estamparían contra aquél enorme titan, se moviese hacia donde se moviese pues le seguía con la mirada. No pensaba detenerme hasta verle tirado en el suelo.
Algo aparecía enfrente de mí, algo similar a una esfera. Lo primero que pensé fue que me habían descubierto y no querían hacer cundir el pánico. Excelente estrategia, pero no lo suficientemente efectiva contra mí. Con un soru desaparecí de aquél lugar instantáneamente, apareciendo a unos cinco metros. de la situación. Entonces me di cuenta de que me habían estado rodeando, pues no solo había una esfera, sino varias de ellas, todas formando un contorno alrededor de donde estaba yo.
Escondido pude ver cómo esas esferas lanzaban lo que parecía ser ondas cortantes, todas ellas chocaron en el centro, generando una repulsión común y destruyendo todas las propias esferas, al haber chocado la energía que se desprendió estalló y destrozó los extraños artefactos, los cuales poseían un extraño tono verdoso. Salí hacia la posición donde había estado, varios marines se quedaron mirando como pasmosos, por suerte no había muchos, podía ocuparme de ellos con suma facilidad antes de que diesen la voz de alarma.
Debía de tener en cuenta que posiblemente uno de ellos fuese el que haya atacado, y que esté escondido o camuflado como uno de ellos, mostrándose incluso sorprendido por lo hecho. No obstante pronto se me fue esa idea de la mente. Me quedé algo impresionado al ver lo que había delante de mí. Una especie de titan color verdoso iba creciendo, parecía como si estuviese aumentando su volumen desde el exterior pero no era capaz de saberlo a simple vista. Ya estaba claro quien me había atacado.
Sonreí. Parecía que el asunto se ponía interesante, aunque despreciaba la idea de pelear teniendo que buscar a la presa política. Aun con mi sonrisa me sentía bastante enfurecido, y me disponía a atacar con todo lo que tenía, éste combate no podría durar demasiado.
- Veo que no he pasado desapercibido. Tú te lo has buscado marine.
Ejecuté un kamisori desapareciendo al instante de su vista. Volví a aparecer encima de su hombro. El tamaño de éste tipo había crecido de una forma impresionante, era como si fuese un usuario logia o paramecia y se estuviese rodeando de más y más capas, debía de haber aproximadamente como un centenar, tal vez más, cosa que no le dejaba en muy buena posición ante mi habilidad y mi increíble velocidad.
- Cuanto más grande, más dura es la caída.
Susurré a su oído antes de llevar a cabo mi técnica. Al haberme colocado allí estaba en contacto directo con el extraño material que parecía generar, y podía llevar a cabo mi técnica más básica, pero a la vez mortal. Fruncí el ceño mientras activaba mi bushoushoku haki. Recurriendo a mi akuma no mi hice que el material se derritiese por completo, aumentando su temperatura hasta un punto que se volvería una pasta candente, tan enorme como era aquél ser, y al utilizar mi bushoushoku haki me aseguraba de destrozarle aun siendo un logia o un paramecia especial.
Cuando noté que mi defensa pasiva ante las altas temperaturas no daba a vasto ejecuté un nuevo kamisori para desaparecer de allí y no quemarme vivo junto a ese tipo. Marché a unos metros hacia adelante, y entonces, en mitad del aire mantenido con el geppou, comencé a lanzar una gran ráfaga de puñetazos al aire, puñetazos que desencadenaban ondas de choque que estamparían contra aquél enorme titan, se moviese hacia donde se moviese pues le seguía con la mirada. No pensaba detenerme hasta verle tirado en el suelo.
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Había funcionado. Aquél titan se había reducido a una pasta candente de metal que se fundía con aquél tipo dentro, y a cada puñetazo que lanzaba desperdigaba pedazos de ese material por todas partes, que al caer sobre otros marines les hacía morir prácticamente al instante por las severas quemaduras que sufría, que derretían el cuerpo humano.
La ráfaga de puñetazos que desencadenaban ondas cortantes proseguía, hasta que prácticamente todo se quedó infestado de aquél extraño material de color verdoso y observaba el cuerpo del marine directamente, sufriendo los daños de mis ondas de choque. Finalmente me detuve, pero no frené en la arremetida, junto a la última onda de choque descendí junto a ella manteniendo una nueva onda en mi puño derecho. Caía en picado hacia el cuerpo de aquél marine que yacía en el suelo medio calcinado, y aunque pensaba que ya estaría muerto quería asegurarme de poder llevar a cabo mi plan de rescate.
Conforme llegase abajo del todo únicamente lanzaría un puñetazo, un puñetazo con el poder de mi bushoushoku haki y el duro metal del cual estaba compuesto, ya que se trataba de mi brazo cofre. Pero por primera vez utilicé mi pequeña modificación sobre dicho brazo, una modificación mortal.
Conforme cayese asestandole el puñetazo final en el pecho, accionaría el mecanismo que hacía que saliese la hoja oculta de mi brazo metálico derecho. Esta hoja atravesaría el cuerpo obstruyendo las vías respiratorias y cortándolas por completo, además de la vía digestiva. No sería una muerte rápida pero si segura en caso de acertar, y no lo tenía muy fácil para resistirse a dicho ataque.
Tras eso sustraería la cuchilla y daría un salto hacia atrás, manteniéndome alerta para cualquier posible ataque de otro marine, y para más seguridad activaría mi kami-e para evitar ataques sorpresivos. Con toda mi estrategia planteada procedí a llevarla a cabo, cayendo en picado sobre aquél marine calcinado.
La ráfaga de puñetazos que desencadenaban ondas cortantes proseguía, hasta que prácticamente todo se quedó infestado de aquél extraño material de color verdoso y observaba el cuerpo del marine directamente, sufriendo los daños de mis ondas de choque. Finalmente me detuve, pero no frené en la arremetida, junto a la última onda de choque descendí junto a ella manteniendo una nueva onda en mi puño derecho. Caía en picado hacia el cuerpo de aquél marine que yacía en el suelo medio calcinado, y aunque pensaba que ya estaría muerto quería asegurarme de poder llevar a cabo mi plan de rescate.
Conforme llegase abajo del todo únicamente lanzaría un puñetazo, un puñetazo con el poder de mi bushoushoku haki y el duro metal del cual estaba compuesto, ya que se trataba de mi brazo cofre. Pero por primera vez utilicé mi pequeña modificación sobre dicho brazo, una modificación mortal.
Conforme cayese asestandole el puñetazo final en el pecho, accionaría el mecanismo que hacía que saliese la hoja oculta de mi brazo metálico derecho. Esta hoja atravesaría el cuerpo obstruyendo las vías respiratorias y cortándolas por completo, además de la vía digestiva. No sería una muerte rápida pero si segura en caso de acertar, y no lo tenía muy fácil para resistirse a dicho ataque.
Tras eso sustraería la cuchilla y daría un salto hacia atrás, manteniéndome alerta para cualquier posible ataque de otro marine, y para más seguridad activaría mi kami-e para evitar ataques sorpresivos. Con toda mi estrategia planteada procedí a llevarla a cabo, cayendo en picado sobre aquél marine calcinado.
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Calor. Y más calor. Después de haberme protegido a más no poder , me sumergí en el crisoberilo hasta llegar a el ''corazón'' de mi pequeño gigante. Una vez estaba allí , empece a sentir ese calor del que estaba hablando. Parecía que a aquel que había atacado anteriormente no había dañado en absoluto , y ahora mismo se encargaba de calentar el exterior de mi gigante , intentando quemarme , puesto que yo estaba dentro. Según veía , aquel hombre no se daba cuenta de que un logia tiene poder sobre su propio material y que lo puede controlar a placer. Entonces caí en la cuenta. Estaba usándose hakki ,no podría controlar mi material hasta que no saliese de mi propio gigante, el cuál empezaba a convertirse en pasta .
- ¿ Cómo puedo salir de aquí ? Necesito hacer algo para encargarme de ese pirata.
Entonces se me ocurrió.Debido al estado del crisoberilo , se habría ablandado y sería más fácil de cortar. Realicé una honda cortante hacía la espalda del gigante , y repetí esta acción tres veces más , sacando un bloque cuadrado de la espalda del gigante , de manera que yo tuviera una salida. Me disponía a salir , de manera que aquel hombre no me viese salir , cuando empecé a sentir vibraciones procedentes de la parte frontal del gigante. Alguien lo estaba atacando con todo lo que tenía , y no tardaría en ceder , ya que en su estado pastoso no tenía la misma resistencia que en su estado natural. Me deslicé por una de las piernas del gigante , y mientras caía en el aire , sin contacto con el gigante , me recubrí de crisoberilo , para mimetizarme con la pierna y que no se me viese . Entonces empecé a producir crisoberilo que se introducía por el interior del gigante , dándole fortaleza para qué no cediese y poder llevar acabo lo que yo tenía pensado.
El ataque tenía que ser fuerte , ya que caían fragmentos de pasta por doquier , derribando a más de un cadete que andaba por allí. Yo no podía hacer nada , tenía que disimular mi presencia aunque costase su vida. La temperatura había aumentado mucho , y tuve que llevar muchas precauciones para no quemarme , como no tener contacto con el gigante o tener precaución de que no me cayera nada encima. La curiosidad me pudo , y mientras que sentía las vibraciones , me asome , desde detrás de la pierna del gigante , para ver como aquel hombre se lanzaba hacía el gigante , a la zona donde él supondría que yo estaba , para rematar la faena y acabar con mi vida. Y no , eso no sería así. Cuando saltó y golpeó el gigante , el crisoberilo reaccionó , lanzándose hacía delante y rodeando a aquel hombre , formando una esfera de pasta ardiente y crisoberilo. Era muy difícil escapar de ahí , ya que una vez había golpeado el gigante, se habría quedado pegado con la pasta pegajosa que había por todas partes , pegada en el gigante y esparcida por el campo de batalla. Esa pasta además , estaba ardiendo y cubierta por mi hakki, introducido por el crisoberilo que yo había estado produciendo.
Debido a la forma que tenía ahora el crisoberilo , esférica, había perdido mi refugio , por lo que saque a Ego y a Libertad y realicé un corte esférico que me rodeo y se expandió por el campo de batalla , limpiando mi alrededor de fragmentos de pasta y dejándome un espacio de visibilidad mayor. Me moví acercándome más a la calle , dónde el espacio era más ancho. El callejón y las casas estaban destrozadas , por lo que nadie se podía ocultar ya en ningún sitio.
- ¿ Cómo puedo salir de aquí ? Necesito hacer algo para encargarme de ese pirata.
Entonces se me ocurrió.Debido al estado del crisoberilo , se habría ablandado y sería más fácil de cortar. Realicé una honda cortante hacía la espalda del gigante , y repetí esta acción tres veces más , sacando un bloque cuadrado de la espalda del gigante , de manera que yo tuviera una salida. Me disponía a salir , de manera que aquel hombre no me viese salir , cuando empecé a sentir vibraciones procedentes de la parte frontal del gigante. Alguien lo estaba atacando con todo lo que tenía , y no tardaría en ceder , ya que en su estado pastoso no tenía la misma resistencia que en su estado natural. Me deslicé por una de las piernas del gigante , y mientras caía en el aire , sin contacto con el gigante , me recubrí de crisoberilo , para mimetizarme con la pierna y que no se me viese . Entonces empecé a producir crisoberilo que se introducía por el interior del gigante , dándole fortaleza para qué no cediese y poder llevar acabo lo que yo tenía pensado.
El ataque tenía que ser fuerte , ya que caían fragmentos de pasta por doquier , derribando a más de un cadete que andaba por allí. Yo no podía hacer nada , tenía que disimular mi presencia aunque costase su vida. La temperatura había aumentado mucho , y tuve que llevar muchas precauciones para no quemarme , como no tener contacto con el gigante o tener precaución de que no me cayera nada encima. La curiosidad me pudo , y mientras que sentía las vibraciones , me asome , desde detrás de la pierna del gigante , para ver como aquel hombre se lanzaba hacía el gigante , a la zona donde él supondría que yo estaba , para rematar la faena y acabar con mi vida. Y no , eso no sería así. Cuando saltó y golpeó el gigante , el crisoberilo reaccionó , lanzándose hacía delante y rodeando a aquel hombre , formando una esfera de pasta ardiente y crisoberilo. Era muy difícil escapar de ahí , ya que una vez había golpeado el gigante, se habría quedado pegado con la pasta pegajosa que había por todas partes , pegada en el gigante y esparcida por el campo de batalla. Esa pasta además , estaba ardiendo y cubierta por mi hakki, introducido por el crisoberilo que yo había estado produciendo.
Debido a la forma que tenía ahora el crisoberilo , esférica, había perdido mi refugio , por lo que saque a Ego y a Libertad y realicé un corte esférico que me rodeo y se expandió por el campo de batalla , limpiando mi alrededor de fragmentos de pasta y dejándome un espacio de visibilidad mayor. Me moví acercándome más a la calle , dónde el espacio era más ancho. El callejón y las casas estaban destrozadas , por lo que nadie se podía ocultar ya en ningún sitio.
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Bueno, por marcha del foro por parte de Axel, Nocturne gana el combate.
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Edito hoja de personaje para agregar la experiencia plasmada en las condiciones generales.
Además editaré mi cartel Wanted agregando la recompensa dictada por las condiciones generales.
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