Gabriel Von Wilhelm el Adorable

Nombre: Gabriel Von Wilhelm

Apodo: "Gabi"

Raza: Humano

Sexo: Hombre. No, en serio. Es un hombre.

Edad: 18

Rango/Empleo: Ciudadano desempleado

Clase: [+1 en Resistencia y +1 en Fuerza por Humano]

El Ángel:

Actual:

Maestrías:

Estilo de lucha:
Nombre del estilo de lucha: El Ángel
Ejecución: Cuanto más vulnerable parezcas, más atraerás ataques poco pensados, los cuales podrás contrarrestar con un rápido movimiento inesperado por el enemigo. Los golpes son fuertes y pesados, de nuevo inesperados pues nadie se espera que alguien tan adorable pueda golpear de esa forma.
Postura básica: La postura básica de este estilo ni siquiera parece una postura de combate. Gabi se coloca de pie, con las piernas algo separadas y el brazo extendido a un lado sujetando su espada, con una defensa aparentemente abierta. Sin embargo, está preparado para atacar o defender en el momento exacto.

Armas:
-Una espada algo más larga y gruesa de lo normal. Casi parece que no pueda llevarla, aunque créeme, puede.

Oficios:

Artesano [+1 Rango por Humano]:

Médico:

Aspecto:
Gabi es adorable. No hay más. Mide 1’57, lo cual puede parecer muy poco para un hombre, pero es algo que le encanta pues añade puntos a su adorabilidad total. Tiene el pelo de color rosa pálido y muy largo, con un mechón blanco en el lado izquierdo del flequillo. Lo largo de su pelo está recogido en una elaborada y gruesa trenza que llega hasta media espalda y, a cada lado de la cabeza y en el extremo de la trenza, tiene el pelo decorado con unos lacitos negros. Su vestimenta más habitual es su armadura, la cual no parece una armadura, más bien un adorable vestido reforzado. Suele llevar una capa blanca sobre sus hombreras que tiene pequeñas porciones de pelo blanco en la zona del cuello, atada con cordones dorados. Sin embargo, no es la única ropa que lleva. Cuando no está peleando suele llevar ropa que bien podría considerarse femenina. Un uniforme con minifalda, una blusa, un top, unos pantalones cortos… Eso sí, siempre todo adorable.

Con mi armadura:

Formal:

Casual:

Personalidad:
¿Hemos dicho ya que Gabi es adorable? Siempre suele hablar con un tono de voz muy femenino, motivo por el cual, sumado a su aspecto y vestimenta, suelen confundirlo con una chica. Lo cual le encanta, porque significa que ha cumplido su meta en adorabilidad. Normalmente suele seguir la broma de que es una chica hasta que, cuando vea el momento oportuno, revela la verdad. Aunque este último momento no le gusta tanto, pues ha recibido bastantes insultos y discriminaciones por su forma poco varonil de vestir. Adora sentirse adorable, por lo que no es raro verle guiñando el ojo o con una preciosa sonrisa, puede que incluso una pose sexy, para engañar más todavía. Gabi tiene un fuerte sentido de la moral, como alguien que ha sufrido distintos tipos de opresión. Odia a los opresores y siempre busca defender al oprimido. Sin embargo, algo oscuro esconde su adorable sonrisa y es que: No da segundas oportunidades. El opresor solo merece una cosa, y es la muerte. Una vez ha perdido la sonrisa, se sabe que lo único que busca es acabar con el que haya hecho el acto tan horrible que haya provocado su desaparición.

Trasfondo:

Historia:
Dusseldorf no era una isla agradable en la que vivir. Parte del gobierno mundial y llevada por un hombre que se hace llamar el Kaiser, Dusseldorf es una isla dividida. Una guerra civil asoló sus calles hará unos treinta años entre los habitantes que querían una democracia y los militares del general Oppenheimer. El general ganó, convirtiéndose en el Kaiser Oppenheimer, primer emperador  del Estado Monárquico Dusseldorf. Desde ese día, la ciudad fue dividida en dos por un muro fronterizo, obligados a vivir en Dusseldorf del Este aquellas familias que lucharon a favor de la democracia o que simplemente no lucharon.

Gabriel nació con padre desconocido en Dusseldorf del Este. Su madre era una mujer pobre que apenas podía cuidar de si misma, que hizo innumerables esfuerzos y trabajos muy poco dignos para poder darle de comer a su hijo. Sin embargo, y aunque decía quererlo, no podía evitar sentir algo de odio hacia su propio hijo. Tal vez porque le recordase a su padre o porque le obligaba a hacer cosas indeseables e indecentes con tal de poder tener algo de comida en la mesa.

Gabriel no era un niño normal tampoco, propiamente dicho. Prefería estudiar para llegar a ser médico en vez de jugar fuera a cualquier deporte. Cuando elegía su ropa siempre buscaba  ropa propia de chica, por mucho que su madre intentara que no lo hiciera. Los demás niños solían meterse con él por lo mismo, lo cual empeoró cuando llegó a la adolescencia y Gabriel empezó a desarrollar sentimientos románticos hacia el único chico que no lo trataba mal.

Cuando confesó sus sentimientos, el chico demostró ser igual que los demás y empezó a tratarlo mal e insultarle de todas formas. Cuando los demás se enteraron de que estaba enamorado de otro chico, lo acorralaron en un callejón y le dieron una paliza entre todos a gritos e insultos.

Cuando llegó a casa con la cara herida, el labio partido y lágrimas en el rostro, lo único que sacó de su madre fue un rostro de indiferencia y un silencio sepulcral mientras trataba sus heridas. Gabriel no podía sino pensar que su madre creía que lo merecía, por como era.

Cuando Gabi cumplió los dieciocho años buscó maneras de mudarse a Dusseldorf del Oeste, donde sabía que el Kaiser no trataba como basura a sus habitantes. Odiaba al Kaiser, con todas sus fuerzas, sin embargo necesitaba ingresar a la escuela de Medicina. Y no podía hacerlo mientras fuese ese niño afeminado y pobre de Dusseldorf del Este.

Se fugó de casa para dirigirse al cruce que había en el muro. Al principio los guardias no quisieron dejarle pasar, como hacían cada vez que alguien del Este intentaba cruzar al Oeste. Rara era la ocasión en la que se permitía. Sin embargo, su aspecto femenino debió despertar cierto interés en uno de los guardias, que se ofreció a dejarle pasar a cambio de pasar una noche con él.

Intentó negarse, a lo que el guardia le respondió cogiéndolo de la muñeca, apretando. Tal vez demasiado. No pudo librarse y el hombre ya estaba tirando de él, buscando meterlo en su pequeña garita de vigilancia mientras intentaba quitarle la ropa a tirones, ignorando los lloros de Gabriel.

Como si fuese obra de un ángel salvador, fue rescatado por un hombre encapuchado con una harapienta capa verdosa que, de un rápido tajo, decapitó al guardia. Con una maestría increíble se deshizo de los demás para después ayudar a Gabriel a reincorporarse, preguntándole si estaba bien. Tras el altercado, el hombre le dijo que buscase un refugio, que todo acabará pronto.

El ejército revolucionario estaba atacando Dusseldorf. Solo atacaban a las fuerzas de la ley, a los civiles los dejaban en paz, fuesen del lado de la ciudad que fuesen. No pudo sino llorar de alegría, al ver que por fin se hacía cierta justicia. Gabriel no volvió a casa, se quedó en Dusseldorf del Oeste, observando la batalla, evitando las peleas grandes.

El ejercito revolucionario liberó la ciudad y, tras instaurar una democracia y estatar que ahora la isla estaba bajo su protección, se marcharon. Gabriel quedó maravillado, decidiéndose a dejar la isla para siempre, con el propósito de unirse a las filas del ejército revolucionario.

Habilidades:
Soy adorable, perras:
Gabriel es capaz de entrenar ganando fuerza y resistencia sin que su aspecto físico se vea afectado en gran medida. Si lo ves sin ropa verás el cuerpo andrógino ligeramente atlético de un chico de dieciocho años y, por mucho que entrene, nunca será una mole de músculo y testosterona. Le costó mucho encontrar una forma de entrenar con la que poder seguir siendo guapo y adorable, todo hay que decirlo.

Fortalezas:
El tamaño no importa:
Es bastante bueno utilizando objetos o armas algo más pesadas de lo normal, siendo capaz de utilizar con soltura algo que alguien de su nivel sin esa habilidad le costaría un poco más de llevar.

Torpezas:
Cociname tú, porfa...:
No sabe cocinar. Todo lo que haga sabrá a rayos, aunque siga una receta paso a paso con órdenes muy claras de un muy habilidoso chef. Por eso siempre suele poner cara de pena para pedir que le cocinen algo, en vez de tener que tocar él los fogones.

Debilidades:
De verdad que soy adorable, jo...:
Si bien por su aspecto parece que podría esquivar algo de forma increíblemente fácil, cierto es que su tiempo de reacción no es precisamente bueno, al haber dedicado todo su entrenamiento a estar fuerte sin perder un solo ápice de su adorabilidad. Por eso mismo prefiere ser capaz de encajar un golpe y no tener por qué esquivarlo.

Equipo:
-Una espada
-Una armadura

Shiny Star:

Pertenencias:

Recuerda pasarte por los registros pertinentes.

Censo y registro del físico hecho

Betty Boom quería darte esto, decía que era una referencia pero no la entendí muy bien...

Nombre del objeto: The shiny star

Descripción y habilidades: Se compone de una coraza, casco, manoplas y botas de una aleación de acero que hace que la armadura de un tono grisáceo frio adquiera una serie de brillos azulas y morados. Los bordes de las piezas tienen un grabado una escritura gótica que repiten la palabra ORA a lo largo de varios partes bañados en platino. El casco emula el rostro de una especie de león humanoide que protege con una visera la visión del caballero.

Propiedades exóticas: Dureza y liviandad genuinas.

Editado con ese objeto del post anterior :3

Aceptado.