Maze
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Nivel: 76
Nombre: Sumire
Apodo: -
Raza: Dragón plateado
Sexo: Femenino
Edad: 14 años humanos
Rango/Empleo: Ciudadana
Clase:
Estilo de lucha: Hasta la fecha Sumire no ha «entrenado» ningún estilo de lucha propio, sino que se ha habituado a servir como montura para Mura y seguir sus órdenes en forma completa. Con el tiempo puede que desarrolle su propio estilo de combate.
Armas: -
Oficios: Por motivos de historia, la dragona carece de oficios.
Aspecto: Sumire es una dragona joven que, en su forma real, talla una envergadura de siete metros de largo y unos tres metros de alto con la cabeza erguida —manteniendo sus cuatro patas en el suelo—. Su cabeza es fina, sin cuernos prácticamente, aunque se encuentra coronada por escamas mucho más gruesas a ambos lados que desciende desde su frente hasta la parte de la «nuca». Sus escamas son de un matiz blanquecino que refulge como la plata cuando el sol incide en ellas. Sus ojos son de un color azul real, con una pupila alargada.
Cuando cambia su apariencia a la de un ser humano suele variar su versión según la situación. En ocasiones se muestra como una niña de la edad que tendría ella si hubiera nacido humana. Otras veces su apariencia se asemeja a la de Akante, variando quizás el peinado y los colores que tiñen sus rasgos, todo depende de lo imaginativa que esté en ese momento. Lo que no varía en ningún momento es que su cabello se vuelve de un tono níveo, normalmente con mucho volumen y ondulante, y sus ojos mantienen el color azul intenso, así como su pupila reptiliana.
Personalidad: La dragona es, lo que se definiría como tranquila. Normalmente no se suele mezclar con los asuntos de otras criaturas vivas, sino que suele dejar el ciclo seguir adelante y vivir su vida como lo que es, una criatura por encima de la cadena evolutiva. No es que sea una persona soberbia, simplemente no es una persona y por tanto tiene estándares y formas de pensar muy diferentes a los de los humanos.
Eso no significa que no se lleve con los seres humanos, al contrario. Los suele observar con gran curiosidad y se ve interesada por sus tradiciones, sus creaciones y la forma en que viven su día a día, quizás fruto de su relación con Akane, la chica que encontró su huevo justo antes de que saliera del cascaron y el único humano que pone a su mismo nivel, habiéndose ganado la pelirroja su favor por ayudarla y cuidar de ella incluso antes de saber hablar e interactuar como una persona más.
Sumire es completamente leal a su compañera humana y haría lo que le pidiera, incluso si eso implicase volverse contra otras personas con las que ha compartido una buena relación o arriesgar la vida por ella. Por otra parte, no terminan de agradarle los humanos que han consumido frutas de su misma “especie”. No es que no tenga cariño a los que conoce, en especial a Berthil, pero le escama que vayan andando como si fueran auténticos dragones por el mundo, sintiéndose incluso superiores a la raza real.
Trasfondo: Sumire, al igual que Mura, nunca tuvo un lugar al que poder denominar hogar. Su huevo se extravío de su madre por uno u otro motivo y por pura coincidencia fue encontrado por Akane cuando esta apenas tenía once, doce años. La niña se llevó consigo el huevo y lo cuidó a escondidas hasta que la criatura nació. Sus primeros dos años de vida los pasó a su lado, hasta que creció tanto que fue descubierta y tuvo que ser puesta en libertad. Ese tiempo estuvo sobreviviendo por su cuenta, pero no se olvidó de la niña a la que siempre acaba buscando de forma inconsciente; o simplemente se la encontraba cuando menos se lo esperaba.
Por eso, desde que tiene uso de razón tiene un gran cariño a la humana que la salvó. De hecho, fue por la propia Akane que logró «despertar» la capacidad de polimorfar su cuerpo y aprendió a hablar como los humanos.
Actualmente es leal a la mujer y a su familia, a la que pretende proteger en su ausencia. Al igual que Mura, tiene cierta tiria al marine crea hielo que más de una vez se han cruzado y ha acabado por incordiar a su «hermana mayor».
Historia: El primer recuerdo de la criatura alada es el rostro de una niña pequeña. Larga melena anaranjada y enormes ojos violetas que decoraban una cara llena de curiosidad en un mundo tintado de verde por la vegetación. Normalmente no es eso lo que debería encontrarse un dragón nada más nacer. Aunque bien es sabido que pocos dragones tienen como tal una familia y esta suele constituirse en la adultez con su pareja. Pero lo que estaba fuera de lugar en ese caso era el hecho de que en aquella isla no hubiera ningún dragón. Había otros reptiles gigantes, así como criaturas que se creían extintas hace mucho, pero ninguno como ella o como esa chica.
Lo primero que hizo Sumire una vez salió del huevo fue acercarse a la niña con pasos torpes, olfateando. El aroma de la muchacha iba adornado con una suave fragancia, el perfume que Keima había instado a las doncellas que se ocupaban de su asalvajada hija adoptiva que se aseguraran de que usase, al igual que el vestido amarillo que lucía cubierto de barro y manchas de hierba por haberse entretenido en explorar la peligrosa isla tras salir del barco a hurtadillas. ¿Qué más daba? Si se iban a quedar varios días ahí.
—Hola, me llamo Akane —dijo la voz de la pequeña mientras sus labios dibujaban una ancha sonrisa al ver como el hocico de la dragona acababa tocando contra la palma de su mano—. Oye, ¿dónde están tus padres? ¿Estás sola? Si quieres puedes venir conmigo.
De alguna forma la dragona pareció entender la última frase de la niña, pues cuando esta se echó a andar la siguió casi pegada a sus piernas. Recorriendo todo el camino de vuelta al navío del que la pelinaranja había salido.
(Leer los diarios/roles de Mura para saber más sobre la dragona)
Habilidades:
Fortalezas: Gracias a sus características raciales Sumire es muy resistente, sobre todo al frío, ganando una gran ventaja cuando combate en ese tipo de climas. Además, es capaz de atacar a un gran número de unidades a la vez, sobrevolándolas. Destaca en peleas de campo abierto y trabaja bien en pareja –con un jinete dando las ordenes—.
Torpezas:
Debilidades: No pelea bien en climas cálidos ni en terrenos estrechos. Esto se debe tanto a su naturaleza como dragona «invernal» como a su envergadura en su forma real. Le es mucho más cómodo luchar en espacios abiertos y despejados donde pueda aprovechar su ventaja aérea. Tampoco se le da bien pelear con sus subordinados cerca. Su forma de combate actual hace difícil no golpear a otros mientras trata con sus contrincantes.
Inventario: Suele ir con lo puesto, como quien dice, ya que sus viajes no tienden a durar mucho y si lo hacer es capaz apañárselas sin necesidad de ninguna herramienta.
Pertenencias:
-Un colgante de plata con un zafiro azul sujeto por la figura de un dragón entre sus garras.
-Vivre Card de Mura.
-La casa en la que vive, en Fiordia, junto con la hija de Mura (dada por Dexter para que vivieran cerca de la casa de Berthil).
-Un DDM para comunicarse con Mura y otro DDM de la banda de los Blue Rose.
Nombre: Sumire
Apodo: -
Raza: Dragón plateado
Sexo: Femenino
Edad: 14 años humanos
Rango/Empleo: Ciudadana
Clase:
- Tabla:
- Principal: Fuerza-Potencia
Secundarias: Velocidad-Fondo y Destreza-Reflejos
Extra: Estática (Fuerza)
No bélica: Factor Shonen- Escalada:
- Nivel 1: Fuerza (1) Velocidad (1) Destreza (0)
Nivel 10: Fuerza (2) Velocidad (2) Destreza (1)
Nivel 20: Fuerza (3) Velocidad (3) Destreza (2)
Nivel 30: Fuerza (4) Velocidad (3) Destreza (3)
Nivel 40: Fuerza (5) Velocidad (4) Destreza (4)
Nivel 50: Fuerza (5) Velocidad (5) Destreza (5)
Nivel 60: Fuerza (6) Velocidad (6) Destreza (6)
Nivel 70: Fuerza (7) Velocidad (7) Destreza (7)
Nivel 80: Fuerza (8) Velocidad (8) Destreza (8)
Nivel 90: Fuerza (10) Velocidad (9) Destreza (9)
Nivel 100: Fuerza (11) Velocidad (10) Destreza (10)
Nivel 110: Fuerza (12) Velocidad (11) Destreza (11)
Nivel 120: Fuerza (12) Velocidad (12) Destreza (12)
Nivel 130: Fuerza (13) Velocidad (13) Destreza (13)
Nivel 140: Fuerza (14) Velocidad (14) Destreza (13)
Nivel 150: Fuerza (15) Velocidad (15) Destreza (14)
- Factor Shonen:
Estilo de lucha: Hasta la fecha Sumire no ha «entrenado» ningún estilo de lucha propio, sino que se ha habituado a servir como montura para Mura y seguir sus órdenes en forma completa. Con el tiempo puede que desarrolle su propio estilo de combate.
Armas: -
Oficios: Por motivos de historia, la dragona carece de oficios.
Aspecto: Sumire es una dragona joven que, en su forma real, talla una envergadura de siete metros de largo y unos tres metros de alto con la cabeza erguida —manteniendo sus cuatro patas en el suelo—. Su cabeza es fina, sin cuernos prácticamente, aunque se encuentra coronada por escamas mucho más gruesas a ambos lados que desciende desde su frente hasta la parte de la «nuca». Sus escamas son de un matiz blanquecino que refulge como la plata cuando el sol incide en ellas. Sus ojos son de un color azul real, con una pupila alargada.
Cuando cambia su apariencia a la de un ser humano suele variar su versión según la situación. En ocasiones se muestra como una niña de la edad que tendría ella si hubiera nacido humana. Otras veces su apariencia se asemeja a la de Akante, variando quizás el peinado y los colores que tiñen sus rasgos, todo depende de lo imaginativa que esté en ese momento. Lo que no varía en ningún momento es que su cabello se vuelve de un tono níveo, normalmente con mucho volumen y ondulante, y sus ojos mantienen el color azul intenso, así como su pupila reptiliana.
Personalidad: La dragona es, lo que se definiría como tranquila. Normalmente no se suele mezclar con los asuntos de otras criaturas vivas, sino que suele dejar el ciclo seguir adelante y vivir su vida como lo que es, una criatura por encima de la cadena evolutiva. No es que sea una persona soberbia, simplemente no es una persona y por tanto tiene estándares y formas de pensar muy diferentes a los de los humanos.
Eso no significa que no se lleve con los seres humanos, al contrario. Los suele observar con gran curiosidad y se ve interesada por sus tradiciones, sus creaciones y la forma en que viven su día a día, quizás fruto de su relación con Akane, la chica que encontró su huevo justo antes de que saliera del cascaron y el único humano que pone a su mismo nivel, habiéndose ganado la pelirroja su favor por ayudarla y cuidar de ella incluso antes de saber hablar e interactuar como una persona más.
Sumire es completamente leal a su compañera humana y haría lo que le pidiera, incluso si eso implicase volverse contra otras personas con las que ha compartido una buena relación o arriesgar la vida por ella. Por otra parte, no terminan de agradarle los humanos que han consumido frutas de su misma “especie”. No es que no tenga cariño a los que conoce, en especial a Berthil, pero le escama que vayan andando como si fueran auténticos dragones por el mundo, sintiéndose incluso superiores a la raza real.
Trasfondo: Sumire, al igual que Mura, nunca tuvo un lugar al que poder denominar hogar. Su huevo se extravío de su madre por uno u otro motivo y por pura coincidencia fue encontrado por Akane cuando esta apenas tenía once, doce años. La niña se llevó consigo el huevo y lo cuidó a escondidas hasta que la criatura nació. Sus primeros dos años de vida los pasó a su lado, hasta que creció tanto que fue descubierta y tuvo que ser puesta en libertad. Ese tiempo estuvo sobreviviendo por su cuenta, pero no se olvidó de la niña a la que siempre acaba buscando de forma inconsciente; o simplemente se la encontraba cuando menos se lo esperaba.
Por eso, desde que tiene uso de razón tiene un gran cariño a la humana que la salvó. De hecho, fue por la propia Akane que logró «despertar» la capacidad de polimorfar su cuerpo y aprendió a hablar como los humanos.
Actualmente es leal a la mujer y a su familia, a la que pretende proteger en su ausencia. Al igual que Mura, tiene cierta tiria al marine crea hielo que más de una vez se han cruzado y ha acabado por incordiar a su «hermana mayor».
Historia: El primer recuerdo de la criatura alada es el rostro de una niña pequeña. Larga melena anaranjada y enormes ojos violetas que decoraban una cara llena de curiosidad en un mundo tintado de verde por la vegetación. Normalmente no es eso lo que debería encontrarse un dragón nada más nacer. Aunque bien es sabido que pocos dragones tienen como tal una familia y esta suele constituirse en la adultez con su pareja. Pero lo que estaba fuera de lugar en ese caso era el hecho de que en aquella isla no hubiera ningún dragón. Había otros reptiles gigantes, así como criaturas que se creían extintas hace mucho, pero ninguno como ella o como esa chica.
Lo primero que hizo Sumire una vez salió del huevo fue acercarse a la niña con pasos torpes, olfateando. El aroma de la muchacha iba adornado con una suave fragancia, el perfume que Keima había instado a las doncellas que se ocupaban de su asalvajada hija adoptiva que se aseguraran de que usase, al igual que el vestido amarillo que lucía cubierto de barro y manchas de hierba por haberse entretenido en explorar la peligrosa isla tras salir del barco a hurtadillas. ¿Qué más daba? Si se iban a quedar varios días ahí.
—Hola, me llamo Akane —dijo la voz de la pequeña mientras sus labios dibujaban una ancha sonrisa al ver como el hocico de la dragona acababa tocando contra la palma de su mano—. Oye, ¿dónde están tus padres? ¿Estás sola? Si quieres puedes venir conmigo.
De alguna forma la dragona pareció entender la última frase de la niña, pues cuando esta se echó a andar la siguió casi pegada a sus piernas. Recorriendo todo el camino de vuelta al navío del que la pelinaranja había salido.
(Leer los diarios/roles de Mura para saber más sobre la dragona)
Habilidades:
Fortalezas: Gracias a sus características raciales Sumire es muy resistente, sobre todo al frío, ganando una gran ventaja cuando combate en ese tipo de climas. Además, es capaz de atacar a un gran número de unidades a la vez, sobrevolándolas. Destaca en peleas de campo abierto y trabaja bien en pareja –con un jinete dando las ordenes—.
Torpezas:
Debilidades: No pelea bien en climas cálidos ni en terrenos estrechos. Esto se debe tanto a su naturaleza como dragona «invernal» como a su envergadura en su forma real. Le es mucho más cómodo luchar en espacios abiertos y despejados donde pueda aprovechar su ventaja aérea. Tampoco se le da bien pelear con sus subordinados cerca. Su forma de combate actual hace difícil no golpear a otros mientras trata con sus contrincantes.
Inventario: Suele ir con lo puesto, como quien dice, ya que sus viajes no tienden a durar mucho y si lo hacer es capaz apañárselas sin necesidad de ninguna herramienta.
Pertenencias:
-Un colgante de plata con un zafiro azul sujeto por la figura de un dragón entre sus garras.
-Vivre Card de Mura.
-La casa en la que vive, en Fiordia, junto con la hija de Mura (dada por Dexter para que vivieran cerca de la casa de Berthil).
-Un DDM para comunicarse con Mura y otro DDM de la banda de los Blue Rose.
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