Misión A17PE204 [Pasado]

El gobierno estaba interesado en la exportación de cierto metal del cual la isla tenía bastantes betas, era un recurso natural que exportaba al resto y una de sus fuentes de ingresos, como metal conductor, resistente y maleable, era un material perfecto para las protecciones de sus agentes en misiones de asalto. Enviaron a un hombre, que se iba a encargar de crear un contrato para que una gran cantidad de estos minerales fueran directos al bolsillo dándole una ganancia a cambio, claro...
Un hombre delgado, con gafas oscuras y peinado como si le hubiera lamido una vaca era dicho encargado, no habían soldados suficientes como para protegerle por lo que quisieron hacer una prueba ¿Que pasaría si la nueva incorporación del CP empezara a ir solo? ¿Sería útil? La misión era bastante delicada por una parte y simple por otra, sin ese contrato no tendrían acceso al material, por lo que tendrían que conseguirlo de otra forma, pero en principio todo estaba hablado de ante mano por lo que no había ningún riesgo, ahí entraba el robot, no haría falta, pero si hiciera, era el mejor candidato para la misión, si se le ordenaba matar a todos los presentes, sería fácil culpar como un fallo y no costaría nada eliminarlo y volverlo a crear en otro formato, por lo que era la cabeza de turco perfecta.

En el día de hoy, por la tarde, casi entrada la noche un barco sin ningún distintivo de gobierno fondea en el puerto, del cual se baja bastante gente, entre ellos habían camuflados los agentes del gobierno, uno quien llevaba sombrero de copa era el ejecutivo que iba a formalizar el contrato, luego habían tres agentes más, claramente pasando por civiles comunes, quienes dos escoltarían en distancia al susodicho y uno avanzaría para ver que todo estuviera correcto, el ultimo en bajar del barco fue Matt, quien iba totalmente cubierto, llevaba una capa roñosa que le cubría todo el cuerpo, en los pies zapatillas, en tobillos hasta las rodillas vendas igual que de muñecas a hombros, junto a sus guantes, en la cabeza el típico sombrero de samurái o mejor dicho, de ronnin. A su espalda, un gran espadón envuelto también en vendas. Iba totalmente cubierto leyendo los movimientos de su objetivo a proteger, quien le iba dando ordenes de forma muy discreta. Todos se dirigieron al ayuntamiento, pero el hombre, antes de entrar, cerro el puño, abrió la mano y la movió de lado a lado sin girar la muñeca, luego abrió los dedos y la volvió a cerrar... Lo que traducido para Matt era, alto, haz rondas, si encuentras problemas, suprimelos... Y eso hizo.

Empezó a caminar por las calles, parecía que iba sin rumbo, pero estaba haciendo un barrido completamente calculado. Oculto en las sombras de un pequeño callejón, observó a cuatro hombres, a unos los había visto al salir del barco, en el camino hacia el ayuntamiento y haciendo la patrulla, un par de veces más, eran varones, de rasgos catalogados en su ordenador como "sospechosos" iban con ropas holgadas lo que podía decir que escondían armas y verlos repetidas veces podía significar que estaban tras la cabeza de alguien. Suficientes coincidencias como para que a Matt no se le pasaran por alto, así que se puso a seguirlos. La persecución le llevó hasta una taberna en la cual, el cuarteto sospechoso entró, el cyborg se limitó a esperar oculto en otro callejón a su salida. Iba a analizarlos desde la ventana, un movimiento sospechoso, una actitud agresiva o cualquier rasgo negativo y el soldado del gobierno ya tenía planeado como acabar con ellos...

No se fiaba. Ni un pelo, nada de nada. La última misión, también la primera que había tenido, casi acaba con ella a varios metros bajo el suelo. Por la descripción había parecido rutinaria, casi aburrida y en lugar de eso, había terminado luchando por su vida junto a un legionario. No le apetecía repetirlo y el nuevo encargo parecía igual de engañosamente anodino.

El gobierno quiere meter mano en la exportación de cierto metal. Para ello, van a enviar a un hombre a redactar y firmar el contrato. Ve y protégelo. Un plan sencillo y sin fisuras, al menos en un principio. Supo que no sería tan sencillo nada más poner un pie en el barco. No estaba ella sola, aunque eso no lo había esperado. La última vez también le habían acompañado, incluso si nada más llegar a la isla le habían dejado sola.

No, supo que no sería tan sencillo por quién iba en el barco. Además del hombre que arreglaría el contrato había tres agentes y… esa persona. Solo había oído rumores. Sabía que había sido una persona y que tras pasar por algo a lo que habían llamado ''reforma'' ahora era… un robot. O algo parecido. Le miró de lejos, pero no se atrevió a acercarse. ¿Cómo iniciaba uno conversación con una máquina, de todas formas? Aunque quizá los rumores exageraban…

Atracaron y ella decidió irse por su cuenta. El hombre al que debían proteger avanzó sin miedo, rodeado a una distancia prudencial por tres agentes de paisano. Ella, por su parte, había decidido ir simplemente de uniforme. Es decir, de negro. Pantalones, jersey y recias botas militares. Una chaqueta con varios bolsillos y lo bastante grande como para ocultar el estoque que llevaba en la cintura completaba el conjunto. Por supuesto, bajo el jersey mantenía su escalpelo favorito y llevaba alguna que otra cosa escondida en los bolsillos porque, de nuevo, no se fiaba. Nada. Ni un pelo.

Siguió al objetivo hasta que entró al ayuntamiento. Dos de los agentes de paisano le siguieron poco después, pero los ojos de Julianna se escaparon hacia el supuesto robot. No le había perdido de vista y tampoco se había perdido los mensajes que le había dado el hombre a proteger. Por suerte, habían sido parte de su entrenamiento. Sin poder evitarlo, suspiró. No iba a entrar en el ayuntamiento.

-Con suerte acabaréis rápido y podremos dormir un rato.

Julianna esbozó una pequeña sonrisa, antes de dar un rodeo para seguir a la máquina. Por supuesto, Jack estaba a su lado, preocupado como siempre. Sí. Ojalá terminaran rápido.

Le siguió callejón a callejón y estaba a punto de saludarle cuando reparó en las personas a las que estaba mirando. Frunció el ceño y decidió no intervenir. Solo cuando se metieron en la taberna y el agente fue a esperarlos a la salida se aproximó por fin y le colocó una mano en el hombro.

-… Hey. Vengo a ayudar.

De acuerdo, la situación era incómoda. Esperaba que le reconociera. No habían hablado, pero no estaría ahí de esa manera si no fuera también una agente. Le habría visto ene l barco, ¿no? En cualquier caso, los hombres tardarían un poco en salir si es que iban a utilizar la taberna como era debido así que… tendría ocasión de ver hasta qué punto los rumores eran ciertos. Y si no… bueno, con suerte el trasiego sería suficiente para quitarse la vergüenza de encima.

El cyborg sabía que era mala idea entrar así como así en la taberna, era consciente que no tenía las suficientes capacidades para poder pasar como una persona normal, directamente no tenía ni boca por la cual ingerir ningún tipo de liquido, por lo que no fue tan mala idea que uno de sus compañeros se interesaran por la situación. Una voz alertó los sistemas de Matt, pero cuando se giró de forma rápida y brusca, además de cambiar la luz del centro de su cara a una anaranjada la cual poco tardó en tornarse azul (Lo que tardó su sistema de reconocimiento en saber quien era la muchacha) también entendió la situación, o eso creía -Julianna Marie Shelley, compañera, de pelotón, en esta misión...- La voz metálica y los espacios que dejaba entre palabra y palabra denotaban que sus sistemas necesitaban bastantes ajustes -Gracias por, su soporte en la, circunstancia en la, que nos encontramos- Si entraba en el bar, sería un faro en medio de la oscuridad -Se solicita, por parte de un servidor, que usted, entre en dicho, tugugu...gugugu...gurururio y analice, a cuatro sospechosos- Parecía una orden, pero no era más que una petición -Mi presencia, si queda rebelada, sería contra producente en, esta nuestra misión- Lo que no impedía que actuara por las malas -Si, requerir ayuda, realice señal, si yo le detecto, nerviosa, alterada, agitada, agriada, azorada, conturbada, excitada, histérica, revuelta, sobresaltada, trastornada o cualquier alteración emocional, accederé al local y ejecutaré a todo ser presente- Y no mentía, si su compañera necesitaba ayuda, entraría y borraría toda alma y testigos para luego desaparecer sin dejar rastro hasta la siguiente actuación.

Antes de que se marchara su compañera extendió su brazo para impedir su avance -Son cuatro sospechosos, por las características, el edificio puede, guarecer a unos, viente clientes, unos cinco, trabajadores, de los cuatro, sospechosos, todos, parecen tener, nociones de combate, el de camisa a rayas, parece tener dos, flintock o, dagas, dentro de su chaqueta, en su, espalda por las, dimensiones de los, dos bu bu bu bu bultos que tiene. El del chaleco, sin mangas, tiene, cayos en los, nudillos. Los cuatro, tienen, una fisionomía grande, son de apariencia, tosca, fortachones, pueden suponer un riesgo. Se aconseja, tener cuidado, a la agente Julianna Marie Shelley. Por mis movimientos, la distancia, el tipo de suelo, puedo estar en cincuenta, y dos, segundos, si estás en riesgo, aguanta, cincuenta y tres, segundos- ¿Calcularía también las probabilidades de resbalón o tropiezo? -Cabe la posibilidad, en un cincuenta y seis, por ciento, que no tengan nada, que ver, con la misión...- Baja el brazo para permitir la acción a su compañera

No tenía muy claro qué se esperaba. El… hombre, o máquina, o cosa, se giró y la luz en el centro de su cara hizo parpadear a Julianna. Era naranja, pero no tardó en volverse azul. ¿Significaba eso que estaba a salvo? ¿Debería correr?

Oh, podía hablar. Bueno, un poco al menos. Y no solo le había reconocido, sino que sabía su nombre. Su voz era metálica, sus frases arcaicas y necesitaba tiempo para pensar entre cada una. Aunque eso último también le pasaba a ella, así que lo entendía de sobras. Cuanto más hablaba él, más se iba relajando ella. ¿De verdad había sido una persona antes? Casi parecía que no se hubieran tomado mucho en serio la tarea de hacerlo un robot. Pero claro, ella poco conocía de ingeniería o tecnología. Quizá ya solo haber llegado hasta ese punto era toda una hazaña.

Quería que entrara en la taberna y su esfuerzo a la hora de llamarla tugurio le hizo sonreír. Sí, vigilar a los cuatro hombres que había seguido hasta ahí. Tenía sentido. Y desde luego, ella llamaría mucho menos la atención que él. Todo iba bien, hasta que empezó a enumerar las causas que podían hacer que entrara en modo buster call en la taberna y tuvo que frenarle. Alzó las manos y negó con la cabeza. Podía escuchar a Jack reírse a mandíbula batiente detrás de ella, pero logró contener la serenidad con una pequeña sonrisa. Quizá el problema no estaba en la habilidad de su fabricante, sino en que habían priorizado la ofensiva frente a… bueno, frente a todo lo demás.

Rebuscó en sus bolsillos y no tardó en sacar lo que parecían dos botoncitos negros. Se colocó uno en la oreja como si de un pendiente se tratase y le tendió el otro a la máquina.

-Las emociones no son un parámetro fiable. Puedo sobresaltarme y no estar en peligro; hay muchos estímulos en un tugurio como ese. Coge este altavoz; en caso de emergencia, te daré una clave auditiva: si me escuchas decir… - pausó un momento. ¿Qué palabra podía servirle?- ¡Molusco! Si me escuchas decir molusco, ven de inmediato.

Vale, era ridículo, pero tenía que ser así. Si escogía una palabra que pudiera salir por casualidad en una conversación, podían acabar teniendo un problema. Fue a ponerse en marcha, pero su brazo la retuvo. Le recorrió un escalofrío; era fuerte. También estaba helado… y metálico. Escuchó su pequeño análisis con atención; en realidad era muy buena información.

-Gracias.

¿Tenía que darle las gracias? Él se las había dado a ella pero intuía que era parte de su programación. Oh, bueno, la educación nunca era un error. Echó a caminar hacia la taberna mientras se soltaba el pelo. Empujó la puerta con fuerza y fue recompensada con una oleada de calor y olor a cerveza y sudor. Suspiró y mientras Jack le apretaba el hombro, entró en la taberna.

-Una clara, por… por ahora.- Se mordió la lengua a tiempo para no pedirla por favor. No era el lugar. Se sentó en la barra y examinó el lugar a su alrededor. Los cuatro sospechosos en cuestión estaban en una esquina, hablando entre ellos bastante acaloradamente. Parecía que dos en particular estaban enfadados con un tercero, el hombre de los callos en los nudillos. El cuarto bebía de su cerveza y los miraba a todos en silencio.

Llegó su bebida y Julianna le dio un pequeño sorbo, evitando hacer una mueca. En realidad no le gustaba la cerveza. Aprovechó para dejar caer su melena a un lado y crear una pequeña pantalla para poner a su improvisado compañero al tanto de lo que veía en susurros.

-Localizados. Están hablando, discutiendo. Creo que algo no salió como esperaban. Voy a aguardar, recabar más información.

Dio otro sorbo, mientras seguía mirando a la taberna. Tras ella, las voces de los hombres empezaron a subir de tono. A este paso, incluso el robot podría escucharles por el micro.

El cyborg, anotó y analizo todos los datos, estaba en una misión, lo que era prioritario proteger al VIP, pero a parte, paralelamente también tenía ordenes de "aprender" de dicha misión, por lo que todo lo que decía Julianna, más lo que hacía estaba siendo registrado, lo que entendió es que al no estar calibrado perfectamente podría mal interpretar rasgos humanos por lo que habría una palabra clave antes de su actuación era una alternativa bastante coherente ante la situación, Matt extendió la mano para coger el "pinganillo" el cual acercó a donde debería haber un oído y... -Power on... Bluetooth conection... Piii...- y se lo guardó en un bolsillo interno de su manta...

Julianna contacto, el mensaje llegó claro pero había que hacer unos pequeños retoques -Eliminando ruido... Ajustando radio... Subiendo volumen principal... Quitando ecos... Audio aclarado...- Por lo que parecía los cuatro tenían un plan que se truncó, estaban discutiendo, era lo mejor, en voz alta todo el mundo puede escuchar algún detalle sin correr riesgos, aún así, Matt, se colocó en posición de salida por si debía actuar deprisa, a lo Usain Bolt, con la mano izquierda en el suelo y la derecha en el mango de su arma se quedó esperando, claramente vergüenza no era una emoción que sintiera por lo que si le veía alguien en esa posición, le daría igual... Quizás daba que hablar pero no le importaba lo más mínimo.

En una posición un tanto complicada de definir, registró todas las caras que entraron y salieron del local, junto a las horas, no iba a dejar ningún cabo suelto, si alguien se reunía con ellos, si cualquiera de los que han salido de la taberna aparecen en el camino del contratista o cualquier casualidad por el estilo totalmente aleatoria y sin importancia, Matt lo sabría...
Cuando ya llevaba un rato, tubo que hacer las comprobaciones oportunas -Agente, Julianna, ¿En que estado, se, encuentra, nuestro objetivo? ¿En que, estado, se encuentra, usted? ¿En que estado, se encuentra, el establecimiento?- Datos programados, preguntas creadas por otros, no estaba interesado en la seguridad de su compañera, simplemente necesitaba recabar información para ser más eficiente, también tenía programado preguntar cual compañero preocupado pero no era más que otras ordenes recibidas... En su programación el doctor Hojo también sabía lo importante que era hacerse querer para los compañeros, cuanta más afinidad, mejor capacidad de trabajo en equipo y más secretos dichos...

Se quedó en silencio, centrándose en escuchar a los sospechosos y beber el mínimo de cerveza imprescindible para que nadie se fijara en ella. Los hombres se acaloraron y no tardaron en subir el volumen; fue entonces cuando palabra suelta a palabra suelta la agente pudo reconstruir lo que había sucedido.

Suspiró. No había sido más que un intento frustrado; eran matones de pacotilla, no quedaba duda. Ahora que el hombre a proteger había logrado entrar en el edificio, no podían meter mano y estaban discutiendo de quién había sido la culpa porque claro… no habían hecho nada por iniciativa propia. Quien fuera que estuviera detrás del fallido intento iba a ensañarse con ellos y claramente ninguno quería estar en ese puesto.

Fue a informar al cyborg, pero antes de que pudiera oyó su voz en el oído. Se sobresaltó un poco y parte de la cerveza le salpicó en el brazo. Se recompuso como pudo, le dedicó una pequeña sonrisa nerviosa al camarero que la ojeaba y fue al baño del local. No pretendía usarlo, claro, pero se apoyó contra la pared y habló en voz baja.

-El objetivo continúa en su sitio, pero no son más que el eslabón más pequeño.- Le resumió la situación, lo que había escuchado y deducido.- Pretendían atacar, pero se confundieron entre ellos y no llegaron a hacer nada. Alguien los envió; deberíamos seguirlos una vez abandonen el local e identificar a esa persona para tenerla controlada. Desconozco si era el único plan que tenía. – Hizo una pequeña pausa, antes de añadir.- Tanto yo como el establecimiento estamos a salvo.

Si algo bueno tenía el robot era que hacía preguntas sucintas, qué duda cabía. No le estaba disgustando; sentía que podía controlar todo mejor de esta manera. Suspiró de nuevo y tras agacharse, agarró una pastilla del pequeño bote que guardaba en el tobillo. Se la tomó sin agua y sonrió al ver a Jack materializarse a su espalda en el espejo. Salió del baño, dispuesta a esperar otro rato removiendo su cerveza, pero entonces vio que los hombres ya no estaban en la esquina.

-Mierda.

Rápidamente, fue a pagar su bebida. Si salía sin hacerlo el camarero le iría detrás y lo complicaría todo; no le apetecía perder el tiempo, pero era lo mejor.

-Calma. A estas alturas el robot ya les habrá reducido.

Apretó los dientes. Esperaba que Jack no llevara razón; tenían que seguirlos, no alertarlos. Salió del local buscando a su peculiar compañero y a los sospechosos. Cualquier avistamiento le parecería una buena noticia en ese momento.

-¿Agente? – Preguntó tentativa en el micrófono.

Desde la ventana el agente Matt pudo ver como Julianna se movía, luego escuchó su reporte de la situación, parece ser que la intuición... Bueno, programación del robot era correcta y acertada, le extrañó que, mientras su compañera estaba en el baño, esos bribones salieran ¿Que debía hacer en esa situación? No les quitó la mirada de encima pero no se movió, estaba analizando... ¿Su compañera? Ella estaba bien, le estaba hablando por el pinganillo, por lo que Matt decidió seguir a los susodichos, los cuatro hombres estaban caminando tranquilos, aún refunfuñando por las calles, Matt a una distancia prudencial les seguía de forma profesional, casi perfecta, hasta que los objetivos entraron en un almacén del puerto, Matt, decidió subir por el lateral de una casa hasta el tejado, donde podía observar la puerta del almacén, se quedó ahí estático a la espera de su compañera -Objetivos, en puerto, muelle siete, desde tu posición, camina hacia la izquierda al salir, del local, dos calles, a ciento, cincuenta, metros, en calle del desencuentro, toma tu izquierda, tres calles, a ciento veintitrés metros, llegarás a plaza de la discordia, entra por la calle de la alegría la que está al lado, de la panadería, y, de la, zapatería, sigue recto, a doscientos metros, gira a la derecha, verás los muelles, llegarás al muelle uno, gira a tu izquierda, verás el muelle dos, a doscientos metros, verás el muelle tres, a doscientos metros, verás el muelle cuatro, estoy en el tejado de la casa, roja...- Si, iban a paso rápido y tardó en dar indicaciones a la muchacha, por eso no tardó nada en llegar a no se cuantos kilometros...

En el almacén se escuchaban ruidos, se veía movimiento por alrededor, Matt estaba atento, no perdía detalle -Cuatro, hombres, entraron, cuatro, hombres, esperan fuera, dos en la entrada, sentados en cajas, delgados, cuchillo en su costado izquierdo, dos hombres, más, en la parte, trasera, no visualizo interior... Matt recibir ordenes de, preguntar antes de actuar... ¿Desea que Matt elimine a todos los objetivos?- Hombre, a ver... Sigiloso no iba a ser, pero podía planear la estrategia para poder entrar sin armar mucho follón -Las, estrategia, calculadas son, cuatro, las probabilidades, de llamar la atención, son del treinta y tres, por ciento, diecisiete por ciento, más, elevada, que el límite, permitido, por mi programación, para actuar, por cuenta propia, necesitar consejo, de compañero de equipo, para afrontar, dicho... ¿Dilema?- Preguntó al no entender del todo la palabra pero decirla por... ¿Instinto? Habían manías adquiridas por él mismo, sin ser programadas ni ser instaladas, tampoco las podían eliminar, podrían ser sombras de lo que antaño fue, como cada persona, con sus gustos y manías... -¿Desea, que, elimine a los objetivos?- Pregunta repetida por segunda vez

La parte mala era que había perdido de vista a los sospechosos. ¿La buena? Que su compañero no. Las instrucciones para moverse empezaron de inmediato y Julianna cerró los ojos frustrada. Oh no. Iba a tener que correr, ¿verdad? Iba a tener que correr. A su lado, Jack no dijo nada y se conformó con mirarla con algo de pena. Jul suspiró y se puso en marcha. Mejor que acabara cuanto antes.

Era cierto que con los años había ido cogiendo mucha más resistencia de la que tenía cuando era niña. Antes, correr aunque fuera solo durante unos minutos terminaba siendo una amenaza contra su vida. El asma le impedía respirar y era demasiado débil como para hacer nada al respecto. Ahora era mucho más fuerte, la enfermedad había subsanado y una carrera como esa no era un peligro. Si lo fuera, dudaba que le hubieran cogido en la Agencia. Sin embargo, sí que le dejaba sin aire y para cuando se acercó a la casa roja podía oírse a sí misma respirar como un juguete roto. Irritada, trepó por un lateral de la casa y se sentó al lado del robot mientras reflexionaba en el resto de su informe.

Era preciso y meticuloso, lo que en realidad les había venido muy bien a ambos. Por otro lado, le había preguntado ya varias veces si debería eliminar a todos sus objetivos y que ese fuera su primer instinto perteneciendo a una Agencia especializada en sigilo y ocultación hacia que se preguntara varias cosas acerca de su programador.

-Todavía no.- Dijo, no queriendo quitarle la posibilidad. Quizás más adelante esa sed de sangre fuera útil.- Veamos, dos fuera y dos dentro… necesitamos encontrar al jefe. – Frunció el ceño.- Lo más probable es que si no están hablando con él ahora, vayan a hacerlo pronto. – Quizá no era tan mala idea eliminar algunos de los objetivos. – Reduzcamos a los de fuera. La prioridad es que no den la voz de alarma. Luego nos infiltraremos en el edificio y buscaremos a su superior.- Podrían interrogar a los de fuera, pero no se fiaba de ellos y no quería perder tiempo. Su método era eficaz, pero también algo lento. No era el momento.- Vamos allá. Me pido al de la izquierda.

Asumió que el robot no tendría problemas en seguir las instrucciones. Hasta ahora, había sido tan certero como un reloj. Jul se dejó caer por el costado de la casa y avanzó hacia su objetivo con sigilo, moviéndose entre las sombras. Le agarró por detrás y con el mango de su arma le dio un certero golpe en la cabeza que lo dejó inconsciente en el acto. Se apresuró a atarlo y a ocultarlo dentro de una de las cajas que había a la entrada.

-Podemos volver a por ellos más tarde, pero ahora mismo el jefe es la prioridad. Entremos y ten cuidado; no sabemos cuántos son.

Las ordenes que recibió Matt fueron aceptadas sin problema de rango, actualmente podía obedecer cualquier orden de sus compañeros, -Todavía no- Fue la primera que analizó -Veamos, dos fuera y dos dentro… necesitamos encontrar al jefe- Entendió que no debía eliminar a nadie, simplemente buscar al jefe, por lo que su "misión" pasó a ser de búsqueda, pero luego llegaron ordenes contradictorias, -Reduzcamos a los de fuera- No era eliminar, pero tampoco ignorarlos, por lo que cuando su compañera se deslizó por el lateral de la pared, Matt decidió bajar también, este no se deslizó, simplemente se dejó caer, mientras que con la mano izquierda se enganchó al saliente, luego a una de las ventanas y finalmente cayó al suelo. Tenía la suficiente fuerza de agarre como para no sufrir en el intento, un humano habría resbalado, flojeado o simplemente no habría podido con su peso, pero la fuerza hidráulica que tiene en las manos es simplemente perfecta... También podía haberse lanzado directo al suelo, pero no quería arriesgar los engranajes de las rodillas, los que más sufren en este tipo de caídas.

Tras acompañar a Julianna hasta colocarse al lado de los dos objetivos, la muchacha demostró ser directa, de un culetazo dejó K.O. a su contrincante y eso lo registró en su base de datos "armas de fuego" como equipo actual. El objetivo de Matt se giró y vio a la mujer, pero no pudo hacer nada más pues Matt, agarró el espadón que tenía en la espalda y con la hoja hacia atrás le arremetió tremendo sopapo en la cabeza que si no está muerto es por un milagro del señor... Le golpeó con la parte roma de la espada, no produjo cortes pero simplemente dejando caer el espadón ya suponía problemas graves -Objetivo, reducido- Afirma a su compañera

Miró hacia atrás levantando la cabeza, se fijó en el almacén -Estructura, inestable, madera inflada, quizás carcomida, puede haber termitas, si asciendo, por la pared, puede que no, soporte, aguante, resista, tolere, sujete, mantenga mi peso, acceder por el techo, está fuera, de mis posibilidades...- claramente la madera no parecía estar en su mejor época, por lo que si subía, probablemente caería... ¿Volverían a repetir lo mismo? ¿Se infiltraría ella para poder acceder sigilosamente y esperaría Matt fuera? Era arriesgado pues aquí no habría visibilidad para que el cyborg controlase algo más, pero él ya estaba cavilando dicha posibilidad

Fue vigilando por el rabillo del ojo las acciones del robot en todo momento. Al fin y al cabo, en cierto modo se sentía responsable. Ahora estaba siguiendo sus indicaciones y si de alguna forma salía mal… en realidad no tenía claro qué pasaría. No les habían puesto juntos, habían acabado colaborando solo porque la situación lo había requerido. Si metían la pata sabía que a ella la amonestarían, pero a él… ¿cómo se castiga a un robot? Decidió que no quería saberlo.

Llegaron hasta su objetivo sin problemas y entonces tuvo que centrarse en reducir al hombre. No fue demasiado difícil y mientras lo hacía se dio cuenta de que estaba confiando en el otro agente para protegerla. Había dos sospechosos a los que reducir y mientras ella se entregaba a su tarea no podía proteger su espalda, no sin darle cancha a su presa para revolverse. Notó cómo se le erizaban los pelos de la nuca y era consciente del peligro, pero no perdió la concentración. Cuando pudo comprobar cómo le había ido a él, oyó un ''objetivo reducido'' y vio el cuerpo del hombre en el suelo. Se acercó y lo ató al otro, dejándolos a ambos dentro de la caja.

-En caso de que despierten.- Explicó.

Dejó que el cyborg evaluara la situación, antes de negar con la cabeza y sacar su espadín. Antiguo y recto, estaba bien cuidado y tremendamente afilado. Señaló con la cabeza la entrada del lugar.

-En este caso, lo mejor es entrar de repente y actuar deprisa. Tenemos el factor sorpresa porque estos dos no han dado la alarma. Nuestro objetivo sigue siendo encontrar al jefe de los sospechosos. Encontrar tanto a ellos como a cualquier persona con la que puedan estar interactuando es la mejor manera. Aprovecha las sombras e intentemos no llamar demasiado la atención hasta dar con ellos.

Le preocupaba en parte que pudiera haber más gente de la que habían calculado. Si habían evaluado mal la situación, esta podía volverse en su contra muy rápido. Sin embargo, el reloj seguía corriendo y podían suceder dos cosas. O querían volverlo a intentar, en cuyo caso necesitaban reducirlos cuando antes, o intentaban escapar. Y en ese caso también debían reducirlos cuanto antes.

Se introdujo en el edificio, pegándose inmediatamente a la pared. Era un gran almacén y pudo utilizar las montañas de cajas y mercancía para ocultarse. Las luces estaban apagadas y le costó un poco acostumbrarse a la falta de luz, pero en cuanto lo hizo, vio a los objetivos al fondo, hablando con una tercera persona que tenía los brazos cruzados. Había un pitillo encendido en su mano. Bingo. Ese debía ser el cabecilla.

Miró a su alrededor para buscar al cyborg; era el momento de avanzar.

-Recibido- Fue lo único que comentó tras escuchar a su compañera la cual con su cuerpo ágil consiguió introducirse en el edificio, se entendía que el robot tenía que seguir a la muchacha, pero hay unos pequeños problemas, "En este caso, lo mejor es entrar de repente y actuar deprisa" y "Aprovecha las sombras e intentemos no llamar demasiado la atención hasta dar con ellos" ¿Que pasaba con estas dos frases? Muy fácil, el problema que tiene Matt es que de todos los datos que recolecta siempre, siempre, repito siempre, evalúa los posibles caminos, calcula el margen de error y ejecuta el plan que su programación le hace "creer" más efectivo, por lo que...

Desde dentro del almacén podría escucharse un -¡Lárgate!- Luego unos ruidos raros, secos y un breve ¿Grito? Eso alertó claramente a los que habían en el interior...
El feo: ¿Que diablos ha sido eso?
El más gordo: Eso no me gusta... (Dijo agarrando un garrote)
El elegante: Ves a comprobar que todo está bien

Comentaron, el del cigarrillo no habló, simplemente juzgo con la mirada, cuando el del garrote se acercó a las puertas, estas se abrieron de par en par mostrando el cuerpo vendado iluminado por la luz del sol, con espada en mano claramente, la cual era arrastrada por el suelo, detrás de el se podían ver a los dos guardas tirados en el suelo, no había charco de sangre por lo que a su manera le había hecho caso a la compañera... -Vengo a cobrar, la deuda... Primer aviso, paga la droga...- Comentó el robot...

"En este caso, lo mejor es entrar de repente y actuar deprisa... Grrrrrr Nuestro objetivo grrrrrrrr cualquier persona, grrrrrr Aprovechogrrr las sombras, intentegrrr no llamar demasiado la atención grrrrrr." Por lo que se ve, Matt necesita un pequeño ajuste en los sistemas de audio, no escuchó la conversación entera, la frase que dijo, no es más que una prediseñada sacada de unos cuentos de mafiosos que se había leído en la sección de novelas negras...
El del garrote: ¡Tú no estás bien de la cabeza!

El hombre levantó el garrote y lanzó un ataque descendente, era grande, un poco más alto que Matt, por lo que la imagen era bastante preocupante, el cyborg por su parte, de un ataque lateral, desvió el garrote que golpeó el suelo, los dos eran lentos atacando, pero la fuerza era evidente.
El del garrote: ¡Como te atreves!

Al principio, creyó que todo iba bien. Que el robot le había entendido. Recibido, le había dicho. Eso era una confirmación, ¿no? O al menos debería haberlo sido. Sin embargo, no tardaron en empezar a suceder cosas extrañas.

Se topó con dos guardias. Oyó un grito, un par de ruidos secos y lo siguiente que supo fue que los cuerpos estaban en el suelo. Sabía que sus objetivos habían sido alertados, pero igualmente se agachó y disimuladamente colocó un dedo en el cuello de una de las víctimas. Seguían vivas. Le había hecho caso como antes, pero… Julianna frunció el ceño y se apartó, regresando a las sombras. Tenía que ser precavida.

Tuvo que taparse la boca para no reír. ¿Paga la droga? Entre los sonidos entrecortados y la falta de claridad, claramente algo estaba mal con el robot. Con su programación o quizá se le estaba acabando la batería. Oh, dios, ¿llevaba baterías? Esperaba que no. No sabía cargarlo. Si al volver a la Agencia intentaban hacerla responsable iba a levantar un infierno contra todos.

Vio al hombre del garrote acercarse al Agente y contuvo el aliento. A ella todavía no la había divisado, así que se alejó unos pasos sin quitar ojo de la escena. En cuanto el arma dio en el suelo, juzgó que el robot podía defenderse por su cuenta. O al menos, eso esperaba. Al otro lado del almacén, su objetivo estaba apagando el pitillo mientras hablaba con el otro hombre. Hizo un gesto hacia los que peleaban y pronto el cabecilla quedó solo, mientras el macarra iba a ayudar a su compañero.

Julianna hizo buen uso de la distracción. Detrás de las cajas, pegada a la pared, de repente se acordó de la primera vez que había hecho algo parecido. Aquella vez no había tenido una espada, si no una pistola y su compañero había confiado en ella de forma bastante absurda… dado que solo tenía dieciséis años. No había vuelto a saber de él, pero en aquel momento, de casualidad, se había acordado. Y aunque mirándolo con la lente de los años aquel tipo era todo lo sospechoso que podía ser alguien, tenía bastante claro que habría sabido exactamente qué hacer en esa situación. Y por eso, actuó sin vacilar.

Le agarró por la espalda y con una tranquilidad que rozaba la elegancia, le puso la espada al cuello. Tuvo que ponerse de puntillas, pero el filo era lo bastante amenazante como para no quitarle seriedad al asunto.

-Tengo un par de preguntas para usted. Acompáñeme.

Caminaron. Poco a poco, cruzaron el almacén. El hombre fue lo bastante listo como para obedecer, pese a que tenía las manos apretadas y Julianna sabía que estaba furioso. Un paso en falso acabaría con él huyendo y no podía permitírselo. Sin embargo, lograron acercarse ante los combatientes.

-Llame a sus hombres al orden. Se ha acabado todo.

Intentó hacer contacto visual con el robot, cerciorarse de que todo estaba bien. Esperaba que no le hubieran dado un garrotazo mientras no estaba mirando.

-Creo que es hora de interrogarlos… y mandarlos al cuartel.

El duelo del hombre con el robot fue un tanto aburrido, ante la orden de no matar, el cyborg solo podía combatir bloqueando el garrote, cuando vio que se acercaron los demás, claramente tenía que decidir en mantener la posición o suprimir las amenazas, por suerte su compañera se adelantó, atrapó al líder y este ordenó que se detuvieran, el del garrote paró, tiro el arma al suelo, Matt observó como dicha herramienta se mantenía en el suelo y aprovechó para arrearle con la parte roma de la espada una leche en la cabeza segundos más tarde, claramente fue aproposito, no lo mató, simplemente le hizo un chichón -Se, me ha, escapado- Comentó el ser metálico mientras se colocaba el arma en la espalda, ni siquiera intentó disimular sus movimientos, parecía que el rencor no le permitió irse de ahí sin darle un golpe, pero claro... Esta cosa no tiene sentimientos ¿no?

Mientras su compañera tenía al líder bajo control, Matt empezó a atar a sus secuaces para que no supusieran un peligro, mientras les ponía una grabación que claramente era con otra voz -Tiene el derecho a guardar silencio. Cualquier cosa que diga puede y será usada en su contra en un tribunal de justicia. Tiene el derecho de hablar con un abogado y que un abogado esté presente durante cualquier interrogatorio. Si no puede pagar un abogado, se le asignará uno pagado por el gobierno. ¿Le han quedado claro los derechos previamente mencionados?- Dijo mientras los ataba de manos a la espalda -¡No he entendido nada! Repitemelo- Dijo el del garrote vacilando -Haber estudiado- Contestó sin cortarse un pelo -Compañera, estos tres, sujetos, están sujetos, anudados, ligados, liados, asegurados, amarrardos, unidos de muñecas, enlazados, empalmados, ajuntados, adheridos, adosados, encadenados, maniatados, engrillados, acordelados, encordonados, lazados, inmovilizados, trabados, impedidos, reprimidos, contenidos... No se si me explico- Los tres detenidos contestaron al unísono, -¡DE MARAVILLA!- Estaban algo iracundos, se les notaba, pero aún así, Matt estaba a otra cosa -Creo que, errar, en dos, palabras- Comentó dubitativo. -¿De donde puñetas has sacado al de la armadura reluciente?- Preguntó uno de ellos a la mujer... Pero el jefe tenía otras preguntas más interesantes -¿Quienes sois y para quien trabajáis?- Seco, sin dudas, directo al grano, no era el jefe por nada, se le veía intelectualmente más preparado... O ese fue el analisis del robot -No, os diremos, nada... Aquí, las preguntas, las hace, mi compañera- Dijo para no tener que responder, pero uno de los compañeros del hombre del garrote escupió a Matt dejando el esputo en la rodilla -¡Has agredido, propiedad, del gobierno mundial, se te condena a muerte!- Gritó publicando para quien trabaja, los tres, si no estubieran atados habrían hecho un facepalm del quince. Agarrando el arma, Matt le pega tremendo castaño al que le escupió con la parte roma -No puedo matar, Compañera odenar, no matar, no matar, no matar...- Aún que la ostia no fue leve... Quizás desobedeció la orden ¿Alguien le puede mirar el pulso?

Regresó con el líder, todavía rozándole con la espada. Cuál no fue su sorpresa al descubrir que el robot había logrado maniatar a los tres secuaces que quedaban. No solo eso, si no que por lo visto su habla había mejorado notoriamente en los… ¿dos minutos que se habían separado? Ah, no. Era una grabación. Se rió un poco por lo bajo al escuchar la respuesta de Matt ante los irritados criminales.

-No os preocupéis. Os lo repetirán en la central. Creo.

En realidad, no estaba segura. Esos hombres no tenían gran importancia, claramente eran unos matones de poca monta y ya, pero eso no significaba que fueran a dejarlos ir tan anchamente. Ni a dejarles llamar a un abogado y tener que involucrar a otro extraño en los interrogatorios. No, seguramente no se lo fueran a repetir. Pero tampoco les haría mucha falta.

-Con que nos digáis lo que necesitamos saber no deberíamos tener muchos problemas. Mejor si cooperáis.

Agarró otra cuerda y empezó a maniatar al líder mientras escuchaba la retahíla de sinónimos del robot y asentía distraídamente.

-Creo que liados y empalmados no aplica aquí.- Echó un breve vistazo para cerciorarse.- Al menos no parecen ese tipo de gente.

-POR SUPUESTO QUE NO.

Julianna se encogió de hombros ante la indignación de los secuaces. Pronto las cosas empezaron a acelerarse un poco. Que si para quién trabajabas, que si no me escupas, que si de dónde había sacado al de la armadura. Al final, suspiró y se acuclilló frente al jefe y sus secuaces, todos en el suelo.

-Vamos a ir por partes. Como os ha dicho mi compañero, trabajamos con el gobierno mundial.-Hizo una pausa y colocó dos dedos en el cuello del hombre al que el robot acababa de ahostiar. Todavía tenía pulso.- En cuanto a quiénes somos, no necesitáis saberlo. –Sacó una foto del hombre al que tenían que defender.- Estabais intentando frenar a ese tipo, ¿verdad? Bueno, que sepáis que habéis fracasado. Ha sido un buen intento, pero ya no hay nada que hacerle. Voy a preguntarlo una única vez: ¿por qué? ¿Quiénes sois y qué intentabais?

-Por toda respuesta, recibió una carcajada y varios insultos. Suspiró de nuevo y se levantó, estirándose. No iba a insistir en un almacén mal iluminado en mitad de ninguna parte.

-Vamos a llevarlos con nosotros. El objetivo ha logrado lo que venía a hacer, así que nuestro trabajo ha terminado. Que lidien con ellos los de arriba. Si puedes llevar al inconsciente y al otro, yo puedo tirar de los otros dos.

Trasteó un poco con las cuerdas y sin aflojarlas logró dejar una especie de correa al líder y al tercer secuaz. Sonriendo, volvió a agarrar la espada y les dio unos golpecitos para que se levantaran.

-Venga, arriba. No es un camino largo, pero mejor ir yendo. Primero mi compañero y luego vosotros. No os preocupéis,.- añadió con una dulce sonrisa.- Me tendréis a vuestra espalda en todo momento.

Recibió la orden de su compañera y como era de esperar, acató las ordenes sin dudarlo, con los criminales atados por las manos y pies cual pollo al "as". Agarró a cada uno por una pierna y empezó a tirar de ellos, la verdad, es que eran pesados, pero con paso firme y una posición que mostraba "esfuerzo" empezó a tirar de ellos, siendo un poco "tiquismiquis" la verdad es que habían mejores formas de llevarlos, un carro de mercancías de fuera, estaban cerca de puerto habían muchos... Una carreta de las tiradas por caballos, estas no habían muchas pero si había una un tanto antigua, maltratada por las inclemencias del tiempo pero funcional... No, decidió arrastrarlos, ¿Cual era el problema? Pues que el suelo rascaba, estaba sucio, una de las cabezas estaba pillando todos los baches... Sí, el que escupió, ese al final no sobrevive, tantos traumatismos al final lo dejamos pajarito...

Matt tardó lo suyo, costaba un montón arrastrarlos por todo el trayecto, pero una vez Julianna le dijera donde dejarlo exactamente los soltaría y esperaría más ordenes, de haber finalizado la misión, simplemente volvería al barco, pero claro, necesitaba soltar la frase correcta después de cada misión -Gracias, por compartir, misión, con éxito, gracias por su, trabajo, gracias por trabajar, con, con, con, con, miiiiiiiigo, espero, la gratificación haya, sido mutua, tengo entendido, que después de una, misión, lo mejor es, que que que que que que, los agentes compañeros, se vayan a celebrar, victoria. Pero en mi, caso, no ser lo más correcto, yo no poder, beber, comer, nadar, bailar, coser, cagar, miccionar, por lo que, no ser buena, idea, compartir, alcohol, comida, refrescos, sueros, pica pica, entrantes, primeros, segundos, terceros, postre, por lo que, me retiraré, hasta la siguiente misión. Buen trabajo agente Julianna, espero que, volvamos a trabajar, juntos, no mueras, en ninguna, misión inutilmente...- Bueno, quizás no era la manera correcta de decir las cosas, pero original era, tenía frase prediseñada para estos casos pero decidió construirla...

"Orgulloso" por decirlo de alguna forma de completar su misión y agradecer con gran elocuencia y fluidez a su compañera, se retira del lugar de entrega de sus objetivos directo al barco para la siguiente misión, bueno, su mantenimiento posterior a la misión y una nueva, no podría decirse que estuviera ilusionado pues supuestamente está privado de ellas, pero algo le motivaba para descubrir quien sería su próximo objetivo y su próximo compañero si lo tuviera, estaba conociendo a gente muy interesante ultimamente