¿Quien tiene la llave? [Pasado]

La joven morena no entendía por qué había un destacamento de los marines en una isla de facción independiente, pero imaginaba que era simple mala suerte, habrían reabastecido, tendrían un aviso, o hasta podría ser una visita cordial para temas políticos, no lo sabía, le daba igual, lo malo fue encontrarse al pelotón entero. Tanto al chico al que le falta un par de litros de red-bull y ochocientas tazas de café como a la hija de familia herrera los habían metido en el calabozo del barco, en la zona que antaño parecía un almacén pero que habían adecuado para la retención de criminales, con las manos atadas. La muchacha observó a su alrededor, no había nadie más, eran los únicos, cosa que le molestó pues en esa pelea habían más piratas. Observó entre los barrotes, los habían dejado solos. Un simple marine estaba de guardia sentado en una pequeña mesa a los pies de la escalera, simplemente para salir por la escalera había que pasar por encima de este -Si aceptas un consejo, transformarte delante de los marines no ayuda. En seguida han sabido como inutilizar tus habilidads, es mejor que las escondas hasta que no puedas evitarlo de ninguna manera...- Comentó mientras observaba al muchacho -¿Quien es ocho?- Preguntó curiosa pero sin estarse quieta, parecía observarlo todo. Sobre sus cabezas y por debajo del techo, había un "ojo de buey" la típica ventana de barco, Hikari saltó y se agarró a esta para ver lo que hay fuera, se podría decir que ya tenía un plan...

Se acercó al muchacho y le susurró -Es mucho mejor pasar desapercibido y parecer débil y sumiso, que aparentar poder y obligarles a ir con todas sus fuerzas contra ti- Tras el susurro, se dirigió hacia los barrotes -El hierro está oxidado, con un poco de palanca podríamos descuadrar el portón entero, pero haría ruido, mejor algo más silencioso... Sígueme el royo y no hagas nada...- Comentó, después se abrió un poco la vestimenta por el pecho, como mostrando algo de canalillo observó al muchacho y se sonrojó -¡Sigueme el royo pero no mires!- Agregó en voz baja... De pronto la obra de teatro empezó

Se apoyó de forma brusca contra los barrotes y se dejó caer hasta sentarse, luego gritó -¡Ahh! ¡¡Eres un pervertido!! ¡¡Socorro, se quiere aprovechar de mi!!- Tras los gritos, el hombre encargado del calabozo se levantó y corrió hacia ellos -¡Que diablos pasa!- Preguntó alarmado, Hikari se tapó torpemente el pecho y señaló a Sora -Me a cogido de la ropa por el pecho y a metido su cabeza en mis...- Aparta la cara como ofendida, un poco sobre actuada -Por favor, es un criminal peligroso, yo solo la chica en apuros, cambiemé de celda antes de que me haga algo que... Dios, no puedo ni pensarlo..- Dijo bastante sobre actuada y llevando su mano derecha a su frente..

Sora escuchaba los susurros de la chica, esta formulaba un plan constantemente y cambiaba de idea muy rápido. Pero al parecer había encontrado el plan perfecto. Tras abrirse un poco su vestimenta en el área del pecho miró a Sora y se sonrojó un momento, luego de esto el espectáculo había comenzado.

Gritó que Sora era un pervertido que intentaba aprovecharse del encierro para tocarla y quien sabe que otras cosas hacerle. Sora no sabía cómo actuar ante este plan que parecía absurdo a su vista, al percatarse que el marine que hacía guardia venía este puso su cara más extraña para aparentar ser un pervertido.

El marine entro a la celda y golpeó a Sora cerca de la frente haciendo que este por las pocas fuerzas que tenía debido al kairoseki, se derrumbara, sin objetar nada. Sabía que para completar el plan debía simplemente aceptar todo, de lo contrario podría arruinar todo y no vería Ocho nuevamente. El marine se quedó hablando con la chica fuera de la celda, al parecer para cambiarla, por otro lado, Sora se quedaba bocabajo tras el golpe, con una pequeña herida en su frente que goteaba lentamente un poco de sangre.

"Espero que esté plan funcione, porque de lo contrario, mataré a todos los marines aquí presentes" Los pensamientos de ira se paseaban por la cabeza de Sora, sin embargo, este dejó de desconfiar en la chica, comenzó a creer que en verdad está también lo sacaría a el de este enredo que ambos causaron.

Sabe que en los lugares donde se encuentra la marina, hacer un desorden público es un delito y destruir propiedad privada también, dos delitos de los cuales lamentablemente no se salvará fácilmente, por lo que probablemente quede con una ficha de manera permanente para todos los demás marines. Aunque habiendo tantos maliantes y piratas, porque tendrían que ir por los que menos daños provocan. Dejando en claro que la marina es una institución débil que se autoproclama "Proveedora de la Justicia" aunque está no es la forma correcta.

Dejaron escapar a los demás piratas y solo nos trajeron a nosotros. Sora pensaba que estos querían asesinarlo para quedarse con su fruta. Aunque estaba impaciente, no lo demostraba para no arruinar el plan. Sus movimientos lentos le permitieron ponerse nuevamente en posición recta aunque con aquellos malditos grilletes todo era más estúpidamente difícil.

El plan iba bien, el marine entró, cosa que a decir verdad Hikari no esperaba, pero era mejor que cogerle del cuello de la camisa tras los barrotes y arrearle un buen tirón para estampar su cabeza de chorlito contra el hierro en forma de barrote, luego el marine "compasivo" y con sus ojos puestos en su pechonalidad... Sí, no lo he escrito mal, sacó a la muchacha de la celda del perezoso hasta una más cerca de donde estaba él, -No se como agradecerte... Que me salvaras...- Comenta tonteando claramente, poniendo voz más tierna y después de apartarse el mechón del pelo, llevando sus manos a su espalda -Es mi trabajo sabes... Soy un buen marine, salvo a damiselas en apuros...- En ese momento el marine se puso delante de la herrera, mostrando su espalda a esta pues tenía que abrir la puerta de la celda nueva.

Detalle extra, comentario del narrador: Tengo que hacer énfasis en una cosa que nadie parece haberse dado cuenta, ¿Nadie ha visto nada extraño? ¿Tú sí? ¡Eso es! El de la fila doce, butaca dieciséis, ese espectador de nuestra grandiosa y esplendida obra se ha dado cuenta de un detalle ínfimo ¿Como pudo quitarse el mechón del pelo y llevarse las manos a la espalda como si nada, si estaba maniatada? Así me gusta, que haya gente atenta... Ni siquiera hay rastro de la cuerda... Bueno, volvamos al rol...

De pronto en habitáculo de las celdas, osea a los oídos de Sora llegarían las siguientes frases y sus pertinentes ruidos... -¡¿De donde has sacado eso?!- Después un ruido hueco y lo que parecía el sonido de un cuerpo cayendo redondo al suelo. Después, se escuchó un sonido que no se podría describir, simplemente fue el ruido de una pinza haciendo gran fuerza y luego algo triturandose... Pocos segundos después aparece Hikari frente a los barrotes de Sora con las llaves dando vueltas en el dedo indice -Sabes que eres muy confiado, podría haberme largado y dejarte aquí con el marrón...- Dijo hasta con una sonrisita, cosa extraña en ella que siempre está o enfadada o triste últimamente. Abrió la celda y se acercó al muchacho donde empezó a probar llaves para quitarle las esposas. -He visto una armería, supongo que nuestras armas están en ese armario, por suerte, no tiene candado...- Comentó sin mirar a los ojos al chico, simplemente las esposas... -Saldremos de aquí sin hacer ruido, no se si te puedo quitar las esposas por lo que intentaremos ser sigilosos, nada de monstruos...- Pensaba que salir lentamente con el chico no sería un gran problema, a unas malas, lo cargaría a su espalda...

Spoiler de la historia:

La chica actuó sumamente rápido. Pues Sora escuchó un sonido que es claramente el de un cuerpo cayendo al piso. "Esta chica en verdad está loca" Pensó.

Tras ese sonido y unos cuantos pasos la chica se encontraba en la celda junto con Sora, ayudándole para quitarle aquellas esposas de Kairoseki que lo impedían sus movimientos de manera "Natural" si se le puede llamar así, a la lentitud con la que Sora actúa en su forma humana. Sora escuchó como la chica le ¿reclamo? por ser muy confiado pero este solamente la miró mientras está seguía sumida en su misión de quitarle las esposas. — No   ten...go   por...que    des... con...fi...ar  de qui...en   se   a...rri...es...gó  por  mi. — Al fin había sido liberado de ese martirio y de disponían a llegar a la armería.

Pasaron justo frente al cuerpo ¿desmayado? de aquel marine, la verdad es que ganas no le faltaron a Sora para acercarse y golpear al marine por aquel golpe que le había dado, sin embargo lo que quería justo ahora era salir de allí, no quería encontrarse con más Marines, ya que eso sería un problema mucho mayor. Los pasos de ambos eran lentos e imperceptibles al oído.  Justo cuando se disponían a cambiar de habitación un marine se acercó a lo que Sora reaccionó dándole un puñetazo que lo dejo noqueado, tras eso pudo colocarlo lentamente en el piso y siguieron su camino.

Continuaron su camino hasta llegar a la armería, esta realmente tenía una variedad en armas, Espadas, Lanzas, Martillos, Hachas, Pistolas, Rifles. en realidad era un excelente arsenal para una base provisional.  Nadie se encontraba protegiendo aquel sitio. Muy descuidados de su parte, buscaba entre las cosas su Estoque, y de repente vio un martillo hermoso, era prácticamente del tamaño del Sora, pero este quería tomarlo de igual forma, así que con un poco de esfuerzo lo ató a su espalda. El chico no era para nada débil, esta arma no le hacía ningún tipo de daño ya que su resistencia y fuerza no eran mínimas, este tenía un cuerpo delgado pero ha entrenado lo suficientemente para que esto no sea un problema. — To...ma...ré  es...to   pres...ta...do — Le comentó a la chica quien buscaba su espada.

Sora se disponía salir del lugar ya que tenía su estoque y además llevaba un regalo consigo, solamente esperaba la señal de Hikari para entonces salir del lugar, todo fluía sumamente bien, pero debían ser más rápidos ya que tarde o temprano alguien bajaría al calabozo y podía darse cuenta de lo que sucedió.

Llegar a la armería fue fácil, solo se interpuso un marine pero cayó rápido, cuando abrieron dicho portón la herrera observó todo aquél arsenal, le supo mal estar con Sora, aún que no le sorprendería mucho ver a otra usuaria, era reacia a mostrar sus habilidades, por lo que las ansias de devorar todas esas armas quedarían renegadas a un simple deseo no cumplido. "En otra ocasión pensó". Sorprendida por ver que el muchacho agarraba un buen martillo le imitó, agarró su espada y se la ató a la cintura, no cogió nada más, no había nada que le interesara desmedidamente.

-Espera aquí- Solicitó la muchacha, se acercó a la puerta de salida y echó un vistazo rápido para ver si habían marines patrullando en cubierta, y como ella esperaba, habían bastantes, la mitad de los que les arrestaron, lo que quería decir que habían unos cuantos desaparecidos... Cerró la puerta -Por aquí no, te espero en nuestra celda- Dijo sin dar explicación alguna y aprovechando que el muchacho era bastante lento, ella se dio más prisa.

Al llegar a la pequeña celda donde habían estado los dos encerrados y por donde había observado tras la ventana una posible vía de escape, no dudó ni un segundo. Aún que pudiera dar un duro golpe y romper la pared todos quedarían en alerta, pero no haría tanto ruido si pegaba cuatro bocados a la pared. La muchacha esperando haberle sacado ventaja a Sora, abrió su boca de forma desmedida y de un bocado se llevó la pared entera, solo tubo que masticarla para crear una ruta de escape, espero unos segundos para haber si escuchaba gritos de algún marine con buen oído pero no parecía haberlo -¡Vamos Sora!- Grito en voz baja (irónicamente)

Ahora la cosa sería pura suerte, saltarían al muelle e intentarían escapar isla hacia dentro, solo cabía esperar que los dados de la fortuna les llevasen por caminos que no hubiera ni un solo marine que los pudiera reconocer.. El plan ya lo tenía en mente en cuanto se vio arrestada, era más factible salir de esta situación que de la emboscada, siempre y cuando no usaran esposas de Kairoseki en ella, pero no dio ningún motivo para que tuvieran que usar dicho material en sus manos

¨¿Volver a nuestra celda?¨ Sora pensó confundido, pero no objetó nada, se dispuso a caminar a la velocidad que podía sin embargo Hikari se adelantó, es rapida, o mas bien, puede caminar a la velocidad normal, sora apenas podía moverse a una velocidad máxima de 2.4 km/h cuando un humano normal se puede mover a la velocidad de 5 km/h. Poco menos de la mitad de la velocidad promedio.

Tras haber llegado a la celda con mucho cuidado, se percató que simplemente desapareció una parte de la celda, literalmente faltaba una parte de la pared. Sora se quedó sorprendido, ha visto muchas cosas en su viaje, como Una Zorra que puede transformarse en una esfinge y parecer una humana entre otras muchas cosas mas pero esto, era algo que no había visto, no hubo ruido alguno, simplemente todo desapareció. Al acercarse lo suficiente Hikari ordenó que se vayan y Sora no objetó. Tras saltar al muelle hubo un sonido que alertó rápidamente a Sora. -Peré Peré Peré- En ese momento el den den mushi de Sora comenzó a sonar, su piel se puso pálida, temía que quien estuviera tras esa llamada no sea quien él espera.

—Oe oe, Sorachi, ¿Por que no has vuelto al barco? ya tengo hambre — La dulce voz de una niña se escuchó proveniente de aquel aparato de comunicación.

— Ocho, Pron...to   es...ta...ré   en   el  bar...co, so...lo   no    sal...gas— Tras escuchar la voz de la chiquilla Sora sintió un gran alivio, sabe que si la marina llega a capturar a Ocho la volverian atrapar, ya que esta era parte de un experimento del gobierno y Sora la rescató hace más de 10 meses.

El joven skypiean estaba dispuesto a salir de aquella isla sin dar más problemas,  pues la verdad es que el Ocho estando sola en el barco, en una ciudad donde hay marines, no es la mejor de las situaciones, la preocupación llenaban su mente mientras corría junto a Hikari evitando cualquier encuentro con los marines, la seguía, pues esta tenia una velocidad de reacción mucho mas rapida que la suya.  Y pensar que todo esto comenzó por beber un vaso de zumo, es irónico. Sora volteó un segundo y pudo ver como desde el agujero de la celda algunos marines los veían escapar.

— Hi...ka...ri,   la    cel...da— Mencionó el pirata para que su compañera pudiera percatarse de lo que estaba ocurriendo detrás de ellos.

El den den mushi sonó y el hombre contestó ¿Su hija? pensó Hikari, le pareció entrañable, adorable alguien tan destructivo podría ser dulce, la muchacha sonrió hasta que el joven llamó su atención ¿Que pasaba detrás? Cuando giró su cuello para que sus orbes oculares observaran, pudo darse cuenta que habían sido descubiertos... Maldijo por lo bajo lo poco que duró su felicidad -¡Vamos!- Gritó al ver a los marines, observó a su compañero de celda y le agarró por la mano pero no salió corriendo, se quedo ahí pensativa, podía arrastrarle para ayudarlo pero si tropezaba eso les haría ir más lentos todavía por lo que... -¿Cuanto orgullo tienes como hombre para que una mujer te lleve en brazos?- Ni por asomo haría esa proposición a cualquier hombre, pero la situación demandaba no andarse con tonterías y por otro lado este hombre dinosaurio le producía más ternura que sentimientos confusos, lo veía como su hermano pequeño... Sí significaba que débil y necesitado de protección aún que claramente no cuando es un gran bicho endemoniado...

Esperó la respuesta del muchacho, si no le importaba, se lo pondría a la espalda y saldrían corriendo, suponía y solo suponía que podría con el peso del chaval, no parecía pesar demasiado y ella era más fuerte de lo que podrían esperar a simple vista, golpear el hierro candente y practicar esgrima le hacía unos buenos músculos... Por otra parte, que se hayan dado cuenta de su fuga significaba que sus cabezas podrían aparecer en el cartel de "se busca" muy pronto... Eso complicaba mucho sus labores de investigación

—¿Para que una mujer me lleve en brazos? — Sora pensó por un breve momento — Creo que eso no es ningun problema— Momentos despues la chica ayudó a Sora para que este subiera a su espalda, era evidente, era mucho mas rapida que el joven pirata. Corrió lo mas posible mientras los marines enojados salian del navio, pero para cuando eso sucediera ya deberian estar lo suficientemente lejos.

Habian entrado en un callejón no demasiado lejos, en donde Sora pudo bajar de la espalda de la chica, no habia forma de que los encontraran tan rapido, ya que estos llevaban una ventaja considerable en distancia. — Señorita, tiene mas fuerza de lo que pude pensar, ha tenido que entrenar bastante para poder llevarme en su espalda sin problema. — Sora intentaba halagar a la chica aunque no era el mejor momento evidentemente. — Hay que salir de este lugar, si llegamos a mi barco podemos escapar de la isla sin dar mas problemas. — Sora comentó

—Aunque probablemente tengamos que pelear un poquito mas, porque estoy seguro que en unos minutos la plaza se llenará de marines y es por donde debemos pasar para llegar a mi barco — No es que Sora quisiera ser aguafiestas, es que el sentido comun no se puede obviar, los marines iran a la plaza ya que es el centro, para ir a cualquier parte es necesario pasar por ahí. En el extremo opuesto del callejón al cual entraron estaba una calle que llevaba directo hacia la plaza, no habia forma de llegar allí sin volar, o ir bajo tierra, pero a saber Dios como irse bajo tierra, no era algo de lo mas normal. — ¿Que tienes en mente para salir de aca? — Preguntó Sora mientras caminaba lentamente hacia el extremo opuesto en busca de una apertura para salir de alli.

Consiguieron por el momento salir victoriosos de la situación, el chaval no era muy pesado, la muchacha dio gracias al cielo de que al cargarlo, este no se transformara en un enorme bicho. Tras llegar al callejón se quedó sin ideas pero quizás, al comentar lo del barco le venía a la mente una pequeña estrategia -Lo tengo, haremos lo siguiente, tú irás a tu barco, yo los distraigo, para mi desaparecer no es problema, pero... Para alguien como tú, no te ofendas, lento y con la habilidad de "doctor jekyll y mister hyde" quizás sea más complicado. Montaré una distracción, cuando veas movimiento, ves a tu "máxima" velocidad al barco- No quería ser dañina con sus palabras, pero la verdad que hasta a mi me hacía dudar.

Si estaba de acuerdo y no se ponía en plan "yo macho sacrificar por hembra" como harían todos los palurdos príncipes de disney, Hikari saldría con cuidado hasta la parte de residencial. Su plan era sencillo, dejarse ver y... Fuego. Ella sabía que sola tenía muchas más probabilidades de salir victoriosa y luego una vez fugado Sora, le daría tiempo suficiente para avisar de su huida. Podrías pensar "Que traidora" pero con el tiempo necesario para que Sora huya más el fuego, le daría a ella la facilidad de moverse, unos marines en persecución y otros apagando un edificio eran bastantes marines

Y así fue, tras llegar a la zona residencial y colarse de una forma bastante "cómoda" como si lo hiciera todos los días, encendió el horno de leña cual cocina antigua, acumuló toda la ropa de la casa en la misma parte y solo dejó que los elementos hicieran su trabajo... Mierda, quizás tendría que haber avisado... Bueno, cuando el fuego estaba descontrolado fue la primera en gritar y ayudar a los vecinos a salir, era... Complicada pero no una asesina (De inocentes al menos)