Phineas Stark
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Nombre: Phineas Stark
Apodo: Viejo
Raza: Humano
Género: Masculino
Edad: 70
Facción: Cazador
Empleo: Cazador desconocido
Trasfondo: El anciano, antaño retirado y ahora en activo, nació en una época distinta.
El Gobierno mundial tenía menos problemas de los que ocuparse, o al menos problemas distintos, y el mundo parecía estar en calma a su extraña manera.
Siendo joven creció en una isla del West Blue, y se alistó en la marina con el espíritu de la juventud. Años más tarde, sin haber ascendido en el escalafón, fue desplegado junto a su pelotón y herido de gravedad. Ver la vida escaparse le hizo replantear su futuro, y a la edad de 28 años se retiró.
Aun convaleciente, se recuperaba poco a poco de sus lesiones en una pequeña clínica, se ganaba la vida como podía. Cayó rendido, enamorado, de una joven local. No tardó en desposarse, y tener dos preciosos bebes. Un hijo, y una hija.
Con el sueldo que tenían no llegaban a cubrir sus gastos, con lo que su querida esposa y él, decidieron mudarse y trabajar como personal doméstico en el hogar de una familia adinerada de la zona. Él como jardinero, y ella en la cocina.
Sus hijos crecieron. Tenía una vida feliz junto a su esposa y ese siempre fue su sueño. Mientras su hija se marchó a estudiar para ser una gran doctora, su hijo se quedó en la isla para convertirse en herrero.
A estas alturas el ya casi retirado jardinero no tenía mucho de lo que preocuparse. El trabajo se hacía más pesado, cierto, pero tampoco faltaba tanto para pasar el relevo. Descansar. Ver pasar el tiempo rodeado de familia, y las personas importantes en su vida. Disfrutar de pequeños momentos.
Y si esa vida era así, y estaba en ese momento dulce, ¿cómo termina el anciano siendo un cazador?
El destino tiene maneras muy curiosas de manifestarse. A veces la vida te empuja a tomar decisiones. A veces te pone a los pies algo que no puedes rechazar o, por el contrario, algo que no puedes aceptar.
Difícil aceptar que aquella noche tranquila en primavera los cañones rugieran como truenos. Difícil aceptar que los gritos se solaparan con ese mismo ruido. Difícil aceptar la sangre y el dolor. Pero todo eso es más fácil que aceptar la perdida de los tuyos ¿verdad?
La mansión estaba siendo asaltada, al igual que el resto del pueblo. Un corte vertical bastó para dar al anciano por muerto y seguir avanzando.
Con la visión borrosa y paso tembloroso, avanzaba el jardinero. Pero era tarde. Era demasiado tarde.
Así fue como dejó de ser jardinero, y volvió a un oficio similar al de su juventud. Tomó un rifle. No le costó arrebatárselo al cuerpo sin vida de su dueño. Cargó, el arma respondió con un chasquido metálico y familiar a sus cansados oídos. Apuntó, entrecerrando sus ojos y arrugando aún más el rostro. Y recordando de manera inconsciente cada detalle, cada tiro y cada diana en su haber, disparó.
Me gustaría decir que aquella noche de primavera el anciano se convirtió en un héroe, o que simplemente pudo vengar a su familia, pero es algo que no sé.
Lo que si sé es que a la mañana siguiente los cuerpos se agolpaban, los incendios se apagaban y los rescoldos humeaban. Los piratas se habían ido, y todo el pueblo lloraba a los suyos.
Allí, frente a tres cuerpos tapados con sábanas blancas, un anciano lloraba.
Los rumores sólo confirmaban sus sospechas. Una banda de piratas pasaba por la zona y decidió para a saquear el lugar. Las fuerzas podían haber estado igualadas, de no ser por los extraños poderes que exhibían algunos de esos piratas.
Ya había oído hablar de las akuma no mi siendo soldado, pero nunca reparó en el daño que estas harían al mundo de caer en malas manos.
A pesar del dolor, el entierro fue rápido y la despedida amarga. Tan sólo paseó por la herrería desvalijada, dónde recuperó una espada a medio afilar. Se hizo con algunas provisiones y munición, y partió. En el pueblo nadie supo más de él.
Han pasado algunos años desde entonces. Quién sabe lo que pasa ahora por la cabeza del anciano.
Personalidad:
Aunque siempre mostró un carácter dulce y amigable, no parece que haga gala del mismo comportamiento. A veces callado y pensativo, mostrando una sonrisa de cortesía. A veces simplemente amargado y cascarrabias, lanzando insultos, velados o no, a quién tenga la suerte de escucharlo.
Se muestra desconfiado y lo dice abiertamente. No tiene demasiados tapujos y tampoco pelos en la lengua para decir lo que piensa.
Le da igual estar sólo, o acompañado. Le da igual si es un hombre pez, una sirena, o un gigantón.
Tiene un sentido marcado de lo que considera justicia, acompañado de unas ideas firmes respecto a la piratería, causante de tanos males, y respecto a las fuerzas del orden, incapaces de mantenerlo.
Por lo demás le importan 3 pepinos lo que piense el gobierno de este, o aquel lugar. Le importan cuatro pepinos lo que digan Fulano o Mengano. Tan sólo busca cazar a lo que él llama criminales, y cobrar por ello el dinero que las fuerzas del orden desperdiciarían.
Su moral le impide dañar a inocentes siempre que no se interpongan en su camino. De la misma manera, no matará a un criminal por el mero hecho de serlo. Vivimos tiempos difíciles y todo el mundo merece una justicia digna, y una segunda oportunidad.
Pero afortunadamente esto sólo se aplica a las personas.
Os lo explicaré. Según el anciano en el mundo están las personas, y los que han hecho tratos con el demonio.
Su odio a los usuarios de estas frutas demoníacas ya ha nublado su juicio en ocasiones anteriores, y puede que vuelva a hacerlo en el futuro.
Apariencia: Tiene una altura normal, común, en torno a 1,79 metros.
Rostro arrugado, marcado por el paso del tiempo. Ojos, marrones, de un tono claro, que van acompañados de unas cejas espesas y alargadas del mismo color que su cabello. Una melena larga y de color blanco, más que cano, que ondea suelta. La perilla que luce con orgullo desde su juventud ya alcanza a cubrirle la garganta y tocar su pecho.
Sigue vistiendo sus botas de trabajo. Viejas como él, pero también confiables y domadas, son de cuero y caña alta.
Su pantalón verde, oscuro, con finas líneas verticales de verde pistacho, y que acaban en un cinturón de cuero negro que lo sostiene. Una camisa blanca amarilleada, aunque quizá fuera su color, y un chaleco abotonado de color oscuro. Cubriéndolo todo, una gabardina amplia abierta, que vuela con sus movimientos, y de color verde oscuro.
Un cinturón adaptado para la funda de su espada, único recuerdo de su hijo y quizá junto a su escopeta, su posesión más preciada.
Fortalezas: 42 puntos
Disciplinado [F] Puntos: 2. Posees el don de la disciplina. Sabes obedecer órdenes y no tienes problemas para seguir rigurosos entrenamientos. Normalmente, mientras no haya nada que te lo impida, terminas lo que te propones.
Saber cocinar [E] Puntos:10. Sabes cocinar bien. Esto significa que eres capaz de seguir un libro de recetas y preparar comidas con buen sabor.
Ambidiestro [E] Puntos: 10. No tienes tal cosa como una mano mala. Tus dos manos son hábiles de igual manera.
Sentido agudo (olfato) [D] Puntos 20. Puede que sea tu vista, tu olfato o tu oído, pero va notablemente más allá de lo común sin que esto te repercuta negativamente.
Voluntad de hierro B Puntos: Talentoso. Eres tozudo. Cuando estás decidido a algo es muy complicado hacerte cambiar de postura.
Debilidades: 132 puntos
Anodino [F] Puntos: 2. Tienes una cara extremadamente común, lo que hace que tengas problemas a la hora de causar una impresión profunda en la gente.
Tiquismiquis [E] Puntos: 10. Tienes unos gustos muy específicos en cuanto a lo que comes y te cuesta mucho salir de tu zona de confort. Debe ser de un color concreto, o estar cortado de cierta manera, para que tu paladar lo juzgue adecuado.
Pesadillas [C] Puntos: defecto racial. Te atrapan casi todas las noches, hacen que te cueste dormir y que te despiertes cansado. Necesitas más tiempo en la cama para recuperarte de un esfuerzo que otra gente.
Independiente [D] Puntos: 20. Por personalidad o convencimiento, no te gusta trabajar en equipo y eres terriblemente efectivo a la hora de comunicarlo. Constantemente.
Laguna de conocimiento (historia) [D] Puntos: 20. Hay un área de conocimiento normalmente común como geografía o historia que por algún motivo es completamente desconocida para ti.
Lento aprendizaje [A] Puntos: 80. Te cuesta aprender, sin más. Necesitas hacer las cosas dos veces, asegurarte de que las entiendes bien y tomarte tu tiempo a la hora de llevarlas a cabo. Te cuesta el doble de tiempo entrenar técnicas.
Saberes:
-Naturaleza (intelecto 4)
-Caza (50 puntos)
-Haki (50 puntos)
Estilo de lucha:
Adiestrado en su juventud como soldado, Phineas se siente cómodo con un arma en la mano con la que pueda disparar, valiéndose de su escopeta para ello. Alcance no muy largo, pero buena potencia.
Para peleas de proximidad usa la katana, para asestar cortes rápidos basados en el estudio de esgrima tradicional.
Aspira a poder utilizar ambas armas de manera fluida, siendo ahora difícil pero no imposible.
Armas:
Katana tradicional con acabados en negro, y una saya en un rojo vivo.
Escopeta: Fusil con acción de palanca que usa cartuchera de revolver.
Fuerza: 4
Fortaleza: 4
Velocidad: 4
Agilidad: 4
Destreza: 7
Precisión: 4
Agudeza: 5
Intelecto: 5
Instinto: 6 (4+2 por raza)
Pertenencias:
Katana artesanal (elaborada por su hijo)
Escopeta
Ropa
Mochila (cantimplora, yesca y pedernal, cuerda, sartén y cuchillo)[/b]
Apodo: Viejo
Raza: Humano
Género: Masculino
Edad: 70
Facción: Cazador
Empleo: Cazador desconocido
Trasfondo: El anciano, antaño retirado y ahora en activo, nació en una época distinta.
El Gobierno mundial tenía menos problemas de los que ocuparse, o al menos problemas distintos, y el mundo parecía estar en calma a su extraña manera.
Siendo joven creció en una isla del West Blue, y se alistó en la marina con el espíritu de la juventud. Años más tarde, sin haber ascendido en el escalafón, fue desplegado junto a su pelotón y herido de gravedad. Ver la vida escaparse le hizo replantear su futuro, y a la edad de 28 años se retiró.
Aun convaleciente, se recuperaba poco a poco de sus lesiones en una pequeña clínica, se ganaba la vida como podía. Cayó rendido, enamorado, de una joven local. No tardó en desposarse, y tener dos preciosos bebes. Un hijo, y una hija.
Con el sueldo que tenían no llegaban a cubrir sus gastos, con lo que su querida esposa y él, decidieron mudarse y trabajar como personal doméstico en el hogar de una familia adinerada de la zona. Él como jardinero, y ella en la cocina.
Sus hijos crecieron. Tenía una vida feliz junto a su esposa y ese siempre fue su sueño. Mientras su hija se marchó a estudiar para ser una gran doctora, su hijo se quedó en la isla para convertirse en herrero.
A estas alturas el ya casi retirado jardinero no tenía mucho de lo que preocuparse. El trabajo se hacía más pesado, cierto, pero tampoco faltaba tanto para pasar el relevo. Descansar. Ver pasar el tiempo rodeado de familia, y las personas importantes en su vida. Disfrutar de pequeños momentos.
Y si esa vida era así, y estaba en ese momento dulce, ¿cómo termina el anciano siendo un cazador?
El destino tiene maneras muy curiosas de manifestarse. A veces la vida te empuja a tomar decisiones. A veces te pone a los pies algo que no puedes rechazar o, por el contrario, algo que no puedes aceptar.
Difícil aceptar que aquella noche tranquila en primavera los cañones rugieran como truenos. Difícil aceptar que los gritos se solaparan con ese mismo ruido. Difícil aceptar la sangre y el dolor. Pero todo eso es más fácil que aceptar la perdida de los tuyos ¿verdad?
La mansión estaba siendo asaltada, al igual que el resto del pueblo. Un corte vertical bastó para dar al anciano por muerto y seguir avanzando.
Con la visión borrosa y paso tembloroso, avanzaba el jardinero. Pero era tarde. Era demasiado tarde.
Así fue como dejó de ser jardinero, y volvió a un oficio similar al de su juventud. Tomó un rifle. No le costó arrebatárselo al cuerpo sin vida de su dueño. Cargó, el arma respondió con un chasquido metálico y familiar a sus cansados oídos. Apuntó, entrecerrando sus ojos y arrugando aún más el rostro. Y recordando de manera inconsciente cada detalle, cada tiro y cada diana en su haber, disparó.
Me gustaría decir que aquella noche de primavera el anciano se convirtió en un héroe, o que simplemente pudo vengar a su familia, pero es algo que no sé.
Lo que si sé es que a la mañana siguiente los cuerpos se agolpaban, los incendios se apagaban y los rescoldos humeaban. Los piratas se habían ido, y todo el pueblo lloraba a los suyos.
Allí, frente a tres cuerpos tapados con sábanas blancas, un anciano lloraba.
Los rumores sólo confirmaban sus sospechas. Una banda de piratas pasaba por la zona y decidió para a saquear el lugar. Las fuerzas podían haber estado igualadas, de no ser por los extraños poderes que exhibían algunos de esos piratas.
Ya había oído hablar de las akuma no mi siendo soldado, pero nunca reparó en el daño que estas harían al mundo de caer en malas manos.
A pesar del dolor, el entierro fue rápido y la despedida amarga. Tan sólo paseó por la herrería desvalijada, dónde recuperó una espada a medio afilar. Se hizo con algunas provisiones y munición, y partió. En el pueblo nadie supo más de él.
Han pasado algunos años desde entonces. Quién sabe lo que pasa ahora por la cabeza del anciano.
Personalidad:
Aunque siempre mostró un carácter dulce y amigable, no parece que haga gala del mismo comportamiento. A veces callado y pensativo, mostrando una sonrisa de cortesía. A veces simplemente amargado y cascarrabias, lanzando insultos, velados o no, a quién tenga la suerte de escucharlo.
Se muestra desconfiado y lo dice abiertamente. No tiene demasiados tapujos y tampoco pelos en la lengua para decir lo que piensa.
Le da igual estar sólo, o acompañado. Le da igual si es un hombre pez, una sirena, o un gigantón.
Tiene un sentido marcado de lo que considera justicia, acompañado de unas ideas firmes respecto a la piratería, causante de tanos males, y respecto a las fuerzas del orden, incapaces de mantenerlo.
Por lo demás le importan 3 pepinos lo que piense el gobierno de este, o aquel lugar. Le importan cuatro pepinos lo que digan Fulano o Mengano. Tan sólo busca cazar a lo que él llama criminales, y cobrar por ello el dinero que las fuerzas del orden desperdiciarían.
Su moral le impide dañar a inocentes siempre que no se interpongan en su camino. De la misma manera, no matará a un criminal por el mero hecho de serlo. Vivimos tiempos difíciles y todo el mundo merece una justicia digna, y una segunda oportunidad.
Pero afortunadamente esto sólo se aplica a las personas.
Os lo explicaré. Según el anciano en el mundo están las personas, y los que han hecho tratos con el demonio.
Su odio a los usuarios de estas frutas demoníacas ya ha nublado su juicio en ocasiones anteriores, y puede que vuelva a hacerlo en el futuro.
Apariencia: Tiene una altura normal, común, en torno a 1,79 metros.
Rostro arrugado, marcado por el paso del tiempo. Ojos, marrones, de un tono claro, que van acompañados de unas cejas espesas y alargadas del mismo color que su cabello. Una melena larga y de color blanco, más que cano, que ondea suelta. La perilla que luce con orgullo desde su juventud ya alcanza a cubrirle la garganta y tocar su pecho.
Sigue vistiendo sus botas de trabajo. Viejas como él, pero también confiables y domadas, son de cuero y caña alta.
Su pantalón verde, oscuro, con finas líneas verticales de verde pistacho, y que acaban en un cinturón de cuero negro que lo sostiene. Una camisa blanca amarilleada, aunque quizá fuera su color, y un chaleco abotonado de color oscuro. Cubriéndolo todo, una gabardina amplia abierta, que vuela con sus movimientos, y de color verde oscuro.
Un cinturón adaptado para la funda de su espada, único recuerdo de su hijo y quizá junto a su escopeta, su posesión más preciada.
- imágenes:
Fortalezas: 42 puntos
Disciplinado [F] Puntos: 2. Posees el don de la disciplina. Sabes obedecer órdenes y no tienes problemas para seguir rigurosos entrenamientos. Normalmente, mientras no haya nada que te lo impida, terminas lo que te propones.
Saber cocinar [E] Puntos:10. Sabes cocinar bien. Esto significa que eres capaz de seguir un libro de recetas y preparar comidas con buen sabor.
Ambidiestro [E] Puntos: 10. No tienes tal cosa como una mano mala. Tus dos manos son hábiles de igual manera.
Sentido agudo (olfato) [D] Puntos 20. Puede que sea tu vista, tu olfato o tu oído, pero va notablemente más allá de lo común sin que esto te repercuta negativamente.
Voluntad de hierro B Puntos: Talentoso. Eres tozudo. Cuando estás decidido a algo es muy complicado hacerte cambiar de postura.
Debilidades: 132 puntos
Anodino [F] Puntos: 2. Tienes una cara extremadamente común, lo que hace que tengas problemas a la hora de causar una impresión profunda en la gente.
Tiquismiquis [E] Puntos: 10. Tienes unos gustos muy específicos en cuanto a lo que comes y te cuesta mucho salir de tu zona de confort. Debe ser de un color concreto, o estar cortado de cierta manera, para que tu paladar lo juzgue adecuado.
Pesadillas [C] Puntos: defecto racial. Te atrapan casi todas las noches, hacen que te cueste dormir y que te despiertes cansado. Necesitas más tiempo en la cama para recuperarte de un esfuerzo que otra gente.
Independiente [D] Puntos: 20. Por personalidad o convencimiento, no te gusta trabajar en equipo y eres terriblemente efectivo a la hora de comunicarlo. Constantemente.
Laguna de conocimiento (historia) [D] Puntos: 20. Hay un área de conocimiento normalmente común como geografía o historia que por algún motivo es completamente desconocida para ti.
Lento aprendizaje [A] Puntos: 80. Te cuesta aprender, sin más. Necesitas hacer las cosas dos veces, asegurarte de que las entiendes bien y tomarte tu tiempo a la hora de llevarlas a cabo. Te cuesta el doble de tiempo entrenar técnicas.
Saberes:
-Naturaleza (intelecto 4)
-Caza (50 puntos)
-Haki (50 puntos)
Estilo de lucha:
Adiestrado en su juventud como soldado, Phineas se siente cómodo con un arma en la mano con la que pueda disparar, valiéndose de su escopeta para ello. Alcance no muy largo, pero buena potencia.
Para peleas de proximidad usa la katana, para asestar cortes rápidos basados en el estudio de esgrima tradicional.
Aspira a poder utilizar ambas armas de manera fluida, siendo ahora difícil pero no imposible.
Armas:
Katana tradicional con acabados en negro, y una saya en un rojo vivo.
Escopeta: Fusil con acción de palanca que usa cartuchera de revolver.
Fuerza: 4
Fortaleza: 4
Velocidad: 4
Agilidad: 4
Destreza: 7
Precisión: 4
Agudeza: 5
Intelecto: 5
Instinto: 6 (4+2 por raza)
Pertenencias:
Katana artesanal (elaborada por su hijo)
Escopeta
Ropa
Mochila (cantimplora, yesca y pedernal, cuerda, sartén y cuchillo)[/b]
¡Buenas! Solo comentarte que la debilidad racial (la que en la tabla está a la derecha de todo) sí otorga puntos de personaje para fortalezas y atributos. Por lo demás, ficha aceptada. Pasa por el censo y bienvenido a OPD
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