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Cada día que pasaba mas anhelaba encontrar esa fuerza sobrehumana para conseguir vencer a ese marine que me arrebato lo que para mí es lo más preciado en el mundo. Por más que lo pensaba el encuentro con mi padre me llevo a esta vida de venganza, lo cual me ha imposibilitado el continuar con mi antigua banda de revolucionarios y ahora navegar por todos los mares para poder entrenar hasta poder vencerle fácilmente. Mis pasos continuaban sin rumbo yendo de isla en isla para enfrentarme a los personajes más importantes de cada sitio y poder aprender de cada entorno sus ventajas y poder así desarrollarme mejor al estar en diferentes campos.
Ahora mismo me encuentro en ShellTown una ciudad base para muchos marines y donde me intente recuperar de las heridas y energías que descargue en una batalla hace una semana exacta. Si no mal recuerdo allí conocí a una chica bastante peculiar y flojucha además de dos hombres que me quisieron atacar, lo cual me obligo a pelear por culpa de Sert…
-“¿Cómo que por mi culpa? Si al menos no tuvieras la mollera tan floja no hubiera ocurrido.
Como decía. Mi gran compañía seguía tan cabreado como siempre y para colmo una voz femenina oigo en mi mente desde hace poco tiempo lo cual me da aun más miedo el pensar si ahora ya me estaré volviendo loco. Lo que más necesitaba en estos momentos era pasear y tomar algo de aire puro tras una semana de jeringuillas y dolores, de lo cual al menos saque algo bueno que fue la experiencia de aquel sitio. Me levante de mi actual posición que era una silla del hospital y empecé a salir de la zona buscando algo interesante mientras pasaba camuflado como he estado haciendo hasta ahora para que me pudieran atender……aunque para mi suerte conocía a la muchacha que me atendió pero eso ya es otro tema.
-A ver que se cuece por aquí…
Empecé a caminar por las calles con mi nueva mascara de gorrión, que realmente es la misma, pero posee ahora alrededor de los ojos unos diamantes incrustados para fortalecer que no se rompa tan fácilmente. Espero que en esta ciudad algo me entretenga y no sea tan peliagudo como en Orange Town…..espero que esto solo sea un simple paseo por el momento.
Ahora mismo me encuentro en ShellTown una ciudad base para muchos marines y donde me intente recuperar de las heridas y energías que descargue en una batalla hace una semana exacta. Si no mal recuerdo allí conocí a una chica bastante peculiar y flojucha además de dos hombres que me quisieron atacar, lo cual me obligo a pelear por culpa de Sert…
-“¿Cómo que por mi culpa? Si al menos no tuvieras la mollera tan floja no hubiera ocurrido.
Como decía. Mi gran compañía seguía tan cabreado como siempre y para colmo una voz femenina oigo en mi mente desde hace poco tiempo lo cual me da aun más miedo el pensar si ahora ya me estaré volviendo loco. Lo que más necesitaba en estos momentos era pasear y tomar algo de aire puro tras una semana de jeringuillas y dolores, de lo cual al menos saque algo bueno que fue la experiencia de aquel sitio. Me levante de mi actual posición que era una silla del hospital y empecé a salir de la zona buscando algo interesante mientras pasaba camuflado como he estado haciendo hasta ahora para que me pudieran atender……aunque para mi suerte conocía a la muchacha que me atendió pero eso ya es otro tema.
-A ver que se cuece por aquí…
Empecé a caminar por las calles con mi nueva mascara de gorrión, que realmente es la misma, pero posee ahora alrededor de los ojos unos diamantes incrustados para fortalecer que no se rompa tan fácilmente. Espero que en esta ciudad algo me entretenga y no sea tan peliagudo como en Orange Town…..espero que esto solo sea un simple paseo por el momento.
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~Una semana había pasado ya desde el incidente en Orange, el cual se extendió por toda la isla gracias a los espectadores curiosos que vieron lo sucedido hasta el momento en que el hombre-dragón los ahuyentó. Se contaron muchas y diferentes versiones de la historia, pero la más hablada decía de dos "demonios" que se enfrentaron, un demonio que parecía una criatura creada en el mismo infierno por su aspecto inusual, al tener dos cabezas y una cola de serpiente, esa criatura que escupía fuego desde sus fauces. El otro de los demonios era de aspecto semi-sombrío, parecía más humano, era peli-blanco pero cargaba con el una pesadisima espada. Aquel enfrentamiento fue detenido con el sacrificio de un "ángel" que finalmente fue custodiada por un dragón, se dice que ese "ángel" murió, pues nadie vió el desenlace de la pelea, más que Emily, la doctora, el pirata y los marines. Afortunadamente, aquel "ángel" no murió, y en referencia a la historia, era yo.
Desde que la farmaceutica me aplicó primeros auxilios, fuí rescatada por Marines y trasladada a la isla de Shell Town en calidad de urgencia y con estado de salud "delicado". Durante el trayecto fuí internada para una transfusión de sangre y aplicación de sueros, incluso se me había colocado una mascarilla para administrar oxigeno a mi debilitado cuerpo. Al llegar a la isla y ser llevada en camilla al hospital, las personas miraban asustadas y sorprendidas, preguntándose que me había dejado en ese estado.
Durante mi estancia en el hospital, me dieron más atenciones, pues tenía hemorragias internas, no tan graves pero si contraproducentes, tres costillas rotas, el brazo derecho fracturado por la caída que me ocasionó el pirata, la pequeña herida en mi frente y moretones y raspones de menor grado en el resto del cuerpo, los médicos anunciaron que había sobrevivido de milagro y que habían hecho todo lo que estaba en sus manos por rescatarme. Fueron tres días de sueño profundo en los cuales no dí respuesta a nada, hasta que finalmente, a eso de las ocho de la mañana del cuarto día abrí los ojos por primera vez, cosa que alegró sobradamente a los médicos y enfermeras que estaban a cargo de mí. Asustada y confundida lo primero que expliqué fue que yo no podría pagar nada de eso, pero me tranquilizaron y avisaron que los gastos corrían por parte de la Marina por mi "heroico acto", que yo más bien consideré suicida al pensarlo con más cuidado.
No me levanté por dos días más, pero eso era muy cansado y aburrido, yo no podía estar quieta tanto tiempo, por lo que pedí un paseo por el pueblo, pero me fue negado, como mucho una enfermera podría acompañarme a la entrada del hospital. Resignada tuve que aceptar el trato. Para salir a la calle, la enfermera me ayudó a ponerme algo de ropa intima y sobre esta la tipica bata blanca de paciente de los hospitales, pero fue tardado pues tenía vendajes en todo el torso y el brazo derecho inmovilizado con otro vendaje, se me proporcionó un "cabestrillo", una tela amarrada a mi cuello que servía para mantener el brazo perfectamente doblado e inmóvil, por ultimo me dieron unas pantuflas y salimos.
Todos los médicos me saludaban con una amplia sonrisa y con un respeto que no entendía de nada, todo aquí me tenía muy confundida, quería saber el porque de tanta amabilidad pero no me atrevía a preguntar, quizás me estaban confundiendo con alguien más que estaba afiliado al Gobierno y era importante, y que por ello me dejaran todo gratis, eso es lo que yo pensaba y me mantenía con la boca cerrada. Bajamos por un ascensor hasta la recepción y salimos a la calle, tuve que entrecerrar un poco los ojos y tapármelos con la palma de mi mano, hace tiempo que no veía directamente la luz solar y hacerlo de golpe me lastimó un poco. Pero la calidez de esos rayos, mezclado con la sensación del viento acariciándome, casi mimandome me hizo sonreír de la enorme satisfacción que sentía.-Que agradable sensación.-Dije para mí misma, pero la enfermera pelirroja que me acompañaba no pudo evitar reírse con suavidad.
Desde que la farmaceutica me aplicó primeros auxilios, fuí rescatada por Marines y trasladada a la isla de Shell Town en calidad de urgencia y con estado de salud "delicado". Durante el trayecto fuí internada para una transfusión de sangre y aplicación de sueros, incluso se me había colocado una mascarilla para administrar oxigeno a mi debilitado cuerpo. Al llegar a la isla y ser llevada en camilla al hospital, las personas miraban asustadas y sorprendidas, preguntándose que me había dejado en ese estado.
Durante mi estancia en el hospital, me dieron más atenciones, pues tenía hemorragias internas, no tan graves pero si contraproducentes, tres costillas rotas, el brazo derecho fracturado por la caída que me ocasionó el pirata, la pequeña herida en mi frente y moretones y raspones de menor grado en el resto del cuerpo, los médicos anunciaron que había sobrevivido de milagro y que habían hecho todo lo que estaba en sus manos por rescatarme. Fueron tres días de sueño profundo en los cuales no dí respuesta a nada, hasta que finalmente, a eso de las ocho de la mañana del cuarto día abrí los ojos por primera vez, cosa que alegró sobradamente a los médicos y enfermeras que estaban a cargo de mí. Asustada y confundida lo primero que expliqué fue que yo no podría pagar nada de eso, pero me tranquilizaron y avisaron que los gastos corrían por parte de la Marina por mi "heroico acto", que yo más bien consideré suicida al pensarlo con más cuidado.
No me levanté por dos días más, pero eso era muy cansado y aburrido, yo no podía estar quieta tanto tiempo, por lo que pedí un paseo por el pueblo, pero me fue negado, como mucho una enfermera podría acompañarme a la entrada del hospital. Resignada tuve que aceptar el trato. Para salir a la calle, la enfermera me ayudó a ponerme algo de ropa intima y sobre esta la tipica bata blanca de paciente de los hospitales, pero fue tardado pues tenía vendajes en todo el torso y el brazo derecho inmovilizado con otro vendaje, se me proporcionó un "cabestrillo", una tela amarrada a mi cuello que servía para mantener el brazo perfectamente doblado e inmóvil, por ultimo me dieron unas pantuflas y salimos.
Todos los médicos me saludaban con una amplia sonrisa y con un respeto que no entendía de nada, todo aquí me tenía muy confundida, quería saber el porque de tanta amabilidad pero no me atrevía a preguntar, quizás me estaban confundiendo con alguien más que estaba afiliado al Gobierno y era importante, y que por ello me dejaran todo gratis, eso es lo que yo pensaba y me mantenía con la boca cerrada. Bajamos por un ascensor hasta la recepción y salimos a la calle, tuve que entrecerrar un poco los ojos y tapármelos con la palma de mi mano, hace tiempo que no veía directamente la luz solar y hacerlo de golpe me lastimó un poco. Pero la calidez de esos rayos, mezclado con la sensación del viento acariciándome, casi mimandome me hizo sonreír de la enorme satisfacción que sentía.-Que agradable sensación.-Dije para mí misma, pero la enfermera pelirroja que me acompañaba no pudo evitar reírse con suavidad.
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Seguí andando por las grandes calles intentando buscar algo que me atrajese y a la par poderme relajar un poco de todo el agobio que he sentido en estos últimos meses. Ahora que me pongo a pensar me hacia faltar llenar un poco la barriga ya que estoy empezando a tener hambre….será mejor que vaya a algún bar cercano o si puede ser una hamburguesería, ya que me está apeteciendo comer una hamburguesa desde hace un tiempecillo y si mal no recuerdo por aquí hay un lugar donde hacen unas muy buenas, por lo que me empecé a dirigir hacia esa posición lo más deprisa que pude sin perder el tiempo.
Las calles parecían no tener ahora a mucha gente lo cual me extraña ya que suelen estar habitadas por mucha gente y además suelen haber muchos niños jugando con juegos tradicionales por aquí en esta época del año que hace calorcito, aunque realmente no me importaba ya que con que estuviese abierto a donde me dirijo estaré feliz.
Por fin conseguí avistar de lejos la hamburguesería por lo que frene mis pasos para ir más despacio y no parecer un loco obsesionado con la comida. Faltaba poco hasta que llegase a la tienda por lo que una mini baba empezó a caer poco a poco de mi labio izquierdo dando a entender el hambre que tengo en estos momentos mientras frotaba mis manos con un tono elevado lo que hizo que algunas personas ya se empezaran a fijarse en mi y murmurasen por lo bajo.
-“Cachis…traje la atención, bah da igual”
Seguí caminando hasta encontrarme en frente del local y una vez allí toque dos veces la puerta para ver si alguien me respondía, aunque no sé por qué me da en la nariz que no hay nadie…no se si será por el cartel de “Cerrado” o por que el local está apagado…algo extraño pasaba en esta ciudad, ya que las pocas gentes que hay te empiezan a mirar y el resto anda desaparecida.
Las calles parecían no tener ahora a mucha gente lo cual me extraña ya que suelen estar habitadas por mucha gente y además suelen haber muchos niños jugando con juegos tradicionales por aquí en esta época del año que hace calorcito, aunque realmente no me importaba ya que con que estuviese abierto a donde me dirijo estaré feliz.
Por fin conseguí avistar de lejos la hamburguesería por lo que frene mis pasos para ir más despacio y no parecer un loco obsesionado con la comida. Faltaba poco hasta que llegase a la tienda por lo que una mini baba empezó a caer poco a poco de mi labio izquierdo dando a entender el hambre que tengo en estos momentos mientras frotaba mis manos con un tono elevado lo que hizo que algunas personas ya se empezaran a fijarse en mi y murmurasen por lo bajo.
-“Cachis…traje la atención, bah da igual”
Seguí caminando hasta encontrarme en frente del local y una vez allí toque dos veces la puerta para ver si alguien me respondía, aunque no sé por qué me da en la nariz que no hay nadie…no se si será por el cartel de “Cerrado” o por que el local está apagado…algo extraño pasaba en esta ciudad, ya que las pocas gentes que hay te empiezan a mirar y el resto anda desaparecida.
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Re: [Pasado][Privado] ¿Existe el papel negro? Un nuevo sueño [Azuka-Bomber] {Dom 24 Mar 2013 - 7:01}
~Todo era perfecto en ese momento para mí, el viento, el calor, la luz, la brisa, el silencio. Un momento, ¿silencio?. Se suponía que estaba en una ciudad bastante grande que también era una base de la Marina muy reconocida, la gente no tendría porque esconderse, al contrario, las calles deberían estar llenas de vida, con pobladores paseando, turistas visitando la isla, niño en las calles jugando con pelotas, cometas o con sus mascotas, pero nada de eso había el día de hoy, al menos en esta parte de la ciudad.
No sabía si alegrarme o extrañarme, pues por una parte no me agradaba la acumulación excesiva de personas en un solo punto, pero era preocupante no ver a nadie y me sentía en un pueblo fantasma. Miré de reojo a la enfermera, ella estaba como si nada en ese momento, ¿yo me estaba volviendo loca o esta chica era tonta. No me quería quedar con la duda, así que tendría que desobedecer un poco a los medicos.
-Kami no Wings.-Dije en voz alta. De mi espalda surgieron varios cuadritos de papel, que se movían "desordenadamente" formando dos bultos en mi espalda que acabaron formando un par de alas medianas, pero lo suficientemente fuertes como para cargarme. Estas se agitaron dos veces y mis pies abandonaron el suelo, ante la asombrada mirada de mi enfermera. Le dediqué una amable sonrisa y comencé a volar muy despacito, manteniendo mi cuerpo de manera vertical, esas alas eran para "no caminar" pues no podía alejarme mucho del suelo ni podía volar a altas velocidades. La enfermera se quedó perpleja sin saber que hacer o decir.
Yo por mi parte, inicié mi pequeño paseo con curiosidad, miraba los edificios a mi alrededor pero todos estaban bloqueados, con puertas y ventanas cerradas, ni una sola persona en la calle. Poco a poco me iba dando un poco de miedo y me iba haciendo a ideas extrañas como brujas, monstruos incluso uno de mis mayores miedos, Zombies. Con mi imaginación trabajando al cien por ciento, dejando de lado la razón, comenzaba a sentirme observada, como si me estuvieran siguiendo. Me giré 180° sobre mi eje, para ver que no había nadie, volví a girarme y no había nada, ¿donde estaba todo mundo?.
Estaba pensando en mejor regresar al hospital, mejor quería descansar en un lugar seguro y donde yo sabía de antemano que si había gente, por lo menos los doctores. Una vez más me dí media vuelta para tratar de regresar por donde había venido, pero para mi sorpresa "algo" cruzó muy rápido la calle y siguió derecho. Me quedé pálida, con la sangre hasta los pies y con el alma a punto de escapar de mi cuerpo en un suspiro, ¿qué carajo había sido eso?. Yo quería respuestas y quizas "eso" las tenía, pero me daba miedo el simple hecho de pensar en seguirle, esta era una desición que debía meditar bien.
=Puedo irme al hospital y estar segura, ahí ya no me pasará nada y podre descansar... Pero, el que no este nadie en las calles me intriga bastante, es una isla protegida por la Marina, o debe ser algo exageradamente grave lo que esta pasando o una casualidad que el destino me jugo muy mal... ¿Qué hago, qué hago?-Pensé en silencio, avanzando de un lado a otro sin tocar el suelo. Tras un poco de discución mental, decidí que iba a seguir lo que había visto.
No sabía si alegrarme o extrañarme, pues por una parte no me agradaba la acumulación excesiva de personas en un solo punto, pero era preocupante no ver a nadie y me sentía en un pueblo fantasma. Miré de reojo a la enfermera, ella estaba como si nada en ese momento, ¿yo me estaba volviendo loca o esta chica era tonta. No me quería quedar con la duda, así que tendría que desobedecer un poco a los medicos.
-Kami no Wings.-Dije en voz alta. De mi espalda surgieron varios cuadritos de papel, que se movían "desordenadamente" formando dos bultos en mi espalda que acabaron formando un par de alas medianas, pero lo suficientemente fuertes como para cargarme. Estas se agitaron dos veces y mis pies abandonaron el suelo, ante la asombrada mirada de mi enfermera. Le dediqué una amable sonrisa y comencé a volar muy despacito, manteniendo mi cuerpo de manera vertical, esas alas eran para "no caminar" pues no podía alejarme mucho del suelo ni podía volar a altas velocidades. La enfermera se quedó perpleja sin saber que hacer o decir.
Yo por mi parte, inicié mi pequeño paseo con curiosidad, miraba los edificios a mi alrededor pero todos estaban bloqueados, con puertas y ventanas cerradas, ni una sola persona en la calle. Poco a poco me iba dando un poco de miedo y me iba haciendo a ideas extrañas como brujas, monstruos incluso uno de mis mayores miedos, Zombies. Con mi imaginación trabajando al cien por ciento, dejando de lado la razón, comenzaba a sentirme observada, como si me estuvieran siguiendo. Me giré 180° sobre mi eje, para ver que no había nadie, volví a girarme y no había nada, ¿donde estaba todo mundo?.
Estaba pensando en mejor regresar al hospital, mejor quería descansar en un lugar seguro y donde yo sabía de antemano que si había gente, por lo menos los doctores. Una vez más me dí media vuelta para tratar de regresar por donde había venido, pero para mi sorpresa "algo" cruzó muy rápido la calle y siguió derecho. Me quedé pálida, con la sangre hasta los pies y con el alma a punto de escapar de mi cuerpo en un suspiro, ¿qué carajo había sido eso?. Yo quería respuestas y quizas "eso" las tenía, pero me daba miedo el simple hecho de pensar en seguirle, esta era una desición que debía meditar bien.
=Puedo irme al hospital y estar segura, ahí ya no me pasará nada y podre descansar... Pero, el que no este nadie en las calles me intriga bastante, es una isla protegida por la Marina, o debe ser algo exageradamente grave lo que esta pasando o una casualidad que el destino me jugo muy mal... ¿Qué hago, qué hago?-Pensé en silencio, avanzando de un lado a otro sin tocar el suelo. Tras un poco de discución mental, decidí que iba a seguir lo que había visto.
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Estoy bastante hambriento y para colmo la tienda a la que iba a proceder a entrar se encuentra cerrada. No sé que habrá pasado en esta ciudad pero algo ya me está empezando a mosquear y mi barriga se está apuntando a mi disputa emocional, por lo que procedí a colocar ambos manos en mi cabeza y empecé a caminar hacia otra dirección, intentando ver si por otro barrio o callejuela hay algún local que tenga el honor de recibir a alguien como yo y darme al menos un vasito de agua, que con ello al menos podre alegrar el día.
Mis pasos ya no son tan rápidos como antes y estos iban a peor, dejándome en una posición bastante desanimada ya que todos los locales de la zona estaban cerrados y en su mayoría portaban un cartelito de “Cerrado”, lo cual me da a entender que algo tiene que haber pasado para que casualmente cerrasen este día y no se vea un alma.
De pronto un chaval sale de uno de los callejones con una pelota, a lo cual me acerco para preguntarle por lo que está pasando, ya que esto de que todos se acuerden para cerrar sus puestos no es algo común.
-Perdona chaval. ¿Sabes por un casual por que todos los locales de comida están cerrados?
El chiquillo nada mas girarse mientras recogía su pelota cambio radicalmente su aspecto alegre y juguetón. Su rostro paso a uno bastante asustado y sin tiempo a mediarle otra palabra empezó a correr nuevamente hacia al lugar de donde procedió y siguió por este hasta el final, el cual llevaba hacia otro lugar abierto, del cual hay otro callejón, dejando un pasillo bastante amplio entre los dos callejones chiquitos.
-No espera no te quiero hacer nada malo.
Yo como un poseso buscando algo que hacer perseguí a aquel niño con la única intención de preguntarle qué había pasado y que me explicase ahora por que salió corriendo nada más ver mi rostro. Según recuerde no soy tan feo y aun menos asusto a niños…
-“Pero eres un tonto.”
-“Contigo no hablaba Sert. Tu a callar-digo mientras le doy un “capo”.”
Seguí corriendo a aquel chaval para poder agarrarle del cuello de la camisa y preguntarle, aunque el chiquillo va a una altísima velocidad para la edad que tiene……que comerá ¿Lechugas?¿Cereales?¿Potatoes? Me gustaría saberlo…
Mis pasos ya no son tan rápidos como antes y estos iban a peor, dejándome en una posición bastante desanimada ya que todos los locales de la zona estaban cerrados y en su mayoría portaban un cartelito de “Cerrado”, lo cual me da a entender que algo tiene que haber pasado para que casualmente cerrasen este día y no se vea un alma.
De pronto un chaval sale de uno de los callejones con una pelota, a lo cual me acerco para preguntarle por lo que está pasando, ya que esto de que todos se acuerden para cerrar sus puestos no es algo común.
-Perdona chaval. ¿Sabes por un casual por que todos los locales de comida están cerrados?
El chiquillo nada mas girarse mientras recogía su pelota cambio radicalmente su aspecto alegre y juguetón. Su rostro paso a uno bastante asustado y sin tiempo a mediarle otra palabra empezó a correr nuevamente hacia al lugar de donde procedió y siguió por este hasta el final, el cual llevaba hacia otro lugar abierto, del cual hay otro callejón, dejando un pasillo bastante amplio entre los dos callejones chiquitos.
-No espera no te quiero hacer nada malo.
Yo como un poseso buscando algo que hacer perseguí a aquel niño con la única intención de preguntarle qué había pasado y que me explicase ahora por que salió corriendo nada más ver mi rostro. Según recuerde no soy tan feo y aun menos asusto a niños…
-“Pero eres un tonto.”
-“Contigo no hablaba Sert. Tu a callar-digo mientras le doy un “capo”.”
Seguí corriendo a aquel chaval para poder agarrarle del cuello de la camisa y preguntarle, aunque el chiquillo va a una altísima velocidad para la edad que tiene……que comerá ¿Lechugas?¿Cereales?¿Potatoes? Me gustaría saberlo…
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Re: [Pasado][Privado] ¿Existe el papel negro? Un nuevo sueño [Azuka-Bomber] {Sáb 30 Mar 2013 - 5:52}
~Justo cuando tome la decisión de seguir aquella veloz silueta, otra silueta oscura pasó también cruzando el callejón, a este tampoco pude distinguirlo bien pero era alguien más alto. Torcí la boca y retrocedí, tenía miedo pero que ya dos veces pasaran de largo no me gustaba del todo, incluso me parecía ya alguna broma de mal gusto o algo así. Apreté mis puños y me armé de valor, entrando al callejón por donde se habían ido las dos siluetas, mis alas se agitaban con mayor intensidad dándome una mejor velocidad, que si bien no era tan alta era mejor a la inicial que llevaba.
-Ains... Pero que rápido se mueve esa cosa.-Murmuré para mí misma, pues solo alcanzaba a ver la "silueta mayor" y estaba muy alejada de mí, de hecho poco a poco se alejaba más, agrandando la distancia y reduciendo mi esperanza de descubrir que pasaba. Dimos una vuelta, y otra, y una más, no... Muchas más, perdí la cuenta y también perdí la noción de mi ubicación, pues cuando menos me dí cuenta ya había perdido a la figura de mi vista, estaba sola y en un lugar que no conocía de nada.
-Dios... Que rápidos son...-Me dije a mi misma, mis alas suavemente dejaron de moverse hasta doblarse en mi espalda, quedando con los pies en tierra firme. Me "abracé" e incliné un poco mi cabeza hacía la izquierda con una inocente expresión de duda abarcando mi rostro. Miré a mi alrededor, las casas estaban igual por todas partes, cerradas y sin indicios de gente alrededor nadie podía "ayudarme" en ese momento, solo me quedaba agrandar mis alas, sobrevolar la isla y llegar al hospital de nuevo, pero no quería hacerlo, no sabía si tendría la suficiente energía para hacerlo.
Justo cuando estaba por ejecutar mi plan, un niño llegó de dar la vuelta en una calle, miró a ambos sentido y al verme se acercó desesperado a mí, abrazándose y ocultando su rostro en mi vientre, pues el infante de verdad era pequeño. A juzgar de su fuerte agarre, su respiración tan acelerada y sus temblores se deducía fácilmente que estaba asustado y que estaba huyendo de algo o alguien.
-¿Qué te pasa, pequeño?-Le pregunté con voz serena e incluso sonreí levemente, olvidándome de mis problemas y centrándome en los de el. Para brindarle un poco más de seguridad, lo atrapé entre mis brazos con un delicado y suave abrazo, permitiendole que siguiera con su rostro contra mi cuerpo todo lo que necesitara para responderme. El niño estaba recuperando el ritmo de la respiración, que poco a poco se apaciguaba para llegar a un ritmo más o menos normal.
-Es un señor... Me viene siguiendo... Y es muy feo...-Me dijo el escuincle. Imaginándome que sería algún borracho o un pedofilo mi sonrisa se borró y la delicada expresión se tornó en una más seria, como la de una madre cuando molestan a su retoño, aun cuando este niño nada tenía que ver conmigo. Mis alas se movieron un poco y se volvieron a acomodar, abracé con un poco más de fuerza al crío.-Tranquilo "hermanito", yo cuidare de tí.-Le aseguré y mire por la calle por donde el había llegado, esperando que su "acechador" apareciera pronto por ese mismo lugar.
-Ains... Pero que rápido se mueve esa cosa.-Murmuré para mí misma, pues solo alcanzaba a ver la "silueta mayor" y estaba muy alejada de mí, de hecho poco a poco se alejaba más, agrandando la distancia y reduciendo mi esperanza de descubrir que pasaba. Dimos una vuelta, y otra, y una más, no... Muchas más, perdí la cuenta y también perdí la noción de mi ubicación, pues cuando menos me dí cuenta ya había perdido a la figura de mi vista, estaba sola y en un lugar que no conocía de nada.
-Dios... Que rápidos son...-Me dije a mi misma, mis alas suavemente dejaron de moverse hasta doblarse en mi espalda, quedando con los pies en tierra firme. Me "abracé" e incliné un poco mi cabeza hacía la izquierda con una inocente expresión de duda abarcando mi rostro. Miré a mi alrededor, las casas estaban igual por todas partes, cerradas y sin indicios de gente alrededor nadie podía "ayudarme" en ese momento, solo me quedaba agrandar mis alas, sobrevolar la isla y llegar al hospital de nuevo, pero no quería hacerlo, no sabía si tendría la suficiente energía para hacerlo.
Justo cuando estaba por ejecutar mi plan, un niño llegó de dar la vuelta en una calle, miró a ambos sentido y al verme se acercó desesperado a mí, abrazándose y ocultando su rostro en mi vientre, pues el infante de verdad era pequeño. A juzgar de su fuerte agarre, su respiración tan acelerada y sus temblores se deducía fácilmente que estaba asustado y que estaba huyendo de algo o alguien.
-¿Qué te pasa, pequeño?-Le pregunté con voz serena e incluso sonreí levemente, olvidándome de mis problemas y centrándome en los de el. Para brindarle un poco más de seguridad, lo atrapé entre mis brazos con un delicado y suave abrazo, permitiendole que siguiera con su rostro contra mi cuerpo todo lo que necesitara para responderme. El niño estaba recuperando el ritmo de la respiración, que poco a poco se apaciguaba para llegar a un ritmo más o menos normal.
-Es un señor... Me viene siguiendo... Y es muy feo...-Me dijo el escuincle. Imaginándome que sería algún borracho o un pedofilo mi sonrisa se borró y la delicada expresión se tornó en una más seria, como la de una madre cuando molestan a su retoño, aun cuando este niño nada tenía que ver conmigo. Mis alas se movieron un poco y se volvieron a acomodar, abracé con un poco más de fuerza al crío.-Tranquilo "hermanito", yo cuidare de tí.-Le aseguré y mire por la calle por donde el había llegado, esperando que su "acechador" apareciera pronto por ese mismo lugar.
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Re: [Pasado][Privado] ¿Existe el papel negro? Un nuevo sueño [Azuka-Bomber] {Mar 2 Abr 2013 - 22:31}
Seguí avanzando con toda la velocidad que me permitía mis pies a aquel chaval para poder preguntarle por qué carajos huye de mi, pero este seguía corriendo como un atleta profesional y para colmo mi estomago estaba completamente vacío, por lo que no podía seguir dicho ritmo, pero tampoco me iba a rendir, así que tras hacer un suspiro empecé a correr echando la barriga para delante, ya que tenía que dar todo por el todo o si no la gente pensaría que un adulto como yo no puede alcanzar a un chaval de unos 6 años de edad, lo cual además me dejaría con una malísima reputación, así que tengo que…
-AAAHH
Cuando me quise dar cuenta mi cuerpo se encontraba pisando algo redondo, lo cual provoco que mi cuerpo por la inercia que todos conocemos empecé a caer, lo cual si se viera a cámara lenta se podría ver mis ojos todos acojonados, hasta que al final mi rostro se choco contra el suelo mientras mis pies seguían subiendo, dejándome al final con los pies por delante de mi rostro. Me levante tranquilamente como si nada hubiera pasado mientras sacudía el polvo de mis pantalones y cogía la pelota del chaval, tras eso una sonrisita salió de mi labio mientras una gotita de sangre salió por el labio, a lo cual mi rostro cambio a uno bastante sádico.
-¡Como te pille te arranco el cráneo sanguijuela!-digo persiguiendo a aquel chaval con la pelota en una mano y ya pasando del hambre, solo quería ver a ese niño sufriendo.
Mi marcha había cambiado drásticamente ya que ahora con mis pies corriendo a tope se podía ver como el polvo de las callejuelas se levantaba con mis pasos y mi cara solo mostraba unos ojos cabreados por el motivo que ya sabéis, por lo que en poco momentos debería alcanzar a aquel niñito, ya que una luz empezó a salir fuertemente al final de mi vista, siendo esta el final del trayecto, por lo que me esperaba encontrármelo allí, por lo que di un último sprint para al final frenar de golpe si me lo encontraba parado.
Una silueta pude avistar al fin, por lo que frene de golpe al lado de esta y sin mirarlas unas palabras salieron de mis labios ya que en aquella silueta pude ver mientras me acercaba momentos antes un niño, el cual es idéntico al que me había tirado la pelota y además huido de mi presencia.
-Maldito chiquillo, a quien se le ocurre tirar una pelota para que me tropezara y además no me ayudas cuando te pedí ayuda ahora vas…..-termino de decir mientras levanto el rostro, a lo cual mis ojos se abrieron de par en par por la persona que estaba frente a mi-¡Tu eres la suicidaaaa-digo echándome hacia atrás, dejando que la pelota cayese por un lado mía-Te prometo que no quise hacerte daño aquel día……te lo juro….
-AAAHH
Cuando me quise dar cuenta mi cuerpo se encontraba pisando algo redondo, lo cual provoco que mi cuerpo por la inercia que todos conocemos empecé a caer, lo cual si se viera a cámara lenta se podría ver mis ojos todos acojonados, hasta que al final mi rostro se choco contra el suelo mientras mis pies seguían subiendo, dejándome al final con los pies por delante de mi rostro. Me levante tranquilamente como si nada hubiera pasado mientras sacudía el polvo de mis pantalones y cogía la pelota del chaval, tras eso una sonrisita salió de mi labio mientras una gotita de sangre salió por el labio, a lo cual mi rostro cambio a uno bastante sádico.
-¡Como te pille te arranco el cráneo sanguijuela!-digo persiguiendo a aquel chaval con la pelota en una mano y ya pasando del hambre, solo quería ver a ese niño sufriendo.
Mi marcha había cambiado drásticamente ya que ahora con mis pies corriendo a tope se podía ver como el polvo de las callejuelas se levantaba con mis pasos y mi cara solo mostraba unos ojos cabreados por el motivo que ya sabéis, por lo que en poco momentos debería alcanzar a aquel niñito, ya que una luz empezó a salir fuertemente al final de mi vista, siendo esta el final del trayecto, por lo que me esperaba encontrármelo allí, por lo que di un último sprint para al final frenar de golpe si me lo encontraba parado.
Una silueta pude avistar al fin, por lo que frene de golpe al lado de esta y sin mirarlas unas palabras salieron de mis labios ya que en aquella silueta pude ver mientras me acercaba momentos antes un niño, el cual es idéntico al que me había tirado la pelota y además huido de mi presencia.
-Maldito chiquillo, a quien se le ocurre tirar una pelota para que me tropezara y además no me ayudas cuando te pedí ayuda ahora vas…..-termino de decir mientras levanto el rostro, a lo cual mis ojos se abrieron de par en par por la persona que estaba frente a mi-¡Tu eres la suicidaaaa-digo echándome hacia atrás, dejando que la pelota cayese por un lado mía-Te prometo que no quise hacerte daño aquel día……te lo juro….
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~Estaba nerviosa, la verdad era que nada podía hacer contra una persona ordinaria siquiera, en mi estado apenas y podía moverme por mi misma, la idea de enfrentar a una persona que se tomaba el tiempo de perseguir a un niño en medio de la nada me asustaba mucho, aun así me mantuve firme y respiré profundamente varias veces en un intento de calmarme a mí misma tal vez si podría hacer algo después de todo, abracé con fuerza al niño y esperé a que pasará lo que tenía que pasar.
Pero esas esperanzas se esfumaron al ver quien salía de la calle, era nada más y nada menos que el albino de hace una semana que estaba en la isla de Orange. Del miedo mi piel se puso tan blanca como su cabello y mi mirada mostraba terror puro, ahora estaba muerta de verdad, no tenía fuerzas para atacarle, agallas para dejar al niño solo ni velocidad para huir, había encontrado mi final ya de eso estaba segura, pues el mató a unos hombres sin tentarse el corazón y sin que estos le agredieran en absoluto. Inmediatamente comenzó a hablar al niño, al parecer le hizo algo y lo tenía molesto, yo apreté los dientes y miré hacía abajo, el chiquillo seguía aferrado a mí, demostrando que depositaba toda su confianza en mi persona, me sentía culpable de no poder hacer nada.
Pero, como por arte de magia el peliblanco gritó algo al reconocerme que me extrañó completamente, relajé mi quijada y miré al frente para observarlo, soltó el balón y este botó un par de veces antes de rodar libremente contra la fachada de una casa, a decir por su semblante parecía sorprendido e incluso algo "asustado", quizás esa no era la palabra, pero no sabía definir con alguna palabra su expresión. Sumado a lo primero añadió que no quizo lastimarme aquel día, que el "no quería". Eso fue bastante extraño y me hizo torcer la boca y dudar de mi memoria, según yo quien me había golpeado fue el marine y no el, eso era lo que yo recordaba, ¿o el se sentía culpable de haber provocado la pelea que me involucró?, sea cual sea la razón, al menos tenía un lado humano y el niño al parecer no peligraba de momento, pero yo no me sentía segura.
-Pareciera que no te basta con dejarme así.-Afirmé para que me viera bien, pues llevaba ropa de hospital y el brazo derecho vendado e inmovilizado con un cabestrillo, junto con un parchecito en la frente.-¿Donde están todos?, seguro que algo haz hecho tu, no recuerdo muy bien todo lo que pasó aquel día, pero tu atacaste a hombres que no te miraban siquiera, ¿qué se puede esperar de alguien como tu?-Afrimé, indiqué al niño con un gesto que me dejará y huyera, el asintió con la cabeza y salió corriendo, dejándonos completamente solos, mis alas blancas se extendieron un poco pero nisiquiera parecía amenazante.-¿Por qué perseguías a ese niño?-Cuestioné finalmente.
Pero esas esperanzas se esfumaron al ver quien salía de la calle, era nada más y nada menos que el albino de hace una semana que estaba en la isla de Orange. Del miedo mi piel se puso tan blanca como su cabello y mi mirada mostraba terror puro, ahora estaba muerta de verdad, no tenía fuerzas para atacarle, agallas para dejar al niño solo ni velocidad para huir, había encontrado mi final ya de eso estaba segura, pues el mató a unos hombres sin tentarse el corazón y sin que estos le agredieran en absoluto. Inmediatamente comenzó a hablar al niño, al parecer le hizo algo y lo tenía molesto, yo apreté los dientes y miré hacía abajo, el chiquillo seguía aferrado a mí, demostrando que depositaba toda su confianza en mi persona, me sentía culpable de no poder hacer nada.
Pero, como por arte de magia el peliblanco gritó algo al reconocerme que me extrañó completamente, relajé mi quijada y miré al frente para observarlo, soltó el balón y este botó un par de veces antes de rodar libremente contra la fachada de una casa, a decir por su semblante parecía sorprendido e incluso algo "asustado", quizás esa no era la palabra, pero no sabía definir con alguna palabra su expresión. Sumado a lo primero añadió que no quizo lastimarme aquel día, que el "no quería". Eso fue bastante extraño y me hizo torcer la boca y dudar de mi memoria, según yo quien me había golpeado fue el marine y no el, eso era lo que yo recordaba, ¿o el se sentía culpable de haber provocado la pelea que me involucró?, sea cual sea la razón, al menos tenía un lado humano y el niño al parecer no peligraba de momento, pero yo no me sentía segura.
-Pareciera que no te basta con dejarme así.-Afirmé para que me viera bien, pues llevaba ropa de hospital y el brazo derecho vendado e inmovilizado con un cabestrillo, junto con un parchecito en la frente.-¿Donde están todos?, seguro que algo haz hecho tu, no recuerdo muy bien todo lo que pasó aquel día, pero tu atacaste a hombres que no te miraban siquiera, ¿qué se puede esperar de alguien como tu?-Afrimé, indiqué al niño con un gesto que me dejará y huyera, el asintió con la cabeza y salió corriendo, dejándonos completamente solos, mis alas blancas se extendieron un poco pero nisiquiera parecía amenazante.-¿Por qué perseguías a ese niño?-Cuestioné finalmente.
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Tras alejarme de ella lo más posible hasta chocar con una de las paredes de aquella zona, pude comprobar cómo la chica se volvía a dirigir hacia mí, siendo ahora una indicación a como se encuentra en cuerpo y alma. Su estado es lamentable y parece que lo que ocurrió en aquella situación la había dejado bastante mal, dejando que mi rostro bastante sorprendido mirase todo su cuerpo. No pensé que la patada que le había dado habría causado tales consecuencias, lo cual me jodió aun mas, ya que pensaba que lo que le había hecho le habría afectado emocionalmente nada más y por eso le había pedido perdón, pero de ello a que estuviese hospitalizada había un gran cambio.
Además empezó a acusarme de la desaparición de la gente de la zona, lo cual para nada había tenido que ver y para colmo solo seguía al jodido niño para que me dijese si el sabía lo que había pasado, pero aparte de no decirme nada, este empieza a correr alejándose de la zona, a lo cual únicamente extiendo una mano mientras me indigno y vuelvo a bajarla.
Aquella chica de la cual solo he visto una vez creía que había hecho todo esto y por tanto que soy un psicópata, lo cual realmente es mentira, ya que él quien es así es Sert, del cual muchas veces la gente confunde conmigo mismo, así que dirigiéndome hacia aquella mujer le mire con los ojos sincero esperando a que me creyese.
-Mira. Te aseguro que tu percepción de mi es totalmente opuesta a que la que crees. La persona que os ataco en aquella situación no fui yo, sino Sert mi alter ego. Puede que no me creas y no te culpo de eso, pero solo te pido que me disculpes si la patada que te di en aquel entonces te ocasiono tales herida. Pensaba que iba a ser menos grave, pero ya veo que me equivoque. Además solo seguía a ese niño para que me contase que había ocurrido-digo mirando hacia el horizonte, donde por el chiquillo se fue-El cual no me dijo nada y empezó a correr sin dejarme siquiera preguntarle.
Hice una pausa y le hice una reverencia, haciendo que mi cuerpo rígido se doblase por la mitad, haciendo que mi cintura para arriba bajase y mi cuerpo quedase en forma de L, a lo cual mis manos quedaron pegadas a mi cuerpo, lo cual en mi tierra era una forma de pedir disculpas por ciertas consecuencias.
-Te pido perdón si mi ser te ha molestado, jamás he querido hacer que me vieses como un psicópata o algo por el estilo.
Además empezó a acusarme de la desaparición de la gente de la zona, lo cual para nada había tenido que ver y para colmo solo seguía al jodido niño para que me dijese si el sabía lo que había pasado, pero aparte de no decirme nada, este empieza a correr alejándose de la zona, a lo cual únicamente extiendo una mano mientras me indigno y vuelvo a bajarla.
Aquella chica de la cual solo he visto una vez creía que había hecho todo esto y por tanto que soy un psicópata, lo cual realmente es mentira, ya que él quien es así es Sert, del cual muchas veces la gente confunde conmigo mismo, así que dirigiéndome hacia aquella mujer le mire con los ojos sincero esperando a que me creyese.
-Mira. Te aseguro que tu percepción de mi es totalmente opuesta a que la que crees. La persona que os ataco en aquella situación no fui yo, sino Sert mi alter ego. Puede que no me creas y no te culpo de eso, pero solo te pido que me disculpes si la patada que te di en aquel entonces te ocasiono tales herida. Pensaba que iba a ser menos grave, pero ya veo que me equivoque. Además solo seguía a ese niño para que me contase que había ocurrido-digo mirando hacia el horizonte, donde por el chiquillo se fue-El cual no me dijo nada y empezó a correr sin dejarme siquiera preguntarle.
Hice una pausa y le hice una reverencia, haciendo que mi cuerpo rígido se doblase por la mitad, haciendo que mi cintura para arriba bajase y mi cuerpo quedase en forma de L, a lo cual mis manos quedaron pegadas a mi cuerpo, lo cual en mi tierra era una forma de pedir disculpas por ciertas consecuencias.
-Te pido perdón si mi ser te ha molestado, jamás he querido hacer que me vieses como un psicópata o algo por el estilo.
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~El albino parecía muy nervioso de verme aunque no acababa de entender del todo el porque de ese comportamiento, como se podía portar así después de matar a cuatro hombres como si nada y después mostrarse así cuando a mí nisiquiera me había hecho nada, o eso pensaba. Comenzó a darme una detallada explicación, diciendo en primera que el loco que hizo todo no fue el, sino Sert, una personalidad de el. Ahí estaba mi primera confusión, este estaba enfermo mentalmente para mí al tener dos personalidades, sabía de antemano que las pobres personas en esos casos no podían controlarlo, pero terminaban hospitalizadas o con ayuda, y este iba vagando por la vida como si nada. Segunda confusión, ¿me había pateado?, se estaba disculpando por una patada sin que yo recordara nada, la única probabilidad de que eso pasará era que me hubiera pateado estando inconsciente después del ataque del marine, aquello me fastidió, pero me tenía perpleja, mi cara de poker era épica.
El chico hizo una reverencia en evidente señal de disculpa y al enderezarse complemento todo eso diciendo que no quería que le viera como un psicópata. No pude responder a ello, estaba toda inexpresiva de la sorpresa que me estaba dando este sujeto, y ahora me dí cuenta de que había cometido un fallo muy grande, el niño tenía la respuesta a la ubicación de todos y yo le dije que huyera, ahora si me sentía como la idiota más grande sobre la faz de la tierra. Hubo un gran silencio entre el albino y yo, nadie decía nada, las calles totalmente sin vida no producían sonido, nisiquiera el viento pasaba por ese lugar, la sensación era un poco abrumadora.
-¿Estas bromeando, verdad?-Conseguí articular tras unos segundos de suspenso.-Es una broma eso que tu tienes dos personalidades y vas por la vida como si nada, y que encima me golpeaste mientras estaba indefensa, es una jodida broma... ¿No?... Y lo de ese niño... Oh, dios...-Decía para mí misma, mis alas se agitaron un poco, separándome del suelo y haciéndome avanzar en pequeños círculos mientras pensaba y mascullaba palabras sin sentido.
-El hospital... Las frcturas... el niño... Todos... Pueblo raro... Tipo psicopata... Voy a morir.-Acabé diciendo resignada, decscendí al suelo y en el me puse de cuclillas para después tirarme de lado hecha bolita, sujetandome las piernas con mi único brazo sano, todo esto me iba a terminar enloqueciendo sin lugar a dudas.
El chico hizo una reverencia en evidente señal de disculpa y al enderezarse complemento todo eso diciendo que no quería que le viera como un psicópata. No pude responder a ello, estaba toda inexpresiva de la sorpresa que me estaba dando este sujeto, y ahora me dí cuenta de que había cometido un fallo muy grande, el niño tenía la respuesta a la ubicación de todos y yo le dije que huyera, ahora si me sentía como la idiota más grande sobre la faz de la tierra. Hubo un gran silencio entre el albino y yo, nadie decía nada, las calles totalmente sin vida no producían sonido, nisiquiera el viento pasaba por ese lugar, la sensación era un poco abrumadora.
-¿Estas bromeando, verdad?-Conseguí articular tras unos segundos de suspenso.-Es una broma eso que tu tienes dos personalidades y vas por la vida como si nada, y que encima me golpeaste mientras estaba indefensa, es una jodida broma... ¿No?... Y lo de ese niño... Oh, dios...-Decía para mí misma, mis alas se agitaron un poco, separándome del suelo y haciéndome avanzar en pequeños círculos mientras pensaba y mascullaba palabras sin sentido.
-El hospital... Las frcturas... el niño... Todos... Pueblo raro... Tipo psicopata... Voy a morir.-Acabé diciendo resignada, decscendí al suelo y en el me puse de cuclillas para después tirarme de lado hecha bolita, sujetandome las piernas con mi único brazo sano, todo esto me iba a terminar enloqueciendo sin lugar a dudas.
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Tras unos momento en mi postura tradicional para pedir disculpas procedí a levantar la mirada, con la cual pude ver como la chica a la que había dirigido mis palabras de disculpas se encontraba toda nerviosa, como si lo que le dijera fuese un idioma nuevo o que no tenía ni pie ni cabeza, lo cual no comprendo, ya que lo único que hago es lo que haría cualquier persona normal corriente tras haber cometido algo de lo cual se arrepiente.
Tras unos instantes y de muchas palabras sueltas en su boca, unas palabras claras consiguen salir de sus labios, siendo estas de rechazo a la realidad que estaba sufriendo o viendo, aunque mi parte también era parecida, ya que no me esperaba que cuando a una chica se le pide disculpa te salta con que todo lo que sucede es mentira, con lo que solo consigue esquivar la realidad, lo cual puede resultar bastante fácil en muchas ocasiones, como es esta. Tras estas palabras la chica empieza a elevarse al cielo con sus poderes de Akuma y empieza a hacer como haría cualquier persona normal y corriente…Hacer giros en círculos intentando huir del espacio que estamos pero sin conseguir hacerlo.
Mi cara únicamente se centra a su cuerpo, a lo cual sinceramente me quedo con una expresión bastante rara y demasiado asustado a lo que estaba viendo, aunque también para colmo la chica se pone a decir palabras entrecortadas en las cuales me vuelve a llamar psicópata, lo cual al final me provoca un suspiro y coloco una de mis manos en mi frente intentando hacer algo para demostrarle que no estoy loco, pero si le muestro a Sert al final acabare dejándola loca y huira por patas, pero si no lo hago acabara tirándose de los pelos y eso no quiero verlo al menos en el día de hoy, en el cual supuestamente había venido únicamente para comer algo en una jodida hamburguesería.
-Veamos. ¿Si te muestro a Sert te quedaras tranquila? Aunque realmente si lo hago este es bastante sádico-digo echándome las manos a la cabeza y mirando hacia el cielo-Y no creo que en tus condiciones quieras ver a alguien que podría matarte en unos segundos sin motivo alguno. En cambio que yo que solo busca una explicación de lo que ocurre en esta zona. ¿Qué te parece? Saco a Sert o buscamos a ese niño ¿Qué prefieres?-digo volviendo a dirigirme hacia ella.
Esperaba que su respuesta fuese el niño, ya que no creo que lo que primero quiera es ver a un tío que puede matarla en menos que un perro echa una meada en una farola, por lo que me quede mirándola intentando mostrarle confianza y que por lo más alto del mundo no se pusiese a tirarse del pelo con el único brazo que le queda, ya que eso supondría que ha acabado loca con tantas palabrerías conmigo y eso prefiero evitarlo realmente, así que me quedo mirándola con la esperanza de que confié en mi y busquemos a ese niñato que me lanzo la pelota y pedirle explicación.
Tras unos instantes y de muchas palabras sueltas en su boca, unas palabras claras consiguen salir de sus labios, siendo estas de rechazo a la realidad que estaba sufriendo o viendo, aunque mi parte también era parecida, ya que no me esperaba que cuando a una chica se le pide disculpa te salta con que todo lo que sucede es mentira, con lo que solo consigue esquivar la realidad, lo cual puede resultar bastante fácil en muchas ocasiones, como es esta. Tras estas palabras la chica empieza a elevarse al cielo con sus poderes de Akuma y empieza a hacer como haría cualquier persona normal y corriente…Hacer giros en círculos intentando huir del espacio que estamos pero sin conseguir hacerlo.
Mi cara únicamente se centra a su cuerpo, a lo cual sinceramente me quedo con una expresión bastante rara y demasiado asustado a lo que estaba viendo, aunque también para colmo la chica se pone a decir palabras entrecortadas en las cuales me vuelve a llamar psicópata, lo cual al final me provoca un suspiro y coloco una de mis manos en mi frente intentando hacer algo para demostrarle que no estoy loco, pero si le muestro a Sert al final acabare dejándola loca y huira por patas, pero si no lo hago acabara tirándose de los pelos y eso no quiero verlo al menos en el día de hoy, en el cual supuestamente había venido únicamente para comer algo en una jodida hamburguesería.
-Veamos. ¿Si te muestro a Sert te quedaras tranquila? Aunque realmente si lo hago este es bastante sádico-digo echándome las manos a la cabeza y mirando hacia el cielo-Y no creo que en tus condiciones quieras ver a alguien que podría matarte en unos segundos sin motivo alguno. En cambio que yo que solo busca una explicación de lo que ocurre en esta zona. ¿Qué te parece? Saco a Sert o buscamos a ese niño ¿Qué prefieres?-digo volviendo a dirigirme hacia ella.
Esperaba que su respuesta fuese el niño, ya que no creo que lo que primero quiera es ver a un tío que puede matarla en menos que un perro echa una meada en una farola, por lo que me quede mirándola intentando mostrarle confianza y que por lo más alto del mundo no se pusiese a tirarse del pelo con el único brazo que le queda, ya que eso supondría que ha acabado loca con tantas palabrerías conmigo y eso prefiero evitarlo realmente, así que me quedo mirándola con la esperanza de que confié en mi y busquemos a ese niñato que me lanzo la pelota y pedirle explicación.
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~Sus palabras me dejaron paralizada y con lineas purpuras bajando por mi frente, señal que estaba muerta de miedo y no tardaba en entrar en pánico. El con toda normalidad hablaba sobre otra personalidad que el poseía, incluso le había puesto un nombre, "Sert". Dijo no saber que pasaba en la zona, y lo único que me pasaba por la mente era que su otro "yo" había acabado con toda la población de la isla sin piedad alguna. No tenía posibilidad de escapar, estaba más que muerta, el albino seguro me ejecutaría de una manera horrible.
-Eres un loco... Hablas de matarme como si nada... Normal... Después de que tu otro "yo" matara a todos... Dios, ¿por qué?.-Dije para el, aunque seguía hecha bolita en el piso sin moverme y sin mirarle. Debía huir a cualquier costo, no importaba si terminaba haciéndome más daño, nada podría ser peor que morir de manera brutal a manos del loco. Empecé a levantarme poco a poco, con la mirada en el suelo y con mi cabello cubriéndome el frente de manera algo extraña, ahora quien parecía demente era yo, tanto por mi comportamiento como por la ropa de hospital.
-¡Prefiero morir de otra manera, loco!-Exclamé. Mis alas se agitaron con fuerza, creando un efecto optico extraño que no dejó ver al peliblanco como creaba más papel, pues a mitad de las agitaciones las alas agrandaron su tamaño de golpe, alcanzando cuatro metros cada ala en un instante, estas se agitaron y me despegaron varios metros del suelo, no estaba calculando ni fuerza ni magnitud de las alas, pues la desesperación por salir del lugar podía más conmigo en el momento.
Sin embargo, tan solo despegar las alas ya desprendían varias hojas de papel, como si se estuvieran "desplumando", en cuanto alcancé una altura superior a la del edificio comencé a volar en otra dirección buscando huir, pero al tercer aleteo, las enormes figuras de papel dejaron de moverse y ahora iba en "caída" en trayectoria diagonal a sabrá dios donde, por el esfuerzo me había desmayado.
-Eres un loco... Hablas de matarme como si nada... Normal... Después de que tu otro "yo" matara a todos... Dios, ¿por qué?.-Dije para el, aunque seguía hecha bolita en el piso sin moverme y sin mirarle. Debía huir a cualquier costo, no importaba si terminaba haciéndome más daño, nada podría ser peor que morir de manera brutal a manos del loco. Empecé a levantarme poco a poco, con la mirada en el suelo y con mi cabello cubriéndome el frente de manera algo extraña, ahora quien parecía demente era yo, tanto por mi comportamiento como por la ropa de hospital.
-¡Prefiero morir de otra manera, loco!-Exclamé. Mis alas se agitaron con fuerza, creando un efecto optico extraño que no dejó ver al peliblanco como creaba más papel, pues a mitad de las agitaciones las alas agrandaron su tamaño de golpe, alcanzando cuatro metros cada ala en un instante, estas se agitaron y me despegaron varios metros del suelo, no estaba calculando ni fuerza ni magnitud de las alas, pues la desesperación por salir del lugar podía más conmigo en el momento.
Sin embargo, tan solo despegar las alas ya desprendían varias hojas de papel, como si se estuvieran "desplumando", en cuanto alcancé una altura superior a la del edificio comencé a volar en otra dirección buscando huir, pero al tercer aleteo, las enormes figuras de papel dejaron de moverse y ahora iba en "caída" en trayectoria diagonal a sabrá dios donde, por el esfuerzo me había desmayado.
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Re: [Pasado][Privado] ¿Existe el papel negro? Un nuevo sueño [Azuka-Bomber] {Dom 21 Abr 2013 - 2:20}
Me quede contemplando a aquella mujer a ver qué camino decidiría, aunque realmente algo extraño me recorría por el cuerpo, como si mis palabras habían producido un efecto que no deseaba a aquella persona, con la cual únicamente quería estrechar un son de disculpa por lo que había hecho en aquella ciudad y que me arrepentía. Mis ojos se clavaban en su figura, pero algo me decía que ella estaba bastante nerviosa, ya que su postura toda encogida no es ninguna buena señal, por lo que empecé a mover una mano hacia su dirección para intentar hablar con ella, pero de pronto unas palabras de su boca empezaron a emerger, las cuales me dejaron todo erguido ya que no me esperaba que aun tras pedir disculpas pensase de mi como un psicópata.
Me detuve y apreté con fuerza mis puños, intentando controlarme las ganas que tenia de hacer algo en contra de mis principios. Una de las únicas veces que pido disculpas y me toma como un loco o algo peor, pero para colmo no creía en mis palabras, como si todo lo que dijese fuese un montón de mentiras disfrazadas. Me quede mirándola atentamente en espera a su respuesta, pero de pronto unas grandes alas emergieron de ella y empezó a volar hacia el cielo, tras lo cual mis ojos únicamente se quedaron mirando como su cuerpo sobrevolaba mi mirada, como si de un mismísimo ángel fuese.
No iba a dejar que escapase como si nada, por lo que empecé a correr hacia una de las paredes y justamente sin tocarla di un fuerte golpe contra el suelo, con el cual empecé a dar distintos pisotones en el aire. Use el Geppou para empezar a sobrevolar las callejuelas donde nos encontrábamos y ver a donde se dirigía aquella chica de pelos azules, dejando que mi cuerpo ascendiese a toda velocidad.
Una vez arriba del callejo mire hacia todas las dirección para poder así encontrarla. Su cuerpo estaba descendiendo y como buen caballero, y aun con el recuerdo de lo que me dijo, empecé a emplear además el soru, con el cual emplee el Kamisori, con el que conseguí llegar a la posición de la jovenzuela y salvarla de un posible golpe contra unos pinchos de la zona.
Deje que su cuerpo se tendiera sobre el techo de una de las casas y me quede mirándola, sin siquiera tocarla, ya que no quiero que además de psicópata me llame acosador, por lo que únicamente me quede esperando una posible respuesta de sus labios, aunque conociéndola me dará un cachetón antes que un gracias.
-¿Te encuentras bien?
Me detuve y apreté con fuerza mis puños, intentando controlarme las ganas que tenia de hacer algo en contra de mis principios. Una de las únicas veces que pido disculpas y me toma como un loco o algo peor, pero para colmo no creía en mis palabras, como si todo lo que dijese fuese un montón de mentiras disfrazadas. Me quede mirándola atentamente en espera a su respuesta, pero de pronto unas grandes alas emergieron de ella y empezó a volar hacia el cielo, tras lo cual mis ojos únicamente se quedaron mirando como su cuerpo sobrevolaba mi mirada, como si de un mismísimo ángel fuese.
No iba a dejar que escapase como si nada, por lo que empecé a correr hacia una de las paredes y justamente sin tocarla di un fuerte golpe contra el suelo, con el cual empecé a dar distintos pisotones en el aire. Use el Geppou para empezar a sobrevolar las callejuelas donde nos encontrábamos y ver a donde se dirigía aquella chica de pelos azules, dejando que mi cuerpo ascendiese a toda velocidad.
Una vez arriba del callejo mire hacia todas las dirección para poder así encontrarla. Su cuerpo estaba descendiendo y como buen caballero, y aun con el recuerdo de lo que me dijo, empecé a emplear además el soru, con el cual emplee el Kamisori, con el que conseguí llegar a la posición de la jovenzuela y salvarla de un posible golpe contra unos pinchos de la zona.
Deje que su cuerpo se tendiera sobre el techo de una de las casas y me quede mirándola, sin siquiera tocarla, ya que no quiero que además de psicópata me llame acosador, por lo que únicamente me quede esperando una posible respuesta de sus labios, aunque conociéndola me dará un cachetón antes que un gracias.
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Re: [Pasado][Privado] ¿Existe el papel negro? Un nuevo sueño [Azuka-Bomber] {Lun 22 Abr 2013 - 7:48}
~Las fuerzas me abandonaron a mitad del cielo y comencé a caer, por no tener la calma suficiente de buscar otra forma de escaparme del albino, posiblemente iba a morir con la caída pero al menos ya no la iba a sentir pues había perdido el conocimiento. Pero no fue así, pues el que consideraba que era mi agresor fue a mi rescate sin que yo me diera cuenta y mucho menos sin que yo se lo pidiera. Una vez en sus brazos, descendió a un tejado y me dejó a salvo ahí, manteniendose a mi lado pero con cierta distancia, hasta que se aseguró que yo desperté y me pregunto si estaba bien. Con mi unico brazo que podía mover me tapé el rostro, pues la luz del sol me lastimó un poco, me sentía un poco mareada y débil, quería volver ya al hospital y quedarme ahí hasta que me recuperará completamente. Giré un poco la cabeza, haciendo una abertura con mis dedos para verle con el ojo izquierdo nada más, el estaba tan sereno y tranquilo incluso con todo lo que yo le había dicho.
-¿T... Tu me salvaste?.-Cuestioné. Obtuve una respuesta obvia y afirmativa. Yo solo suspiré y volví a ladear mi cabeza para que mi nariz apuntara directamente hacía el cielo. Respiré profundamente, todo estaba en completa calma, no se escuchaba el típico barullo de la gente, por un momento mejor me olvidé de eso y preferí enfocarme en mí y en mi estado.-¿Por qué me has salvado?... ¿Enserio no quieres matarme?-Pregunté un tanto nerviosa, pues aun tenía miedo de el.
Me apoyé con mi unico brazo para enderezar mi cuerpo con dificultad, quedandome sentada en el concreto de la edificación, sentía como los rayos del sol golpeaban sin piedad la piel de mi rostro y en defensa yo solo podía cerrar los ojos y arrugar un poco la nariz por la evidente molestia que me causaba. Tome un poco de aire para hablar de nuevo.-No me siento muy bien...-Dije sin abrir los ojos ni dejarle contestar a mi anterior pregunta, ya lo podría hacer cuando yo hiciera una segunda pregunta.-¿Sabes donde esta el hospital?... Yo me he perdido, no se llegar y dudo poder estar mucho tiempo más así, creo que ya debo volver o podría ponerme mal otra vez... No te pido que me lleves, con que puedas ubicarme estare satisfecha pues ya te he dado muchas molestias chico.-Dije, girando el rostro a su ubicación, abriendo muy poquito el ojo izquierdo.
-¿T... Tu me salvaste?.-Cuestioné. Obtuve una respuesta obvia y afirmativa. Yo solo suspiré y volví a ladear mi cabeza para que mi nariz apuntara directamente hacía el cielo. Respiré profundamente, todo estaba en completa calma, no se escuchaba el típico barullo de la gente, por un momento mejor me olvidé de eso y preferí enfocarme en mí y en mi estado.-¿Por qué me has salvado?... ¿Enserio no quieres matarme?-Pregunté un tanto nerviosa, pues aun tenía miedo de el.
Me apoyé con mi unico brazo para enderezar mi cuerpo con dificultad, quedandome sentada en el concreto de la edificación, sentía como los rayos del sol golpeaban sin piedad la piel de mi rostro y en defensa yo solo podía cerrar los ojos y arrugar un poco la nariz por la evidente molestia que me causaba. Tome un poco de aire para hablar de nuevo.-No me siento muy bien...-Dije sin abrir los ojos ni dejarle contestar a mi anterior pregunta, ya lo podría hacer cuando yo hiciera una segunda pregunta.-¿Sabes donde esta el hospital?... Yo me he perdido, no se llegar y dudo poder estar mucho tiempo más así, creo que ya debo volver o podría ponerme mal otra vez... No te pido que me lleves, con que puedas ubicarme estare satisfecha pues ya te he dado muchas molestias chico.-Dije, girando el rostro a su ubicación, abriendo muy poquito el ojo izquierdo.
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Mis ojos siguieron observando a aquella señorita, esperando ver si su cuerpo volvía en sí y podíamos hablar tranquilamente, o al menos poder ayudarla en lo que pudiese, ya que no soportaba la idea de que todo esto lo estuviese sufriendo por un acto inmaduro por mi parte. Sus ojos empezaron a abrir lentamente mientras los míos seguían esperando una respuesta por su parte, intentando no molestarla ni acosarla. Poco a poco esta empezó a desplazar su mirada hasta la mía, lo que me alegro y deje que una sonrisa saliese de mi rostro mientras su pregunta del motivo por que la salve me hace reír levemente sin cortarla, ya que no quería interrumpirla.
-"Ojala que este mejor. No podría seguir feliz sabiendo que una mujer como esta había sido herida por mi culpa sin motivo alguno, lo que si al menos hubiese habido algo de por medio vale, pero así sin mas me sabe mal."
Los segundos pasaban y el sol de la zona seguía aumentando, dejando que mi coleta de color blanco se mueva al ton del viento caliente de la zona, obligándome a colocar una de mis manos frente a mi rostro para evitar posibles quemaduras solares. Además ella empezó a decir que no se sentía bien y que necesitaba ir hacia el hospital, por lo que sin dudarlo me acerque hasta su cuerpo medio sentado y con una de mis manos la agarre desde su costado derecho mientras con ese impulso la ayudaba a levantarse.
-Tranquila. Yo jamás atacaría a una persona. Puedes creerme o no, pero mi letargo es ayudarla y pagar por mi error del pasado.
Tras conseguir que se levantase mi cuerpo empezó a desteñirse de color negro debido a mi forma hibrida, con el que se me permitía el don de levitar. Usando dicho poder empiezo a levitarnos a ambos y hago un gesto rápido por la zona, intentando hallar dicho Hospital. Este se me hizo visible tras algunos giros, con lo que procedí a dirigirme hacia su estructura bastante visible mientras intentaba sonreír de vez en cuando y hablar con mi compañero, a la que espero que no esté molestando esta ayuda.
-Por favor. Si en algún momento te ha molestado lo que te hice, te dejare vengarte atacándome si es necesario, pero no me tomes como un psicópata se lo ruego.
-"Ojala que este mejor. No podría seguir feliz sabiendo que una mujer como esta había sido herida por mi culpa sin motivo alguno, lo que si al menos hubiese habido algo de por medio vale, pero así sin mas me sabe mal."
Los segundos pasaban y el sol de la zona seguía aumentando, dejando que mi coleta de color blanco se mueva al ton del viento caliente de la zona, obligándome a colocar una de mis manos frente a mi rostro para evitar posibles quemaduras solares. Además ella empezó a decir que no se sentía bien y que necesitaba ir hacia el hospital, por lo que sin dudarlo me acerque hasta su cuerpo medio sentado y con una de mis manos la agarre desde su costado derecho mientras con ese impulso la ayudaba a levantarse.
-Tranquila. Yo jamás atacaría a una persona. Puedes creerme o no, pero mi letargo es ayudarla y pagar por mi error del pasado.
Tras conseguir que se levantase mi cuerpo empezó a desteñirse de color negro debido a mi forma hibrida, con el que se me permitía el don de levitar. Usando dicho poder empiezo a levitarnos a ambos y hago un gesto rápido por la zona, intentando hallar dicho Hospital. Este se me hizo visible tras algunos giros, con lo que procedí a dirigirme hacia su estructura bastante visible mientras intentaba sonreír de vez en cuando y hablar con mi compañero, a la que espero que no esté molestando esta ayuda.
-Por favor. Si en algún momento te ha molestado lo que te hice, te dejare vengarte atacándome si es necesario, pero no me tomes como un psicópata se lo ruego.
Azuka
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~Al tiempo que intenté sentarme para ponerme de pie, el peliblanco sin decir nada me ayudó con su mano derecha, para después cargarme con cuidado, hice una pequeña mueca de dolor pues se me había pasado el efecto de los medicamentos analgésicos, en cosa de nada podría estarme retorciendo y gritando de la insoportable tortura que mis heridas me brindarían. El chico por fin habló, diciendo que el no atacaría a una persona y que su objetivo era enmendar su error. Yo solo me quedé en silencio sin decir nada ante eso, si esa era su decisión a mí me sentaría bastante bien, pero lo que decidiera era indiferente ante mi urgencia de llegar al hospital nuevamente.
De pronto su piel se volvió negra y comenzamos a levitar, no veía alas en su espalda ni nada parecido, seguro era una habilidad que el poseía. Cerré los ojos y suspiré, el sol enserio me estaba molestando y yo solo quería dormirme ya. Ganamos cierta altura y nos quedamos ahí por unos segundos, no supe el porque ni me molesté en intentar averiguarlo, pronto comenzamos a avanzar en alguna dirección, posiblemente el hospital de la isla. Durante el trayecto permanecí con los ojos cerrados y sin decir nada, abrazada con mi único brazo sano al torso del albino en respuesta a mi necesidad de sentirme algo más segura en el vuelo. Pasados unos pocos minutos volvió a hablar, diciendo algunas cosas que me parecieron raras, sin abrir los ojos reí ligeramente.
-No seas tonto, la venganza nunca soluciona nada, las personas que se mueven por un objetivo tan negativo como ese nunca logran sus objetivos.-Dije sonriendo tenuemente.-Yo no necesito vengarme de nada, y la única persona "loca" aquí podría ser yo, pues los medicamentos me han afectado un poco, aunque ahora los necesito que empieza a dolerme todo.-Admití pero sin quejarme o mostrar con algún gesto dicho dolor.-Tengo... Mucho... Sueño...-Finalicé, dejando escapar un largo bostezo, para finalmente acurrucarme un poco y quedar dormida con una sonrisa, de alguna manera sabía que estaría a salvo ya.
De pronto su piel se volvió negra y comenzamos a levitar, no veía alas en su espalda ni nada parecido, seguro era una habilidad que el poseía. Cerré los ojos y suspiré, el sol enserio me estaba molestando y yo solo quería dormirme ya. Ganamos cierta altura y nos quedamos ahí por unos segundos, no supe el porque ni me molesté en intentar averiguarlo, pronto comenzamos a avanzar en alguna dirección, posiblemente el hospital de la isla. Durante el trayecto permanecí con los ojos cerrados y sin decir nada, abrazada con mi único brazo sano al torso del albino en respuesta a mi necesidad de sentirme algo más segura en el vuelo. Pasados unos pocos minutos volvió a hablar, diciendo algunas cosas que me parecieron raras, sin abrir los ojos reí ligeramente.
-No seas tonto, la venganza nunca soluciona nada, las personas que se mueven por un objetivo tan negativo como ese nunca logran sus objetivos.-Dije sonriendo tenuemente.-Yo no necesito vengarme de nada, y la única persona "loca" aquí podría ser yo, pues los medicamentos me han afectado un poco, aunque ahora los necesito que empieza a dolerme todo.-Admití pero sin quejarme o mostrar con algún gesto dicho dolor.-Tengo... Mucho... Sueño...-Finalicé, dejando escapar un largo bostezo, para finalmente acurrucarme un poco y quedar dormida con una sonrisa, de alguna manera sabía que estaría a salvo ya.
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Continúe con el vuelo, sintiendo como las palabras que decían aquella mujer entraban dentro mía, mientras esta se queda dormida entre mis brazos, lo que me demuestra que ella confía en mí, lo que me hace volar a una velocidad más baja para que el viento no le afecte, a la par que me acerco lentamente hacia el hospital intentando dejarla cuanto antes, ya que en su estado seguro que no puede aguantar mucho.
-Bueno chica misteriosa. Espero que algún día nos volvamos a ver-digo mientras la dejo en una camilla en la entrada del hospital.
Unos médicos sin dudarlo apenas, y por lo que se puede oír, empiezan a llevarla corriendo hacia dentro de este centro, y según caigo a entender ella se había escapado, por lo que una sonrisa se dibuja en mi rostro mientras me alejo de la zona esperando que ella ya se encuentre en mejores manos, aunque realmente yo ya sé que ella estará a salvo.
Empecé a volar poco a poco hacia el puerto, intentando volver hacia el barco con el que había llegado, esperando que mi llegada a esta isla jamás se llegase a acordar nadie, aunque con la poca gente que se encuentra en el medio sería raro que alguien supiese de mi existencia, así que no me quedo otra que aterrizar en este y dejar que siguiese su rumbo, dejando mi cuerpo a la mercer del viento.
-Bueno chica misteriosa. Espero que algún día nos volvamos a ver-digo mientras la dejo en una camilla en la entrada del hospital.
Unos médicos sin dudarlo apenas, y por lo que se puede oír, empiezan a llevarla corriendo hacia dentro de este centro, y según caigo a entender ella se había escapado, por lo que una sonrisa se dibuja en mi rostro mientras me alejo de la zona esperando que ella ya se encuentre en mejores manos, aunque realmente yo ya sé que ella estará a salvo.
Empecé a volar poco a poco hacia el puerto, intentando volver hacia el barco con el que había llegado, esperando que mi llegada a esta isla jamás se llegase a acordar nadie, aunque con la poca gente que se encuentra en el medio sería raro que alguien supiese de mi existencia, así que no me quedo otra que aterrizar en este y dejar que siguiese su rumbo, dejando mi cuerpo a la mercer del viento.
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