Shin Hyoga
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
-Ya falta poco.
Pedí un permiso para reunirme con el pirata Hayato Shakkin en nuestra cita para ver si era digno de su entrenamiento. Desembarqué después de varios días de viaje y me dirigí como un rayo a la Villa Shimotsuki. Era la primera vez que me encontraba en aquel lugar y estaba algo desorientado. Las horas de viaje, la tensión por la prueba que me esperaba y la velocidad a la que estaba yendo hacia la villa tenían mis nervios a flor de piel.
Tras una media hora de paso ligero por el camino llegué a la Villa Shimotsuki. Estaba sediento y tenía mucha hambre así que, aprovechando que no habíamos concretado hora alguna, decidí ir a beber algo y comer antes de la prueba.
Tras dar una vuelta por la villa, la cual parecía la mar de tranquila, encontré un restaurante donde un viejo detrás de la barra esperaba a los escasos clientes que parecían entrar. El restaurante era pobre y se notaba la falta de ingresos, por un momento hasta pensé que no era buena idea haber entrado. Me acerqué a la barra y descargando mi Shirõkami a la vez que la apoyaba en ella me dirigí al camarero. Lo examiné de arriba a abajo y me fijé en los platos de comida ya preparada que había. Bocadillos pequeños, algunos calamares, verduras...
- Por favor, un vaso de agua, grande. Y uno de los pequeños bocadillos de ahí, a ser posible de carne.
El hombre asintió levemente y me sirvió el vaso primero. Acto seguido lo cogí y bebí rápidamente para saciar la sed que me estaba matando desde hace rato.
- Serán 12 berries, ¿para llevar o comerás aquí?.
El hombre me preguntaba con un tono de voz muy pasivo y apagado. Por un momento lo pensé pero, realmente me venía mejor llevármelo. Así mientras buscaba el Dojo de Kendo podría comer. Sin contestar saqué de mi bolsillo los 12 berries que el hombre dijo que costaba.
- Para llevar mejor. Por cierto...¿por dónde queda el dojo de Kendo?
El hombre se rascó la coronilla durante unos segundos mirando al techo y volvió a mirarme.
- Cruza la calle, está en la paralela a esta. Es fácil de identificar.
- Gracias anciano.
Cogí el bocadillo y comencé a mordisquearlo poco a poco, no quería empacharme ni atragantarme. Comencé a cruzar la calle tal y como me dijo el anciano del restaurante. Terminé mi bocadillo justo antes de encontrar el Dojo. Lo miré desde el callejón que había cruzado para llegar a la calle paralela donde estaba.
- Creo que estoy...listo...
Espera...¿creo?
Pedí un permiso para reunirme con el pirata Hayato Shakkin en nuestra cita para ver si era digno de su entrenamiento. Desembarqué después de varios días de viaje y me dirigí como un rayo a la Villa Shimotsuki. Era la primera vez que me encontraba en aquel lugar y estaba algo desorientado. Las horas de viaje, la tensión por la prueba que me esperaba y la velocidad a la que estaba yendo hacia la villa tenían mis nervios a flor de piel.
Tras una media hora de paso ligero por el camino llegué a la Villa Shimotsuki. Estaba sediento y tenía mucha hambre así que, aprovechando que no habíamos concretado hora alguna, decidí ir a beber algo y comer antes de la prueba.
Tras dar una vuelta por la villa, la cual parecía la mar de tranquila, encontré un restaurante donde un viejo detrás de la barra esperaba a los escasos clientes que parecían entrar. El restaurante era pobre y se notaba la falta de ingresos, por un momento hasta pensé que no era buena idea haber entrado. Me acerqué a la barra y descargando mi Shirõkami a la vez que la apoyaba en ella me dirigí al camarero. Lo examiné de arriba a abajo y me fijé en los platos de comida ya preparada que había. Bocadillos pequeños, algunos calamares, verduras...
- Por favor, un vaso de agua, grande. Y uno de los pequeños bocadillos de ahí, a ser posible de carne.
El hombre asintió levemente y me sirvió el vaso primero. Acto seguido lo cogí y bebí rápidamente para saciar la sed que me estaba matando desde hace rato.
- Serán 12 berries, ¿para llevar o comerás aquí?.
El hombre me preguntaba con un tono de voz muy pasivo y apagado. Por un momento lo pensé pero, realmente me venía mejor llevármelo. Así mientras buscaba el Dojo de Kendo podría comer. Sin contestar saqué de mi bolsillo los 12 berries que el hombre dijo que costaba.
- Para llevar mejor. Por cierto...¿por dónde queda el dojo de Kendo?
El hombre se rascó la coronilla durante unos segundos mirando al techo y volvió a mirarme.
- Cruza la calle, está en la paralela a esta. Es fácil de identificar.
- Gracias anciano.
Cogí el bocadillo y comencé a mordisquearlo poco a poco, no quería empacharme ni atragantarme. Comencé a cruzar la calle tal y como me dijo el anciano del restaurante. Terminé mi bocadillo justo antes de encontrar el Dojo. Lo miré desde el callejón que había cruzado para llegar a la calle paralela donde estaba.
- Creo que estoy...listo...
Espera...¿creo?
Hayato
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
¿Debería moverme?
Tumbado en el césped del patio interior del Dojo de Kendo de la villa Shimotsuki, el lugar de mi encuentro con el hombre que me atacó en la isla Conomi, pensaba en la posibilidad de levantarme. Normalmente llego tarde a todos lados pero en esta ocasión estaba intrigado. Estaba tumbado a solas, ya que los monjes debían haber salido a peregrinar pues allí no había ni un alma, con mis dos espadas, Shimei Kaeru y Yamaoroshi a cada lado, reposando en el césped como yo. Había tapado mis ojos y frente con un paño para que el intenso calor del ocaso no me achicharrara la cara y me provocara cefaleas.
Realmente, no sé si vendrá....no sé ni qué hago aquí.
Desde aquel ataque había estado pensando seriamente sobre ese hombre. Me parecía muy extraño que ese hombre tuviera una fruta del diablo y manejara la espada de forma tan deficiente. Es posible que adquiriera su fruta por casualidad del destino o por suerte pero, iba muy bien vestido para ser un cualquiera. Al menos debería ser un noble, de clase baja-media, pero debía tener un cargo, ya sea económico como de poder...
No debe quedar mucho para que anochezca, debería prepararme...
Finalmente me levanté quitando el paño de mi cara y levantando mis dos espadas impulsándolas con el pie y cogiéndolas al vuelo. Enfundé ambas en mi cinturón, Shimei Kaeru a la izquierda y Yamaoroshi a la derecha. No debía quedar demasiado para que el “mercenario” llegara y comenzara su prueba.
No me hagas esperar, lobo.
Tumbado en el césped del patio interior del Dojo de Kendo de la villa Shimotsuki, el lugar de mi encuentro con el hombre que me atacó en la isla Conomi, pensaba en la posibilidad de levantarme. Normalmente llego tarde a todos lados pero en esta ocasión estaba intrigado. Estaba tumbado a solas, ya que los monjes debían haber salido a peregrinar pues allí no había ni un alma, con mis dos espadas, Shimei Kaeru y Yamaoroshi a cada lado, reposando en el césped como yo. Había tapado mis ojos y frente con un paño para que el intenso calor del ocaso no me achicharrara la cara y me provocara cefaleas.
Realmente, no sé si vendrá....no sé ni qué hago aquí.
Desde aquel ataque había estado pensando seriamente sobre ese hombre. Me parecía muy extraño que ese hombre tuviera una fruta del diablo y manejara la espada de forma tan deficiente. Es posible que adquiriera su fruta por casualidad del destino o por suerte pero, iba muy bien vestido para ser un cualquiera. Al menos debería ser un noble, de clase baja-media, pero debía tener un cargo, ya sea económico como de poder...
No debe quedar mucho para que anochezca, debería prepararme...
Finalmente me levanté quitando el paño de mi cara y levantando mis dos espadas impulsándolas con el pie y cogiéndolas al vuelo. Enfundé ambas en mi cinturón, Shimei Kaeru a la izquierda y Yamaoroshi a la derecha. No debía quedar demasiado para que el “mercenario” llegara y comenzara su prueba.
No me hagas esperar, lobo.
Shin Hyoga
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
No estaba seguro de que me pasaba. Comenzaba a sentirme mal, mi corazón se desbocaba y mi respiración crepitante y entrecortada iba a destiempo. Comenzaba a sentir un frío sudor corriendo por mi frente, cayendo hacia mi cara. Apoyándome con una mano en una de las paredes del callejón y con la otra desabrochándome los primeros botones de la chaqueta para respirar mejor.
¿Qué te pasa Shin?, ¿por qué dudas?...
No estaba seguro de donde provenían aquellos pensamientos, eran como una voz lejana dentro de mi cabeza que me hablaba con eco y apenas podía comprender. Con los segundos, mientras me calmaba, comencé a comprender que era mi álter ego. Estaba tratando de tomar posesión de mi conciencia para aprovecharse de la situación. No quería que saliera. Ese pirata responderá ante mi espada y la ley, pero si antes puedo aprender su técnica, será un punto más a favor.
- Venga, céntrate.
Abrochándome de nuevo la chaqueta encaré al Dojo, entrando por la enorme puerta que estaba abierta. El patio delantero era un jardín con un par de zonas de entrenamiento. El edificio estaba justo delante. Comencé a andar hacia la puerta agudizando mi olfato.
Está por aquí...
La puerta estaba cerrada y no parecía haber sido forzada. Comencé a andar por el borde del edificio del Dojo, caminando hacia la parte trasera. Cuando llegué encontré al pirata espadachín, el peliazul Hayato “Cortefrío” Shakkin esperándome en el centro de la zona de entrenamiento: un campo circular de tierra batida de varios metros de diámetro.
- Pensaba que ibas a dejarme plantado.
Estaba serio pero adopté un tono de voz pícaro y amigable. Quizás cayera en gracia de aquel hombre.
¿Qué te pasa Shin?, ¿por qué dudas?...
No estaba seguro de donde provenían aquellos pensamientos, eran como una voz lejana dentro de mi cabeza que me hablaba con eco y apenas podía comprender. Con los segundos, mientras me calmaba, comencé a comprender que era mi álter ego. Estaba tratando de tomar posesión de mi conciencia para aprovecharse de la situación. No quería que saliera. Ese pirata responderá ante mi espada y la ley, pero si antes puedo aprender su técnica, será un punto más a favor.
- Venga, céntrate.
Abrochándome de nuevo la chaqueta encaré al Dojo, entrando por la enorme puerta que estaba abierta. El patio delantero era un jardín con un par de zonas de entrenamiento. El edificio estaba justo delante. Comencé a andar hacia la puerta agudizando mi olfato.
Está por aquí...
La puerta estaba cerrada y no parecía haber sido forzada. Comencé a andar por el borde del edificio del Dojo, caminando hacia la parte trasera. Cuando llegué encontré al pirata espadachín, el peliazul Hayato “Cortefrío” Shakkin esperándome en el centro de la zona de entrenamiento: un campo circular de tierra batida de varios metros de diámetro.
- Pensaba que ibas a dejarme plantado.
Estaba serio pero adopté un tono de voz pícaro y amigable. Quizás cayera en gracia de aquel hombre.
Hayato
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El mercenario apareció unos quince minutos después de que dejara de holgazanear en el césped y me levantara para esperarlo. Como esperaba venía bien ataviado con su traje y guantes, además de armado con esa zanbato, esa peligrosa katana de grandes dimensiones. El hombre lobo, al que había decidido llamar así por su fruta ya que no conozco su nombre aún, decía bromeando que pensaba que no iba a venir.
~ ¿Cómo podrías dudar de mi? - dije sonriendo para devolverle la broma con un toque irónico – ¿Te ha costado llegar?
La conversación se desarrollaba rápido pero a penas nos habíamos movido de nuestro lugar. Se notaba que ambos estábamos allí por una sola razón: cruzar nuestras espadas. Yo desde luego tenía ganas de ver si ese hombre lleno de contradicciones e incógnitas era merecedor de que lo entrenara.
~ Bueno...¿éstas listo?.
Más le vale estarlo.
Tras mi pregunta esperé unos segundos lanzándome hacia él desenvainando mi Shimei Kaeru con la mano derecha y lanzándola en ese mismo movimiento hacia su cabeza para que lo impactara con la punta del mango. (AD) El golpe no sería muy poderoso y se podía bloquear o desviar pero funcionaría como distracción.
~ ¿Cómo podrías dudar de mi? - dije sonriendo para devolverle la broma con un toque irónico – ¿Te ha costado llegar?
La conversación se desarrollaba rápido pero a penas nos habíamos movido de nuestro lugar. Se notaba que ambos estábamos allí por una sola razón: cruzar nuestras espadas. Yo desde luego tenía ganas de ver si ese hombre lleno de contradicciones e incógnitas era merecedor de que lo entrenara.
~ Bueno...¿éstas listo?.
Más le vale estarlo.
Tras mi pregunta esperé unos segundos lanzándome hacia él desenvainando mi Shimei Kaeru con la mano derecha y lanzándola en ese mismo movimiento hacia su cabeza para que lo impactara con la punta del mango. (AD) El golpe no sería muy poderoso y se podía bloquear o desviar pero funcionaría como distracción.
Shin Hyoga
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El peliazul tras un gesto irónico en contestación al mío me preguntó si lo dudaba y si me había sido difícil llegar. Se notaba cierta tensión en el ambiente por parte de los dos. Aunque mi corazón y respiración estaban muy más calmados, mis nervios estaban a flor de piel.
- No lo he dudado en ningún momento.
Reía levemente. La conversación se desarrollaba rápido por parte de ambos rivales, parecía que sólo pretendíamos pelear y cruzar nuestras armas. Hendir el acero en la carne del contrincante. Hayato me preguntó si estaba listo y tras unos segundos, sin darme tiempo a contestar se abalanzó sobre mi. Lanzó una de sus espadas, la negra completa, hacia mi cara para que el mango me golpeara.
¡Es muy rápido!
Blandiendo mi Shirõkami y de un golpe ascendente, la desvié hacia arriba. Calculando el tiempo aproximado que le tardaba por llegar a mi radio de ataque, aproveché la inercia del golpe para girar mi espada encima de mi cabeza dos veces para coger impulso y finalmente ejecutar un salto hacia adelante que me posicionaba en horizontal mientras llevaba mi espada al cuerpo para asemejar a una cuchilla dando repetidos cortes hacia adelante en circulo.
Colmillo giratorio. [AIF]
- No lo he dudado en ningún momento.
Reía levemente. La conversación se desarrollaba rápido por parte de ambos rivales, parecía que sólo pretendíamos pelear y cruzar nuestras armas. Hendir el acero en la carne del contrincante. Hayato me preguntó si estaba listo y tras unos segundos, sin darme tiempo a contestar se abalanzó sobre mi. Lanzó una de sus espadas, la negra completa, hacia mi cara para que el mango me golpeara.
¡Es muy rápido!
Blandiendo mi Shirõkami y de un golpe ascendente, la desvié hacia arriba. Calculando el tiempo aproximado que le tardaba por llegar a mi radio de ataque, aproveché la inercia del golpe para girar mi espada encima de mi cabeza dos veces para coger impulso y finalmente ejecutar un salto hacia adelante que me posicionaba en horizontal mientras llevaba mi espada al cuerpo para asemejar a una cuchilla dando repetidos cortes hacia adelante en circulo.
Colmillo giratorio. [AIF]
Hayato
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El hombre lobo desvió con un golpe bien ejecutado de su espada a Shimei Kaeru lanzándola hacia arriba y tras unas vueltas de su zanbato sobre su cabeza comenzó a girar hacia adelante rápidamente, como si fuera una cuchilla girando a toda velocidad. En ese momento gracias a mi habilidad en Mantra pude planear una estrategia. Primero desenvainé a Yamaoroshi con la mano izquierda llevándola a la posición horizontal para bloquear los ataques de mi adversario. Como una zanbato es muy pesada y mi rival es fuerte, utilicé mi antebrazo derecho para apoyar desde la parte de atrás a Yamaoroshi y tener dos puntos de apoyo. Esperé a bloquear justo donde predije que caería Shimei Kaeru. Cuando los golpes de mi rival cesaron, los impactos habían hecho mella en mis músculos de los brazos y hombros por la gran presión, y Shimei Kaeru cayó perfectamente sobre mi mano derecha en la posición de blandir una espada.
~ Mi turno. – dije con una sonrisa mirando al hombre lobo, ya que las cosas salían justo como esperé.
Golpeando con Shimei Kaeru su zanbato para quitarla de en medio, comencé a girar mi hombro izquierdo atrás, rotando sobre mi pierna derecha y ejecutando una rápida técnica de doble corte. El primero iba implícito cuando desviaba su zanbato y se dirigía a su hombro izquierdo. El segundo, justo al terminar de girar 360º era ejecutado desde mi mano izquierda a sus lumbares y costado izquierdo, para intentar dañar sus órganos vitales.
Nitoryu: Kōhai (Devastación) [AM]
~ Mi turno. – dije con una sonrisa mirando al hombre lobo, ya que las cosas salían justo como esperé.
Golpeando con Shimei Kaeru su zanbato para quitarla de en medio, comencé a girar mi hombro izquierdo atrás, rotando sobre mi pierna derecha y ejecutando una rápida técnica de doble corte. El primero iba implícito cuando desviaba su zanbato y se dirigía a su hombro izquierdo. El segundo, justo al terminar de girar 360º era ejecutado desde mi mano izquierda a sus lumbares y costado izquierdo, para intentar dañar sus órganos vitales.
Nitoryu: Kōhai (Devastación) [AM]
Shin Hyoga
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El peliazul bloqueó mis golpes con su espada restante, ayudándose de sus dos brazos, tras lo cual cogió su espada que caía, apartó a Shirõkami y se movió rápidamente girando sobre un pie y cortando en mi hombro y costado izquierdo. El hombro comenzó a sangrar levemente y el costado tuvo suerte, su corte fue directo a una costilla que frenó el corte levemente evitando que cortara algún órgano. Tras aquel movimiento comenzaba a sentirme mal pero no podía rendirme. Sólo había recibido un golpe, tenía que contraatacar.
- ¿¡No pensarás que eso me tumbará!?
Hayato estaba detrás de mi, un poco hacia mi izquierda y yo tenía mi arma en la mano derecha. Girando hacia mi izquierda levanté a Shirõkami llevando la punta hacia mi mano izquierda que posicioné apuntado a Hayato levantando el brazo a la altura de mis hombros. Mi arma quedaba en posición horizontal al suelo.
Me moví hacia adelante lanzando una terrible puñalada a toda velocidad hacia el torso de Hayato con el impulso de un solo salto. Éste ataque era una versión reducida pero no menos potente de mi técnica favorita, el Gatotsu. Una rápida y mortal punzada. Si lo alcanzaba el corte generaría sangrados importantes y es posible que incapacitara a mi adversario.
Gatotsu Zeroshiki [AF]
Durante el ataque, algo dentro de mi no iba bien. La cabeza me apretaba mucho. Parecía que mi cerebro quería huir de mi cráneo.
¿Qué me pasa?...
- ¿¡No pensarás que eso me tumbará!?
Hayato estaba detrás de mi, un poco hacia mi izquierda y yo tenía mi arma en la mano derecha. Girando hacia mi izquierda levanté a Shirõkami llevando la punta hacia mi mano izquierda que posicioné apuntado a Hayato levantando el brazo a la altura de mis hombros. Mi arma quedaba en posición horizontal al suelo.
Me moví hacia adelante lanzando una terrible puñalada a toda velocidad hacia el torso de Hayato con el impulso de un solo salto. Éste ataque era una versión reducida pero no menos potente de mi técnica favorita, el Gatotsu. Una rápida y mortal punzada. Si lo alcanzaba el corte generaría sangrados importantes y es posible que incapacitara a mi adversario.
Gatotsu Zeroshiki [AF]
Durante el ataque, algo dentro de mi no iba bien. La cabeza me apretaba mucho. Parecía que mi cerebro quería huir de mi cráneo.
¿Qué me pasa?...
Hayato
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Impacté. Estaba seguro de que había logrado cortarlo. Cuando observé que mis espadas se tenían levemente de rojo confirmé mis presentimientos. Había logrado dañar al hombre lobo con mi ataque, aunque este no tardó demasiado en reaccionar para retomar la ofensiva. Éste gritaba que con eso no sería bastante para acabar con él. Apenas pude girar mi cabeza para ver que el hombre lobo había adoptado una postura claramente de ataque, apoyando su espada sobre la mano izquierda, apuntando directa a mi. Tras esto y anunciar su técnica, se lanzó contra mi ejecutando una mortal punzada hacia mi torso.
¡Ost...!
No tuve demasiado tiempo para reaccionar ante el ataque por lo que simplemente dejé que me impactara en el pecho, endureciéndolo gracias a mi Busoshoku haki para evitar que me hiciera daño. El poderosísimo ataque de mi rival golpeó y me lanzó varios metros hacia atrás. Para frenarme clavé ambas espadas en el suelo con el filo hacia el hombre lobo. Tras cuatro metros me frené y me levanté. Mi oponente parecía estar descentrado. Aproveché para darle un toque de atención, debería estar más atento.
~ ¡Eh!. ¡Más te vale atender a mis espadas!
Entonces, ejecutando una X con mis espadas, lancé una doble onda de choque a mi rival. No quería cortarlo, solo golpearlo, pero empleé toda mi fuerza para que el impacto fuera potente.
Nitoryu: Daburu X (Doble Equis, versión no letal) AIF
¡Ost...!
No tuve demasiado tiempo para reaccionar ante el ataque por lo que simplemente dejé que me impactara en el pecho, endureciéndolo gracias a mi Busoshoku haki para evitar que me hiciera daño. El poderosísimo ataque de mi rival golpeó y me lanzó varios metros hacia atrás. Para frenarme clavé ambas espadas en el suelo con el filo hacia el hombre lobo. Tras cuatro metros me frené y me levanté. Mi oponente parecía estar descentrado. Aproveché para darle un toque de atención, debería estar más atento.
~ ¡Eh!. ¡Más te vale atender a mis espadas!
Entonces, ejecutando una X con mis espadas, lancé una doble onda de choque a mi rival. No quería cortarlo, solo golpearlo, pero empleé toda mi fuerza para que el impacto fuera potente.
Nitoryu: Daburu X (Doble Equis, versión no letal) AIF
Shin Hyoga
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Mi Gatotsu se dirigía perfectamente hacia el cuerpo de Hayato, mi rival, que se encontraba medio de espaldas a mi. Cuando quedaban pocos centímetros para que mi Shirõkami cortara a Hayato, éste terminó de girar quedando de frente a mi. Por alguna razón que desconozco no logré cortar su piel. Simplemente recibió el impacto en su torso sin rastro aparente de daño pero siento impulsado hacia atrás. Se frenó clavando ambas espadas en el suelo y tras eso me lanzó una onda de golpe que no pude esquivar. Estaba muy desconcertado. La onda me alcanzó lanzándome hacia atrás varios metros. Sentí una gran presión en el pecho y parecía que mi respiración se entrecortaba. Caí al suelo con la conciencia a medio perder y me levanté apoyándome en mi espada, lentamente.
¿Qué estas haciendo Shin?...¿Vas a darte por vencido ya?...
No sabía bien si esa voz en mi cabeza eran mis propios pensamientos o si era mi otra personalidad, rasgando la puerta de la locura para entrar y dominar mi mente. Tambaleándome comencé a correr hacia Hayato adoptando la posición del Gatotsu. Cuando me quedaban un par de metros, me transformé en mi forma híbrida, aumentando mi fuerza y velocidad para que mi ataque fuera más letal. Estaba dispuesto a darlo todo para derrotar a Hayato. La peculiaridad de este Gatotsu era que escondía un ataque. Apunté directo a su pecho, al esternón con la intención de clavarlo en la pared del dojo con Shirõkami pero mi zarpa izquierda, la que sostenía la punta de mi arma, se clavaría en su garganta en el último segundo.
Ōkami no Gatotsu Isshiki [AB]
¿Qué estas haciendo Shin?...¿Vas a darte por vencido ya?...
No sabía bien si esa voz en mi cabeza eran mis propios pensamientos o si era mi otra personalidad, rasgando la puerta de la locura para entrar y dominar mi mente. Tambaleándome comencé a correr hacia Hayato adoptando la posición del Gatotsu. Cuando me quedaban un par de metros, me transformé en mi forma híbrida, aumentando mi fuerza y velocidad para que mi ataque fuera más letal. Estaba dispuesto a darlo todo para derrotar a Hayato. La peculiaridad de este Gatotsu era que escondía un ataque. Apunté directo a su pecho, al esternón con la intención de clavarlo en la pared del dojo con Shirõkami pero mi zarpa izquierda, la que sostenía la punta de mi arma, se clavaría en su garganta en el último segundo.
Ōkami no Gatotsu Isshiki [AB]
Hayato
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Mi onda impactó en el hombre lobo. Le lanzó hacia atrás varios metros y cayó al suelo. Por unos instantes sentí que no se levantaría pero lo hizo, medio inconsciente, apoyándose en su espada.
No creo que caiga ya...¿o si?... - dudaba de la resistencia de mi rival mientras recuperaba mi posición de defensa.
El licántropo comenzó a correr hacia mi dando tumbos y adoptando la misma posición que usó para el anterior ataque, la terrible punzada que nombró como “Gatotsu”.
Otra vez ese ataque, nada que mi Ojo de la tormenta no pueda detectar.
En el último momento, a apenas unos metros de mi, el hombre lobo se transformó en la forma híbrida de su fruta del diablo acelerándose y aumentando de fuerza. Comencé a preocuparme en ese instante pues venía muy rápido y fuerte, mi Kenbunshoku y Busoshoku no serían de ayuda. Por suerte, aunque mi Ojo de la tormenta no detectó la técnica me permitió ver una irregularidad en ella, la mano que sostenía la espada estaba posicionada directa hacia mi, parecía que también iba a clavarse. Ante la magnitud de tal ataque mi única reacción fue dejarme hacer hacia la derecha, clavándose parcialmente la punta del enorme arma de mi rival en mi hombro izquierdo y en la pared del Dojo, justo en la parte de arriba, causándome mucho dolor y haciendo que sangrara. Sin embargo, caerme así ocasionó que sufriera mi hombro pero que la mano de mi adversario que se dirigía a mi cuello golpeara la pared del Dojo abriendo una grieta de pequeño tamaño.
Hijo de...
Mosqueado por la conducta irrefrenable de mi enemigo decidí ponerme serio y actuar. Me encontraba casi sentado, con su espada clavada en el borde de mi hombro izquierdo y aún con ambas espadas en las mías. Mi hombro izquierdo estaba herido y no sería de gran utilidad porque no tendría la misma fuerza, por lo que solté a Yamaoroshi. Primero endurecí mi mano izquierda con el Busoshoku haki y levanté la espada de mi adversario, sacándola de mi hombro. Entonces rodé hacia mi derecha saliendo de la guardia del hombre lobo. Me levanté aprovechando la voltereta y encaré al enemigo. Se veía terrible con su mirada de lobo aunque no daba la sensación de controlarse muy bien, al menos no como la otra vez.
¿Qué demonios le pasa?
En es momento improvisé una técnica que podría funcionar contra mi rival. Sacando de mi cinturón la funda de Shimei Kaeru las cambié de mano, dejando en mi mano izquierda la espada y en la derecha la funda. No podía usar perfectamente mi brazo izquierdo por lo que tendría que ejecutar la técnica al revés. Entonces me lancé de nuevo hacia él ejecutando un corte con la mano izquierda que iría de su derecha a izquierda y continué el giro lanzando un golpe mucho más potente con la funda de Shimei Kaeru a su afilado morro de lobo. Sé que los perros tienen esa zona muy sensible a los impactos por lo que deduje que los lobos también.
El primer corte realmente podría actuar como señuelo, ya que el verdadero golpe era el segundo.
Nitoryu: Inunonakigoe (Perro ladrador) [AF]
No creo que caiga ya...¿o si?... - dudaba de la resistencia de mi rival mientras recuperaba mi posición de defensa.
El licántropo comenzó a correr hacia mi dando tumbos y adoptando la misma posición que usó para el anterior ataque, la terrible punzada que nombró como “Gatotsu”.
Otra vez ese ataque, nada que mi Ojo de la tormenta no pueda detectar.
En el último momento, a apenas unos metros de mi, el hombre lobo se transformó en la forma híbrida de su fruta del diablo acelerándose y aumentando de fuerza. Comencé a preocuparme en ese instante pues venía muy rápido y fuerte, mi Kenbunshoku y Busoshoku no serían de ayuda. Por suerte, aunque mi Ojo de la tormenta no detectó la técnica me permitió ver una irregularidad en ella, la mano que sostenía la espada estaba posicionada directa hacia mi, parecía que también iba a clavarse. Ante la magnitud de tal ataque mi única reacción fue dejarme hacer hacia la derecha, clavándose parcialmente la punta del enorme arma de mi rival en mi hombro izquierdo y en la pared del Dojo, justo en la parte de arriba, causándome mucho dolor y haciendo que sangrara. Sin embargo, caerme así ocasionó que sufriera mi hombro pero que la mano de mi adversario que se dirigía a mi cuello golpeara la pared del Dojo abriendo una grieta de pequeño tamaño.
Hijo de...
Mosqueado por la conducta irrefrenable de mi enemigo decidí ponerme serio y actuar. Me encontraba casi sentado, con su espada clavada en el borde de mi hombro izquierdo y aún con ambas espadas en las mías. Mi hombro izquierdo estaba herido y no sería de gran utilidad porque no tendría la misma fuerza, por lo que solté a Yamaoroshi. Primero endurecí mi mano izquierda con el Busoshoku haki y levanté la espada de mi adversario, sacándola de mi hombro. Entonces rodé hacia mi derecha saliendo de la guardia del hombre lobo. Me levanté aprovechando la voltereta y encaré al enemigo. Se veía terrible con su mirada de lobo aunque no daba la sensación de controlarse muy bien, al menos no como la otra vez.
¿Qué demonios le pasa?
En es momento improvisé una técnica que podría funcionar contra mi rival. Sacando de mi cinturón la funda de Shimei Kaeru las cambié de mano, dejando en mi mano izquierda la espada y en la derecha la funda. No podía usar perfectamente mi brazo izquierdo por lo que tendría que ejecutar la técnica al revés. Entonces me lancé de nuevo hacia él ejecutando un corte con la mano izquierda que iría de su derecha a izquierda y continué el giro lanzando un golpe mucho más potente con la funda de Shimei Kaeru a su afilado morro de lobo. Sé que los perros tienen esa zona muy sensible a los impactos por lo que deduje que los lobos también.
El primer corte realmente podría actuar como señuelo, ya que el verdadero golpe era el segundo.
Nitoryu: Inunonakigoe (Perro ladrador) [AF]
Shin Hyoga
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Acerté con mi estocada pero, no como había planeado. Hayato evadió la mitad de mi ataque, siendo mi espada ensartada en el borde de su hombro izquierdo mientras el caía y se libraba de mi ataque con la zarpa izquierda. Acto seguido soltó la espada que portaba con la mano izquierda y quitó mi espada de su hombro, dando una voltereta que le alejó de mi un poco. Tras esto sacó la funda negra de la espada que tenía y se las cambio de mano.
¿Qué va a hacer?...
Aún estaba nervioso. No sabía bien por qué no era capaz de controlarme pero, un deseo de ganar ardía dentro de mi, me impedía rendirme y me conducía a comportarme diferente. El peliazul se lanzó contra mi y lanzó un corte con la espada que portaba en la mano izquierda, el cual evité moviéndome levemente hacia atrás, pero, tras un rápido giro sobre su pie me asestó un golpe implacable con la funda en el morro. El morro es una parte muy sensible y el sonido al golpearlo es muy molesto para los lobos y perros por lo que eso sumado al dolor del golpe me hicieron caer de espaldas y soltar mi espada. No podía moverme, estaba derrotado. Volví a mi forma normal desactivando mi transformación de zoan.
- ¿No te cansas nunca de ganar?
Comencé a toser, estaba agotado y seguía sintiendo mi cabeza dando golpes. Estaba cada vez más seguro de que se trataba de mi otra personalidad intentando apoderarse de mi mente y tomar el control de mi cuerpo. No quería que eso pasara porque me convierte en un hombre muy diferente y probablemente se enfrentara a Hayato hasta la muerte. Y...seamos honestos, Hayato podía matarme.
¿Qué va a hacer?...
Aún estaba nervioso. No sabía bien por qué no era capaz de controlarme pero, un deseo de ganar ardía dentro de mi, me impedía rendirme y me conducía a comportarme diferente. El peliazul se lanzó contra mi y lanzó un corte con la espada que portaba en la mano izquierda, el cual evité moviéndome levemente hacia atrás, pero, tras un rápido giro sobre su pie me asestó un golpe implacable con la funda en el morro. El morro es una parte muy sensible y el sonido al golpearlo es muy molesto para los lobos y perros por lo que eso sumado al dolor del golpe me hicieron caer de espaldas y soltar mi espada. No podía moverme, estaba derrotado. Volví a mi forma normal desactivando mi transformación de zoan.
- ¿No te cansas nunca de ganar?
Comencé a toser, estaba agotado y seguía sintiendo mi cabeza dando golpes. Estaba cada vez más seguro de que se trataba de mi otra personalidad intentando apoderarse de mi mente y tomar el control de mi cuerpo. No quería que eso pasara porque me convierte en un hombre muy diferente y probablemente se enfrentara a Hayato hasta la muerte. Y...seamos honestos, Hayato podía matarme.
Hayato
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Golpeé con éxito el morro de mi adversario el hombre lobo y éste por la potencia del golpe cayó de espaldas al suelo soltando su arma y perdiendo su transformación en hombre lobo. El licántropo desde el suelo me preguntó si no me cansaba jamás de ganar. La respuesta me intrigó porque realmente solo habíamos combatido dos veces. Éste comenzó a toser seriamente y decidí levantarle del suelo, pasando uno de sus brazos por encima de mi cuello y agarrándolo firmemente le ayudé a ponerse de nuevo en pie mientras contestaba a su pregunta.
~ ¿No te cansas de hacer locuras siempre?
Le ayudé a llegar a la entrada trasera del dojo donde se sentó en unas escaleras. Cuando estuvo bien sentado me di la vuelta volviendo a por Yamaoroshi. Este rival había sido muy fácil pero seguía teniendo la sensación de que podría llegar a ser alguien poderoso así que, por lo que a mi respectaba, le enseñaría algo de lo que sé. Enfundé a Yamaoroshi y me dirigí a su zanbato, cogiéndola con la mano derecha.
Es más pesada de lo que creía...la mueve con mucha agilidad y presteza.
La cargué en mi hombro derecho y me dirigí de nuevo hacia él. Cuando llegué clavé su espada en la tierra batida. Examiné al hombre de arriba a abajo. Había recibido daños severos pero estaba bien, no sería nada que no pudiera recuperar con un poco de reposo.
~ Verás muchacho, yo quiero serte sincero. Quiero enseñarte, creo que lo mereces pero...no sé nada de ti. No me interesa realmente, pero al menos, dime como te llamo.
Estaba realmente interesado en él aunque, sabía que si no había hablado de él hasta ahora, era porque no quería contar nada y presionarlo solo empeoraría las cosas. Además el tampoco había preguntado por mi, lo cual podía significar que no quería saber nada o que...ya sabía suficiente.
~ ¿No te cansas de hacer locuras siempre?
Le ayudé a llegar a la entrada trasera del dojo donde se sentó en unas escaleras. Cuando estuvo bien sentado me di la vuelta volviendo a por Yamaoroshi. Este rival había sido muy fácil pero seguía teniendo la sensación de que podría llegar a ser alguien poderoso así que, por lo que a mi respectaba, le enseñaría algo de lo que sé. Enfundé a Yamaoroshi y me dirigí a su zanbato, cogiéndola con la mano derecha.
Es más pesada de lo que creía...la mueve con mucha agilidad y presteza.
La cargué en mi hombro derecho y me dirigí de nuevo hacia él. Cuando llegué clavé su espada en la tierra batida. Examiné al hombre de arriba a abajo. Había recibido daños severos pero estaba bien, no sería nada que no pudiera recuperar con un poco de reposo.
~ Verás muchacho, yo quiero serte sincero. Quiero enseñarte, creo que lo mereces pero...no sé nada de ti. No me interesa realmente, pero al menos, dime como te llamo.
Estaba realmente interesado en él aunque, sabía que si no había hablado de él hasta ahora, era porque no quería contar nada y presionarlo solo empeoraría las cosas. Además el tampoco había preguntado por mi, lo cual podía significar que no quería saber nada o que...ya sabía suficiente.
Shin Hyoga
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La réplica de Hayato a mi pregunta fue tan buena que no tuve con qué contestar. Tras llevarme a las escaleras de la parte trasera del Dojo, Hayato recogió su espada y la mía, trayéndola y clavándola justo a nuestro lado. Tras ésto me dijo que quería entrenarme. Me sentí aliviado, aunque derrotado, había conseguido caer en gracia de aquel pirata peliazul. Éste solo me pidió mi nombre.
- Shin... me llamo Shin.
Estaba algo nervioso, no sabía de qué iba esto. ¿Por qué querría saber solo mi nombre?. ¿Por qué no le interesaba nada más?. ¿Quizás ya lo sabría?, no creo, los CP somos difíciles de identificar y además yo no llevo mucho tiempo en el cuerpo por lo que era casi imposible que Hayato supiera de mi.
Está actuando extraño...¿verdad?... Dios, ¿con quién se supone que hablo?.
Estaba comenzando a calmarme pero seguía sintiendo presión en la cabeza, como una prensa hidráulica apretando poco a poco hasta que mi cráneo explotase. Creo que Hayato se había dado cuenta hace tiempo de que tengo una debilidad, mi doble personalidad, aunque no habría sido capaz de descifrar cual era, dadas las pocas evidencias que tenía para deducirlo.
- Dime...y ¿qué me enseñaras?.
Estaba interesado pero traté de ser comedido, no quería que Hayato viera un exceso de interés por mi parte y lo malinterpretara. Realmente quería capturarlo pero, ¿sería capaz de hacerlo incluso con sus conocimientos?. Desde luego el peliazul estaba hecho un enigma.
- Shin... me llamo Shin.
Estaba algo nervioso, no sabía de qué iba esto. ¿Por qué querría saber solo mi nombre?. ¿Por qué no le interesaba nada más?. ¿Quizás ya lo sabría?, no creo, los CP somos difíciles de identificar y además yo no llevo mucho tiempo en el cuerpo por lo que era casi imposible que Hayato supiera de mi.
Está actuando extraño...¿verdad?... Dios, ¿con quién se supone que hablo?.
Estaba comenzando a calmarme pero seguía sintiendo presión en la cabeza, como una prensa hidráulica apretando poco a poco hasta que mi cráneo explotase. Creo que Hayato se había dado cuenta hace tiempo de que tengo una debilidad, mi doble personalidad, aunque no habría sido capaz de descifrar cual era, dadas las pocas evidencias que tenía para deducirlo.
- Dime...y ¿qué me enseñaras?.
Estaba interesado pero traté de ser comedido, no quería que Hayato viera un exceso de interés por mi parte y lo malinterpretara. Realmente quería capturarlo pero, ¿sería capaz de hacerlo incluso con sus conocimientos?. Desde luego el peliazul estaba hecho un enigma.
Hayato
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Shin... jamás había oído ese nombre.
El hombre lobo por fin me reveló su nombre. Shin. Por fin podría llamarle por su nombre y no por un apodo que yo mismo le había puesto para referirme a él. Tras decírmelo encontré su comportamiento un poco errático. No sabía bien que le pasaba pero había sentido eso durante todo el combate, estaba seguro. Se le veía inseguro, incapaz de controlarse bien y, sobre todo, se le veía nervioso. Cuando trató de calmarse un poco me preguntó que qué le enseñaría. Me puse de cuclillas para acercarme ligeramente a él y contestar a su pregunta.
~ A acabar con tu peor enemigo.
Tras esta respuesta, la cual escondía una intención, me levanté y lo volví a examinar. Estaba asombrado por su rápida recuperación. De nuevo el muchacho parecía estar calmado y en paz, no le perturbaba nada importante mas que quizás la derrota que acababa de sufrir. Mi hombro seguía sangrando levemente, no debería preocuparme aunque no quise dejarlo estar. Comencé a buscar por los jardines que había al lado plantas curativas. Mientras rebuscaba en aquel jardín, gritaba hacia Shin, sin mirarlo.
~ ¡Por cierto!...¿¡Qué se supone que es!? - dije mientras cortaba un poco de aloe vera que había encontrado.
Con esta pregunta, obviamente, me quería referir al estado emocional de mi ahora alumno Shin. Me preocupaba qué había en la cabeza de ese muchacho, porque parecía ser una completa jaula de grillos.
El hombre lobo por fin me reveló su nombre. Shin. Por fin podría llamarle por su nombre y no por un apodo que yo mismo le había puesto para referirme a él. Tras decírmelo encontré su comportamiento un poco errático. No sabía bien que le pasaba pero había sentido eso durante todo el combate, estaba seguro. Se le veía inseguro, incapaz de controlarse bien y, sobre todo, se le veía nervioso. Cuando trató de calmarse un poco me preguntó que qué le enseñaría. Me puse de cuclillas para acercarme ligeramente a él y contestar a su pregunta.
~ A acabar con tu peor enemigo.
Tras esta respuesta, la cual escondía una intención, me levanté y lo volví a examinar. Estaba asombrado por su rápida recuperación. De nuevo el muchacho parecía estar calmado y en paz, no le perturbaba nada importante mas que quizás la derrota que acababa de sufrir. Mi hombro seguía sangrando levemente, no debería preocuparme aunque no quise dejarlo estar. Comencé a buscar por los jardines que había al lado plantas curativas. Mientras rebuscaba en aquel jardín, gritaba hacia Shin, sin mirarlo.
~ ¡Por cierto!...¿¡Qué se supone que es!? - dije mientras cortaba un poco de aloe vera que había encontrado.
Con esta pregunta, obviamente, me quería referir al estado emocional de mi ahora alumno Shin. Me preocupaba qué había en la cabeza de ese muchacho, porque parecía ser una completa jaula de grillos.
Shin Hyoga
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Hayato dijo que me enseñaría a acabar con mi peor enemigo. No comprendía muy bien la afirmación. ¿Quién era mi peor enemigo?. ¿Él?. No es que no creyera que fuera a entrenarme para acabar con él, es que no creía que el supiera ni tan siquiera que ambos éramos enemigos. Después de preguntarme aquello se marchó a la zona del jardín donde me gritaba qué era lo que me pasaba. Creo que Hayato se había dado cuenta de que tenía cierto problema de desorden emocional pero, prefería poner una excusa. La mejor que se me ocurrió.
- ¡Es que tengo problemas para canalizar la agresividad!
No sé si Hayato creería mi excusa pero, para el caso, era la única que tenía y era mejor que nada. Hayato parecía estar cortando algún tipo de planta para aplicar a sus heridas. Yo tenía alguna que otra también pero no eran tan graves como para que me preocupara. Lo que si me dolía era la nariz tremendamente por el golpe que me propinó con la funda de su espada.
Desde luego, para no estar muy fuerte, golpea muy duro.
Quería pensar que Hayato comenzaba a confiar en mi pero algo me decía por dentro, y esta vez no era mi otra personalidad, que no lo hacía del todo. Y lo comprendo. Un CP estaba intentando aprender de él para capturarlo. Desde luego era irónico.
- ¿¡Y quién es mi enemigo, por cierto!?
- ¡Es que tengo problemas para canalizar la agresividad!
No sé si Hayato creería mi excusa pero, para el caso, era la única que tenía y era mejor que nada. Hayato parecía estar cortando algún tipo de planta para aplicar a sus heridas. Yo tenía alguna que otra también pero no eran tan graves como para que me preocupara. Lo que si me dolía era la nariz tremendamente por el golpe que me propinó con la funda de su espada.
Desde luego, para no estar muy fuerte, golpea muy duro.
Quería pensar que Hayato comenzaba a confiar en mi pero algo me decía por dentro, y esta vez no era mi otra personalidad, que no lo hacía del todo. Y lo comprendo. Un CP estaba intentando aprender de él para capturarlo. Desde luego era irónico.
- ¿¡Y quién es mi enemigo, por cierto!?
Hayato
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Problemas con la agresividad. Sí...y mis hermanos son marines...
No me creía para nada la estúpida excusa de Shin para sus problemas. Básicamente porque no controlar tu agresividad te da problemas en el combate o situaciones tensas, pero no en momentos relajados como éste o hace unos minutos. Prefería dejar el tema, por lo que parece no iba a decirme mucho al respecto. Shin me preguntó sobre su peor enemigo, no había entendido para nada a lo que me refería. Volví con el aloe vera. Lo partí a la mitad y lo restregué por mi herida, lanzando al regazo de Shin lo restante para que curara sus heridas si quería.
~ Tu peor enemigo eres tú, Shin. - dije con tono solemne y dejando una pausa - ...Shin, tengo que marcharme. Te prometo que te enseñaré a hacer que esa espada corte más que la carne. Ven a verme a Loguetown en quince días. Búscame en la cantina.
Tras ésto me di la vuelta y comencé a andar hacia el muro del dojo. Tenía que irme de allí ya si quería llegar a tiempo a mi cita por lo que me subí de un salto al muro para saltar hacia el otro lado.
No me creía para nada la estúpida excusa de Shin para sus problemas. Básicamente porque no controlar tu agresividad te da problemas en el combate o situaciones tensas, pero no en momentos relajados como éste o hace unos minutos. Prefería dejar el tema, por lo que parece no iba a decirme mucho al respecto. Shin me preguntó sobre su peor enemigo, no había entendido para nada a lo que me refería. Volví con el aloe vera. Lo partí a la mitad y lo restregué por mi herida, lanzando al regazo de Shin lo restante para que curara sus heridas si quería.
~ Tu peor enemigo eres tú, Shin. - dije con tono solemne y dejando una pausa - ...Shin, tengo que marcharme. Te prometo que te enseñaré a hacer que esa espada corte más que la carne. Ven a verme a Loguetown en quince días. Búscame en la cantina.
Tras ésto me di la vuelta y comencé a andar hacia el muro del dojo. Tenía que irme de allí ya si quería llegar a tiempo a mi cita por lo que me subí de un salto al muro para saltar hacia el otro lado.
Shin Hyoga
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Después de un rato buscando en el jardín, Hayato volvió aplicándose lo que parecía ser aloe vera por su herida y me tiró lo que le sobro, supongo que me lo ofrecía para usarlo con mis heridas. Dijo que mi peor enemigo era yo mismo.
¿Yo mismo?. ¿Qué quiere decir eso?...no lo entiendo.
Además mencionó algo de que me enseñaría a usar la espada para cortar algo más que la carne. No entendía muy bien lo que Hayato quería decir. Tras esto me dijo que lo buscara en la cantina de Loguetown dentro de 15 días. No sé muy bien el por qué de estas extrañas citas cada semanas cuando sería más fácil ponernos a entrenar ahora mismo pero, mi cuerpo me lo impedía y necesitaba calmarme. Además debería volver al cuartel del CP para no levantar sospechas con mis compañeros. Hayato comenzó a andar hacia el muro y de un salto se posó en él.
- ¡Gracias por todo!
Grité desde donde seguía sentado mientras Hayato se movía. Estaba contento de que por fin parecía que había conseguido ganarme la confianza de aquel pirata peliazul. Aunque quería capturarlo por encima de todo, algo dentro de mi me decía que eso no bastaría, que debería además matarlo, pero yo trataba de hacer caso omiso a esas voces en mi cabeza. Me levanté a duras penas alcanzando a Shirõkami para ayudarme y comencé a andar hacia la parte delantera del dojo para salir y dirigirme a la playa donde había dejado mi barco.
- Tengo ganas de volver a verte Hayato. La próxima podré contigo...estoy seguro.
¿Yo mismo?. ¿Qué quiere decir eso?...no lo entiendo.
Además mencionó algo de que me enseñaría a usar la espada para cortar algo más que la carne. No entendía muy bien lo que Hayato quería decir. Tras esto me dijo que lo buscara en la cantina de Loguetown dentro de 15 días. No sé muy bien el por qué de estas extrañas citas cada semanas cuando sería más fácil ponernos a entrenar ahora mismo pero, mi cuerpo me lo impedía y necesitaba calmarme. Además debería volver al cuartel del CP para no levantar sospechas con mis compañeros. Hayato comenzó a andar hacia el muro y de un salto se posó en él.
- ¡Gracias por todo!
Grité desde donde seguía sentado mientras Hayato se movía. Estaba contento de que por fin parecía que había conseguido ganarme la confianza de aquel pirata peliazul. Aunque quería capturarlo por encima de todo, algo dentro de mi me decía que eso no bastaría, que debería además matarlo, pero yo trataba de hacer caso omiso a esas voces en mi cabeza. Me levanté a duras penas alcanzando a Shirõkami para ayudarme y comencé a andar hacia la parte delantera del dojo para salir y dirigirme a la playa donde había dejado mi barco.
- Tengo ganas de volver a verte Hayato. La próxima podré contigo...estoy seguro.
Hayato
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Shin agradeció desde las escaleras todo lo que hacía por él. Yo me alegré aunque realmente no sabía por qué lo ayudaba. Después de parar dos segundos allí arriba bajé al suelo fuera del dojo y comencé a dirigirme hacia el puerto donde dejé mi barco. Durante el camino pensé sobre el muchacho al que había decidido adiestrar.
Es fuerte, tiene akuma, es correcto y sabe como llevar una conversación a su lugar. Tiene poco interés en mi pero mucho en aprender, no sé si esto significa que le importa demasiado entrenar como para preocuparse sobre mi o si significa que ya sabe bastante de mi y no le interesa nada más. Tengo que tener cuidado.
Aunque decidiera adiestrarlo no significaba que confiara en él, solo estaba atendiendo a las razones que mi instinto me habían dado y esperaba que no se equivocaran. Lo había citado en dos semanas en Loguetown para iniciar el entrenamiento. No sabía muy bien como lo haré pero tengo claro que sabría como hacerlo en el momento. Llegué al puerto y solté las amarras de mi pequeño barco, montando y dejando mis espadas reposar. Comencé a adentrarme en mar abierto mientras abría un poco a Shimei Kaeru y observaba que estaba bastante sucia.
~ Bueno chicas, toca limpieza.
Estaba seguro que el entrenamiento sería de lo más interesante. Lo esperaba con deseo.
Es fuerte, tiene akuma, es correcto y sabe como llevar una conversación a su lugar. Tiene poco interés en mi pero mucho en aprender, no sé si esto significa que le importa demasiado entrenar como para preocuparse sobre mi o si significa que ya sabe bastante de mi y no le interesa nada más. Tengo que tener cuidado.
Aunque decidiera adiestrarlo no significaba que confiara en él, solo estaba atendiendo a las razones que mi instinto me habían dado y esperaba que no se equivocaran. Lo había citado en dos semanas en Loguetown para iniciar el entrenamiento. No sabía muy bien como lo haré pero tengo claro que sabría como hacerlo en el momento. Llegué al puerto y solté las amarras de mi pequeño barco, montando y dejando mis espadas reposar. Comencé a adentrarme en mar abierto mientras abría un poco a Shimei Kaeru y observaba que estaba bastante sucia.
~ Bueno chicas, toca limpieza.
Estaba seguro que el entrenamiento sería de lo más interesante. Lo esperaba con deseo.
Rol terminado.
- Shin:
- Un placer volver a rolear contigo, la próxima te prometo que te daré ese entrenamiento, que ya te estoy dando largas demasiado jajaja. Un abrazo amigo.
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.