[Reto] Ocelot & Dry-Kun Vs Nocturne.

Era una bonita noche para muchos, pero no para aquel rubio que salia de la ciudad de la tecnología con su boina puesta y su bufanda levantada hasta su nariz para protegerse del frío. Vagar en una isla de invierno a estas horas es prácticamente suicidio si no se lleva abrigo, y en cierta forma Ocelot estaba abrigado, pero no lo suficiente y de no ser por aquel rumor y esa suculenta cantidad de berries por la cual muchos hombre buscaban a un encapuchado estaría quedándose en alguna posada con aire acondicionado por aquí.

Dejando huellas en la nieve con sus botas el hombre que parecía otro bandido más gracias a la forma en la que llevaba la bufanda para evitar el frió con coste daba pasos adelante para llegar cerca de las zonas elevadas y empezar a investigar. Su boina estaba ya casi completamente pintada de blanco por la nieve que hace poco dejó de caer.

Curiosamente, al estar lo suficientemente cerca el joven, no veía a nadie, ni siquiera siluetas de alguien, no veía nada mas que el gran pico próximo a uno mas grande aún, y se estaba congelando incluso, definitivamente no debía haber salido del pueblo, cuyas curiosas luces verdes que prendían por la noche no se veían.

El rubio que ya había caminado suficientes kilometros, con una cara de decepcionado que ni intentó ocultar al no notar a nadie, antes de acampar o algo pensó todavía en la posibilidad de que haya alguien en los alrededores, y empezó a caminar alrededor del pico durante poco tiempo para luego darse cuenta que para rodearlo tardaría horas y que al hacerlo terminaría siendo un cubo de hielo.

Aquel hombre tapado casi completamente por cosas que difícilmente le protegerían del frió, una terrible idea eso de llevar ropa de cuero en una isla invernal, estaba apuntando a aquella persona que ha estado buscando durante mucho tiempo. Sus manos estaban temblorosas, pero solo sus manos y parte de sus brazos y principalmente era por el miedo.

- ¿Por qué el mundo es tan temerario? ¿No puede una persona vivir por sus ideales ni por su gente? El gobierno es la basura de la sociedad, y vosotros los cazadores tan solo sois sus peones en ésta complicada partida- Dijo aquel encapuchado cambiando la expresión del rubio a una sonrisa ocultada por su bufanda, este la bajó para hablar más claramente y sus manos habían dejado de temblar y se encontraban más relajadas ya incluso dejando de apuntarle - Eso es lo que dicen todos los revolucionarios- dijo, sin dejar de sonreír para luego cambiar la expresión al ver a aquel encapuchado frente a él y que este le haya dado un empujón al arma que este sostenía con su mano derecho.

El resultado fue un movimiento agresivo del brazo que normalmente hubiera tirado el arma y por pura cuestión de suerte esta permanecía en la mano de Ocelot que mantuvo su mirada en su Mágnum durante poco tiempo que fue interrumpido por un golpe fuerte en la mandíbula que lo mandó volando unos 40 cm del piso para luego caer nuevamente con unas cuantas chispas eléctricas salir de su cuerpo. El frío desapareció de su cuerpo por unos instantes, y el cañón de su pistola de calibre .50 era de aluminio.

Acostado entre la nieve, un poco aturdido, levantó su S&W Mágnum 500 y la agarró con ambas manos para apuntar rápida e improvisadamente cerca del cuerpo del otro y presionar el gatillo del arma, que tenia un retroceso increíble aún con aquellas mejoras que debieron haberlo reducido, y de no haberlos puesto en vez de que simplemente el arma después de haber disparado estuviera también en la nieve, los huesos del pobre rubio posiblemente estuvieran rotos en mil pedazos.

El rubio se encontraba en el piso, enojándose cada vez más de ser ignorado y considerado débil, pues después de aquel disparo lo único que pasaba en esa zona nevada era una charla en la que hablaban despectivamente de él. Ocelot guardó el arma y desabrochó el cinturón que llegaba de hombro a cintura y se puso de pie lentamente hasta estarlo completamente y dejar caer el cinturón que luego atrapó con sus manos.

Empezó a acercarse al encapuchado dispuesto a realizar un ataque a traición sin saber que este había usado el Tekkai, entonces con ambas manos pasó el cinturón por encima de la cabeza del hombre que no tenía tiempo para pelear pero que al parecer si para ayudar a un hombre pálido rodeando una montaña, un poco irónico si se piensa que no era su principal meta. El propósito de lo anterior era empezar a estrangularlo.

-Bueno, habla por ti, yo creo que si puedo defender mi cabeza con habilidades humanas, no con brillitos ni con esas asquerosas frutas- Fueron las palabras del rubio mientras hacía fuerza tirando de ambos extremos del cinturón.