Una forma de regresar a casa [Pasado][Privado][Dayane,Kev, Ryusen Higure]

Maldita sea. Esto me pasa por meterme donde no debo. De alguna forma que no entiendo, he acabado en el archipiélago Shabaody, ¿ahora cómo voy a volver a casa?
Y además me he perdido. Genial, si es que estoy hecha un desastre. ¿Pero quién me manda a mi a meterme en el barco de las piratas Kuja? Y encima de polizón, es decir, que como me pillen me cae el castigo del siglo. Pero de todas formas, aunque me hubieran encontrado en su barco, habría sido mejor que la situación en la que estoy ahora.
Esto está lleno de gente, no me gustan las multitudes... Quiero volver a casa...
Me pregunto si esto estará muy lejos de Amazon Lily. La verdad es que no tengo ni la menor idea de dónde estoy, sólo sé el nombre del sitio y... que estoy al lado del Red Line, o como se llame. Creo que eso está lejos del Calm Belt, pero nunca he sido buena en geografía...
Debo encontrar a alguien que me lleve de vuelta a casa... Pero he visto un montón de piratas y unos cuantos ya me ha mirado con mala cara así que no me fio...
¡Maldita sea yo y mis tonterías! Me he vuelto a perder, pero esta vez es peor, he conseguido salir de la multitud, pero este sitio está desierto... Esto da más miedo...
Estoy segura de que las kuja ya se han ido de vuelta... No veo a ninguna desde hace un buen rato, y escuché algo de que su tiempo se había acabado... Si, definitivamente se han vuelto a casa... Y yo aquí perdida... Si es que no tengo remedio.
A ver cómo salgo yo ahora de esta.

Había salido de viaje hacía el archipiélago Shabaody no sabía que hacer el día era soleado y yo andaba muy aburrido, entré a una casa de subastas quise comprar un esclavo pero luego se me pasaron las ganas, todos estaban demasiado maltratados, salí de aquel lugar y me dirigí a un bar tome un whisky. Al salir vi una chica algo desorientada me quede observándola.

Continué caminando, y miré a un lado y a otro, sin saber hacia dónde ir ahora...
Hacía un buen rato que un extraño hombre se me había quedado mirando, y le ignoré, porque si no me pondría más nerviosa, y lo peor es que ya estaba de los nervios y me estaba desconcentrando.
Mi sentido de la orientación no es muy bueno y lo sé, pero mira que perderme por aqui...
Me dieron ganas de tirarme de los pelos, pero me contuve, sabiendo que aquél extraño hombre de largo pelo oscuro me seguía mirando.

Seguía indecisa, y aún no sabía qué hacer, estaba a punto de ir a preguntarle al extraño hombre que me miraba, cuando otro chico se me acercó.

-Esto... Pues... Si, estoy perdida...-sonreí, avergonzada. También le evalué, no parecía mala persona, y su simpatía me agradó, pero nunca se sabe de quién te puedes fiar y de quién no.

Estuve largo rato observando a esa chica que parecía perdida, su ropa me llamo la atención y aquella serpiente que tenía me hizo ver que era una kuja o eso parecía, aquellas legendarias piratas, con una gran historia en sus filas estuvo la gran emperatriz pirata y Shichibukai Boa Hancock, deduje que aquella debía ser fuerte, debía tener cuidado.

Al poco rato se le acerco un tipo la gente lo miraba con terror supuse que debía de ser alguien fuerte o conocido, poco antes había volteado a verme me pareció alguien sospechoso, vi como la chica y el tipo conversaban decidí quedarme un rato más a observar.

El chico se giró y le lanzó una advertencia al hombre misterioso que nos espiaba, yo miré un poco al extraño, para ver su reacción.

Pero entonces el chico volvió a llamar mi atención, me explicó que el lugar donde me encontraba era peligroso y que podrían intentar venderme como esclava... Disimulé una sonrisa, ese tipo de hombres era tan corriente... O al menos, la mayoría con los que me había encontrado, y ninguno había conseguido derrotarme aún. Pero claro, el chico no podía saberlo, ni siquiera me conocía, así que continué escuchándole.
Se ofreció a llevarme a un lugar más seguro, por lo que le eché una rápida mirada al hombre misterioso, desconfiada. Después volví a dirigirme al chico y le miré a los ojos, sus intenciones no parecían sucias, y mala persona no aparentaba ser en absoluto.
-Sería todo un detalle por tu parte, ya que es la primera vez que vengo por aquí, y mi sentido de la orientación es pésimo.-volví a sonreír, agradecida, pero me dije a mí misma que no podía bajar la guardia. Los simpáticos pueden ser los más peligrosos.

Aquel tipo sin duda era peligroso vi una chispa de furia en su mirada, de seguro no le gustaba que lo espíen pensé. Como se dio cuenta de mi posición, como se dio cuenta de que los espiaba me preguntaba a mi mismo. Salí de mi escondite a dar la cara ya que ya me había descubierto, después de todo mi intención no era espiar tan solo ver que pasaba con aquella chica que parecía tan desorientada.

Kev - Disculpen mi impertinencia no quería incomodar solo me dejo intrigado el ver una chica con vestimenta de una kuja, aquí en el Archipielago Shabaody, llamo tanto mi atención que me perdí en mis cavilaciones, lo siento una vez más.

Después de ofrecer las disculpas respectivas del caso, decidí retirarme, pero algo me lo impedía era aquel tipo o era aquella chica, decidí volverme tras mis pasos y preguntar.

Kev -¿Discúlpenme una vez más pero puedo hacerles compañía?

El extraño hombre se acercó y explicó que sólo observaba por la curiosidad que le infundía mi ropa de kuja, cosa que me extrañó, ya que para mi era la cosa más normal del mundo.
El chico que se había ofrecido a guiarme le contestó que, al espiar escondido sólo haría que los demás desconfiasen de él, cosa a lo que le di la razón en silencio.

Entonces el extraño hombre preguntó si podía venir con nosotros, y el chico, con un tono amenazador, le dijo que con que no le molestara, podría venir.

-Por mi no hay problema.-añadí, brindándole al extraño hombre una cálida sonrisa.-Siempre que no tengas un comportamiento extraño.

Me había quedado un poco atrás al darle mi aprobación al hombre, y el chico ya había empezado a caminar hacia... no sé, hacia una dirección. Si él conocía la isla, supongo que a algún lado donde me pudiera orientar mejor.
Corrí un poco para alcanzar al chico y caminar a su lado, mientras continuaba observando las calles, pensativa.

Después de ofrecerles mi compañía, el tipo me respondió de una manera amenazante que no había problema, mientras que la chica que tenía aquellas extrañas ropa de kuja me ofreció una sonrisa, aquel individuo al responderme de esa forma amenazante solo me demostraba que era cierto lo que yo pensaba, sin duda debía ser alguien muy fuerte para contestarme de esa manera sin temer ser dañado, tenía mucha confianza en si mismo lo que lo delataba.

El tipo empezó a caminar dirigiéndose hacía otro groove, la chica lo siguió corriendo yo fui atrás de ellos, no sabía hacía donde se dirigía pero son duda quería saber más de aquel tipo.

Continué observando a todos lados, intentando orientarme, sin conseguirlo.
El chico parecía incómodo por algo, así que me aparté un poco, pensando que quizás sería mi presencia lo que le molestaba. Continué andando un poco más alejada sin perderle de vista tanto a él como al extraño hombre que caminaba detrás.

Estábamos mucho tiempo caminando ninguno de los tres hablaba o decía algo para romper el hielo, el tipo acelero el paso y la chica kuja pareció darse cuenta de su incomodidad pues disminuyo su paso, quedando los tres separados a una cierta distancia prudencial, la gente que nos veía pasar se alejaba o nos daba pase, parecían tener miedo de algo, o alguien y yo sospechaba que era del tipo que iba a la delantera, pregunté levantando la voz.

Kev - Ya que vamos a caminar por un rato juntos sería bueno que nos presentáramos, mi nombre es Kev. ¿Cuáles son los suyos?

El chico se colocó a mi lado y me dijo que mi compañía se le hacía agradable, frase que acompañó con una alegre sonrisa, la cual se me contagió y a la milésima de segundo ya estaba sonriendo yo también. El chico era extraño, pero me agradaba.

El hombre se presentó, "rompiendo el hielo", o esas cosas que dicen. El chico se presentó también.
Kev y Kirito. Los nombres me llamaron la atención por alguna razón. Quizás porque en Amazon Lily sólo escucho nombres de flores.

-Mi nombre es Dayane. Aunque la mayoría de los que conozco me llaman Day.-me presenté, sonriendo educadamente.