Deadpool
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El Errante VS Karl
Loguetown: Bar Gold D. Roger
es una ciudad localizada en una isla del Archipiélago Polestar, en el East Blue, con una ciudad que cubre casi toda la isla, con excepción de unas pocas colinas empinadas. Esta isla es el lugar del nacimiento y la muerte de Gol D. Roger, el legendario "Rey de los Piratas".
Casi todos los barcos, especialmente los barcos piratas, pasan por esta isla para abastecerse de suministros antes de ir al Grand Line. Loguetown se encuentra en una ubicación muy cerca de la Reverse Mountain, justo afuera de la vista de la Red Line.
Los Sombreros de Paja llegaron a esta isla como su última escala antes de entrar a Grand Line. El Vicealmirante Smoker (junto a Tashigi) aparece por primera vez aquí ostentando el puesto de Capitán.
Turnos: Errante- Karl- Errante...
Moderación: Deadpool
Fecha limite: 1 de octubre de 2013
Reglas
-Sera un combate desarmado
-Se realizara en una taberna con muchos NPC que haga de espectadores
-Ambos tendrán que estar totalmente borrachos durante todo el combate, y pueden beber todavía mas
-No podréis salir del recinto del bar
-No se podrá usar ninguna técnica, habilidad, haki, arma o akuma (Salvo detalles decorativos que no influya de forma directa en el adversario).
-Se podrán utilizar los objetos del entorno, salvo aquellos altamente peligrosos para la vida
-El combate tendra que acabar con un K.O, cuando uno de los dos usuarios se desmaye, o salga de la taberna por voluntad propia
-El primer golpe lo tendrá que realizar Karl
Premios
-El ganador se llevará 1.500 de experiencia y el perdedor 1.000
-Si gana El Errante se llevara unas botas con la punta metálica que tendrán nombre propio ( No tendrán ninguna propiedad especial)[/b]
El Errante
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Era un día como otro cualquiera, salvo por el detalle que ningún día es como otro. Pero lejos de debates filosóficos, Willem se encontraba en una taberna, o más bien un antro lleno de piratas, borrachuzos, indeseables y alguna que otra alma perdida, como no, llenando su tripa de delicioso ron de baja calidad. Por el precio que lo había conseguido tampoco se podía aspirar a mucho más. Además, ¿qué más daba? Con tal de llegar a su estado de "alegre" no hacía falta gran cosa, otro tema es la cantidad.
Se había metido con suma facilidad una botella entre pecho y espalda, pero la juerga no tenía indicios de acabar allí. La otra botella ya estaba en camino por una camarera que perfectamente podría ser un hombre salvo por el desorbitante tamaño de sus senos, caídos y poco atractivos a decir verdad. Aunque tampoco le importaba demasiado, siempre y cuando no intentara ligar con él. Además, había mozos bastante más atractivos allí quienes harían cualquier barbaridad por un trago gratis. Ese no era el caso de Willem, quien honradamente pagaría el trago, o se iría sin pagar con la misma dignidad, pero nunca se rebajaría a mendigarlo con el precio de la carne, no al menos con esa... ese... ser.
Volviendo al caso, Estaba sentado solo en una mesa, o al menos le gustaría estar solo, porque los dos tipos que tenía al lado eran demasiado ruidosos, y olían horriblemente mal, tanto que el olor del propio Willem no solo pasaba desapercibido sino que se podría clasificar como "agradable" comparado con eso. Seguramente uno de los dos se había cagado encima, y con la cogorza que llevaba encima ni se habrá dado cuenta ni al sentarse sobre el paquete. Pero todo iba bien... mientras podía seguir dándole a la botella.
O eso pensaba. Vale que gritaban. Vale que apestaban. Pero de ahí a empujarle constantemente, haciéndole derramar aquel líquido divino al suelo... eso era inaceptable. No podía soportarlo más. Sacaría la pistola y le pegaría un tiro en la cabeza allí mismo si no fuera porque nunca saldría por la puerta (al menos entero o de una pieza). Prefirió tragarse su dudoso orgullo y apartarse de allí practicando el noble arte del simpa antes mencionado.
Cuan fue su mala suerte que al avanzar entre el gentío sintió que pisaba algo sólido, seguramente una bota, de uno que disfrutaba también de su bebida. Le pareció oir algo a su espalda, algo que el alboroto ensordecía y además pronunciado con varios tragos demás. No le dio demasiada importancia y prefirió seguir avanzando. ¿Qué le podía pasar si no? ¿Que alguien le pegara por detrás, por ejemplo...?
Se había metido con suma facilidad una botella entre pecho y espalda, pero la juerga no tenía indicios de acabar allí. La otra botella ya estaba en camino por una camarera que perfectamente podría ser un hombre salvo por el desorbitante tamaño de sus senos, caídos y poco atractivos a decir verdad. Aunque tampoco le importaba demasiado, siempre y cuando no intentara ligar con él. Además, había mozos bastante más atractivos allí quienes harían cualquier barbaridad por un trago gratis. Ese no era el caso de Willem, quien honradamente pagaría el trago, o se iría sin pagar con la misma dignidad, pero nunca se rebajaría a mendigarlo con el precio de la carne, no al menos con esa... ese... ser.
Volviendo al caso, Estaba sentado solo en una mesa, o al menos le gustaría estar solo, porque los dos tipos que tenía al lado eran demasiado ruidosos, y olían horriblemente mal, tanto que el olor del propio Willem no solo pasaba desapercibido sino que se podría clasificar como "agradable" comparado con eso. Seguramente uno de los dos se había cagado encima, y con la cogorza que llevaba encima ni se habrá dado cuenta ni al sentarse sobre el paquete. Pero todo iba bien... mientras podía seguir dándole a la botella.
O eso pensaba. Vale que gritaban. Vale que apestaban. Pero de ahí a empujarle constantemente, haciéndole derramar aquel líquido divino al suelo... eso era inaceptable. No podía soportarlo más. Sacaría la pistola y le pegaría un tiro en la cabeza allí mismo si no fuera porque nunca saldría por la puerta (al menos entero o de una pieza). Prefirió tragarse su dudoso orgullo y apartarse de allí practicando el noble arte del simpa antes mencionado.
Cuan fue su mala suerte que al avanzar entre el gentío sintió que pisaba algo sólido, seguramente una bota, de uno que disfrutaba también de su bebida. Le pareció oir algo a su espalda, algo que el alboroto ensordecía y además pronunciado con varios tragos demás. No le dio demasiada importancia y prefirió seguir avanzando. ¿Qué le podía pasar si no? ¿Que alguien le pegara por detrás, por ejemplo...?
Rylanor
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Karl estaba en una taberna cualquiera, un antro de perdición y alcohol de mala calidad frecuentado por piratas de baja estofa. A pesar de su elevado rango de marine, le gustaba frecuentar sitios así de incógnito. Entre el alcohol y que no iba de uniforme, no solían reconocer al temible Quimera Karl.
En aquella ocasión se hallaba en una taberna de Loguetown. No sabía ni dónde. En medio de su juerga nocturna, había llegado allí tambaleante, con varios tipos que había conocido en mitad de la juerga y su viejo amigo Garoon. Sin saber muy bien dónde estaba, avanzó entre las mesas del mal iluminado local esquivando borrachos y sillas hasta la barra, donde pidió una jarra de cerveza. Una vez en su sitio, un pirata prácticamente tan grande y borracho como él, aunque no tan musculoso, lo retó bravuconamente a un concurso de beber. Karl había aceptado gustosamente, y a la octava jarra, tumbó a su rival. La resistencia de Karlal alcohol era legendaria. Sin embargo, ni él podía con tantos litros de cerveza. A duras penas consciente, comenzó a vomitar, y casi ni se dio cuenta cuando Garoon lo arrastró fuera del local. Lo sujetó mientras terminaba de vomitar y aguardó con él mientras le daba de beber algo. Alrededor de cuarenta minutos después ya se notaba mucho mejor. Había recuperado parte de la consciencia, y vio a Garoon junto a él.
- Garoon... ¿qué ha pashado?
Vio que este le enseñaba una botella que reconoció. Era un tónico que suministraban a los reclutas que se pasaban bebiendo. Era un excitante que contrarrestaba los efectos del alcohol, ayudando a despejarse. No era tan agresivo para el estómago como el café, así que resultaba muy útil. Garoon le indicó que esperase aun un rato antes de entrar de nuevo, mientras le hacía beber otro trago. Se fijó entonces en su aspecto. Tenía la camisa blanca manchada de vómito, así que se arrancó la prenda, rasgándola y la tiró a un lado, quedando únicamente con un pantalón marrón de cuero y unas botas de puntas de acero. Después de veinte minutos prácticamente había recuperado la consciencia.
- Volvamos adentro, Garoon.
Una vez dentro, muchos borrachos comenzaron a reírse de él por haber vomitado. Karl retó al más atrevido de ellos, un tipo de unos cuarenta, a un concurso de beber, pero con vasos de ron. El hombre era muy resistente, pero Karl estaba plenamente recuperado y ya no llevaba tanto alcohol encima con el otro. Finalmente, al séptimo vaso el otro comenzó a vomitar. Karl dio un salvaje grito de guerra y lanzó su vaso por los aires. Estaba bastante borracho de nuevo, pero aun controlaba. No era como antes. Se sentía eufórico, y no le importaba que sus sentidos estuviese mermados o la pérdida de equilibrio. De repente notó algo que sí le molestó. Algo le pisó la bota. Enfadado, Karl le gritó al hombre, un tipo con un aspecto de pirata que prácticamente sólo le faltaba llevar un cartel colgado indicándolo, que se disculpase. El tipo le ignoró, y Karl, envalentonado por el alcohol, se levantó y fue tras él. Lo agarró por el hombro y lo obligó a girarse con la mano izquierda, mientras con la derecha le lanzó un potente puñetazo a la cara. A pesar del alcohol, no dejaba de ser un profesional del Sokudan. Le estaba subiendo, pero aun no estaba lo suficientemente borracho como para fallar un puñetazo a esa distancia.
Sokudan Move, Iron Fist [AIF]
En aquella ocasión se hallaba en una taberna de Loguetown. No sabía ni dónde. En medio de su juerga nocturna, había llegado allí tambaleante, con varios tipos que había conocido en mitad de la juerga y su viejo amigo Garoon. Sin saber muy bien dónde estaba, avanzó entre las mesas del mal iluminado local esquivando borrachos y sillas hasta la barra, donde pidió una jarra de cerveza. Una vez en su sitio, un pirata prácticamente tan grande y borracho como él, aunque no tan musculoso, lo retó bravuconamente a un concurso de beber. Karl había aceptado gustosamente, y a la octava jarra, tumbó a su rival. La resistencia de Karlal alcohol era legendaria. Sin embargo, ni él podía con tantos litros de cerveza. A duras penas consciente, comenzó a vomitar, y casi ni se dio cuenta cuando Garoon lo arrastró fuera del local. Lo sujetó mientras terminaba de vomitar y aguardó con él mientras le daba de beber algo. Alrededor de cuarenta minutos después ya se notaba mucho mejor. Había recuperado parte de la consciencia, y vio a Garoon junto a él.
- Garoon... ¿qué ha pashado?
Vio que este le enseñaba una botella que reconoció. Era un tónico que suministraban a los reclutas que se pasaban bebiendo. Era un excitante que contrarrestaba los efectos del alcohol, ayudando a despejarse. No era tan agresivo para el estómago como el café, así que resultaba muy útil. Garoon le indicó que esperase aun un rato antes de entrar de nuevo, mientras le hacía beber otro trago. Se fijó entonces en su aspecto. Tenía la camisa blanca manchada de vómito, así que se arrancó la prenda, rasgándola y la tiró a un lado, quedando únicamente con un pantalón marrón de cuero y unas botas de puntas de acero. Después de veinte minutos prácticamente había recuperado la consciencia.
- Volvamos adentro, Garoon.
Una vez dentro, muchos borrachos comenzaron a reírse de él por haber vomitado. Karl retó al más atrevido de ellos, un tipo de unos cuarenta, a un concurso de beber, pero con vasos de ron. El hombre era muy resistente, pero Karl estaba plenamente recuperado y ya no llevaba tanto alcohol encima con el otro. Finalmente, al séptimo vaso el otro comenzó a vomitar. Karl dio un salvaje grito de guerra y lanzó su vaso por los aires. Estaba bastante borracho de nuevo, pero aun controlaba. No era como antes. Se sentía eufórico, y no le importaba que sus sentidos estuviese mermados o la pérdida de equilibrio. De repente notó algo que sí le molestó. Algo le pisó la bota. Enfadado, Karl le gritó al hombre, un tipo con un aspecto de pirata que prácticamente sólo le faltaba llevar un cartel colgado indicándolo, que se disculpase. El tipo le ignoró, y Karl, envalentonado por el alcohol, se levantó y fue tras él. Lo agarró por el hombro y lo obligó a girarse con la mano izquierda, mientras con la derecha le lanzó un potente puñetazo a la cara. A pesar del alcohol, no dejaba de ser un profesional del Sokudan. Le estaba subiendo, pero aun no estaba lo suficientemente borracho como para fallar un puñetazo a esa distancia.
Sokudan Move, Iron Fist [AIF]
El Errante
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Ay, cruel destino, que nunca deja relajarse a un pirata... ¿Pero qué coño digo? Si Willem no cree en el destino.
Al parecer aquel balbuceo a su espalda no era ni más ni menos que un marine descamisado quien quería oír una disculpa. En ese caso daba igual que no le entendiera, no pensaba disculparse ni aunque le dieran calambres en los pezones. Bueno, si son muchos calambres igual se lo pensaría, pero de momento no. Siguió andando hasta que una mano se puso en su hombro y tiró de él bruscamente. En lo que le dio tiempo a mirarla, no parecía de mujer lo cual solo podía traer malas noticias: o bien el engendro le había pillado robando, o bien que el propietario de aquella bota pisoteada no esta muy contento. En cuanto vio el careto de aquel hombretón descamisado frente a él cargando su puño, estaba más que seguro de la segunda opción. ¡Cuanto odio hay en este mundo! Ni que se hubiera acostado con su mujer... Aunque, ¿quién sabe? Tantos años de vicios poco saludables; todo era posible.
El caso es que el puño iba dirigido a su cara, de eso no cabía duda. Más que nada porque lo veía acercarse a esa altura, no porque fuera adivino ni mucho menos. Eso fue un gran error. ¿Por qué la gente se empeña en luchar borracha contra Willem, quien se pasa en ese estado todas y cada una de las horas del día. Quizás no hasta el punto en el que iba en ese momento, pero el efecto era parecido.
Una de las primeras reglas (no las tenía bien numeradas, pero se las sabía igualmente) era no dar golpes precisos, porque nunca acaban siéndolo. Siempre eran mejores los barridos y los ataques de area de efecto. Para él, ese momento pasó a cámara lenta. Oía hasta su corazón palpitar mientras la cara de Karl se deformaba por la ¿rabia? ¿enfado? o simplemente esfuerzo que requería el puñetazo. Y ahí llego. No, no el puñetazo, algo mucho mejor y milagroso. Un ¡hic! espontáneo, lo que tiró la cabeza de Willem hacia atrás.
Desde luego no esquivó el golpe, y el puñetazo se lo llevó de lleno, pero éste aterrizó en su pómulo y no en la nariz como era de esperar. Ya se la habían roto dos veces y no era demasiado agradable. Dio dos pasos hacia atrás tambaleándose mientras algún que otro espectador gritó de emoción al ver que empezaba una pelea. Por suerte su estado de embriaguez no le permitía sentir del todo el dolor, y sus dotes de equilibrista borracho profesional le dejaron permanecer de pie. Parpadeó lentamente de la incredulidad mientras su cuerpo se mecía de un lado a otro y su boca volvía a emitir un ¡hic!. Era hora de contraatacar, pero no sin antes darle un buen trago a la botella otra vez. Con suerte, mientras bebía Karl se daría por satisfecho y se giraría para volver a su asiento... y si no, lo mismo daba. Tras dejar de morrearse con la botella, la dejó en buenas manos (a un tío aleatorio que le estaba mirando) aunque sabía que seguramente no la volvería a ver.
Y allá que iba. Otra de las reglas básicas de esos combates era la de hacerse amigo de la gravedad, ella nunca fallaba. Pegó dos zancadas más o menos rectas en dirección a aquel desconocido de las botas bonitas y cargó con el hombro contra él a la altura del estómago (o los lumbares si estaba de espaldas) para derribarlo al suelo y seguro que se llevaría un buen golpe con la cabeza. Aun si fallaba, casi que sería mejor no levantarse, pues su técnica no patentada de Croqueta-no-jutsu era imbatible.
Embestida: [AM]
Golpe contra el suelo (de haberlo): Tú decides.
Al parecer aquel balbuceo a su espalda no era ni más ni menos que un marine descamisado quien quería oír una disculpa. En ese caso daba igual que no le entendiera, no pensaba disculparse ni aunque le dieran calambres en los pezones. Bueno, si son muchos calambres igual se lo pensaría, pero de momento no. Siguió andando hasta que una mano se puso en su hombro y tiró de él bruscamente. En lo que le dio tiempo a mirarla, no parecía de mujer lo cual solo podía traer malas noticias: o bien el engendro le había pillado robando, o bien que el propietario de aquella bota pisoteada no esta muy contento. En cuanto vio el careto de aquel hombretón descamisado frente a él cargando su puño, estaba más que seguro de la segunda opción. ¡Cuanto odio hay en este mundo! Ni que se hubiera acostado con su mujer... Aunque, ¿quién sabe? Tantos años de vicios poco saludables; todo era posible.
El caso es que el puño iba dirigido a su cara, de eso no cabía duda. Más que nada porque lo veía acercarse a esa altura, no porque fuera adivino ni mucho menos. Eso fue un gran error. ¿Por qué la gente se empeña en luchar borracha contra Willem, quien se pasa en ese estado todas y cada una de las horas del día. Quizás no hasta el punto en el que iba en ese momento, pero el efecto era parecido.
Una de las primeras reglas (no las tenía bien numeradas, pero se las sabía igualmente) era no dar golpes precisos, porque nunca acaban siéndolo. Siempre eran mejores los barridos y los ataques de area de efecto. Para él, ese momento pasó a cámara lenta. Oía hasta su corazón palpitar mientras la cara de Karl se deformaba por la ¿rabia? ¿enfado? o simplemente esfuerzo que requería el puñetazo. Y ahí llego. No, no el puñetazo, algo mucho mejor y milagroso. Un ¡hic! espontáneo, lo que tiró la cabeza de Willem hacia atrás.
Desde luego no esquivó el golpe, y el puñetazo se lo llevó de lleno, pero éste aterrizó en su pómulo y no en la nariz como era de esperar. Ya se la habían roto dos veces y no era demasiado agradable. Dio dos pasos hacia atrás tambaleándose mientras algún que otro espectador gritó de emoción al ver que empezaba una pelea. Por suerte su estado de embriaguez no le permitía sentir del todo el dolor, y sus dotes de equilibrista borracho profesional le dejaron permanecer de pie. Parpadeó lentamente de la incredulidad mientras su cuerpo se mecía de un lado a otro y su boca volvía a emitir un ¡hic!. Era hora de contraatacar, pero no sin antes darle un buen trago a la botella otra vez. Con suerte, mientras bebía Karl se daría por satisfecho y se giraría para volver a su asiento... y si no, lo mismo daba. Tras dejar de morrearse con la botella, la dejó en buenas manos (a un tío aleatorio que le estaba mirando) aunque sabía que seguramente no la volvería a ver.
Y allá que iba. Otra de las reglas básicas de esos combates era la de hacerse amigo de la gravedad, ella nunca fallaba. Pegó dos zancadas más o menos rectas en dirección a aquel desconocido de las botas bonitas y cargó con el hombro contra él a la altura del estómago (o los lumbares si estaba de espaldas) para derribarlo al suelo y seguro que se llevaría un buen golpe con la cabeza. Aun si fallaba, casi que sería mejor no levantarse, pues su técnica no patentada de Croqueta-no-jutsu era imbatible.
Embestida: [AM]
Golpe contra el suelo (de haberlo): Tú decides.
Rylanor
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Consiguió dar con el golpe al otro, sin embargo el alcohol hizo que con el impulso se fuese hacia adelante. Milagrosamente logró equilibrarse, y vio a su rival haciendo lo mismo. Estaba muy enfadado, y en ese momento todo para él tenía un carácter un muy irreal. Veía claramente lo que tenía justo frente a él, su rival bebiendo un trago de una botella, mientras que el resto de cosas estaban como difuminadas. De repente, en un breve instante de distracción vio a su rival cargando contra él. ¿Dónde había dejado la botella? Notó el impacto del hombro del borracho contra su estómago, y ambos salieron hacia atrás. Cayó sobre una superficie plana llena de objetos que inmediatamente se desestabilizó y volcó con él. Escuchó el ruido del cristal. Le dolía el estómago y la espalda, y el golpe le había causado náuseas, pero el alcohol que llevaba encima le hacía no notar el dolor. Notó un líquido caliente corriéndole por la mano, y vio que se había cortado el dorso de esta con un cristal. Miró junto a él. Había caído encima de una mesa, y los objetos eran jarras, vasos y botellas. Torpemente pasó su mano por el suelo hasta agarrar una botella rota.
- ¡Mamonazo, te voy a partir la cara!
Se levantó como pudo. Al principio cayó otra vez, volcando otra mesa sobre la que se intentaba apoyar, mientras los borrachos del bar reían y gritaban. Cayó de rodillas. Gruñó y hizo un esfuerzo. Milagrosamente logró levantarse, tambaleante. No sabía quién era aquel tío, pero iba a matarlo.
A pesar de su notoria ebriedad, aun conservaba una mínima lucidez, la suficiente para no atacar a tontas y a locas. Era obvio que su enemigo estaba acostumbrado a pelear borracho, así que debía ser inteligente. Avanzó hacia él con la botella, como si fuese a golpearle con ella, pero cuando a estaba a casi un metro de él decidió hacer un movimiento tan inesperado como suicida. Estando borracho no podía usar su "Shadow" para esprintar, zig-zaguear u otros usos que solía darle en combate, pero sí para realizar una carga especialmente dura.
Cruzó su brazos en X agachándose ligeramente y usó su Shadow para hacer una carga contundente. Su idea era tumbarlo usando su peso de luchador profesional, subirse encima de él y atacarle con la botella a ciegas, sin apuntar. Aun estando borracho y no poder recurrir al Sokudan, no en vano le llamaban "Mejor Luchador de los Siete Mares".
Embestida+ataque con botella [AI]
- ¡Mamonazo, te voy a partir la cara!
Se levantó como pudo. Al principio cayó otra vez, volcando otra mesa sobre la que se intentaba apoyar, mientras los borrachos del bar reían y gritaban. Cayó de rodillas. Gruñó y hizo un esfuerzo. Milagrosamente logró levantarse, tambaleante. No sabía quién era aquel tío, pero iba a matarlo.
A pesar de su notoria ebriedad, aun conservaba una mínima lucidez, la suficiente para no atacar a tontas y a locas. Era obvio que su enemigo estaba acostumbrado a pelear borracho, así que debía ser inteligente. Avanzó hacia él con la botella, como si fuese a golpearle con ella, pero cuando a estaba a casi un metro de él decidió hacer un movimiento tan inesperado como suicida. Estando borracho no podía usar su "Shadow" para esprintar, zig-zaguear u otros usos que solía darle en combate, pero sí para realizar una carga especialmente dura.
Cruzó su brazos en X agachándose ligeramente y usó su Shadow para hacer una carga contundente. Su idea era tumbarlo usando su peso de luchador profesional, subirse encima de él y atacarle con la botella a ciegas, sin apuntar. Aun estando borracho y no poder recurrir al Sokudan, no en vano le llamaban "Mejor Luchador de los Siete Mares".
Embestida+ataque con botella [AI]
Deadpool
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Ya es día 2 de octubre, se finaliza la batalla... Mañana me paso para decir el ganador
Deadpool
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La caligrafia : Un punto para Errante y para Karl... Los dos lo habéis echo verdaderamente bien.
La ambientación: Le doy ese punto ha Errante por la explicacion sobre el bar, la camarera y los individuos de su entorno.
La adaptación al escenario: Le doy ese punto ha Karl por haber usado el escenario para atacar (La botella rota)
Rol Bélico: Ese punto se lo doy a Karl, ya que a echo mas de un ataque y no solo eso, si no que usó lo que había en el exenario para conseguir ventaja en la pelea.
Rol Escénico: Ese punto se lo gana Errante, entré mas en la historia a través de sus descripciones.
Asumir daños respetando nomenclatura: Ese punto lo gana Karl, por el golpe que hace que caiga en la mesa y se corte. (Si se hubiese continuado mas la batalla podría tener este apartado mas claro)
Acciones cerradas: Ninguno habéis cometido acciones cerradas
Karl consigue 4 puntos / Errante: 3
El ganador es KARL, consigue 1.500 puntos de experiencia.
El Errante consigue 1.000 puntos de experiencia.
La ambientación: Le doy ese punto ha Errante por la explicacion sobre el bar, la camarera y los individuos de su entorno.
La adaptación al escenario: Le doy ese punto ha Karl por haber usado el escenario para atacar (La botella rota)
Rol Bélico: Ese punto se lo doy a Karl, ya que a echo mas de un ataque y no solo eso, si no que usó lo que había en el exenario para conseguir ventaja en la pelea.
Rol Escénico: Ese punto se lo gana Errante, entré mas en la historia a través de sus descripciones.
Asumir daños respetando nomenclatura: Ese punto lo gana Karl, por el golpe que hace que caiga en la mesa y se corte. (Si se hubiese continuado mas la batalla podría tener este apartado mas claro)
Acciones cerradas: Ninguno habéis cometido acciones cerradas
Karl consigue 4 puntos / Errante: 3
El ganador es KARL, consigue 1.500 puntos de experiencia.
El Errante consigue 1.000 puntos de experiencia.
hojas de personaje actualizada!
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.