Entrenamiento

Me encontraba junto a Zarzi en el camarote del barco, estábamos tranquilamente tumbados en el sobre mientras pensaba en todo lo que había cambiado mi vida en estos últimos años. Lo que si era claro es que había vivido aventuras inesperadas continuamente y había conseguido salir con vida de todas aquellas situaciones.

Parecía un milagro que todavía seguía vivo, pero ahí me encontraba yo, tumbado en la cama con Zarzi mientras que compartía y vivía nuevas aventuras posibles junto a Silver, Sweet, Jack y sin olvidar de mi capitán Stinger.

A la mañana siguiente, me desperté temprano para ir a entrenar junto a mi mascota. Esto era habitual en mi ya que todas las mañanas hacía lo mismo y era lo que me mantenía en forma y con vida todos estos últimos años.

Rápidamente me vestí, me dirigí hacía el cesto de detrás de la puerta donde se encontraban mis tres katanas, aunque en este caso la de kairo no la iba a gastar, ya que solo la usaba para combates. Abrí la puerta de la habitación y mientras se abría está seguramente todo el barco estaría escuchando el chirrido de la puerta.

Salí a la proa del barco y empecé con los entrenamientos rutinarios. Primero medía hora de combos con una katana, luego otra media hora con la otra. Finalmente para terminar la sesión estuve practicando nuevas habilidades con las dos a la vez, para perfeccionar mis habilidades y poder usarlas en combate lo antes posible.

Teach se hallaba en su camarote, en el Red Love capitaneado por Stinger. Junto a sus demás compañeros él estaba durmiendo como la gran mayoría. Desde que había entrado en la banda Sons Of Anarchy Teach había aprendido una gran variedad de ataques y gracias a sus compañeros había aumentado notablemente el ritmo y la duración de sus sesiones de entrenamiento.

Teach solía dormir bastante, era algo dormilón. Pero cuando se despertaba no podía seguir durmiendo tenia que hacer algo de acción, eran unas manías o costumbres que nunca cambiaban. El joven estaba prácticamente desnudo así que se puso sus clásicos pantalones de lino negro y salio sin nada encima del torso. Cogió su única katana, coloco su daga en el cinto y sus cuatro cuchillos que los llevaba en la parte de atrás del cinto así podía sorprender a sus enemigos.

Se dirigió hacia la proa del barco y ahí encontró a Zarlet. Con Zarlet se llevaba muy bien desde el primer día en el que le conoció. Le gustaba el estilo de lucha de este, le caía bien y ademas eran compañeros de banda que más podría pedir a una persona que a la que conocía desde hace relativamente poco.

- Buenos días.

Dijo Teach en tono seco.

- Entrenando no?

Tras eso sacó su katana de la funda y empezó a practicar movimientos.

Tras estar un rato entrenando, me detuve y me quede observando el cielo unos segundos, cuando de pronto escucho una voz detrás mía que hizo que el corazón se saliera de mi pecho del susto que me había dado, también a causa de mi empanada mental todavía fue mayor.

-Buenos días.

-Joder Teach, que susto me has dado.

Le dije en tono firme, aunque todavía intentaba calmarme y relajar las pulsaciones un poco. Sin más demora me senté en el suelo.

-Entrenando no? 

Si, esto es lo que me mantiene vivo en los combates, así que siempre procuro entrenar un poco por las mañanas para mantenerme en forma. Aunque no sé que me pasa últimamente pero me siento como algo oxidado.

Dije mientras podía observar como Teach se ponía a entrenar. Me quede un rato mirando como entrenaba uno de mis nakamas. Al cabo de un rato cuando ya había descansado y el ya había entrado en calor le quería proponer un reto.

Me levante despacio con calma y sin hacer mucho ruido para no interrumpirlo de momento, fui directo hasta el almacén del barco y recogí dos cuerdas de tres metros cada una. Una vez que estás ya las tenía en la mano, fui hasta mi camarote para coger mi katana de kairo y luego volví sin más demora a la proa del barco donde estaba entrenando Teach.

Tire las cuerdas al suelo y me dispuse a interrumpir el entrenamiento de Teach aunque solo fuese por escaso tiempo. Ya que para el dominio de la katana siempre debes de estar concentrado y si no lo estas puede ser bastante peligroso para el portador, así que me dispuse a frenarlo de una manera mucho más fácil.

Desenfunde mi katana que acababa de recoger de mi habitación y con un movimiento ágil y elegante frene la katana de Teach, haciendo un choque de ambas.  

-Mira os presento, está es mi joya “KAIYŌ KUTSŪ”.

Le dije mientras le enseñaba mi katana. Esta era una katana de setenta y cinco centímetros de larga. El filo era muy fino y resistente ademas de que todo el filo está recubierto de kairoseki. Tiene una parte de color naranja. Se dice que está katana mato a un dragón y eso era de la sangre del dragón.

-¿quieres que juguemos? Mira las dos cuerdas que hay ahí -Me quede callado unos segundos y viendo que a el le interesaba saber más por la expresión de su cara proseguí hablando.- Las reglas son muy sencillas. La cuerda mide tres metros cada una, la cortaremos en tres trozos de un metro y nos pondremos una en la mano “mala”, la otra en una pierna  la otra sujeta en el pantalón.

-El juego consiste en cortar los tres trozos del contrincante pero antes de que este corte los tuyos. El corte para que sea válido y por nuestra seguridad tendrá que ser de noventa centímetros como mínimo. Si todavía queda veinte centímetros de cuerda el juego sigue.

Me concentré mi energía espiritual en la katana y lance tres ondas cortantes para que mi cuerda se quedara de un metro cada una y me dirigí hacía ellas para ir atandomelas. Una vez que ya las tenía puestas, cogí mi katana de kairo y una de las otras y me puse en el centro de la proa esperando a que se acercara y empezar con aquel juego.

Tras escuchar las palabras de Zarlet, Teach se puso a entrenar lanzamientos de cuchillo, el uso de la daga (movimientos rápidos y ágiles) y combinaciones con la katana por este orden. Su entrenamiento después de un rato fue interrumpido por Zarlet que paro el golpe de su katana.

Zarlet al parecer le había preparado una especie de reto, o al menos eso pensó el joven al ver las cuerdas. La espada de Zarlet era impresionante, la suya no era mala, pero tampoco tenia nada destacable la verdad, el color era interesante pues era totalmente de color negro y en la oscuridad de la noche era una gran ventaja.

- Gran espada, ojala tuviera una la mitad de buena.

Dijo Teach sonriendo, aunque consiguiese otra mejor guardaría la suya, pues a lo largo de estos años le había salvado en más de una ocasión. Escucho el reto que le proponía Zarlet con atención e interés. Le vendría bien practicar con él, tal vez incluso aprendía algo nuevo.

- Venga va, total no tengo nada que perder.

Teach cortó la cuerda en tres trozos y se los coloco en los sitios indicados. Tras eso antes de empezar sonrió e hizo una pregunta que creía saber la respuesta pero más valía asegurarse.

- Solo podemos utilizar nuestras respectivas armas no?

Dijo sin dejar de mirar a Zarlet pues podría hacerle un ataque sorpresa y más le valía estar atento. Obviamente ya tenia la katana desenvainada.

Teach estaba emocionado a la vez de perplejo por el reto que le acababa de proponer. Le gustaba la idea y quería saber más de esté y por eso no para de preguntar.

-Solo podemos utilizar nuestras respectivas armas no?

-Exacto, cualquier cosa para llegar a cortar la cuerda del rival. - Me quede callado unos segundos y proseguí hablando.-Aunque ves con cuidado, que incluso se puede cortar la mano del rival. Ya te he dicho que es cualquier cosa.- Dije con una sonrisa drástica y malévola en mi rostro.

Me posicione en el centro de la proa del barco. Este barco estaba en perfecta condiciones, estaba recién comprado y era en el que íbamos a vivir nuevas aventuras, aunque antes de esto me gustaba probar el valor y la maestría de mis compañeros, para poder saber si son dignos de mi confianza.

Esté desenvaino su katana y se vino al frente mio. Ahora solo nos separaban una distancia de seguridad de dos metros que guardábamos los espadachines por costumbre, ademas de que esto siempre ayuda a la hora de esquivar.

-Bueno ya que se me ha ocurrido a mi el juego, déjame empezar atacando a mi.

Dije emocionado por aquel combate que prometía. La brisa golpeaba mi rostro, moviendo mi pelo que de está forma se podía ver la felicidad en mi rostros, como que estaba disfrutando del momento.

Sujete fuertemente mis dos katanas y me disponía a sacar ventaja de estás ya que el solo tenía una desenvainada. Acelere con un ataque de frente y con mi mano derecha intente cortar la cuerda de su muñeca, mientras que con la izquierda apuntaba a su torax.

[Treacherous Court - AIF]

Ya que el solo tenía una katana en la mano, le sería imposible para las dos katanas a la vez. El decidiría que sería más importante proteger, si su torax o su muñeca.

Teach pensó que no había formulado bien su pregunta, el se refería si también podía utilizar su akuma. En fin ya era demasiado tarde, cuando lo hiciese ya diría Zarlet si era valido o no, pensó el joven.

Su oponente ya se estaba abalanzado sobre él, tenía que pensar rápido un plan y así lo hizo. Para detener su doble golpe lancé dos estocadas una primero de manera horizontal seguida por otra vertical. Estas antes de chocar con el ataque de Zarlet, gracias al poder del aire de Teach desprendieron dos ondas de aire cortantes para ralentizar la velocidad de las katanas de Zarlet. Tras eso Teach dio un gran salto hacia atrás alejándose algunos metros de Zarlet.

El joven de cabello plateado esbozó una pequeña sonrisa, le había costado parar el ataque de Zarlet y eso que sabía que ese ataque era solo para comenzar para entrar en calor. Tenia que andarse con mucho ojo y mantener las distancias, Teach desde donde estaba apuntando con la espada hacia Zarlet empezó a acumular aire luego hizo un corte horizontal al aire liberando una poderosa honda, que salio disparada verticalmente en dirección a la cuerda que estaba atada al brazo de Zarlet.