La salvaje isla (Krauser y Drakien)

Un barco de la marina se acercaba aquella isla. Varios hombres en cubierta hablaban tranquilamente y entrenaban con sus espadas entre ellos. Uno de ellos al ver la isla echó el ancla y se dirigió rápidamente al interior del barco. Corrió por los pasillos hasta llegar a un camarote el cual abrió tranquilamente

En dicho camarote se encontraba Krauser. El gran espada realizaba ejercicios de flexiones con un brazo. Estaba sin camiseta y con su pantalón de siempre. Su cuerpo era bastante fuerte y tonificado. Este levantó la mirada observando al marine con gesto frio al mismo tiempo que se levantaba limpiándose el sudor con una pequeña toalla blanca que tenia sobre su cama. Se dirigió hacia debajo de la cama agachándose y sacando su enorme espada la cual se ató a la espalda. También cogió su camiseta negra y se la ató a la cintura de forma rápida. Tras eso observó de nuevo al marine hablándole en un tono serio y frio.

- He dicho muchas veces que peguéis a la puerta antes de abrir. A ver ¿Qué quieres?

- Lo siento Krauser. Ya hemos llegado a la isla y como pediste que se te avisara pues eso he hecho. La próxima vez pegare a la puerta. Pero si solo hacías flexiones, no es para tanto hombre jajaja

Krauser al escuchar sus palabras sonrió de lado y se estiro pasando por su lado y dándole un toque en el hombro amistoso. Pese a lo serio y frio que parecía no era así con sus compañeros.

- Tal vez me podrías haber pillado haciendo otras cosas

Dijo en un tono más amable. El marine rió un poco y cerro la sal de su camarote. El gran espada salió a cubierta agachándose en la salida por su altura y dirigiéndose a la borda del barco observando la isla con una sonrisa algo sádica. Finalmente se acercó a los botes y empezó a bajar uno por unas cuerdas. Su rostro se giró levemente para observar a uno de sus compañeros y decir en un tono calmado pero más serio que antes.

- Iremos unos cinco hombres. Necesito a tres de vosotros y a Drakien. Que alguien vaya a avisarle. Seguramente este e su camarote o en la cocina. Decidle que partimos ya.

Uno de los hombres asintió y fue a avisarle. Krauser dejo el bote a una altura de dos metros de ellos para que tuvieran que saltar hasta él. Más les valía hacerlo despacio si no querían caer al agua. Este saltó ágilmente sentándose esperando a los tres hombres y a Drakien. Tenía curiosidad por aquella isla y quería investigarla cuanto antes. Había oído ciertas leyendas sobre un monstruo capaz de partir la isla en dos con sus fauces y eso quería averiguarlo.

En la puerta del camarote de drakion camenzó a sonar ya que estaban llamando,Drakion se levanto y comenzó a vestirse con su ropa de motorista este se coloco las gafas en lo alto de su cameza,y su catana se la puso a la espalda tras 5 minutos esta abrio la puerta sonriendo, el marine aviso  a Drakion de que se encontraban en una isla extraña,el marine le dijo que se tenia que reunir con el Gran espada en el barco,Drakion asintio y comenzo a andar acia aquel lugar asta llegar donde el gran espada con una sonrisa.

-¿Me llamabas?....

Dijo el joven observando aquella isla desde el barco,aquella isla era extraña ya que los animales eran peculiares,en la isla se encontraban vastantes arboles y vegetación la cual era rara,el chico emnocionado miró a su compañero esperando impaciente su señal para poder bajar y adentrarse en aquella frondosa isla.

-¿Este es nuestro objetivo?-

Dijo algo impresionado por la fauna y la vegetación.

Krauser estaba allí echado en uno de los lados del bote, a unos dos metros por debajo de Drakion. Su mirada estaba puesta ahora en el chico. Le había preguntado que si le llamaba y que si esa isla era su objetivo. Así era, ahí es donde tendrían la siguiente misión, más que misión era un acto curioso del gran espada. Aún así de todas formas informaría al cuartel una vez finalizada aquella investigación.

- Si. Te llamaba, vamos no esperes mas y salta. Es hora de partir a la isla y comenzar la investigación. Si tienes que recoger algo de comida o algún arma no dudes y ve a por ella, es ahora o nunca y tengo algo de prisa.

Los tres marines llegaron rápidamente con mochilas y sus armas saltando de uno en uno al bote y despacio para que este no se cayera al agua y no acabaran de cebo para los peces. Una vez dentro observaron a Krauser con una sonrisa en el rostro y los tres dijeron al mismo tiempo con alegría.

- ¡Ya estamos Krauser!

El primero de ellos parecía ser el más alto, era un marine rubio de 1,87 y de ojos de color miel. Vestía el uniforme marine como los otros dos. El segundo tenía el pelo rojizo y los ojos verdosos oscuros, a este ya lo conocía el gran espada. Era un recluta de 1,81 que aspiraba a ser buen médico por lo que serviría bastante en la investigación. Por último el que quedaba era el más bajito midiendo 1,75 y portando una mochila más pequeña que la de los otros. Este parecía saber un poco de cocina. O eso decía él mientras viajaban. Era un buen equipo ya que también tenían a un hombre león bastante fuerte que podría cargarse a los enemigos de mayor tamaño y disponían de un asesino capaz de dejar ciegos a los objetivos y eliminarlos muy lentamente y de forma sádica. El equipo estaba bien, ahora lo único que faltaba era que Drakion subiera a bordo del bote para poder llegar a la isla tranquilamente. Krauser se echó hacia atrás suspirando y observando el tiempo que estaba en perfecto estado. Después levantó la mirada unos segundos y le hizo un gesto al chico de arriba para que subiera al bote.

- Vamos. En cuanto Drakion suba empezad los tres a remar y dirigíos hacia la playa. Espero que no volquemos o mi fantasma volverá para atravesaros la garganta con una cuchara de plástico y creedme que se puede hacer perfectamente.