Zaúl
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Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Nombre: Zolren N. de Hume
Apodo: El escorpión blanco de Yubba
Edad: 25
Sexo: Hombre
Raza: Humano
Rango social: Medio
Rango/Empleo: Al dejar la guardia de Arabasta renuncio a su rango.
Descripción estilo de lucha: Rehúye de demasiadas escaramuzas, cree que es sólo aburrido correr por todo el campo de batalla para únicamente distraer al rival, prefiere luchas de frente que demuestren la resistencia y destreza.
Nombre: NA
Ejecución: Avanza con su espada discretamente, en el momento menos esperado salta hacia atrás y lanza una estocada a gran velocidad como si fuera una oz cayendo o un escorpión picando, en dirección a algún punto de la cabeza o cuello del rival. Dependiendo de la situación puede utilizar su “aguijón”, normalmente es cuando percibe que este le puede dar alguna ventaja sobre el enemigo, ya sea directamente o utilizando a favor algún elemento del entorno.
Descripción física: Mide 1.70 m, de piel morena clara. Sus brazos y piernas no son robustos, más sobresale su fortaleza ganada día a día en las jornadas, cosa que también refleja la entereza de su cuerpo. Ambas manos son grandes y un poco toscas, les sobresalen nudillos y alguna que otra vena. Posee cabello de color blanco-grisáceo amarrado en una coleta que no llega a tocar su espalda. Orejas de tamaño mediano y redondas. Ojos pensativos de color café claro. Tiene barba de un día y todo su vello facial es del color de su pelo. La barbilla es medio picuda. Boca de labios medianos. Nariz afilada y frente amplia.
Lleva puesta una capucha marrón con el que salió del desierto, debajo de ella tiene ropa ajustada, un pantalón azul marino al estilo egipcio y una camisa del mismo color apretada en la parte del estómago por una faja de vendas en color blanco, la camisa es de manga corta y del cuello tiene un corte en V. Usa un par de botas ajustadas que terminan en un pico achatado.
Descripción psicológica: De actitud tranquila y pensativa, nunca ha salido de casa buscando enemigos, prefiere salir a caminar y conocer todas esas cosas vivas e inertes que desconoce. Las experiencias de su pasado le han hecho saber que existe gente nada agradable a la cual no dudará en atacar si se meten con él. Sus padres le enseñaron a ayudar al necesitado y siempre que esté en condición de hacerlo, lo hará. Sabe muy bien que existen lugares en el mundo donde los tiranos se pasean como si nada y al gobierno mundial parece no importarle, hecho que respalda la manutención de escorias como los Tenryubitos, por eso duda de la marina también ¿Qué es eso de que si alguien daña a un odioso noble que normalmente está dañando gente sin que nadie le reclame nada, aparecerá un almirante a defenderlo? Por eso nunca ha querido ser marine.
Ha escuchado muchas cosas sobre los piratas, desde historias muy parecidas a las canalladas que realizan los nobles, hasta sobre un pirata que la historia oficial no relata quien fue, salvo al reino de Arabasta de caer a manos de uno de esos piratas al servicio del gobierno (para variar). Necesita conocer a otros cuantos más para formarse una opinión concreta de ellos. No sabe mucho de los revolucionarios, pero le llama la atención saber que hay gente que quiere cambiar las injusticias, si eso fuera así, estaría tentado a unirse a ellos. Los caza recompensas le son indiferentes, cada quien tiene su modo de ganarse la vida.
Le han hablado de los cyborgs y dado que su padre tenía conocimientos básicos de mecánica, le gustaría conocer alguno, sería interesante tener un amigo cyborg. Por último, una vez se decide a luchar, no muestra piedad al enemigo. El escorpión sólo pica, ya no es culpable de lo que hace su veneno.
Gustos: Ante todo, explorar. Gusta de su familia y la buena comida, lecturas que hablen sobre lugares sorprendentes que existen en el mundo, cualquier tipo de animal, insecto o planta, juegos de azar y personas que no sean predecibles.
Desagrados: No gusta para nada del alcohol, sólo vuelve a la gente problemática. Odia las injusticias y la gente avara, sí, sí, Tenryubitos. Tampoco quiere a personas que hacen el payaso en exceso o son demasiado vanidosas.
Habilidades: Tiene conocimientos básicos de mecánica, también de agricultor. Ha aprendido de la mano de Ode el camino de la ciencia. De pequeño se le enseño supervivencia en un ambiente hostil como el desierto. Dibuja aunque no como quisiera. Sabe silbar muy bien. Es muy observador y por lo tanto percibe las cosas con rapidez (movimientos, cambios de color, etc). Controla bien los planeadores de aire? de su país.
Torpeza: Gusta de la cocina pero no sabe cocinar. Aunque sabe luchar, no tiene tanta flexibilidad como quisiera. Ser muy observador es bueno, distraerse por cosas nuevas fácilmente no lo es. No sabe expresar completamente lo que quiere. No sabe navegar ni un barco de papel. Experimenta para crear nuevas armas que a veces simplemente le explotan.
Profesiones: Espadachín, Guardabosques, Científico.
Banda: NA
Armas: Carga una espada de la guardia de Arabasta y el “aguijón” que Ode le dio.
Mar de origen: Originario del Paraíso, su tierra natal se encuentra en el reino de Arabasta, y es originario precisamente de El oasis de Yubba, tierra que ha sufrido inclemencias de la mano del hombre, tanto como de la naturaleza.
Historia: Zolren desde el nacimiento fue dichoso, le toco la fortuna de nacer en una familia donde se le apreciaba y quería simplemente por existir. Lo primero que vio al abrir los ojos fue a su hermana, Rein, que le llevaba cuatro años y estaba impaciente por conocer a su nuevo hermano. Él no lo sabe, pero ese mismo día, mientras sus padres y hermana festejaban haber descubierto el color miel de aquellos ojos, en el Archipiélago Sabaody había un caos por un individuo excéntrico que llegaba.
Su hogar no era precisamente de amplios recursos, mucho tiempo vivieron de lo poco que producía la tierra y como todas las familias a las que el destino, o lo que fuese que decidía en que parte del globo aparecerías, les había determinado un reino de arena, tenían que afrontar continuamente esos periodos de sequía que mataban casi todo aquello que estuviera a la intemperie, incluidos sus cultivos. Eso motivaba a que mucha gente se desenvolviera en más de una actividad y sus padres no eran la excepción. Elbaf, su padre, así como muchos otros ciudadanos de Yubba, sabía que cuando los cultivos escasean, el rey manda a avisar a Nanohana que manden muchos más carros con mercancía para que la ciudad no entre en caos, cuando los móviles llegan, mágicamente los ciudadanos se convierten en mecánicos y reparan o dan mantenimiento a todos esos vehículos que han atravesado el inclemente desierto.
Así creció Zolren, entre sequias, herramientas y lagartijas de desierto. A muy temprana edad se le inculco lo importante de los alimentos y el agua. Aprendió lo difícil que es cultivar la tierra y lo complicado que puede ser reparar un simple carro. Se le enseño cuanto necesitaba saber para sobrevivir en un ambiente hostil; ha hurgar en los lugares más extraños para buscar alimento si es que alguna vez se perdía en un viaje por el desierto y pese a todo, sus padres siempre le repitieron que no importaba la forma, el color, edad, tamaño, acento, rango, dinero o incluso la moral de las personas, si se encontraban en un apuro y él podía ayudar, nada le quitaría hacerlo. Su padre siempre le repetía “para el desierto, todos somos iguales” y su madre decía “lo bueno de la desgracias es que se une la gente”.
Su hermana Rein, le enseño algo muy importante que él también llego a apreciar. Recuerda muy bien cada que llegaba ella a casa con un nuevo insecto, animal o planta y su madre pegaba de gritos, casi siempre decía “eso es venenoso”, “te puede picar ese animal”, “mejor será que te deshagas de ese bicho antes de que seas la primera en averiguar que es peligroso” Su hermana reía y decía que solo quería verlo más detenidamente. Cuando Zolren le pregunto porque siempre andaba viendo las plantas y animales, ella le contesto humildemente: A ellos nadie les manda a traer comida cuando hay sequía, esas plantas tan pequeñas y frágiles no pueden moverse en una tormenta de arena que fácilmente nos derriba, tampoco recuerdo a una lagartija con ropa para protegerse del sol y desde que tengo noción del tiempo, siempre han estado a los alrededores y más allá de nuestra ciudad ¿Cómo no iba interesarme conocer a unos vecinos tan interesantes como estos? Una vez un mercader me conto que la vida era vida en todos lados, pero la forma de ganarse la vida siempre era particular. Era cierto, los mercaderes siempre traían historias de otras partes del mundo que habían visitado, lugares repletos de hielo, otros llenos de plantas, ciudades donde el agua atravesaba en torrentes y la gente iba en pequeños “barcos” a sus destinos…
Esas palabras dieron vueltas en la cabeza de Zolren muchas veces antes de llegar a dormirse y durmió, más no sin antes prometerse que ahora prestaría más atención a eso que antes había ignorado y soñó, soñó con volcanes repletos de nieve, lagos que eran tan grandes que llegaban a confundirse con el mar, barrancas enormes donde el fondo sólo era una bruma obscura y bosques en los que el agua flotaba en forma de niebla blanca que rosaba suavemente la piel con una textura humeante y sencilla. Vaya que esos mercaderes habían conocido muchos lugares. Se despertó pensando que abría gente en otras partes del mundo que tal vez no conociera el desierto. ¿Cómo sería el Red line? ¿Y el West blue? ¿Y todos esos lugares que habían mencionado los mercaderes o se los habían mencionado en la escuela? ¿South blue, North blue, East blue, El nuevo mundo? Él sólo conocía a lo que llamaban El paraíso, pero ¿En verdad lo conocía?, no, no era así, nunca había salido de Arabasta. ¿Cómo serían todos esos lugares que su mente no podía imaginar? ¿Cómo sería la vida en esos lugares?
II
El tiempo paso, Zolren ya tenía 17 años, se volvió más curioso y observaba con detenimiento a todo lo vivo y a lo que no. Comenzó a visitar a un anciano llamado Ode que proclamaba ser científico, moría de curiosidad cada que inventaba algo nuevo, siempre quería probarlo primero él. Ese viejo le enseño un poco de historia, le narro como sucedió la guerra entre la armada rebelde y la guardia real de Arabasta, explicándole con detenimiento que la revuelta comenzó por un polvo que el gobierno mundial había prohibido y se llamaba Dance powder, el cual provocaba la lluvia robándola de otros lados. Ese polvo fue producto de la ciencia según le dijo, y la ciencia podía ayudar tal como lo hacía la medicina o podía destruir como las armas, todo dependía de la persona que la utilizara.
Poco antes de cumplir los 18, ocurrió una nueva sequía que ya se había prolongado más de lo normal, se rumoreaba que cerca de Yubba alguien había quemado Dance powder. La guardia real de Arabasta había acudido a comprobar los rumores. Este desastre “natural” tornaba al desierto más seco y peligroso, muchos comerciantes ya no se atrevían a llegar a Yubba por miedo a la naturaleza, aunque siempre había algún aventurero que sabía sus mercancías se venderían a mucho mejor precio y lograba llegar. De esta forma los habitantes recordaron cuán importante era racionar y cooperar para salir adelante. Sobrevivían casi lastimeramente, pero nadie quería abandonar sus hogares. El rey desviaba algunos mercaderes para que llevaran su mercancía que era motivo de alegría.
En Nanohana, cierto individuo que había estado realizando un largo viaje reclamaba que quería todos los carros del puerto con los mejores conductores para que le llevaran a Rainbase puesto que quería ir por tierra, ya se había hartado de navegar. La gente del lugar, temerosa, le comentaba que no era posible eso, eran muchos los problemas que se suscitaban por la presente sequía, se había vuelto demasiado peligroso el camino. No le importo. Mando a sus lacayos traer todo lo que pedía antes que se le antojara matarlos a todos y así se hizo. La caravana partió la mañana siguiente con rumbo a Rainbase, no sin antes golpes y forcejeos que culminaron con la muerte de un conductor de carreta que se negaba a ir. La guardia de Nanohana no hizo nada.
Tenía tiempo que no llegaba ningún carro a Yubba, las personas comenzaban a preocuparse, algunas de ellas pensaban en ir a pedir los víveres a Alubarna o Rainbase. En el puerto, la gente aún temerosa trataba de comunicarse a Alubarna para informar de lo sucedido, el problema es que sólo quedaban carros viejos que difícilmente llegarían, intentaron con el Den den mushi pero nadie contestaba, probablemente una buena facción de la guardia hubiera ido a comprobar los rumores del dance powder y los que quedaban en el palacio estarían lo bastante ocupados como para estar pendientes del Den den mushi.
A medio camino de Yubba, rodaban velozmente las ruedas de los carros levantando una nube de polvo considerable, eran poco más de 60 vehículos cuando salieron, pero bajo la orden de llegar a Rainbase rápidamente, no se podían parar a tomar descanso alguno. Casi al final de la caravana a uno de ellos se le rompió una rueda e hizo carambola con otros tres que venían detrás. Nadie se paró a ayudarlos. Mientras a la cabeza, escoltado en un carruaje especial, bajo un amplio techo rojo y detrás de una tela blanca que le cubría de la arena, se encontraba ese sujeto que bebía y bebía agua, luego de cada sorbo maldecía el desierto, al sol, a sus lacayos.
Estaba cerca el anochecer, cuando un vigía dio el aviso en Yubba sobre una caravana de tamaño considerable que se acercaba de dirección Nanohana. La noticia se esparció rápido y todo el pueblo salió al encuentro. Entraron al pueblo cerca de treinta carros, ni uno más. Del primer carro descendió un hombre pequeño (una alfombra roja fue puesta en donde se pararía), era escasamente mayor a un metro y medio, rechoncho de cuerpo, brazos y piernas pequeños. Su cara era extraña, una burbuja le rodeaba la cabeza, detrás de ella unas cejas pobladas adornando unos ojos altivos que a su vez sobre salían en su rostro por tener una nariz y boca pequeña de tono rosado. Barba partida y pelo rubio acomodado con una pequeña coleta. Sus trajes eran parecidos a los de un rey, pantalón abultado y a rayas, una capa roja sobre su camisa que quedaba atrapada por una especie de chaleco. Todo ello era de diferentes tonos de azul, a excepción de la capa.
- ¡Malditos debiluchos!, ahora me he retrasado. Lo mismo va para ustedes insolentes camellos que se supone no tendría que importarles correr por días en el desierto. ¡Agua! ¡Agua! ¡Denme agua que me muero de sed! Si hemos parado aquí no es para que descansen inútiles, si no para que llenen mis aposentos con mucha agua y comida.
Todo el pueblo se miraba confundido y entre la multitud, no se supo quién, pero claramente se escuchó: Es un Tenryubito, un noble mundial. A ese comentario le siguió otro: Dicen que si se les daña, un almirante de la marina aparecerá para defenderlo. ¿Qué hace aquí? Escuche que sólo en raras ocasiones se les veía en el Archipiélago Sabaody. El Tenryubito no hizo caso omiso a los comentarios.
- Así es, soy un Tenryubito. ¿Qué hago aquí? Ni siquiera debería molestarme en contestarles, pero está bien, me he aburrido de Mariejois y quiero conocer todo lo que me pertenece para poderme divertir con ello, he estado viajando y divirtiéndome, pero comienzo a aburrirme, sus vidas mundanas no siempre son de mi agrado. Ahora que no les queda duda, será mejor que hagan todo lo que les digo. Denme toda su comida y agua porque quiero llegar a Rainbase cuanto antes. Me han dicho que ahí se encuentra un casino muy divertido que quiero nombrar mío.
La gente estaba confundida, si le entregaban los pocos alimentos que tenían ¿Qué harían ellos después? Zolren, al lado de sus padres y hermana, miraba todo atónito, como si aquello que pasaba fuera imposible de ocurrir. Le pasaron tantas cosas por su mente. Pensó en lo que le habían inculcado sus padres, bajo estas condiciones ¿Aquello era válido? Entonces alguien hablo.
- Por favor señor, le ruego me escuche. Pasamos tiempos difíciles y disponemos de la comida y agua casi exacta para subsistir, no sabemos cuándo cambiará la cosa y sólo podríamos entregarle un par de cajas de alimentos y probablemente un barril de agua.
Era el alcalde del pueblo y un buen amigo de su familia, Jio. No paso mucho tiempo después que acabara de pronunciar su suplica cuando el Tenryubito lanzó un balazo a su pierna izquierda, seguido de otro a su hombro derecho. Toda la gente se estremeció pero nadie se atrevió a decir nada. Enseguida el noble sentencio:
- Poco me importa lo que les haga falta, no se trata de ustedes, se trata de mí y lo que YO quiero. ¿Acaso creen que sus vidas valen más que la mía? –Subió a su carruaje y se sentó- quiero esas provisiones en los carros ahora mismo.
Las cajas fueron llegando poco a poco hacia los carros totalmente vacíos, el alcalde también fue recogido y atendido. La gente de Yubba preguntaba a los conductores por qué no traían ellos mismos provisiones, a lo que respondían que prácticamente los habían raptado y por ello nadie había tenido tiempo de cargar algo. Además los pocos que traían algunas cosas, fueron dejados atrás porque se retrasaban, ya fuera de cansancio, algún accidente o simplemente de sed. El Tenryubito consumía litros y litros de agua, se echaba en la cara y arrojaba sobre su techo. Los acompañantes que traía, en su mayoría se notaba eran soldados, también consumieron lo poco que ellos mismos cargaban y eso los obligo a hacer parada en Yubba.
Una vez estuvo todo preparado, el Dragón celestial procedió a revisar el cargamento. Abrió algunas cajas con alimentos y noto que en su mayoría eran conservas. Destapo un frasco de pepinillos y le olio someramente, no había terminado de percibir el olor cuando tiro el frasco al suelo y lo mismo hizo con todos los demás frascos parecidos mientras repetía: Comida basura, comida basura. El suelo fue alimentado con líquido dulce y salado, pedazos de frutas y verduras, así como las lágrimas de algunas personas que se estremecían con cada frasco roto.
- Su comida es un asco, ¿Dónde está la carne? Agradezcan no los mato –volvió a subir al carruaje- ¡vámonos! No aguanto más esta gentuza.
Al instante la caravana avanzo. No había terminado de irse y el llanto no se hizo esperar, por todas partes se escuchaban interrogantes sobre qué harían ahora. Zolren miro a su padre, la cara de Elbaf mostraba enojo, rabia, indignación e impotencia, su madre y hermana lloraban en el suelo. Él no sabía que pensar ni que sentir, jamás había experimentado algo como eso. Lo único que hizo fue correr al taller donde su padre tenía sus herramientas, cogió un par de fierros y otros objetos que no utilizaban y corrió en dirección a ese viejo rechoncho de cara alegre llamado Ode. Al encontrarlo se arrodillo, bajo la cabeza y levanto las manos con los cacharros en ellas, mientras un par de lágrimas tocaban el árido suelo.
- Por favor viejo, ayúdame a crear un arma. Me volveré fuerte, te lo prometo. Me volveré igual o más fuerte que un almirante para poder darle su merecido a ese viejo. Para que pueda decir que NO y no tener miedo a sus represiones. Para poder defender lo que quiero. Por favor…
Ode lo miro extrañado, no sabía bien que decir. Pensó que era un joven valiente, pero que no era un guerrero. Pensó que si le daba un arma, esa arma lo llevaría a acabar con su vida y él le apreciaba. Mientras meditaba que decir, una nueva nube de polvo se acercaba desde el este, todos voltearon temerosos. Era la fracción de la armada de Arabasta que había salido a comprobar el rumor del dance powder. Al entrar observaron las caras largas y se desconcertaron.
- ¿Qué ha pasado? Os traemos buena nuevas.
La persona que hablo era nada menos que uno de los guardianes de Arabasta. En poco tiempo se les conto todo lo ocurrido, a lo cual respondió el mismo guardián:
- No os preocupéis, nosotros venimos a informaros que no hemos encontrado rastro alguno de dance powder en el lugar que nos indicaron. Nuestra búsqueda fue exhaustiva y estamos casi al cien por ciento seguros, si esto es cierto, la sequía no deberá durar mucho tiempo más y pronto las cosas volverán a la normalidad. Respecto a lo que me contáis sobre sus víveres, he pensado que podemos compartirles la mitad de los que nosotros cargamos para nuestra manda, con eso podríais sobrevivir al menos hasta que el rey mande nuevas provisiones.
La gente del pueblo esbozo una sonrisa, aunque el trago amargo que les había hecho pasar el Tenryubito aún estaba fresco. Ode miro fijamente a Zolren y dijo:
- Si lo que me dices es realmente tú deseo, la mejor manera para conseguirlo acaba de llegar. Yo solo soy un viejo con ideas extravagantes, puedo enseñarte de instrumentos y tal vez pudiera ser capaz de crear un arma, pero de eso a enseñarte a luchar… yo sólo podría enseñarte a correr jaja
Zolren lo miro con gran cariño y le abrazó. Esa misma tarde hablo con sus padres y aunque con cierto recelo, terminaron por acceder. Por la noche su padre informo al guardián sobre los deseos de su hijo y posteriormente el susodicho confeso sus motivos. Se le escuchó atentamente y después de unos momentos de meditación por parte del guardián, termino por acceder a llevarlo al palacio para que entrenara sus habilidades y se convirtiera en miembro de la guardia. A la mañana siguiente, luego de despedirse calurosamente de su familia, el viejo Ode y algunos amigos más, partió sentado a espaldas del guardián que montaba un vigoroso camello.
III
Cinco largos años pasaron y la vida de Zolren tuvo muchos cambios. Sólo una vez al mes visitaba a su familia y amigos, los demás días debía levantarse antes de la salida del sol para correr los 10 km que el guardián le había ordenado hacer a diario, al principio le parecía muy agotador debido a que tan solo terminar, tenía que volver a correr para asearse y luego presentarse junto a los demás guardias, practicaban con la espada, lanza o arco, así como lucha cuerpo a cuerpo durante dos horas y luego eran distribuidos a lo largo de Alubarna para custodiar de su tranquilidad.
A Zolren le tocaba custodiar la entrada del palacio y por órdenes del guardián, cada que una persona llegara para pedir ayuda, él tenía que ir al lugar y resolverlo, sólo en caso de tratarse de algo excepcional podría acudir a buscar ayuda. De este modo se enfrentó a borrachos en las tabernas, esposos violentos, el vandalismo de algunos jóvenes, peleas entre transeúntes e inclusive tuvo que ayudar a reparar algunos carros, aunque sobre todo, los causantes principales de alboroto eran los ebrios, así fue como llego a odiar el alcohol. Entrando la noche, nuevos guardias les reemplazaban de sus puestos y ellos regresaban al palacio a entrenar un par de horas más. Había días en los que ya no aguantaba todo el tiempo andar corriendo de un lado a otro, le dejaba exhausto, más siempre que se decaía, el guardián aparecía y le recordaba lo que el mismo había dicho para buscar convertirse en guardia. Tenía razón, aún recordaba al Tenryubito, del que por cierto después de lo ocurrido en Yubba, se supo llego a Rainbase donde también creo un desastre porque el casino que buscaba no era como él pensaba. Afortunadamente una persona de Nanohana a espaldas de un pato australiano había logrado avisar al rey y cuando el noble llego a Rainbase sólo encontró una ciudad desierta, rompió algunas cosas y luego se marchó abandonando a las personas que habían sobrevivido desde el puerto, las cuales fueron atendidos de inmediato por la población que se había refugiado cerca de la ciudad. Mientras el noble partía hacia quien sabe dónde, en su barco que ya le esperaba no muy lejos de la ciudad.
Poco a poco los entrenamientos comenzaron a rendir resultados, se volvió buen peleador y fue ganando habilidad con la espada hasta lograr dominarla muy bien. Pronto le conocieron en la guardia como el escorpión blanco de Yubba, sobrenombre ganado por esas estocadas tremendas que sabía muy bien calcular en que momento soltar, además de ese pelo blanco que le hacía parecer como si fuera una anciano. El día que cumplió 25 años cito al guardián que le había recogido y entrenado, tenía algo que decirle:
- Mi querido mentor y amigo, hace 7 años que me encuentro entrenando duramente. Cada día que pensaba en rendirme recordaba lo que me ha impulsado a estar en este sitio y recobraba fuerzas. Era un crio imberbe, he estado pensando mucho y lo que quiero no es venganza, ese día que te conocí por primera vez, lo que en realidad experimentaba no era otra cosa que las cadenas que me quitaban la libertad de poder actuar libremente. Me he dado cuenta que no busque fuerza para mitigar el odio que sentía, si no para buscar la libertad y con ella proteger lo que me importa. .
El reino de Arabasta ha ganado fuerzas, Yubba se ha convertido en un lugar seguro y sé que vosotros jamás le dejarían desamparado. El mes pasado he estado en casa con mis padres y mi madre me ha cuestionado los sueños que tenia de chaval, me ha hecho pensar bastante, siempre he querido conocer el mundo y cómo se gana la vida en cada lugar. La piel se me pone de gallina al imaginarme en una isla de invierno o en alguna isla desconocida del South blue, mi familia me anima a seguir mis sueños y vivir mi vida. Quiero decirte que me he convencido y quisiera dejar la guardia, me cuesta decirlo porque en este lugar he aprendido mucho y ganado buenos amigos, no quisiera se interpretara como ingratitud.
- Tranquilo amigo, que aquí nadie está preso y te comprendo, puedes ir y venir siempre que lo desees, has dado un buen servicio a nuestro reino, te agradezco por ello. ¿A qué esperas? ¿Quieres que vaya por el mata insectos y extermine al escorpión? ¡Anda ya que se te puede estar haciendo tarde para una aventura!
Luego de eso Zolren llego a Yubba a informales a sus padres su decisión. Ellos le felicitaron, su hermana le regalo un cuaderno y un lápiz para que les escribiera de vez en cuando las cosas nuevas que había conocido. Por la tarde visito al viejo Ode y le conto la buena nueva, así como muchas cosas que le habían ocurrido en el palacio. Esa noche era la última que dormiría en su casa por un muy largo tiempo, descanso como si hubiera terminado de cargar una loza de mil kilos durante toda la vida. Tuvo el mismo sueño que cuando pequeño le había impresionado tanto. Cuando despertó, lo hizo pensando en lo que había soñado, pero esta vez era diferente, esta vez se dirigía a verlo por sí mismo. Se despidió dando fuertes abrazos a su familia, con la promesa de escribir siempre que pudiera y salió por la puerta de la ciudad que apuntaba a Nanohana, quería recorrer por última vez a pié el desierto que tantas experiencias le dio.
A las afueras de la ciudad le esperaba una sorpresa, ahí estaba el viejo Ode esperando a que pasara, cuando lo vio le dijo:
- He pequeñajo, supongo no pensabas se me había olvidado eso que me encargaste antes de enlistarte en la guardia. Mira que he hecho algo bueno de ese montón de chácharas que traías ese día, claro, también he ocupado algunas mías pero quiero decir que no se me ha olvidado. Toma espero que te pueda servir de algo. –Le avienta una pequeña caja en forma de rectángulo-
Zolren la cacha y abre, dentro había dos trozos de metal que tenían la forma de unos cuernos largos que se podían sostener por su parte central, de esta misma parte surgía una extensión que se separaba un poco y formaba un circulo, simulaba un brazalete, supuso que eso impediría que se cayeran sujetándolos a su muñeca. Tenían 3 botones colocados exactamente en el lugar donde quedaban los dedos índice, anular y medio cuando se hacía un puño con la mano, sosteniendo los cuernos. Noto que únicamente estaban hechas de metal las puntas que sobresalían cerca de 15 cm del puño cerrado, de esa manera no tocaban la piel.
- ¿Te han gustado? Cada uno de esos botones tiene una función diferente y práctica, de izquierda a derecha, al pulsar el primero provoca una pequeña descarga eléctrica que si bien no provoca mucho daño puede aturdir al enemigo. El segundo sobrecalienta las puntas de metal logrando hacerlas quemantes… tú tendrás que ingeniártelas como podrías utilizar eso y el último botón, si miras bien las puntas tienen unos pequeños orificios y la parte donde se toman también tiene un pequeño compartimiento, en el compartimiento hay un poco de veneno no mortal, pero al menos de momento paralizante y al pulsar el botón este saldrá disparado ¿Qué sería de un escorpión sin veneno? ¿Qué te ha parecido? Esta vez tú serás el primero en probar mi invento.
- Gracias Ode me has dejado impresionado, no soy tan bueno con los puños pero seguro que esto me ayudará.
- Ojo, para la descarga tendrás que tocar al enemigo con el arma. Sólo el veneno o lo que hayas metido ahí, puede alcanzar por mucho 2 metros de distancia y el compartimiento sólo dura para 2 descargas. La batería se recarga sola pero a lo mucho podrás provocar 3 descargas y 3 sobrecalentamientos, luego de eso se recargan a la media hora. Sólo queda ponerle un nombre y a mí me gusta el aguijón doble del escorpión.
Ambos ríen, Zolren guarda el aguijón en la mochila, abraza al viejo, se despiden y por fin parte a conocer el mundo que tantas cosas le aguarda.
Pertenencias: Lleva el cuaderno y lápiz que su hermana le dio, además de un estuche con diversos desarmadores y llaves que su padre utilizaba para reparar los carros
Botín de partidas: NA
Sueños: Quiere conocer todo el mundo y la mayor cantidad de diversidad que pueda, si de paso consigue librar a unas cuantas personas de la injusticia por parte de piratas, marines o el gobierno mundial, hará lo que pueda y se dará por bien servido.
Referido por: Nadie
Apodo: El escorpión blanco de Yubba
Edad: 25
Sexo: Hombre
Raza: Humano
Rango social: Medio
Rango/Empleo: Al dejar la guardia de Arabasta renuncio a su rango.
Descripción estilo de lucha: Rehúye de demasiadas escaramuzas, cree que es sólo aburrido correr por todo el campo de batalla para únicamente distraer al rival, prefiere luchas de frente que demuestren la resistencia y destreza.
Nombre: NA
Ejecución: Avanza con su espada discretamente, en el momento menos esperado salta hacia atrás y lanza una estocada a gran velocidad como si fuera una oz cayendo o un escorpión picando, en dirección a algún punto de la cabeza o cuello del rival. Dependiendo de la situación puede utilizar su “aguijón”, normalmente es cuando percibe que este le puede dar alguna ventaja sobre el enemigo, ya sea directamente o utilizando a favor algún elemento del entorno.
Descripción física: Mide 1.70 m, de piel morena clara. Sus brazos y piernas no son robustos, más sobresale su fortaleza ganada día a día en las jornadas, cosa que también refleja la entereza de su cuerpo. Ambas manos son grandes y un poco toscas, les sobresalen nudillos y alguna que otra vena. Posee cabello de color blanco-grisáceo amarrado en una coleta que no llega a tocar su espalda. Orejas de tamaño mediano y redondas. Ojos pensativos de color café claro. Tiene barba de un día y todo su vello facial es del color de su pelo. La barbilla es medio picuda. Boca de labios medianos. Nariz afilada y frente amplia.
Lleva puesta una capucha marrón con el que salió del desierto, debajo de ella tiene ropa ajustada, un pantalón azul marino al estilo egipcio y una camisa del mismo color apretada en la parte del estómago por una faja de vendas en color blanco, la camisa es de manga corta y del cuello tiene un corte en V. Usa un par de botas ajustadas que terminan en un pico achatado.
Descripción psicológica: De actitud tranquila y pensativa, nunca ha salido de casa buscando enemigos, prefiere salir a caminar y conocer todas esas cosas vivas e inertes que desconoce. Las experiencias de su pasado le han hecho saber que existe gente nada agradable a la cual no dudará en atacar si se meten con él. Sus padres le enseñaron a ayudar al necesitado y siempre que esté en condición de hacerlo, lo hará. Sabe muy bien que existen lugares en el mundo donde los tiranos se pasean como si nada y al gobierno mundial parece no importarle, hecho que respalda la manutención de escorias como los Tenryubitos, por eso duda de la marina también ¿Qué es eso de que si alguien daña a un odioso noble que normalmente está dañando gente sin que nadie le reclame nada, aparecerá un almirante a defenderlo? Por eso nunca ha querido ser marine.
Ha escuchado muchas cosas sobre los piratas, desde historias muy parecidas a las canalladas que realizan los nobles, hasta sobre un pirata que la historia oficial no relata quien fue, salvo al reino de Arabasta de caer a manos de uno de esos piratas al servicio del gobierno (para variar). Necesita conocer a otros cuantos más para formarse una opinión concreta de ellos. No sabe mucho de los revolucionarios, pero le llama la atención saber que hay gente que quiere cambiar las injusticias, si eso fuera así, estaría tentado a unirse a ellos. Los caza recompensas le son indiferentes, cada quien tiene su modo de ganarse la vida.
Le han hablado de los cyborgs y dado que su padre tenía conocimientos básicos de mecánica, le gustaría conocer alguno, sería interesante tener un amigo cyborg. Por último, una vez se decide a luchar, no muestra piedad al enemigo. El escorpión sólo pica, ya no es culpable de lo que hace su veneno.
Gustos: Ante todo, explorar. Gusta de su familia y la buena comida, lecturas que hablen sobre lugares sorprendentes que existen en el mundo, cualquier tipo de animal, insecto o planta, juegos de azar y personas que no sean predecibles.
Desagrados: No gusta para nada del alcohol, sólo vuelve a la gente problemática. Odia las injusticias y la gente avara, sí, sí, Tenryubitos. Tampoco quiere a personas que hacen el payaso en exceso o son demasiado vanidosas.
Habilidades: Tiene conocimientos básicos de mecánica, también de agricultor. Ha aprendido de la mano de Ode el camino de la ciencia. De pequeño se le enseño supervivencia en un ambiente hostil como el desierto. Dibuja aunque no como quisiera. Sabe silbar muy bien. Es muy observador y por lo tanto percibe las cosas con rapidez (movimientos, cambios de color, etc). Controla bien los planeadores de aire? de su país.
Torpeza: Gusta de la cocina pero no sabe cocinar. Aunque sabe luchar, no tiene tanta flexibilidad como quisiera. Ser muy observador es bueno, distraerse por cosas nuevas fácilmente no lo es. No sabe expresar completamente lo que quiere. No sabe navegar ni un barco de papel. Experimenta para crear nuevas armas que a veces simplemente le explotan.
Profesiones: Espadachín, Guardabosques, Científico.
Banda: NA
Armas: Carga una espada de la guardia de Arabasta y el “aguijón” que Ode le dio.
Mar de origen: Originario del Paraíso, su tierra natal se encuentra en el reino de Arabasta, y es originario precisamente de El oasis de Yubba, tierra que ha sufrido inclemencias de la mano del hombre, tanto como de la naturaleza.
Historia: Zolren desde el nacimiento fue dichoso, le toco la fortuna de nacer en una familia donde se le apreciaba y quería simplemente por existir. Lo primero que vio al abrir los ojos fue a su hermana, Rein, que le llevaba cuatro años y estaba impaciente por conocer a su nuevo hermano. Él no lo sabe, pero ese mismo día, mientras sus padres y hermana festejaban haber descubierto el color miel de aquellos ojos, en el Archipiélago Sabaody había un caos por un individuo excéntrico que llegaba.
Su hogar no era precisamente de amplios recursos, mucho tiempo vivieron de lo poco que producía la tierra y como todas las familias a las que el destino, o lo que fuese que decidía en que parte del globo aparecerías, les había determinado un reino de arena, tenían que afrontar continuamente esos periodos de sequía que mataban casi todo aquello que estuviera a la intemperie, incluidos sus cultivos. Eso motivaba a que mucha gente se desenvolviera en más de una actividad y sus padres no eran la excepción. Elbaf, su padre, así como muchos otros ciudadanos de Yubba, sabía que cuando los cultivos escasean, el rey manda a avisar a Nanohana que manden muchos más carros con mercancía para que la ciudad no entre en caos, cuando los móviles llegan, mágicamente los ciudadanos se convierten en mecánicos y reparan o dan mantenimiento a todos esos vehículos que han atravesado el inclemente desierto.
Así creció Zolren, entre sequias, herramientas y lagartijas de desierto. A muy temprana edad se le inculco lo importante de los alimentos y el agua. Aprendió lo difícil que es cultivar la tierra y lo complicado que puede ser reparar un simple carro. Se le enseño cuanto necesitaba saber para sobrevivir en un ambiente hostil; ha hurgar en los lugares más extraños para buscar alimento si es que alguna vez se perdía en un viaje por el desierto y pese a todo, sus padres siempre le repitieron que no importaba la forma, el color, edad, tamaño, acento, rango, dinero o incluso la moral de las personas, si se encontraban en un apuro y él podía ayudar, nada le quitaría hacerlo. Su padre siempre le repetía “para el desierto, todos somos iguales” y su madre decía “lo bueno de la desgracias es que se une la gente”.
Su hermana Rein, le enseño algo muy importante que él también llego a apreciar. Recuerda muy bien cada que llegaba ella a casa con un nuevo insecto, animal o planta y su madre pegaba de gritos, casi siempre decía “eso es venenoso”, “te puede picar ese animal”, “mejor será que te deshagas de ese bicho antes de que seas la primera en averiguar que es peligroso” Su hermana reía y decía que solo quería verlo más detenidamente. Cuando Zolren le pregunto porque siempre andaba viendo las plantas y animales, ella le contesto humildemente: A ellos nadie les manda a traer comida cuando hay sequía, esas plantas tan pequeñas y frágiles no pueden moverse en una tormenta de arena que fácilmente nos derriba, tampoco recuerdo a una lagartija con ropa para protegerse del sol y desde que tengo noción del tiempo, siempre han estado a los alrededores y más allá de nuestra ciudad ¿Cómo no iba interesarme conocer a unos vecinos tan interesantes como estos? Una vez un mercader me conto que la vida era vida en todos lados, pero la forma de ganarse la vida siempre era particular. Era cierto, los mercaderes siempre traían historias de otras partes del mundo que habían visitado, lugares repletos de hielo, otros llenos de plantas, ciudades donde el agua atravesaba en torrentes y la gente iba en pequeños “barcos” a sus destinos…
Esas palabras dieron vueltas en la cabeza de Zolren muchas veces antes de llegar a dormirse y durmió, más no sin antes prometerse que ahora prestaría más atención a eso que antes había ignorado y soñó, soñó con volcanes repletos de nieve, lagos que eran tan grandes que llegaban a confundirse con el mar, barrancas enormes donde el fondo sólo era una bruma obscura y bosques en los que el agua flotaba en forma de niebla blanca que rosaba suavemente la piel con una textura humeante y sencilla. Vaya que esos mercaderes habían conocido muchos lugares. Se despertó pensando que abría gente en otras partes del mundo que tal vez no conociera el desierto. ¿Cómo sería el Red line? ¿Y el West blue? ¿Y todos esos lugares que habían mencionado los mercaderes o se los habían mencionado en la escuela? ¿South blue, North blue, East blue, El nuevo mundo? Él sólo conocía a lo que llamaban El paraíso, pero ¿En verdad lo conocía?, no, no era así, nunca había salido de Arabasta. ¿Cómo serían todos esos lugares que su mente no podía imaginar? ¿Cómo sería la vida en esos lugares?
II
El tiempo paso, Zolren ya tenía 17 años, se volvió más curioso y observaba con detenimiento a todo lo vivo y a lo que no. Comenzó a visitar a un anciano llamado Ode que proclamaba ser científico, moría de curiosidad cada que inventaba algo nuevo, siempre quería probarlo primero él. Ese viejo le enseño un poco de historia, le narro como sucedió la guerra entre la armada rebelde y la guardia real de Arabasta, explicándole con detenimiento que la revuelta comenzó por un polvo que el gobierno mundial había prohibido y se llamaba Dance powder, el cual provocaba la lluvia robándola de otros lados. Ese polvo fue producto de la ciencia según le dijo, y la ciencia podía ayudar tal como lo hacía la medicina o podía destruir como las armas, todo dependía de la persona que la utilizara.
Poco antes de cumplir los 18, ocurrió una nueva sequía que ya se había prolongado más de lo normal, se rumoreaba que cerca de Yubba alguien había quemado Dance powder. La guardia real de Arabasta había acudido a comprobar los rumores. Este desastre “natural” tornaba al desierto más seco y peligroso, muchos comerciantes ya no se atrevían a llegar a Yubba por miedo a la naturaleza, aunque siempre había algún aventurero que sabía sus mercancías se venderían a mucho mejor precio y lograba llegar. De esta forma los habitantes recordaron cuán importante era racionar y cooperar para salir adelante. Sobrevivían casi lastimeramente, pero nadie quería abandonar sus hogares. El rey desviaba algunos mercaderes para que llevaran su mercancía que era motivo de alegría.
En Nanohana, cierto individuo que había estado realizando un largo viaje reclamaba que quería todos los carros del puerto con los mejores conductores para que le llevaran a Rainbase puesto que quería ir por tierra, ya se había hartado de navegar. La gente del lugar, temerosa, le comentaba que no era posible eso, eran muchos los problemas que se suscitaban por la presente sequía, se había vuelto demasiado peligroso el camino. No le importo. Mando a sus lacayos traer todo lo que pedía antes que se le antojara matarlos a todos y así se hizo. La caravana partió la mañana siguiente con rumbo a Rainbase, no sin antes golpes y forcejeos que culminaron con la muerte de un conductor de carreta que se negaba a ir. La guardia de Nanohana no hizo nada.
Tenía tiempo que no llegaba ningún carro a Yubba, las personas comenzaban a preocuparse, algunas de ellas pensaban en ir a pedir los víveres a Alubarna o Rainbase. En el puerto, la gente aún temerosa trataba de comunicarse a Alubarna para informar de lo sucedido, el problema es que sólo quedaban carros viejos que difícilmente llegarían, intentaron con el Den den mushi pero nadie contestaba, probablemente una buena facción de la guardia hubiera ido a comprobar los rumores del dance powder y los que quedaban en el palacio estarían lo bastante ocupados como para estar pendientes del Den den mushi.
A medio camino de Yubba, rodaban velozmente las ruedas de los carros levantando una nube de polvo considerable, eran poco más de 60 vehículos cuando salieron, pero bajo la orden de llegar a Rainbase rápidamente, no se podían parar a tomar descanso alguno. Casi al final de la caravana a uno de ellos se le rompió una rueda e hizo carambola con otros tres que venían detrás. Nadie se paró a ayudarlos. Mientras a la cabeza, escoltado en un carruaje especial, bajo un amplio techo rojo y detrás de una tela blanca que le cubría de la arena, se encontraba ese sujeto que bebía y bebía agua, luego de cada sorbo maldecía el desierto, al sol, a sus lacayos.
Estaba cerca el anochecer, cuando un vigía dio el aviso en Yubba sobre una caravana de tamaño considerable que se acercaba de dirección Nanohana. La noticia se esparció rápido y todo el pueblo salió al encuentro. Entraron al pueblo cerca de treinta carros, ni uno más. Del primer carro descendió un hombre pequeño (una alfombra roja fue puesta en donde se pararía), era escasamente mayor a un metro y medio, rechoncho de cuerpo, brazos y piernas pequeños. Su cara era extraña, una burbuja le rodeaba la cabeza, detrás de ella unas cejas pobladas adornando unos ojos altivos que a su vez sobre salían en su rostro por tener una nariz y boca pequeña de tono rosado. Barba partida y pelo rubio acomodado con una pequeña coleta. Sus trajes eran parecidos a los de un rey, pantalón abultado y a rayas, una capa roja sobre su camisa que quedaba atrapada por una especie de chaleco. Todo ello era de diferentes tonos de azul, a excepción de la capa.
- ¡Malditos debiluchos!, ahora me he retrasado. Lo mismo va para ustedes insolentes camellos que se supone no tendría que importarles correr por días en el desierto. ¡Agua! ¡Agua! ¡Denme agua que me muero de sed! Si hemos parado aquí no es para que descansen inútiles, si no para que llenen mis aposentos con mucha agua y comida.
Todo el pueblo se miraba confundido y entre la multitud, no se supo quién, pero claramente se escuchó: Es un Tenryubito, un noble mundial. A ese comentario le siguió otro: Dicen que si se les daña, un almirante de la marina aparecerá para defenderlo. ¿Qué hace aquí? Escuche que sólo en raras ocasiones se les veía en el Archipiélago Sabaody. El Tenryubito no hizo caso omiso a los comentarios.
- Así es, soy un Tenryubito. ¿Qué hago aquí? Ni siquiera debería molestarme en contestarles, pero está bien, me he aburrido de Mariejois y quiero conocer todo lo que me pertenece para poderme divertir con ello, he estado viajando y divirtiéndome, pero comienzo a aburrirme, sus vidas mundanas no siempre son de mi agrado. Ahora que no les queda duda, será mejor que hagan todo lo que les digo. Denme toda su comida y agua porque quiero llegar a Rainbase cuanto antes. Me han dicho que ahí se encuentra un casino muy divertido que quiero nombrar mío.
La gente estaba confundida, si le entregaban los pocos alimentos que tenían ¿Qué harían ellos después? Zolren, al lado de sus padres y hermana, miraba todo atónito, como si aquello que pasaba fuera imposible de ocurrir. Le pasaron tantas cosas por su mente. Pensó en lo que le habían inculcado sus padres, bajo estas condiciones ¿Aquello era válido? Entonces alguien hablo.
- Por favor señor, le ruego me escuche. Pasamos tiempos difíciles y disponemos de la comida y agua casi exacta para subsistir, no sabemos cuándo cambiará la cosa y sólo podríamos entregarle un par de cajas de alimentos y probablemente un barril de agua.
Era el alcalde del pueblo y un buen amigo de su familia, Jio. No paso mucho tiempo después que acabara de pronunciar su suplica cuando el Tenryubito lanzó un balazo a su pierna izquierda, seguido de otro a su hombro derecho. Toda la gente se estremeció pero nadie se atrevió a decir nada. Enseguida el noble sentencio:
- Poco me importa lo que les haga falta, no se trata de ustedes, se trata de mí y lo que YO quiero. ¿Acaso creen que sus vidas valen más que la mía? –Subió a su carruaje y se sentó- quiero esas provisiones en los carros ahora mismo.
Las cajas fueron llegando poco a poco hacia los carros totalmente vacíos, el alcalde también fue recogido y atendido. La gente de Yubba preguntaba a los conductores por qué no traían ellos mismos provisiones, a lo que respondían que prácticamente los habían raptado y por ello nadie había tenido tiempo de cargar algo. Además los pocos que traían algunas cosas, fueron dejados atrás porque se retrasaban, ya fuera de cansancio, algún accidente o simplemente de sed. El Tenryubito consumía litros y litros de agua, se echaba en la cara y arrojaba sobre su techo. Los acompañantes que traía, en su mayoría se notaba eran soldados, también consumieron lo poco que ellos mismos cargaban y eso los obligo a hacer parada en Yubba.
Una vez estuvo todo preparado, el Dragón celestial procedió a revisar el cargamento. Abrió algunas cajas con alimentos y noto que en su mayoría eran conservas. Destapo un frasco de pepinillos y le olio someramente, no había terminado de percibir el olor cuando tiro el frasco al suelo y lo mismo hizo con todos los demás frascos parecidos mientras repetía: Comida basura, comida basura. El suelo fue alimentado con líquido dulce y salado, pedazos de frutas y verduras, así como las lágrimas de algunas personas que se estremecían con cada frasco roto.
- Su comida es un asco, ¿Dónde está la carne? Agradezcan no los mato –volvió a subir al carruaje- ¡vámonos! No aguanto más esta gentuza.
Al instante la caravana avanzo. No había terminado de irse y el llanto no se hizo esperar, por todas partes se escuchaban interrogantes sobre qué harían ahora. Zolren miro a su padre, la cara de Elbaf mostraba enojo, rabia, indignación e impotencia, su madre y hermana lloraban en el suelo. Él no sabía que pensar ni que sentir, jamás había experimentado algo como eso. Lo único que hizo fue correr al taller donde su padre tenía sus herramientas, cogió un par de fierros y otros objetos que no utilizaban y corrió en dirección a ese viejo rechoncho de cara alegre llamado Ode. Al encontrarlo se arrodillo, bajo la cabeza y levanto las manos con los cacharros en ellas, mientras un par de lágrimas tocaban el árido suelo.
- Por favor viejo, ayúdame a crear un arma. Me volveré fuerte, te lo prometo. Me volveré igual o más fuerte que un almirante para poder darle su merecido a ese viejo. Para que pueda decir que NO y no tener miedo a sus represiones. Para poder defender lo que quiero. Por favor…
Ode lo miro extrañado, no sabía bien que decir. Pensó que era un joven valiente, pero que no era un guerrero. Pensó que si le daba un arma, esa arma lo llevaría a acabar con su vida y él le apreciaba. Mientras meditaba que decir, una nueva nube de polvo se acercaba desde el este, todos voltearon temerosos. Era la fracción de la armada de Arabasta que había salido a comprobar el rumor del dance powder. Al entrar observaron las caras largas y se desconcertaron.
- ¿Qué ha pasado? Os traemos buena nuevas.
La persona que hablo era nada menos que uno de los guardianes de Arabasta. En poco tiempo se les conto todo lo ocurrido, a lo cual respondió el mismo guardián:
- No os preocupéis, nosotros venimos a informaros que no hemos encontrado rastro alguno de dance powder en el lugar que nos indicaron. Nuestra búsqueda fue exhaustiva y estamos casi al cien por ciento seguros, si esto es cierto, la sequía no deberá durar mucho tiempo más y pronto las cosas volverán a la normalidad. Respecto a lo que me contáis sobre sus víveres, he pensado que podemos compartirles la mitad de los que nosotros cargamos para nuestra manda, con eso podríais sobrevivir al menos hasta que el rey mande nuevas provisiones.
La gente del pueblo esbozo una sonrisa, aunque el trago amargo que les había hecho pasar el Tenryubito aún estaba fresco. Ode miro fijamente a Zolren y dijo:
- Si lo que me dices es realmente tú deseo, la mejor manera para conseguirlo acaba de llegar. Yo solo soy un viejo con ideas extravagantes, puedo enseñarte de instrumentos y tal vez pudiera ser capaz de crear un arma, pero de eso a enseñarte a luchar… yo sólo podría enseñarte a correr jaja
Zolren lo miro con gran cariño y le abrazó. Esa misma tarde hablo con sus padres y aunque con cierto recelo, terminaron por acceder. Por la noche su padre informo al guardián sobre los deseos de su hijo y posteriormente el susodicho confeso sus motivos. Se le escuchó atentamente y después de unos momentos de meditación por parte del guardián, termino por acceder a llevarlo al palacio para que entrenara sus habilidades y se convirtiera en miembro de la guardia. A la mañana siguiente, luego de despedirse calurosamente de su familia, el viejo Ode y algunos amigos más, partió sentado a espaldas del guardián que montaba un vigoroso camello.
III
Cinco largos años pasaron y la vida de Zolren tuvo muchos cambios. Sólo una vez al mes visitaba a su familia y amigos, los demás días debía levantarse antes de la salida del sol para correr los 10 km que el guardián le había ordenado hacer a diario, al principio le parecía muy agotador debido a que tan solo terminar, tenía que volver a correr para asearse y luego presentarse junto a los demás guardias, practicaban con la espada, lanza o arco, así como lucha cuerpo a cuerpo durante dos horas y luego eran distribuidos a lo largo de Alubarna para custodiar de su tranquilidad.
A Zolren le tocaba custodiar la entrada del palacio y por órdenes del guardián, cada que una persona llegara para pedir ayuda, él tenía que ir al lugar y resolverlo, sólo en caso de tratarse de algo excepcional podría acudir a buscar ayuda. De este modo se enfrentó a borrachos en las tabernas, esposos violentos, el vandalismo de algunos jóvenes, peleas entre transeúntes e inclusive tuvo que ayudar a reparar algunos carros, aunque sobre todo, los causantes principales de alboroto eran los ebrios, así fue como llego a odiar el alcohol. Entrando la noche, nuevos guardias les reemplazaban de sus puestos y ellos regresaban al palacio a entrenar un par de horas más. Había días en los que ya no aguantaba todo el tiempo andar corriendo de un lado a otro, le dejaba exhausto, más siempre que se decaía, el guardián aparecía y le recordaba lo que el mismo había dicho para buscar convertirse en guardia. Tenía razón, aún recordaba al Tenryubito, del que por cierto después de lo ocurrido en Yubba, se supo llego a Rainbase donde también creo un desastre porque el casino que buscaba no era como él pensaba. Afortunadamente una persona de Nanohana a espaldas de un pato australiano había logrado avisar al rey y cuando el noble llego a Rainbase sólo encontró una ciudad desierta, rompió algunas cosas y luego se marchó abandonando a las personas que habían sobrevivido desde el puerto, las cuales fueron atendidos de inmediato por la población que se había refugiado cerca de la ciudad. Mientras el noble partía hacia quien sabe dónde, en su barco que ya le esperaba no muy lejos de la ciudad.
Poco a poco los entrenamientos comenzaron a rendir resultados, se volvió buen peleador y fue ganando habilidad con la espada hasta lograr dominarla muy bien. Pronto le conocieron en la guardia como el escorpión blanco de Yubba, sobrenombre ganado por esas estocadas tremendas que sabía muy bien calcular en que momento soltar, además de ese pelo blanco que le hacía parecer como si fuera una anciano. El día que cumplió 25 años cito al guardián que le había recogido y entrenado, tenía algo que decirle:
- Mi querido mentor y amigo, hace 7 años que me encuentro entrenando duramente. Cada día que pensaba en rendirme recordaba lo que me ha impulsado a estar en este sitio y recobraba fuerzas. Era un crio imberbe, he estado pensando mucho y lo que quiero no es venganza, ese día que te conocí por primera vez, lo que en realidad experimentaba no era otra cosa que las cadenas que me quitaban la libertad de poder actuar libremente. Me he dado cuenta que no busque fuerza para mitigar el odio que sentía, si no para buscar la libertad y con ella proteger lo que me importa. .
El reino de Arabasta ha ganado fuerzas, Yubba se ha convertido en un lugar seguro y sé que vosotros jamás le dejarían desamparado. El mes pasado he estado en casa con mis padres y mi madre me ha cuestionado los sueños que tenia de chaval, me ha hecho pensar bastante, siempre he querido conocer el mundo y cómo se gana la vida en cada lugar. La piel se me pone de gallina al imaginarme en una isla de invierno o en alguna isla desconocida del South blue, mi familia me anima a seguir mis sueños y vivir mi vida. Quiero decirte que me he convencido y quisiera dejar la guardia, me cuesta decirlo porque en este lugar he aprendido mucho y ganado buenos amigos, no quisiera se interpretara como ingratitud.
- Tranquilo amigo, que aquí nadie está preso y te comprendo, puedes ir y venir siempre que lo desees, has dado un buen servicio a nuestro reino, te agradezco por ello. ¿A qué esperas? ¿Quieres que vaya por el mata insectos y extermine al escorpión? ¡Anda ya que se te puede estar haciendo tarde para una aventura!
Luego de eso Zolren llego a Yubba a informales a sus padres su decisión. Ellos le felicitaron, su hermana le regalo un cuaderno y un lápiz para que les escribiera de vez en cuando las cosas nuevas que había conocido. Por la tarde visito al viejo Ode y le conto la buena nueva, así como muchas cosas que le habían ocurrido en el palacio. Esa noche era la última que dormiría en su casa por un muy largo tiempo, descanso como si hubiera terminado de cargar una loza de mil kilos durante toda la vida. Tuvo el mismo sueño que cuando pequeño le había impresionado tanto. Cuando despertó, lo hizo pensando en lo que había soñado, pero esta vez era diferente, esta vez se dirigía a verlo por sí mismo. Se despidió dando fuertes abrazos a su familia, con la promesa de escribir siempre que pudiera y salió por la puerta de la ciudad que apuntaba a Nanohana, quería recorrer por última vez a pié el desierto que tantas experiencias le dio.
A las afueras de la ciudad le esperaba una sorpresa, ahí estaba el viejo Ode esperando a que pasara, cuando lo vio le dijo:
- He pequeñajo, supongo no pensabas se me había olvidado eso que me encargaste antes de enlistarte en la guardia. Mira que he hecho algo bueno de ese montón de chácharas que traías ese día, claro, también he ocupado algunas mías pero quiero decir que no se me ha olvidado. Toma espero que te pueda servir de algo. –Le avienta una pequeña caja en forma de rectángulo-
Zolren la cacha y abre, dentro había dos trozos de metal que tenían la forma de unos cuernos largos que se podían sostener por su parte central, de esta misma parte surgía una extensión que se separaba un poco y formaba un circulo, simulaba un brazalete, supuso que eso impediría que se cayeran sujetándolos a su muñeca. Tenían 3 botones colocados exactamente en el lugar donde quedaban los dedos índice, anular y medio cuando se hacía un puño con la mano, sosteniendo los cuernos. Noto que únicamente estaban hechas de metal las puntas que sobresalían cerca de 15 cm del puño cerrado, de esa manera no tocaban la piel.
- ¿Te han gustado? Cada uno de esos botones tiene una función diferente y práctica, de izquierda a derecha, al pulsar el primero provoca una pequeña descarga eléctrica que si bien no provoca mucho daño puede aturdir al enemigo. El segundo sobrecalienta las puntas de metal logrando hacerlas quemantes… tú tendrás que ingeniártelas como podrías utilizar eso y el último botón, si miras bien las puntas tienen unos pequeños orificios y la parte donde se toman también tiene un pequeño compartimiento, en el compartimiento hay un poco de veneno no mortal, pero al menos de momento paralizante y al pulsar el botón este saldrá disparado ¿Qué sería de un escorpión sin veneno? ¿Qué te ha parecido? Esta vez tú serás el primero en probar mi invento.
- Gracias Ode me has dejado impresionado, no soy tan bueno con los puños pero seguro que esto me ayudará.
- Ojo, para la descarga tendrás que tocar al enemigo con el arma. Sólo el veneno o lo que hayas metido ahí, puede alcanzar por mucho 2 metros de distancia y el compartimiento sólo dura para 2 descargas. La batería se recarga sola pero a lo mucho podrás provocar 3 descargas y 3 sobrecalentamientos, luego de eso se recargan a la media hora. Sólo queda ponerle un nombre y a mí me gusta el aguijón doble del escorpión.
Ambos ríen, Zolren guarda el aguijón en la mochila, abraza al viejo, se despiden y por fin parte a conocer el mundo que tantas cosas le aguarda.
Pertenencias: Lleva el cuaderno y lápiz que su hermana le dio, además de un estuche con diversos desarmadores y llaves que su padre utilizaba para reparar los carros
Botín de partidas: NA
Sueños: Quiere conocer todo el mundo y la mayor cantidad de diversidad que pueda, si de paso consigue librar a unas cuantas personas de la injusticia por parte de piratas, marines o el gobierno mundial, hará lo que pueda y se dará por bien servido.
Referido por: Nadie
Minato Kazuo
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¡Buenas! Se bienvenido a este foro, soy Minato Kazuo y seré tu corrector :3
- Historia del Pj (Extensión y originalidad):
Es una muy buena historia, muy trabajada y por ello recibirás la máxima nota. Sin embargo hay un problema con el objeto que describes al final, ya que veo que no lo incluyes en la ficha y es que en principio no lo podrías utilizar. Dejo que lo tengas en la ficha, pero tendrás que conseguirlo de alguna forma para poder utilizarlo. 2,5 de 2,5.
- Psicología del Pj (Gustos, desagrados... se valorará la originalidad):
Este apartado, aunque no está nada mal, le faltan algunos que otros detalles y cierto toque de originalidad. No está mal, pero creo que es el apartado menos trabajado de la ficha. 1,8 de 2,5.
- Redacción, ortografía, gramática...:
He visto algunos fallos tontos y otros no tan tontos. Sin embargo y por lo general está bien. 0,8 de 1.
- Descripciones (Psicológica y física):
La descripción física está bastante bien, pero la psicológica parece que te centras en describir como piensa tu personaje respecto a Marines, Gobierno Mundial, Piratas, Cazarecompensas y Androides. Con esto no quiero decir que eso esté mal, sino que deja la descripción un poco simple y me habría gustado leer otros detalles de su forma de ser. 1,4 de 2 puntos.
- Misceláneo (Sueños, Estilo de lucha, Apodo... detalles que demuestren originalidad):
El estilo de lucha es bastante específico y original al igual que el apodo. Sin embargo el sueño no es excesivamente original. 1,5 de 2.
Tu nota total es de 8. Con esta nota puedes acceder a lo siguiente:
Akumas:
- Paramecia de grado 1 - 6´5
- Paramecia de grado 2 (las consideradas más fuertes) - 7´5
- Zoan normal - 7
- Zoan prehistórica - 7´5
- Zoan mitológica - 8
- Logia mineral - 8
- Logia etérea - 8´5
Cyborg:
- Comenzar como humano con alguna parte cyborg - 6
- Comenzar como cyborg - 7
Razas:
- Gigante - 7
- Gyojin grado 1* - 6´5
- Gyojin grado 2* - 7´5
- Gyojin grado 3* - 8
*Los grados de gyojin hacen referencia a la subraza. Un gyiojin sirena/tritón o un gyojin de una raza como el pulpo sería de grado 1. Un gyojin de grado 2 serían un tritón o sirena gigante, un gyojin anguila eléctrica (Con poderes duros, vaya). Un gyojin de grado 3 sería un gyojin de los más duros como los gyojins venenosos (Gyojin pez escorpión, gyojin pez globo) o un gyojin de grado 2 con karate gyojin.
Debido a que has sacado un 8 o más, puedes poseer un objeto débil con alguna característica especial.
Las akumas de la serie podrán ser utilizadas, pero costarán 1 punto más según el tipo que sea. Ejemplo: Una akuma logia etérea de la serie costará, en vez de 8,5, un total de 9,5.
Para cualquier duda con la puntuación, aquí tienes la página:
https://www.onepiece-definitiverol.com/t6617-norma-puntuacion-de-fichas
Procura leerte todas las normas y preguntar a cualquier miembro del staff si tienes dudas. Si quieres puedes pedir una moderación por parte de otro moderador. ¡Mucha suerte!
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Es una muy buena historia, muy trabajada y por ello recibirás la máxima nota. Sin embargo hay un problema con el objeto que describes al final, ya que veo que no lo incluyes en la ficha y es que en principio no lo podrías utilizar. Dejo que lo tengas en la ficha, pero tendrás que conseguirlo de alguna forma para poder utilizarlo. 2,5 de 2,5.
- Psicología del Pj (Gustos, desagrados... se valorará la originalidad):
Este apartado, aunque no está nada mal, le faltan algunos que otros detalles y cierto toque de originalidad. No está mal, pero creo que es el apartado menos trabajado de la ficha. 1,8 de 2,5.
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He visto algunos fallos tontos y otros no tan tontos. Sin embargo y por lo general está bien. 0,8 de 1.
- Descripciones (Psicológica y física):
La descripción física está bastante bien, pero la psicológica parece que te centras en describir como piensa tu personaje respecto a Marines, Gobierno Mundial, Piratas, Cazarecompensas y Androides. Con esto no quiero decir que eso esté mal, sino que deja la descripción un poco simple y me habría gustado leer otros detalles de su forma de ser. 1,4 de 2 puntos.
- Misceláneo (Sueños, Estilo de lucha, Apodo... detalles que demuestren originalidad):
El estilo de lucha es bastante específico y original al igual que el apodo. Sin embargo el sueño no es excesivamente original. 1,5 de 2.
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Razas:
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- Gyojin grado 1* - 6´5
- Gyojin grado 2* - 7´5
- Gyojin grado 3* - 8
*Los grados de gyojin hacen referencia a la subraza. Un gyiojin sirena/tritón o un gyojin de una raza como el pulpo sería de grado 1. Un gyojin de grado 2 serían un tritón o sirena gigante, un gyojin anguila eléctrica (Con poderes duros, vaya). Un gyojin de grado 3 sería un gyojin de los más duros como los gyojins venenosos (Gyojin pez escorpión, gyojin pez globo) o un gyojin de grado 2 con karate gyojin.
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Hola. :hi:
Al decir que no he incluído el arma que describo al final, ¿te refieres a que no he escrito que le llevaba en sus pertenencias?, si es así, en un principio le había puesto en ese apartado, pero después me pareció más propio mencionarlo en el apartado de "Armas" (Personalmente creo que el apartado de historia debería ser de los primeros, me he inventado la historia y luego he rellenado lo demás, pero al leerlo de arriba a abajo, hay cosas ligadas con la historia que, me pongo en tú lugar, no entenderías en una primera leída por no saber la historia. Se me hace complicada esa estructura.)
Ahora... he pensado en esta fruta hârraqa hârraqa nomi que le confiere al que la coma la habilidad de una matraca o carraca, es decir, puede mover cualquier parte de su cuerpo donde se encuentre una articulación en circulos sobre si mismo ya sea dirección izquierda o derecha (Brazos, piernas, cabeza, torzo, dedos, etc). Debido a la naturaleza de las matracas y sus usos, al girar alguna parte de su cuerpo, el usuario produce un sonido similar al de este instrumento, el cual puede modular dependiendo de la intensidad a la que gire. Los sonidos más fuertes provocan un aturdimiento o sordera temporal. Bueno, eso se me ha ocurrido, no sé que les parezca.
Ahora bien, es la primera vez que entro en un foro de este tipo, nunca he roleado, ví un par de fichas y he notado que en algunas existe una tabla de las habilidades que se ganan manipulando el poder de la fruta, en base al nivel de experiencia ganado, ¿también tengo que hacerla yo?
Al decir que no he incluído el arma que describo al final, ¿te refieres a que no he escrito que le llevaba en sus pertenencias?, si es así, en un principio le había puesto en ese apartado, pero después me pareció más propio mencionarlo en el apartado de "Armas" (Personalmente creo que el apartado de historia debería ser de los primeros, me he inventado la historia y luego he rellenado lo demás, pero al leerlo de arriba a abajo, hay cosas ligadas con la historia que, me pongo en tú lugar, no entenderías en una primera leída por no saber la historia. Se me hace complicada esa estructura.)
Ahora... he pensado en esta fruta hârraqa hârraqa nomi que le confiere al que la coma la habilidad de una matraca o carraca, es decir, puede mover cualquier parte de su cuerpo donde se encuentre una articulación en circulos sobre si mismo ya sea dirección izquierda o derecha (Brazos, piernas, cabeza, torzo, dedos, etc). Debido a la naturaleza de las matracas y sus usos, al girar alguna parte de su cuerpo, el usuario produce un sonido similar al de este instrumento, el cual puede modular dependiendo de la intensidad a la que gire. Los sonidos más fuertes provocan un aturdimiento o sordera temporal. Bueno, eso se me ha ocurrido, no sé que les parezca.
Ahora bien, es la primera vez que entro en un foro de este tipo, nunca he roleado, ví un par de fichas y he notado que en algunas existe una tabla de las habilidades que se ganan manipulando el poder de la fruta, en base al nivel de experiencia ganado, ¿también tengo que hacerla yo?
Minato Kazuo
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Está bien, pero entonces tendrás que hacer una tabla explicando los efectos de tu arma (la garra).
Respecto a la akuma deberías hacer una tabla tú del tipo:
Nivel 1 - puede hacer X cosa.
Nivel 10 - blablabla
Es decir, la tabla que has visto tienes que hacerla tú.
Respecto a la akuma deberías hacer una tabla tú del tipo:
Nivel 1 - puede hacer X cosa.
Nivel 10 - blablabla
Es decir, la tabla que has visto tienes que hacerla tú.
Zaúl
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Ok, una última duda de momento... xD respecto al "Debido a que has sacado un 8 o más, puedes poseer un objeto débil con alguna característica especial."
Puedo tener algún artefacto de esos todavía cierto? Si es así, quiero un par de brazaletes en los brazos de los cuales surja un listón metálico con filo a ambos lados, como si fuera una navaja.
Parecido a los picos que a veces salen de los neumáticos de automóviles cuando gira la llanta y una vez para, vuelven a su interior. :)
Puedo tener algún artefacto de esos todavía cierto? Si es así, quiero un par de brazaletes en los brazos de los cuales surja un listón metálico con filo a ambos lados, como si fuera una navaja.
Parecido a los picos que a veces salen de los neumáticos de automóviles cuando gira la llanta y una vez para, vuelven a su interior. :)
Rylanor
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El objeto es válido. Ahora sólo falta la fruta.
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