Combate (Hiren vs Ryushu)

El ambiente tenía vida propia. Viento, frío y nieve se juntaban en una ráfaga que podría calar hasta los huesos a un animal del norte. Toda la isla en general era muy húmeda por lo que las precipitaciones caían de forma anárquica y abundante. Las lluvias se precipitaban al suelo con dura violencia, como si pretendiesen castigarlo por algún tipo de designio divino. Un joven espadachín caminaba torpemente debido al duro azote del viento en su cara. La visión era casi nula, una densa niebla se situaba por encima de los arboles, dándole un aspecto lúgubre y temible. Avanzó unos metros cuando escuchó ruidos de pisadas y crujidos. "Bestias salvajes" fue la primera idea que le vino a la cabeza. Esa zona estaba llena y probablemente serían cazadores. "Un sitio muy hostil, si no te adaptas para sobrevivir serás consumido".Continuó recorriendo el camino entre los arboles después de este pequeño parón cuando volvió a escuchar un ruido proveniente esta vez del oeste. "Eso no suena muy a animal". Siguió corriendo hasta llegar a una especie de encrucijada que dividía en sendero en varios caminos. Uno de ellos te llevaba al pueblo costero, otro a las montañas y los otros dos estaban tan gastados que hubiera sido imposible de leer. Hiren decidió encaminarse por el de la montaña, al fin y al cabo estaba siendo perseguido por la gente del pueblo. Se quedó parado a los pocos metros de haber recorrido su camino. Una persona se situaba de pie frente a él, un muchacho bastante mas joven que el, de pelo negro y aspecto desarreglado sin llegar a parecer un vagabundo. 

-¿No eres el de antes? Sí, aquel que estaba en la cima. Peleemos, me gustaría saber como van a ser mis nuevos aliados-parloteó vagamente Hiren mostrando una duda en su rostro. Sacó su estoque, agarrandolo con la mano derecha y flexionando un poco el codo que sujeta el arma, mientras se erguía y situaba ambos talones junto, mostrando la típica pose de duelista. 

-Un buen duelista deja siempre que el enemigo realize el primer ataque, concluyó el rubio.

Menuda suerte tenía. De todos sus posibles oponentes su primer combate iba a ser justo con él. "Hiren, líder de la revolución de Golden. Esto es un giro de los acontecimientos desafortunado cuanto menos." De todos los revolucionarios presentes era a priori el más peligroso, pues tenía experiencia en combate y había participado ya en batallas. Desconocía si los otros lo habían hecho, pero siendo Hiren el que se conocía que sí había estado en estas, era con el que debía ser más cauto.

- Prepárate pues, Hiren, héroe de Golden. No voy a tener piedad.

Sacó un reproductor de música de su bolsillo. Le gustaba poner música en sus combates, entre otras cosas porque le motivaba. El subidón de adrenalina que le causaba la música le ayudaba a combatir más ferozmente. Comenzó a manejar los controles, puso el volumen al máximo y seleccionó la canción. Con una sonrisa fiera, pulsó el play y dejó el reproductor en el suelo.



- ¡Siente el filo de Sōrāeji!

Dijo, llevando una mano a la espalda, agarrando el mango de su katana. Esta tenía el mismo rojo con nubes de un rojo más oscuro dibujadas y la guarda en forma de sol. La desenvainó en un veloz movimiento y apuntó hacia delante con ella en una postura más propia de la esgrima que de la lucha con katana oriental. Era el estilo de combate que le había enseñado su padre, y estaba orgulloso del mismo. Dejó que la música le motivase, y sin previo aviso saltó hacia Hiren, agarrando su arma con ambas manos y lanzándole un corte descendente imprimiendo su peso en el golpe.

Helios no Aki [AF]

Un golpe directo fue lanzado hacia su persona. Hiren se vió obligado a dar una gran voltereta hacia su lado izquierdo, apoyando el costado y el brazo que le quedaba libre para rodar por el suelo. Se llenó de barro. Además de mojado ahora estaría tambien sució. Se asqueó; Hiren volvió a la realidad cuando observó el gran poder que tenía su contrincante. "Un golpe muy poderoso". Si no hubiera estado atento o lo hubiera pillado pensando en las musarañas lo habría partido en dos sin ninguna duda.
"Hora del contraataque". Se levantó lo mas rápido que pudo para no darle oportunidad de lanzar otro ataque; corrió hacia Ryushu extendiendo su mano izquierda para lanzarle una pequeña bola de sustancia negra, poco compacta y casi nada densa a la cara de su rival con la intención de que lo dejara ciego durante unos instantes (AI). Mientras tanto Hiren corrió hacia Ryushu para ponerse cerca de él. Rotó hacia su lado izquierdo con un suave movimiento mas digno de un bailarín que de un espadachín, con la sutileza de un duelista curtido en combate y le asestó un golpe con el mango de su arma en plena nuca (AF), planeando  dejarle confuso y dependiendo de la resistencia del otro que se quedase inconsciente.

Hiren evadió su golpe con elegancia. Velozmente se giró hacia él, con la espada entre las manos. En unos instantes había visto la diferencia de nivel entre ambos. Ryushu llevaba años entrenándose duramente, pero ningún entrenamiento podía superar a la experiencia que obtiene en la batalla. El revolucionario estaba curtido, y era más veloz que él. También tenía mejores reflejos, y no le cabía duda que más habilidad con la espada. "Deberé hacer uso de mi akuma no mi si quiero ganar esto." El revolucionario había extendido su mano libre, y en esta había aparecido un bola negra. "¿Qué? ¿Aun encima es usuario?" Trató de cubrirse con los brazos, pero la bola le dio en mitad de la cara. Era un material viscoso y pegajoso que olía realmente mal. Había cerrado los ojos por instinto cuando la bola le impacto, y a consecuencia de ello ahora no era capaz de abrir el ojo izquierdo. Se le habían quedado pegados los párpados. El lado izquierdo de la cara era donde le había impactado el ataque.

Su rival le sorprendió aprovechando la breve distracción. Se abalanzó sobre él alzando su arma para golpearle con el mango. Ryushu se movió tratando de evitarlo, pero empeoró las cosas y recibió el golpe cerca de la sien. Al instante notó una explosión de dolor y la visión se le tiñó de rojo. Cayó al suelo llevo de nieve, aturdido, y rodó para alejarse del revolucionario. A duras penas se levantó empuñando su espada. Se tocó con la mano la zona afectada y vio que la tenía empapada en sangre. De repente un fuego de color dorado le brotó de la mitad de la cara donde había recibido la herida. Cuando este desapareció, la zona aun estaba manchada de sangre, pero ya no había herida. Ryushu notó como su poder de fénix succionaba sus energías, y por un breve instante le temblaron las piernas. "No podré curar muchas heridas como esta ni muy a menudo... Deberé ser más cauto." Se paró un momento para coger con la mano enguantada un cacho de nieve que se empezó a restregar por la zona manchada de aquella sustancia negrusca. Esta comenzó a salir. De esa manera era doloroso y le quedarían quemaduras frías por la nieve, pero era una urgencia. Paró cuando fue capaz de abrir el ojo de nuevo.

Curación de herida seria [6 posts de recarga]

- Me has pillado por sorpresa. No volverá a pasar. Ahora lamentarás las palabras que me dedicaste antes, en el salón.

Empuñó a Sōrāeji con una mano apuntando hacia delante nuevamente. Comenzó a correr hacia Hiren. Su estrategia ahora sería un ataque frontal, pero los ataques serían fintados. Simuló una estocada hacia el pecho del chico, para desviar el arma en el último momento y trazar tres cortes más o menos horizontales: uno hacia la muñeca del revolucionario y los otros dos hacia su abdomen.

- ¡Hiyake! [AI]

Aquel ataque debería haberlo dejado en el suelo a merced de un golpe rápido para acabar el combat. Sin duda no se trataba de una persona normal y corriente. Era usuario. ¿cómo si podía regenerar aquellas heridas en tan poco tiempo? Pensó que akuma podría ser. Segun había estudiado tiempo atrás había ciertos animales mitológicos que podían regenerar heridas. "¿Un fénix, quizás?" No, era absurdo, no podía ser aquello. Mientras Hiren pensaba cual podría ser su habilidad especial Ryushu se le avalanzó sobre él, algo ofendido por las palabras dedicadas en el salón del castillo.

-Vaya, ¿así que te molestaron? Significa entonces que tienes sentimientos, y orgullo-, dijo Hiren arqueando una ceja. Se preparó para recicibir el golpe. Un ataque frontal fue enviado hacia su pecho. Hiren interpuso su estoque para parar el golpe y lanzar un rápido contraataque. Su sorpresa fue mayúscula cuando vio que aquel golpe era una finta. Rápidamente su rival lanzó varios golpes seguidos, muy concentrados, el primero de ellos dirigido hacia su múñeca. "Tengo que bloquear este ataque como sea". Giro la muñeca, lo que provocó que el estoque girara 90º, lo justo y necesario para bloquear ese primer ataque; un dolor tremendo acudió a su brazo. Había tenido que forzarla para poder bloquear su espadazo, dejándole unos pinchazos molestos en la articulación. Ryushu continuó lanzando mas golpes, para sorpresa de Hiren. Los espadazos no pudieron ser esquivados y atravesaron el estómago de Hiren, como si fuera un fantasma al que se quisiera herir con un objeto físico. Observó una leve mueca en la cara del rival, que probablemente sería de satisfacción pensando que habría ganado el combate. No fue así. Hiren se aprovechó de la confusión del rival para acercársele, quedando así cara a cara, frente a frente, en un duelo por demostrar quien era mas poderoso. "Seguro que tiene que estar alucinando" elucubró Hiren. Se valió de su cercanía para lanzar un golpe utilizando su codo con todas sus fuerzas (AMF) con el objetivo de derribarlo y dejarlo en el suelo. Acto seguido extendió su mano izquierda y realizó una especie de círculo de petroleo alrrededor de Ryushu, de unos dos metros de espesor. Sin tener intención de darle tiempo a recuperarse del ataque sacó de su bolsillo una especie de encendedor, arrimándolo al aceite de roca para que prendiera. "Espero que no pueda traspasar el fuego" manifestó a su conciencia, con gesto de preocupación. Si en verdad era un fenix tenia la capacidad de arder, ergo podría superar aquella barrera de fuego. Sin embargo una de las propiedades del petróleo era que se pegaba con facilidad, asi que si atravesaba el anillo cabía la posibilidad de que algo de la sustancia se adhiriera a su cuerpo.

-Este combate ha sido enriquecedor, te has ganado mi respeto, sin duda serás un buen aliado-, opinó Hiren vendiendo la piel del lobo antes de cazarla...

Ryushu se quedó estupefacto. Su primer golpe fue bloqueado. Su rival era mucho mejor lo que esperaba. Entonces trazó velozmente los dos cortes, que cruzaron el cuerpo de su rival. Pero había algo extraño. Sus cortes no produjeron ninguna herida. Es más, el cuerpo de Hiren chorreó una sustancia negra, la misma de la bola de antes. Se fijó en que su katana estaba manchada de la misma materia. A pesar de que la música solía ayudarle a mantener la moral alta, se asustó en serio. "¿Un logia?" Entonces recibió un codazo en mitad del pecho que lo tiró al suelo. Tosió con esfuerzo. El golpe había sido bastante potente. Le dolía la caja torácica al respirar, y se preguntaba si no se le habría roto alguna costilla. Hiren lo rodeó con un círculo de aquel material, mientras le prendía fuego. ¿Así que aquella materia era inflamable?

- Este combate ha sido enriquecedor, te has ganado mi respeto, sin duda serás un buen aliado.

Ryushu hubiese querido contestar, pero el aire se enrareció al prender aquel material y comenzó a toser como un loco. También notó mucho calor en el lado izquierdo de la cara. "Corro el peligro de que los restos de esa cosa prendan llamas y me quemen el rostro." Velozmente se levantó y pasó a su forma híbrida Unas alas de color dorado le surgieron de la espalda y comenzó a volar, ascendiendo y alejándose de las llamas. "Eso ha estado cerca."

- ¿Qué se supone que eres? - preguntó al revolucionario, con una mueca de extrañeza en el rostro - Está claro que un logia, pero nunca he visto ningún material como este.

Entonces tuvo una idea. Contuvo una sonrisa y pensó: "Es hora de que el nombre del Estilo de la Hoja Solar cobre un significado literal. Si su cuerpo es inflamable, esta estrategia acabará con él." Sacó el mechero y le prendió fuego a los restos de ese material que quedaba en la hoja de su katana. Esta prendió fuego y comenzó a llamear. Era hora de devolverle el golpe. Descendió hacia su rival zigzagueando en el aire y pasó sobre él lanzándole una lluvia de estocadas llameantes para luego remontar el vuelo.

Idai shokyaku [AID]

Volvió a utilizar su extraña habilidad para escapar de su anillo de fuego. Aquel círculo duraría un rato todavía, así que tenía la probabilidad de empujarle a él para intentar lastimarle. Observó cómo se alzaba al cielo usando unas alas del ave fénix. “¡Lo sabía! Sabía que tenía esa habilidad” maldijo Hiren por no haber acabado con él en su anterior combo. La pelea se alargaría más y ya se empezaba a cansar de todo esto. “Aún nos quedan por hacer muchísimos combates, y como todos se alarguen no terminaremos nunca”. Ryushu se lanzó hacia él, con una espada flamígera cortando el viento, dispuesto a terminar con Hiren de un rápido y fastuoso combo; si no conseguía bloquear el ataque tendría que convertirse en petróleo y sería prendido, y si no usaba su habilidad recibiría heridas muy serias. Había subestimado a su contrincante. Pensó que por ser un charlatán y dárselas de duro era para esconder su debilidad.
Hiren se concentró en evitar el ataque que se avecinaba. Una rápida sucesión de golpes le fueron lanzados. Una repentina idea le vino a la cabeza. No tenía por qué esquivar los espadazos que le enviaban, es más, se aprovecharía de las espadas flamígeras que blandía Ryushu. Hiren guardó su estoque y junto ambas manos para realizar una última habilidad con la que finiquitar el combate.
 
-¡Petro Balloon!-. Hiren creó una especie de globo a medio cerrar, de unos 5 metros de anchura y lo colocó  frente a su oponente para lanzarlo momentos despues. La intención era que al entrar en contacto con las espadas ardientes el globo se cerrara por completo, dejando atrapado en su interior a Ryushu.

-“Shimaru”-susurró mientras cerraba el puño para encerrar a su digno contrincante en una trampa de la que no podría salir…

Cayó de lleno en la trampa. Velozmente se frenó en el aire con sus alas y retrocedió, alejándose de la pared. Si tocaba aquel material oscuro, el globo entero prendería fuego y estaría en serios aprietos. Su arma seguía ardiendo, aunque empezaba a apagarse lentamente. Ahora sí que no tenía claro lo que hacer. Podía esperar a que se apagase y entonces atravesar el globo embistiéndolo, pero entonces podría prenderle fuego a él mismo. Además pelear con aquel material pegado a su cuerpo sería cuanto menos complicado.

- En esta pelea no me juego la vida, ni nada parecido. Además hay que saber reconocer la derrota. Me has vencido - dijo, simplemente.

Ahora tocaba esperar a que su rival deshiciese aquella técnica para bajar al suelo y volver a su forma humana. Le pediría que no hablase de su forma de fénix al resto a ser posible, pues preferiría que su akuma se mantuviese en secreto. No le apetecía ir contando por ahí sus poderes. Miró hacia su katana, un tanto preocupado. "Espero que no se estropee. Si lo hiciese estaría en serios aprietos, además de que no quiero que Sōrāeji se me estropee. Es el único recuerdo que me queda de padre."

-Tranquilo, tu secreto estará a salvo del resto de Akatsuki. No seré yo quien desvele tu akuma-respondió Hiren. Bajó sus brazos, cesando la actividad de la bola de petróleo, cayendo al suelo y ensuciando todo cuanto tocaba. “Esto no le gustará a la madre naturaleza”.

-Tu arma no se oxidará, ni nada parecido, pero te recomiendo no prenderla muy a menudo o acabará deshaciéndose, quedando un trozo de hierro candente. También deberías afilarla un poco cuando esto acabe, es posible que el combate la haya desafilado un poco-volvió a contestar Hiren ante una pregunta inexistente.


“No hay honor en la derrota” pensó mientras se daba media vuelta para dirigirse a su próximo combate…

Ryushu descendió al suelo con un mal sabor de boca. Evitó la zona empapada de aquel líquido y se posó en una zona de nieve espesa. Sus alas desaparecieron mientras el espadachín se agachaba y enterraba su acero entre la misma, apagando el petróleo ardiente. Un nubarrón de vapor se alzó, mientras la nieve se descongelaba y se hacia hacia agua. Comenzó a frotar el arma con un pedrusco de nieve, sacando los restos de aquel material viscoso. Mientras lo hacía, suspiró ostensiblemente.

- En esta organización hay gente realmente fuerte. Deberé ser más cuidadoso... ¿serán todos así o será sólo cosa del famoso Hiren?

Aquella derrota le descalificaba para llegar a los puestos más altos de la organización. Sin embargo aun quedaban varios combates por delante, y Ryushu no se iba a dejar derrotar. Sacó su piedra de afilar, y sentado sobre una roca, comenzó a sacarle filo a Sōrāeji. Saber que al menos el revolucionario no contaría su secreto sería un punto a su favor. Aun tenía posibilidades de derrotar al resto de los miembros de la organización. Activó sus llamas de fénix y dejó que le envolviesen, curando todos los daños del combate. Una vez hubo acabado al cabo de un rato, sacó un cigarrillo y lo encendió. El combate y curarse le habían cansado, pero un poco de nicotina lo mantendrían en activo. Se levantó y se dirigió al siguiente combate.

- ¿Quién será el siguiente?