Sawaki vs Drake

Turnos: Sawaki-Drake-Sawaki-Drake-etc...

Escenario: Pequeña isla antiguamente bajo el control del Gobierno Mundial. Terminó siendo tomada por los revolucionarios y ahora es una pequeña base para los más novatos entre las filas rebeldes.


- El combate es a Ko.
- El ganador se lleva 1500 de Exp
- El perdedor 800 y en caso de empate ambos 750.
- El resultado será por Bélico.
- El ganador se llevara recompensa por su cabeza según las normas.
- Sin saltos de turno ni limite de tiempo.
- Los daños son On Rol. Hay cicatrices pero se anulan los daños serios como los desmenbramientos.

Una figura se acercaba a la isla en su pequeño bote. Se trataba de un chico de pelo castaño y ojos verdes oscuros. Su musculatura era sobrehumana e impresionante y se notaba bastante pues iba sin camiseta. En sus manos llevaba puestos sus guanteletes de acero y en su espalda amarrada estaba su guadaña. Viajaba desde Water Seven donde había conocido a un chico llamado Minato que le había salvado de una buena. Había tenido una lucha interna consigo mismo y ahora estaba algo mareado. No conseguía dominar esa parte mala que tenía consigo y quería pelear y asesinar a toda costa. Debía quitarse de encima aquella carga, estaba seguro de que la había cogido en el sueño que tuvo cuando viajó con Derian a la ciudad del alfa y el omega. Por fin el bote llegó a tierra y el chico bajó de este.

No era la primera vez que estaba en aquella isla pues ya se había ocupado de varios revolucionarios y unos cuantos cabos allí. Ahora planeaba encontrar un sitio donde descansar de su larga travesía. Empezó a caminar de forma tranquila por aquel lugar pasando por un sitio lleno de casas destrozadas y en ruinas. Recordaba haber destrozado él mismo una de ellas cuando estuvo la última vez. Ahora había más zonas boscosas que la última vez y eso le agradaba. No sabía a dónde dirigirse ahora pus había muchos sitios para poder descansar tranquilamente. Una casa abandonada podría ser buena idea y así tendría un cómodo colchón donde dormir y pasar un buen rato. A medida que caminaba pensaba que también bajo la sombra de un árbol se debía encontrar a gusto. Incluso llegó a pensar en dormir encima de un árbol como si de un mono fuera.

Mientras caminaba por aquel bosque observó un lago y junto a este a un chico de pelo rubio. Su piel era de color grisácea por lo que supo que era un Gyojin. Sería un buen rival para que su entrenamiento mejorara. Seguramente aquel chico no pelearía así por las buenas por lo que sin avisar decidió empezar el ataque. Se quedó alejado ya que sabía que aquellos seres peleaban usando el agua y no era tonto para pelear en un lago. Aquello era una desventaja increíble. Por ello creyó mejor pelear en el bosque donde los dos estarían en condiciones iguales. El chico con su magistral fuerza arrancó un árbol del bosque partiendo el tronco de un puñetazo y cogiéndolo. Levantó aquel enorme árbol en peso y de repente sin pleno aviso lo lanzó con fuerza contra el chico. No le gustaba atacar por la espalda por lo que le avisó.

- ¡Árbol va!

Toma árbol. (AI)

Tras habérselo lanzado comenzó a reírse en un tono provocador a carcajada limpia y saltó hacia atrás metiéndose en la zona boscosa y riéndole mientras le señalaba para provocarle. Si conseguía esquivar el árbol la cosa estaría seria pero si le daba se estaría riendo un buen rato de él.

- ¡Vamos pescado, ven aquí!

Al parecer el Gyojin era un gallina y no se atrevía a pelear lejos del agua. En el bosque los dos estaban en causas iguales pero en el lago la ventaja era del rubio. Odiaba a los cobardes que se quedaban en terrenos favorables, el castaño bastante decepcionado se dedicó a mirar al pescado de forma irónica, al parecer los Gyojines no eran tanto como decían y solo eran besugos asustadizos o al menos ese rubio estaba manchando el nombre de los Gyojines. El chico lobo pensaba que a lo mejor tenía miedo de romperse una uña o algo así. Tras un suspiro se quedó algo apenado, había conocido a un tiburón llamado Cánabar el cual le caía genial por ser un tiburón valiente y no una simple gallina. Era alguien genial y de fiar que peleaba de igual a igual y no con ventaja, al parecer había Gyojines que luchaban con honor y otros que preferían quedarse cerca del agua cual niña pequeña.

- Vamos chico, recuerdo a un tal Cánabar que sabía pelear de verdad y en cualquier terreno, eso sí que era admirable. Pero al parecer en los de tu raza hay cobardes gallinas como tú que prefieren pelear con ventaja. En serio me gustaría respetarte amigo, respeto a todo luchador pero los de tu clase me dais algo de pena… no pretendo ofenderte pero eres algo nena. Demuestra lo bueno que eres con los puños y déjate de agua, vamos prometo no usar mis poderes de zoan, lo juro.

Drake decía la verdad pues quería un combate de igual a igual, sin embargo aquel pequeño miedica no parecía estar por la labor. Empezaba sentir algo de lastima por los de su raza pues eran admirables pero al parecer había excepciones como aquel chico. Ahora solo quedaba esperar la respuesta del rubio pero el lobo ya sabía que tendría miedo de pelear con él. No era nada malo, el miedo era algo normal y aquel rubio debía estar a punto de mearse encima o eso pensaba el castaño que sonreía de forma amable mirándole. Tras unos segundos se puso a recordar batallas con bastantes Gyojines con los que había peleado, todos valientes que estuvieron a punto de vencerle pero no pudieron. Ahora empezaba a pensar mal de aquellos seres acuáticos. Tras un suspiro volvió a hablarle apoyándose en un árbol resignado y mirándole con la ceja derecha levantada.

- Ahora lose… supongo que Cánabar era una excepción, los Gyojines de tu raza solo sois cobardes que tenéis miedo a romperos una uña en un combate físico, eso es lo que pasa. Bueno gallina rubita ¿Te apetece que te saque a cenar en lugar de estar aquí? Seguro que tienes valor para eso porque para la lucha veo que eres un negado, con todo el respeto. Solo quiero luchar y tú me ignoras quedándote en el agua donde yo no puedo ir. Pero tú puedes pelear aquí de forma igual. No sabía que os fueran las trampas, los gyojines solo son basura llorona y cobarde o al menos tu lo eres

Sawaki escucho atento las palabras de aquel joven que le había lanzado el árbol de manera intencional, sus palabras habían hecho efecto y el rostro del rubio cambió totalmente. Ahora estaba en verdad enfadado, se levanto de manera brusca, cosa que lo mareo un poco pero nada grave y que se acabo al dar un par de pasos hacia adelante. Si había algo que el rubio odiaba era que lo llamaran cobarde y más si lo comparaban con uno de sus amigos más preciados para él. Así que en eso pensaba cuando recordó que aun tenía sus tres botellas de agua en su pantalón, y por suerte no estaban a la vista de cualquiera así que camino más tranquilo y despacio ya que llevaba algo de su elemento para pelear contra ese idiota que lo llamo cobarde y trataba de mancillar el orgullo de los Gyojins.

No se demoro mucho en llegar ante el sujeto ese, se dio cuenta que era castaño pero aparte de eso poco podía ver, aunque no importaba nada, el bosque como dedujo anteriormente era muy frondoso y daba muchos lugares para esconderse y hacer buenos ataques, aunque era algo que no le gustaba siempre era bueno tener una idea más general del campo de batalla ya que así se podrían evitar futuros ataques, aparte tenía su Haki de Observación que aunque no era lo mejor algo podía hacer para esquivar esos ataques, más una técnica especial que había desarrollado en el camino pero que no iba a mostrar a menos que el combate estuviera muy reñido. Sin más se planto de forma recta y mirando fijamente a los ojos de aquel hombre, para luego quedarse quieto y hacer una seña algo atrevida para que ese idiota atacara primero.

Sawaki: Te diré dos cosas…primero, no soy un cobarde ya que lo eres tú por querer pelear aquí y segundo, nunca más saques el nombre de Cánabar…no de tu sucia boca, humano despreciable y gallina.

Dijo con una sonrisa algo provocativa y con un tono muy engreído, la idea era provocarlo para que este idiota cometiera errores y así sacarle mucho provecho a una pelea que no quería pero que fue ese humano idiota provoco, aunque a decir verdad era algo que buscaba para matar el aburrimiento, así que espero a que ese chico hiciera el primer movimiento.

Las palabras del rubio le hacían gracia al castaño, él solo quería pelear de igual a igual pero el rubio quería tener ventaja en el agua. Además le había dado la palabra, no usaría su poder de lobo a no ser que el rubio usara el agua. De ese modo ambos estaban en ventaja y solo podrían usar técnicas especiales y golpes físicos. El combate iba a comenzar y el rubio había dejado al castaño comenzar. Pese a la temible fuerza de los Gyojines, aquel chico no temía. Su fuerza era algo inhumano que el rubio iba a averiguar. Un luchador del camino del buey con un control perfecto de su fuerza y con una musculatura que no era normal. Tras un pequeño suspiro sonrió de lado mirándolo a los ojos.

- Cánabar es mi amigo y puedo nombrarle si lo deseo. Ahora que has espabilado y te he prometido no usar mi akuma si tú no usas agua comencemos el combate. Y no llames humano a un lobo, es de mala educación hombre pez.

El castaño se colocó en posición de combate de su estilo ``Zan Nin Na´´ el combate parecía prometer y lo primero que iba a hacer el castaño era mentalizarse. Pegó tres saltos atrás separándose y activando su Haki observación para evadir mejor los ataques físicos de aquel Gyojin. Tras aquello se colocó sus guantes de acero los cuales tenían un pincho de acero y así haría heridas profundas en sus poderosos golpes bestiales. Tomaba aire de forma calmada cerrando los ojos dispuesto a comenzar aquel combate. Sin pleno aviso salió corriendo a por el Gyojin a toda velocidad sonriendo de lado. Una vez hubo llegado se dispuso a lanzar su poderoso ataque con su bestial fuerza, de algo su apodo era ``la bestia´´.

En primer lugar lanzó con el puño derecho un golpe con fuerza a sus costillas, dispuesto a partirlas o a atravesarle con el pincho de acero, lo hizo a una velocidad bastante rápida. A continuación, le diera o no, lanzaría con su otro puño un puñetazo directo que iba rumbo al rostro del rubio para tratar de partirle la mandíbula o rajarle alguna zona del rostro. Nada mas lanzar ese golpe retrocedió un paso para después estirar la pierna hacia atrás y lanzar una poderosa patada con la derecha a su pecho con toda su fuerza y mala leche. Una vez lanzó aquellos ataques saltó hacia atrás.

Zan Nin Na: Pim Pam (AIF)

A unos seis metros alejado del chico, le miraba con una sonrisa sádica en el rostro que no mostraba nada bueno, la fuerza de los guanteletes de acero con el pincho sumada a su terrible cuerpo lo hacían un rival temible y con mucha sangre fría. Pese a todo era legal y no pensaba usar la guadaña ni la forma hibrida o completa. Si el chico era legal también aquello sería un combate genial. Si el chico usaba agua o algo parecido el castaño debería soltar a la bestia.

El chico parecía tener valor pues había tirado las botellas de agua destrozándolas, se había librado pues si las usaba el chico se hubiera comido las tres rumbles para acabar con él. Ahora no iba a usar anda que tuviera que ver con su fruta por lo que dejaría hablar a su poderoso físico. Ahora el chico había esquivado su primer golpe pero había recibido algo de sangre, también evitó el segundo de forma ágil por lo que el chico lobo estaba ya deduciendo que en frente tenía a un chico con Haki de observación. El siguiente golpe lo mandó a volar por los aires y eso hizo que este sonriera de lado. La bestia que llevaba en su interior quería salir y este la iba a dejar. La bestia no era su fruta, era su lado sádico y cruel que hacía tiempo que deseaba divertirse.

Cuando el chico se levantó salió corriendo hacia el castaño, este desactivó su haki para darle ventaja al rubio. Al ver que le iba a golpear se preparó para esquivarlo, al parecer había sido una finta y cuando quiso darse cuenta del verdadero ataque solo pudo girar el tronco haciendo que el puño del rubio le diera en la zona abdominal. Gruñó un poco por el dolor cuando de repente la rodilla del chico le impactó en el estomago, este escupió a un lado sintiendo el dolor del golpe y quedándose sin respiración unos segundos. Se había confiado y eso no iba a volver a pasar. Ahora le llegaba el turno al chico lobo y el Gyojin había cometido un error, no se había separado tras lanzar su golpe. Ahora Drake estaba dejando salir toda su maldad en el tema de las peleas. Sus ojos ya no eran verdes sino de un tono intenso y dorado que miraban los azules del rubio con una sádica expresión.

- Somos Drake, Somos Dios.

Dijo como si se tratasen de más de una persona. Ahora el chico lobo estaba desatado y sin pensárselo apretó los puños y comenzó su ataque. Al estar pegado a él lanzó dos puñetazos con su puño derecho, uno a su pecho y el otro a su abdomen. Ambos con su guantelete y con aquel pincho. Con el otro brazo al mismo tiempo lanzó un golpe a su rodilla derecha para tratar de atravesarla. Una vez hizo eso le diera o no su puño derecho comenzó a brillar en un tono blanco. De repente lanzó un nuevo puñetazo que iba a su pecho por el lado del corazón. Esa puño era una especie de onda de choque que al tocar algo lo mandaba a volar combinando la fuerza del sujeto, la poderosa onda y encima el pincho del guantelete. Una vez realizó ese ataque sonrió de lado saltando hacia atrás pues sabía que con su fuerza y aquel combo tal vez su enemigo acabaría mal pero nada se sabía.

Zan Nin Na: Ripera O Utsu Stryker (AF)

La sangre caía del guantelete derecho del chico. El ultimo y letal golpe había dado en aquel Gyojin que había sido lanzado atravesando los arboles y dándose un buen golpe. La mirada del castaño era sádica y temible y sus ojos ahora estaban en un tono dorado mostrando así que estaba pasándolo en grande. El chico había recibido una buena herida por la que estaba sangrando, eso podía molestarle mucho en el combate por lo que el castaño esperó por si quería vendarse. Sin embargo ahora el rubio caminaba hacia él con una expresión muy distinta, en sus ojos había una expresión de maldad increíble. Justo como la que los reyes marinos poseían. Al parecer se había puesto mucho más serio y ahora aquello estaría más igualado. Una tétrica sonrisa apareció en el rostro del castaño que mantenía su haki desactivado para darle más emoción al combate.

De repente pudo ver como el puño del chico se acercaba a su rostro, este recibió el golpe retrocediendo dos pasos saltando unas gotas de sangre de su boca mientras gruñía. A continuación notó un golpe en las costillas que le hizo gruñir aún más y de no ser por su musculatura se las abría roto. Quedó de rodillas cuando tras un quejido de dolor observó la rodilla ya casi en su abdomen, en acto reflejo interpuso su mano abierta bloqueando el golpe para después saltar hacia atrás observándole. El dolor que había sentido era notorio pues el chico había ganado fuerza en ese estado de ira. Era hora de igualar ese estado con un poder que abrumaría aquello. La fuerza física del castaño estaba a punto de transformarse en algo increíble ante los ojos del rubio.

- Muy buen golpe chico, ha estado genial. Has conseguido hacerme sangrar, es hora de que te muestre algo. Antes de nada quiero que sepas que retiro todo lo que te dije de cobarde, eres un tío grande y legal.

Tras una sonrisa amable al Gyojin sonrió de lado quedando de rodillas y gruñendo de repente. Sus ojos se volvieron blancos perdiendo la pupila totalmente, su altura creció hasta los dos metros. Su enorme musculatura volvió a aumentar formando unos brazos impresionantes al igual que pectorales y abdominales. Su piel tomó un tono rojizo como si estuviese quemado y un aura roja apareció en él. Ahora su fuerza era bestial e increíble, un golpe de aquel ser podía hacer un daño letal. Sin pensárselo se colocó en posición empezando su ataque.

Corrió colocándose delante del chico sonriendo de lado para lanzar un poderoso puñetazo que iba directo a su pecho, tras aquello giró sobre si mismo lanzando una poderosa patada que iba a sus costillas dispuesto a partírselas. Por último apretó los músculos y con los dos puños a la vez lanzó estos contra su pecho de nuevo rugiendo y desatando toda su terrible fuerza en ese golpe. Tras aquello se alejó un poco sonriendo de lado con aquellos inquietantes ojos blancos sin pupilas que observaban al rubio. Además el pincho de sus puños también era un peligro a tomar.

Zan Nin Na: Parte pechos (AIF)

La bestia tras aquel golpe pudo ver el brazo de su adversario. Al parecer se lo había destrozado por completo con su monstruosa fuerza. La culpa fue del rubio por ponerlo en medio por lo que no se preocupó nada de nada. Sus ojos seguían blancos y sin pupila observando al Gyojin con una tétrica mirada y una sádica sonrisa en el rostro. Ahora observaba algo extraño en el rubio. Algo había cambiado en él pero no sabía el que. Parecía estar mosqueado y de verdad, tal vez ese era su error ya que el castaño siempre se mantenía calmado y feliz pues le encantaba pelear perdiese o ganase. Ahora su rival además de la herida en el pecho tenía un brazo en muy mal estado y eso era una ventaja que el castaño pensaba aprovechar a toda consta pasase lo que pasase.

De repente pudo ver como el rubio se colocaba frente a él para lanzarle un puñetazo. El castaño saltó hacia atrás a toda velocidad con las manos en el rostro. Aquel golpe le dio en las palmas de las manos y al estar en el aire lo lanzó. El castaño salió despedido a unos seis metros atravesando dos árboles por el camino y quedando en el suelo. El dolor había sido bastante agudo por los malditos arboles y la fuerza que el rubio había sacado de la nada. Los ojos del lobo estaban cerrados pero tras unos instantes los abrió de forma siniestra levantándose. Le dolía algo la espalda por el golpe y gruñía respirando algo agitado. Tras eso observó al rubio sonriendo de lado.

- Segunda punta abriéndose.

El tamaño del castaño volvió a aumentar hasta los 2,20. Su musculatura volvió a agrandarse, parecía que esta quería salir del cuerpo. Su fuerza aumentó mucho más y su resistencia aumentó de la misma forma. Lo mejor era que pese a ser grande y musculoso seguía con la misma velocidad. Sus venas se hincharon y los pectorales se apretaron, los brazos ganaron más grosos y su sonrisa se hizo notoria en su rostro. Aquella bestia era algo sobrenatural y solo estaba en forma humana.

- Prepárate chico, voy a mandarte a dormir.

Dijo con una voz sádica y siniestra mientras apretaba sus músculos. De repente soltó una sádica carcajada y salió corriendo hacia el chico. Lanzó su puño hacia su pecho tratando de destrozarlo con el pincho del guantelete, tras eso lanzó su rodilla hacia su rostro para tratar de partirle la mandíbula y por ultimo lanzó un ráfaga de cinco puñetazos a toda velocidad hacia su estomago. Una vez acabó el combo salto hacia atrás sonriendo de lado observando a ver si le había dado.

Zan Nin Na: Death Cold ( AMF)

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