Destronando tu ideología. Leonel se enfrenta a los Yonkaikyo [Reto]

El Joven revolucionario luego de Arreglar el reto contra la Yonkaikyo conocida como Nadia Blaze, ahora se encontraba en Cactus Island en medio de una poderosa tormenta que azotaba ferozmente todo su entorno y en el horizonte un enorme tornado amenazaba con arrasar con todo lo que encontrara a su paso, todo esto sazonado con repentinos estruendos de los rayos que descendían de las infinitas nubes emanando un flash de luz que iluminaba las esféricas montañas de la isla.

Previamente caracterizado como uno de sus alteregos "Spencer Vatch" el hábil miembro de la armada miraba a su alrededor, analizando su entorno, calculando los riesgos y a su vez tratando de localizar a su escurridiza oponente, pero la tormenta había oscurecido el entorno y los fuertes vientos que jugaban con la vestimenta y los blaqueados cabellos de Leonel tampoco ayudaban en su labor...

Con un movimiento de manos prácticamente instantáneo, el disfrazado sujeto desenfundó su arma en no mas de un parpadeo, luego, apuntando a sus alrededores utilizando su mirilla para ayudarse en la búsqueda de su objetivo comenzó a vociferar a su anchas...

Sal de donde te escondes pequeña, no es nada personal pero te interpones en mis planes

mientras seguía ateto al más mínimo indicio de una parecencia humana Leonel inclinó su cabeza haciendo tronar los huesos de su cuello.

Hace mucho que no peleaba en serio, esto va a estar bueno, pensaba sonriente el aparente peliblanco mientras se preparaba física y psicológicamente para el encuentro que se le avecinaba.

Sujetaba con fuerza el mango de su arma de fuego mientras su complejo cerebro repasaba todas las ubicaciones y escondites en los que ocultaba naipes para utilizar en batalla y sus respectivos contenidos. un ejercicio de rutina para Leonel. De pronto entre el estruendo de la tormenta y el silbido de sus huracanados vientos el entrenado oído del Espía profesional logró distinguir una serie de pasos, un ruido muy leve por lo que era probable que su fuente no estuviera muy cercana, pero nada podía asegurar que ese sonido había sido ejecutado por la actual yonkaikyo.

Todos estos factores de estres a su alrededor aumentaban la tensión del revolucionario, lo cual le provocaba una poco común ansiedad, y aun que por momentos consideraba deshacerse de los factores climáticos que afectarían en su encuentro, pues claro, tenía el poder de realizar tal hazaña, en el fondo tenía certeza de que podría utilizar estas aparentes desventajas para su propio beneficio. Por lo que solo se limitó a continuar agudizando sus sentidos y bloqueando mentalmente sus distractores lógicos para dar con la ubicación de su adversaria y así acabar con la desventaja del factor sorpresa.

Para comenzar la apuesta, primero hay ha que ver las fichas del oponente! pensaba metaforicamente el jugador empedernido.

No me hagas ir a buscarte jovencita...

Ya habían pasado varios minutos y Leonel mantenía su posición procurando siempre mantener la caracterización del "Viejo Spencer" para de esa forma no comprometer sus planes futuros. a cada minuto la gloria de la revolución estaba un paso mas cerca, todo estaba saliendo de acuerdo a lo planeado y el puesto de yonkaikyo sería una pieza fundamental  para la victoria y el peliazul no podía darse el lujo de perder este encuentro, por otro lado la impaciencia comenzaba a florecer en la mente del Tirador, el tiempo pasaba  y ya comenzaba a hartarse el hecho de estar parado bajo la lluvia expuesto a la tormenta sin que su adversaria se dignara a mostrar su presencia, probablemente ni siquiera estaba cerca aun, pues seguramente, muy segura de sus habilidades, se estaba tomando esto a la ligera, y ese mismo sería el peor error que alguna vez halla cometido la ingenua pelirroja.

Lamentarás el día en que dejaste esperando a Leonel Racovich

La fuerza del viento comenzaba a incrementar y a su vez la paciencia del revolucionario ya estaba por terminarse, por lo que tomó la decisión de salir a recorrer la zona identificando los posibles lugares por donde la yonkaikyo aparecería al momento de su llegada. No contento con esto al ver que el sucio rostro de la muchacha la parecer no se asomaba por ningún horizonte que lo rodeaba se tomó la libertad de ubicar algunas trampas por los alrededores para inclinar la balanza a su favor sacó un puñado de cartas del bolsillo trasero de su pantalón y comenzó a preparar el escenario para el dantesco enfrentamiento que se avecinaba.
Sacando ventaja de la deliberada ausencia de su oponente recorrido las posibles entradas al claro donde ,él decidió, se llevaría a cabo en encuentro por el titulo en cuestión. El único camino visible que llegaba a la costa era un amplio y empinado estrecho empedrado, que se hallaba amurallado con un par de grandes y semi-esféricas montañas, y esas mismas prominencias naturales serían el lugar perfecto para que el disfrazado Leonel ubicara los naipes previamente cargados con explosivos en caso de que la chica se apareciera por ese lado,  se acercó a la empinada pared rocosa y adelantando camino con un gran salto escaló hasta la mitad de este húmedo y frío muro y entre las estrías de la montaña colocó a presión un par de naipes del mazo mencionado anteriormente, luego descendió y repitió el ejercicio al otro lado del camino, no sin antes mirar a la lejanía y asegurándose que nadie sospechoso se acercaba al lugar.
Hecho esto avanzó hasta el sendero que llevaba al pueblo, en el cual hizo agujeros de manera aleatoria y con celeridad enterró en ellos más naipes con variados contenidos de su amplio repertorio.

Como si todo eso no fuera suficiente volvió al centro del claro y junto a un viejo e inclinado árbol improvisó una llamativa fogata que lentamente comenzó a emitir un llamativo resplandor rojizo, y una vez que todo estaba listo El tirador corrió a toda velocidad por entre las sombras de la noche hasta encontrar una trinchera natural donde se ocultó velozmente luego tomó un as de pica de uno de los bolsillos ocultos en sus botos dejando salir de este su fusil francotirador de alta potencia Barrett M82, se acostó en el suelo sin importarle la humedad acumulada y ajustó la mira telescópica del arma para vigilar todo el horizonte, luego solo se acomodó para esperar pacientemente para darle una cálida bienvenida a la bella Nadia.

La araña ya tejió su red, solo falta que el insecto se aparezca por aquí

dijo mientras encajaba su ojo derecho en la mira telescópica del fusil y levantando la cabeza periódicamente para usar su aguda vista natural para escanear su entorno en busca de cualquier silueta o forma sospechosa.

Leonel esperaba pacientemente tendido a merced de la ira de la naturaleza, el incesante viento de la tormenta alborotaba su peinado, haciendo que los empapados mechones de su disfrazada cabellera se cruzaran por su rostro rozando sus ojos y dándole comezón en sus mejillas y su nariz, sin embargo, el revolucionario se mostraba indiferente a estas insignificantes molestias... su ojo derecho no se apartó ni un solo instante de la mira telescópica del rifle, siquiera para parpadear, por otro lado, sus heladas manos se mantenían petrificadas al rededor del mortífero artefacto y sus dedos azulosos estaban listos para jalar del gatillo en el mismo instante que fijara a su objetivo, solo tenia un tiro libre, después de ello revelaría su posición y en esta condición asestar un disparo seria un verdadero reto, por lo que el arma que estaba ocupando pasaría a ser totalmente inservible por el resto del encuentro.

De pronto Leonel pudo divisar un leve movimiento entre las sombras de la montaña, gracias a que fue muy cerca del pueblo y la iluminación de este fue muy delatora para aquel cuerpo desconocido, sin pensarlo mucho acomodó la mirilla de su arma centrando en la imagen que esta le facilitaba el lugar donde percibió aquella misteriosa presencia, tratando de enfocar algún cuerpo extraño entre las penumbras de la fría noche, pues con tanto viento y ajetreo en el entorno, era muy probable que solo halla sido un árbol, un animal salvaje, o algo por el estilo. La tensión iba en raudo crecimiento y las ansias de pelear tenían inquieto al eficaz franco tirador... La abrumadora oscuridad era un verdadero problema para cualquier tirador en esta clase de situaciones, pero por suerte para Leonel, no nos referimos a un tirador cualquiera, ante este altercado, Leo quitó la mano del gatillo por unos momentos para llevarla en dirección a su pecho, oculto bajo el cuello de su camisa, se escondía un pequeño naipe que rápidamente extrajo de ahí para apoyarlo contra su empapada cabeza, en un parpadeo una singular pieza de ingeniería rodeaba su cráneo, no era otra coa que sus avanzadas gafas de visión sensible al calor que ocultaba en dicho naipe, acomodó sin demora lo tecnológicos goggles sobre sus ojos para luego retomar su posición inicial, sin embargo esta vez el revolucionario podía distinguir claramente a su oponente, una colorida figura humana con una gama de colores que iba desde un verde claro hasta un radiante color carmín se ocultaba entre las sombrías montañas de aquella espaciosa cuenca.

-Bingo!- pensó el camuflado artillero, mientras alineaba el centro de su mira con aquella colorida figura que precavidamente se mantenía en movimiento para no quedar expuesta, por desgracia para ella, para el nivel de maestría que había alcanzado Racovich en su área, esta no sería ninguna dificultad al la hora de apuntar correctamente. Con milimétrica precisión él acomodó como objetivo final el muslo derecho de la actual Yonkaikyo, con el único fin de dificultar su movimiento y reducir generosamente su velocidad maximizando de esta forma las posibilidades de que sus ataques futuros fueran exitosos, no podía dejar que este importante reto se llevara solo por en base a la suerte.

Todo esto no demoró mas de un par de minutos, hasta que decidido y preparado para atacar, jaló firmemente del frió gatillo, liberando el primer proyectil de la noche, el cual, cabe destacar, no era una bala común, si no que como de costumbre para el tirador era una "bala especial", de las que tanto ama utilizar el jefe de los Dealer Foxes, se trataba de una "bala rápida", su increíble velocidad harían casi imposible la idea de esquivar este tiro del cual la chica no tenía ninguna manera humana de predecir, y ademas podría resistir sin problemas los fuertes vientos de la tormenta sin modificar su curso original.

Luego de que la jugada ya habia sido efectuada, el estruendo del disparo inundó la isla y por un instante pareció que hasta los silbantes vientos fueron silenciados por el sonido del cañón, Leo tomó las gafas y las deslizó a través de su rostro hasta que quedaron colgando de su cuello, y utilizando la misma mira del rifle Barret buscó ansioso a su objetivo para saber el resultado de su ataque sorpresa.

Un estruendo. Un disparo desde una posición alejada que había hecho retumbar por todo aquel lugar y que me había dado, se podía decir que la bala fue casi igual de rápida que el sonido y no pude esquivarla. Esta me atravesó el brazo completamente, dejando un hueco a la altura del codo, en donde se podía ver toda la carne y aquel liquido rojo que salía a borbotones, mierda, ese golpe le había dejado el brazo izquierdo inmovilizado desde el codo para abajo, por lo visto el proyectil me había atravesado en la articulación entre el humero y el cubito/radio.

Aquel rival me había enfadado, y no podía pensar con raciocinio, pues tenía mí pesada guadaña agarrada con la mano derecha y me lance a donde estaba aquel hombre, había disparado contra mí desde una posición recta, unos 30 metros, quizás más, pero por suerte habían arboles de por medio, y podía ir escondiéndome usándolos como parapetos. Ese cabron iba a morir.

-Voy a por ti pequeño hijo de puta, nadie le hace esto a Nadia Blaze.-Grite a la nada, esperando que el viento no se llevara mis palabras-Me oyes ¡Nadie!

Le iba gritando mientras me dirigía hacía su posición usando como cobertura una roca que me dejaba cerca de donde suponía que estaba, pero tenía que ser rápida, la descarga de adrenalina se estaba yendo y sentía como el dolor se iba acrecentando, y perdía sangre rápidamente, así que cogí la banda que llevaba en el pelo y la uso para cerrar la herida, solo me quedaban dos metros y podría ponerme a su altura. Solté un suspiro y decidida salte sobre el pedrusco en el que me había escondido y con la guadaña en la mano lance un corte mientras daba un giro en el aire usando todas mis fuerzas, que recorrería desde su hombro izquierdo hasta el costillar de su lado derecho y esperando darle.

Luna llena [AB]

Tras hacer esto caí de espaldas, si no había sido efectivo, estaba expuesta y a punto de morir, pero al menos lo había hecho luchando, pensé intentando consolarme.

Como era de esperarse el disparo impactó en en la joven, aun que en vez de atravesar su muslo como planeaba Leonel, había destrozado su brazo izquierdo utilizándolo completamente, la chica estaba furiosa su rostro se transformó al invadirle el odio y la sed de venganza, y raudamente el revolucionario trató de acomodar la mira nuevamente para un segundo tiro, pero la chica seguía siendo muy rápida, y comenzó a utilizar la forestación de la zona para avanzar sin que el disfrazado tirador pudiera asestar un segundo impacto. no tenía opción, a esa velocidad llegaría a su posición en pocos segundos, así que hizo lo que cualquier francotirador en su lugar haría, rápidamente se movió de ese sitio con la esperanza de encontrar un segundo escondite donde poder reorganizar su jugada, algo nervioso por los amenazantes gritos de aquella mujer, Racovich se tropezó al tratar de bajar de la roca antes de correr en busca de su próximo escondite, por suerte para él no parecía nada grave y sin perder mas tiempo se reincorporó y prosiguió a avanzar por los estrechos del terreno rocoso.

Sin embargo, su pequeño enroque fue interrumpido abruptamente. Leo había subestimado tanto la velocidad como la fuerza de la pelirroja, sin que el artillero se diese cuenta Nadia se había acercado más de la cuenta y al mismo tiempo había realizado su movimiento bastante bestial, se trataba de un poderoso corte dirigido directamente al lugar donde se encontraba el retador hace unos momentos, era claro que la chica no había enfrentado jamás a un tirador profesional pues no previó que se movería tras asestar su tiro, sin embargo el poder de su impacto no era despreciable en lo mas mínimo, el choque contra la rocosa colina había hecho retumbar la tierra, dejando así una prominente zanja en el centro de la maciza roca que recibió la furia de su ataque, la sacudida hizo perder el equilibrio a Leonel y esto a su vez, le impidió esquivar el grupo de escombros que habían sido impulsados en todas direcciones por la onda de choque que destrozó la colina.

El numeroso grupo de roca alcanzó al Lider de división inevitablemente, golpeándole y cortándole en reiteradas ocasiones, ninguno de aquellos golpes podría considerarse mortal o decisivo, pero ciertamente había hecho un daño externo no despreciable, mucho más del que el revolucionario tenía previsto recibir durante este encuentro, al acabar el estruendo, Racovich se encontraba sentado en el piso con varios moretones y rasguños, mientras su contendiente se hallaba en el piso, completamente expuesta y perdiendo sangre alarmantemente.

Dañarme de esa manera no era algo que cualquiera pudiera hacer sin tener desastrosas consecuencias, pensó el chico para luego ponerse de pie mientras se limpiaba la sangre del rostro con la manga de se empapado abrigo. Una vez repuesto del inesperado bombardeo miró enfurecido a su desdichada victima, luego, en un veloz movimiento cruzó los brazos por delante de su pecho y de las mangas extrajo 2 pequeños grupos de cartas, las cuales desplegó como abanicos en ambas manos.

Lamentarás eso...

Dijo El disfrazado "Spencer" mientras los naipes se revestían con una singular aura color calipso..

[All in Braker][AB]

Los 14 naipes en las manos del Jugador empedernido fueron lanzados uno por uno con movimientos imperceptibles para el ojo humano, y aun que se fueron lanzando de uno en uno llegarían a destino con milésimas de segundo de diferencia
Los primeros 3 naipes viajaban vacíos en dirección al arma de la mujer herida con el fin de desarmar a la chica de una vez por todas.
Los siguientes 5 iban cargados con grandes cantidades de energía eléctrica que Leonel recolecta cada vez que puede.
luego lanzó 3 naipes cargados con espadas de baja calidad de la armería de la armada.
seguido de 2  cargados con rocas comunes para intentar sepultarla.
Y finalmente un naipe cargado con numerosos explosivos.

Al acabar su implacable y brutal ataque Leonel se arrodilló jadeando a esperar que el humo de la explosión se disipara para ver el resultado de su movimiento.

La yonkaikyo cae al suelo, derrotada, inconsciente y medio muerta ante el ataque del chico. Un viento huracanado se lleva su cuerpo, haciéndolo volar por los aires.

Ganador por K.O, Leonel Racovich. Destronas al Yonkaikyo y te haces con su puesto.