(Privado - Pasado) El retorno.

Estaba amaneciendo, los primeros rayos del sol se posaban en las colinas de la villa Shimotsuki, los calientes rayos del sol calaban en mi piel haciéndola sentir tibia y aliviándola del frío que transmite las noches en el mar. No se la razón pero siempre me ha encantado esa villa… La hierba ondeaba por la suave brisa de la mañana creando unas olas en el césped dignas de admirar como si de una danza se tratase. Era primavera y las flores no faltaban al igual que el verde.

Spoiler:

No podía recordar cuanto tiempo llevaba sin pisar el lugar donde estuvo durante tanto tiempo… Este lugar le daba buenos y malos recuerdos… Pero su maestra le enseñó todo lo que sabe aquí…

Paseaba junto a Legim admirando el vello paisaje cuando pude ver a lo lejos las pequeñas casas que  marcaban el principio de la villa. Mi corazón latió con fuerza acelerando mi cuerpo, los pelos de mi brazo se erizó suavemente, mi rostro serio pasó a dibujarse en una bella sonrisa, y eso que suelo ser de sonreír poco. Sentía como la excitación me haría salir de mi cuerpo material dejándome correr libre como antaño, incluso casi pude ver salir de mi cuerpo mi alma infantil de cuando aún era una niña, que corría agitando sus dos brazos por ese camino de piedra alegre y risuaña, por tener la oportunidad de vivir una nueva vida… una niña felíz y amigable… muy diferente a como soy ahora, que corría para reunirse con…

Estaba a punto de echar a correr por la emoción que me embargaba, cuando paré en seco susurrando en una voz casi imperceptible. -La armada real… ¿Qué pensaran al verme ahora? Soy… soy… una deshonra… soy una revolucionaria ahora… -

Ese lugar que hace tanto tiempo fue mi hogar… esos que hace un tiempo fueron mis compañeros… no puedo mirarles a la cara ahora….La cara de preocupación se reflejaba en mi rostro… Legim me miraba pensativo, como adivinando que me pasaba. ¿Acaso no se acordaba? ¿No recordaba que fue allí donde me dejó cuando me rescató? De mi mente solo salía un pensamiento “BAKA!!” Me gritaba mi mente indignada. No dije una sola palabra pero creo que mi mirada de odio fulminante la cual eché de forma natural, advirtió al idiota de Legim de que algo en su actitud me había molestado aunque él no supiese el qué. No me podía creer que no se acordase…

Continué andando de nuevo sin decir ni una sola palabra… Si ese idiota no se acordaba de esto no iba a ser yo quien se lo recordase… Eso indicaba lo poco importante que fui para él… Y por lo tanto no me merece la pena decirle… Sin duda me indignaba… me sentía bastante molesta, más de lo normal, últimamente me molestaba bastante que Legim no me echase tanta cuenta. O incluso que no recordase cosas importantes para mi… me parece increíble que no se acuerde de esto.

-¿Cómo se atreve? Me besó hace ya tiempo, ahora no sé exactamente que somos ¿pareja? ¿Amigos apegados? No sé qué somos… ¿Y hora no se acuerda de esto? ¿no se acuerda de cuando me rescato? ¿EN SERIO? Es que… Es para clavarle la espada de Kairoseki mientras duerme y dejar que se desangre… Si no fuese porque sé que a estas alturas no podría hacerlo... Arg… me cabrea pensar que le he cogido algo de cariño a este idiota…. - Aunque, no era muy convincente todo esto que estaba pensando si al tiempo me sonrojaba al mirarle de reojo mientras camina a mi lado haciendo el idiota como siempre y sin hacerme caso para no variar… -¿Qué me estaba pasando? Ese idiota siquiera se preocupa por mis sentimientos… No ha mostrado el más mínimo interés en mi parón o en la mirada que le eché antes ¿Por qué no me pregunta? ¿Porque no muestra algo? No se… algo de sangre en las venas macho… No se… ¿Interés? ¿Quizás?...

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Pensaba todo esto mientras andaba… sin duda esta situación me enervaba un poco… últimamente me enerva más que de costumbre…  Pero a la vez me calla más que de costumbre, no sé qué contestarle, me pongo nerviosa cuando hace ciertas cosas… Eso son cosas que antes no me pasaba, con lo descarada que siempre he sido… no sé por qué delante de él me corto… Y parece que disfruta torturándome. No sé si lo hace para torturarme por ser yo o lo hace solo por diversión. Porque no creo que sea muy normal pasear delante de una mujer desnudo completamente y echarse a su lado a dormir… Porque bien… Así es como he dormido estas últimas semanas… Y una no es de piedra… No sé qué hacer cuando hace eso- ¿Cómo debería actuar?-Sé que si fuese cualquier otro estaría colgado del mástil por los huevos… Pero no sé porque se lo permito a él… -¿Por qué me callo? ¿Será que en el fondo me gusta la situación?- Me pongo nerviosa, tiemblo levemente, pero al tiempo intento sentir su piel con mi cuerpo…

- Ains…. Sin duda algo ha cambiado en mi desde que le conocí… Y este idiota… sin saberlo… Y yo… sin sabérselo decir… ¡QUE ASCO DE TODO!- Pensaba suspirando levemente mientras caminaba sin decir una palabra.

Habíamos llegado a otra isla en nuestro pequeño viaje de disfrute, el que sería el último lugar según mis propios planes, y a los que supongo que Kanae no se negará, después de todo, ambos somos guerreros de esta tierra y no podemos dejar de pelear para siempre... no se como hemos aguantado tanto tiempo en estas pequeñas vacaciones que nos hemos tomado... hasta me había planteado el retirarme ya definitivamente, total, tenía a una persona a la que querer, no me quedaba nadie más, y ya había vivido demasiado... sin duda, sería la opción más inteligente, y de hecho, es la que escogí... vivir con ella el resto de mis días en una vida pacífica.

Sin embargo, hace unos días había releído las páginas de mi antigua libreta. En ella, detallaba claramente mi objetivo, derrocar a todo el gobierno, matarlos si es necesario, y alcanzar el objetivo para ofrecérselo a él... No podía estar más tiempo parado, las noticias llovían detallando como jóvenes novatos se hacían más y más fuerte, mi nombre ya no era escuchado tanto, solo alguna que otra vez, en voz baja, entre los que ahora son los poderosos guerreros de la mar... eso dañaba todo mi orgullo hasta límites insospechados, necesitaba volver, dejar claro quién soy, que no olviden fácilmente mi leyenda, la que fui dejando escrita con sangre en toda mi vida... y tenía que lograr la meta, por él, no podía fallarle esta vez.

Pero antes de comunicárselo a Kanae, quise llevarla a una isla especial para ella, un lugar donde yo misma la había dejado hace ya muchos años... quería que reviviese en ella todo ese espíritu de lucha que tenía en aquél momento, que recordara también sus sueños, sus ambiciones, y que saliese junto a mi a por el mundo en plenas condiciones.

Dirigí una mirada a la joven, pensativo, intentando adivinar que pasaba por su cabeza, pero esta me lanzó una mirada que podía asesinar fácilmente a cualquiera. ¿Qué diantres pasa? ¿Se enfadó por hacerla venir? ¿Por qué no lo dijo antes de venir?

Suspiré encaminándome hacia el mar, mirando al horizonte con una leve sonrisa.
- Creo que nunca podré entenderla del todo, es algo indomable... justo como yo- Pensé sonriendo aún más.

Quizás sea una de las cosas por las que estaba con ella, disfrutando de su presencia, de su esencia, del tacto de su piel, de todo ella... era puro fuego, un espíritu indomable de fuego con el que jugaba desafiando a la conocida frase de toda madre "Nunca juegues con fuego"... lamentablemente, siempre soy de los que hacen lo contrario a lo que le dicen. Quería a esa mujer, pensaba vivir el resto de mi vida con ella, hacernos ambos más fuertes cada día, y lograr juntos nuestros sueños... definitivamente, ella era el amor de mi vida, y estaba dispuesto a dar mi propia vida por ella... total, ¿De qué serviría vivir en un mundo donde ella ya no esté?... Creo que no sabría, sería triste, amargante... no podría seguir vivo, quizás me autodestruyese asaltando a los más fuertes del mundo, yendo directo a mi objetivo, para morir en una batalla donde no tenga nada que perder...

Salí de mis pensamientos y miré a Kanae nuevamente.
- Por tu actitud veo que no acerté trayéndote aquí... ¿Te trae recuerdos que no quieres recordar?

Suspiré y dejé caer las manos en las empuñaduras de las katanas esperando una respuesta clara, igual de clara que mi pregunta. Quería reavivar su espíritu, por ello la había traído aquí, si voy a conseguir lo contrario, quisiera saberlo cuanto antes.

- Por tu actitud veo que no acerté trayéndote aquí... ¿Te trae recuerdos que no quieres recordar?


Suspiró y dejó caer las manos en las empuñaduras de las katanas esperando una respuesta clara. Eso me cabreó un poco. No entiendo cómo puede pensar que no me gusta ese lugar, como de costumbre me puse un poco a la defensiva…

-Me crié aquí durante mucho tiempo ¿sabes? Es imposible que no me guste este lugar… es solo que me cabrea tu actitud… Parece que no te importa nada… No te importo… Vas por ahí como si este fuese un lugar como otro cualquiera… - dije al principio tranquila enfadándome poco a poco más y más mientras hablaba un poco conmigo misma sacando todo lo que tenía guardado durante tanto tiempo dentro.

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- ¿Para ti es otro lugar cierto? ¿Otra aventura que contar? ¿Eso es lo que soy yo? ¿Una aventura? …. – Dije alzando la mirada a los ojos de Lejim clavando mis ojos fijamente intentando parecer serena aunque podían notarse algo vidriosos, cosa que nunca pasaba. ¿Yo? ¿Apunto de llorar? Tiene que ser una broma…. -¿Has tenido algo serio en tu vida alguna vez? Para mi esto es serio… ESTE PUTO LUGAR FUE DONDE NACÍ POR SEGUNDA VEZ… DONDE CONSEGUÍ UNA VIDA…donde… me diste una vida…¿Es que no te acuerdas? Maldita sea… -dije haciendo un gesto brusco con el brazo y girándome bruscamente para calmarme para no llorar. E intentar hablar de nuevo esta vez con un tono amable y relajado.

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-Yo siempre te he recordado ¿sabes? Cada maldita noche desde que me dejaste aquí… Soñana con ir a buscarte… y tener aventuras contigo.. –rio levemente intentando no mirarte para no llorar- En ese entonces era solo una niña… no podía pensar…lo que siento ahora… -Tragué saliva algo molesta alzando la voz de nuevo- Y es que parece que no te importa… no te importa lo que siento, lo que pienso… NUNCA PREGUTAS COMO ESTOY…O QUE OPINO… haces las cosas y punto… Parece que disfrutas torturándome… -Vuelvo a poner la voz suave mostrando altibajos emocionales en el que se ve el conflicto entre mi yo aparente y el que desea salir desesperadamente- ¿Te as…Te has preguntado alguna ve porque volví a buscarte? ¿Sigues pensando que es solo para que me entrenases? Puede que no tenga tanta experiencia en estos lugares como tu ¿sabes? Pero soy buena… -Me señalaba con mu única mano de forma algo agresiva volviendo a elevar la voz- SOY BUENA ¿SABES? Sola…. Sola he estado siempre… Puedo ser grande si quiero… Puedo ser grande sin necesidad de que me entrenes… entonces ¿Por qué?¿POR QUÉ? DÍMELO TÚ ¿PORQUÉ FUI A BUSCARTE? ¿POR QUE?- paré en seco de hablar para girarme a mirarte con algunas lágrimas en la mejillas que no pude retener.

Con una voz dulce continué preguntando- ¿Por qué…? AAAAINSSS…. Porque seguía soñando contigo… esos pensamientos de cuando era una niña… ese sentimiento de admiración que tenía… eso que sentía y no lograba entender… seguía ahí… era lo único vivo… en mi alma… lo único que hacía que mi corazón no se hiciese fío como el hielo y mi alma oscura como la noche… Era lo único real… que me quedaba…-Te miré limpiándome las lágrimas y sonriendo algo triste. Intentando no mirarte a los ojos en ningún momento y volviéndome a girar, para no estar quieta en un solo punto.

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-Y… lo conseguí… ¿Y sabes qué? Nunca… fui tan feliz… Ni siquiera con mi maestra en mis mejores tiempos… Los recuerdos más felices que poseo son contigo…cuando me rescataste… cuando te conocí… cuando me besaste en ese bosque… Todos… contigo… Y me revienta, me revienta pensar que te da igual. O al menos no lo demuestras… no lo veo … parezco un juego como a los que estás acostumbrado a jugar…Parece que te diviertes torturándome…. –Me señalé a mi misma , esta vez suave y delicada tocando mi corazón-

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¿Cómo he de actuar? ¿Qué hago cuando me abrazas desnudo por las noches? … no sé qué hacer… mi corazón me girta “DATE LA VUELTA ABRÁZALO Y BÉSALO QUE SALGA EL SOL POR DONDE QUIERA.” Pero mi mente me dice “NO TE ARRIESGUES… QUIZAS TE DESTROCEN DE NUEVO AL CORAZÓN”  y entonces ¿Qué? ¿Qué hago? ¿A qué hago caso? ¿Te imaginas lo difícil que es para mí dormir junto a ti sabiendo que no soy nada seguro? ¿Qué lo mismo mañana ves a una mujer más lista o linda… y te vas con ella? ¿Te imaginas lo difícil que es para mí? Y aunque lo supiese… ¿Sabes lo difícil que es confiar para mí? Ya sabes lo que me pasó ¿verdad? Como perdí el brazo… ¿cierto?... Esta vez puede que no pierda el brazo… Si TU me fallas… puede que pierda lo que me queda de humanidad…

Sonreí levemente del puro nerviosismo.- No te imaginas lo difícil que me está resultando romper mi armadura y hablarte así… salir de mi zona de confort... de mi sitio de protección. Del lugar donde me siento segura… No te lo imaginas….Y mírame… contándote todo… es lo que pasa si juegas con fuego ¿no? Que puede explotar… ains…No se… no se muy bien que te reprocho… te debo … todo… me pondría delante de una espada sin dudar un segundo si es mi corazón y no el tuyo el que la espada atraviesa… te seguiría hasta el fin del mundo… y todo eso sin ser más que una amiga o compañera de viaje…- Dije tapándome los ojos con la mano colocándose de espaldas a ti y estirando de la piel hacia atrás pasando por todo el pelo y terminando por soltar- No lo entiendo… jamás podré entenderte… no sé cómo puedes parecer que todo te importa una mierda… no lo entiendo… y me da mucho coraje en parte… porque esta tierra… dios… ¿Cómo puede darte igual esta tierra? El lugar donde me dejaste… ¿Cómo? No lo entiendo… Te juro que no lo entiendo… en ocasiones eres un enorme misterio para mi… -Dije de espaldas a ti respirando ondo y tragando saliva para recuperar mi estado natural.

La miré muy extrañado, alzando una ceja y con una cara de incredulidad, ya que efectivamente, esta incrédulo ¿Qué había sido todo eso? ¿Qué carajo acababa de pasar? Hemos pasado meses retirados, a solas, como una pareja normal y estable, compartiendo momentos cariñosos, divirtiéndonos, y alejándonos del resto del mundo, y ahora que íbamos a volver tras nuestras vacaciones, al traerla donde tanto tiempo había pasado entrenando para que recobrase algo de espíritu de lucha, para que hiciese la promesa de volver algún día, para lo que quisiera, ya que es un lugar importante para ambos, pero más para ella, me suelta todo eso ¿Qué carajo estaba pasando?

- A ver, a ver… a ver si me aclaro… Llevamos meses como pareja estable, viviendo juntos, en soledad, no hemos visto ni una sola alma en todo este tiempo, solo hemos vivido tu y yo, hemos disfrutado de nuestra compañía en pareja, queriéndonos, dándonos amor y cariño… ¿Y ahora me sueltas todo este sin sentido? – Dije llevándome la mano a la cara riéndome por la impotencia que sentía y no ver sentido a nada de todo esto. – Te traje a este lugar como acordamos antes de irnos para partir desde aquí, quería que visitaras un lugar tan importante para nosotros, pero sobre todo para ti, que hicieras para ti misma la promesa de volver aquí, para recordar los inicios que tuviste, para que vieras esto como que partías otra vez desde aquí, pero conmigo, y me sueltas toda esta cantidad de cosas, ¿Qué si no significa nada este sitio? ¿Qué si no significas nada para mí? ¿Qué si alguna vez tuve algo serio en mi vida? … Creía que tras tanto tiempo me conocerías al menos un poco ¿Sabes? Veo que no me conoces nada de nada, no ves lo importante que eres para mi, no ves el cariño y amor que te tengo, no sabes cuales son las cosas de esta vida a las que le doy la importancia que se merecen y a cuales no, ¿Qué esto solo es una simple aventura más? ¿¡QUÉ TÚ NO ERES PARA MI MÁS QUE OTRA AVENTURA MÁS!? ¡¡¡¿Qué te pasa Kanae?!!! ¿Qué carajo te pasa? ¿Esto es lo que obtengo cuando muestro a alguien como soy de verdad? ¿Esto es lo que me pasa cuando confío en alguien? Siempre interpreto un papel, siempre, jamás soy yo mismo con nadie, jamás, siempre ando interpretando ese estúpido papel del joven más alocado de esta era, el que vive al máximo, el tonto al que nada le importa, que solo tiene suerte y algo de talento, siempre soy el intocable para el resto del mundo, y sabes por qué soy así, lo sabes de sobra, y contigo me atreví a despojarme de todo eso, ser yo mismo contigo, y hemos pasado mucho tiempo juntos, meses, los mejores meses de mi vida, he reído de verdad, con el corazón, he amado de verdad, he besado y soñado, he sonreído, me he sentido vivo sin necesidad de jugarme la vida en cada instante, y me haces tales preguntas, me dices todo lo que me has dicho ¿¿¡¡Cómo has podido hacerme esto!!?? ¿Acaso soy yo el juguete? ¿Acaso eres tú la que te diviertes con todo esto? No entiendo cómo puedes estar conmigo todo este tiempo y montarme este follón a punto de partir ambos a la aventura juntos, no lo entiendo, de veras que no…  

Me senté en un banco que había y suspiré agarrándome los pelos de la cabeza con rabia y tratando de contener las lágrimas de mis ojos, sin embargo, era imposible volver a hablar con ese mismo tono, era imposible interpretar entonces al gran Legim, ya que ahora no era Legim, era Leo, ese mismo hombre había sido durante los últimos meses, y me dice todo esto ahora… ¿Qué pasó? ¿No significó nada para ella todo este tiempo?
- Y te atreves a recordar lo que sufriste para llegar a mi… ¿Crees que no lo sé? ¿Crees que eres la única sufridora?- Susurré despacio para después golpear el bracero del banco y este acabó doblándose con la marca de mi puño como silueta marcada.

- Que me divierto torturándote… ¿Cómo puedes ser tan vil de decir eso?... – Me levanté partiendo el banco de una patada y me dirigí con rapidez hacia ti, para quedarme a menos de 1 metro de tu rostro. - ¡¡CLARO QUE SE LO QUE ES SALIR DE LA ZONA DE CONFORT, QUITARSE UNA ARMADURA Y TODA ESA MIERDA!! ES LO QUE LLEVO HACIENDO TODO ESTE TIEMPO ¿¡QUÉ ES DIFICIL!? ¡¡LO SE!! JODER QUE SI LO SE, LLEVO MESES HACIENDO ESO ¿¡TE HACES LA IDEA DE DOLOROSO QUE ES HACER ESO, CONSEGUIRLO, Y QUE TE DIGAN LO QUE TÚ ME HAS DICHO!? YO PUEDO PONERME EN TU LUGAR, VIVÍ TODO ESO, PERO TÚ NO PUEDES PONERTE EN EL MÍO NI DE LEJOS… te di mi vida, mi corazón, dejé de ser Legim y volví a ser yo, Leo, te lo di todo, te di todo lo mío, mis minutos, mis horas, mis días, mis semanas, mis meses, e iba a darte todos mis años, mis lustros, mis décadas, mis años de vida, y toda mi eternidad, y lo que haces con todo eso, es que al traerte a un lugar tan importante como este antes de partir, para que puedas despedirte, hacer la promesa de un regreso, o algo similar… lo que haces con todo esto, es echarme en cara millones de cosas, hacer como si ni un solo día de este tiempo hubiese existido, que en su lugar han sucedidos días donde te ignoraba, donde solo me aprovechaba de ti sin importarme nada, me preguntas si alguna vez significaste algo para mi, me preguntas todo eso, me arrancas el corazón que dejé en tu mano confiando en ti, destrozas el cuerpo de Leo tras quitarse la armadura de Legim, ¿Qué diablos te pasa? ¿Qué crees que haces? ¿ESTO ES LO QUE OBTENGO CUANDO CONFÍO EN TI? ¿CUÁNDO CONFÍO EN ALGUIÉN? ¿CUÁNDO ME QUITO MI ARMADURA Y TE REGALO CADA SEGUNDO DE MI VIDA CON AMOR Y DEDICACIÓN? … ¿Qué diablos hago yo ahora? ¿Eh?...

Me giré dándole la espalda y acercándome a un barranco, pensando en que más podría decirle, tenía en mi mente millones de horas gritándole y echándole en cara toda su actitud, ¿De qué me sirve a mí confiar en una persona y dedicarme en vida y alma a ella? ¿Para esto?... ¿Acaso mereció la pena hacer todo esto? ¿Acaso mereció la pena ceder a una mujer… dejar mi armadura, dejarme de lado a mi mismo por ella?

Angustiado apreté el puño llevándolo a mi brazalete Simurgh, sabía que no iba a ayudarme en mucho, ya que su curación era física, nada sentimental, no podía hacer nada con un corazón sentimentalmente roto, no podría hacer nada con mis emociones y sentimientos a flor de piel… quizás era hora de dejar este bello sueño en el que había vivido todo este tiempo y lanzarme con el odio contenido, volver a ser Legim, fusionarme con él, o más bien, ser absorbido con él, dejar de ser Leo hasta en el más pequeño rincón de mi mente, e ir con todo a la sede del gobierno, sin esperar nada, ni a nadie, e ir directo hacia ello… quizás sea lo mejor, ya no tengo nada que perder, lo único que tenía que me retenía, lo acabo de perder, era hora de volver a ser un asesino sádico sin piedad de nada ni nadie.

Oí todo lo que Legim tenía que decirme, algo sorprendida, sin duda estaba muy enfadado y quizás no era para menos. Siempre he tenido miedo. Siempre le he amado pero nunca he sido capaz de decirlo claramente, mi alma encerrada me lo impedía. Esa bronca me abrió los ojos. Sin duda tenía ganas de llorar. En parte de tristeza por ser tan estúpida y en parte de felicidad por escucharle. ¿Era todo real? ¿Realmente soy algo serio para él?

Cuando nos fuimos juntos no teníamos nada confirmado aún… Nos comportábamos como una pareja a ratos si y a ratos no, estuvimos fuera un tiempo juntos, en el que él estuvo muy cariñoso. Sin duda pensé que todo esto era un sueño… Jamás pensé que nadie podría amarme nunca por quien soy… Era tan real pero a la vez tan lejano en mi mente, no era un juego pero era tan perfecto que siempre pensé que acabaría. Que se artaría de mí y se iría. Tenía tanto miedo de ello.

Él se encontraba en el filo del barranco mirando a la nada tocando su brazalete como esperando que le curase algo roto. Hacía tiempo que conocía las propiedades de su brazalete. Mi cara se descompuso pero no pude evitar sonreir. Sin mediar palabra me acerqué a él por la espalda y le abracé con mi único brazo pegando mis pechos y mi cuerpo a su espalda… Mis ojos estaban húmedos pero sonreía…

-Perdoname… BAKA… BAKA BAKA BAKA… SIN DUDA SOY UNA ESTÚ PIDA…

Dije abrazándole suavemente intentando abrazarte con el brazo que me faltaba con un éxito bastante pobre… pero no podía hacer más. Mientras mi mano buena se acercaba a tu mano que estaba acariciando tu brazalete y empecé ha hablarle con un tono entrecortado por las lágrimas en parte de felicidad que tenía pero también por la preocupación pues no quería desembocar esto.

-Legim  no… mejor dicho Leo… lo siento… he sido una estúpida… He… he tenido tanto miedo… tengo tanto miedo… ¿me preguntas si yo juego? Claro que no… Para mi has sido real… un sueño hecho realidad. Tan perfecto… tan natural… Tanto que pensé que no merecía tenerlo… tanto que pensé que yo, que siempre estuve maldita no merecía a alguien como tú. Viviendo con el miedo de que desaparecieses de mi lado… tanto lo temía que al llegar aquí y ver que empezaríamos a pelear de nuevo me asusté… me asusté de perder lo único que me importa en este mundo. Lo único que me mantiene viva. Mi único mundo…

Tras decir esto me limité a intentar abrazarte de nuevo con mi mano acariciando suavemente tu brazo antes de seguir con el abrazo.

-Sé que te he hecho daño…. Y eso me duele mucho más que cualquier cosa que podría haber pasado… Estoy tan… asustada… ¿Sabes? Antes has dicho que me has traído aquí para hacer una promesa antes de partir…

Te hice darte la vuelta y con la mano te agarré del mentón para obligarte a mirarme a los ojos de forma suave y amorosa para colocarte a escasos centímetros de mi cara.

-Eso es precisamente lo que voy a hacer…  Legim… bueno… Leo… Dime una cosa… ¿dices que soy real cierto? Que me amas… Yo… Yo también lo hago… más de lo que amaría a nadie. Por eso prometo volver dos veces más en mi vida como mínimo a este lugar…

Hice una leve pausa. Preocupada y asustada de que aún siguiese enfadado por lo dicho y lo que le decía ahora de corazón cayese en saco roto. Rezaba para que me entendiese, y pudiese ver reflejada la verdad en mis ojos… y vea que todo lo que le decía ahora se lo decía de corazón.

-Dos veces más como mínimo… -hice una leve pausa- La primera será el día que me case contigo… quiero que sea aquí… las nuevas vidas deben empezar en el mismo sitio para tener suerte… eso .. si tú me lo permites claro… -Suspiré algo nerviosa, mi mano acariciaba suavemente la mano de Legim temblando nerviosa y mi voz aunque decidida temblaba, ya no lloraba simplemente tenía muchos nervios.- Y si te lo preguntas…. SI … te … te estoy pidiendo que te cases conmigo…Por….Porfavor…  -Cerré los ojos y apreté la mano de Legimi con mi mano fuertemente para pasar los nervios.- ¿TE…. TE… TE GUSTARÍA SER EL ESPOSO DE ESTA GILIPOLLAS Y ASUSTADIZA ENAMORADA QUE ESTA LOCA POR TI? S….se….se que no soy la mejor mujer… o la más inteligente… que tengo un pronto raro… y rudo… y que… que… en ocasiones meto la pata como ahora… no se cocinar y tampoco soy muy buenas con las tareas del hogar… pero… pero…yo…yo… SIN TI NO SE VIVIR YA…. TE NECESITO… TE AMO MALDITA SEA… TE AMO… NO ME VEO CON OTRA PERSONA… NO ME VEO VIVIR SIN TI… TE AMO MALDITA SEA… TENGO MUCHOS DEFECTOS PERO ESPERO QUE SEPAS PERDONÁRMELOS Y TENERME PACIENCIA…PORQUE SI LO HACES PROMETO SER BUENA ESPOSA… pro….pro…prometo hacerte feliz siempre que pueda… cuidarte… amarte… respetarte…prometo estar a tu lado en las buenas y en las malas… y prometo morir a tu lado… pro…prometo ser buena esposa….-

Mi voz temblaba mientras hablaba pero estaba decidida. Se acabó el esconderse, se acabó la armadura, se acabó todo… nada merece la pena si no está él… Así que jugaría mi AS … si me rechazaba… bueno… si eso pasaba no merecía la pena seguir viviendo… tal vez lo mejor sería acabar en ese mismo barranco.

-Si me tienes paciencia…. Y decides darme un sí solo te pido una cosa, aparte de serme fiel y siempre estar conmigo. Como ya dije quiero venís aquí dos veces como mínimo…- Cogí aire y acaricié la mano de Legim con algo de miedo aún pero quería terminar antes de escuchar su respuesta.- Quiero atar cabos… Uno es formalizar mi relación contigo… quiero ser tuya y de nadie más de forma oficial… quiero casarme contigo aquí… en la isla shimotsuki… Y la segunda cosa … y lo único que te quiero pedir aparte de lo ya dicho si me aceptas… Es que vengamos aquí cuando tengamos nuestros hijos para que conozcan este lugar y explicarles todo… si tenemos uno pues vendremos una vez, si son dos pues 2 veces, si son 20 pues 20 veces…. QUIERO QUE SEAS EL PADRE DE MIS HIJOS… QUIERO QUE SEAS AL QUE LE DIGAN PAPÁ CUANDO ESTÉN EN MIS BRAZOS…QUIERO QUE SEAS TÚ….

Tras eso te solté la mano suavemente dejándote algo de espacio para dejarte decidir mirando el suelo apretando mi puño con todo el cuerpo tembloroso esperando tu respuesta.

-Sé que no soy la mejor mujer del mundo y sé que tengo muchos e incontables defectos… pero he aquí mi promesa… a ti… a mi… y a la Villa…-tragué saliva- Si vuelvo… será para casarme contigo y para presentarle a esta hermosa tierra a nuestros hijos… si vuelvo… será con un compromiso eterno contigo… Si vuelvo… será porque ya no tengo miedo a que me traicionen… si vuelvo… será contigo… Prometo luchar… prometo ser fuerte… y sobretodo prometo ser feliz…pero eso último  solo puede ser a tu lado Leo … solo a tu lado… …
Dejé de mirar al suelo para mirarte esperando una respuesta… el cuerpo completo me temblaba

-¿Qué me dices? ¿Serias capaz de perdonar y amar a esta estúpida? ¿Serías capaz de aguantar durante el resto de tu vida a esta mujer con trastornos emocióneles?.... ¿serias capaz?

En la cima del acantilado una idea surgía a mi cabeza con mucha fuerza, tirarme por él, ser recogido por Simurgh y acabar saliendo de esa isla juntos, alejándonos de Kanae. Era imperdonable en este momento todo lo que había dicho en cuestión de minutos, en mi cabeza no terminaba de asimilarse la idea de que hace nada estábamos juntos, a punto de irnos, felices tras unos meses maravillosos juntos, y ahora, de la nada saltase así... era muy extraño, y no podía pensar bien con esta situación... necesitaba alejarme y pensar en frío. Así que finalmente, decidí hacer lo que mi cuerpo me pedía, alejarme de allí y pensarlo todo con calma y la mente en frío.

Sin embargo, algo me detuvo. Su brazo rodeó mi cintura y me pegó a ella fuerte mientras me empezaba a pedir perdón llamándose a si misma estúpida.Noté como el brazo me apretaba suavemente, algo torpe, pero no importaba ya que todo estaba claro en ese momento, su intención y sus sentimientos eran trasmitidos a través de ese brazo que lograba a duras penas hacer un abrazo que me rodease.

No me pronuncié, era muy confuso todo ese cambio de actitud que había sucedido en los últimos minutos, no iba a dejar pasar lo anterior con solo un abrazo, aunque reconozco que me había calmado bastante y aliviado, era como ver un pequeño destello en una habitación oscura, un destello de esperanza. Supongo que por ello, por mi silencio, ella comenzó a hablar de nuevo, pero noté en su voz un tono torpe, supongo que por lágrimas. Suposición que fue acertada según pude oírla a medida que iba hablando, no pensaba pronunciarme hasta que finalizase, no quería cortarla, era bien sabido que se saca más información dejando hablar que hablando al fin y al cabo.

Y pasado un rato, donde no dije nada y solo la miraba fijamente a sus ojos, suspiré dejando escapar una gran cantidad de tensión de esta forma. Ahora me encontraba frente a ella, ya que había agarrado mi cara hasta ponerme frente a ella, cara a cara.

Sin decir nada caminé hacia el centro del lugar pasando por su lado, con los ojos cerrados, contando cada paso que daba y repasando mis pensamientos en la mente para no despistarme ni lo más mínimo.

Una vez ya llegué, me giré hacia ella con gesto serio y brazos cruzados. Mi mirada parecía capaz de matar, y en mi cabeza había un continuo diluvio de pensamientos de toda clase y todo tipo, mientras tanto, mi pelo y mis ropas eran movidos con el viento, al igual que la cinta que había en mi cabeza.


En aquel momento, un músico se acercó al lugar, aunque lo suficientemente alejado de nosotros como para no escuchar lo que decíamos, solo estaba sentado, y empezando a tocar una canción.


El ambiente era tenso y frío como el mismísimo hielo, y las hojas de los árboles, impulsadas por el viento, comenzaban a moverse, a tambalearse, y finalmente llegaron a caer muriendo en una extraña y bella danza circular. La brisa del viento era fresca, o más bien, fría, y mi piel se había puesto de gallina a causa de esto sin que mostrase señal alguna de que me importase o algo similar. El silencio que hasta el momento era desgarrador se vio roto por el estruendo de las olas movidas por el viento, chocando así contra las rocas, y dejando que algunas gotas llegaran a caer sobre mi rostro inmutable hasta tal punto en el que parecía que lloraba debido al recorrer de las gotas sobre el mismo sendero que recorren las lágrimas al caer en el suelo como si trataran de escapar de un alma en pena eligiendo morir ya en un impacto duro y seco contra el suelo frío.

Lentamente avancé dando un primer paso, y luego el segundo, y así fui avanzando con los siguientes pasos que daba. Notaba el suelo firme, aunque algo blando, pero poco importaba, ya que no iba a frenar mi avance hacia ella, un avance que gradualmente iba aumentando hasta legar a escasos 15 metros, lugar donde desenvainé la katana Ökami y lancé a través de esta una onda devastadora de un color rojo carmesí.

La onda estaba lanzada en dirección a Kanae Takamire, rugiendo por todo el camino que recorría en cuestión de milésimas de segundos, mientras que en mi rostro no se podía leer expresión alguna, ni de felicidad, ni de tristeza, ni de enojo, ni de celebración, sencillamente, ninguna expresión se podía leer en mi rostro.

Tras lanzar la onda desenvainé a Kösen con la mano izquierda y puse a ambas en forma de cruz frente a mi defendiéndome de cualquier contraataque sin decir aún palabra alguna.

Tras declararme Legim no dijo nada… solo se soltó de mí. Su gesto era frío y rudo. ¿Aún seguía enfadado? En parte no me extraña, no debió gustarle lo más mínimo. Él suspiro como queriendo dejar escapar todo lo que no podía decir.

Tras eso se movió al centro de del lugar donde estábamos pasando junto a mí con los ojos cerrados, tras llegar al centro se quedó pensativo unos segundo y luego se giró con los brazos cruzados mirándome con una mirada asesina. Mi corazón latía con fuerza y de mis ojos empezaron a brotar algunas lágrimas retenidas. Mi única mano se dirigió a mi pecho y agarró mi ropa como queriendo arrancarme el corazón.

En aquel momento, un músico se acercó al lugar, aunque lo suficientemente alejado de nosotros como para no escuchar lo que decíamos, solo estaba sentado, y empezando a tocar una canción. Legim se veía tan seco y frío, sin señales de que le importase nada. El silencia me desgarraba el alma y me la partía en dos… tanto silencio no me gustaba. Me hacía pensar que me daría una respuesta que no quería oír.Las olas chocaban con las rocas del acantilado callando unas pequeñas gotas en nosotros. Por suerte eso camuflaba mis verdaderas lagrimas las cuales intentaba ocultar todo lo que podía.

Por fin esa situación fue rota, Legim avanzaba hacia mí a paso lento y decidido sin cambiar esa mirada. Yo no cambié mi posición, cuando estaba a unos 15 metros de mi acercó la mano a su katana la cual desenvainó y uso para lanzar una onda carmesí hacia mí. No pude moverme, vi como lanzó la onda a cámara lenta y su mirada fría… La onda avanzaba hacia mí como si fuese muchísimo más lenta, mi mente me hablaba. -¿Por qué?...¿Tanto le molesto?...¿Es que no me amaba realmente?...- en mi mente vi  cuando hace años otro hombre importante para mí me hizo lo mismo cortándome un brazo. Mi mente y mi cuerpo tenían una disputa interna.

La onda estaba a punto de darme cuando me eché a un lado, la onda no me dio, al menos no de lleno… solo me rozó el costado. Haciéndome un corte bastante profundo pero nada que no pudiese arreglarse con cuidados médicos. Caí al suelo, en él me tomé mi tiempo para alzar la cabeza de entre mi brazo… Estaba llorando y no quería que él lo viese. Otra vez… me había pasado otra vez…la persona a la que amaba me traicionaba otra vez… pero esta vez era distinto… A Legim no solo le amaba… él estaba en un nivel superior… sin él ya no tenía sentido la vida… Por lo que quedándome en esa posición me limpié las lágrimas y le miré con una sonrisa y con ternura. Sentí como mi corazón se rompía en miles de trozos y la vida se me escapaba en cada aliento...Pero en ese momento no podía reprocharle nada... le amaba demasiado... solo me preocupaba él...solo él.

-Entiendo… - dije dedicándole una hermosa sonrisa tristona, una sonrisa que bien recordaba a la que le dediqué hace años el día de la boda carmesí cuando sabía que iba a matarme. Como en aquel entonces le sonreía y le di las gracias. – Gracias…. Gracias por este tiempo… tu… tu procura ser feliz sí… - Decía mientras desataba mi katana del cinto y se la lanzaba a los pies a Legim- Si no es a tu lado la vida ya no tiene sentido… así que… ¿Qué mejor final que este si no quieres estar junto a mí?... Mi vida es tuya… Te pertenece desde que me besaste por primera vez o antes… Te amo… Y como tal solo quiero que tú seas feliz… No voy a defenderme…- dije poniéndome de rodillas con la cabeza agachada y desarmada- Tampoco usaré mi akuma….  Haz lo que debas hacer… Tu solo procura ser feliz… y … encuentra a alguien que te haga feliz y te ame, más y mejor de lo que lo hago yo….Solo prométeme que serás feliz… no importa como… pero selo… para mi tu eres más importante que mi propia vida…. Para mi u eres lo único que importa….

Te miré sonriendo con una lágrima recorriendo mi rostro esperando lo que yo creo que será mi final. Con esa sonrisa amorosa le dije en un tono tierno y lleno de amor. –TE AMO….- Tras eso agache la cabeza de nuevo y cerré los ojos sin perder la sonrisa, repitiendo:

Kanae apenas pudo esquivar mi ataque, ya que lo recibió en el costado mientras se echaba a un lado. ¿Acaso no podía hacerlo mejor?

Ella estaba visiblemente afectada por toda esta situación, y sangraba de una manera peligrosa, debía de hacer algo pronto o le pasaría factura. Sin embargo, antes de que pudiese hacer nada, ella empezó a hablarme con cierto temblor en la voz, y cerrando los ojos con la cabeza gacha mientras me repetía una y otra vez que me amaba.

Sabía que desde su posición no podía ver mi rostro, así que me permití sonreír un poco mientras levantaba mi mano y una capa de alcohol iba saliendo de esta, recubriendo el suelo en un gran charco que avanzaba hacia Kanae, hasta el punto en el que la fue rodeando en alcohol a excepción de la cabeza y la levantaba  cerca de metro y medio de altura.

Sin decir nada moví el alcohol para frenar su sangrado y limpiar la herida dejando que sufriera por ello un fuerte escozor. Era un precio justo que pagar por sanar tus heridas.
- Vaya... esperaba más de mi futura mujer ¿Sabes?

Sin decir más alcé la mano izquierda pegándola a su costado, en su corte, y dejé que Simurgh curase la herida de Kanae a través de mi mano, cicatrizándola lentamente. Mientras, continué hablando con una sonrisa en mi rostro.
- Me pongo serio en una práctica antes de partir y responderte y me sales así... ¿Al final tendré que cuidar de una esposa débil?- Dije para provocarla al mismo tiempo que era la segunda vez que respondía a su propuesta de matrimonio.-Yo te tenía como una señorita de notoria fuerza y habilidad, ¿Eh? ... En fin, supongo que no me desagrada la idea de cuidar de mi pequeño tesoro.

Dicho esto la dejé en el suelo de nuevo y me di la vuelta mirando al acantilado con una leve sonrisa en el rostro y mirando al horizonte.
- ¿Y qué? ¿Por dónde te gustaría que empezaremos la aventura de nuevo mi tierna y joven esposa?... Ah, y debes de practicar, cuento contigo para que me cubras las espaldas ¿Sabes?

Me giré hacia ella con una sonrisa algo traviesa y le guiñé un ojo.

- ¿Creías que iba a matarte? No seas ridícula, te prometí hace mucho tiempo que te protegería, no iba a romper esa promesa tan fácilmente... deberías de confiar más en mi

Legim me rodeó en alcohol haciendo que mi herida escociese enormemente, lo cierto es que aún no sabía muy bien lo que sucedía cuando le oí contestarme.

- Vaya... esperaba más de mi futura mujer ¿Sabes?

Mi rostro cambió de repente todos los trocitos de mi alma se juntaron dentro de mí  de mi rostro brotaban lágrimas pero esta vez de felicidad, mientras me removía con una gran sonrisa dentro de la bola del alcohol de Legim. El escozor ya no me importaba de hecho ya ni me dolía, solo pensaba en abrazarlo y besarle.

- Me pongo serio en una práctica antes de partir y responderte y me sales así... ¿Al final tendré que cuidar de una esposa débil?- Dijo haciéndome enfadar un poco por lo que le miré sonriendo pero con cara de enfado-Yo te tenía como una señorita de notoria fuerza y habilidad, ¿Eh? ... En fin, supongo que no me desagrada la idea de cuidar de mi pequeño tesoro.

Me dijo acercándose a mí y poniéndome su mano en mi herida para curarla con su brazalete.

- ¿Y qué? ¿Por dónde te gustaría que empezaremos la aventura de nuevo mi tierna y joven esposa?... Ah, y debes de practicar, cuento contigo para que me cubras las espaldas ¿Sabes?

Tras eso me bajó al suelo y se dio la vuelta con cara picara y sonriendo. No me lo podía creer pero había aceptado… no me lo podía creer a aceptado. No tenía palabras para expresar mi felicidad creo que se me notaba en la cara.

- ¿Creías que iba a matarte? No seas ridícula, te prometí hace mucho tiempo que te protegería, no iba a romper esa promesa tan fácilmente... deberías de confiar más en mí- Me dijo en tono burlón.

Estaba feliz pero quería tomarme un poco de venganza por lo que puse voz tímida y seria al mismo tiempo pero también dulce…

-No quería decirte esto pero me has hecho tan feliz con lo del matrimonio que quería decirte que… estoy embarazada….

Esperé unos segundos a que se le descompusiese la cara un poco, cuando estaba a punto de hablarme no pude aguantar la risa y empecé a reír- es broma, es broma, eso es por lo de antes – Dije riendo feliz cuando me tiré a sus brazo apoyando mi cabeza en su pecho para que él apoyase su barbilla en mi cabeza y me siguiese el abrazo.

Era impresionante como Kanae se dejaba matar lentamente en mis manos, sin ser capaz de levantarse para defenderse, interponiendo su vida propia a un egoísta deseo mío de quitarle la vida por un simple cabreo, sin embargo, por suerte para ella y para mí mismo, todo eso no era más que un teatro, y desvelé el secreto poco a poco atendiendo a cuáles serían sus reacciones.

Estas me sorprendieron bastante, al mismo tiempo que me llenaba de felicidad e ilusión, verla contenta, con lágrimas de felicidad recorriendo su rostro, y su hermosa sonrisa hacía que algo dentro de mi corazón se agrandase queriendo salir de mi pecho y sin dejar de saltar. Me divertía a lo grande verla así, sin palabras, feliz y llena de ilusión, pero mi carácter era algo complejo, por lo que me encantaba seguir picándola. Pero olvidaba un factor importante, ella es Kanae Takamire, y siempre tiene un as en la manga.
- No quería decirte esto pero me has hecho tan feliz con lo del matrimonio que quería decirte que… estoy embarazada….

Esas palabras sonaron en mi cabeza como un martillo que golpea una campana en una catedral abandonada dentro de una ciudad fantasma, todo retumbaba en mi cabeza, en mi cuerpo, y lo cierto es que me senté tratando de asimilar la noticia.
- Pa…. ¿Padre?

¿Cómo iba yo a ser Padre?... era un irresponsable, no valía para cuidar a penas de mi mismo, siempre pensaba en la aventura y la diversión, pensar en cuidar a un hijo era algo que tenía pensado hacer, pero no aún, cuando me retirase, y enseñarle, educarle, jugar con él, y en definitiva… darle el padre que yo jamás tuve…

Había vivido toda una vida sin saber apenas nada de mi padre, solo supe de él mediante otras personas, cartas frías y que me ordenaban que hacer, y solo le había visto en un par de ocasiones… no era mal tipo, al fin y al cabo… aún trabajo para él, pero no era buen padre, y no quería repetir eso con mi pequeño hijo, al cual llamaría sin dudar Miguel, librarle de este apellido y nombre, Legan Legim, que comparten su padre y su abuelo… ¿Y cómo sería él como abuelo? Haría algo esta vez o se limitaría a mandarle ordenes a través de mi cuando creciese… estaba demasiado obsesionado como para preocuparse de su familia, siempre intentando seguir sus planes contra el gobierno, hasta el punto de cegarse…
- Ka…. Kanae… yo… no me lo esperaba… pero… quiero tenerlo… - Dije aún con la mirada perdida y voz temblorosa- Será un gran hombre ¿No? Jejeje

En ese instante, ella dijo unas palabras que me aliviaron al mismo tiempo que me hicieron odiarla profundamente… “Es broma, es broma, eso es por lo de antes” … Y tras eso, se tiró hacia mi abrazándome como si nada muy feliz… Como si nada…
- … un, dos, tres… cuatro, cinco, seis… yo me calmaré, y todo lo veréis….- Dije en un susurro leve apretando los puños y mordiéndome la lengua.- Te odio. No vuelvas a repetir esa broma anda…

Tras esto acaricié su cabeza dejando escapar un leve suspiro y la besé tiernamente. Pasados unos minutos me separé mirando al horizonte.
- Bien… tenemos que partir ya, así que dime, ¿Estás lista? ¿Cuál es tu ambición? En estos mares hay que sobrevivir impulsado por tu propia determinación muchas veces… pero por el amor de Dios, no bases ningún sueño en otra persona, pues si esa persona falla, muere, o lo que sea, se caerá tu sueño… así que piénsalo bien… ¿Cuál será tu meta?- Dije en tono serio contemplando las olas del mar impulsadas por el viento con una sonrisa de lado bastante chulesca.

- … un, dos, tres… cuatro, cinco, seis… yo me calmaré, y todo lo veréis….- Dijo  en un susurro leve apretando los puños y mordiéndose la lengua.- Te odio. No vuelvas a repetir esa broma anda…

Le sonreí levemente y con una sonrisa suave le dije con cariño.- Mi amor… Te la debía por la de antes .

Tras eso paré de hablar pues escuché que me hablaba él de nuevo.

- Bien… tenemos que partir ya, así que dime, ¿Estás lista? ¿Cuál es tu ambición? En estos mares hay que sobrevivir impulsado por tu propia determinación muchas veces… pero por el amor de Dios, no bases ningún sueño en otra persona, pues si esa persona falla, muere, o lo que sea, se caerá tu sueño… así que piénsalo bien… ¿Cuál será tu meta?-

-¿Mi meta?- Pregunté pensativa. – pues no tengo ninguna concreta ahora mismo. Por un lado me gustaría casarme… ya lo dije… y volver aquí y por otras… no ahora… pero más adelante tener hijos contigo. Ya me has dicho que quieres tenerlo, así que te tomé la palabra.- Dije algo alegre- Por otro lado, me gustaría viajar. Y mi objetivo supongo que seguiría siendo encontrar a mi tío. Y recuperar el título de la familia Takamire… hacerle pagar… Supongo…. Me gustaría recorrer el mundo… y … no se… de momento eso es todo creo .

Dije con una hermosa sonrisa. Tras eso me acerqué al acantilado mirando como las olas chocaban contra la pared del dividiéndose en miles de diminutos gotas saladas humidificaban el ambiente, dando un leve olor a sal. Aspiré lentamente ese aroma limpio y hermoso con algo de añoranza. Al fin y al cabo es el sitio donde he vivido durante años. Tras eso me giré lentamente para mirar a Legim y sonreirle de forma amorosa.

-Me gustaría hacer una visita a unos amigos si te parece bien... Aunque... - Dije riendo- Puede que nos detengan

Tras eso sonreí y caminé un poco por el camino en dirección a la villa parando tras dar unos 10 pasos.- Adoro este paisaje.... Bueno podemos decidir mientras caminamos ¿no?

Dije caminando por ese camino a paso lento para que te pongas a mi altura mientras camino. Admirando la hierba alta y el camino además de la villa a lo lejos. Bastante contenta, al fin y al cabo tenía algo que celebrar.

- Oye ¿que te parece si vamos a comer antes de acercarnos a la base de la armada real?- Dije mirándole con una sonrisa sin dejar de andar.

Tras las bromas comenzó a llover intensamente al tiempo que se cubría el cielo de nubarrones negros, e igualmente comenzó la que sería seguramente nuestra última conversación seria antes de partir a la aventura una vez más. Por unos segundos me dediqué a cerrar los ojos y sentir en mi interior el aire fresco que movían las olas chocando entre ellas y todo lo que se encontrasen en su camino casi al mismo ritmo que mi corazón latía dentro de mi pecho ya bastante magullado por las heridas de la vida.

Kanae me explicó sus sueños y sus metas, antes las cuales me callé, limitándome a sonreír nada más, apreciando la tonalidad de su voz, grabándome sus palabras a fuego en mi cabeza y pensando al mismo tiempo en mis propios sueños. Los suyos, eran unos sueños posibles, unos sencillos dentro de lo que caben si se les compara con los míos... quién sabe... quizás por eso mismo, ella esté más cerca de la felicidad que yo mismo.

Repasé mi vida en unos instantes, recordando varios camaradas que había tenido, a personas que por unas situaciones u otras acabaron ayudándome, pasaban por mi cabeza aquellas sonrisas que había causado por mi aparición, por mi actuación, por mi simple presencia, o por sacrificar mi propia vida para salvar las suyas... pero no todas las imágenes eran dignas de un salvador, pues también pasaron por mi cabeza aquellos cadáveres de inocentes que fui dejando por doquier, algunos quemados, otros ahogados en alcohol, y algunos, cortados por la mitad... sinceramente, merecía morir, no merecía una vida agradable, y menos aún vivir en un supuesto cielo que existía tras la muerte para los más buenos... a decir verdad, yo acabaría abajo, en el infierno... daba igual que hubiese salvado vidas, pues más vidas quité en su momento... y lo peor, es que lo disfruté, no era siquiera sin querer...

Kanae al poco continuó hablando sobre comer cerca de una base armamentística del reino, al parecer tenía allí viejos amigos a los que les gustaría ver. Era una idea loca a decir verdad, es como presentarse amistosamente frente a un cuartel de la marina proponiendo irse a unas cañas con ellos... todo un suicidio. Sin embargo, mi cabeza estaba en otra cosa.

- ¿Sabes?... en algunos sitios, me deben de desear la muerte... y no hablo de la marina, de alguna organización, ni si quiera de guerreros... hablo de ciudadanos... de personas inocentes... - Dije emitiendo un ligero suspiro- Maté a padres de familias... mujeres... niños... y puede que hasta animales... Iré al infierno... y si a lo mejor me quedan... no se, 40 años de vida siendo optimistas... van a ser los únicos años que me quedan con libertad de poder elegir si disfrutar, o sufrir, o al menos, de poder hacer algo por ello... después... hay dos posibles caminos... la nada, la muerte eterna, que no haya nada detrás y no sentir, pensar, ni vivir de ninguna de las maneras... la otra, es el infierno... donde estaré con personas dignas de estar allí... como yo... algunas podrían haber matado menos que yo, otros matar a más que yo, pero al fin y al cabo, seriamos iguales... asesinos sin escrúpulos condenados a las llamas por toda la eternidad...

Comencé a caminar al borde del precipicio con una ligera sonrisa manteniendo la mirada en el horizonte.
- Puede que resbale y muera ahora mismo... puede que vayamos con tus amigos y me maten... puede que en un mes un cazador o un shichibukai corte mi cabeza... o puede que muera de cualquier enfermedad en un año... incluso puede que muera de viejo dentro de 40 años... no lo se... pero si se que maté a muchísimos inocentes, y que en algún lugar, más de una persona está deseando cobrarse venganza por ello... bien con sus propias manos, o con las de algún cazador... como es evidente, lucharé, pero alguno terminará por matarme algún día... y será doloroso...y al mismo tiempo... un alivio ¿No crees? Dejaría de sufrir pesadillas donde los muertos se aparecen jurando que iré con ellos y se cobrarán venganza... donde niños y niñas lloran desgarrándose sus gargantas... si mis pesadillas son así... ¿Cómo será el infierno?... jé... si muero al menos tengo un 50% de probabilidad de que no sea peor que mis pesadillas ¿No crees? Seguro que seré bien recibido jajajajaja

Giré la cabeza mirando a Kanae con una sonrisa amable y hasta dulce.
- ¿Sabes cuál es mi sueño? Luchar, luchar, luchar hasta morir, y crear en esta tierra una leyenda alrededor de mi nombre, que en cada esquina se conozca mi nombre cuando pasen 1.000 años, que los niños jueguen a ser el capitán Legan Legim, que los viejos narren historias de mis hazañas, y que desde luego, mi muerte sea lo más épica posible en este mundo... ¿Conoces la historia de Gol.D.Roger? Él aún es recordado... y han pasado ya más de 100 años... puede que 200 años... Quiero ser mejor que él, me da igual si hacerlo como una persona buena y ser un héroe de la historia con un pasado oscuro, o ser un terrible monstruo que acudirá a las camas de los niños si no se acuestan pronto porque él mató al monstruo del saco... un monstruo que actuaba egoistamente, cosa que a veces creaba desgracias o salvaba vidas... pero bajo ningún concepto quiero ser olvidado... no temo a la muerte Kanae, temo al olvido de la  humanidad, temo que se reconozca más a mi padre en la historia y que digan "Creo que tuvo un hijo que se hizo pirata" ... Es por ello que mi sueño es ser el hombre mas libre del mundo, de la historia... hacerme con el One Piece, matar a los más fuertes, y morir al final de mi vida, ejecutado, o a manos de un hombre digno de sucederme en la vida...

Me di la vuelta mirando hacia el mar alzando los brazos y grité sin pensármelo un segundo.
- ¡¡¡¡QUIERO SER EL REY DE LOS PIRATAS MÁS GRANDE QUE JAMÁS EXISTIÓ NI EXISTIRÁ!!!! - Exclamé con una amplia sonrisa y una larga risa después.- Y cuando muera a manos de algún bastardo, ir al infierno y una vez allí... ¡Matar al mismísimo diablo, y convertirme en el rey de los demonios!

Lancé una mirada de reojo a Kanae y sonreí.
-Ni de coña vamos a ir a ese sitio, no quiero morir aún pequeña... preparate, estamos a punto de coger el próximo vuelo rumbo a nuestros sueños.

Legim se quedó callado unos segundos antes de contestarme.

- ¿Sabes?... en algunos sitios, me deben de desear la muerte... y no hablo de la marina, de alguna organización, ni si quiera de guerreros... hablo de ciudadanos... de personas inocentes... - Dije emitiendo un ligero suspiro- Maté a padres de familias... mujeres... niños... y puede que hasta animales... Iré al infierno... y si a lo mejor me quedan... no se, 40 años de vida siendo optimistas... van a ser los únicos años que me quedan con libertad de poder elegir si disfrutar, o sufrir, o al menos, de poder hacer algo por ello... después... hay dos posibles caminos... la nada, la muerte eterna, que no haya nada detrás y no sentir, pensar, ni vivir de ninguna de las maneras... la otra, es el infierno... donde estaré con personas dignas de estar allí... como yo... algunas podrían haber matado menos que yo, otros matar a más que yo, pero al fin y al cabo, seriamos iguales... asesinos sin escrúpulos condenados a las llamas por toda la eternidad...

Comenzó a caminar al borde del precipicio con una ligera sonrisa manteniendo la mirada en el horizonte.

- Puede que resbale y muera ahora mismo... puede que vayamos con tus amigos y me maten... puede que en un mes un cazador o un shichibukai corte mi cabeza... o puede que muera de cualquier enfermedad en un año... incluso puede que muera de viejo dentro de 40 años... no lo se... pero si se que maté a muchísimos inocentes, y que en algún lugar, más de una persona está deseando cobrarse venganza por ello... bien con sus propias manos, o con las de algún cazador... como es evidente, lucharé, pero alguno terminará por matarme algún día... y será doloroso...y al mismo tiempo... un alivio ¿No crees? Dejaría de sufrir pesadillas donde los muertos se aparecen jurando que iré con ellos y se cobrarán venganza... donde niños y niñas lloran desgarrándose sus gargantas... si mis pesadillas son así... ¿Cómo será el infierno?... jé... si muero al menos tengo un 50% de probabilidad de que no sea peor que mis pesadillas ¿No crees? Seguro que seré bien recibido jajajajaja

Lo cierto es que lo que me decía me estaba provocando mucho dolor… me estaba empezando a sentir mal sin duda no me gustaba imaginarle muerto. Además yo quería vivir… vivir junto a él… no quería que él se sintiese así , quería que fuese feliz a mi lado…  Él me giró la cabeza mirandome con una sonrisa amable y hasta dulce.

- ¿Sabes cuál es mi sueño? Luchar, luchar, luchar hasta morir, y crear en esta tierra una leyenda alrededor de mi nombre, que en cada esquina se conozca mi nombre cuando pasen 1.000 años, que los niños jueguen a ser el capitán Legan Legim, que los viejos narren historias de mis hazañas, y que desde luego, mi muerte sea lo más épica posible en este mundo... ¿Conoces la historia de Gol.D.Roger? Él aún es recordado... y han pasado ya más de 100 años... puede que 200 años... Quiero ser mejor que él, me da igual si hacerlo como una persona buena y ser un héroe de la historia con un pasado oscuro, o ser un terrible monstruo que acudirá a las camas de los niños si no se acuestan pronto porque él mató al monstruo del saco... un monstruo que actuaba egoistamente, cosa que a veces creaba desgracias o salvaba vidas... pero bajo ningún concepto quiero ser olvidado... no temo a la muerte Kanae, temo al olvido de la  humanidad, temo que se reconozca más a mi padre en la historia y que digan "Creo que tuvo un hijo que se hizo pirata" ... Es por ello que mi sueño es ser el hombre más libre del mundo, de la historia... hacerme con el One Piece, matar a los más fuertes, y morir al final de mi vida, ejecutado, o a manos de un hombre digno de sucederme en la vida...


Sin duda seguía doliéndome lo que decía… de hecho me dolió enormemente mientras conversaba. Y seguramente jamás dejarían de dolerme esas palabras… Cuando amas a una persona esas cosas te duelen. Pero permanecí callada, escuchando sin decir nada, intentando no reflejar el dolor que me estaba produciendo todo lo que salía de su boca. “Aunque se estaba abriendo a mi… Y nunca lo había hecho a nadie más.” En cierto modo ese pensamiento me alivió enormemente. Debo ser muy importante para él para ser la única persona a la que se ha abierto de esta forma... Y eso me hace feliz… Además, algo hay claro. Si él va al infierno... iré tras él para protegerle.

Él se dio la vuelta mirando hacia el mar alzando los brazos gritó.

- ¡¡¡¡QUIERO SER EL REY DE LOS PIRATAS MÁS GRANDE QUE JAMÁS EXISTIÓ NI EXISTIRÁ!!!! - Exclamó con una amplia sonrisa y una larga risa después.- Y cuando muera a manos de algún bastardo, ir al infierno y una vez allí... ¡Matar al mismísimo diablo, y convertirme en el rey de los demonios!

Tras eso me lanzó una mirada de reojo y sonrió diciéndome:

-Ni de coña vamos a ir a ese sitio, no quiero morir aún pequeña... prepárate, estamos a punto de coger el próximo vuelo rumbo a nuestros sueños.


No pude evitar reír un poco, al principio de forma un poco disimulada aunque de seguro él se estaba dando cuenta pues me miraba extraño. Poco a poco no pude aguantarme y fui aumentando la intensidad de la risa hasta reír a carcajadas mientras él me miraba. No sin bien todo lo que me había dicho me provocaba tristeza y dolor me hizo mucha gracia entender que ESE era su sueño… o porque fuese ridículo. Si no porque es tan válido como el mío. Y entendí que si conseguía su sueño junto a él, él no tendría motivos para no ser feliz a mi lado…


Le hice un gesto con la mano para indicarle que no tenía nada que ver con lo que él había dicho que no tenía nada malo en contra de su sueño. Tras reír un poco y dejar escapar de esa forma mi lado nervioso y dolorido por sus palabras le miré secándome las lágrimas de mis ojos provocadas por el dolor de sus palabras y la risa mezclados. Y con una sonrisa avancé hacia el precipicio y hacia él, y suavemente le agarré la mano, tras esto le miré manteniendo la sonrisa y con dulzura comencé a hablar.



-¿Sabes? En mi país se cuenta una historia de la época samurái… En ella un hombre intentaba conquistar el mundo e implantar un nuevo orden mundial donde su país fuese el más fuerte militarmente hablando. El protagonista intentaba mantener la paz en el mundo y permanecer con el orden político actual del país. Ninguno era malo. Solo tenían varias formas de ver el mundo. El que intentaba instaurar un nuevo orden mundial solo quería dotarle de más poder y más fuerza al país para que otros países no lo destruyesen. Y el otro intentaba que todo se hiciese de la forma diplomática y mantener la paz en el país sin tantas guerras ni muertes. Pero para eso uno de los dos debería morir… Mejor que muera un hombre a que mueran cientos… Justificaba el que estaba en contra de cambiar las políticas del país.

Hice una leve pausa y luego miré al cielo acercándome un poco más al borde del precipicio…

-El hombre que intentó restaurar el orden del país y el mundo se llamaba shishio… Pero no estaba solo… Estaba junto con su amada Yumi… él estaba quemado de pies a cabeza y Yumi cuidaba constantemente de él y de sus quemaduras. Ella fue la única persona en la que Shishio realmente confiaba. El combate entre Shihio y el otro hombre comenzó. Al principio parecía que Shishio ganaba, luego que perdía, luego que ganaba… así hasta que el cuerpo de Shishio cayó exhausto… El otro hombre iba a rematar a Shishio cuando… - Hice una leve pausa para crear expectación y dejar que Legim me hiciese un gento o dijese algo que me hiciese continuar.- Yumi se metió por medio… evitando la ejecución de Shihio, ella lloraba… solo quería hacer feliz a Shishio cuidar de él y serle útil pues no era la más fuerte de grupo. “Solo quería serte útil, sé que no soy la más fuerte, solo puedo cuidar de tus heridas y aliviarte sexualmente en ocasiones…” decía ella llorando. El otro hombre miraba a Yumi algo perplejo cuando una espada se clavó en el estómago del hombre… No sin antes atravesar el corazón de Yumi… Shishio usó la distracción de Yumi para herir mortalmente a su oponente. Aunque eso significase la muerte de su amada… Sin embargo Yumi no tenía cara de odio, de dolor, o de angustia al desplomarse en el suelo al morir… No… Tenía una hermosa y bella sonrisa mientras cerraba los ojos y decía en palabras casi inentendibles “al fin pude serte de ayuda”. Finalmente cuando Shishio encontró su propia muerte. Él y ella se reunieron en el infierno tan enamoradas como cuando estaban vivos…


Cerré los ojos mirando al cielo pero con los ojos cerrados dejando que las gotas del mar cayesen en mi cuerpo y mi rostro. Y apretando la mano de Legim de forma firme pero con mucho amor y ternura, le dije con un tono amoroso.


- Puede que resbale y muera ahora mismo... puede que muera en una misión… puede que en un mes un cazador o un shichibukai corte mi cabeza... o puede que muera de cualquier enfermedad en un año... incluso puede que muera de vieja dentro de 40 años, que deje de hacer rejuvenecer mis células y morir... no lo sé...- dije repitiendo las anteriores palabras de Legim-  Pero si se una cosa… Quiero estar a tu lado… Quiero casarme contigo y tener hijos contigo en un futuro.  No me importa morir si es a tu lado… No me importa desperdiciar mi vida si es junto a ti… Ni siquiera me importa si es tu propia espada la que atraviese mi pecho si con eso consigo serte de ayuda… Estaré junto a ti… te seguiré al mismo inferno y una vez allí. JUNTOS…conquistaremos el infierno. Si tú serás el rey de los piratas, yo seré tu reina, si tú serás el rey de los demonios yo seré tu diablesa… No me importa la fama ni el renombre. Solo me importas tú… Así que recuerda algo…SIEMPRE estaré junto a ti…

Dije terminando lo que debía decir mirándole a los ojos dejándome hacer con el cuerpo para que él me agarrase sin problemas.

Terminé de escuchar sus palabras, una a una, y solté un leve respiro tras estas. Parecía no comprender que no quería eso, que quería que estuviese a mi lado, pero no que dependiese de mi hasta esos extremos, aunque bueno, ya estaba visto y comprobado que era misión imposible.

Sin mediar palabra la miré sonriente y lancé mi brazalete al aire. Este comenzó a brillar hasta un punto donde era difícil seguir mirándolo, y en un instante ahí apareció Simurgh frente a mi, sonriendo.
- Buenos días capitán.- Dijo el noble ave.

Una simple mirada sirvió para que entendiese todo y se colocase cerca del precipicio que había bajo nuestros pies. Sonriente, miré al horizonte y tras un leve suspiro con la mano sujeta a Kanae, le indiqué que saltase y saltamos juntos para ponernos sobre el gran ave, el cual sin perder tiempo tomó vuelo y se marchó hacia el sur, el camino que le había trasmitido que debía de tomar, en aproximadamente unas horas llegaríamos allí.


- Es la hora de comenzar mi última estocada a mi era... dejar todo preparado para desaparecer de este mundo, y dejar todo listo para nuestros sucesores... Es la hora, de la nueva generación... - Dije en un leve susurro con una sonrisa fija en el sol.