[Moderado] Presión y agobio en Ohara. Corporación X-2. [Crimson-Kasan]

Ohara... oh dulce pueblo lleno de jovencitas intelectuales que tanto se le resistían... pero una vez caían presas de su encanto eran las que más se entregaban... juventud, dulce juventud. Sin embargo esta vez no se hallaba en ese lugar por ese motivo, por dificil que resulte creer. En esta ocasión le traía algo mucho más ambicioso y con una proyección de futuro. Esos años de andaduras por el mar le habían hecho madurar y en parte quería dejar atrás esa faceta suya de niñato arrogante, aunque nunca se puede perder la esencia del todo, y mirar hacia nuevos caminos. Conocía a multitud de personas en todos los bandos y ya había estado en dos. En un principio como un loco cazador de piratas, demasiado temerario para ser alguien sin apenas experiencia... fue una buena etapa, pero lo suyo no era ser el perseguidor, ansiaba libertad y la consiguió. Pasó a formar parte de los piratas. en la que llegó incluso a formar una banda, Sons of Anarchy, pero acabo poniendo en su lugar y sustituyéndole a su segundo al mando, Zarlet, como capitán.

Ahora vagaba por libre con cicatrices en varias partes de su cuerpo debidas a varios enfrentamientos que tuvo a lo largo de todo su trayecto, sobretodo tras la batalla contra quimera Karl que fue una de sus últimas y la que le dejó muy cerca de la muerte. Éste se había convertido en un rival a batir por él. En ese mismo momento tenía dos rivales en el gobierno, más precisamente en la marina. Uno de ellos era además un gran amigo suyo, pese a su continua disputa. Además, su compañero de juergas más asiduo, Deadpool, también estaba en el gobierno, y aunque él no debería saberlo, era parte del cypher pol.

Para ser un "perro del gobierno" a su amigo no se le veía nada atado a ellos ni seguía a rajatabla sus órdenes, aunque claro, eso es en parte por el estado de enajenación mental permanente en la que vive. Lo veía igual de "libre" que él, siendo un pirata. Un sueldo fijo, un plan de jubilación, transporte pagado por el gobierno, asesinar y capturar objetivos, trabajo fácil, las juergas de los funcionarios eran legendarias según contaban... todo ésto sumado a las continuas veces que le había incitado Deadpool a que se uniese le hacían ver que no era una mala  opción.

Y menos ahora que había capturado a un miembro de la Cypher Pol que estaba dispuesto a matarlo, no conociendo el nivel de Crimson. El agente le empezó a seguir cuando éste escuchaba historias de   lo que se denominaba el siglo vacío y que podían leerse a través de los phoneglyphs, pues a él le encantaban la historias y la mitología. Pero al parecer querían erradicar totalmente esas pequeñas muescas de historia que se hallaban repartidas por el todo el mundo.

Sin embargo no se puede espiar a un espía si no tienes el nivel necesario por lo que el actual pirata se percató de lo sucedido y no tardó a dar caza a su perseguidor. Al capturarlo pudo ver como éste llevaba una carta encima con una información muy clara. Ahora tenía que decidir si ayudar a los eruditos de ese país (más concretamente a las jovencitas sexys e intelectuales). Así que por ese motivo había ido hasta esa isla, Ohara. Decidiría si ligar con multitud de chicas haciéndose el héroe o tener una excusa para acercarse más al gobierno y a su plan de jubilaciones tan bien pagado.

Despojó al inerte agente de su traje tan característico de los miembros dle Cypher Pol y se lo puso, aunque le quedaba algo ajustado pues era ligeramente más grande que su perseguidor pero le sentaba estupendamente bien como todo lo que se ponía, obviamente. Así que una vez vestido como uno del gobierno. Se sentía extrañamente cómodo vestido de esa forma, en un pulcrísimo traje negro con un sombrero incluido.

Ropa con la que va vestido:

Así una vez vestido decidió infiltrarse por Ohara y buscar algo de información tanto de los espías del gobierno que seguramente andarían polulando por ahí, como los de los eruditos de ese país que sólo buscaban conocer la verdad del mundo. Pero a Crimson le gustaba mucho más la mitología que la historia universal del mundo. Así en realidad no le importaba demasiado saber qué es lo que ocurrió en ese siglo inexistente.

Decidió empezar yendo a las bibliotecas locales, mucho más pequeñas que la central dentro del árbol, en donde algunos de los historiadores daban charlas de historias, conferencias sobre lo ocurrido, de lenguas antiguas que ya pocos conocían. Así que es lo que hizo.

Entró en uno de esos lugares que apenas frecuentaba lleno de cosas extrañas que apenas entendía (libros) que le rodeaban y casi atosigaban. No, en realidad no le asustaban, pero tampoco es que fuera algo que le apasionase, ni tampoco algo por lo que se desviviese pero debía de entrar a escuchar la charla de aquel vejestorio acerca de la importancia de la historia para no repetir errores y todas esas insustancialidades que poco le importaban. Una vez dentro se sentó al final, aunque escuchaba perfectamente todo lo que podía decir.

OFF:

Sentado al final del todo destacaba entre la mayoría por su poca educación a la hora de estar en un lugar tan intelectual como en el que se hallaba pues estaba sentado, recostado más bien, en la última fila con los brazos estirados y las piernas apoyadas en el respaldar de la fila de asientos delanteros. Esa desfachatez no era usual en un sitio así y, por su puesto, no estaba bien visto por el resto de espectadores. Era raro ver a un hombre tan elegante tener comportamientos de un patán. No le importaba en absoluto. En cuanto acabase de dar su conferencia le interrogaría. Si era necesario lo haría de forma contundente.

El viejo hablaba acerca de sus expediciones por el mundo, de todas la culturas que habían visto, desde indígenas y seres con dos codos hasta verdaderas metrópolis mucho más avanzadas en comparación. Empezaba a mostrar cierto interés en lo que escuchaba, las grandes historias le gustaban y el viejo, casi sabiendo lo que quería el público, cambió de planes y pasó a contar anécdotas más interesantes hablando por fin de lo bueno: lo ocurrido en Ohara. La gente estaba más expectante por estas palabras más serias y contundentes acerca del pasado de aquella isla.

El pirata cambió de postura, sentándose en una posición en la que le permitía estar más atento poyando los codos sobre los muslo, con una mano frente a otra, chocando las yemas unas con otras, e inclinándose ligeramente hacia delante. Más atentamente su oído captaba todas las palabras del viejo y sus ojos percibían ahora las facciones del abuelo bastante marcadas y con diversas cicatrices que auguraban un pasado correoso.

Al acabar con su charla se marchó entre aplausos del escenario, bajando por la escaleras. Crimson fue rápìdamente a su encuentro para consultarle.

El viejo se dio la vuelta mirando directamente al joven trajeado que le había detenido y éste se presentó todo lo cordialmente que pudo.

-Soy Robert Stein-dijo.-Quería hacerle unas cuantas preguntas sobre todo lo ocurrido en este lugar, la historia del siglo vacío y por qué el gobierno parece estar tan en contra de que se conozca la verdad.-

-Bueno y por qué debería contárselo a un chico que apenas me escuchaba desde el final del pasillo?-preguntó.-

-Porque con este chico a logrado hacerle saltar esa chispa de curiosidad que todo el mundo tiene cuando es niño, esa ansia de querer conocer el mundo, de explorarlo y de saber toda su historia. Esa visión del mundo que la mayoría de gente suele perder yo acabo de volver a recuperarla. Quiero saber qué pasó durante esa época que intenta ocultarnos.-

El viejo podía ver ese brillo en los ojos que sólo unos pocos de sus alumnos tenía. No parecía que fuese alguien que le traicionaría. y quien sabe, quizás incluso tenga un nuevo alumno.

-¿Por qué no vamos al bar de al lado y te invito a unas copas para que me lo cuentas, viejo?-insinúa Crimson acercándose un poco al historiador.-Además me han dicho que la camarera está buena de cojones-musita casi al oído .-

Estas palabras logran sacar una sonrisa del apesadumbrado anciano que acepta ir con él, ya más relajada y sin tener esa cara de pocos amigos de cuando inició su charla en la biblioteca. Las personas que se encontraban en el establecimiento se preguntaban cómo es que había conseguido el tipo maleducado de antes tener una charla tan cercana y familiar con aquel erudito, uno de los más respetados en el lugar. La capacidad de seducción del pirata no sólo conseguía convencer a jovencitas en busca de sensaciones fuertes, su retórica también valía con hombres, viejos, niños, muchedumbres... Era alguien experto en conseguir lo que quería. En muchas ocasiones sólo con sus palabras.

Salieron de la biblioteca y se dirigieron hacia el bar, que no estaba demasiado alejado de su actual posición. En las calles podía verse a una gran multitud que no quería entrar en el antro. Era una turba de gente gritando y armando escándalo, no parecía que fuese un lugar tranquilo y calmado. Bueno, ningún antro de ese estilo lo era, pero ésto pasaba con creces lo que esperaba Crimson para poder dialogar con el viejo de la capucha.

-Podemos, cambiar de sitio. Ésto se pasa de hostil...-dijo.-

-No, está bien. No es la primera vez que pasa. Has elegido un buen sitio, chico-interrumpió el abuelo haciendo un gesto para que continuasen con la marcha.-

Pasaron entre todas esas personas enardecidas y finalmente se adentraron la taberna. No parecía estar mucho mejor que fuera. De hecho el bullicio y el escándalo era aún peor. No sabía exactamente qué es lo que ocurría y antes de que pudiera fijarse detenidamente en la situación par poder sacar sus conclusiones, fue interrumpido por su acompañante que le señaló la barra del bar para que se sentasen.-"Vaya, al final si que va a por la camarera... y parecía tonto el abuelo."- En la barra había varios individuos y fueron a por dos asientos libres a unos cuatro taburetes de distancia de dónde se encontraba un individuo con un larga melena blanca. Se sentaron y empezó la plática.

-Por dónde podríamos empezar... Ya sé por dónde... Por el principio. Cuéntame ¿qué es lo que sabes del siglo vacío?-preguntó sin dar demasiados rodeos interesado realmente en toda la información que pudiera proporcianarle.- Y ya de paso ¿Qué pasa con toda esta gente?-concluyó con la primera tanda de cuestiones esperando a que le satisfaga de sus dudas.-

El viejo no perdía el tiempo, aunque claro, con esa edad nadie debería perderlo. Fue directamente a por una de las chicas sentadas en la barra intentando cortajarla. Ésta no cayó presa de los encantos de éste se alejó del lugar, dejando incluso su bebida. No parecía muy contenta y su rostro así lo reflejaba. -La edad no perdona ¿eh?-inquiirió el joven pelinegro.- Aunque tienes buen gusto, esa jovencita promete mucho-comentó al ver como se marchaba esa hermosa muchacha.

Por otra parte el abuelo, tras mirar de reojo a los alrededores, como esperando no estar siendo vigilado, le respondió a su pregunta. Crimson le observó asombrado, desconocía que estuviera tan perseguida la información acerca del siglo vacío. Sin embargo eso no hacía más que alimentar su intención de querer conocer más aún lo ocurrido en ese periodo.

Tras una breve pausa le preguntó que por qué le interesaba tanto esa historia. Éste antes de responderle hizo una leve pausa. Si era tan peligroso saber acerca de esa época que incluso podían mandarte cinco vicealmirantes... entonces no era buena idea hablarlo a los cuatro vientos en un bar como ése. Incluso aunque gran parte de la población esté en contra del Gobierno Mundial, conocía por propia experiencia que cuando se lo proponen pueden llegar a tener espías en todas partes del mundo. De hecho la ropa que llevaba puesta encima era una clara prueba del servicio de inteligencia, en ocasiones mucho más eficaces que los marines, del Gobierno.

Sabiendo ésto se acercó a su acompañante y le susurró al oído -Quizás hablar demasiado por aquí no sea conveniente.- Acto seguido se levantó y le dio una fuerte palmada en la espalda.-Te enseñaré como se liga en estos tiempos.-Y se marchó a por la chica de antes llevándole la copa que se había dejado.

No podía creerse lo seguro que iba ese chico por la vida, ese descaro y desparpajo no era normal. Y lo que de verdad le estaba resultando increíble era la facilidad con la que estaba consiguiendo hacer cambiar de parecer a esa chica, que ahora dibujaba una bonita sonrisa supliendo su anterior estado de uraña. Ese chaval tenía el talento que él había perdido hace tiempo. Y su interés parecía genuino. Además era precavido y cauto, le recordaba a él en sus tiempos mozos. Pues no sólo se había ido a ligar con aquella joven, sino que con eso intentaría disipar las posibles sospechas de él.

El pirata tenía cogida de la mano a la chica y con la otra llamó al viejo para que se acercase hacia su posición, cerca del final del bar, al lado de los servicios, a unos diez metros de dos hombres que acababan de entrar. En una zona en la que había muy poco a su alrededor y que el bullicio era lo suficiente como para no ser escuchados. Le hizo caso y fue con él -Me ha dicho que su madre también es una intelectual, tendrás más posibilidades con ella. Aunque su rama es la medicina-le dijo cuando éste llegó y se disculpaba con la muchacha que porbaba un sorbo de su recién recuperada bebida.

El anciano le miraba sorprendido puesto que parecía estar evitando su principal pregunta con su charlatanería. -Respecto  eso...-se volvió a acercar dejando a la chica sin que esta pudiera oír lo que decía.- ¿Qué por qué quiero conocer la historia? ¿Por qué no iba a querer conocerla? El hecho de que la oculten con tanta asiduidad sólo significa que es algo mucho más grande de lo que podemos imaginarnos... Seguro que conoces a alguien que debe tener más información-sugiriño finalmente.

De buen agrado le respondió con una sonrisa, escribiendo en un papel la respuesta a la pregunta del pirata infiltrado. Con una mirada; que transmitía serenidad y calma, aunque algo, una llama, parecía haberse despertado en los ojos de ese viejo; se marchó del local, pensando en que al menos ese día había conseguido que un joven se interesase por la historia y quien sabe, quizás esa misma juventud, unido a una templanza de acero y a su colosal descaro, útil en muchas ocasiones, podrían hacer que logre descubrir cosas que él en toda su vida no había hecho. -Nos vemos abuelo-susurró al ver como se alejaba.

Crimson abrió lentamente los dedos para ver el arrugado papel puesto sobre la palma de su diestra. Estiró el mismo y leyó el mensaje. Pero antes de poder si quiera llegar a pensar sobre el nombre y la dirección que había leído escuchó un ahogado grito angustioso por parte del viejo. Rápidamente levantó la vista y vio a los dos individuos que habiendo cometido el asesinato, sin ningún pudor de hacerlo delante de toda esa gente. Sus agudos oídos de espía, aún desde el otro lado de la sala, escucharon las palabras que dijeron justo tras eliminarlo. Estaba claro que debían de ser alguien mandado por el gobierno para acabar con todos aquellos que sepan de la existencia del siglo vacío o de los que vayan promulgando la historia. Por lo que era también muy probable que él mismo se convirtiera en el siguiente objetivo y aquellas dos mujeres que iban con él, podrían sufrir daños colaterales. -Señoritas, si me disculpan- les dijo en un cortés tono. Ellas estaban muy asustadas por lo que acababan de presenciar, la hija incluso se cubría la boca con la mano.

Se marchó tras esos dos sujetos. Es mucho más sensato ir a por los que pueden, en un momento dado, darte caza. Además si conseguía seguirlos, quizás también pueda tener datos extra sobre el siglo vacío. Información privilegiada que podía servir tanto para beneficiarse él mismo como para cambiarla. Fuese como fuese le resultaría bastante beneficioso conocerlo. Sin embargo no podía estar seguro de que no le seguirían a él también. Podría haber otros perseguidores tras esos dos hombres. Tenía que estar alerta.