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Tras mucho tiempo persiguiendo al famoso pirata Crimson, también conocido como "Red Stinger", por fin había podido encontrar una pista fiable sobre su paradero, según las informaciones que habían llegado a mis oídos este se encontraba en Dressrosa, concretamente cerca de Green Bit así que el mejor lugar para esperarle era sin duda el puente que conectaba Green bit y Dressrosa, allí sería donde intentaría darle caza.
Llegué a Dressrosa por la mañana, a eso de las 8:00, nada mas desembarcar en el puerto me dirigí hasta un bar cercano para desayunar en condiciones y tener fuerzas para lo que se me avecinaba, al entrar por la puerta me sorprendió bastante ver que humanos y juguetes convivían en armonía, no, lo que me sorprendía no fue que se llevasen bien, si no que tuviesen juguetes como habitantes en aquella isla, eso fue algo desconcertante pero no tardé mucho en acostumbrarme, bueno, mas que acostumbrarme simplemente es que no tenía tiempo para perder con los habitantes de la isla, mi misión aquel día era simple, "Cázalo", como si fuese tan simple... Era un pirata bastante conocido a lo largo de los mares y había coincidido alguna que otra vez en acontecimientos importantes pero nunca había tenido que ir a por él directamente.
Tras desayunar como un rey pagué al camarero además de llevarme algo mas de comida para almorzar mas tarde, apenas habían salido los primeros rayos del sol y luego me entraría hambre, el camarero me lo preparó todo en una cajita con palillos y un par de servilletas para poder comer y lo envolvió en una tela negra, esta vez si, salí del bar y comencé a caminar en dirección hacía el puente que conectaba Dressrosa con Green Bit, por el camino podía ver precisamente eso de lo que no quería opinar demasiado, la convivencia entre humanos y juguetes, realmente se comportaban con total naturalidad como si todos fuesen iguales, era algo digno de ver, como dos "Razas" completamente distintas se llevaban tan bien entre ellas sin malos rollos ni cosas de esas como las que suceden con los Humanos y los Gyojin, ojalá y algún día pueda ver el día en que ambas razas se respeten plenamente y colaboren entre ellas.
Unos minutos caminando y por fin llegué hasta el puente, este estaba muy deteriorado, tenía unas enormes rejas que evitaban el ataque de los peces toro pero aún así de tanto golpearla esta estaba ya muy retorcida y con algunos puntos bastante débiles, posiblemente con un par de golpes mas acabasen rompiéndola y con la reja también iría detrás el puente, avancé lentamente sin hacer mucho ruido para que los peces no se pusiesen a dar por culo y me paré a mitad de puente, una vez allí me senté en una roca que había, esta tenía pinta de ser un trozo del puente pero eso era lo de menos, la cosa era que ahora tendría que esperar primero a ver si la información que tenía era buena o no, y por otro lado, también tenía que esperar a que apareciese, quizás apareciese en unos minutos quizás en unas horas, la cosa era que tenía pinta de ir a ser un laaaargo día.
Llegué a Dressrosa por la mañana, a eso de las 8:00, nada mas desembarcar en el puerto me dirigí hasta un bar cercano para desayunar en condiciones y tener fuerzas para lo que se me avecinaba, al entrar por la puerta me sorprendió bastante ver que humanos y juguetes convivían en armonía, no, lo que me sorprendía no fue que se llevasen bien, si no que tuviesen juguetes como habitantes en aquella isla, eso fue algo desconcertante pero no tardé mucho en acostumbrarme, bueno, mas que acostumbrarme simplemente es que no tenía tiempo para perder con los habitantes de la isla, mi misión aquel día era simple, "Cázalo", como si fuese tan simple... Era un pirata bastante conocido a lo largo de los mares y había coincidido alguna que otra vez en acontecimientos importantes pero nunca había tenido que ir a por él directamente.
Tras desayunar como un rey pagué al camarero además de llevarme algo mas de comida para almorzar mas tarde, apenas habían salido los primeros rayos del sol y luego me entraría hambre, el camarero me lo preparó todo en una cajita con palillos y un par de servilletas para poder comer y lo envolvió en una tela negra, esta vez si, salí del bar y comencé a caminar en dirección hacía el puente que conectaba Dressrosa con Green Bit, por el camino podía ver precisamente eso de lo que no quería opinar demasiado, la convivencia entre humanos y juguetes, realmente se comportaban con total naturalidad como si todos fuesen iguales, era algo digno de ver, como dos "Razas" completamente distintas se llevaban tan bien entre ellas sin malos rollos ni cosas de esas como las que suceden con los Humanos y los Gyojin, ojalá y algún día pueda ver el día en que ambas razas se respeten plenamente y colaboren entre ellas.
Unos minutos caminando y por fin llegué hasta el puente, este estaba muy deteriorado, tenía unas enormes rejas que evitaban el ataque de los peces toro pero aún así de tanto golpearla esta estaba ya muy retorcida y con algunos puntos bastante débiles, posiblemente con un par de golpes mas acabasen rompiéndola y con la reja también iría detrás el puente, avancé lentamente sin hacer mucho ruido para que los peces no se pusiesen a dar por culo y me paré a mitad de puente, una vez allí me senté en una roca que había, esta tenía pinta de ser un trozo del puente pero eso era lo de menos, la cosa era que ahora tendría que esperar primero a ver si la información que tenía era buena o no, y por otro lado, también tenía que esperar a que apareciese, quizás apareciese en unos minutos quizás en unas horas, la cosa era que tenía pinta de ir a ser un laaaargo día.
Crimson
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Akuma no mi
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Dressrosa... Era la primera vez que se adentraba tanto en el Grand Line, estaba en Nuevo Mundo y el nivel era totalmente distinto ahí. En Paraíso; pues así es como llamaban los de esta parte del mundo a la primera mitad del Grand Line, lo cual no le dejaba de resultar irónico, pues era de todo menos un paraíso; era casi un milagro encontrarse a alguien que dominase el Haki, y mucho menos a gente con un nivel avanzado de esta habilidad, sin embargo en Nuevo Mundo era incluso más habitual que la gente con akuma no mi. Estaba claro que los verdaderos combates estaban del otro lado del Red Line, a ese lado al que sólo unos pocos conseguían llegar.
En sus primero días Crimson solo se dedicó a vaguear por la isla, explorándola. Jugó en sus casinos, probó sus exóticas comidas y disfrutó viendo los extraños bailes que hacían en ese lugar las mujeres, bailaoras se hacían llamar. Esos movimeintos curvos, ese zapateo, esa forma de retorcerse estéticamente le encantaba. Era una isla de lo más pintoresca, aunque hubo algo que no se esperaba para nada. Nunca, jamás, en todos sus viajes había visto algo como eso, algo que logró descuadrar todo sus conceptos acerca de lo que él entendía como "vida". Habían juguetes que convivían en perfecta normalidad con los humanos, putos juguetes vivientes que pasaban por todo el lugar. Incluso alguno, más de alguno más bien, tenía relaciones amorosas con las mujeres de Dressrosa. Se preguntaba como lo harían... Quizás tuvieran uno de plástico, acorde a su tamaño... Aunque los juguetes que era cuadriculados... ¿También lo tendrían cuadrado?
Prefirió dejar de pensar en ello y centrarse más en las esculturales mujeres de piel bronceada que tanto lograban encadilarle con cada uno de sus bailes. A los pocos días descubrió en sus carnes, y nunca mejor dicho, lo pasionales que podían ser esas mujeres. Alguien como él es obvio que intentaría abarcar lo más posible en sus hazañas con las mujeres. Ligaba con todas las que podía. No por nada era el cazador de conejos. Una de aquellas morenas le había apuñalado por haberla engañado con otra. De no ser por el resto de ciudadanos habría muerto pues la muy loca no tenía pensado detenerse. Crimson por su parte, había quedado tan sorprendido que no le dio tiempo ni de reaccionar. Pasaron los días y aquel apuñalamiento empezó a dejar de ser anecdótico. Otras varias mujeres empezaron a perseguirle y a acosarle. Todas querían lo mismo, verle muerto. Así fue como rápidamente se ganó la fama en esa ciudad y también el apoyo de los hombres, y el odio de muchas de aquellas pasionales, u un tanto exageradas, mujeres.
Los hombres le apoyaban pues ellos tenían que convivir diariamente con esos arrebatos de amor. Estaba tan extendida eesta práctica que apenas y era castigada. La gente ya lo veía como algo normal en aquel país. A sus oídos llegaron unos rumores un tanto extraños. Su fama no sólo atraía puñales hacia él, también había llamado la atención de un agente del gobierno. Se preguntaba cómo, pues él, a pesar de ser bastante fuerte, nunca había tenido recompensa por su cabeza. Eso le alegró enormemente. Significaba que sus hazañas, y no sólo con las señoritas, habían sido escuchadas a lo largo y ancho de ese mundo y que ni siquiera necesitaba una recompensa para hacerse famoso. Sonrió al saberlo. Ahora él se encargaría de espiar a su acechador, primero tenía que averiguar quien era y por qué iba tras él. Descubrir su apariencia era fundamental. Él era un espía nato, el sigilo formaba parte de si mismo, era innato en su persona.
Terminó descubriendo la apariencia de aquel hombre, un retrato echo por unos de los pintores locales le hizo saber su aspecto. Lo había dibujado de memoria. Aquel reino estaba lleno de personas talentosas. Una vez supo cómo era se dedicó a buscarlo incansablemente. Para ello se disfrazó de marine. Creía que sería imposible que aquel hombre le descubriese si iba vestido así. Así fue como usando un traje de recluta logró encontrar a su perseguidor. Era un hombre alto y con el pelo blanco. La verdad era que llamaba bastante la atención, tanto que nadie imaginaría que es un agente del gobierno o un infiltrado. Quizás ser tan llamativo podría ser un buen disfraz. Sin embargo de pronto hizo algo que le desconcertó. Salió del bar y empezó a caminar hacia fuera de la isla. Lo siguió, dejando una considerable distancia entre ellos, aunque nunca sin perderlo de vista. Sus ojos se lo permitían.
Vio como se adentraba en el puente cerrado que llevaba a Green Bit. Nadie tenía el suficiente valor de ir en esa dirección si no quería morir por los peces. Ese hombre no debía de ser alguien normal para tener unos cojones así de grandes. Crimson hizo lo propio y se adentró en el puente, aunque en su caso lo hizo subido a las rejas, caminando sigilosamente, casi deslizándose por agazapado y persiguiéndolo de cerca. Entonces se detuvo en mitad del puente. Bajó e incluso al caer apenas e hizo ruido. -Señor, creo que debería marcharse, este es un lugar peligroso y no debería de quedarse por aquí solo -dijo poniendo un tono de lo más calmado y relajado, imitando la voz de un recluta que sólo quería hacer su trabajo-. Los peces luchadores serán el menor de sus problemas si alguien hubiera decidido atacarle por la espalda -concluyó finalmente, cambiando su tono a uno más áspero, casi dejando ver que no era un simple recluta a posta. A pesar de ello, no estaba seguro de que lo fuese a reconocer, aunque esperaba que al menos sospechase de él. Tenía ganas de jugar.
En sus primero días Crimson solo se dedicó a vaguear por la isla, explorándola. Jugó en sus casinos, probó sus exóticas comidas y disfrutó viendo los extraños bailes que hacían en ese lugar las mujeres, bailaoras se hacían llamar. Esos movimeintos curvos, ese zapateo, esa forma de retorcerse estéticamente le encantaba. Era una isla de lo más pintoresca, aunque hubo algo que no se esperaba para nada. Nunca, jamás, en todos sus viajes había visto algo como eso, algo que logró descuadrar todo sus conceptos acerca de lo que él entendía como "vida". Habían juguetes que convivían en perfecta normalidad con los humanos, putos juguetes vivientes que pasaban por todo el lugar. Incluso alguno, más de alguno más bien, tenía relaciones amorosas con las mujeres de Dressrosa. Se preguntaba como lo harían... Quizás tuvieran uno de plástico, acorde a su tamaño... Aunque los juguetes que era cuadriculados... ¿También lo tendrían cuadrado?
Prefirió dejar de pensar en ello y centrarse más en las esculturales mujeres de piel bronceada que tanto lograban encadilarle con cada uno de sus bailes. A los pocos días descubrió en sus carnes, y nunca mejor dicho, lo pasionales que podían ser esas mujeres. Alguien como él es obvio que intentaría abarcar lo más posible en sus hazañas con las mujeres. Ligaba con todas las que podía. No por nada era el cazador de conejos. Una de aquellas morenas le había apuñalado por haberla engañado con otra. De no ser por el resto de ciudadanos habría muerto pues la muy loca no tenía pensado detenerse. Crimson por su parte, había quedado tan sorprendido que no le dio tiempo ni de reaccionar. Pasaron los días y aquel apuñalamiento empezó a dejar de ser anecdótico. Otras varias mujeres empezaron a perseguirle y a acosarle. Todas querían lo mismo, verle muerto. Así fue como rápidamente se ganó la fama en esa ciudad y también el apoyo de los hombres, y el odio de muchas de aquellas pasionales, u un tanto exageradas, mujeres.
Los hombres le apoyaban pues ellos tenían que convivir diariamente con esos arrebatos de amor. Estaba tan extendida eesta práctica que apenas y era castigada. La gente ya lo veía como algo normal en aquel país. A sus oídos llegaron unos rumores un tanto extraños. Su fama no sólo atraía puñales hacia él, también había llamado la atención de un agente del gobierno. Se preguntaba cómo, pues él, a pesar de ser bastante fuerte, nunca había tenido recompensa por su cabeza. Eso le alegró enormemente. Significaba que sus hazañas, y no sólo con las señoritas, habían sido escuchadas a lo largo y ancho de ese mundo y que ni siquiera necesitaba una recompensa para hacerse famoso. Sonrió al saberlo. Ahora él se encargaría de espiar a su acechador, primero tenía que averiguar quien era y por qué iba tras él. Descubrir su apariencia era fundamental. Él era un espía nato, el sigilo formaba parte de si mismo, era innato en su persona.
Terminó descubriendo la apariencia de aquel hombre, un retrato echo por unos de los pintores locales le hizo saber su aspecto. Lo había dibujado de memoria. Aquel reino estaba lleno de personas talentosas. Una vez supo cómo era se dedicó a buscarlo incansablemente. Para ello se disfrazó de marine. Creía que sería imposible que aquel hombre le descubriese si iba vestido así. Así fue como usando un traje de recluta logró encontrar a su perseguidor. Era un hombre alto y con el pelo blanco. La verdad era que llamaba bastante la atención, tanto que nadie imaginaría que es un agente del gobierno o un infiltrado. Quizás ser tan llamativo podría ser un buen disfraz. Sin embargo de pronto hizo algo que le desconcertó. Salió del bar y empezó a caminar hacia fuera de la isla. Lo siguió, dejando una considerable distancia entre ellos, aunque nunca sin perderlo de vista. Sus ojos se lo permitían.
Vio como se adentraba en el puente cerrado que llevaba a Green Bit. Nadie tenía el suficiente valor de ir en esa dirección si no quería morir por los peces. Ese hombre no debía de ser alguien normal para tener unos cojones así de grandes. Crimson hizo lo propio y se adentró en el puente, aunque en su caso lo hizo subido a las rejas, caminando sigilosamente, casi deslizándose por agazapado y persiguiéndolo de cerca. Entonces se detuvo en mitad del puente. Bajó e incluso al caer apenas e hizo ruido. -Señor, creo que debería marcharse, este es un lugar peligroso y no debería de quedarse por aquí solo -dijo poniendo un tono de lo más calmado y relajado, imitando la voz de un recluta que sólo quería hacer su trabajo-. Los peces luchadores serán el menor de sus problemas si alguien hubiera decidido atacarle por la espalda -concluyó finalmente, cambiando su tono a uno más áspero, casi dejando ver que no era un simple recluta a posta. A pesar de ello, no estaba seguro de que lo fuese a reconocer, aunque esperaba que al menos sospechase de él. Tenía ganas de jugar.
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Akuma no mi
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Tras un buen rato esperando oteando el horizonte y el puente apareció por detrás mía un Marine recluta, se acercó un poco a mi mientras me decía: -Señor, creo que debería marcharse, este es un lugar peligroso y no debería de quedarse por aquí solo. Posiblemente tuviese razón pero si no esperaba aquí a que apareciese Crimson se me podría escapar.
Me giré para ver de quién se trataba por si acaso le conocía o algo por el estilo pero para mi sorpresa no era mas que un Marine más, uno mas de los que pocas veces destacan o realizan alguna proeza memorable, ahora que lo pensaba... ¿En serio un simple Recluta me estaba echando un sermón? Por el amor de Dios, ¿En que mundo vivo?
El chico continuó hablándome, Los peces luchadores serán el menor de sus problemas si alguien hubiera decidido atacarle por la espalda.
Ahí tenía que darle la razón al muchacho pero eso me llevaba a una pregunta obvia, si estoy en medio de un lugar tan peligroso... ¿Que hace un Recluta sin apenas experiencia en combate en un lugar así? Eso si que era todavía mas extraño, había escuchado de piratas que se hacían pasar por Marines para infiltrarse entre ellos y hacer ataques por sorpresa pero ¿Este sería el caso?
Tengo bastante interés en este muchacho, para estar todo en silencio había llegado sin hacer ruido y eso me intrigaba mucho, por lo general los reclutas se caracterizan por ser patosos hasta para mear y este parecía algo mas espabilado que los que me había encontrado hasta el momento, eso me hacía cuanto menos sospechar de él, quién sabe, quizás después de todo fuese un figura, un fuera de serie, un fichaje estrella para la Marina. Pongamosle a prueba.
- Hola recluta, dime, ¿Que hace un Marine de tan bajo rango en un lugar como este?- Dependiendo de su respuesta tomaría una decisión u otra aunque tanto si es un Marine talentoso como un pirata camuflado, tenía que calentar un poco para cuando me cruzase con Crimson así que sería una buena oportunidad, además, así sabría si era Marine o un bromista con mala suerte.
- Y a todo esto, ¿Se puede saber que te han encomendado hacer en Dressrosa? - Dije mientras ponía la mano en mi katana preparándome para desenfundarla, espero que si es un Marine comprenda mis intenciones y que reaccione rápidamente, y si era un pirata, que al menos me diese mucho juego hasta la llegada de Crimson, comencé a cargar el filo de la katana con energía preparando un tajo espiritual para cuando contestase, mientras le miraba a la vez que estaba atento a mi alrededor, pude fijarme en la distancia y vi que era demasiada para un enfrentamiento cuerpo a cuerpo así que primero tantearía el terreno con un golpe simple a distancia.
Aquello me recordaba a aquellas veces que combatía contra Negoru en el Gran Salvador para mejorar nuestra técnica con la espada, realmente la situación era muy similar que cuando nos enfrentábamos solo que en aquella época siempre acababa perdiendo, poco a poco mejoré mis habilidades pero para cuando llegó el día en que pude plantarle cara, cada uno se fue por su lado y nunca nos hemos vuelto a ver desde entonces, aún espero con ansias el día en que hagamos el enfrentamiento final entre el "Samurai del Sol" y el actual "Terror del CP", pero aquel día aún quedaba algo lejos, lo que importaba era el presente y mi presente era descubrir la verdad de aquella situación.
Mientras le miraba pude ver a un par de peces peleadores saltar por encima de nosotros y de las verjas que nos protegían de ellos, estaban preparando algún tipo de ataque contra el puente así que mas me valía estar con mil ojos, tanto por los peces como por el Marine así que ahora si que sería un enfrentamiento mas divertido que lo que tenía planeado. "Vamos, contesta para que comience la diversión". Eso era en lo poco que podía pensar, en que sus palabras serían el pistoletazo de inicio de mi ataque.
Me giré para ver de quién se trataba por si acaso le conocía o algo por el estilo pero para mi sorpresa no era mas que un Marine más, uno mas de los que pocas veces destacan o realizan alguna proeza memorable, ahora que lo pensaba... ¿En serio un simple Recluta me estaba echando un sermón? Por el amor de Dios, ¿En que mundo vivo?
El chico continuó hablándome, Los peces luchadores serán el menor de sus problemas si alguien hubiera decidido atacarle por la espalda.
Ahí tenía que darle la razón al muchacho pero eso me llevaba a una pregunta obvia, si estoy en medio de un lugar tan peligroso... ¿Que hace un Recluta sin apenas experiencia en combate en un lugar así? Eso si que era todavía mas extraño, había escuchado de piratas que se hacían pasar por Marines para infiltrarse entre ellos y hacer ataques por sorpresa pero ¿Este sería el caso?
Tengo bastante interés en este muchacho, para estar todo en silencio había llegado sin hacer ruido y eso me intrigaba mucho, por lo general los reclutas se caracterizan por ser patosos hasta para mear y este parecía algo mas espabilado que los que me había encontrado hasta el momento, eso me hacía cuanto menos sospechar de él, quién sabe, quizás después de todo fuese un figura, un fuera de serie, un fichaje estrella para la Marina. Pongamosle a prueba.
- Hola recluta, dime, ¿Que hace un Marine de tan bajo rango en un lugar como este?- Dependiendo de su respuesta tomaría una decisión u otra aunque tanto si es un Marine talentoso como un pirata camuflado, tenía que calentar un poco para cuando me cruzase con Crimson así que sería una buena oportunidad, además, así sabría si era Marine o un bromista con mala suerte.
- Y a todo esto, ¿Se puede saber que te han encomendado hacer en Dressrosa? - Dije mientras ponía la mano en mi katana preparándome para desenfundarla, espero que si es un Marine comprenda mis intenciones y que reaccione rápidamente, y si era un pirata, que al menos me diese mucho juego hasta la llegada de Crimson, comencé a cargar el filo de la katana con energía preparando un tajo espiritual para cuando contestase, mientras le miraba a la vez que estaba atento a mi alrededor, pude fijarme en la distancia y vi que era demasiada para un enfrentamiento cuerpo a cuerpo así que primero tantearía el terreno con un golpe simple a distancia.
Aquello me recordaba a aquellas veces que combatía contra Negoru en el Gran Salvador para mejorar nuestra técnica con la espada, realmente la situación era muy similar que cuando nos enfrentábamos solo que en aquella época siempre acababa perdiendo, poco a poco mejoré mis habilidades pero para cuando llegó el día en que pude plantarle cara, cada uno se fue por su lado y nunca nos hemos vuelto a ver desde entonces, aún espero con ansias el día en que hagamos el enfrentamiento final entre el "Samurai del Sol" y el actual "Terror del CP", pero aquel día aún quedaba algo lejos, lo que importaba era el presente y mi presente era descubrir la verdad de aquella situación.
Mientras le miraba pude ver a un par de peces peleadores saltar por encima de nosotros y de las verjas que nos protegían de ellos, estaban preparando algún tipo de ataque contra el puente así que mas me valía estar con mil ojos, tanto por los peces como por el Marine así que ahora si que sería un enfrentamiento mas divertido que lo que tenía planeado. "Vamos, contesta para que comience la diversión". Eso era en lo poco que podía pensar, en que sus palabras serían el pistoletazo de inicio de mi ataque.
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Aquel hombre se dio la vuelta al escuchar las palabras del infiltrado pirata. Con solo mirarlo pudo notar que no era un hombre cualquiera, no era un simple aprendiz de cipher pol. Si lo habían seguido hasta el nuevo mundo sería por algo. No sólo sus casi dos metros de altura eran imponentes, también lo era aura que lo rodeaba, producía esa extraña sensación que se siente al ver a un auténtico depredador delante. Estaba claro que no iría a por él un simple agente. Quizás sea para probar que era un digno candidato para entrar al Cypher Pol, pues la intención del pirata era adentrarse en aquella organización desde hace algún tiempo. No pudo evitar sonreír por la emoción, a Crimson le encantaban ese tipo de situaciones límite, en las que muchas veces él mismo se metía por puro placer por una verdadera batalla. ¿Lo descubriría a las primeras de cambio o tendrían que jugar un rato más aquellos dos? No lo sabía, pero estaba expectante por conocer la respuesta que le daría tras sus insinuaciones. Infiltrarse delante de uno de los asesinos del gobierno siempre daba un morbo especial. Su lengua recorrió sus labios de forma sutil, saboreando el momento.
-Mi deber es cuidar de todos los ciudadanos pertenecientes al Gobierno Mundial -respondió firme- e incluso a los que no pertenecen a él. Mi sentido de la justicia me dictamina proteger a todo aquel que se encuentre en problemas y encerrar a todos los criminales -continuó con su discurso barato acerca de la justicia y los valores que todo marine se suponía que debía de tener. Por dentro reía de los estupideces que decía, aunque ello no hacía que dejaran de sonar menos convincentes. Quería saber hasta que punto podía llegar a ocultar su identidad delante de aquel hombre.
-Ya te lo he dicho antes, proteger a los ciudadanos -contestó, después, tajante ante su segunda pregunta, que parecía más un interrogatorio. No por nada era un agente del Gobierno. Pudo sentir su instinto asesino en el aire con su haki de la observación. Estaba claro que no le importaban demasiado sus palabras, ni su respuesta. Él quería pelear. Crimson también. ¿Lo habría descubierto ya? No lo sabía, pero tampoco le importaba. Si los dos tenían ya planeado cruzar sus espadas ¿por qué hacerle esperar más?. Crimson parecía cada vez más excitado por el combate que se hacía inminente, más a cada instante que transcurría en el puente que se dirigía a Green Bit. Pelear en un puente siempre daba un punto de extra de preparación, pues no era un superficie especialmente estable. Pero claro, él podía volar, así que no se preocupó demasiado.
Se quitó la gorra y al peluca castaña que llevaba encima y las tiró a los pies del hombre que tenía delante. Salió a relucir su cabellera pelo cano, resplandeciente bajo ese sol. Tenía ahora el rostro al descubierto -¿Por qué no nos dejamos de tonterías y empezamos ya a pelear? -preguntó retóricamente, pues en caso de negativa el empezaría primero. -Supongo que ya sabrás quién soy a estas alturas -dijo justo después mientras se crujía el cuello-, así que por qué no me dices ya tu nombre y por qué has venido a buscarme para que esto sea un poco más justo -concluyó con una fría mirada azul que se clavaba en el rostro de su perseguidor. Los peces luchadores cayeron en ese mismo instante, salpicando el agua del mar, y dejando el ambiente mucho más húmedo. Aquellos dos enormes leviatanes no parecía importarles interrumpir al pirata y al cipher pol. Eran bestias salvajes y desatadas. Y los peces también.
-Mi deber es cuidar de todos los ciudadanos pertenecientes al Gobierno Mundial -respondió firme- e incluso a los que no pertenecen a él. Mi sentido de la justicia me dictamina proteger a todo aquel que se encuentre en problemas y encerrar a todos los criminales -continuó con su discurso barato acerca de la justicia y los valores que todo marine se suponía que debía de tener. Por dentro reía de los estupideces que decía, aunque ello no hacía que dejaran de sonar menos convincentes. Quería saber hasta que punto podía llegar a ocultar su identidad delante de aquel hombre.
-Ya te lo he dicho antes, proteger a los ciudadanos -contestó, después, tajante ante su segunda pregunta, que parecía más un interrogatorio. No por nada era un agente del Gobierno. Pudo sentir su instinto asesino en el aire con su haki de la observación. Estaba claro que no le importaban demasiado sus palabras, ni su respuesta. Él quería pelear. Crimson también. ¿Lo habría descubierto ya? No lo sabía, pero tampoco le importaba. Si los dos tenían ya planeado cruzar sus espadas ¿por qué hacerle esperar más?. Crimson parecía cada vez más excitado por el combate que se hacía inminente, más a cada instante que transcurría en el puente que se dirigía a Green Bit. Pelear en un puente siempre daba un punto de extra de preparación, pues no era un superficie especialmente estable. Pero claro, él podía volar, así que no se preocupó demasiado.
Se quitó la gorra y al peluca castaña que llevaba encima y las tiró a los pies del hombre que tenía delante. Salió a relucir su cabellera pelo cano, resplandeciente bajo ese sol. Tenía ahora el rostro al descubierto -¿Por qué no nos dejamos de tonterías y empezamos ya a pelear? -preguntó retóricamente, pues en caso de negativa el empezaría primero. -Supongo que ya sabrás quién soy a estas alturas -dijo justo después mientras se crujía el cuello-, así que por qué no me dices ya tu nombre y por qué has venido a buscarme para que esto sea un poco más justo -concluyó con una fría mirada azul que se clavaba en el rostro de su perseguidor. Los peces luchadores cayeron en ese mismo instante, salpicando el agua del mar, y dejando el ambiente mucho más húmedo. Aquellos dos enormes leviatanes no parecía importarles interrumpir al pirata y al cipher pol. Eran bestias salvajes y desatadas. Y los peces también.
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Se relamió los labios antes de contestar a mi pregunta, sin duda era un tipo extraño y desde luego por ese gesto ya me pude hacer a la idea de que no era un Marine ni de lejos.-Mi deber es cuidar de todos los ciudadanos pertenecientes al Gobierno Mundial -respondió firme- e incluso a los que no pertenecen a él. Mi sentido de la justicia me dictamina proteger a todo aquel que se encuentre en problemas y encerrar a todos los criminales. En ese momento no pude evitar sonreír, no sabía quién era pero el discurso de los Marines se lo tenía muy bien aprendido, definitivamente este sería un buen combate por donde comenzar a calentar antes del combate real contra Crimson.
-Ya te lo he dicho antes, proteger a los ciudadanos. Dijo respondiendo a mi segunda pregunta, con eso último ya terminé de suponer su identidad, nadie estaría tan loco como para hacerse pasar por Marine a menos que fuese alguien con grandes dotes para el combate, por otro lado, nada tiene que hacer un Marine en Dressrosa así que a estas alturas era mas que obvio que el que estaba allí plantado era Crimson, Su última respuesta fue algo mas tajante, intentando convencerme de que realmente si que era un Marine, "¿A quién pretenderá engañar este tipo? Convivo con Marines a diario y conozco su comportamiento mas que de sobra como para reconocerlos aún sin el traje de mariconas que les daban así que, quítate ya esa mierda que llevas puesta y comencemos".Pensé
Parecía que me había leído la mente, pues nada mas pensar aquello por fin se quitó la gorra y la peluca castaña para dejar ver su verdadera identidad. ¿Por qué no nos dejamos de tonterías y empezamos ya a pelear? Por fin se ponía serio y dejaba ya la charlatanería y su intento por ser un buen actor de teatro, estuvo bien pero ni borracho pagaría por una actuación tan mala como la de Crimson.-Supongo que ya sabrás quién soy a estas alturas. Dijo mientras se crujía el cuello. -Así que por qué no me dices ya tu nombre y por qué has venido a buscarme para que esto sea un poco más justo. Después de aquello los peces peleadores cayeron al agua salpicando el agua del mar, como aquellas dos malas bestias, sobre el puente también habíamos dos titanes, quién sabe en que estado quedaría el puente tras nuestro combate pero eso ya es adelantar los hechos, estamos aquí y ahora, sobre el puente que une Green Bit y Dressrosa apunto de comenzar un combate que hasta los peces con su mala memoria recordarían.
En eso tenía que darle toooda la razón, no era justo que solo yo supiese la identidad del rival así que accedí. -Mi nombre es Noa Kasanova. Y ahora que ya has terminado los preparativos, que dé comienzo la actuación.Nada mas terminar de presentarme desenfundé la katana y le lancé un tajo energético, nada serio pero tampoco un chiste de ataque, simplemente una primera toma de contacto con el pirata, después de eso me coloqué en posición defensiva preparándome para su respuesta, con los nervios a flor de piel para reaccionar a tiempo ante sus movimientos. "Por fin algo de acción". Pensé, el día se avecinaba muy interesante y entretenido después de todo, me encantaba pelear y para mi no hay mejor modo de conocer a una persona que así, a cara de perro partiéndonos la cara con todo lo que tuviésemos a mano
-Ya te lo he dicho antes, proteger a los ciudadanos. Dijo respondiendo a mi segunda pregunta, con eso último ya terminé de suponer su identidad, nadie estaría tan loco como para hacerse pasar por Marine a menos que fuese alguien con grandes dotes para el combate, por otro lado, nada tiene que hacer un Marine en Dressrosa así que a estas alturas era mas que obvio que el que estaba allí plantado era Crimson, Su última respuesta fue algo mas tajante, intentando convencerme de que realmente si que era un Marine, "¿A quién pretenderá engañar este tipo? Convivo con Marines a diario y conozco su comportamiento mas que de sobra como para reconocerlos aún sin el traje de mariconas que les daban así que, quítate ya esa mierda que llevas puesta y comencemos".Pensé
Parecía que me había leído la mente, pues nada mas pensar aquello por fin se quitó la gorra y la peluca castaña para dejar ver su verdadera identidad. ¿Por qué no nos dejamos de tonterías y empezamos ya a pelear? Por fin se ponía serio y dejaba ya la charlatanería y su intento por ser un buen actor de teatro, estuvo bien pero ni borracho pagaría por una actuación tan mala como la de Crimson.-Supongo que ya sabrás quién soy a estas alturas. Dijo mientras se crujía el cuello. -Así que por qué no me dices ya tu nombre y por qué has venido a buscarme para que esto sea un poco más justo. Después de aquello los peces peleadores cayeron al agua salpicando el agua del mar, como aquellas dos malas bestias, sobre el puente también habíamos dos titanes, quién sabe en que estado quedaría el puente tras nuestro combate pero eso ya es adelantar los hechos, estamos aquí y ahora, sobre el puente que une Green Bit y Dressrosa apunto de comenzar un combate que hasta los peces con su mala memoria recordarían.
En eso tenía que darle toooda la razón, no era justo que solo yo supiese la identidad del rival así que accedí. -Mi nombre es Noa Kasanova. Y ahora que ya has terminado los preparativos, que dé comienzo la actuación.Nada mas terminar de presentarme desenfundé la katana y le lancé un tajo energético, nada serio pero tampoco un chiste de ataque, simplemente una primera toma de contacto con el pirata, después de eso me coloqué en posición defensiva preparándome para su respuesta, con los nervios a flor de piel para reaccionar a tiempo ante sus movimientos. "Por fin algo de acción". Pensé, el día se avecinaba muy interesante y entretenido después de todo, me encantaba pelear y para mi no hay mejor modo de conocer a una persona que así, a cara de perro partiéndonos la cara con todo lo que tuviésemos a mano
Crimson
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Así que Noa Kasanova era el asesino del gobierno que venía a buscarlo. Una media sonrisa se hizo cada vez más evidente en su rostro. No sabía en que rango del cipher pol estaría, pero sus cálculos le decían que debía de estar por encima del de CP5. ¿Sería acaso uno del CP9?. No lo sabía, pero no debía confiarse en exceso, como hacía siempre si quería combatir contra él. Conocía de primera mano lo brutal que podía resultar el rokushiki, y eso sin contar que además tuviera su propio estilo de combatir, o alguna que otra fruta que le ayudase a maximizar sus poderes. Sin embargo tampoco le preocupaba, mientras más fuerte sea el rival más se crecía el propio Crimson. Así es como siempre había mejorado. Esperaba que aquel hombre no le decepcionase. No lo hizo.
Rápidamente lanzó una onda cortante hacia él. El pirata por acto reflejo le imitó, desefundando su O wazamono y lanzando también otra onda cortante. Ambos chocaron en medio de los dos creando una ligera niebla, producto de la tenue explosión que aumentó al neblina que habían dejado los dos peces luchadores al caer. -"Ahora estamos en mi territorio" -pensó el pirata de pelos plateados al ntar como ahora se dificultaba mucho la visión. Lo cual era perfecto para alguien de sus características, aunque también era cierto que él solía pelear de cara a cara, sin esconderse. -"Bueno, nunca es tarde para innovar"- y empezó a correr entre la espesura. Inmediatamente lanzó fuertemente tres cuchillos hacia las piernas y el hombro de aquel agente con al suficiente fuerza como para que no sea repelido por el Tekkai. Buscaba mermarle físicamente con esos ataques, reduciendo la movilidad de esas extremidades y reduciendo su velocidad.
Art Assassin: knives in the shade [AIF] Hakki de Armadura Nivel 2
Tras el ataque se detuvo y empezó a hablar sin importarle demasiado las consecuencias de su ataque aunque atento por si su rival se disponía a atacarle -Me estaba preguntando qué hace un agente del gobierno persiguiendo a un simple ciudadano como yo, que sólo busca divertirse en esta exótica y soleada isla -matizó sonriente, pues realmente no tenía recompensa y quería saber de verdad por qué era buscado. También quitarse las dudas acerca de si el gobierno seguía poniéndole a prueba o si simplemente querían cazarlo antes de que tenga recompensa y empiece a dar problemas. Total, el talento o se les unía o los destruían. Esa era su filosofía.
Rápidamente lanzó una onda cortante hacia él. El pirata por acto reflejo le imitó, desefundando su O wazamono y lanzando también otra onda cortante. Ambos chocaron en medio de los dos creando una ligera niebla, producto de la tenue explosión que aumentó al neblina que habían dejado los dos peces luchadores al caer. -"Ahora estamos en mi territorio" -pensó el pirata de pelos plateados al ntar como ahora se dificultaba mucho la visión. Lo cual era perfecto para alguien de sus características, aunque también era cierto que él solía pelear de cara a cara, sin esconderse. -"Bueno, nunca es tarde para innovar"- y empezó a correr entre la espesura. Inmediatamente lanzó fuertemente tres cuchillos hacia las piernas y el hombro de aquel agente con al suficiente fuerza como para que no sea repelido por el Tekkai. Buscaba mermarle físicamente con esos ataques, reduciendo la movilidad de esas extremidades y reduciendo su velocidad.
Art Assassin: knives in the shade [AIF] Hakki de Armadura Nivel 2
Tras el ataque se detuvo y empezó a hablar sin importarle demasiado las consecuencias de su ataque aunque atento por si su rival se disponía a atacarle -Me estaba preguntando qué hace un agente del gobierno persiguiendo a un simple ciudadano como yo, que sólo busca divertirse en esta exótica y soleada isla -matizó sonriente, pues realmente no tenía recompensa y quería saber de verdad por qué era buscado. También quitarse las dudas acerca de si el gobierno seguía poniéndole a prueba o si simplemente querían cazarlo antes de que tenga recompensa y empiece a dar problemas. Total, el talento o se les unía o los destruían. Esa era su filosofía.
Kasan
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Crimson el pirata reaccionó ante mi onda cortante creando su propia onda con una katana algo peculiar, ambas chocaron levantando algo de polvo e impidiendo la visión, eso era un gran fastidio así que había que apartar la polvareda cuanto antes, para ello la moví utilizando una fuerte corriente de viento despejándola en un abrir y cerrar de ojos, suerte que lo hice pues justo detrás estaba el pirata haciendo de las suyas.
Nada mas apartar la nube de polvo habían tres cuchillos viniendo a toda leche contra mi, al verlos mi reacción fue simple y rápida, primero di un par de saltos hacía atrás para conseguir un poco mas de tiempo y a continuación repelí dos de ellas con la Sanshiki mientras aplicaba Haki Armadura a la katana pero, a la tercera no tuve el tiempo suficiente como para rechazarla así que me aparté aunque sin mucho éxito, el filo de la cuchilla me rozó el costado derecho cortando la manga de la capucha que vestía.
- Vas en serio eh... Perfecto. - Dije quitándome todo mi atuendo quedándome en pantalón corto y zapatillas. - Me toca.- Dije haciendo crujir los huesos de mi cuerpo y sacuendiendo un poco las articulaciones. - Haya voy.
Me lancé contra él utilizando el Soru y moviéndome en zig-zag, seguramente supiese utilizar el Mantra pues en el Nuevo Mundo la mayoría de personas con "Renombre" lo saben manejar así que podría predecir mis movimientos pero bueno, al menos me lo pasaría bien intentando sobrepasar su Mantra, me acerqué a él moviéndome como un rayo hasta quedar a apenas unos centímetros de él, luego salté al cielo con mucha potencia y utilizando el Geppou me elevé un poco mas hasta poder ver un gran trozo del puente desde mi posición, alli me paré en seco y lancé una tremenda ráfaga de Rankyakus hasta la posición de Crimson.
(AMF) Rankyaku Rain
No sabría decir cuantos disparé pero lo cierto es que simplemente lancé tantos hasta que pensé que había partido el puente por la mitad pero eso luego podría decir que fueron daños colaterales, quería un combate lo mas bestia posible, de proporciones bíblicas y devastadoras para la isla, ya se encargará el Gobierno de devolverla a su estado normal pero ahora, ahora solo quiero un combate que me deje reventado en el suelo del cansancio.
Nada mas apartar la nube de polvo habían tres cuchillos viniendo a toda leche contra mi, al verlos mi reacción fue simple y rápida, primero di un par de saltos hacía atrás para conseguir un poco mas de tiempo y a continuación repelí dos de ellas con la Sanshiki mientras aplicaba Haki Armadura a la katana pero, a la tercera no tuve el tiempo suficiente como para rechazarla así que me aparté aunque sin mucho éxito, el filo de la cuchilla me rozó el costado derecho cortando la manga de la capucha que vestía.
- Vas en serio eh... Perfecto. - Dije quitándome todo mi atuendo quedándome en pantalón corto y zapatillas. - Me toca.- Dije haciendo crujir los huesos de mi cuerpo y sacuendiendo un poco las articulaciones. - Haya voy.
Me lancé contra él utilizando el Soru y moviéndome en zig-zag, seguramente supiese utilizar el Mantra pues en el Nuevo Mundo la mayoría de personas con "Renombre" lo saben manejar así que podría predecir mis movimientos pero bueno, al menos me lo pasaría bien intentando sobrepasar su Mantra, me acerqué a él moviéndome como un rayo hasta quedar a apenas unos centímetros de él, luego salté al cielo con mucha potencia y utilizando el Geppou me elevé un poco mas hasta poder ver un gran trozo del puente desde mi posición, alli me paré en seco y lancé una tremenda ráfaga de Rankyakus hasta la posición de Crimson.
(AMF) Rankyaku Rain
No sabría decir cuantos disparé pero lo cierto es que simplemente lancé tantos hasta que pensé que había partido el puente por la mitad pero eso luego podría decir que fueron daños colaterales, quería un combate lo mas bestia posible, de proporciones bíblicas y devastadoras para la isla, ya se encargará el Gobierno de devolverla a su estado normal pero ahora, ahora solo quiero un combate que me deje reventado en el suelo del cansancio.
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-"Un simple corte -pensó al ver a Kasan repeler con bastante facilidad su primer ataque de los cuchillos-. Como suponía de un Cypher Pol"- se dijo poco después. Convirtió sus ojos en los de un águila. No volvería a fiarse de ese individuo, dejaría de subestimarlo, sobretodo después de desconocer como había apartado la niebla que se había creado frente a él. Si quería pelear con todo, es exactamente lo que recibiría de Crimson. No se andó por rodeos y usó una técnica muy propia de los agentes del gobierno, una técnica que había visto en repetidas ocasiones a su gran amigo Deadpool, el soru. Dando diez pasos consecutivos y soltando la energía cinética acumulada se era capaz de ir a una velocidad muy superior a la media, una explosión de aceleración capaz de hacer parecer que desaparece frente a los ojos de un humano, pero los suyos no eran los de un humano. Pese a ello era muy difícil seguirle la velocidad. Debía de estar preparado.
Se acercaba peligrosamente a él. Desenfundó su O Wazamono preparándose por el inminente choque, pero su rival cambió de pronto de dirección, alzándose a los cielos. -"Perfecto"- y una sonrisa de dibujó en su rostro. Ahora estaba en el territorio dónde el mejor se movía. No era conveniente que se enfrentase a un águila real en mitad del aire. Entonces sus piernas dejaron de ser visibles. No sabía qué estaba pasando. De su espalda brotaron un par de alas. -Red Aura- susurró y su cuerpo empezó a desprender un aura carmesí que lo rodeaba. Sus ojos y su pelo se tornaron del mismo color, así como las plumas de su espalda. Usando esa habilidad sus músculos de movían a una velocidad enorme, triplicando su velocidad base. Ahora era incluso más rápido que Kasan. Sonrió al comprobar la lluvia de cortes que iba a caer sobre él. Batió las alas y empezó a volar contra él y contra sus cortes moviéndose de lado a lado para ir evitando los ataques. Sólo dejaba tras de sí rastros de su aura carmesí, pero a ojos normales debía de volver prácticamente indetectable.
Gracias a la enorme velocidad a la que era capaz de moverse le resultaba menos dificultoso poder esquivar ese torrente de ondas. Sin embargo, era obvio que no podría esquivar todas. Usó su katana para desviar otros muchos. Fue insuficiente. Recibió varios cortes en distintas partes de su cuerpo, pero eso no hizo que se detuviese, pese a que las heridas no eran débiles. Necesitaba más que eso para detener a Crimson. En el aire se veían varios restos de la sangre de Crimson en forma de pequeñas partículas. El puente de debajo se iba viniendo abajo, algo no demasiado complicado teniendo en cuenta el hecho de que ya estaba bastante deteriorado por culpa de los constantes golpes de los peces luchadores.
Pero simplemente no fue hasta kasan, pasó de largo, pasando por su costado izquierdo. Se elevó unos diez metros por encima de él. Poniéndose bajo el resplandeciente sol de Dreesrosa una isla típicamente soleada y calurosa, aunque no agobiante. Era muy difícil verlo desde esa posición. Extendió las alas y hizo una especie de eclipse con su cuerpo para cegar momentáneamente a Kasan, pues es todo lo que necesitaba. Descendió a toda velocidad, lanzándose en picado a por el agente y con su katana intentó atravesarlo, haciendo que recorra toda la electricidad que soltaba esa espada proporcionalmente más poderosas según el ataque que lanzase y el suyo era muy, muy veloz.
Ittoryu: Washi no sume (Estilo de una espada: Garras de águila) [AMF] [Haki de Armadura Nivel 2]
Se acercaba peligrosamente a él. Desenfundó su O Wazamono preparándose por el inminente choque, pero su rival cambió de pronto de dirección, alzándose a los cielos. -"Perfecto"- y una sonrisa de dibujó en su rostro. Ahora estaba en el territorio dónde el mejor se movía. No era conveniente que se enfrentase a un águila real en mitad del aire. Entonces sus piernas dejaron de ser visibles. No sabía qué estaba pasando. De su espalda brotaron un par de alas. -Red Aura- susurró y su cuerpo empezó a desprender un aura carmesí que lo rodeaba. Sus ojos y su pelo se tornaron del mismo color, así como las plumas de su espalda. Usando esa habilidad sus músculos de movían a una velocidad enorme, triplicando su velocidad base. Ahora era incluso más rápido que Kasan. Sonrió al comprobar la lluvia de cortes que iba a caer sobre él. Batió las alas y empezó a volar contra él y contra sus cortes moviéndose de lado a lado para ir evitando los ataques. Sólo dejaba tras de sí rastros de su aura carmesí, pero a ojos normales debía de volver prácticamente indetectable.
Gracias a la enorme velocidad a la que era capaz de moverse le resultaba menos dificultoso poder esquivar ese torrente de ondas. Sin embargo, era obvio que no podría esquivar todas. Usó su katana para desviar otros muchos. Fue insuficiente. Recibió varios cortes en distintas partes de su cuerpo, pero eso no hizo que se detuviese, pese a que las heridas no eran débiles. Necesitaba más que eso para detener a Crimson. En el aire se veían varios restos de la sangre de Crimson en forma de pequeñas partículas. El puente de debajo se iba viniendo abajo, algo no demasiado complicado teniendo en cuenta el hecho de que ya estaba bastante deteriorado por culpa de los constantes golpes de los peces luchadores.
Pero simplemente no fue hasta kasan, pasó de largo, pasando por su costado izquierdo. Se elevó unos diez metros por encima de él. Poniéndose bajo el resplandeciente sol de Dreesrosa una isla típicamente soleada y calurosa, aunque no agobiante. Era muy difícil verlo desde esa posición. Extendió las alas y hizo una especie de eclipse con su cuerpo para cegar momentáneamente a Kasan, pues es todo lo que necesitaba. Descendió a toda velocidad, lanzándose en picado a por el agente y con su katana intentó atravesarlo, haciendo que recorra toda la electricidad que soltaba esa espada proporcionalmente más poderosas según el ataque que lanzase y el suyo era muy, muy veloz.
"Fuerte como un buitre, rápido como un halcón, ágil como un azor, letal como un águila"
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Un reflejo carmesí comenzó a moverse entre mis ondas, diría que fue obra de Crimson pero no estoy muy seguro, no llegué a verle la cara en ese instante mas al poco ese reflejo vermellón empezó a subir al cielo, ¿Vuela? Unas alas bastante grandes se dejaban entrever a malas penas entre las ondas pero algo iba mal, ese resplandor se acercaba a tanta velocidad que no podía ni siquiera distinguirlo con la vista pero, ¿Que otra cosa podía ser? Lo relacioné todo y llegué a la conclusión mas simple, ese destello rojizo tenía que ser a la fuerza el pirata Crimson.
Sus ágiles y veloces movimientos solo los podía seguir gracias precisamente al tono rojizo que adquirió, de otro modo me hubiera sido imposible siquiera darme cuenta de su posición, evitando y defendiendose de la lluvia de Rankyakus, Crimson seguía vivo después de aquel ataque infernal mientras que el puente de Dressrosa terminaba de caerse desplomado ante la magnitud del ataque, su estado también ayudó pues los peces se habían empeñado en destrozarlo a cabezazos pero mi manera de hacer las cosas fue mas rápida que la dureza de sus cabezas.
El pirata siguió ascendiendo hasta sobrepasarme pasando por mi costado izquierdo, miré hacía donde se dirigía cuando de pronto el tamaño de sus alas ocultó la luz solar durante un instante para, seguidamente, cegarme al volver la luz de golpe, durante aquel instante lo único a lo que tuve tiempo fue a crear una fuerte racha de viento, no veía una puta mierda hablando mal y pronto pero de seguro que aprovecharía aquella oportunidad para lanzarme algún ataque sorpresa o algo por el estilo y, gracias a aquella racha de viento fue que salvé el culo de una situación cuanto menos peliaguda.
Gracias a aquel viento de última hora, Crimson fue "empujado" o mejor dicho "desviado" de su rumbo original y cuando trató de ensartarme con su katana esta solo me hirió en el brazo en vez de atravesarme como un pavo el día de Navidad, eso si, no se que clase de magia negra o brujería habría utilizado pero el brazo se me quedó entumecido tras el tajo, como si una fuerte corriente eléctrica hubiera recorrido mi brazo hasta los dedos, además sentía una fuerte quemazón por dentro, suerte que el contacto con el filo de su katana fue de apenas un instante porque de haberse prolongado quizás ahora estaría frito, con un poco de suerte el dolor de la electricidad y el entumecimiento se pasarían en un par de minutos.
- Eres bueno, ¿Pero hasta que punto? - Dije en tono bajo, no es que no quisiera ser escuchado, simplemente fue un pensamiento que floreció de mi cerebro para asomar por mi bocaza.
Por lo poco que había podido ver, el pirata Crimson debía ser usuario de algún tipo de akuma, quizás algo que le proporcione alas aunque el abanico es tan amplio que lo mejor será no pensar demasiado en su poder, dejémoslo en que tiene alas y que en el cielo tiene algo de ventaja... "¿Ventaja? ¿Pero que estoy diciendo? Mi tierra es el cielo."
Ascendí todavía mas mientras el cielo se cubría de nubes tormentosas, en apenas unos segundos ya se podía escuchar truenos y ver algún que otro relámpago, podría ser cualquier tipo de isla pero yo decido cuando hace sol y cuando nieva, o en este caso, cuando truena, hice que los truenos y relámpagos se sucediesen constantemente en intervalos menores de un segundo, gracias a esto, el ruido de los truenos podría ensordecerle y aturdirle y, por otro lado los relámpagos podrían cegarle, eso sin contar que obviamente estando en medio de ninguna parte y siendo yo inmune a cualquier tipo de efecto climático, los rayos tendrían como dirección el cuerpo del pirata.
AB (Pedos de Zeus)
- No me gusta recurrir a esto pero su nivel de combate es superior al mío, tendré que jugar todas mis cartas. - Dije con el mismo tono que antes, miraba nuevamente hacía abajo pues su posición debería de estar por debajo de mi aunque con esa velocidad igual me había abierto el culo y ni me había enterado. La herida del brazo no hacía mas que sangrar aunque poco a poco la sangre salía mas lentamente y el entumecimiento se iba pasando aunque aún dolía por dentro, agarré la katana con la mano derecha mientras se me pasaba el dolor, de mantenerla con la izquierda quizás se me habría resbalado de la mano, me coloqué en postura defensiva a la vez que "Activaba" el Raikou.
Con aquella habilidad podía mantener la electricidad en mi cuerpo y utilizarla a placer solo que antes Crimson había sido demasiado rápido como para darme tiempo a hacer nada, ahora si me volvía a tocar con la katana mi cuerpo absorbería la electricidad y la mantendría dentro para hacer con ella lo que quisiera, esta vez no me pillaría por sorpresa y como exteriormente no se aprecia ningún cambio ni nada cuando esta es activada, posiblemente volviese a cargar contra mi.
Sus ágiles y veloces movimientos solo los podía seguir gracias precisamente al tono rojizo que adquirió, de otro modo me hubiera sido imposible siquiera darme cuenta de su posición, evitando y defendiendose de la lluvia de Rankyakus, Crimson seguía vivo después de aquel ataque infernal mientras que el puente de Dressrosa terminaba de caerse desplomado ante la magnitud del ataque, su estado también ayudó pues los peces se habían empeñado en destrozarlo a cabezazos pero mi manera de hacer las cosas fue mas rápida que la dureza de sus cabezas.
El pirata siguió ascendiendo hasta sobrepasarme pasando por mi costado izquierdo, miré hacía donde se dirigía cuando de pronto el tamaño de sus alas ocultó la luz solar durante un instante para, seguidamente, cegarme al volver la luz de golpe, durante aquel instante lo único a lo que tuve tiempo fue a crear una fuerte racha de viento, no veía una puta mierda hablando mal y pronto pero de seguro que aprovecharía aquella oportunidad para lanzarme algún ataque sorpresa o algo por el estilo y, gracias a aquella racha de viento fue que salvé el culo de una situación cuanto menos peliaguda.
Gracias a aquel viento de última hora, Crimson fue "empujado" o mejor dicho "desviado" de su rumbo original y cuando trató de ensartarme con su katana esta solo me hirió en el brazo en vez de atravesarme como un pavo el día de Navidad, eso si, no se que clase de magia negra o brujería habría utilizado pero el brazo se me quedó entumecido tras el tajo, como si una fuerte corriente eléctrica hubiera recorrido mi brazo hasta los dedos, además sentía una fuerte quemazón por dentro, suerte que el contacto con el filo de su katana fue de apenas un instante porque de haberse prolongado quizás ahora estaría frito, con un poco de suerte el dolor de la electricidad y el entumecimiento se pasarían en un par de minutos.
- Eres bueno, ¿Pero hasta que punto? - Dije en tono bajo, no es que no quisiera ser escuchado, simplemente fue un pensamiento que floreció de mi cerebro para asomar por mi bocaza.
Por lo poco que había podido ver, el pirata Crimson debía ser usuario de algún tipo de akuma, quizás algo que le proporcione alas aunque el abanico es tan amplio que lo mejor será no pensar demasiado en su poder, dejémoslo en que tiene alas y que en el cielo tiene algo de ventaja... "¿Ventaja? ¿Pero que estoy diciendo? Mi tierra es el cielo."
Ascendí todavía mas mientras el cielo se cubría de nubes tormentosas, en apenas unos segundos ya se podía escuchar truenos y ver algún que otro relámpago, podría ser cualquier tipo de isla pero yo decido cuando hace sol y cuando nieva, o en este caso, cuando truena, hice que los truenos y relámpagos se sucediesen constantemente en intervalos menores de un segundo, gracias a esto, el ruido de los truenos podría ensordecerle y aturdirle y, por otro lado los relámpagos podrían cegarle, eso sin contar que obviamente estando en medio de ninguna parte y siendo yo inmune a cualquier tipo de efecto climático, los rayos tendrían como dirección el cuerpo del pirata.
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- No me gusta recurrir a esto pero su nivel de combate es superior al mío, tendré que jugar todas mis cartas. - Dije con el mismo tono que antes, miraba nuevamente hacía abajo pues su posición debería de estar por debajo de mi aunque con esa velocidad igual me había abierto el culo y ni me había enterado. La herida del brazo no hacía mas que sangrar aunque poco a poco la sangre salía mas lentamente y el entumecimiento se iba pasando aunque aún dolía por dentro, agarré la katana con la mano derecha mientras se me pasaba el dolor, de mantenerla con la izquierda quizás se me habría resbalado de la mano, me coloqué en postura defensiva a la vez que "Activaba" el Raikou.
Con aquella habilidad podía mantener la electricidad en mi cuerpo y utilizarla a placer solo que antes Crimson había sido demasiado rápido como para darme tiempo a hacer nada, ahora si me volvía a tocar con la katana mi cuerpo absorbería la electricidad y la mantendría dentro para hacer con ella lo que quisiera, esta vez no me pillaría por sorpresa y como exteriormente no se aprecia ningún cambio ni nada cuando esta es activada, posiblemente volviese a cargar contra mi.
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