Crimson vs Kuroi Kage

En una cama se le notaban en la espalda las marcas de los latigazos; esposado a la misma por las piernas y con una de sus manos atada a la espalda; a cuatro patas, en una posición bastante humillante para un hombre de bien"; vestido únicamente con un tanga rosa, un pañuelo atado al cuello, unas botas negras de cuero que le llegaban hasta encima de las rodillas y un "bozal" con una bola roja que cubría su boca; forzando su escape tirando de las cuerdas pues había sido abandonado por su compañera a mitad de faena. No le gustaba nada ese tipo de mujeres. Las que le obligaban a jugar distintos tipos de juegos sadomasoquistas si que le encantaban, le daban cierto gusto a la vida. Las que odiaba eran las que no eran capaces de acabar lo que empezaban. ¡Será zorra!

Acabó escapando como buenamente pudo llevándose el cabecero de la cama bajo sus pies, que seguían atados al mismo, y con el abrigo en la única mano libre que tenía, en este tenía todas sus armas guardadas. Era más difícil de lo que pensaba en un principio andar así, y mucho más salir por la puerta, teniendo que hacer toda clase de "malabares" para poder escapar de esa habitación del pecado en la que se hallaba anteriormente. Tenía que encontrar a alguien que pudiese abrir esas esposas antes de que algún degenerado intente aprovecharse del pobre Crimson.

Caminó sin parar por pasillos pidiendo a toda persona (la mayoría jovencitas a las que intentaban ligar aún en su penoso estado. Aunque claro, la mayoría de estas salían corriendo escandalizas por la desfachatez del pirata) que se encontraba. La mayoría no parecían dispuestos a ayudar a un desamparado chaval de veintitres años al que habían dejado tirado. ¿Qué sería de Crimson en mitad de un crucero medio desnudo y en unas condicione lamentables? Pues lo típico que le ocurría allá por dónde fuese. Tendría que luchar. En esta ocasión con los guardias (todos vestidos de negro, los muy sosos) que venían a detenerle por escándalo público, cómo si fuese algo malo ver su escultural cuerpo. Dio un salto y golpeando con las barras del cabecero dejó en mal estado a esos piltrafillas que osaban retarle. Tras el salto intentó caer de pie pero trastabilló y cayó al suelo. De verdad que era molesto pelear así. Se levantó de manera torpe esperando que algún buen samaritano le ayude.

Vio como se tendía una mano delante de él. La tomó sin desconfiar demasiado y se terminó de erguir del todo. Vio al chico que le ayudaba, en chaval pequeño en plena pubertad sonriente que le comentaba lo "magnífica" de su actuación frente a los guardias de seguridad pero que su finalización había estropeado el número. Era normal. Lo raro es que hubiese sido capaz de siquiera poder saltar estando esposado por ambos pies. -Sí, el acabado no ha sido del todo perfecto. Yo me pondría un ocho por el vestuario magnífico que poseo-respondió riendo al comentario del muchacho. Pero este le sorprendió desenfundando una guadaña y "atacándole" con ella sin que el pudiera hacer casi nada salvo intentar cubrirse con el antebrazo derecho usando su haki de armadura. El corte fue directo a sus pies, cortando las esposas que lo aprisionaban. Sorprendente, era el primero que le ayudaba. Su forma no era precisamente la más convencional, pero le servía. No tardó en reconocerlo. Esa cara estaba colgada en muchos lugares de los que ya había visitado. Ya que había desenfundado el arma... había que aprovecharlo.

-Así que... Leúmas "Kuroi Kage" Akynton... -susurró Crimson, que siempre estaba bien informado de "nuevos talentos" que aparecían por los mares.- He visto tu cartel en varias ciudades de este mar, el South blue. Eres bastante conocido por aquí. Tienes suerte de que en estos barcos no vayan marines, algunos podrían reconocerte-le advirtió guiñándole un ojo.-Sabes... me gustaría comprobar si la fama que te procede es real-continuó con una sonrisa de satisfacción en su rostro.- Siempre me gustan los buenos retos. Y a pesar de que eres un crío quiero pelear contra ti, pero para que esté algo igualado esta mano la voy a dejar atada. ¿Por qué no vamos a cubierta y me demuestras lo hábil que eres con esa guadaña? No me gustaría pensar que todo lo que dicen los pueblerinos de ti son sólo habladurías. Gracias por la ayuda, por cierto-concluyó caminado hacia la planta superior contoneando su estupendo culo depilado tras dejarlo atrás esperando que acepte su propuesta.  

Como esperaba el chaval aceptó su oferta. Esperaba que ese pirata reconocido en el South Blue le diese algo de diversión. Incluso estando atado. Para alguien como él, que había estado en el Grand Line y ya se había enfrentado a multitud de poderosos y peligrosos combatientes enfrentarse a un chico sin apenas experiencia quizás podría resultar poco. Aún atado de una mano no le gustaría tener que acabar tan rápido contra él. Dejó el abrigo, atado a modo de bolsa con todas sus armas y pertenencias básicas, en el suelo, lo desató y lo extendió por la tarima, mostrando el gran arsenal que tenía, junto a algunas de sus prendas. Un espadón, un set de cuchillos, sus dos brazales en los que ocultaba sus diales de rayo, sus botas con cuchillas ocultas, Viento y Sombra, un pantalón de cuero arrugado, y por último su más preciada arma, su Silent Orange, una Ö Wazamono. Cogió únicamente una pistola, Viento; un brazal; su espadón y su meitou. -Perdona la demora. Como verás, no estaba precisamente preparado.- Se colocó el abrigo (metiendo únicamente uno de los brazos), los pantalones y las botas, poniéndose también el resto de armas en su sitio (el espadón en la espalda, la pistola en el cinturón del pantalón y la Katana en la cintura) se quitó el pañuelo del cuello y se vendó los ojos. -Ahora creo que es un poco más justo-comentó, muy confiado en sus posibilidades.

Escuchó la petición del chiquillo. Se sentía en clara ventaja, quizás lo estaba, y quería equilibrar la balanza brindado a Crimson la oportunidad de ser el primero en empezar. -Chaval, primera lección de hoy: Si tienes la oportunidad de empezar, hazlo-advirtió el hábil pirata de pelo negro lanzándose rápidamente a por su pequeño rival.  Se dirigía a toda velocidad hacia él, con su flanco izquierdo, el mismo del brazo atado, con una obvia alusión para que le ataque directamente ahí, Sin embargo justo antes de llegar hacia él, unos dos metros, frenó en seco y con un sutil movimiento de su brazo derecho dejó salir volando el abrigo directamente hacia su rival, creando así una cortina roja entre ambos por la que su rival no podría verlo ni saber lo que Crimson pudiera hacer. Inmediatamente io un pequeño salto atrás disparando a través del abrigo con su pistola hacia Kuroi. Con un total de diez disparos, quería ver que tal se movía su rival.

Art Assasin: Red Curtain (Arte del asesino: Cortina roja) AIF

-Segunda lección: No te fíes de tus ojos-dijo justo tras disparar y caer de forma elegante sobre la madera del barco.

Hábilmente pudo esquivar la gran mayoría de sus disparos tras escuchar y recibir el primero, siendo este casi imposible de esquivar. Aunque claro, apenas sabía del estado de su rival. Aún sintiendo su presencia, no conocía las consecuencias de un primer tiro en él ya que no veía, en el término más exacto de la palabra. Podría estar moribundo o podría estar totalmente ileso. Eso también era una desventaja. Tampoco conocía exactamente el lugar en el que había recibido el primer ataque, por lo que simplemente

Su rival era bastante hábil y ágil, eso era innegable. Sin embargo tenía aún que demostrar mucho más para hacer honor a su recompensa y su pequeña fama en el South Blue y ganarse algo del respeto del capitán pirata. Sin tardar más, y sin apenas pensar en la herida que acababa de recibir, se lanzó raudo a por él con un ataque concentrado en el filo de su hoja hacia el lado desprotegido de Crimson. Era una táctica buena, que él mismo había provocado. Aún sabiendo hacia que lado tenía este predilección e incluso conociendo con cierta anterioridad, prácticamente teniendo un premonición, como sería el ataque de su rival, apenas tenía tiempo para poder reaccionar. Y estaba bastante claro que únicamente con una sola pistola sería casi imposible detener el ataque de una guadaña que iba directamente hacia su páncreas.

No tenía muchas opciones para defenderse del inminente corte. Así que sólo se dio la vuelta, tanto como pudo en mitad del aire, dándole la espalda a su rival para detener la guadaña con el espadón que estratégicamente tenía en su espalda, protegiendo la espina dorsal, para detener de golpes hacia él sin tener que usar ninguna parte de su cuerpo. Sabía que eso no sería suficiente, pero no le quedaban muchas más opciones que esa. Soltó su pistola, arrojó más bien, unos metros hacia delante. El filo de la hoja logró darle en las lumbares, tras perder gran parte de su fuerza al chocar y deslizarse por su espadón y mandó a Crimson a volar algunos metros y rodó otros tantos. Golpeado y con un importante corte en la zona baja espalda. Ya había tenido heridas mucho peores. Se levantó sonriente y demasiado feliz para alguien que había recibido un ataque así. -No peleas mal, criajo. Un ataque rápido y fuerte aprovechando la situación. Nada mal. Todavía te faltan un par de años antes de poder alcanzarme, pero vas por muy buen camino-le dijo gratamente sorprendido y muy confiado en sus posibilidades, pese al daño recibido.

Acercó la mano derecha a la cintura, dónde se encontraba esperando a ser desefundada su Silent Orange, casi rugiendo por salir a combatir. Sentía los latidos de su espada. Un arma perfecta para un asesino, ligeramente más pequeña que una katana convencional, con la calidad de una Meitou y electrificada cuando lanzaba sus poderosos cortes. De un par de secos y rápidos movimientos lanzó un par de onda cortantes que se juntaron, formando una equis en el aire. Dejando en el suelo, tras de si, una estela por donde pasaban los dos extremos inferiores, destrozando la madera. Inmediatamente después de la primera parte de su ataque se giró sutilmente, poniéndose de lado, poniendo siendo así “mas delgado” y habiendo menos puntos donde atacar, favoreciendo su defensa. Pero esa no era la principal razón de haberlo hecho y es que mientras de había rodado por el suelo, recogió su pistola con la mano atada a su espalda, procurando que su rival no se de cuenta. Aunque claro eso nunca podía saberse. Por lo tanto en esa posición podía disparar, aunque de forma mucho menos precisa que antes, por lo incómoda de la posición. Aún así, la estadística jugaba a su favor. Mientras más disparos hiciera, más probabilidades de darle había. Por lo que soltó otra tanda de disparos justo después de su ataque cortante en X, que prácticamente era más un ataque para distraer, aunque si le daba podría resultar fatal.

Art Assassin: Distract and Shoot (Arte del asesino: Distrae y Dispara) [AMF]

-No te fíes de tus ojos-susurraba Crimson.-

El muchachao era bastante habilidoso. Su precio por su cabeza estaba más que justificado, e incluso por encima de la peligrosidad que el gobierno marcaba. Quizás fuera hora de irse tomando más en serio las cosas o al final acabaría más dañado de lo que esparaba en un principio. Fue notando más presencias que se ponían a observar el duelo entre el castaño y el moreno, desde los balcones del navío que asomaban a cubierta. El hecho de haberse cubierto los ojos no le suponía un problema al enfrentarse a alguien siempre y cuando estuviera sólo. El hecho de que ahora hubiera más personas, y su poco dominio del haki de la observación, podían hacerle "perder de vista" a su rival. Lo cual no era nada agradable si este intentaba asestarle un potente guadañazo. Tenía que librarse de esas personas.

Leúmas por su parte no pensaba esperar a que Crimson tuviera oportunidad de crear ninguna estrategia ni de relajarse en el combate, pues rápidamente volvió con su ofensiva, nuevamente empuñando la guadaña en sus manos. Sin embargo esta vez no fue directamente a por él, al menos no en un principio. Podía ver sus intenciones, atacar a la base del mástil y que los trozos de este le caigan encima. Muy hábil, así no podría esquivarlos, ya que no tenía forma de poder "ver" a los trozos de madera inerte. Así que en cuanto supo que pretendía empezó a correr. intentando salir del radio de donde pudiese caer esos enormes trozos. Pero no pud huir mucho más, pues dos ondas cortantes más se dirigirían a su dirección. Se frenó en seco y clavó con toda su fuerza su O wazamono en el suelo, cayendo al romperlo y haciendo un gran agujero en la misma. Debajo estaba la sala de bailes del barco.

Dde esta forma consiguió esquivar, atravesando la cubierta de madera, los cortes de su guadaña. Todos los presentes en la sala le miraron sorprendidos y asustados. No sabían que era todo ese alboroto que estaba ocurriendo en esa cálida y soleada mañana. En ese momentos cayó el mastil justo por donde había hecho el boquete. Claramente el no pudo percibir esto y quedó aplastado bajo uno de los troncos de madera que lo conformaban. La gente empezó a correr dsepavorida, incluso una mujer quedó también aplastado junto a él. Crimson no podía esperar más para su contraataque y que le caiga eso encima no era suficiente para detenerlo. La mujer quedó liberada, aunque en un estado lamentable. Los espectadores de antes no sabían si huir o llamar a las autoridades del barco para que intenten detener a los dos sujetos que estaban peleando en ese momento.


Apartó la madera destrozándola por completo. Tenía el hombro izquierdo dislocado y había soltado su pistola. Corrió a toda velocidad por la pista de baile, pasando justo por debajo de la cubierta mientras esquivaba a la gente que corría. Buscaba hacer un ataque sorpresa desde abajo a Kuroi, sin que este sea capaz de ver de dónde venía el ataque. En cuanto sintió una presencia justo encima de él saltó con todas sus fuerzas atacando con su espada imbuida en Haki. Si sus cálculos no fallaban debía de ser la única alma que mantendría en el lugar y no buscaría huir. Finalmente atravesó el suelo (o techo, según se vea) con su katana y lanzño un potente corte ascendente al que quiera que estuviese ahí.

Ittoryu: Washi no Tsume (Estilo de una espada: Garras de Águila) [AF] Haki de Armadura: Nivel 1

-Tercera lección: Aprovecha las oportunidades creadas-exclamó tras atacar.