(Privado) Si aquí no hay información, es que no existe (Meneror y Yo)

OFF-ROL:

Kaín caminaba, serio y cabizbajo, directo hacia el gran árbol que coronaba el centro de la isla, inmerso en pensamientos oscuros y sangrientos. Tan oscuros y sangrientos como sus ropajes. Botas, pantalones y camisa negros como el dolor que le provocaban sus recuerdos. Corbata, cordones y ojos rojos, como la sangre que soñaba con derramar del cuerpo de su enemigo. Cabellos blancos, como la nieve de su antiguo hogar. Una mano inexistente, como la piedad o los escrúpulos del cazador para con su presa.

El cazador ni siquiera se había molestado en ponerse la prótesis aquella mañana. Estaba demasiado absorto en sus pensamientos como para molestarse por aparentar nada.

La única razón para que el peliblanco estuviera en aquella isla era la información. Su padre había hecho un descubrimiento lo bastante importante como para que la Cipher Pol lo buscara, así que el cazador supuso que la biblioteca más grande del mundo, donde los más prestigiosos arqueólogos del mundo residían, debía contener algo de información sobre aquella cueva. Pero Kaín no creía que le permitieran entrar en la biblioteca a sus anchas y buscar información sobre algo tan concreto y, seguramente, peligroso, por lo que se había mentalizado para hacer lo que fuera necesario para obtener la información que estaba buscando. Normalmente Kaín defendía a los indefensos y a los débiles, pero en aquella ocasión estaba dispuesto a cargar con los remordimientos si eso le brindaba la información que iba buscando.

Entró en la población con la mirada fija en el gran árbol, sin desviarla para nada, atrayendo al instante la atención de la gente. Era obvio que era un extranjero, y su condición de tullido lo hacía destacar aún más. Sin perder un segundo, enfiló el camino más directo al centro de la isla.

*El pueblo parecía tener un día de lo mas tranquilo, el sol resplandecía, las mujeres compraban en el mercado, los botadores comeciaban en el puerto, la vida se hacía patente en aquel pequeño pueblo de la costa, pero toda paz se ve mermada por acontecimientos inusuales, pues en la lejanía un barco con bandera negra atracó en el muelle 12. Este navío de imponentes velas blancas, casco rojo y negro con 36 cañones por banda, 4 cubiertas y un mascarón característico de calavera con un puro era la señal de que los problemas se acercaban. Los marineros arribaron el barco y los botdores de puerto al ver la calavera con el puro en la boca y cabello Blanco se pusieron pálidos y comenzaron a desplegar rampas para los integrantes de aquel navio, los cuales comenzaron a bajar. Otros botadores corrieron al pueblo y comenzaron a avisar a toda persona viviente*

-!IL BIANCO! IL BIANCO HA REGRESADO!

*El pueblo comenzó a alegrarse, pero, ¿por qué? era Meneror, "Il Bianco" temido pirata y asaltante de navíos de la marina mercante ¿porque el pueblo le iba a apoyar?, pues resultaba que muchos de sus botines los repartía para hacer fama entre la población local y ser el "buen samaritano" el señor Don Meneror, el cual apareció en cubierta y comenzó a descender hasta ir a la taberna como acostumbraba hacer tras cada saqueo, esperando su vino de las 12 a la par que los pueblerinos vitoreaban*

-Il Bianco ha regresado!! ha traido dinero para todos!

*Meneror sonreía levemente y se sentó en una terraza de la taberna. Era un hombre alto, fornido, portaba un puro en la boca y un cabello largo y blanco, a la par de una cicatriz de lado a lado de la cara sobre la nariz, además vestía como un mafioso, pañuelo al cuello, chaleco, y una exorbitado abrigo de piel que colgaba de sus hombros, impidiendo ver su mano izquierda y dejando ver un puro encendido en la otra, el cual se llevó a la boca y observó a la tabernera haciendo un aceno de que se moviera. Esta no lo dudó y le colocó la mesa de siempre y el vino. Il Bianco se sentó y de piernas cruzadas junto a dos guardaespaldas y comenzó a beber cuidadosamente su reserva mientras fumaba a la luz del día en mitad del pueblo, hasta que observó a aquel Hombre acercándose por las calles rumbo al interior de la Isla*

Tanto ruido y agitación bajó a Kaín de su nube de golpe. El cazador miró a su alrededor y vio la enorme excitación de la gente a su alrededor. Hablaban de un tal "Il Bianco" pero, si Kaín no recordaba mal, y no solía hacerlo, Meneror "Il Bianco" era el cabeza de familia de un grupo mafioso bastante importante. ¿Pero por que vitoreaban a un mafioso las gentes de a pie?

En ese instante el cazador escuchó a alguien gritar que Meneror traía dinero para todos. Aquello si que no era posible. ¿El capo mafioso repartía sus botines entre el populacho? Kaín, que no tenía muy buen concepto de ese tipo de gente, supuso que sería parte de algún plan o estratagema. Pero, si "Il Bianco" era tan popular en Ohara, tal vez el pudiera garantizarle acceso a la información que buscaba sin recurrir a la violencia o, al menos, pensó el cazador, recurriendo a la menos posible.

Decidido a hablar con el, entró en la taberna donde se habían concentrado los campesinos a la puerta. Los apartó con calma, tratando de no destacar demasiado, y se acercó a la barra. Pidió un zumo de naranja bien frío y espió de reojo al mafioso. Su aspecto era imponente, no solo por su altura ni por su rostro seguro y severo, sino por sus suntuosos ropajes. Kaín estaba pensando que hacer cuando se percató de que uno de los guardaespaldas lo había visto mirando a "Il Bianco". Apartó la vista, deseando que fueran solo imaginaciones suyas, y esperó a ver que sucedía.

*El guardaespaldas observó a aquel hombre, puesto que se quedó fijamente mirando a su jefe. En ese preciso instante el guardaespaldas se dirige hacia su jefe susurrándole al oído. Meneror estaba fumando tan tranquilamente cuando aquellas palabras le pusieron una cara seria más de lo habitual, para luego, hacer un aceno con la cabeza de "si". El guardaespaldas se acerca a Kaín para preguntarle*

-¿Le gusta la visión señor?¿Desea hablar con Il Bianco?

*Toda la taberna mira en ese momento a Kaín y tras un momento muchos preparan las armas incubiertamente sin que Káin se diera cuenta, por si acaso. ¿Por que civiles iban a defender a un Mafioso?, sin duda lo querría saber. Meneror se lo había montado muy bien en los 7 mares, creando un monopolio del crimen organizado, tenía diversos tratados y contratos con los civiles. A pesar de esto Meneror odiaba a los civiles y solo les daba dinero y rpomesas por "conveniencia" para sus negocios. Meneror miró con rostro serio a los civiles de la taberna para luego decir*

-Que modales son esos...dejadnos solos.

*En ese momento como si por arte de magia fuera toda la taberna se levanta ¿tanto era su influencia?. Quedaron solo en la estancia el camarero, 2 guardaespaldas y Meneror, el cual seguía bebiendo su vino y fumando su 4º habano del día. Sin quitar vista del Hombre le dijo*

-¿Comparte vino? *le dice desde su mesa portando la botella en su mano*

La primera reacción de Kaín fue la sorpresa al ver que Meneror calmaba a las furibundas masas del bar. Hasta tal punto los tenía dominados que estaban dispuestos a defenderlo por las armas. Aquello era impresionante. Kaín nunca había visto a un criminal tan popular en sus viajes y le llamó mucho la atención. Pero no estaba como para desviarse de su objetivo. Necesitaba la información y, si "Il Bianco" tenía tanto poder, era el hombre con el que hablar.

El cazador miró al mafioso y le sonrió mientras alzaba su jarra de zumo, casi vacía, y la terminaba.

-Lo siento, pero debo declinar la oferta. Mi cuerpo es demasiado importante para mi como para mancillarlo con alcohol... pero con mucho gusto tomaré otra jarra de este espléndido zumo, si me hacéis el honor de acompañarme en el proceso.- Le dedicó una sonrisa y una ligera inclinación de cabeza.- "Il Bianco", vuestra reputación os precede. No se que negocios tenéis con el pueblo de Ohara, pero al detenerlos les habéis ahorrado una muerte horrible.- Kaín se levantó de golpe, alertando a los guardaespaldas, pero al ver la reacción de estos alzó las manos en gesto tranquilizador.- No he venido a hacer negocios, sino a exponeros una situación, Don Meneror. Necesito acceso total a la biblioteca de esta isla, pues ando a la procura de una información muy concreta. No creo que me dejen entrar así como así, pero usted parece tener mucho trato con la gente de la isla y tal vez pueda permitirme entrar.

Kaín trató, sin demasiado éxito, de sonar calmado y conciliador, pero no le importó demasiado disimular mal. Sabía por las informaciones que tenía de el que "Il Bianco" era endiabladamente inteligente y, aunque hubiera fingido mejor que nunca, estaba casi seguro de que no le hubiera servido para nada. Kaín también había escuchado que el mafioso era tremendamente orgulloso y poseía un carácter fuerte y recio, lo que podría dificultar las cosas. El cazador decidió callarse y esperar a ver que decía el hombre antes de seguir hablando. Tal vez el mafioso comprendiera lo que sucedía y aquello no se alargase más.

-Una copa siempre es bienvenida Caballero.

*Meneror había detectado cierto nerviosismo por parte de aquel hombre en sus palabras. Parecía ser que le urgía acceder a la Biblioteca Magna de la isla, pero, ¿con que objetivo?. Los sabría.

-Demos un paseo hacia dicha biblioteca pues..


*Meneror  se levantó de su silla, no sin antes acabar su copa de vino. Una vez listo salieron los guardaespaldas junto a Kaín a la entrada de la taberna. Hacía sol. un poco de calor la verdad. Meneror ordenó a sus guardaespaldas que se fueran al puerto, dejando solos a los dos caballeros*

-Por aquí. * Dijo Meneror mientras avanzaba calle arriba con su habitual puro en la boca*

-Si voy a jugar con vos Señor, me gustaría saber el porque tanta prisa por llevaros a dicho lugar, fingís muy mal no estar ansioso ni nervioso* Exhala humo mientras camina*

-Ya que yo no os he puesto pegas para ir a dicho lugar, decidme vos ahora el porque de  vuestra necesidad de acceder a tal lugar. Y no aceptaré un no por respuesta.

*Mientras tanto los pueblerinos observaban como aquellos dos hombres se dirigían hacia la biblioteca, mientras que los guardaespaldas corrían raudos hacia el puerto. ¿Por que? ¿Una trampa tal vez? ¿ una simple orden?¿ un trámite ?. Meneror no era tonto y siempre gustaba de tener las espaldas cubiertas, y más con desconocidos.

Kaín sonrió al ver que no iniciaban las hostilidades y acompañó gustoso al mafioso a la calle. En cuanto salieron el capo mandó a los guardaespaldas al puerto, algo que llamó la atención de Kaín. ¿Por qué iba a pasear con un desconocido sin guardaespaldas? No tenía sentido preocuparse demasiado por aquello de momento, ya que, al parecer, Meneror no le pondría trabas.

Paseó con el hacia la biblioteca magna de Ohara, escuchando sus palabras atentamente.

-Jajaja... Tenéis razón, Don Meneror, no se me da bien fingir. Soy del tipo de personas que hacen las cosas de frente y no con truquitos y artimañas. Estoy nervioso, si, porque llevo mucho tiempo buscando algo y creo que podría encontrarse aquí.- Las palabras de "Il Bianco" resonaron en la cabeza del cazador un instante. "Y no aceptaré un no por respuesta". Kaín no quería entrar en detalles, pero sabía que si no lo hacía habría problemas y, aunque no le tenía miedo al capo, prefirió hacer las cosas por las buenas.- Soy arqueólogo. Estoy buscando una antigua caverna perdida en algún lugar del North Blue. Se muy poco de ella y es muy importante para mi localizar su paradero, por lo que he decidido venir a la biblioteca de Ohara, la más grande del mundo, para encontrar esa información.- La sonrisa se borró de su rostro, pues acudieron a el todos los recuerdos relacionados con Hiro, el hombre a quien quería matar.

-Como espero que veáis no tengo ninguna mala intención ni plan oculto, simplemente quiero información...- "Y espero no tener que matarte para conseguirla", pensó con amargura mientras esperaba la réplica del capo mafioso.

*Meneror sabía que si quería llevarlo a su terreno, debía hacerle hablar. Meneror no le atacó de primeras debido a la reputación que le precedía. Meneror tuvo experiencias de combate que no le habían gustado. Se había encontrado desde personajes como  Silvers hasta personajes como Derian Markov o Lord Nat, por lo tanto su lengua debía de ser igual de hábil. El Mafioso escuchó las palabras del caballero*

-Un arqueólogo, al igual que yo. Es grato encontrarse alguien del gremio por estos lares...

*Caminaron hasta llegar a la Magna Biblioteca. Los dos guardias posicionados en la entrada no eran de la villa, sino guardaespaldas de Meneror. ¿Hasta donde llegaba la influencia del mafioso?. Estos al ver a su jefe junto a un muchacho abrieron la puertas de la biblioteca para que luego Meneror avanzara hacia dentro junto a Kaín. Mientras tanto hablaba con él*

-Estoy dispuesto a ayudaros con todo mi énfasis, estoy seguro de que con mi ayuda, podréis obtener lo que buscáis, siempre y cuando compartáis la información conmigo si gusta.

*Se detuvo delante de Kaín y las puertas se cerraron tras ellos*

-Pero a cambio yo quiero un negocio con vos que os resultará atractivo...

El cazador escuchó las palabras del mafioso con sorpresa hasta que Meneror le ofreció un negocio. "Viejo ladino", pensó el peliblanco mientras miraba las inmensas estanterías que los rodeaban. Podía aceptar perfectamente compartir la información con el, pues Kaín creía que si le contaba parte de la verdad, la relacionada con su padre, omitiendo al CP, desviaría la atención del capo de la cueva, si es que la encontraban, pero al cazador no le gustó nada como sonó la palabra "negocio".

-En condiciones normales os seguiría el juego un poco más, Don Meneror, pero es de extrema importancia para mi encontrar la caverna de la que os he hablado y no tengo tiempo para demasiadas formalidades y rodeos... Decidme cual es vuestra petición y veré que puedo hacer para complaceros... Y luego me ayudaréis a encontrar esa información.- Añadió con una sonrisa lo más amable que pudo, pues no pretendía ofender al mafioso con su rudeza.

*Meneror se paró delante de un estante para luego con su puro en la boca responder*

-Quiero formar parte del negocio si es posible señor Kaín y me gustaría que si buscáis una cueva por estos lares solo puedo deciros qie hay una en toda la isla, posiblemente, sea allí donde vuestro interés durmiente espera ser despertado.


*Coje un libro sobre arqueología y se lo da a kain, pero antes de dárselo dice*

-Si no hay negocio o información util para mi, lamento que nuestra futura empresa no llegue a buen puerto.

*Uno de los guardaespaldas llega a la estancia donde los dos hombres estaban hablando. El guardaespaldas simplemente comunicó a Meneror que el saqueo había sido beneficioso, y que por lo tanto, se estaba descargando en el puerto en estos instantes*


-Ahora no puedo acudir James, id vos mismo a vender los productos, ando en otros negocios.

Kaín escuchó las palabras de Meneror con curiosidad y, cuando este acabó de hablar, sonrió.

-Creo que me habéis entendido mal, Don Meneror. Busco información en esta isla porque es la meca de la arqueología, pero lo que busco no está en esta isla. Mi interés se encuentra en algún lugar del North Blue, y no, no creo que podáis sacar partido de este negocio, pues la venganza es lo único que motiva mi empresa. Si lo deseáis, podéis acompañarme, pero os advierto que lo más probable es que mi viaje me lleve a una muerte segura, y a todo el que venga conmigo.- El cazador dejó de hablar cuando el guardaespaldas llegó y los interrumpió. Esperó a que se fuera y luego continuó hablando con un tono más calmado mientras ojeaba el libro que había recibido de manos del mafioso mientras una idea surcaba su mente. Meneror encajaba perfectamente en el perfil.


-No hallaréis beneficio alguno en acompañarme en esta empresa, pero tal vez pueda corresponderos de algún modo por vuestra ayuda. Cuando amanezca, tal vez me vea en la posición de favorecerte, Meneror "Il Bianco".- Dijo Kaín haciendo una referencia al proyecto amanecer mientras sonreía.- Y si no, tal vez te pueda interesar que un cazador de piratas te deba un favor.

El cazador no sabía si aquello sería suficiente para el mafioso, pero no podía ofrecerle más, pues realmente no sabía que encontraría en aquella cueva. Solo podía rezar por que este le ayudara y, de no ser así, conseguir su ayuda por la fuerza.

*Meneror le escuchó atentamente, sin embargo aquellas palabras le sonaron vacías. Meneror no era idiota, pero si precavido y por ello se encargaría de que Kaín cooperara con él. Se sentó en una silla de la biblioteca y mirando a Kaín le respondió*

-¿No me conoceis lo suficiente para que os acompañe a cambio de que me debáis un favor?, si la misma muerte es lamento que no podré seros de mucha ayuda. Obviamente, la ayuda sería po medio de la obtención de información, suministro , lo que desee vuestra persona os lo puedo proporcionar en tal caso.

*quita la ceniza del puro*

-En cuanto a esa venganza imagino que no me está permitido saberla... *Suspira* ¿D e verdad vais a hacerme que lo descubra por mi mismo en una semana? es harto meritorio.

*Se levantó de la silla y cogió otro libro e cual lanzo a las manos de kaín*

-Sea como fuere vuestro propósito contad con mi ayuda si así os es menester, si no, bueno negocios tendremos Lord Kaín no lo dude

Kaín frunció el ceño. El mafioso era, sin duda, todo un maestro de la negociación y las palabras, al contrario que Kaín. Sabía bien que no podía ganarle en ese terreno, así que ni siquiera se esforzó en ocultar que no se fiaba de el. Pero, dado que sabía que no podía engañar a aquel hombre, optó por la opción fácil. Decirle la verdad. Y, si las cosas se torcían, matarlo allí mismo.

-La verdad, Don Meneror, es que no me gusta ni se me da bien mentir, así que voy a dejar de hacerlo. Quiero ir a esa isla por un único motivo. El hombre que asesinó a mis padres, a mis tíos y a todos mis seres queridos frente a mis ojos esta buscando esa cueva por motivos que desconozco y se que si la encuentro tarde o temprano el aparecerá por allí. ¿Suministros, apoyo? Soy un cazador experto, un superviviente, no necesito ni quiero la caridad o la ayuda de nadie para sobrevivir en entornos hostiles... Ni para encontrar información. La única razón por la que te he hablado ha sido para evitarme tener que matar a nadie para poder entrar aquí. ¿Quieres ayudarme? Perfecto, te deberé una. ¿Quieres sacar algo de provecho? Tal vez esa cueva esconda tesoros ocultos o absolutamente nada, así que tu mismo. Si quieres ayudarme, solo puedo prometerte que te deberá una el cazador más tenaz y peligroso que hayas conocido, nada más y nada menos. Si no... Puedes dejarme buscar la información solo o tratar de echarme de tu isla, como prefieras.

Tras sus palabras, el cazador se dio la vuelta y comenzó a ojear los libros en busca de la información que necesitaba.

*Meneror sentado en una de las sillas con escritorio de la mesa escuchó las palabras de Kaín. Con las piernas cruzadas y apoyado en el respaldo con el puro en la boca le respondió por partes*

-Venganza....un plato difícil de hallar por estos lares y que...cuando se halla es frío como el hielo. Sin embargo mi buen amigo..no soy de esa guisa pues no doy tiempo a que me las hagan para tener que vengarme.

*Exhala humo*

-El 3º a la izquierda es lo que buscáis... *dijo suspirando mientras seguía respondiendo aquellas palabras*

-De nada os sirven  vuestras..*hace un gesto con sus dedos* -  "dotes" si ni siquiera sabéis donde está vuestro enemigo, puedo otorgaros espías, armas mejores, rumores y todo lo que deseéis.

*Y finalmente responde a lo último*

-Y si, os ayudaré para sacar negocio de esa cueva o de que al menos...me debáis una pues como bien decís estáis aquí porque venís conmigo, y tan bien sabéis como yo que no puedo permitirme tenerors de enemigo asi como vos para conmigo...sin embargo...

*da otra calada al puro*

-Si voy a ayudaros y es posible de que algo se tuerza...al menos decidme a quién perseguís.

*Meneror quería saber si pisaba sobre sólido o sobre arenas movedizas y aquella demanda de nombre esperaba ser satisfecha por el pirata*

Kaín esperaba con todas sus fuerzas que aquel momento no llegara, pero el mafioso era demasiado precavido. Se acercó al libro que le había indicado "Il Bianco" y apoyó el dedo índice de la mano izquierda sobre el lomo del mismo, mientras meditaba lo que debía decir o hacer. Sabía perfectamente lo que sucedería si Meneror se enteraba de a que grupo pertenecía el hombre al que perseguía... pero el mafioso no le había preguntado eso.

-Se llama Hiro Mitsuriko, un hombre de tez oscura y pelo azul.- Pese a ser una persona muy bien informada, Kaín no creía que tuviera la capacidad para averiguar los nombres de los agentes de la Cipher Pol, la organización más secreta del gobierno mundial, así que no había problema en darle su nombre.

Comenzó a ojear el libro que le había indicado Meneror. Era una guía de pequeñas cuevas del North Blue. No tardó demasiado en encontrar la que buscaba, pues era la única que no había visitado aún. Pero... aquello no podía ser. Según los datos de aquel libro... aquella cueva estaba en... su isla natal, la más fría de todo el North Blue... Fuyu, la isla del invierno. El cazador se quedó de piedra y el libro cayó de sus manos, cerrándose al aterrizar en el suelo. Había estado allí todo el tiempo y el no había podido encontrarla. Se sentía tan estúpido que no fue capaz de articular palabra, se quedó allí, mirando al frente, con los puños apretados, maldiciendo su ineptitud pero, al mismo tiempo, comenzando ya a saborear su venganza.

*Meneror exhaló humo de su puro, con cara confusa, debido a que no conocía aquel nombre, cosa que le enojaba. Meneror en ese momento dió la espalda a Kaín para dirigirse a la salida mientras murmuraba algunas palabras con su guardaespaldas*

-Buscad este nombre en los datos de Revolucionarios, Marina, aldeas, todo.

*El guardaespaldas se retiró de la entrada calle abajo, hacia el pueblo. Tras eso Meneror retomó camino hacia Kaín*

-No podemos estar mucho tiempo aqui, cierto es que influencia poseo, mas no del todo manejable en ese lugar..coged lo que queráis y salid de este lugar, os espero fuera...

*Meneror volvió a tomar la salida de la biblioteca, y, caminando calle abajo hacia el puerto miró su reloj de mano*

-Todo va de maravilla.

Kaín estaba convencido por la expresión y reacción de Meneror que el nombre de Hiro no le decía nada y, pese a que lo había ayudado Kaín disfrutó de la confusión de "Il Bianco". En cuanto el hombre salió de la gran biblioteca Kaín se puso manos a la obra. El libro en el que había encontrado la localización de la tan ansiada cueva era el primero de tres volúmenes en los que no solo se las citaba, sino que se detallaba con bastante minuciosidad todas las pequeñas cuevas y grutas del North Blue. Tardó apenas un minuto en encontrar los otros dos tomos, situados al lado de donde el mafioso había cogido el primero. Los metió en su bolsa y salió de allí, mientras hacía crujir los huesos de su única mano, carencia oculta por los Cestus de Nemea.

Abrió la puerta y salió al exterior. Meneror había echado a andar hacia el puerto y miraba lo que en la distancia parecía un reloj. En ese momento el cazador sopesó la posibilidad de irse volando sin intercambiar más palabras con el. Era tentadora, pues Kaín no disfrutaba de la compañía de gente ladina y maquinadora. Más, movido por su maldita curiosidad que en tantos problemas le había metido, decidió alcanzarlo y seguir andando con el hasta el puerto para ver lo que allí se cocía. No tenía mucha conversación con gente así, por lo que Kaín se limitó a caminar a su lado en silencio.