Perdido tras 3 años. Nuevo amigo [Dacren & Sawn]

No habían pasado ni 3 minutos desde que desaparecí de la isla invernal dejando a Sawn solo frente a todos esos marines. Estaba nervioso, no sabía como volver, primero porque no sabía donde me encontraba, estaba rodeado de vegetación, una vegetación frondosa dejando un paisaje completamente verde. Mirando alrededor pude ver personas que se alejaban de mi posición inicial, corrí rápidamente hasta que llegué a su posición. Tras pararlos en seco a ello se quedaron con cara de locos al verme. Si me viesen la cara sabrían que estaba nervioso.

Dave: Perdonad, ¿sabéis donde estoy?
Aldeano: Por supuesto, estamos en Ohara. Si sigues este camino por donde vamos te encontrarás con el pueblo.
Dave: Muchas gracias señor.

Hice caso al hombre, seguí ese camino, en menos de 5 minutos estaba en el centro del pueblo, donde la mayoría de la gente compraba en los diferentes comercios que habían. Mi propósito no era comprar, el mío era pensar como volver donde estaba Sawn, no iba a dejarle solo frente a toda esa tropa, había hecho mucho por mi y quería ayudarle para salvar la deuda. Pronto en mi cabeza nació un pensamiento tranquilo donde me indicaba que hiciese lo que hiciese, Sawn estaría bien. Por un momento me tranquilicé, pero eso duró muy poco tiempo.

Miraba de un lado para otro en segundos, enterándome de todo lo que pasaba a mi alrededor en poco tiempo. Finalmente pude divisar una edificación donde claramente pegado en la pared había un cartel de madera muy antigua que indicaba que ese edificio era una posada. Me acerqué rápidamente hacía allí, necesitaba descansar mientras no se me ocurriese ninguna idea de volver. Llegué y entré, pude ver varias personas bajar de unas escaleras que conducían a la parte de arriba, también varias personas sentadas en unas mesas consumiendo y la recepcionista limpiando vasos y demás vajilla.

Me acerqué a ella y le pregunté si tenía alguna habitación libre. Me contestó que si, la número 4, le dije que quería la habitación, pagué la cantidad acordada, ahí ella me dio una llave pequeña unida a un llavero de madera del triple de volumen del espacio que ocupaba la llave, si se veía bien tenía el número grabado. Subí las escaleras y me encontré la puerta justo enfrente, abrí la puerta y de ahí fui directo a la cama, quedándome frito allí.

Me levanté de aquel montón de paja con una botella en la mano, exactamente no sabía donde estaba y la cabeza me daba muchas vueltas. Iba vestido solo con mis pantalones, la parte de arriba no la encontraba por ningún lado. Tras un breve vistazo por la habitación pude darme cuenta que me encontraba en la habitación que el día anterior había alquilado, por lo que tras quitarme la paja que se había adherido a mi cuerpo, me puse la parte de arriba, una camiseta ancha de color blanca, la cual iba muy bien con mis pantalones negros. Con el pelo alborotado y con la botella, tenía unas pintas horribles, pero que mas daba, aquí nadie me conocía. Deje la habitación para bajar a la planta de abajo, donde esperaba tomar un buen desayuno, el olor a salchichas fritas y bacon subía por las escaleras, y cuanto mas bajaba, mas notable era este olor.

Un cocinero gordo y sudoroso, con grandes manos y un gran mandil blanco preparaba la comida, simplemente levanté mi mano, esto fue suficiente para que el cocinero supiese lo que quería y un minuto después frente a mi se hallaba mi preciado desayuno, listo para ser devorado.

Me desperté, notaba como mi cabeza experimentaba un dolor infernal, según me había informado eso era por no descansar bien, aún así me intenté levantar de la cama y coger las cosas importantes, una de ella era el cofre donde tenía la estrella warg guardada. Por un tiempo no paraba de pensar que hacer con ella. Tras levantarme cogí mi arma y el cofre y salí fuera de la habitación, bajé las escaleras llegando a la zona del consumo de alimentos, o lo que era lo mismo, el sitio donde se comía, cenaba y demás.

Ya abajo fui directo a la barra y le dije al a chica que si podía prepararme el desayuno, ella con una sonrisa en la cara asintió con la cabeza y avisó a un tipo mucho más mayor que se veía que no se cuidaba nada. La chica me dijo que me sentara en una silla mientras esperaba el plato de desayuno. Me senté en una mesa done se encontraba un chico que ya estaba desayunando, éste no parecía darse cuenta de mi presencia. Dejé la espada encima de la mesa y suspiré severamente por culpa del dolor de cabeza.

5 minutos después el cocinero apareció en la mesa donde estaba sentado y me sirvió el plato, no sabía identificarlo, ya que esos alimentos no los había visto en mi vida, aún así me lo comí rápidamente, porque llevaba mucho tiempo sin comer. De repente un tipo entró en la posada con una gran hacha, fue directo a la barra y con tono burlón le pidió desayuno a la chica, esta totalmente intimidada le dijo que el servicio de desayuno solo se daba a los que estaban hospedados. La verdad es que no me gustaban para nada ese tipo de gente, cuando quise levantarme, el cocinero me paró y fue él quien se iba a encargar del tipo ese.

Extraño: Vamos, dame algo de comer, no tengo mucho tiempo.