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Me encontraba almorzando viaje durante la noche para llegar a ver este lugar, un lugar donde podía encontrar seguramente fantasmas. Cada vez me acercaba mas a la marina, eso se me hacia poco agradable. No por el echo de que sea mala o me desagradara, al contrario contribuía a su causa. Lo que me inquietaba era que había muchas muertes entorno a ella. Mucha gente muere. Estaba en la isla definitiva, la isla de los juicios donde un juez dictaba con mano de hierro un veredicto, para decidir sobre la vida de un ser. En lugar como este debería morir gente. Sin embargo yo estaba segura de encontrar una pista sobre los fantasmas.
Ahorita mismo me encontraba en una de las orillas del lugar, desayunando unos deliciosos waffles con miel y helado. Diana y Janice me acompañaban de cercas. Ellas estaban en otra mesa junto a la mía desayunando y platicando, estaba abstraída y quería algo de tranquilidad mientras me maravillaba por el hermoso cielo y la imponente y abismal catarata. Como es que esta isla podía existir. Era una duda que me carcomía. Los soldados que estaban en la entrada al pasar tenían un atuendo muy raro, una especie de armadura falda, un casco gorra, y esas hombreras. Nose quien hace las armaduras pero espero que al menos sean funcionales. Por que bien no se ven. El pueblo se ve muy hermoso, pero no había nada como tener la vista al infinito.
Me pregunto durante cuanto tiempo a estado o como llego ser la isla que es ahora. Tenia unas ropas mas ligeras, hacia algod e calor a pesar de ser de dia. Supongo que es por que nunca anochece, que la isla no tiene tiempo de refrescarse, traía una mini falda y una blusa mas corta. Mi cabello con este calor lo prefiero en una cola de vaballo para que no me abrume tanto el calor. Mi plan era conocer como funciona la isla, además de buscar una zona de historia, y posiblemente saludar al juez. La vida no era simple, pero en este momento resultaba ser muy cómoda.
-Diana pon una sombrilla el sol es un poco, molesto de paso usen una ustedes. Aun que debo decir que esta isla es asombrosa. Me encantaría vivir. Aquí.-
Sonreí mirando a Janice que servía un poco mas de helado en el waffle.
Ahorita mismo me encontraba en una de las orillas del lugar, desayunando unos deliciosos waffles con miel y helado. Diana y Janice me acompañaban de cercas. Ellas estaban en otra mesa junto a la mía desayunando y platicando, estaba abstraída y quería algo de tranquilidad mientras me maravillaba por el hermoso cielo y la imponente y abismal catarata. Como es que esta isla podía existir. Era una duda que me carcomía. Los soldados que estaban en la entrada al pasar tenían un atuendo muy raro, una especie de armadura falda, un casco gorra, y esas hombreras. Nose quien hace las armaduras pero espero que al menos sean funcionales. Por que bien no se ven. El pueblo se ve muy hermoso, pero no había nada como tener la vista al infinito.
Me pregunto durante cuanto tiempo a estado o como llego ser la isla que es ahora. Tenia unas ropas mas ligeras, hacia algod e calor a pesar de ser de dia. Supongo que es por que nunca anochece, que la isla no tiene tiempo de refrescarse, traía una mini falda y una blusa mas corta. Mi cabello con este calor lo prefiero en una cola de vaballo para que no me abrume tanto el calor. Mi plan era conocer como funciona la isla, además de buscar una zona de historia, y posiblemente saludar al juez. La vida no era simple, pero en este momento resultaba ser muy cómoda.
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El Umi Resha viajaba de forma veloz, el día estaba agradable, o por lo menos para Midorima quien veía con asombro la isla destino…Ennies Lobby, la isla judicial de la Marina, perteneciente a la gran Corriente Taira que conectaba las tres sedes más importantes de la Marina, el Cuartel General de Marineford y la prisión-isla, la New Impel Down. Tres islas que fueron atacadas hace más de 150 años por Mugiwara no Luffy…Dios…aun no entiendo porque he venido aquí, esto podría ser un suicidio, a la hora que descubran que soy un pirata…todo estará perdido. pensaba mientras notaba como es el gran Umi Resha al fin se detenía…era hora de empezar la aventura más peligrosa hasta el momento, pisar y salir con vida de Ennies Lobby. La isla que nunca duerme.
Midorima iba vestido con una máscara que solo dejaba ver sus ojos negros, ¿negros? Si negros como la noche porque estaba usando unos lentes de contacto de ese color, también iba con una gorra que tapaba su pelo verde característico, su cuerpo entero estaba tapado por una especie de manta que lo cubría de pies a cabeza…su disfraz era bueno y esperaba que sumado a sus habilidades para esconderse de la gente podría entrar a la isla con cuidado, sin más espera empezó a caminar con mucho cuidado mientras veía todo con gran atención, la primera puerta era imponente y esa sería la primera gran prueba que tendría que pasar. Aquí vamos…que empiece el suicidio… decía mientras se acercaba a la primera puerta donde notaba que había mucha gente, el escenario ideal para él, la gran puerta de piedra estaba abierta de par en par. Se acercó con cuidado y entonces empezó a caminar entre todas las personas que caminaban rumbo a la puerta, se cubría con toda la gente que pasaba y así evitar a los guardias, caminaba de forma despacio y de hecho evitaba todo roce posible con ellos…fue entonces que luego de unos cinco minutos logró pasar la primera puerta.
Caminó de forma algo más rápida que el resto y sin dudarlo ahora era cuando las cosas se complicaban, según sabía debería haber una segunda puerta para así finalmente acceder al pueblo, sus ojos analizaban todo y la sorpresa eran las grandes cataratas y que la isla estaba flotando sobre ellas…menuda isla a la que llegué, pero no hay tiempo que perder, vamos averigua todo lo posible y luego te vas… le recordaba su consciencia de lo que tenía que hacer, con todo eso en mente ahora tenía que llegar a la segunda puerta, atravesarla y seguir recorriendo la isla…la aventura había comenzado, la suerte estaba echada y ahora todo dependía del destino.
Midorima iba vestido con una máscara que solo dejaba ver sus ojos negros, ¿negros? Si negros como la noche porque estaba usando unos lentes de contacto de ese color, también iba con una gorra que tapaba su pelo verde característico, su cuerpo entero estaba tapado por una especie de manta que lo cubría de pies a cabeza…su disfraz era bueno y esperaba que sumado a sus habilidades para esconderse de la gente podría entrar a la isla con cuidado, sin más espera empezó a caminar con mucho cuidado mientras veía todo con gran atención, la primera puerta era imponente y esa sería la primera gran prueba que tendría que pasar. Aquí vamos…que empiece el suicidio… decía mientras se acercaba a la primera puerta donde notaba que había mucha gente, el escenario ideal para él, la gran puerta de piedra estaba abierta de par en par. Se acercó con cuidado y entonces empezó a caminar entre todas las personas que caminaban rumbo a la puerta, se cubría con toda la gente que pasaba y así evitar a los guardias, caminaba de forma despacio y de hecho evitaba todo roce posible con ellos…fue entonces que luego de unos cinco minutos logró pasar la primera puerta.
Caminó de forma algo más rápida que el resto y sin dudarlo ahora era cuando las cosas se complicaban, según sabía debería haber una segunda puerta para así finalmente acceder al pueblo, sus ojos analizaban todo y la sorpresa eran las grandes cataratas y que la isla estaba flotando sobre ellas…menuda isla a la que llegué, pero no hay tiempo que perder, vamos averigua todo lo posible y luego te vas… le recordaba su consciencia de lo que tenía que hacer, con todo eso en mente ahora tenía que llegar a la segunda puerta, atravesarla y seguir recorriendo la isla…la aventura había comenzado, la suerte estaba echada y ahora todo dependía del destino.
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Me encontraba alegre después de tener un buen desayuno. Mientras avanzaba para ver la arquitectura de aquel lugar, los edificios sus calles, camino, me llamo la atención las grandes puertas mas temprano no preste del todo atención por lo somnolienta que estaba pero ahora estaba mas en mis cinco sentidos. Solicite ver como se abrían las puertas quería ver su gran funcionamiento, Janice se encargo de eso, y unos minutos mas tarde las magnificas puertas comenzaron a moverse. Se podía ver claramente todo desde el pueblo, no tenia ningún estorbo y la iluminación era perfecta, era majestuoso todo en esta isla.
Lo único es que eran un tanto lentas. Asi que mire mi entorno, y fue cuando me di cuenta de algo, las puertas enormes de la justicia estaban allí, a una distante distancia, pero enormes de echo gigantescas. Miraba como todo estaba de forma imponente, nada era diminuto. Me pregunto cuantos piratas tuvieron la desdicha de sentir la presión de estar caminando por este lugar.
Me puse a dar unos pasos, sin darle la importancia a la puerta, esperaría a que abriera, me quede admirando unos arbustos finamente cortados y acomodados aun lado del camino. Era muy simple pero le daban la vida necesaria al lugar. Lo que si es que no podía dejar de sentir un poco de pánico el echo de pensar que la isla podría caerse en este enorme agujero, y pensar que es lo que hace tal fenómeno. Me detuve un momento mas mirando al cielo, quizás el cielo tenga una respuesta pero aun no tenia idea.
Lo único es que eran un tanto lentas. Asi que mire mi entorno, y fue cuando me di cuenta de algo, las puertas enormes de la justicia estaban allí, a una distante distancia, pero enormes de echo gigantescas. Miraba como todo estaba de forma imponente, nada era diminuto. Me pregunto cuantos piratas tuvieron la desdicha de sentir la presión de estar caminando por este lugar.
Me puse a dar unos pasos, sin darle la importancia a la puerta, esperaría a que abriera, me quede admirando unos arbustos finamente cortados y acomodados aun lado del camino. Era muy simple pero le daban la vida necesaria al lugar. Lo que si es que no podía dejar de sentir un poco de pánico el echo de pensar que la isla podría caerse en este enorme agujero, y pensar que es lo que hace tal fenómeno. Me detuve un momento mas mirando al cielo, quizás el cielo tenga una respuesta pero aun no tenia idea.
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Midorima caminaba tranquilamente por la isla, sus sentidos estaban alerta sobre todo lo que pasaba en la isla, sus oídos, visión y por supuesto también su olfato estaban listos para descubrirlo todo, por suerte sus habilidades innatas de espía ahora estaban funcionando o por lo menos de momento, la isla era una de las tantas protegidas directamente por el Gobierno Mundial, eso quería decir que cualquier problema en esta podría significar que el peli verde terminara preso de por vida, La segunda puerta debería estar cerca…solo espero que me dejen pasar…mi corazón esta que estalla…no te rindas ahora. pensaba mientras veía como es que la segunda puerta ya aparecía ante sus ojos, tragó saliva nervioso mientras observaba que ahora ya no estaba ese mar de gente que lo había ayudado antes a pasar, en pocas palabras, tendría que improvisar para pasar por aquella puerta o sino tendría que usar la fuerza bruta para pasar, de una u otra forma las cosas solo se complicaban.
En unos cinco minutos llegó a aquella puerta, había tres guardias al frente y seguramente habría otros en las torres de esta, así que ahora es cuando las cosas se complicaban de verdad, se acercó a paso calmado mientras veía como es que los tres guardias se paraban al frente de él, lo analizaban tranquilamente mientras de reojo veía que en las torres habían dos sujetos que lo apuntaban con sus rifles, trataba de calmarse mientras notaba que los guardias le revisaban todo su cuerpo, cada rincón seguramente tratando de encontrar alguna arma que no portaba Midorima, pasaron unos cinco minutos de una minuciosa búsqueda…
Bien, todo parece estar en orden pero el protocolo dicta que debe ir sin máscara, así que déjala aquí mientras los de las torres abren la puerta, así que vamos…por favor quítese la máscara, señor.
Fue la orden del guardia, uno de pelo castaño, ojos claros y algo alto, medía prácticamente lo mismo que él, al parecer hasta aquí llegaría su infiltración llegaba hasta aquí, Mierda…haré tiempo hasta que las puertas estén abiertas, luego de eso que la suerte me acompañe y espero no morir aquí. pensaba mientras notaba que las puertas ya estaban siendo abiertas, faltaba poco para que quedarán completamente abierta, así que se llevó su mano a la máscara mientras observaba con atención que la puerta ya estaba abierta…sonrió de medio lado –que no se vio por culpa de su máscara- y entonces aprovechando que los guardias tenían la guardia baja fue que conectó dos poderosas patadas en cada uno, y a uno le dio “dirección” ya que lo mando de forma directa hacia el tercer guardia, miró de reojo y notó que los otros dos ya estaban listos para disparar, debía actuar rápido así que sin más cubrió su cuerpo en su Haki Armadura para luego tal araña, empezar a correr por una de las paredes de la torre y así llegar ante el primer guardia de la torre derecha, conectó un fuerte puñetazo en su rostro para luego rápidamente volver a salir y empezar a correr rumbo al pueblo que divisaba al frente, era lo ideal para esconderse y esperar a que todo se calmara…o ese era el gran plan de Midorima Shintaro.
En unos cinco minutos llegó a aquella puerta, había tres guardias al frente y seguramente habría otros en las torres de esta, así que ahora es cuando las cosas se complicaban de verdad, se acercó a paso calmado mientras veía como es que los tres guardias se paraban al frente de él, lo analizaban tranquilamente mientras de reojo veía que en las torres habían dos sujetos que lo apuntaban con sus rifles, trataba de calmarse mientras notaba que los guardias le revisaban todo su cuerpo, cada rincón seguramente tratando de encontrar alguna arma que no portaba Midorima, pasaron unos cinco minutos de una minuciosa búsqueda…
Bien, todo parece estar en orden pero el protocolo dicta que debe ir sin máscara, así que déjala aquí mientras los de las torres abren la puerta, así que vamos…por favor quítese la máscara, señor.
Fue la orden del guardia, uno de pelo castaño, ojos claros y algo alto, medía prácticamente lo mismo que él, al parecer hasta aquí llegaría su infiltración llegaba hasta aquí, Mierda…haré tiempo hasta que las puertas estén abiertas, luego de eso que la suerte me acompañe y espero no morir aquí. pensaba mientras notaba que las puertas ya estaban siendo abiertas, faltaba poco para que quedarán completamente abierta, así que se llevó su mano a la máscara mientras observaba con atención que la puerta ya estaba abierta…sonrió de medio lado –que no se vio por culpa de su máscara- y entonces aprovechando que los guardias tenían la guardia baja fue que conectó dos poderosas patadas en cada uno, y a uno le dio “dirección” ya que lo mando de forma directa hacia el tercer guardia, miró de reojo y notó que los otros dos ya estaban listos para disparar, debía actuar rápido así que sin más cubrió su cuerpo en su Haki Armadura para luego tal araña, empezar a correr por una de las paredes de la torre y así llegar ante el primer guardia de la torre derecha, conectó un fuerte puñetazo en su rostro para luego rápidamente volver a salir y empezar a correr rumbo al pueblo que divisaba al frente, era lo ideal para esconderse y esperar a que todo se calmara…o ese era el gran plan de Midorima Shintaro.
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Me encontraba algo conmocionada estaba viendo tranquilamente todos los detalles, y para cuando la puerta estaba abriendo, escuche lo que parecía ser unos disparos, no ordene ni mire aun ni reaccionaba, pero Janice ya estaba frente a mí, cubriéndome con el escudo.
Los disparos llamaron mi atención, acaso se estaría produciendo alguna ejecución. No pensé que se dieran en un lugar tan lejano de la sala del Juez o el magistrado. Estaba atónita, me recorrió una sensación un tanto escalofriante, el solo pensar que estaba la gente muerta, si eran disparos sangraban, al pensar eso no pude contener mi brazo, si mi brazo izquierdo inicio a temblar descontroladamente, note como regreso apresuradamente Diana fijo su mirada en mi, sin decir nada, solo me miro con amabilidad como expresándome que todo estaría bien y ellas estaban hay para cuidarme, al menos asi lo interprete. Aun así había algo en mi que quería conocer el por que de la ejecución, asi que camine a un campo mas abierto, sobre unas losas de color adobe, frente la puerta, Janice y diana no me detuvieron, no debían hacerlo. Su trabajo en ese instante era estar alertas. No limitar mi curiosidad, sin embargo podía notar en la mirada de Janice una gran preocupación. Sin embargo mi deseo por saber los crímenes y saber si podría ver los fantasmas del acto de su muerte, me llenaba de mas curiosidad, asi que lentamente con pasos muy tímidos avanzaba en dirección a los disparos.
La puerta se detuvo estaba en lo alto, podía ver un ligero ajetreo entre los guardias enfaldados. Todo pintaba a que era algo mas que una ejecución, pero si analizaba la idea, de ejecutar alguien en la entrada, poco a poco tenia menos sentido. Por que hostigar a los civiles con esos espectáculos, por que hacerlo en la misma entrada. A luz de dia. No era ni lugar ni hora.
Me quede de pie frente a la puerta y mire mi entorno pero no podía ver gran cosa, poco después uno de los guardias inicio a caminar en mi dirección. Diana se adelanto unos metros, para interceptar al guardia, obviamente si estaba en peligro no dejarían que extraños se acercaran. Tras un dialogo rápido diana se acerco a Janice ella de manera inmediata se replegó aun mas a mi posición y esgrimió su espada.
-Mi Lady Sam todo indica que hay un intruso y que es una zona peligrosa. –
Tras escuchar sus palabras quede pensativa, quería ver que sucedía. Podría ver al culpable, y su sentencia de principio a fin. Eso me agradaba. Debería de hacer llamada a algún vicealmirante o un almirante para que esto termine pronto, ya que no tengo tampoco todo el dia para esperar a que le capturen los guardias simples. Inicie mi camino a uno de los edificios mas cercanos y entre a la casa subi las escaleras y llegue al techo. Era una casa de 2 pisos de altura, no era la gran cosa. Y podía ver con claridad la plaza, me senté a esperar los resultados inevitables.
Los disparos llamaron mi atención, acaso se estaría produciendo alguna ejecución. No pensé que se dieran en un lugar tan lejano de la sala del Juez o el magistrado. Estaba atónita, me recorrió una sensación un tanto escalofriante, el solo pensar que estaba la gente muerta, si eran disparos sangraban, al pensar eso no pude contener mi brazo, si mi brazo izquierdo inicio a temblar descontroladamente, note como regreso apresuradamente Diana fijo su mirada en mi, sin decir nada, solo me miro con amabilidad como expresándome que todo estaría bien y ellas estaban hay para cuidarme, al menos asi lo interprete. Aun así había algo en mi que quería conocer el por que de la ejecución, asi que camine a un campo mas abierto, sobre unas losas de color adobe, frente la puerta, Janice y diana no me detuvieron, no debían hacerlo. Su trabajo en ese instante era estar alertas. No limitar mi curiosidad, sin embargo podía notar en la mirada de Janice una gran preocupación. Sin embargo mi deseo por saber los crímenes y saber si podría ver los fantasmas del acto de su muerte, me llenaba de mas curiosidad, asi que lentamente con pasos muy tímidos avanzaba en dirección a los disparos.
La puerta se detuvo estaba en lo alto, podía ver un ligero ajetreo entre los guardias enfaldados. Todo pintaba a que era algo mas que una ejecución, pero si analizaba la idea, de ejecutar alguien en la entrada, poco a poco tenia menos sentido. Por que hostigar a los civiles con esos espectáculos, por que hacerlo en la misma entrada. A luz de dia. No era ni lugar ni hora.
Me quede de pie frente a la puerta y mire mi entorno pero no podía ver gran cosa, poco después uno de los guardias inicio a caminar en mi dirección. Diana se adelanto unos metros, para interceptar al guardia, obviamente si estaba en peligro no dejarían que extraños se acercaran. Tras un dialogo rápido diana se acerco a Janice ella de manera inmediata se replegó aun mas a mi posición y esgrimió su espada.
-Mi Lady Sam todo indica que hay un intruso y que es una zona peligrosa. –
Tras escuchar sus palabras quede pensativa, quería ver que sucedía. Podría ver al culpable, y su sentencia de principio a fin. Eso me agradaba. Debería de hacer llamada a algún vicealmirante o un almirante para que esto termine pronto, ya que no tengo tampoco todo el dia para esperar a que le capturen los guardias simples. Inicie mi camino a uno de los edificios mas cercanos y entre a la casa subi las escaleras y llegue al techo. Era una casa de 2 pisos de altura, no era la gran cosa. Y podía ver con claridad la plaza, me senté a esperar los resultados inevitables.
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Midorima seguía corriendo aun con su disfraz puesto, sabía que ahora empezaba lo difícil y de hecho ya sentía el peligro en el aire, de hecho, miró sobre su hombro para notar que ya tenía unos diez sujetos a sus espaldas, tenía que encontrar un lugar donde esconderse o sino las cosas se pondrían peor y para variar no habría conseguido nada de lo que venía a buscar, información, si…preciada y hermosa información para en un futuro volver y destruir esta isla tal como lo hizo Mugiwara no Luffy y su banda hace mucho tiempo atrás, quería repetir la misma historia para demostrarle al mundo que los piratas mandaban en este mundo, que eran los reyes del mar, que nada ni nadie podía ir en contra de sus ideales y para eso el primer paso era destruir esta isla, que representaba la Justicia.
Se frenó en seco para luego activar su técnica especial, The Zone Of God, su cuerpo sufrió cambios que eran invisibles por todas las cosas que llevaba encima para de ese modo aparecer justo en el medio de aquel pequeño pelotón, imbuyó rápidamente sus piernas en su Haki Armadura, para luego hacer el pino en suelo y empezar a girar de forma veloz en este, sus piernas conectaron en los diez sujetos que salieron volando destruyendo cuantas casas se cruzaban en su camino y también levantando grandes cantidades de polvo, arena y también algo de humo. Es ahora o nunca, vamos Midorima, busca y encuentra un lugar donde esconderte. le gritaba su consciencia, el peli verde no dudo en hacerle caso y aún con su técnica activa fue que empezó a correr a gran velocidad mientras se camuflaba en la nube de polvo que el mismo había formado, dobló en una esquina a la derecha para luego doblar a la izquierda, derecha nuevamente y entró de forma casi desesperada en una casa destruyendo la puerta, se escondió en una de las habitaciones y desactivó su técnica y también su Haki Armadura…
Bien, esperaré aquí hasta que pase todo, espero que salga todo bien…
Dijo en un leve susurro mientras veía de forma sigilosa por una pequeña ventana viendo el exterior, escuchaba con atención los gritos de los guardias, y también sus pasos por arriba de la casa, su corazón estaba acelerado y su adrenalina aun peor…esto definitivamente era un suicidio pero debía hacerlo, por el bien de sus planes, se quedo en absoluto silencio y cada cinco segundos era que miraba al exterior buscando que los guardias desaparecieran de aquí o bien algo que le ayudará a dejar este lugar, cualquier le podía servir.
Se frenó en seco para luego activar su técnica especial, The Zone Of God, su cuerpo sufrió cambios que eran invisibles por todas las cosas que llevaba encima para de ese modo aparecer justo en el medio de aquel pequeño pelotón, imbuyó rápidamente sus piernas en su Haki Armadura, para luego hacer el pino en suelo y empezar a girar de forma veloz en este, sus piernas conectaron en los diez sujetos que salieron volando destruyendo cuantas casas se cruzaban en su camino y también levantando grandes cantidades de polvo, arena y también algo de humo. Es ahora o nunca, vamos Midorima, busca y encuentra un lugar donde esconderte. le gritaba su consciencia, el peli verde no dudo en hacerle caso y aún con su técnica activa fue que empezó a correr a gran velocidad mientras se camuflaba en la nube de polvo que el mismo había formado, dobló en una esquina a la derecha para luego doblar a la izquierda, derecha nuevamente y entró de forma casi desesperada en una casa destruyendo la puerta, se escondió en una de las habitaciones y desactivó su técnica y también su Haki Armadura…
Bien, esperaré aquí hasta que pase todo, espero que salga todo bien…
Dijo en un leve susurro mientras veía de forma sigilosa por una pequeña ventana viendo el exterior, escuchaba con atención los gritos de los guardias, y también sus pasos por arriba de la casa, su corazón estaba acelerado y su adrenalina aun peor…esto definitivamente era un suicidio pero debía hacerlo, por el bien de sus planes, se quedo en absoluto silencio y cada cinco segundos era que miraba al exterior buscando que los guardias desaparecieran de aquí o bien algo que le ayudará a dejar este lugar, cualquier le podía servir.
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Estaba esperando ver algo interesante desde el tejado pero no logre ver, nada podía ver el alboroto, pero todo mostraba que seria aburrido esperar, seguramente ya habrían capturado al osado, sin embargo. Estallo una neblina que no conocía su procedencia, todo estaba raro y notaba a los guardias correr en dirección a la primer entrada.
Me incorpore mire a Diana y gire mi cabeza, este asunto era lo mas emocionante que sucedería en mi día, a menos que encontrara un fantasma. Bajamos las escaleras y salimos de la edificación, al salir pude notar frente a mi estaba una casa con la puerta destrozada, al parecer algún fragmento o explosión ocasiono ese denso humo, no sabia ni que era lo importante era ver que todo estuviera en orden. Salí e inicie a caminar a aquella escena de destrucción mi cuerpo estaba emocionado podía sentir la energía y ganas de baila. Al llegar a la puerta destrozada tenia las intenciones de pagar por la reparación, digo las personas que habitan en este lugar también deben trabajar y pasar hambre para ganarse la vida. Si me contaba una historia interesante no me molestaría pagar la puerta.
-Hola, quisiera saber un poco sobre este lugar, e notado que recibió danos su puerta y estoy dispuesta a pagarlos si me puede otorgar algo de utilidad, ¿tiene información que pueda proporcionarme sobre esta isla y su historia?, mas concretamente ¿sabe si hay fantasmas?.-
Quede en el pórtico, después di unos pasos dentro, denotando mi autoridad que no me podría detener un par de escombros. Al entrar estaba un tanto obscuro y no tenia entrada de luz otra que la puerta así que me costo ver que había dentro, en lo que mis ojos se ajustaban a la nueva iluminación. Janice y diana estaban detrás mío, Janice la notaba muy exaltada, y todo indicaba que estaba preocupada de mis acciones, pero yo hacia lo que creía correcto y ella debía acatarlo. Al final una aventura es asi, no es asi Rinali.
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Midorima se mantenía alerta, mirando la ventana, escuchando los pasos de los tipos que lo querían muerto que corrían por los alrededores de su refugio como por arriba, definitivamente esto iba de mal en peor y para variar la única forma de salida era el Umi Ressha, eso significaba que debía recorrer todo de nuevo, pasar las dos puertas y luego enfrentarse a los guardias que ahí estarían…definitivamente era un pésimo plan venir solo a esta isla, o por lo menos, venir sin un plan B antes de que todo se fuera al carajo Mierda, debes sobrevivir Midorima, pase lo que pase debes sobrevivir, hay gente que está esperando tu regreso. Así que no puedes morir aquí, idiota pensaba con mucha fuerza para darse ánimos, tenía que hacerlo, debía sobrevivir a como dé lugar…pero el destino era cruel y al parecer todo se complicaba.
Shintaro se heló al escuchar una dulce voz que venía desde la entrada, decía entre otras cosas si sabía de la isla y si es que había fantasmas, no tenía idea de que si era un aliado o un enemigo en cubierto, aparte la posibilidad de que lo hicieran salir con un falso amigo era alta, después de todo no tenía certeza de que si era la única casa con una puerta destrozada o no, así que de no ser ese el caso pues estaba perdido, lo primero que hizo fue imbuir su dedo en su Haki Armadura para de ese modo traspasar la pared y hacer un agujero lo suficientemente chico como para ver lo justo y necesario, logró ver la hermosa figura de una mujer y a sus espaldas otras dos personas, no parecían hostiles y de hecho por la pregunta de la mujer dudaba que fuera enemigo, pero aun así se quitó la máscara y todos sus disfraces, excepto la gorra y los lentes de contacto para luego salir y decirle a la joven.
Hola…como lo explico, veo que los guardias no te siguen y bueno yo soy el intruso, pero por favor ayúdame a salir de este infierno, te lo ruego…no puedo morir aquí, tengo gente que me está esperando…por favor.
Fueron las palabras que decía Shintaro mientras la miraba a sus ojos, a decir verdad era una mujer muy bonita, y si la ayudaba sería una diosa bajada de no sabía dónde, pero sería su ángel de la guardia…se mantuvo en silencio, en un rincón escondido de la posible interrupción de los guardias, aparte tenía que estar alerta para proteger a esa dama que estaba al frente…ahora todo dependía de la suerte.
Shintaro se heló al escuchar una dulce voz que venía desde la entrada, decía entre otras cosas si sabía de la isla y si es que había fantasmas, no tenía idea de que si era un aliado o un enemigo en cubierto, aparte la posibilidad de que lo hicieran salir con un falso amigo era alta, después de todo no tenía certeza de que si era la única casa con una puerta destrozada o no, así que de no ser ese el caso pues estaba perdido, lo primero que hizo fue imbuir su dedo en su Haki Armadura para de ese modo traspasar la pared y hacer un agujero lo suficientemente chico como para ver lo justo y necesario, logró ver la hermosa figura de una mujer y a sus espaldas otras dos personas, no parecían hostiles y de hecho por la pregunta de la mujer dudaba que fuera enemigo, pero aun así se quitó la máscara y todos sus disfraces, excepto la gorra y los lentes de contacto para luego salir y decirle a la joven.
Hola…como lo explico, veo que los guardias no te siguen y bueno yo soy el intruso, pero por favor ayúdame a salir de este infierno, te lo ruego…no puedo morir aquí, tengo gente que me está esperando…por favor.
Fueron las palabras que decía Shintaro mientras la miraba a sus ojos, a decir verdad era una mujer muy bonita, y si la ayudaba sería una diosa bajada de no sabía dónde, pero sería su ángel de la guardia…se mantuvo en silencio, en un rincón escondido de la posible interrupción de los guardias, aparte tenía que estar alerta para proteger a esa dama que estaba al frente…ahora todo dependía de la suerte.
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Escuche unos sutiles pasos, anote que alguien se me acercaba, era una persona muy peculiar, se denotaba sinceridad y algo de temor. Sus palabras fueron como un pan en mantequilla al escucharle, menciono que era un intruso, intruso de que. Por que hacia falta que entrara de esa forma. Si lo buscaban por que estaba aquí y no allá. Pero tenia tanto miedo que pensaba que moriría, parecía agradable e inofensivo. Me enterneció el corazón de cierta forma yo también era una intrusa ya que tampoco pertenecía a este lugar, seguramente seria un turista que descansaba en la casa prestada.
-Tranquilo, no pasara nada cumplo mis promesas y prometo que saldrás caminando con calma. Regresaras con tu familia.No te preocupes por la peurta me encargare con el que te presto de que la deje mejor. –
Digo quien mas podría estar esperándolo si no es su familia. Estaba de tan buen humor de conocer la isla que no me importaba hacer una buena obra.
-Mira que estar en este lugar tan obscuro con los peligros de afuera, te haría parecer malvado. Por que mejor no me acompañas al centro de la ciudad, quiero conocerle. E oído que tiene unos hermosos jardines. Diana, por favor has que nos tengan preparadas una mesa y cuatro sillas. Janice por que no consigue s un poco de té, el chico se ve algo abrumado como tú por toda esta conmoción de la supuesta invasión. Vamos a relajarnos y seguir disfrutando de esta interminable luz. –
Le indique con un movimiento gentil que saliera. Diana estaba realizando una llamada por un den den mushi. Mientras que Janice se relajo un poco, se inclino y se dirigió a donde teníamos nuestras mesas por la mañana. Al fin y al cabo dejamos en ese lugar un par de cosas, para preparar el desayuno y bocadillos. Aun tenia que visitar la cámara del juez.
-Tranquilo, no pasara nada cumplo mis promesas y prometo que saldrás caminando con calma. Regresaras con tu familia.No te preocupes por la peurta me encargare con el que te presto de que la deje mejor. –
Digo quien mas podría estar esperándolo si no es su familia. Estaba de tan buen humor de conocer la isla que no me importaba hacer una buena obra.
-Mira que estar en este lugar tan obscuro con los peligros de afuera, te haría parecer malvado. Por que mejor no me acompañas al centro de la ciudad, quiero conocerle. E oído que tiene unos hermosos jardines. Diana, por favor has que nos tengan preparadas una mesa y cuatro sillas. Janice por que no consigue s un poco de té, el chico se ve algo abrumado como tú por toda esta conmoción de la supuesta invasión. Vamos a relajarnos y seguir disfrutando de esta interminable luz. –
Le indique con un movimiento gentil que saliera. Diana estaba realizando una llamada por un den den mushi. Mientras que Janice se relajo un poco, se inclino y se dirigió a donde teníamos nuestras mesas por la mañana. Al fin y al cabo dejamos en ese lugar un par de cosas, para preparar el desayuno y bocadillos. Aun tenia que visitar la cámara del juez.
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Midorima estaba sorprendido, literalmente se había declarado como el intruso que estaba atacando Ennies Lobby, pero esta mujer lo consideraba un intruso de la casa y que se encargaría del tipo que le había prestado la casa..algo que sin dudas era más raro que ver a un gato con dos colas, pero ella había asegurado con autoridad y con seguridad que saldría caminando de este infierno, algo que sin dudas le demostraba que al menos al parecer había llegado con una mujer con mucho poder e influencias, todo indica que si me quedo con ella podré salir, así que no me queda otra que estar con ella…al fin tengo algo de suerte. pensaba mientras escuchaba las demás palabras de aquella elegante y hermosa mujer, al parecer ahora irían de paseo y conocerían los jardines del centro de la ciudad.
Muchas gracias…yo soy Midorima Shintaro y ¿tú como te llamas? – se presentó con su verdadero nombre, aparte de eso también se quitó los lentes de contacto y los tiró por ahí dejando ver sus ojos verdes, acto seguido también se quitó su gorra y nuevamente la tiró por ahí, su pelo verde hizo acto de presencia, después de todo nadie sabía quién era el que estaba atacando y para mejor remate su cartel de “Wanted” aun no estaba en los periódicos y seguramente en la Marina tampoco circulase mucha información sobre él – En verdad muchas gracias por todo, te debo una.
Fue lo que le dijo antes de empezar a salir primero, si sabía que era de mala educación pero hace poco que dejó de escuchar los gritos, disparos y también los pasos arriba de esta casa y eso lo hacía sospechar, miró apoyando sus manos en la puerta hacía ambos lados, y como sospechaba estaba todo despejado, dudaba mucho que los guardias de Ennies Lobby dejaran la búsqueda de lado así que tendría que estar alerta por si las moscas, aparte ahora que estaba con aquel ángel de persona tenía que estar muchísimo más alerta, notó como es que las otras una de las otras dos mujeres que estaban ahí, una hablaba por den den mushi, lo que confirmaba el poder de aquella mujer salvadora Me pregunto de donde saldrá tanto poder, digo, está en Ennies Lobby de forma muy tranquila y las otras dos mujeres que están aquí parecen ser sus sirvientes o parecido…un ¿Tenryubitto? No, imposible, esos tipos no meterían aquí…aunque puede ser la hija de uno de ellos con ganas de aventura…pero qué clase de misterios esconde esa chica. pensaba mientras avanzaba otro poco más, saliendo esta vez de la casa, iba ir al ritmo de su salvadora para luego quedarse de pie en medio de la calle…su curiosidad por aquella hermosa mujer iba en aumento.
Muchas gracias…yo soy Midorima Shintaro y ¿tú como te llamas? – se presentó con su verdadero nombre, aparte de eso también se quitó los lentes de contacto y los tiró por ahí dejando ver sus ojos verdes, acto seguido también se quitó su gorra y nuevamente la tiró por ahí, su pelo verde hizo acto de presencia, después de todo nadie sabía quién era el que estaba atacando y para mejor remate su cartel de “Wanted” aun no estaba en los periódicos y seguramente en la Marina tampoco circulase mucha información sobre él – En verdad muchas gracias por todo, te debo una.
Fue lo que le dijo antes de empezar a salir primero, si sabía que era de mala educación pero hace poco que dejó de escuchar los gritos, disparos y también los pasos arriba de esta casa y eso lo hacía sospechar, miró apoyando sus manos en la puerta hacía ambos lados, y como sospechaba estaba todo despejado, dudaba mucho que los guardias de Ennies Lobby dejaran la búsqueda de lado así que tendría que estar alerta por si las moscas, aparte ahora que estaba con aquel ángel de persona tenía que estar muchísimo más alerta, notó como es que las otras una de las otras dos mujeres que estaban ahí, una hablaba por den den mushi, lo que confirmaba el poder de aquella mujer salvadora Me pregunto de donde saldrá tanto poder, digo, está en Ennies Lobby de forma muy tranquila y las otras dos mujeres que están aquí parecen ser sus sirvientes o parecido…un ¿Tenryubitto? No, imposible, esos tipos no meterían aquí…aunque puede ser la hija de uno de ellos con ganas de aventura…pero qué clase de misterios esconde esa chica. pensaba mientras avanzaba otro poco más, saliendo esta vez de la casa, iba ir al ritmo de su salvadora para luego quedarse de pie en medio de la calle…su curiosidad por aquella hermosa mujer iba en aumento.
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-Bien me alegra eso que tengas un poco de educación, Me puedes consoer como Samanta Royalsun, puedes dirigirte a mi como Lady Samanta. Vamos no hagamos esperar al dia.-
Mientras caminábamos había marines corriendo por todos lados, pero se podía ver desde algunas calles antes como evitaban cruzar cerca mío, daban vuelta unas 5 cuadras antes y desviaban su rumbo, caminaba con determinación y sin miedo al centro de la plaza. Los edificios eran bonitos pero entre mas avanzaba mas faltaba diversidad. Eran bastante similares los unos de los otros. Peor cerca de la plaza había un edificio muy alto con un reloj. Estaban en su lugar ya un par de mesas y sillas. Al mismo tiempo podía ver a lo lejos avanzar a Janice con las cosas para el te.
-Bueno será de tu agrado el te de Janice es una combinación selecta de Jazmín con frutas secas desprende un aroma exquisito. Comerás un par de galletas y te sentirás mas tranquilo, ya veras como después de hablar con el juez todo se arreglara. –
Llegamos a la plaza y tome asiento con calma y gentileza, Diana estaba cerca mío y se sentó a mi derecha miraba a aquel hombre con tanta curiosidad. Me recordaba cuando veía a Ana por primera vez. El clima era de lo mas agradable el Sol estaba en lo mas alto y constante. El aroma que desprendía él te era agradable y además unas cuantas galletas horneadas en la mañana. Podía ver como había aun a lo lejos un par de marines corriendo de aquí para alla pero es lo que me gustaba de este lugar, no me molestaban.
-Cuéntame que sabes de este lugar. ¿Por qué sabes algo no?-
Mientras caminábamos había marines corriendo por todos lados, pero se podía ver desde algunas calles antes como evitaban cruzar cerca mío, daban vuelta unas 5 cuadras antes y desviaban su rumbo, caminaba con determinación y sin miedo al centro de la plaza. Los edificios eran bonitos pero entre mas avanzaba mas faltaba diversidad. Eran bastante similares los unos de los otros. Peor cerca de la plaza había un edificio muy alto con un reloj. Estaban en su lugar ya un par de mesas y sillas. Al mismo tiempo podía ver a lo lejos avanzar a Janice con las cosas para el te.
-Bueno será de tu agrado el te de Janice es una combinación selecta de Jazmín con frutas secas desprende un aroma exquisito. Comerás un par de galletas y te sentirás mas tranquilo, ya veras como después de hablar con el juez todo se arreglara. –
Llegamos a la plaza y tome asiento con calma y gentileza, Diana estaba cerca mío y se sentó a mi derecha miraba a aquel hombre con tanta curiosidad. Me recordaba cuando veía a Ana por primera vez. El clima era de lo mas agradable el Sol estaba en lo mas alto y constante. El aroma que desprendía él te era agradable y además unas cuantas galletas horneadas en la mañana. Podía ver como había aun a lo lejos un par de marines corriendo de aquí para alla pero es lo que me gustaba de este lugar, no me molestaban.
-Cuéntame que sabes de este lugar. ¿Por qué sabes algo no?-
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Midorima empezó a caminar con la que ahora se presentaba, era Samanta, aunque dijo que se podía dirigir a ella como Lady Samanta definitivamente esta chiquilla viene de la realeza. pensaba mientras notaba como es que los marines ignoraban a Samanta y por ende lo ignoraban a él, corrían muy deprisa seguramente buscando al encapuchado que estaba atacando Enies Lobby, llegaron finalmente al centro de la ciudad y un edificio enorme se formó al frente del peli verde, seguramente era el Palacio de la Justicia, donde tendría que estar el juez de esta isla, el que dictaba quien era culpable o inocente aunque al ser una isla de la Marina era imposible que ese sujeto dictase alguna sentencia de inocente, tenía que hacer que ella dejara de pensar en esa idea y para eso tenía que ser sincero.
Samanta-san…verás, no podemos hablar con el juez… – tomó una breve pausa, sabía que si era sincero y su ahora salvadora amiga tenía una personalidad que odiaba a los piratas, estaba perdido, si ahora estaba a salvo era por ella y por lo que sea que tenía su poder es que estaba aun con vida y dándose el lujo de tomar una taza de té con esta tranquilidad, tomó un poco de té para nuevamente empezar a hablar Verás…y perdón si es insolente pero no me gusta llamar a la gente como Lady o esas cosas, pero yo soy al que los marines están buscando…sí, yo soy un pirata…y necesito de tu ayuda para salir de este lugar…por favor Samanta-san, no me lleves a donde está el Juez una vez descubran quien soy estaré muerto…te lo ruego.
Se quedó en silencio, sabía que ahora la suerte estaba echada, que dependía de Samanta y de su poder en esta isla para salir vivo, y por ende estaba preparado todo, con el rabillo de su ojo estaba atento a las mujeres que la acompañaban por si ellas decidían atacarlo…no las atacaría pero si tendría que huir y nuevamente enfrentarse a este gran infierno solo…cruzó sus brazos y miró a Samanta a los ojos, los suyos representaban un gran arrepentimiento por lo que estaba haciendo, quería decirle a su compañera que lo sentía con sus ojos…y en su interior rezaba porque no lo delatara…ahora todo dependía de ella y del destino, la suerte estaba echada, las cartas sobre la mesa y a jugar.
Samanta-san…verás, no podemos hablar con el juez… – tomó una breve pausa, sabía que si era sincero y su ahora salvadora amiga tenía una personalidad que odiaba a los piratas, estaba perdido, si ahora estaba a salvo era por ella y por lo que sea que tenía su poder es que estaba aun con vida y dándose el lujo de tomar una taza de té con esta tranquilidad, tomó un poco de té para nuevamente empezar a hablar Verás…y perdón si es insolente pero no me gusta llamar a la gente como Lady o esas cosas, pero yo soy al que los marines están buscando…sí, yo soy un pirata…y necesito de tu ayuda para salir de este lugar…por favor Samanta-san, no me lleves a donde está el Juez una vez descubran quien soy estaré muerto…te lo ruego.
Se quedó en silencio, sabía que ahora la suerte estaba echada, que dependía de Samanta y de su poder en esta isla para salir vivo, y por ende estaba preparado todo, con el rabillo de su ojo estaba atento a las mujeres que la acompañaban por si ellas decidían atacarlo…no las atacaría pero si tendría que huir y nuevamente enfrentarse a este gran infierno solo…cruzó sus brazos y miró a Samanta a los ojos, los suyos representaban un gran arrepentimiento por lo que estaba haciendo, quería decirle a su compañera que lo sentía con sus ojos…y en su interior rezaba porque no lo delatara…ahora todo dependía de ella y del destino, la suerte estaba echada, las cartas sobre la mesa y a jugar.
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Mientras disfrutaba del te, y disfrutaba de una suave y delicada brisa como el rose de la piel de un bebe en las yemas de mis dedos, Midorima hablaba mientras reflexionaba todo, Diana y Janice me miraban. Deje de disfrutar de todo el asunto. El era un pirata, piratas como los que mataron a Rinali. Los piratas son la escoria del mundo, si bien no era educado, por que tampoco era cruel. Debía informar de lo acontecido, debía decirle a los marines de la estadía del mismo en esta zona, pero también realice una promesa, eso sucede por no entender bien la situación. Si bien no parecía malo el echo de decir pirata es querer serlo. Me levante algo inconforme con la verdad.
-Bien terminemos con este asunto, en ese caso. Vamos a la entrada a que tomes el tren de regreso.-
Me dispuse a caminar y no le quise ver, no podía ni quería entender por que deseaba ser ladrón, asesino, déspota y ruin ser. Todo indicaba que aun no era un pirata, pero por que deseaba serlo, ser pirata por definición según los libros, el significado tradicional está asociado al individuo dedicado a realizar robos y secuestros en embarcaciones. Los piratas, por lo tanto, son criminales que actúan en alta mar y que abordan barcos con fines delictivos.
Cada paso estaban mas cercas a la entrada había docenas de soldados corriendo subiendo bajando, estaban buscando hasta en la ultima habitación. Mire de reojo a Diana, ella sabia que necesitaba algo.
-Diana ve con el capitán en jefe e infórmale que necesito una escolta de sus mejores hombres. Esperare en la primer entrada.-
Seguía caminando en dirección al tren, todo este asunto me irrito un poco. Pero debía hacer valer mi palabra.
-Bien terminemos con este asunto, en ese caso. Vamos a la entrada a que tomes el tren de regreso.-
Me dispuse a caminar y no le quise ver, no podía ni quería entender por que deseaba ser ladrón, asesino, déspota y ruin ser. Todo indicaba que aun no era un pirata, pero por que deseaba serlo, ser pirata por definición según los libros, el significado tradicional está asociado al individuo dedicado a realizar robos y secuestros en embarcaciones. Los piratas, por lo tanto, son criminales que actúan en alta mar y que abordan barcos con fines delictivos.
Cada paso estaban mas cercas a la entrada había docenas de soldados corriendo subiendo bajando, estaban buscando hasta en la ultima habitación. Mire de reojo a Diana, ella sabia que necesitaba algo.
-Diana ve con el capitán en jefe e infórmale que necesito una escolta de sus mejores hombres. Esperare en la primer entrada.-
Seguía caminando en dirección al tren, todo este asunto me irrito un poco. Pero debía hacer valer mi palabra.
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Suspiro de manera tranquila tras escuchar las palabras de Samanta, aunque en su interior sabía que estaba latente la posibilidad de que le llevara directo a una trampa, su guardia aun estaba alerta por todo y aparte podía notar cierto odio hacia este en las palabras de esa hermosa mujer, o por lo menos en su tono, algo le decía que ella en verdad odiaba mucho a los piratas y seguramente Midorima no se salvaría de esa regla, seguramente su pasado tendría mucho que ver en ese gran odio aunque así a vuelo de pájaro poco podía adivinar, aparte no era algún detective y por ahora poco le interesaba que era lo que le había pasado –que le daba curiosidad, sí, ¿era relevante? No tanto en este momento- por ahora solo le importaba salir de ese infierno tan rápido como pudiera.
En verdad, muchas gracias…te debo un favor, gracias de verdad.
Fue lo único que dijo en todo el trayecto, Midorima podía ser un idiota, un maldito ególatra, más orgulloso que nadie y también un adicto a las mujeres, pero también sabía dar las gracias y darse cuenta de que alguien ahora mismo le estaba salvando la vida, caminó en silencio, un poco más atrás que Samanta para así en caso de cualquier cosa poder huir o en su defecto si los guardias idiotas de esta isla los empezaban a atacar, tenerla cerca para protegerla y huir con ella, sabía que sería algo muy difícil pero no imposible teniendo en cuenta que la primera puerta ya estaba cerca, y seguramente el Umi Ressha ya estaría en la estación Bien, al parecer si lo lograré…pero esta chica me causa cierta desconfianza, siento que algo me está escondiendo, iré con cuidado en caso de…aunque también la tengo que proteger. pensaba mientras notaba que ya estaban a nada de llegar a la primera puerta, y por ende, cada vez más cerca de la ansiada libertada. Shintaro sonrió de forma calmada para luego ponerse alerta, no podía bajar la guardia, no todavía…en cuanto estuviera en el Umi Ressha escapando de aquella maldita isla sería el momento de bajar la guardia, pero por ahora no era el momento…tenía que mantenerse siempre alerta…
En verdad, muchas gracias…te debo un favor, gracias de verdad.
Fue lo único que dijo en todo el trayecto, Midorima podía ser un idiota, un maldito ególatra, más orgulloso que nadie y también un adicto a las mujeres, pero también sabía dar las gracias y darse cuenta de que alguien ahora mismo le estaba salvando la vida, caminó en silencio, un poco más atrás que Samanta para así en caso de cualquier cosa poder huir o en su defecto si los guardias idiotas de esta isla los empezaban a atacar, tenerla cerca para protegerla y huir con ella, sabía que sería algo muy difícil pero no imposible teniendo en cuenta que la primera puerta ya estaba cerca, y seguramente el Umi Ressha ya estaría en la estación Bien, al parecer si lo lograré…pero esta chica me causa cierta desconfianza, siento que algo me está escondiendo, iré con cuidado en caso de…aunque también la tengo que proteger. pensaba mientras notaba que ya estaban a nada de llegar a la primera puerta, y por ende, cada vez más cerca de la ansiada libertada. Shintaro sonrió de forma calmada para luego ponerse alerta, no podía bajar la guardia, no todavía…en cuanto estuviera en el Umi Ressha escapando de aquella maldita isla sería el momento de bajar la guardia, pero por ahora no era el momento…tenía que mantenerse siempre alerta…
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Caminábamos directamente al tren, para cuando note que estábamos a unos metros de la entrada, se encontraba parados frente en la entrada 4 capitanes y dos comodoros. Estaban dispuestos y listos, no tenían pinta de buenos amigos.
Miraron de manera inmediata al acompañante de Samanta soltaron una sonrisa todo indicaba que ya estaba preso.
-Estas son mis instrucciones, él es un amigo desea llegar a wáter seven, después de que le hagan escolta a aquel lugar, deseo que regresen de manera inmediata, Janice les acompañara para verificar que todo ira en forma. Ambas personas deben ir con bien y solo Janice debe regresar.-
Sin mas me gire y comencé a caminar directo al palacio de justicia, al menos yo si quería verlo. Diana se me acompaño. Mientras que Janice sonrió y fue junto con aquel joven peli verde.
-Adelante joven, puede tomar el tren, estaremos detrás suyo. Janice extendio una hoja de papel a aquel joven. De Lady Samanta. -
--Ten cuidado con el camino que escojes, no pareces ser malo, cuida no serlo....
Miraron de manera inmediata al acompañante de Samanta soltaron una sonrisa todo indicaba que ya estaba preso.
-Estas son mis instrucciones, él es un amigo desea llegar a wáter seven, después de que le hagan escolta a aquel lugar, deseo que regresen de manera inmediata, Janice les acompañara para verificar que todo ira en forma. Ambas personas deben ir con bien y solo Janice debe regresar.-
Sin mas me gire y comencé a caminar directo al palacio de justicia, al menos yo si quería verlo. Diana se me acompaño. Mientras que Janice sonrió y fue junto con aquel joven peli verde.
-Adelante joven, puede tomar el tren, estaremos detrás suyo. Janice extendio una hoja de papel a aquel joven. De Lady Samanta. -
--Ten cuidado con el camino que escojes, no pareces ser malo, cuida no serlo....
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Finalmente, el olor a mar inundó las fosas nasales de Midorima, una extraña sensación de relajo lo invadió momentáneamente, veía el Umi Ressha y varios marines, le llamó la atención la aparición de cuatro capitanes y dos comodoros, una gota de sudor frío bajo por la espalda de Shintaro quien estaba listo para pelear contra ellos, pero nuevamente y ante su sorpresa Samanta nuevamente hizo fan de su poder y los dejó callados Tomen esa, insectos pensó fugazmente mientras escuchaba las palabras de su nueva amiga, ángel guardián, salvadora, y derivados. Al parecer Samanta lo estaba mandando a Water Seven y eso era un alivio, en esa isla podría descansar y relajarse, aparte al ser una isla tan grande podría estar tranquilo de que no lo pillarían por un tiempo.
Midorima no perdió el tiempo y se subió al tren mientras notaba que Janice lo acompañaba, y a la par le dirigía unas cuantas palabras y le entregaba un pequeño papel, siguió caminando por los estrechos pasillos para finalmente encontrar un gran asiento de cuero, parecía único y nuevo, se sentó ahí, Janice se sentó justo al frente…el peli verde abrió el papel con calma y leyó con cuidado la pequeña frase de Samanta. Ten cuidado con el camino que escoges, no pareces ser malo, cuida no serlo. se repitió unas dos veces antes de guardar aquel papel en su bolsillo, miró la inmensidad del mar para luego empezar a sonreír de manera amplia, era verdad, hace poco que se había dado cuenta de que no era el típico pirata que no era malo sino que era más bien…fuera de norma, y dentro de todos los malos malosos, era el más bueno de los malos. Se fijo en Janice y le dijo con calma.
Cuando vuelvas a Ennies, dile a Samanta esto por favor: Que la siguiente ves que nos veamos, la invitaré a una rica taza de chocolate caliente para así hablar un poco más, y que me disculpo por los inconvenientes que le cause y ante todo muchas gracias.
Fue lo único que dijo antes de guardar silencio y empezar a cerrar sus ojos, sus pupilas pesaban y el sueño empezaba a ganar terreno, ahora solo quedaba esperar a que el destino los juntara de nuevo y que nadie los molestara, el tren lentamente empezaba a moverse con destino a Water Seven, la capital del agua y la isla más grande del Grand Line, al menos algo se podría hacer en ese lugar pero por ahora solo dormiría hasta llegar a su destino.
Midorima no perdió el tiempo y se subió al tren mientras notaba que Janice lo acompañaba, y a la par le dirigía unas cuantas palabras y le entregaba un pequeño papel, siguió caminando por los estrechos pasillos para finalmente encontrar un gran asiento de cuero, parecía único y nuevo, se sentó ahí, Janice se sentó justo al frente…el peli verde abrió el papel con calma y leyó con cuidado la pequeña frase de Samanta. Ten cuidado con el camino que escoges, no pareces ser malo, cuida no serlo. se repitió unas dos veces antes de guardar aquel papel en su bolsillo, miró la inmensidad del mar para luego empezar a sonreír de manera amplia, era verdad, hace poco que se había dado cuenta de que no era el típico pirata que no era malo sino que era más bien…fuera de norma, y dentro de todos los malos malosos, era el más bueno de los malos. Se fijo en Janice y le dijo con calma.
Cuando vuelvas a Ennies, dile a Samanta esto por favor: Que la siguiente ves que nos veamos, la invitaré a una rica taza de chocolate caliente para así hablar un poco más, y que me disculpo por los inconvenientes que le cause y ante todo muchas gracias.
Fue lo único que dijo antes de guardar silencio y empezar a cerrar sus ojos, sus pupilas pesaban y el sueño empezaba a ganar terreno, ahora solo quedaba esperar a que el destino los juntara de nuevo y que nadie los molestara, el tren lentamente empezaba a moverse con destino a Water Seven, la capital del agua y la isla más grande del Grand Line, al menos algo se podría hacer en ese lugar pero por ahora solo dormiría hasta llegar a su destino.
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Me encontraba mas que asombrada el tribunal de justicia de Enies lobby era impresionante, era casi tan grande como mi casa de muñecas, no podía dejar de ver como el gran juez estaba escuchando y dictando sentencia una tras otra a los criminales. Era imponente el poder que ostentaba al poder decidir y juzgar con esa facilidad. No era como nosotros una simple orden, el sopesaba detalles y decidía lo mas adecuado. Quede maravillada, ese martillo todo ne pos de un mejor mundo.
Era una forma diferente de trabajar, de apoyar y ayudar a las personas, estaba sentada en un escritorio y se escudaba en sus conocimientos, no era como mi padre o yo, que buscaba hacer negocios y dinero, para conseguir poder. El atreves de sus conocimientos y sabiduría mostraba su poder. Y mientras que nosotros solo podíamos ayudar con nuestro dinero a algunos debido a la misma naturaleza de trabajo del dinero, el cada cosa que hacia era por el bien de toda la humanidad.
Estaban ilustrándome una forma de vida. Después de ver sentencias y como al gente algunos aceptaban y otros reprochaban sus crímenes regreso Janice, me dio el mensaje de midorima, solte una sonrisa, me daba gusto tener a Janice de vuelta.
Tras estar todo el día en la isla y tener un par de emociones fuerte, regresamos a nuestro barco a descansar. Ya mañana seria otro día para seguir investigando sobre lo que hacían en enies lobby y es que a pesar de no parecer de noche, mi cuerpo ya me recordaba que debía descansar.
Era una forma diferente de trabajar, de apoyar y ayudar a las personas, estaba sentada en un escritorio y se escudaba en sus conocimientos, no era como mi padre o yo, que buscaba hacer negocios y dinero, para conseguir poder. El atreves de sus conocimientos y sabiduría mostraba su poder. Y mientras que nosotros solo podíamos ayudar con nuestro dinero a algunos debido a la misma naturaleza de trabajo del dinero, el cada cosa que hacia era por el bien de toda la humanidad.
Estaban ilustrándome una forma de vida. Después de ver sentencias y como al gente algunos aceptaban y otros reprochaban sus crímenes regreso Janice, me dio el mensaje de midorima, solte una sonrisa, me daba gusto tener a Janice de vuelta.
Tras estar todo el día en la isla y tener un par de emociones fuerte, regresamos a nuestro barco a descansar. Ya mañana seria otro día para seguir investigando sobre lo que hacían en enies lobby y es que a pesar de no parecer de noche, mi cuerpo ya me recordaba que debía descansar.
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