Combates finales, ronda 1: ¡Koldan y Hayato!

Finalmente me adentre en el bosque con cinco tipos más, la verdad es que eramos un grupo bastante peculiar: dos miembros de la marina, un pirata, un revolucionario, un miembro del CP y yo, un cazador. Ya conocía al pirata, Asd y al del CP, Etsu. Me faltaba por conocer a los otros tres.

- Buenas, ya que se supone que durante esta noche seremos un equipo, mas o menos, me presentare. Mi nombre es Tyrion Wave y aunque en esta situación no debería importar, soy cazador.- Dije mientras seguíamos caminando por el bosque.

Mientras esperaba una contestación de alguno miraba por nuestro alrededor, el paisaje era extraño y aterrador. Como si estuviéramos en otoño, las hojas de los árboles caían al suelo, pero no tenían un tono marrón, mas bien era rojo y daba un poco de mal royo.

Finalmente llegamos a un claro en medio de aquel bosque, pero para mi sorpresa, en el claro se encontraban dos tipos: uno era bastante grande, tanto a lo alto como a lo ancho y estaba afilando un mandoble. El otro era bastante alto y muy flaco y tenia el cabello y los ojos de color verde. Cuando nos vieron el grandullón sonrió.

- Mira por dónde, Hayato, parece que al final tendremos diversión.- A lo que el delgaducho contesto - Eso parece, Koldan. ¡Mori Mori no Fusion! -

Dicho esto el delgaducho toca con las manos un árbol, su cuerpo se vuelve de madera y se mete como en el árbol asta introducirse por completo en este. -¿Pero que coj...?- Ni termine la frase cuando el otro tipo, el grandullón, se levanto. Empezó a gritar y poco a poco el grito parecía más un aullido, mientras el grandullón aullaba se transformo como si nada en un hombre lobo de CINCO MALDITOS METROS.

-Oohh perfecto. uno con ¿logia de madera? y el otro con una zoan de lobo.-

Al decir aquello, de los árboles aparecieron dos perros negros con los ojos rojos como la luna. -Venga ya, esto es el colmo. Ojala se ponga a llover.-

De pronto el hombre-lobo clavó su arma en en suelo provocando un temblor a la vez que ambos perros saltan hacia nosotros lanzando un zarpazo tras otro y el árbol donde se había metido el larguirucho empieza a lanzarnos ráfagas de hojas de color metálico.
Todo fue muy repentino y rápido. El ataque que mas me preocupaba era el del árbol, me tenia que cubrir de aquellas hojas. En cuanto vinieron los perros me cubrí la cara con ambos brazos de sus zarpadas. Debido al temblor, en un principio me costo y me caí al suelo, pero estaba en peligro y tenia que actuar rápido así que me levante, me puse en una posición más equilibrada y me volví a cubrir la cara con ambos brazos. Cuando el más próximo a mi estuvo lo suficiente cerca alargué con gran fuerza mi brazo derecho con el puño cerrado para darle una buena ostia en la mandíbula e inmediatamente alargue el izquierdo para cogerlo y ponérmelo como escudo ante las hojas.
Estaba dolorido por la caída y por los zarpazos, pero esto acababa de empezar y tenia que aguantar. No les dije nada a mis compañeros porque ya tenia suficiente con lo mio, pero parecían fuertes y si yo podía apañarmelas ellos también.

No había nada que no fuese rojo en aquél bosque. Las hojas, la luna, todo. Era un grupo bastante extraño en el que me encontraba: un Gyojin mezcla de tiburón con no se qué, un árbol, el típico piratilla loco que no le importa nada con tal de no rendirse, un peliblanco del Cipher Pol, y un hombre con barba que parecía ser el más normal de todos. Sabía sólo de donde provenían el pirata, el CP y el Gyojin, que dijo ser cazador de recompensas, pero no sabía qué pintaba un roble que camina, y el tipo normal. El hombre-pez se presentó como Tairom Bueig, o algo así, ni idea, pero no sabía el nombre de ningún otro.

Luego de merodear por el bosque en busca del castillo del Hades ese, llegamos a un claro, donde había un semigigante y un tipo enclenque esperándonos. Se dijeron unas palabras, cuando el más flacucho se fusionó con el árbol. A su vez, el semigigante se transformó en un licántropo, un hombre lobo. Dos perros negros y grandes salieron desde las sombras, con ojos, como no, rojos. Tirón (el Gyojin) mencionó sus frutas, pero creo que estaba equivocado, así que lo corregí.

- No se si el lobo ese tiene Zoan. Tal vez en verdad es un licántropo. De todas formas, puede que sea Zoan. La otra es la Paramecia de los Bosques. - mascullé. - Ten cuidado. - dije mirando hacia el árbol andante que nos acompañaba. Acto seguido, me transformé en forma híbrida y, aprovechando mis alas, me levanté del suelo medio metro, aproximadamente. Por suerte para mí, el lobo hizo un movimiento con el cual provocó un pequeño sismo en la tierra. Los dos perros comenzaron a atacar a mis compañeros, mientras el árbol lanzó una lluvia de hojas con el filo de una navaja. Con una de mis espadas me protegía la cabeza de las hojas shurikens. También usaba mi cola de escorpión para esto, porque me afecta menos que me golpeen allí que en un hombro o en la nuca, por ejemplo. Sin embargo, llegaron a mi unas cuatro shurikens, sin contar las de la cola, dos en cada hombro. No me dolieron mucho, menos en mi forma híbrida. Me las logré quitar con facilidad, pero sangraban bastante.

Volví a mi forma humana y aterricé, bastante lejos de los hombres, perpendicular a los perros. Activé mis botas, las que me dan un 5% de velocidad, y traté de impactar haciendo un Iai. El Iai consiste en desenvainar la espada, hacer un corte con un único movimiento y volver a envainar la espada. Buscaba los estómagos de los perros, o al menos impactar en el que estaba más cerca.

Iai [AF]

Luego del intento de Iai, me puse a la defensiva, a las espaldas de mis compañeros, para, sin problemas, poder vendar mis hombros para detener el sangrado. Decir que, con una sola mano, vendar me resultó algo difícil, pero lo logré.

Nota:

Caminabamos por aquel bosque, rumbo al castillo del ''Inmortal''. No me creía ninguna de esas tonterias, acabariamos con él, como si de mantequilla se tratase. No le teniamos miedo a nada. Mientras caminabamos, decidí mencionar alguna curiosidad sobre mí:

-Soy Drako Hyrule, pero podéis llamarme Drako.- Dije a la vez que continuabamos con el paso.- Soy Marine, y hoy somos un equipo, por lo que os defenderé hasta la muerte si surgiese la ocasión.

Eramos un total de seis personas, seis tipos extraños y pintorescos. Un hombre con cabello oscuro y con una cicatriz en la cara y parecía ser pirata o revolucionario, no estaba muy seguro. Un gyojin, que parecía un tiburón, al parecer se llamaba Tyrion o algo así, y mencionó algo de que era cazador. Un hombre árbol, que al parecer era de mi mismo oficio. Aquel hombre, de pelo blanco, con el que en el pasado entrené junto a otros marines y por último, pero no por ello menos importante, un hombre alto y bastante musculado, que portaba 2 espadas.

Continuamos andando hasta llegar a una especie de claro, iluminado unicamente por la rojiza luna, donde había dos hombres, uno delgado y alto, y otro más rellenito, el cual afilaba su espada en aquel momento. Tras una sucesión de acciones, el hombre alto, se había introducido en un árbol, y el otro, dando una especie de aullido en un licántropo. Con rapidez, transformé mi cabello en dos muñecos vudú (de tamaño humano). Pero al poco, aparecieron dos grandes y amenazantes lobos, con los ojos de un color ensangrentado. De repente, desde el árbol donde se había introducido previamente aquel hombre, empezaron a salir shurikens afilados. Mentalmente, ordené a uno de mis muñecos que se interpusiese, para evitar golpes. Pero rápidamente, hubo un temblor, y caímos al suelo (mi muñeco y yo), y uno de los shurikens impactó en pierna. Aquello dolía endemoniadamente. Me empezó a salir un largo chorro de sangre, que me caía por la parte lateral de la pierna.

Con esfuerzo, me puse de pie. Aquello solamente era una leve herida, nada que me impediese correr, por lo que use IMPACT DASH intentado golpear a uno de los lobos, puesto que al árbol no sabía como podía golpearle. Junto a esto, en mis manos activé mi aura cortante. El Impact Dash consistía en correr hacia el enemigo con el arma por la parte delantera, creando así un aura en espiral cortante. Tras esto, retrocedí unos metros, y la herida me escocía bastante.

Impact Dash [AIF] + Aura cortante imbuida en mis manos. (De profesión de Matón)

Mientras caminaban por el bosque de hojas rojas los compañeros de su extraño y variado grupo se fueron presentando uno a uno, ya que ninguno de ellos parecía conocerse de antes. La luz de la luna roja seguía iluminando su camino a cada paso, lo que no ayudaba precisamente a crear un ambiente relajado. Por suerte, en mitad del bosque se encontraba bastante cómodo, como si por un rato volviese al lugar del que verdaderamente procedía, por lo que casi se le había olvidado el objetivo que les había llevado hasta allí. Supuso que no haría daño alguno presentarse el también, así que imitó a sus acompañantes.

-Capitán de la Marina, Kodama "El Roble". Ya que al menos tres de nosotros estamos en el mismo bando... -dijo refiriéndose al marine y al agente del Cp que había visto en el pueblo. -...espero que comprendías que no estamos aquí para hacernos amigos de estos piratas. Cuando acabemos tal vez sean arrestados. -Tras decir esto, miró a los otros, aunque ignorando al gyojin que se identificó como cazador ya que él no era un criminal que supiera.

Al cabo de un rato, llegaron hasta un claro en mitad del bosque. Allí pudieron ver a dos hombres: un tipo alto y tan delgado que parecía que iba a partirse con una mínima brisa y otro bastante más grande que un humano normal empuñando una gran espada. No parecían ser de fiar, ni tampoco tener ninguna paciencia. En cuanto los vieron acercarse se pusieron en guardia y se prepararon para atacar, seguidos inmediatamente por Kodama. Había visto demasiadas cosas raras en aquella isla como para confiarse ante aquella gente. Si de verdad eran enemigos, tal y como parecía, los eliminaría sin pensárselo. No iba a permitir que la Marina quedase en entredicho delante de unos extraños.

El hombre alto y delgado se apoyó en un árbol cercano, e inmediatamente después comenzó a hundirse en él, como si el tronco se lo estuviese tragando o algo así. Curiosamente, el árbol ahora se movía con voluntad propia. El marine se preguntó si había alguien más como él por ahí. Mientras tanto, el otro tipo empezó también a transformarse, aunque este en un enorme lobo, el mismo que habían visto durante el ataque al pueblo. Aquella criatura fue a la que fue a enfrentar Krauser, por lo que le extrañó verla allí. Era evidente que no podían bajar la guardia. A su alrededor se desató una sucesión de ataques, el suelo temblaba y una lluvia de hojas negras voló hacia ellos al mismo tiempo que dos enormes perros saltaban sedientos de sangre. El hombre-árbol agarró varias de sus hojas y las lanzó contra las que ya volaban hacia ellos, aunque parecía que su Haki no era lo bastante fuerte, por lo que se vio obligado a desviarlas con sus espadas. Aunque aun así algunas de ellas se clavaron en su corteza. Sin embargo en cuanto uno de los perros se lanzó a por él se le olvidó el asunto de las hojas. Por suerte estas no causaron demasiados daños, al fin y al cabo era un árbol.

Kodama interpuso una de sus ramas para frenar el mordisco de uno de los perros, el cual, haciendo gala de una fuerza y una fiereza impropias de un animal, logró partirla en dos. El marine se apartó unos metros y creó varias burbujas de jabón que lanzó hacia esos dos grandes lobos. En ese momento, decidió atacar al que parecía más fuerte, el lobo. El roble usó una de sus ramas para agarrarse en otro árbol más alto y balancearse para ganar altura por encima del hombre-lobo. Tras crear nuevas burbujas cargadas con Haki, Kodama fue descendiendo, saltando de una en una hasta colocarse en el lateral derecho del licántropo. Impulsándose en la última de las pompas, el roble lanzó una rápida estocada giratoria con ambas espadas, las cuales estaban revestidas de kairoseki, tras el cual aterrizaría en el lado opuesto a varios metros de su adversario.

-Danza del árbol caído: Fukushu Oni + Mori no Heishen: Sekken + Haki armadura Nivel 2 [AF]

Al fin todos nos habíamos reunido y empecé a explicar todo lo sucedido con Neso. La batalla, la muerte del Vicealmirante y el efecto del Kairo sobre Neso. Mientras viajábamos por el bosque, gritaba el nombre de Shion, con la esperanza de poder encontrarla.

Poco a poco avanzábamos, pero no aparecía y eso me preocupaba. "¿Tal vez le había pasado algo?" Se preguntaba mi cabeza. Deseaba que estuviese bien y que pronto nos encontrásemos de nuevo. Las hojas caían mientras nuestros pasos avanzaban por el denso bosque.

Al fin de un rato caminando, lleguemos a un claro donde vimos dos extrañas personas. Un tipo enorme con taparrabos con una gran espada, sentado y un hombre alto y delgado de pelo verde.

- Mira por dónde, Hayato, parece que al final tendremos diversión. - Dice el grandullón.

- Eso parece, Koldan. ¡Mori Mori no Fusion! - Le responde el flacucho.

El flacucho toca un árbol y su cuerpo empieza a fusionarse con el árbol.

- Jajajajaja. Mira Sr. Árbol, este tipo es como tú. Haríais buena pareja. Jajajaja. - Le decía al hombre brócoli.

El otro empezó a rugir, donde su rugido parecía más bien un enorme aullido de un lobo y su cuerpo empieza a transformarse. Se había transformado en un hombre lobo de cinco metros de altura con un espadón. Mi olfato empieza a descubrir algo y al parecer, eran dos perros negros que salen de entre los árboles. El hombre lobo clava su arma y crea un pequeño temblor mientras los perros se lanzan hacia nosotros con zarpazos. El árbol, empeza a lanzar hojas negras que parecían girar y venir hacia nosotros a gran velocidad.

Activé mi haki de observación a la vez que intentaba esquivar los zarpados de uno de los lobos, pero mientras estaba distraído con estos, las hojas vinieron hacia mi, provocando varios cortes sobre mi cuerpo. A pesar de haber intentado parar los cortes con haki armadura, parecía que era demasiado potente. Miré al árbol mientras empujaba a uno de los lobos y empecé a correr hacia él. Mi brazo derecho empezo a arder en llamas y el izquierdo se rodeaba de un aura de aire cortante. Mis piés explotaron y me posicioné a la espalda del hombre árbol a una velocidad de 15 m/s. Flexioné las rodillas y lancé dos puñetazos, uno con cada mano dirigidas a la espalda con gran potencia. Impactase o no, mis puños provocarían una gran explosión de tres metros a partir de mi puño.

- Explosive Soul: ¡¡Raionbrö!! [AF]

Caminábamos por un bosque completamente rojo, las hojas eran rojas, el suelo estaba plagado de más hojas rojas y en distintas tonalidades de marrón. La luna seguía roja en el cielo y en contraste con las ramas secas de alguno árboles daba una sensación de que algo nos estaba observando. Algo que daba miedo.
Éramos seis personas, a algunos ya los conocía, como a Tyrion, el tritón con el que había entrenado aquella vez, también conocía a Drako, un marine y por supuesto a Asderdeker, mi rival con el que tenía una alianza temporal hasta salir de alí. En cambio no conocía a Kodama, una capitán marine y mucho menos a Flea, un revolucionario. Ne aseguraría de tenerlo en el punto de mira, vigilado.

Yo soy Etsu Shiro, CP6 -me presenté sin andarme por las ramas.

Poco después en un claro nos encontramos a dos hombres, uno alto que poco a poco se transformó en el hombre lobo gigantesco que había visto antes, el otro en cambio tocó un árbol y pareció fusionarse con él.
Unos perros negros, como el que me había herido anteriormente en el brazo salieron detrás de él y se abalanzaron sobre nosotros. Estaba a punto e desenvainar la katana cuando miré hacia adelante y vi que unos proyectiles se dirigían hacia mi, salté en el aire, moviéndome con el kamisori kempo a una altura suficiente como para evadirlo. A la vez que usaba mi habilidad para hacer crecer 2 pinchos de un metro bajo la barriga de los perros, con un poco de tiempo los eliminaría y podríamos centrarnos en los dos hombres.

Pinchos [AF]

Destrozáis totalmente a los cadejos. Atrapados en las burbujas de Kodama y la llave de Tyrion, son incapaces de evitar el ataque combinado de cortes y pinchos de los otros tres, y mueren irremediablemente empalados y cortados en cachitos. Esto provoca Koldan ruja enfurecido.

- ¿¡Cómo os atrevéis a tocar mis hijos!? ¡OS MATARÉ A TODOS!

Sin embargo, en ese momento Asderdeker y Kodama atacan. Aunque Koldan se mueve bien y tiene un elevado nivel de haki, varias de las estocadas le dan, y el mortífero kairoseki le atraviesa, haciéndolo caer de rodillas debilitado. Mientras tanto, el puñetazo de Asder prende en llamas al árbol. De repente el torso de Hayato asoma del tronco, y se estira hasta otro árbol, como si fuese una gigantesca serpiente de madera. Sale totalmente del árbol en llamas y se refugia en el otro.

- ¡Idiotas! ¡Jamás me venceréis en un bosque!

De repente Koldan se levanta, mientras Hayato empieza a ir de árbol en árbol a gran velocidad. El hombre lobo ruge y se tira a por los cuatro que atacaron a sus cadejos (Etsu, Drako, Flea y Tyrion), ignorando misteriosamente a Kodama. ¿Tendrán un plan? Se planta frente a Etsu y le lanza un mandoblazo descendente en diagonal recubierto en haki. Acto seguido, golpea el aire con su mandoble y manda una onda de choque brutal a por los otros tres.

Corte brutal + Onda de choque [Haki Armadura nvl. 3] [AMF]

Mientras tanto, de repente una lluvia de estacas de madera salen de un árbol a la derecha de Asder hacia él, mientras Hayato sale de ese árbol hacia Kodama, con los brazos extendidos.

- ¡Eres mío!

Lluvia de madera + Posesión arbórea [AMF]

[Básicamente si Hayato te toca se meterá en tu interior y trataré de poseerte. En la práctica, si no logra poseerte entorpecerá tus movimientos y tratará de hacer otros.]

[Vale, el bruto de Asder acaba de impedir que Kodama se convierta en la nueva casa de Hayato. Kodama, pasar de tener que evitar la posesión al hostiazo de tu compañero.]

Habíamos conseguido acabar con los lobos, pero ahora empezaba el verdadero problema, aquellos tipos. Al parecer, uno de mis compañeros había conseguido incendiar un árbol, pero...¡Se había transpasado de árbol! El hombre lobo por el contrario, estaba arrodillado, parecía debilitado, aunque también enfurecido por lo que habíamos hecho anteriormente.

-¿Tan fuertes son esos tipos?- Pensé.- Pues yo no seré menos que ellos.- Me dije a mi mismo.

En aquel momento, el licántropo aprovechó para atacar, empuñando su espada, intentó dañar a Etsu, a la vez que nos lanzó una poderosa onda de choque, por medio del aire. Intenté esquivarla, pero me fue imposible me consiguió dar en el estómago, lanzándome hacia atrás, y haciéndome colisionar con una roca, y escupir un chorro de sangre por la boca. Estaba dolido, tenía un corte en horizontal, en la parte abdominal. Me puse en pie, y mediante mi cabello, creé dos muñecos vudú, uno a cada lado mío respectivamente. Cogiéndo dos piedras del suelo, conseguí prender fuego en un palo, y con esto prender fuego al muñeco de mi izquierda. De algo me habían servido las dotes de supervivencia. En aquella ocasión, corrímos los 3 (mis 2 muñecos y yo) en dirección a Koldan.

Ambos muñecos, iban unos metros adelantados, cada uno a un lado mío, el incendiado al izquierdo, y el otro a mi derecha. Cuando estábamos cerca, imbuí mi pierna en el aura cortante, y decidí saltar para intentar hacerle un corte vertical al licántropo, y a la vez que caía, intentar darle una patada con la pierna que tenía imbuida, mientras el muñeco incendiado intentaba prenderlo y el derecho intentaba golpearle a puñetazos y patadas.

Corte vertical en el pecho + Muñeco vudú incendiado + Ataques contundentes del muñeco vudú + Patada imbuida en aura cortante. [AMF]

Seguido, decidí retroceder unos metros, con el muñeco vudú, aunque el incendiado, se encineraría. Tras volver, la herida del abdomen, me dolía bastante, por lo que decidí traspasarle algo de dolor al muñeco vudú. Seguido, me sequé algo de sangre que tenía sobre el mentón.

Quemad el bosque, quemad el bosque, quemad el bosque... esas palabras resonaban en su cabeza una y otra vez como si le golpeasen con un martillo. Su cerebro apenas podía asimilar nada más que esa frase, como si todo lo demás hubiese desaparecido al instante y en su lugar solo estuvieran él y esa frase. Ni siquiera prestaba atención al tipo flacucho que había salido de un árbol para intentar poseerle a él como antes hiciera con sus congéneres. Lo último que había hecho antes de pararse en seco al oír esas funestas palabras fue cortar al hombre-lobo un par de veces y extrañarse porque se olvidara repentinamente de él. En ese momento un golpe le sacó de sus ensoñaciones bruscamente, haciéndole caer y rodar un par de metros.

Entonces su mente se despejó totalmente. Ya no había asombro ni dudas, pues su espacio había sido ocupado por  la ira. El hombre-árbol se levantó decidido, empuñando con fuerza sus espadas, miró a los dos únicos tipos que en ese momento le interesaban: el bastardo que se atrevía a usar el bosque como su armadura y el pirata que pretendía quemarlo solo por salvar su vida. Poco le importaba la batalla, el quinto Yonko o cualquiera de los bichos siniestros que había visto aquella noche, lo único que le importaba ahora era salvar el bosque y le traía sin cuidado la cantidad de sangre que debiera verter.

El primero en caer sería el peliverde, pues si se ocupaba de él ya no habría motivo para que el pirata intentase incendiar el bosque. Aun así no quería correr riesgos, por lo que no perdería de vista a ese tipo. No estaba seguro de que no incendiaría el bosque mientras él atacaba al otro tipejo. Kodama avanzó a la carrera hacia su adversario, imitando su ataque anterior y lanzando una lluvia de estacas para evitar que intentase poseerle, al fin y al cabo no lo habría soportado. No existen duchas suficientes en el mundo como para olvidar eso.

Mientras se acercaba a él iba girando sus espadas, preparando una técnica que desarrolló como parte de su estilo de lucha especial consistente en usar el aire como arma a través de sus espadas. En cuanto llegó a la altura del poseedor de árboles, lanzó una fuerte estocada aprovechando la fuerza de giro de sus espadas, las cuales usaba para mover el aire y así lanzarlo como si se tratase de un pequeño tornado horizontal. Su capacidad de corte no era tan grande como las de sus otras técnicas pero lo compensaba con su capacidad de destrucción.

-Nadie tocará el bosque. Quien lo haga compartirá su mismo destino. -exclamó para que todos los allí presentes lo oyeran.

-Mori no Heishen: Shinrin Kipa + Ámbito viento: Tatsumaki Hou + Haki armadura Nivel 2 [AMF]

Por fin nos habíamos deshechos de los lobos, pero nuestros problemas solo acababan de empezar. Mientras volvía de nuevo a posarme sobre el suelo, vi como Asder había prendido fuego a un árbol de dónde consiguió salir un hombre dispuesto a meterse en el cuerpo de Kodama, pero Asder conseguí evitarlo al tiempo que gritaba que prendiésemos el bosque. Incendiar el bosque podría resultarme extremadamente fácil con mi técnica ígnea, pero apenas tuve tiempo para interponer mi katana cuando el hombre lobo se abalanzó sobre mi con una potencia increíble, si no hubiese sido por mi velocidad habría acabado partido en dos. De hecho su golpe impactó fuertemente contra mi arma que tembló haciendo que mis piernas fallasen por la increíble potencia del golpe. Conseguí apartarme un poco de él, con el brazo derecho dolorido, el hombro me dolía y estaba un poco abultado, al parecer me lo había desencajado por el golpe.

-¡No ataquéis por el mismo lado, dividiros! -esxclamé mientras sujetaba fuertemente el arma con la mano izquierda.

En el pecho se me había formado un pequeño corte que escocía. De no ser por mi tekkai kempo y que la katana había conseguido parar gran parte del impacto ahora mismo estaría muerto.
El brazo derecho estaba empezando a entumecerse, así que quedaba prácticamente fuera de uso. Emecé a moverme a gran velocidad alrededor del hombre lobo, salté en el aire y bajé en picado sobre él, para golpearle y luego alejarme un poco.

-Nagare no Kori: Kotta Hotei -dije mientras caía, a la vez que la hoja de mi arma se cubría de una capa de escarcha -¡trágate esto!

El Kotta Hotei era una técnica que cubría de una fina capa de hielo todo lo que tocase el filo del arma, por eso en caso de cortar, ésta herida se congelaría ligeramente produciendo así mayor dolor. En caso de cubrirse con haki, cubriría de escarcha la piel, pero tan fina que con pasar la mano se quita.


Kotta Hotei [AF]

Por suerte para mí, y para todos los que estábamos en aquella pelea, tanto mi Iai, como varios ataques de mis compañeros habían resultado efectivos en los perros, que habían caído muertos. Al que le había producido el corte, rápidamente me agaché para lamer una gota de sangre, pero no podía concentrarme mucho en ello, debido a que el combate no había terminado todavía. Luego, escuché que el piratilla hablaba sobre quemar el bosque, y atacó tanto a nuestro rival peli-verde como a nuestro aliado, el Marine hombre-árbol, él sabrá por qué a éste último. Al defensor de la corrupta justicia se lo veía furioso, tal vez por el comentario del bestia ese, el de quemar el bosque, o por el fuerte golpe. Yo no podía preocuparme por ellos mucho más, mi vida dependía de esta batalla, así que les grité.

- ¿¡Qué dijimos de pelear en equipo, sin importar si eran piratas o Marines!? ¿¡Acaso planean matarse entre ustedes en lugar de trabajar en equipo!? Luego podrán solucionar sus asuntos previos o recientes, pero ahora, ¡Deben enfocarse en vivir, y de defenderse de estos dos tipos! ¡Se necesitan de los dos para que el lobo y el peli-verde sean derrotados! ¡Debemos ser un equipo, y defendernos unos a otros como tal!

Luego de toda aquella palabrería, no pude concentrarme más en ellos, si no en el lobo que venía a atacarnos a mí, al Gyojin, al Cipher Pol y al Marine normal. Un golpe con la espada fue dirigido al peli-blanco, el cual, si bien pudo defenderse, pude escuchar, con un ruido seco, como el golpe dislocaba su hombro. Debía arreglar esa herida cuanto antes.

Por desgracia no sería ese el momento, pues una onda de choque nos lanzó hacia atrás a los otro tres. Yo logré amortiguar el golpe en la espalda transformándome rápidamente y en el aire en un híbrido entre Mantícora y humano. Así, con mis alas, lograría evitar un fuerte choque atrás.

El Marine sacó de sus cabellos dos muñecos vudú tamaño humano, uno incendiado, y comenzaba a atacar al licántropo, lanzando una fuerte patada. Aproveché ese momento de distracción que tuvo el lobo para correr y arreglar el hombro del Cipher Pol. Me coloqué a su derecha, y volví a mi forma humana.

- Va a doler, espera un momento. - le avisé, para luego, con un rápido y brusco movimiento, volver a colocar el hombro derecho del peli-blanco en su lugar. - Ahí está. Rota la articulación para saber si la puedes usar. - terminé, sugiriéndole que gire su brazo.

Debía actuar en la ofensiva, ahora era mi turno. Mientras el Marine estaba atacando con sus vudús, yo me acerqué, transformándome en híbrido de vuelta, por delante del miembro del Cipher Pol, cogí a la katana usuaria de Akuma no Mi, y la sujeté como si estuviera por batear un balón de Baseball. Me elevé unos centímetros para estar a la altura del cuello del hombre-lobo, y probé mi ataque, a ver si servía. Sin embargo, en la trayectoria de la katana, esta se transformó en un rinoceronte negro, con su cuerno apuntando a la cara del licántropo, y yo sujetándolo desde la cola. Ojalá ese cuerno pudiese impactar en el rostro de mi contrincante.

Todos usaron sus grandes habilidades para defenderse y   contraatacar: uno usaba muñecos de vudú creados a partir de su pelo, otro se transformo en un ser o.. cosa bastante raro con alas y no se que más. Todos tenias una gran fuerza, parecía que el más novato era yo, pero eso no hizo que me deprimiera, al ser el más novato tenia que esforzarme más y estaba dispuesto a ello con tal de sobrevivir y ayudar a las personas que tal vez me salven en un futuro no muy lejano. En un pequeño momento que tuve me observe por si tenia alguna herida de gravedad, a pesar de tener los brazos arañados y mordido por el perro no me pasaba nada más. No eran heridas muy graves, pero si recibiera un golpe en los brazos me dolería más de lo normal.                                    

La situación era muy extraña. A pesar de llevar un rato en aquel lugar, no me hacia a la idea de todo lo que estaba viendo. Todo estaba pasando bastante rápido. Por un lado Asd quemo un árbol y posteriormente golpeo al marine árbol y al larguirucho, no se muy bien en que estaba pensando Asd, pero sugirió quemar el bosque, esa idea no me gusto nada, por el mero hecho de que soy un gyojin. Pero bueno, no tenia tiempo para pensar mucho en ese tema pues, al matar a los perros del demonio el licántropo se enfado, y mucho. El licántropo fue con gran fiereza hacia Etsu y le quiso partir en dos con un duro golpe vertical de su mandoble, Etsu paro el ataque con dificulta y la fuerza que empleo el licántropo en el golpe provoco una honda. No sabia que hacer para defenderme y de repente lo vi, en el suelo estaba el cuerpo sin vida del perro del demonio que habia usado como escudo y eso hice de nuevo. Cogí al perro ese y lo puse frente a mi lo que hizo que la honda chocara contra su cuerpo y yo me librara del golpe. Tras el choque de la honda solté el cuerpo del perro rápidamente, daba bastante mal royo y no me gustaba tenerlo muy cerca.

Empezo nuestro el marine que usaba el vudú ataco al licántropo con sus muñecos, uno de ellos en llamas, mientas que el tipo que se convertía e la cosa rara fue a socorrer a Etsu. Por mi parte, no sabia que hacer, contra el licántropo golpes normales no servirían de mucho y no había agua por la cercanía. Pensando en como podría atacar me limpiaba la sabre del perro con la que me había ensuciado al usarlo como escudo ``Un momento, ¿sangre? Eso es liquido´´ pensé sonriendo. Me acerque al perro que se encontraba tirado en el suelo con las heridas del as cuchillas del árbol y de la honda. Lo que hice a continuación me dio mucho asco pero debía hacerlo por mi bien. Metí un poco ambas manos en un de su heridas y la abrí más para que saliese más sangre. Tras abrir la herida lo suficiente y vomitar , me puse en pie y, con mayor dificulta que si fuera agua, eleve la sangre del perro, hice seis largos pinchos y los solidifique. Me eche hacia atrás  y con gran velocidad me impulse a delante sin avanzar y solté los pinchos hacia las piernas del licántropo.

-Que no halla agua no significa que no pueda luchar [AF]