Un Robo A Gran Escala En El Casino [Privado Roy Sasaki y Flame36]

Me encontraba en el reino de Arabasta, para especificar en Rainbase, me encontraba en uno de sus grandes casinos con mi cabeza apoyada sobre una mesa de Pokér, no me acuerdo que hacía, solo se me vienen imágenes a mi mente de que estaba caminando por el desierto con un calor sofocante, no podía ni respirar no tenía agua y no había ni una pizca de viento. El sol estaba en todo lo alto sin ninguna nube donde esconderse, portaba mis armas sobre mi espaldas, no me pesaban nada llevaba mis Espadas Del Caos, mi escopeta, las garras y mi Bate, mi arma preferida hasta el momento. Mi vestimenta no era la de siempre ya que en esa ocasión no llevaba mi chaqueta de cuero negra por el calor, solo vestía mi camiseta roja y mis pantalones negro, cada vez me estaba quedando sin fuerzas debería de aguantar eso si quería ser uno de los mejores….

-¡A ganado la mesa 4!-
Ese hombre gritando con tanto entusiasmo fue el que me logro despertar, había un hombre ligeramente gordo que parecía que le había ganado en el juego de cartas, este vestía como un vaquero llevaba un sombrero negro y con chaqueta verde, le gustaria vestir muy raro.
Me dirijo al baño donde había un sirviente en la puerta dispuesto a darme una toalla por si me hacía falta, una vez en los servicios abrí el grifo y me moje un poco la cara, ¿Por qué estaba aquí? En frente mía se encontraba un espejo que por mi cabreo le tire un puñetazo con todas fuerzas, los demás hombres que estaban allí empezaron a mirarme, me había hecho un poco de sangre pero no era nada grave, cogí una toalla de esas que me daba el mayordomo del casino, la toalla era blanca que rápidamente se tiñó de rojo por mi sangre, al terminar se la tire a la cara y sali del casino. Al salir me di cuenta que era de noche y estaba lloviendo ¿Llover en el desierto, que extraño no? Se podía escuchar el sonido de las gotas que caían sobre charcos que se habían formado en la arena, ahora sí que había un poco de viento, a lo lejos se podía ver un gran pelotón de Marines que estaban llegando, no tenía porque preocuparme ya que todavía mi cabeza no tiene recompensa, espere a que llegasen, todos parecían reclutas menos uno que era un Sargento Menor, no me importaba, me hacerque a un marine que parecía un poco despistado:

-¿Le gustaría tomar algo?- el hombre asintió con la cabeza- Si es tan amable- empecé a caminar mientras el chico me seguía, lo lleve a un lugar aparte donde no había nadie y oscuro,  cuando vi oportunidad le deje que caminara por delante de mí y le di un puñetazo en la nuca dejándolo inconsciente, le quite la ropa de marine y me la puse rápidamente, me diriji a donde estaban los demás, nadie se daría cuenta ya que solo a uno se le haya cambiado de cara no pasaría nada

Por fin llegué al puerto de Arabasta, me habían destinado a una misión, supongo que importante ya que estaba todo repleto de marines y hasta un Sargento Menor. Como no tenía ni idea en que consistía pues me dispuse a preguntar a algún marine del montón a ver si sabía de que iba todo esto. A lejos vi a un marine saliendo de un callejón, fui a preguntarle y me dijo:
- No lo se, discúlpame, adios.- Dijo el marine.
Su cara parecía extraña al igual que su despedida forzosa, como si escondiera algo, pero no me importaba, así que seguí buscando un marine que me ´´iluminara`` en esto.
Vi a un marine que parecía aplicado e inteligente, así que procedí a preguntarle:
- Oye tu, ¿que se supone que tenemos que hacer?.- Dije yo.
- Por lo que he escuchado parece que alguien, problablemente un piratucho planea un gran robo.- Respondió él con voz serena.
Despues de todo esto me fui con el pelotón de marines ya que parecía que el sangento menor iba a aclarar las cosas.

Mientras salía del rincón con la ropa de Marine puesta uno de mis supuestos compañeros se acercó a mí y me pregunto que cual era nuestro objetivo, cuál era el motivo que estábamos allí:
-¿A mí me lo estas preguntando? Se lo mismo que tú ¿Acaso crees que he hablado con el jefe a escondidas?- le dije con una voz fría y como pasando de él me fue al pelotón de marine dirigido por el Sargento Menor este empezó a hablar:

-Bueno chicos será mejor que entremos al Casino ya que aquí nos estamos mojando y hemos reservado una sala para hablar con más precaución y así nadie nos podrá escuchar.
Todos hicieron caso y se metieron dentro del edificio, yo también tenía que entrar ya que llevaba mi traje de Marine, nada más entrar se escuchó un grito fuerte:

-¡A ganado la mesa 4!
¿La mesa 4 de nuevo? Qué raro, seguro que esa mesa estaba trucadas por el jefe ya que asi se llevaba todo el dinero y no daba ni una sola moneda a los jugadores desesperados por ganar, tuvimos que subir escaleras para llegar a la supuesta sala, estábamos en la planta 1 el suelo era de un color rojo y las paredes amarillas con dibujos de ángeles el techo era azul con puntos blancos querían imitar al cielo y el infierno, fue lo primero que pensé. Una vez entre a la sala parecía un cine las butacas estaban enfrente de una gran pantalla, teníamos que coger sitios asi que me senté en la ultima fila con un espacio libre a mi derecha, no quería que nadie sentara.

-Buenas a todos mujercitas- empezó a hablar el jefe- nuestro plan es expandirse por todo este edificio en pares de dos, tenemos que llegar a la sala del dueño de este casino, pero claro con el mayor sigilo que haya existido jamás ya que es un pirata la cual su recompensa es de 12.000.000 solo tiene ese precio por contrabando, no por que haya matado a civiles y esas cosas, no sabe pelear ni nada, me lo podéis entregar vivo o muerto, como os resulte más fácil. Una cosa más ¡A trabajar todo el put* mundo, no quiero ver a nadie parado! Y recordad por parejas de dos y nunca os separéis

Al terminar de hablar el jefe Marine, me tenia que poner con el recluta que tengamos al lado nuestra, a mi me toco con el mismo chico que me había preguntado antes lo que teníamos que hacer:

-Bueno, parece que es el destino ¿Cómo te llamas?- mientras esperaba su respuesta se podía escuchar el ruido de los Marines hablando con sus respectivos compañeros de trabajo, a mi me había tocado uno nuevo en a Marine al parecer ya que estaba despistado del todo- Sígueme, nosotros lo vamos a hacer a mi manera.

Sali al pasillo y rápidamente baje por las escaleras a toda velocidad hasta llegar a la planta baja, en las mesas seguían jugando un montón de personas y el hombre que hija vestido de vaquero, me dirijo hacia el baño donde se encontraba el señor de las toallas:

-¿Se podría ir de aquí?- le dije con intención de que me haga caso ya que no sabia como se portaban los Marines.

-No puedo señor, ya que este es mi trabajo y para eso me pagan- me dijo mientras seguía mirando al frente.

-Mire si se va mi jefe que le dará lo que usted cobra en dos meses- al decir eso el chico se fue corriendo en busca de el.
Me asegure de que no hubiese nadie en los servicios, me metí en el que arriba había u. conducto de ventilación:

-Ves eso chico- le dije a mi compañero- Por hay un laberinto de canales así que tenemos que tener cuidado con no hacer ruido, esto puede ser nuestra puerta a nuestro ascenso de rango- me subí en el váter y me di impulso para meterme al conducto, cono dije era muy estrecho y difícil de moverse por ahí, mi compañero lomas seguro es que me siguiese por atras

Seguía moviéndose por los conductos de ventilación cuando de repente al Marine se le ocurrió hablar sobre mi nombre:

-Chico, ¿Qué te he dicho antes?- le dije en susurros- mejor es que no hablemos ya que nos podrían pillar.
Los conductos se iban haciendo cada vez más estrechos y casi sin sitio donde moverme, se podía escuchar un sonido que venía de adelante, ese ruido era como si algo estuviese dando vueltas muy rápido, decidí ir a mirar que era pero antes tuve que doblar un montón de veces por los conductos. Al llegar pude ver que era un ventilador que daba aire a todo el edificio, mi pelo se estaba ondeando y era difícil mirarle fijamente ya que el viento me molestaba, no podíamos continuar ya que si no acabaríamos triturados, a no ser que ponga algo resistente que impida que se mueva mas y pasar por ese pequeño agujero, pero mejor era que no ya que podía ser muy arriesgado, doble hacia la izquierda y continúe como unos seis minutos por esos conductos, me estaba cansando cuando vi una rejilla de donde se podía escuchar y ver a personas hablando:

-Que ahora gane la mesa 5  y a continuación la 4 otra vez- dijo un hombre al que no se le podía ver el cuerpo.
-De acuerdo señor- este era un hombre alto y delgado que vestía un traje negro con unas gafas a juego
-Bueno, que me preparen un baño ahora mismo- dijo el que hablo al principio mientras se iban hablando de cosas, la sala se había quedado vacía.
De un golpecito con mi bate que le di a la rejilla fue fácil quitarla y pasarela al Marine, estábamos sobre unos cuatro metros sobre el suelo, me puse en posición para saltar y me deje caer, caí de puntillas y un poco agachado por si había cámaras o sensores, le hice un gesto a mi compañero para que bajase y fui a buscar un lugar que no de la luz, la sala solo había una mesa en el centro con si respectivo sofá, dos estanterías llena de libros y libretas y en frente una gran pantalla donde se podía ver lo que captaban las cámaras de los chicos apostando y otros perdiendo su dinero. Me hacer que a la mesa y abrí uno de los cajones y cogi un archivador donde en la carátula ponía “compañeros” la abrí por curiosidad y estaba llena de fotos de personas y con sus respectivos nombres, lo que me llamo la atención fue que al lado de cada fotografía se encontraba una gran cifra de Berries, seria lo que han ayudado al casino o deben al pirata, fuese lo que fuese lo guarde en mi mochila y mientras me dirijia a la puerta, a continuar espiando, ya que en esta misión no debería de haber ningún civil muerto, si fuese por mi mataría a los aliados del pirata pero estaba infiltrado en la Marine

Él me respondió:
-Chico, ¿Qué te he dicho antes?- me dijo en susurros- mejor es que no hablemos ya que nos podrían pillar.
Me dio el presentimiento de que quería evitar la respuesta real, pero en parte tenía razón.
Los conductos eran cada vez mas estrechos dificultando así la movilidad en ellos. En el fondo se escuchaba un sonido pero yo solo veía los pies de mi compañero mientras le seguía. Lo peor eran las curvas que tomaba el conducto, eran muy molestas. Mi compañero se detuvo y yo con él, de pronto noté una fuerte brisa proveniente de un ventilador que al parecer ventilaba todo el edificio.
Proseguimos por la izquierda, el tour por los conductos ya se hacía bastante pesado pero que se le iba a hacer. Cuando ya me estaba cansando paramos porque al parecer había una rejilla por la que se escuchaban hombres hablando, así que quedé en silencio.
-Que ahora gane la mesa 5 y a continuación la 4 otra vez- dijo al parecer un hombre
-De acuerdo señor- dijo otro hombre
-Bueno, que me preparen un baño ahora mismo- dijo el hombre que al parecer comenzó la conversación
Tras esto la sala quedo vacía y mi compañero rompió la rejilla con su bate, dándome la rejilla a mi, él bajo de un salto, posteriormente me hizo gestos para que bajara. Al bajar ví que mi compañero se puso a rebuscar entre muchos archivos pero no me fijé bien. Despues fui yo quien tomó la delantera y salí por una puerta pensando que había más habitaciones me encontré con una especie de jardín muy verde, aunque como estaba anocheciendo no se veía muy bien. En el centro había una fuente que parecía una piscina, más allá divisé a 2 guardias, al parecer protegiendo el jardín. Tras analizar el jardín numerosas veces no hallé ninguna forma de evadirlos por lo que me lancé contra uno de ellos asestándole un golpe al cuello dejándlo inconsciente.

Después de coger los archivos inspeccione un poco mas la sala aunque no había gran cosa, solo se encontraba una planta al lado derecho de la puerta, una gran pantalla en el frente de la sala que se podía ver todo lo que grababa las cámaras, lo mas seguro es para que no roben.
Mi compañero tomo el control de la misión, al abrir la puerta nos encontramos con un gran jardín con una fuente que se parecía a una piscina, en frente de la fuente se encontraba una gran mansión, lo mas seguro es que hay se encontraba el pirata, el Marine salió de la habitación a atacar a uno de los guardias, se notaba que era un novato ya que fue muy seguro sin mirar bien el jardín, lo mas seguro que yo también lo hubiese echo en mis tiempos jóvenes, dio un salto y de un puñetazo al cuello lo dejo inocente, era muy precipitado, me metí de nuevo en la habitación en busca de una botella que me sirva como silenciador, no la encontré, asi que cogí un trozo de tela, con esto hice una bola, la puse en la boca del cañón y dispare apuntando a la luz de la única farola que se encontraba hay, asi si que se estaba en absoluta oscuridad, el soldado que quedaba se asusto y ahorro la metralladora mas fuerte, yo de un salto lleve a su lado lo cogí por detrás y con mi mano lo agarre de la cabeza y le ahogue en la fuente, cuando ya estaba muerto lo tire al agua, le hice un gesto a mi compañero para que me siguiese, no podíamos entrar por la puerta principal, a si que nos metimos por una puertecilla con una escalera para subir a la azotea.

De repente la luz se apagó y cristales cayeron al suelo, cuando pude con claridad el guardia restante había desaparecido, quizás mi compañero hubiese comido una fruta del diablo en el pasado y la utilizó. Decidí no entrar por la puerta principal por si llamábamos la atención, así que fui por una puertecilla que parecía que llevaba a la terraza, pero no, torné la puerta y en relidad era una sala secreta que al parecer quedaba ocultada por una pequeña inclinación del edificio. Ahí estaba el jefe que buscábamos y varios hombres con maletines, uno de los maletines estaba sobre la mesa repleto de berries. Tras concentrarme en lo que decían conseguí entender la conversación, decían:
-Ya está todo listo, pronto podré marcharme de esta asquerosa isla.-dijo una voz que seguramente era la del jefe
-Aquí esta tu dinero señor.-dijo una voz temblorosa
-Dámelo y desaparece, tu deuda está saldada.-dijo de nuevo el jefe-matad a los demás, el que no paga muere.
Pronto tendríamos que actuar o si no se marcharían en nuestra cara y eso no podía pasar. Había varios guardias vigilando la sala asi que no iba a poder asesinarlo sin llamar la atención, así que desenvainé mi Sanguinaria y me preparé para el combate.