Se abre la veda de Caza(Thanatos vs Mikoto)

Escenario: Reino de Sakura Antiguo Reino de Drum renombrado a Reino de Sakura. Es una isla que siempre está en época invernal y donde sus habitantes se reconocen por ser buenos médicos. Posee una ciudad cerca de la costa llamada Cimarrón y una cadena de montañas en forma de tambor de las cuales, la del medio es la más grande. Una de las montañas tiene un castillo en la parte superior.

Turnos: 1 Thanatos 2 Mikoto

Número aleatorio (1,2) : 2

Condiciones: - El cazador debe ser de menor o igual nivel que la persona a la que reta.
- El combate tiene probabilidad de muerte.
- El retado debe tener recompensa por su cabeza.
- El retado no puede negarse (es un reto obligatorio) aunque si es un revolucionario puede hacer uso de su habilidad de facción (LIBRARSE de uno de cada cuatro retos obligatorios).
- Saltos de turno cada dos semanas(ampliable por razones lógicas)
-El reto se llevará a cabo en el Reino de Sakura.

Blanco. Todo lo que abarcaba su visión estaba inundado por aquél limpio y claro color. Los árboles, cubiertos por finas capas de nieve servían como refugio entre sus ramas para los pequeños animales que trataban de protegerse del frío y del viento, el cual azotaba las hojas de las copas con una ira helada. La nieve descendía de los cielos sin descanso, como un ejército interminable de soldados inmaculados y cristalinos.

El suelo se encontraba recubierto de aquella limpia y brillante agua solidificada, unos veinte o veinticinco centímetros de nieve. La temperatura era baja, muy baja. Debería rondar los 20 grados bajo cero. Era uno de esos días en los que la mejor opción era quedarse en casa, protegido por los muros y arropado en el calor de una acogedora chimenea. Al menos, para alguien normal.

Una bocanada de humo salió de sus labios en un suspiro, dejándose llevar por el viento, adoptando formas abstractas que se deshacían en segundos. El pelirrojo se hallaba recostado sobre una de las ramas de un árbol, en los bosques que rodeaban la pequeña población del Reino de Sakura, con la mirada perdida y ambas manos en la nuca. El frío le era indiferente, pues se encontraba protegido de este por su ardiente aura, casi invisible en aquel momento para cualquiera que pudiese verle. La nieve se deshacía al entrar en contacto con él, y el agua se secaba en segundos.

Se mantenía alejado de todo. Desde que habían puesto precio a su cabeza no podía fiarse de nadie.  "El novato de los cuarenta y siete millones". No había tardado en propagarse aquél apodo una vez salieron sus carteles de "Se busca". Hasta el momento había tenido suerte, pues ningún cazarrecompensas, ni la Marina ni el Gobierno había dado con él, aunque el pelirrojo sabía que no tardarían en hacerlo. Por ello se mantenía alerta en todo momento.

El bosque entero se encontraba en silencio, como temeroso de que el más mínimo ruido pudiese alterar aquella calma. Él, pese a lo que pudiera parecer, estaba atento a cualquier sonido. Su buen oído le alertaría rápidamente si alguien se acercara. Algo le decía que aquella paz no duraría mucho más. Tal vez había llegado la hora de demostrar su valía. Tal vez... Había llegado la hora de luchar.

El frío reinaba en aquella isla del Grand Line. Los rumores sobre el pirata pelirrojo eran muchos y algunos habían conducido al cazador hasta allí. Un barco de tamaño medio y velas blancas avanzaba despacio por aquel lugar, no tardó mucho en atracar en el muelle, en la cubierta había varios hombres, entre ellos uno de pelo moreno recogido en una cola y ojos dorados. Este llevaba un gorro blanco y una chaqueta del mismo color, se hallaba junto a tres personas muy raras. Vestían con atuendos idénticos, chaquetas negras con nubes rojas bordadas, además de tener pircings por el rostro. Tenían el mismo tono de pelo, naranja intenso, pero el peinado era muy distinto. El que iba en medio parecía ser el jefe, era más alto y su rostro inspiraba mucha más seriedad que el resto.

- Le doy las gracias por habernos traído hasta aquí, tardare entre una hora o dos, si usted sigue aquí le daré algo de dinero por los servicios. Todo deprende de si encuentro en esta isla a mi presa.

Aquel tipo asintió con la cabeza y siguió a lo suyo, el trío salió del barco y empezó a dirigirse al bosque, pues debían pasar por él antes de llegar al pueblo. La silueta que caminaba a la izquierda del más alto, era una joven de baja altura y con extraño cabello corto. El de la derecha ya tenía más altura, aunque no tanta como el de en medio. Su cabello consistía en un mechón que le tapaba el ojo derecho, el resto de su pelo era largo y le llegaba a la mitad de la espalda recogido en una cola. El original era Thanatos, el cual llevaba una barra de hierro en sus manos, la cual había conseguido en Jaya tras luchar con aquel Gyojin rubio. Era increíble pensar que una persona podría controlar los cuerpos como marionetas pues ese era el caso, mientras caminaban, Shirodoku comenzó a hablar lentamente.

- Según dijeron los rumores ese hombre tiene más de cuarenta millones por su cabeza, seguramente sea muy peligroso por lo que debo estar atento a todo y no fiarme de nada.

Aquello no iba a tardar en llegar, de repente los tres cazadores se frenaron en seco observando una rama. ¿Era ese tipo de los carteles? No pensaba hallarlo tan fácilmente y mucho menos durmiendo o eso parecía al menos desde la posición del trío. Impakuto sacó de su chaqueta una hoja dónde ponía bien claro la suma que tenía aquel hombre y una foto suya, asintió despacio mientras entrecerraba los ojos y lo confirmó, sospechosamente el original estaba mirando también. No podía ver a través de los ojos de sus marionetas pero podía fingir que lo hacía. Ahora fue la bajita quién alzó la voz para alertar al tipo que estaba en su rama tranquilamente.

- ¡Mikoto! He venido por tu cabeza, soy la cazadora Reyina Scarlet, estos dos son mis hombres. Si te entregas enseguida sin oponer resistencia te prometo que te llevare por las buenas, si te pones violento te mataremos. Tú decides, una vez te niegues ya no habrá vuelta atrás.

Thanatos controló las cuerdas vocales del cadáver para que hablara, era un experto en esas cosas, si aquel pelirrojo se negaba lo mataría aunque se rindiera después. Sin embargo le ofrecía llevarlo por las buenas, pero de todas formas iba a lanzar un aviso antes, no se arriesgaría a que su presa saliera corriendo o algo parecido. De modo que soltó la barra y cogió a Shirodoku con ambos brazos y colocándole los pies en sus hombros. Después lo lanzó con fuerza y el cuerpo del veneno se impulsó en el original para lanzarse rápidamente a por el pirata. Parecía que iba a darle un puñetazo pero de su antebrazo derecho surgió una terrible cuchilla negra, esta estaba totalmente envenenada, pero la sustancia no mataba. Pero sus síntomas eran muy malos, sin pensárselo trató de acuchillar el estómago de su objetivo, le diera o no, trataría de alejarse un poco y volver con sus compañeros.

Shirodoku: Cut Fatality [AF]

Off:

Pasos, el sonido de la nieve al ser aplastada, unas voces en la lejanía. Demasiadas eran las pistas que le estaban dando al pelirrojo, demasiadas como para pillarle desprevenido. Pese a la posición en la que se encontraba, se había estado manteniendo alerta durante todo el tiempo, y era consciente de la proximidad de aquellos tres desconocidos. Cuando el primero de ellos comenzó a hablar, no pudo evitar que una leve sonrisa se dibujase en su rostro.

-¡Mikoto! He venido por tu cabeza, soy la cazadora Reyina Scarlet, estos dos son mis hombres. Si te entregas enseguida sin oponer resistencia te prometo que te llevare por las buenas, si te pones violento te mataremos. Tú decides, una vez te niegues ya no habrá vuelta atrás.

Por fin había llegado el día. Sus primeros cazadores habían venido a cobrar el merecido precio que había ganado su cabeza por sus crímenes. "¿Por qué habéis tardado tanto?" fue la pregunta que rondó la mente del pelirrojo, que ladeó levemente la cabeza para observar a sus tres "acompañantes". Todos con el mismo color de pelo, los mismos piercings, y aun así, el que parecía más débil de los tres fue el que se autoproclamó líder del grupo. Si hubiese tenido que diferenciar al cabecilla, habría escogido sin duda al del medio, más alto y de apariencia más dura que los otros dos. Pese a ello, bien sabía que las apariencias engañan, por lo que no le dio mayor importancia.

Antes siquiera de que pudiera responder, el de más altura ayudó al de su derecha para impulsarse y lanzar un letal ataque hacia el pirata con una cuchilla aparecida de la nada. En un rápido movimiento, el pelirrojo se dejó caer hacia el lado contrario de la rama, esquivando aquel oscuro filo que chocó contra esta y cayendo de pie sobre la espesa nieve, retrocediendo inmediatamente algunos metros para tomar distancia de sus agresores.

-Tienes una manera muy curiosa de negociar, ¿sabes?-dijo sin quitarle el ojo de encima a ninguno de los tres.-Después de una agresión así, ¿cómo pretendes que me fíe de tu palabra?

Soltó otra bocanada de humo, pues aún conservaba el cigarrillo entre sus labios. Lo tomó entre sus dedos y lo lanzó hacia un lado, empujándolo con el dedo corazón. Observó la rama donde había impactado la cuchilla. Poco le había faltado para partirla, sin duda había empleado bastante fuerza en aquel ataque. Volvió su mirada a ellos. Le superaban en número, y no parecían rivales a los que se pudiese tomar a la ligera, no tras ese despliegue de fuerza. No le quedaba más remedio.

En décimas de segundo acumuló aura en ambas manos, extendió los brazos y la lanzó en forma de llamaradas. La de su izquierda, iría hacia los tres cazadores, recorriendo la distancia que les separaba sin problemas, lo que causaría algo de confusión (y tal vez hiciera arder sus ropas en caso de impactar, así como provocar alguna quemadura). La de su derecha fue directa hacia la rama donde había estado tumbado, la cual ardería y terminaría de desprenderse, sirviendo de obstáculo para retrasarles. Tanta fuerza debía ser compensada con una menor velocidad, así que aprovecharía aquello.

Hecho esto, salió corriendo en dirección contraria. Dejaría huellas, pero la  incesante caída de nieve no tardaría en borrar su rastro , por lo que si conseguía sacarles suficiente ventaja les perdería de vista y podría escapar.

-No puedo caer aquí, aún tengo una promesa que cumplir-susurró para sí mismo el pelirrojo.

Öra öra no mi: Furea [AI]

El tipo había esquivado el ataque echándose a un lado y saliendo de la trayectoria, fue algo bastante hábil, Thanatos no esperaba que esquivara su ataque con esa facilidad. Ahora los tres peli naranjas se hallaban juntos observándole de forma seria, se estaba negando a ir con ellos, eso solo podía acabar en muerte. Sus palabras tenían algo de sentido pero aún así no escaparía con facilidad. De repente aquel tipo lanzó una especie de llamarada hacia ellos, ambos corrieron hacia ella sin miedo, pero nada más tocarla, el original sintió un dolor intenso en su piel. Interpuso ambos brazos cubriéndose el rostro y sin pensárselo saltó a un lado rodando y cayendo a la nieve, hundiendo unos segundos la cabeza en esta. Los cuerpos hicieron lo mismo, el frescor alivió al cazador que frunció el ceño notando sus brazos doloridos. También pudieron ver como aquel hombre con ese mismo poder derribaba la rama, eso no iba a detener para nada al zorro del dolor.

Los tres se pusieron en pie, Impakuto activó unos diales de agua para apagarse con ellos gracias a la ayuda de la nieve. Shirodoku y Thanatos se habían arrancando las chaquetas de un tirón y quedaron con el torso al aire. Hacía bastante frío pero el ejercicio les ayudaría, saltaron la rama ágilmente, el original con más velocidad para no quemarse, después empezaron a correr tras el tipo pelirrojo. Lo tenían en el punto de mira y sabían algo sobre sus habilidades, el plan para cogerlo era fácil. El de en medio lanzó mientras corría un golpe con fuerza usando la barra hacia la chica de su izquierda, esta extendió la palma de la mano derecha para tratar de parar el golpe. Thanatos activó su dial de impacto para que absorbiera el ataque, después hizo que se lo quitara y se colocó tras el cuerpo del veneno, el original se mantuvo un poco alejado ahora. La joven marioneta liberó el poder de aquella concha dándole al de la coleta en toda la espalda, este salió disparado con una velocidad increíble hacia delante, la chica salió para atrás.

El zorro siguió corriendo ignorando a Impakuto y pudo ver como su camino se dirigía hacia el pirata, seguramente se habría hecho pedazos algunas costillas y tendría serios daños pero usar cuerpos humanos era una ventaja. Controló a Shirodoku que ahora se dirigía hacia el pelirrojo por la espalda y trató de atravesarle con su cuchilla por toda la espalda y acabar con él o al menos meterle el veneno, de esa forma estaría a merced del original que se acercaba corriendo por detrás ignorando a la chica.

¿A dónde crees que vas? [AB]

El pelirrojo corría sin parar, esperando perder a sus perseguidores. Miró hacia atrás y sonrió triunfante al ver que les había sacado una buena distancia, entre el tiempo que les había tomado recuperarse de su ataque y traspasar la rama en llamas. No le alcanzarían ya... O eso era lo que creía el pelirrojo.

El más alto golpeó con su barra de hierro a la supuesta líder, la cual extrajo una especie de concha tras el golpe. "¿Un dial?" se preguntó a sí mismo mientras no les quitaba ojo de encima. Esta se puso tras el de la coleta y, acto seguido, activó el dial de impacto, lo cual hizo que ella saliese hacia atrás, probablemente con severos daños, mientras su compañero salía disparado hacia el pelirrojo a una velocidad bastante alta. Durante todo esto, el más alto de los tres se había separado de ambos. "Si era la líder... ¿Por qué se ha sacrificado de esa forma? No tiene sentido".

El joven pirata dibujó una sonrisa en su rostro. Demasiada distancia como para no dejarle tiempo de reacción. Además a aquella velocidad el impulso que llevaba le impediría variar su dirección, y esa sería su tumba. Cuando al pelinaranja ya solo le faltaban unos pocos metros para alcanzarle, el pelirrojo se echó hacia la derecha, saliendo de su trayectoria, al tiempo que giraba para encararse a él. En ese preciso momento, activó el mecanismo de sus brazales, sacando a la luz sus dos hojas escarcha. Lanzó dos poderosos tajos a su agresor, casi como si le fuese a batear, en horizontal, uno a la altura del cuello y otro a la del costado. Con la fuerza de sus brazos y el impulso que llevaba, probablemente le partiese alguna costilla además de hacerle una profunda herida, mientras que la del cuello debería ser letal.

¿Y tú?-contestó el pelirrojo como toda respuesta, sin borrar su sonrisa, arrogante.

Si aquello funcionaba, aquella diferencia se salvaría y el combate se convertiría en un uno contra uno, una idea que estremecía al pirata. Le mostraría lo terribles que pueden llegar a ser los demonios.

Tajos horizontales en cuello y costado [AB]

Aquello era increíble ¿Cómo diablos pudo girarse así de repente si estaba corriendo? Cuando huyes le das la espalda al rival, esto ya estaba siendo demasiado raro. Tal vez ese hombre veía por la espalda o era un Dios, pero las tonterías se iban a acabar, ya era un cadáver, pensaba hacerlo pedazos. El partir los huesos de su cadáver y aplastarle la cabeza contra el suelo podía ser divertido para el torturador, de modo que ahora en aquella isla helada, se estaba jugando la vida, empezaba la batalla final. Saldría de allí con aquel cuerpo entre sus brazos o quedaría eliminado bajo la nieve.

Thanatos observaba como su cuerpo estaba ahora frente a aquel tipo que le había esquivado el tajo mortal por la espalda. Al estar en contacto visual y no muy lejos (pues no había dejado de correr) lo controló mientras sonreía de lado. No tenía mucha velocidad pero si mucha resistencia y cabezonería. Shirodoku se agachó esquivando el primer tajo que le cortó un simple mechón de pelo, ahora se lanzó a por su oponente, dejándose atravesar la zona de las costillas totalmente. Al mismo tiempo lanzó una terrible puñalada con la cuchilla al centro de su estómago, no sentía el dolor ya que era una simple marioneta controlada por el original. Tras el tajo del abdomen, le diese o no, lanzaría con toda su velocidad posible (La que el verdadero pudiese controlar) cuatro tajos rumbo al hombro izquierdo, al derecho, otro a la rodilla y el último buscaba atravesarle la cabeza.

Shirodoku: Death Silence [AMF]

No sabía si le iba a dar alguno de aquellos ataques, pero el error del pelirrojo fue atacar a corta distancia a alguien así. Estaba jugando con un cadáver que no era más que el muñeco del cazador de Lupus Custus, le había atravesado las costillas totalmente pero claro, eso no iba a parar. Si alguien maneja una espada y le rompen el filo, nada impide que pueda seguir usando la parte que queda o el propio mango. El cuerpo del veneno trataría de echarse hacia atrás una vez lanzados los golpes, Thanatos dejó de correr y llegó a ellos mirando a aquel tipo fríamente a los ojos. Después empezó a hablar en un tono muy serio.

- No puedes derrotarnos, somos Thanatos, somos Dios. Desde el principio te dijimos que te entregaras, pero no lo has hecho, ahora solo te queda la muerte.

Tras una larga conversación y posterior debate, hemos llegado a la conclusión, gracias a Mikoto, de que Thanatos ha muerto por hipotermia severa.

Del mismo modo hemos revisado la tabla de Akuma no mi de Mikoto, y pensamos que su supervivencia es, aaimismo, inviable.

Los tres administradores coincidimos en ello, y entendemos que las conductas malsanas deben ser castigadas. El control del entorno, así como ignorar éste mismo, está penado, y hemos alcanzado a entender que sólo hay dos opciones:

La primera es dejar a ambos personajes morir como aleccionamiento.

La segunda trata de anular el reto, con una amonestación menor que se decidirá más tarde.

Que el dios del rol decida:

Señor Nat ha efectuado 1 lanzada(s) de uno 1 :

2

1: Ambos mueren.
2: El combate no ha existido.

Habéis tenido suerte... el Dios del Rol ha hablado.

No me parece nada justo ya que

1º Mikoto eligió campo si, (totalmente a su favor, vaya..) segundo porque 20 bajo cero? porque eso lo decide él? en reino sakura había epocas calmadas. Teniendo en cuenta su fruta eso se llama manipular el campo para ganar.

2º Que yo sepa he sido quemado y pasado por una rama de fuego, por lo que la temperatura debería ser mas alta en mi cuerpo.

3º a mi me esquivan todos los golpes asi de gratis echandose a un lado, además de que ¿como se corre mirando hacia atras? ¿como sabe lo del dial de impacto si había una rama ardiendo delante?

No lo veo nada justo la verdad teniendo en cuenta que incluso en la CB Mikoto no paraba de recibir ayuda de ciertas personas.

1º: Eligió porque el retado impone condiciones, y el momento de la queja fue en ese momento, no ahora.

2º: Tú mismo has dicho que no te quemas con la rama, y saltando no aumenta tu temperatura corporal.

3º: Plantea bien tus ataques.

4º: Si respondes, ambos morís. Se ha frenado el reto porque los dos estabais haciendo el garrulo.

Señor Nat, como usuario acepto que ambos muramos ^^

Gracias

Un saludo: el rey de las multis (?

Ambos muertos, pues.