Yumiko Mei
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
19033
48
Yumiko Mei
La arquera prodigio
18
Humana
Aspirante y bajo (Pobre)
-Nombre: Tiro con arco y uso de agilidad
-Ejecución: Yumiko hace uso de su increíble agilidad y puntería para disparar desde varías distancias a la vez que da volteretas para esquivar ataques. Tiene poco peso y complexión atlética, lo que le permite moverse de manera ágil y a la vez concentrarse en su objetivo para poder disparar en los puntos más débiles de este. Su técnica se perfeccionara con los años de entrenamiento.
-Ejecución: Yumiko hace uso de su increíble agilidad y puntería para disparar desde varías distancias a la vez que da volteretas para esquivar ataques. Tiene poco peso y complexión atlética, lo que le permite moverse de manera ágil y a la vez concentrarse en su objetivo para poder disparar en los puntos más débiles de este. Su técnica se perfeccionara con los años de entrenamiento.
Es una persona alta, midiendo 1.75m y tiene un cabello rubio claro y muy largo, llegando-le casi a la cintura. Respecto a su cara, tiene unas orejas bastante peculiares, siendo estas puntiagudas y ligeramente dirigidas hacía los lados. Los ojos son de color azul claro y muestran una cara de niña o persona inocente, que puede ser así si es tu amiga o puede no serlo al ser tu enemiga. Los labios son pequeños y alargados dejando ver una clara sonrisa sin ninguna muestra de mentiras. En cuanto a su cuerpo, tiene una complexión atlética y eso le permite tener unos músculos bien definidos pero sin aparentar ser cachas, ya que su cuerpo es a la vez delgado. Tiene unos pechos de tamaño mediano y unas piernas bastante alargadas. Su tez es de color claro y muestra vitalidad. Es una chica bien definida y con un buen cuerpo. Tiene un par de marcas en el cuello en forma de garras en la parte derecha de esta que se hizo de pequeña cuando quedó sola en el bosque frente a un gran tigre, por suerte fue salvada y solo le quedaron estas cicatrices. En su pierna derecha tiene tatuada la cara de un tigre de color rojo en honor a su pequeño tigre, el cual le había salvado varías veces de peligrosas situaciones. El resto de su cuerpo no tiene ningún cambio, excepto por sus orejas en las cuales lleva dos pendientes siempre con ella, estos tienen formas de flechas. Estos se los regalaron sus padres de pequeña por llevar la tradición familiar.
Es una chica tímida y que le gusta curiosear, se pasa el día buscando cosas divertidas que hacer y asume las consecuencias. Su personalidad frente al dolor o odio de las personas es conmovedor, pues se conmueve si alguien esta sufriendo, sin importar si es o no enemigo, ella intentará ayudarlo en lo que pueda y eso siempre puede conllevar a que se aprovechen de ella. Cuando esta triste siempre intenta no llorar y buscar consuelo en algún animal o esconderse en un lugar cerrado y llorar sin que nadie le vea, pues odia que las personas la vean mostrar sus verdaderos sentimientos al no saber mentir. Cuando miente su cara se torna rojiza y sus labios se encuentran movidos hacía un lado, cosa que permite a la otra persona darse cuenta que miente. Ante las situaciones amistosas se vuelve completamente extrovertida y confiada con los que le rodean, hasta tal punto que hace cosas que nunca haría, como beber o fumar, pues no son cosas que le agraden. No duda en ayudar a sus amigos y se mete en cualquier clase de situaciones, pudiendo ser estas peligrosas, donde ella actuará de una manera sigilosa e intentando no mostrar nunca su posición a menos que le hagan una pregunta completamente directa, ya que entonces desvelará sus intenciones por no saber mentir. Las situaciones sin embargo pueden ser menos peligrosas y es entonces cuando muestra un carácter menos tímido y más confiado, pues en los momentos en los que sabe que es capaz de vencer al oponente con facilidad se muestra fuerte y confía plenamente en sus habilidades. Al tener una mezcla de tantos personalidades, puede tener momentos en los que no sabes porque se porta de un modo u otro y cuando eso pasa suele pedir que la dejen sola.
Yumiko ama salir a pasear y ama el sol y los bosques. Le encanta visitar a sus antiguos amigos o conocidos, siempre que estos hubieran sido amigos suyos alguna vez. Suele gustarle tener relación con los animales y cuando ve alguno siempre le dirige la palabra aunque este no entienda nada de lo que dice o viceversa. Adora comer fruta y le agrada ver buen ambiente, también le agradan las personas amistosas y las que visten de forma natural.
Odia la sangre y no soporta ver sufrir ni siquiera a sus amigos, de esta manera casi siempre elude las batallas y las pierde, aunque si sabe que esta en juego un familiar lucha con todo lo que tiene. Le desagrada tener que hablar con sus abuelos, pues no le cayeron bien nunca y nunca le ha gustado la carne, ya que es una chica que odia el maltrato animal y más la muerte de estos. Disgusta ver en absoluto peleas y más si sus amigos están sufriendo y por ello siempre se aleja de ellas aún sabiendo que no es del todo bueno. Tiene miedo a enseñar sus obras a los demás por la opinión de estos y por ello odia que la gente toquetee entre sus pertenencias.
A menudo pinta y se le da bastante bien, lo hace siempre que encuentra un buen ambiente y nadie mirando, pues aunque se le de bien le da vergüenza mostrar sus dibujos a los demás. Durante mucho tiempo se ha mostrado muy hábil en el uso del lenguaje animal y la repetición de la voz de estos, es capaz de repetir los sonidos que hacen los animales pero sin entenderlos de verdad. Tiene un buen oído por la música y no le disgusta ningún tipo. Es extremadamente astuta y no se deja ver con facilidad.
Es muy mala tocando música y muchas veces es bastante patosa, cuando se le da algo que no sabe hacer y le obligan a hacerlo, se pone nerviosa y se vuelve completamente torpe. Se suele caer a menudo cuando alguien desconocido la llama por su nombre y eso influye en como las personas la presentan, pues no le gusta que le llamen la atención cuando esta trabajando o haciendo algo que necesita bastante concentración. Se asusta con facilidad y confía demasiado en algunas personas, cosa que le lleva a veces por el mal camino, como en su historia se cuenta. No es capaz en lo más mínimo de mirar a la cara a sus amigos después de mentirles y se le nota a leguas cuando miente, eso la convierte en una mentirosa pésima. Aún teniendo un buen oído por la música es incapaz de tocar cualquier instrumento. Es curiosa y eso le hace entrar en situaciones muy peligrosas demasiadas veces.
- Tiradora~Francotiradora:
- Nivel 1: Tienen una buena puntería usando armas de fuego. Es capaz de utilizar armas de pequeño calibre (pistolas, uzis...).
Nivel 7: Aguantan mejor el retroceso y pueden utilizar armas de calibre medio (fusiles de asalto, escopetas...).
Nivel 14: Son capaces de eliminar por completo el retroceso de armas hasta calibre medio (salvo escopetas) y pueden utilizar armas de gran calibre (ametralladoras, rifles de francotirador...).
Nivel 23: Pueden acertar a una persona a quinientos metros, mientras no se mueva demasiado. Puede crear un tipo de munición especial.
Nivel 34: Sus reflejos les permiten esquivar balas. Es capaz de acertar a una persona a la carrera a una distancia considerable. Puede mejorar su munición especial o crear un tipo nuevo.
Nivel 45: Si se toma su tiempo para disparar, es capaz de asestar disparos certeros a cualquier cosa a gran distancia, pero le lleva lo suyo apuntar. Puede mejorar su munición especial o crear un tipo nuevo.
Nivel 56: Sus reflejos mejoran aún más, siendo casi imposible atacarle por sorpresa o pillarlo desprevenido. Puede mejorar su munición especial o crear un tipo nuevo.
Nivel 67: Es capaz de acertar a una ardilla oculta entre la maleza a una gran distancia. Puede mejorar su munición especial o crear un tipo nuevo.
Nivel 78: Es capaz de acertar a cualquier objetivo lo bastante grande como para suponer una amenaza a una distancia impensable. Puede mejorar su munición especial o crear un tipo nuevo.
Nivel 89: Sus reflejos lo hacen inalcanzable para la mayoría de seres humanos. Puede mejorar su munición especial o crear un tipo nuevo.
Nivel 100: El francotirador definitivo. Podría arrancarle la oreja a un ratón desde otra isla. Puede utilizar todo tipo de municiones en su fusil.
Nota: La munición especial será moderada por el staff.
- Guardabosques~Curandera:
- Nivel 1: Estás en armonía con la naturaleza, siempre la has admirado o querido y la protegerías fuera como fuese. Sabes nombrar las plantas y árboles más comunes, pero no sabes sus efectos.
Nivel 12: Aprendes a moverte con agilidad entre la maleza, pero esto apenas será una ventaja pequeña para ti. Aprendes el nombre de plantas y árboles más raros, además de conocer algunos de sus efectos especiales.
Nivel 23: Tu estudio por las plantas comienza a dar sus frutos, pudiendo reconocer plantas comunes con facilidad así como los efectos que estas poseen. Aunque sepas qué planta da qué veneno/antídoto todavía no puedes extraerlos.
Nivel 34: Comienzas a convertirte en un erudito respecto las plantas y los árboles, pudiendo reconocer algunos de estos que sean raros y existan en pocos libros. De estos sabes el nombre, su rareza, su toxicidad (si la tienen) así como otros detalles y curiosidades de los mismos. Aprendes a extraer venenos de carácter moderado o débil sin que te veas afectado, pero no puedas alterarlos sino utilizarlos en bruto.
Nivel 45: Reconoces casi cualquier tipo de planta o árbol que pueda ser estudiada en un libro, así como saber algo de su historia y características en caso de que alguna leyendo ronde alrededor de él. Solo las plantas que no hayan sido estudiadas anteriormente te son desconocidas, pero puedes tratar de averiguar sus características con bastante efectividad. Adquieres la habilidad de crear venenos y antídotos especiales con diferentes plantas, pudiendo añadirle los efectos que quieras de carácter moderado o débil. Sabes utilizar plantas medicinales, coagulantes y demás remedios naturales de carácter moderado o débil.
Nivel 56: No hay planta que se te resista, reconocerías cualquiera. En caso de ser una planta desconocida por el mundo, sabrías decir sus características con solo echarle un vistazo. Puedes extraer venenos y antídotos de plantas que sean peligrosas o que tengan efectos muy nocivos para el organismo. Además, aprendes la habilidad de alterar un veneno existente para añadirle un efecto adicional.
Nivel 67: Puedes crear venenos con partes de plantas que tengan efectos nocivos de carácter fuerte, pero estos duran tan solo unos pocos minutos y no pueden alargarse demasiado. Tus antídotos son suficiente buenos para negar este tipo de efectos pero necesitas haberlos preparado antes de ser infectado.
Nivel 78: Creación y modificación de sustancias venenosas, eso para ti ya es pan comido. Tus venenos son muy peligrosos y nocivos, con efectos que pueden llegar a afectar al sistema nervioso con facilidad. La duración de estos en el organismo rival aumenta, pero todavía son algo breves. Puedes crear un antídoto en medio del combate siempre y cuando tengas los recursos, pero tendrás que gastar dos turnos completos para ello en los que no podrás realizar ataques más poderosos que [AIF].
Nivel 89: Dado que ya puedes hacer casi cualquier tipo de veneno con plantas naturales, encuentras la forma de hacer que este veneno pase a estado gaseoso. De esta manera puedes convertir uno de tus venenos a este estado, mejorando la forma de infección en el cuerpo del rival. Puedes crear un antídoto en medio del combate siempre y cuando tengas recursos, pero tendrás que gastar un turno completo para ello en el que solo podrás realizar ataques inferiores a [AIF] no incluido.
Nivel 100: Todos tus venenos pueden estar en el estado de agregación de la materia líquido, sólido o gaseoso. Esto le da mejoras a la forma de infectar al rival en todos ellos. Puede crear un antídoto en medio del combate siempre y cuando tengas los recursos, pero tendrás que gastar un turno en el que no podrás realizar ataques más poderosos que [AMF].
- Ingeniera Robótica~Ingeniera de Drones:
- Nivel 1: Eres bueno jugando con chismes y arreglándolos, hasta el punto de poder crear tus propios diseños con función simple (grabación, cámara). El tamaño mínimo será el de un conejo adulto.
Nivel 12: Te vuelves más eficiente y consigues crear robots de al menos dos funciones, además de empezar a trasplantar pequeños implantes a humanos, como orejas o dedos, que pueden tener las mismas funciones que sus robots. Las funciones no serán muy complicadas. Tamaño mínimo: Un ratón.
Nivel 23: A llegado al punto de poder realizar robots funcionales en combate, pero estos se limitan a atacar y defender como un animal domesticado. Los robots no bélicos son capaces de hacer cosas más potentes (imanes implantados, rayos X,...) Tamaño mínimo: una abeja. Máximo para bélicos: un perro, 1 POR ISLA de cada tipo.
Nivel 34: Los robots bélicos serán capaces de volar a cambio de reducir un poco su tamaño gracias a mini propulsores, además de poder agregarle 1 arma oculta normal (Un cuchillo que lanza de su boca, una hoja que sale de su pata,...). Los robots de apoyo serán capaces de distinguir objetivos mediante un sistema detector (térmico, radar, ...) Máximo 2 bélicos y 2 de apoyo POR ISLA.
Nivel 45: Los robots se pueden mover por el mar, quitándoles velocidad a cambio de la resistencia necesaria para evitar fugas. Además podrán equiparse ya con 2 armas, pudiendo ser proyectiles de calibre pequeño. Robot de profesión-> Capaz de hacer la función de una persona en la profesión en la que se le instruya (equivale al nivel de habilidad de nivel 1) Solo profesiones secundarias.
Nivel 56: Es capaz de hacer robots indetectables al ojo humano y a la tecnología de nivel inferior a esta. (No produce calor, no produce sonido, no es visible para el ojo normal, estos solo tienen 1 función) Es capaz de agregar 3 funciones a la vez a sus creaciones. Los robots bélicos pueden integran armas de gran calibre como misiles o ametralladoras automáticas de gran envergadura. Máximo 3 bélicos y 4 de apoyo POR ISLA.
Nivel 67: Podrán crear su propia base en una isla (Se deberá crear en el apartado correspondiente, creación de islas/ realizar un diario) en la cual conservar todas sus creaciones asi como reducir a la mitad el tiempo de creación de cada una de ellas y aumentar su potencia, pudiendo implantar láseres a los robots bélicos o ser libre de manipular el tamaño de los robots de apoyo o de guerra aumentándolo considerablemente.
Nivel 78: Robot de profesión-> Capaz de hacer la función de una persona en la profesión en la que se le instruya (equivale al nivel de habilidad de nivel 12) Solo profesiones secundarias. Los robots de apoyo podrán tener una función adicional para autodestruirse mediante una secuencia a elección de cada uno. El radio de la explosión variará en función del tamaño del robot (X metro de envergadura = X metro de explosión, donde X es el número de metros de envergadura). Serán capaces de hacer robots completos de personas si tienen el cuerpo y la información de la persona necesaria. Máximo 5 bélicos y 10 de apoyo POR ISLA.
Nivel 89: Podrán hacer 1 implante de kairoseki en uno de sus drones, siempre y cuando puedan conseguir el material.
Nivel 100: Podrán crear un robot completo de kairoseki, siempre y cuando puedan conseguir el material.
Ninguna de momento
El arco largo que le regaló su madre y flechas con puntas de hierro.
- Arco:
-Primer capítulo:Bonita infancia de una niña-
Todo comenzó en una pequeña isla del mar del este, una isla que pocos conocían y en la que se encontraba una pequeña villa llamada Orange. Una villa sencilla, con personas sencillas, hasta la llegada de una familia, la familia Yumiko. Esta familia llegó viajando por diversas islas del mar del este hasta llegar a esta peculiar isla, pues aquí encontró algo, el nacimiento de su pequeña hija, Yumiko Mei. Su familia era una familia de malabaristas y arqueros, pues por extraño que parezca, vivían de eso. Comenzaron dedicando su vida a la caza de animales pero les duró poco, porque poco tiempo después un circo ambulante estaba de paso por su ciudad y como la familia no vivía muy bien, aún con su increíble caza, que por cierto era usando arco y flecha y ningún tipo de arma de fuego moderno, les convencieron para dedicar su vida a este circo.
Era un circo que viajaba por todas las islas del mar del este durante todo el año y pasaba una vez cada 3 años por la isla de Orange en busca de nuevos aspirantes a trabajar en el y en busca de beneficios. Yo siendo niña y nacida en esta peculiar ciudad seguí a mis padres por todos los lugares que visitaban, aprendiendo de todo tipo de personas y sobre todo, aprendiendo a hacer los mismos números que ellos hacían, aunque siendo tan pequeña no conseguía ni siquiera sujetar un arco. Cuando me dieron un arco entre las manos me caí hacía atrás por su peso y toda mi familia empezó a reírse, eran bonitos tiempos aquellos cuando no tenía que preocuparme por no ser capaz de hacer algo. Una infancia nada dura, pues mis padres dedicaban todo su tiempo a mi cuidado y eso hacía que me sintiese bien y no llorase por casi nada, lo único que no me gustaba era la vida con mis abuelos, estos se dedicaban a hacérmela imposible, pues buscaban transformarme en una acróbata con 3 años, cosa que era imposible para mis habilidades a esa edad tan temprana. No tuve ningún hermano de pequeño y la única pertenencia que tenía era un pequeño peluche al que apodé Nono, pues ese nombre me gustaba.
-Segundo capítulo: Varios años más adelante-
Los años pasaban y cada mes me encontraba en islas distintas, todos los meses el circo cambiaba de isla y eso conllevaba un cambio de amigos, ya que los ciudadanos que iba conociendo no los volvería a ver hasta dentro de 3 años y eso no era para nada divertido. Las personas del circo no eran de lo más amables, solo buscaban dinero y no alguna amistad, vivían en este circo esclavizados por la falta de dinero y no solían hacerse amigos de nadie, siempre iban a la defensiva y eso me hacía aburrirme mucho cuando cambiábamos de ciudad e isla. La vida era dura sin amigos y lo único que tenía era mi peluche Nono con el que dormía en nuestra humilde habitación, que más bien parecía una granja al no haber camas y dormir sobre una montaña de paja. Las islas eran distintas unas de otras, pero todas tenían en común un clima parecido, pues no había nieve más que en invierno comparado a lo que oía decir a las personas que habían viajado a un nefasto mar llamado Grand Line. Estos contaban que ese mar tenía islas con todos los climas y que había islas que nunca cambiaban de clima. Mi personalidad curiosa se planteó ir al Grand Line cuando escapase de este circo y llevar a mis padres a esos lugares tan bonitos y con climas estables.
Un día algo cambió mi pensamiento sobre las personas del circo, un encuentro con la propia muerte, por suerte no mía aunque la hubiese preferido. Mis abuelos se enfadaron conmigo por haber roto uno de sus preciados palos para hacer malabares con platos, se me cayo al suelo y caí encima de este después de haberme puesto nerviosa, el palo se rompió y no sabía que hacer. Después de esconderlo debidamente mis abuelos me preguntaron tras varias horas donde estaban y les dije con la boca girada a un lado y mirando hacía otro lugar que no sabía donde estaban, estaba claro que me encontraba mintiendo, pues no sabía mentir sin delatarme. Mis abuelos al darse cuenta de ello me cogieron y me llevaron a un cuarto, yo llevaba conmigo mi pequeño peluche Nono como siempre, pues era lo único que tenía. En ese momento no tenía mas que 9 años pero me encontraba en una situación horrible para mi edad. Mis abuelos una vez llegaron al cuarto me encerraron e intentaron coger a Nono, yo seguidamente le mordí la mano a la abuela y esta desistió para luego darme una palmada en toda la cara, parecía que le había mordido lo suficientemente fuerte, su mano empezaba a estar cubierta de un liquido rojo, que según oía hablar era sangre. Era completamente desagradable. No tardó mucho en volver con la mano vendada y esta vez llevaba un palo con ella, me pegó varias veces en las manos sin conseguir nada, pues no iba a dejarle a mi oso. Mi abuelo gritaba a sus espaldas que debería dejar a la niña, pues no era más que una niña, a lo que la abuela respondía negativamente. Esos palos que rompí eran más caros de lo que pensaba.
La abuela llegó a tal extremo que tomó una escoba y empezó a pegarme con el palo de esta, mis manos se encontraban cubiertas de ese liquido rojo que había visto antes y no podía sentirlas, me dolían muchísimo, era un dolor insoportable, más insoportable que el entrenamiento de mi abuelo. Poco tiempo después dejé de sentir las manos, para luego dejar de sentir todo mi cuerpo, había caído inconsciente. Un tiempo después me había despertado en la misma habitación pero sin el peluche entre las manos, a lo que empecé a mirar por debajo de las cajas que había en aquel oscuro lugar pero sin encontrarlo. Dos minutos después me percaté de que había una cuerda en el techo y sujeto de esta se encontraba un peluche, no estaba entero, le faltaba la cabeza y estaba cubierto de agujas, me subí sobre las mesas y lo recogí clavándome estas pequeñas agujas en mis débiles manos. Estaba sintiendo un dolor punzante en mis dos manos y lo dejé caer para recogerlo de una de sus patas, no sabía donde se encontraba la cabeza de Nono pero no podría buscarlo con los abuelos por ahí y no creía poder encontrarla tampoco.
Con un sentimiento de increíble dolor por haber perdido a Nono, decidí salir sigilosamente del circo y esconderme en el bosque más cercano y así fue, conseguí salir sin llorar, cosa que para mi fue un logro debido a mi forma de mostrar los sentimientos y más aún un sentimiento tan doloroso como la perdida de un ser querido. Una vez en el bosque le quité todas las agujas de Nono y lo tumbé en el suelo para intentar salvar-le como hacía mi abuelo a las personas que caían ahogadas en la piscina, empujando su pecho varias veces por segundo, pero poco después me di cuenta que no podía hacer lo mismo, pues a mi pequeño peluche le faltaba la cabeza. Tras este infructuoso intento de salvarlo me quedé tumbada contra un árbol y lloré, lloré durante varias horas.
Mientras me encontraba llorando un pequeño animal me había oído y se había acercado a mi, era un cachorro de tigre y por lo que parecía se había perdido también, este me empezó a lamer la cara y yo le dije secándome las lágrimas de los ojos:
-¿Tu también buscas un lugar donde vivir pequeño?- Con voz suave y débil por haber llorado tanto.
Este me contestó asintiendo con la cabeza y eso me hizo sonreír, poco después de esto le dije al pequeño tigre lo siguiente:
-Ven y vive conmigo pequeño, necesito de tu protección y tu necesitas de la mía.
Tras esta frase el tigre asintió y se subió a mi hombro haciendo un esfuerzo sobrehumano por mantener el equilibrio. Ese tigre iba a cambiar mi vida o eso es lo que yo pensaba, le ayudé a subir a mi hombro y me fui de vuelta al circo, quería a mis padres y no quería verlos sufrir por haberme ido. Mi ida pareció pasar desapercibida pero no pasó desapercibido el pequeño tigre que había traído. Mis padres sin embargo hicieron lo mejor para mantener a mi tigre en este circo viviendo conmigo.
-Tercer capítulo: Adiós pequeñín y adiós circo-
Ya había visitado muchísimas islas, y este peculiar mes me encontraba en Orange, tenía ya 18 años y mi pequeño tigre tenía un tamaño bastante grande, pues medía 1 metro de alto y metro y medio de largo, había crecido mucho más de lo que había pensado que hubiera crecido, pero estaba bien, pues era un tigre. En el circo, el había ayudado en bastantes números y yo ya había mejorado enormemente mi habilidad con el arco, hasta tal punto de poder hacer todos los números de mis padres. Teníamos que disparar flechas a manzanas puestas sobre personas del público, al principio estaba algo nerviosa, pero con la ayuda de mi tigre cogí confianza y acertaba siempre en la manzana, pues si me lo planteaba, podía conseguir cualquier cosa. Este año era especial, teníamos que hacer un par de números para unas personas que vivían en el bosque y nos habían pedido esto para una boda familiar. Una vez llegados al bosque nos preparamos para hacer los números que nos habían pedido, pero algo extraño estaba a punto de ocurrir y no habría manera de evitarlo.
Un enorme tigre había irrumpido en el lugar de la boda y no sabía que debía hacer, me quedé en blanco y como una estatua frente a aquel tigre, que medía algo más de 2 metros de altura. Este al verme así me pegó con sus fuertes patas en el cuello, esto resulto en un rasguño, un rasguño bastante profundo, mi cuello estaba sangrando y yo odiaba la sangre. Recogí una tela que encontré por el suelo, puede que fuera parte del vestido de la novia por su textura y color y me vendé el cuello fuertemente, el tigre empezó a atacar a los demás, que se estaban escapando de ahí. El tigre se giró hacía mi después de ver que no alcanzaba a los otros y se apresuró a saltar sobre mi con la boca abierta, mostrando unos dientes que podían degollar un animal solo con tocarlo. Este se abalanzaba sobre mi y lo único que se me ocurrió fue agachar la cabeza y ponerme las manos sobre esta, no quería ver lo que estaba a punto de ocurrir, ¿moriría en un lugar como ese sin antes haber visto el Grand Line, sin antes haber salido siquiera de ese circo maldito?, estaba haciéndome esas preguntas cuando pasaron ya varios segundos y no sentí nada. Miré hacía el frente y delante mía y del feroz tigre gigante se encontraba mi pequeño tigre, el que había viajado conmigo siempre, no entendía que hacía ahí en medio hasta mirar que toda su pata izquierda delantera ya no estaba donde debería estar, se encontraba en la boca del gran tigre. Fue entonces cuando mi tigre giró la cabeza y afirmó, como cuando era pequeño, estaba seguro de que me quería decir que me largara de ahí y de que había vivido una muy buena vida ahí o eso es lo que oi en mi cabeza cuando me miró.
Rompí a llorar y salí corriendo de ahí hacía la ciudad, pero por el camino me encontré con algo familiar, el lazo rojo que le había puesto a mi tigre, se encontraba lleno de sangre, pero me lo llevé en su nombre, quería a ese tigre más que a todo el mundo,el me había dado la amistad que no tenía, el consuelo que necesitaba y los abuelos que no quería. Caminando hacía la ciudad me quedé en un banco y esperé a que se me pasara todo, llorando durante unas horas, por suerte nadie había pasado por aquél remoto rincón debido al tigre de antes, que se encontraba merodeando cerca de allí, o eso es lo que pensaban las personas, pues yo no lo había visto venir en ningún momento. Seguramente el maldito ya habría saciado su hambre con mi pequeño tigre. Ese día no dormí y me quedé pensando en mi tigrecito todo el día y de lo que debería hacer con mi vida para que esto no volviese a pasar, primero Nono y ahora el Tigre, mi vida se estaba volviendo cada vez peor, necesitaba a alguien o algo en lo que confiar.
Tras varios días de pensarlo y después de conseguir pensar de manera clara y fría decidí coger el arco que siempre llevaba conmigo, y salir al mar sola, seguramente encontraría alguien en quien confiar o algo en lo que confiar, pues necesitaba dejar mi vida en ese circo que solo me traía problemas tras problemas. Con estas ideas y algo de dinero que robé, fui a una pequeña tienda de tatuajes y le enseñe una foto de mi tigre y yo, pues quería que me hiciera un tatuaje de este en mi pierna derecha, y lo hizo a la perfección, desde ese día llevo este bonito tatuaje. Finalmente después de hacerme el tatuaje y con el poco dinero que me quedaba compré un libro de botánica, pues me interesaba curar a mis familiares y un pequeño bote que dejé en el puerto. Volví a la ciudad y robé uno de los libros de ingeniería de la biblioteca ya que no me quedaba nada de dinero después de haber comprado el bote y el otro libro, el bibliotecario me empezó a seguir gritando que era un ladrón, lo que hice fue saltar al bote y salir huyendo de esa pequeña y bonita isla, en busca una aventura. Quería dedicar mi vida y todo el dinero que consiguiese a llevar a mis padres a un buen lugar donde puedan vivir tranquilos y no en ese circo horrible. Con todas estas ideas en la cabeza proseguí mi aventura a lo largo de este gigantesco mundo.
Todo comenzó en una pequeña isla del mar del este, una isla que pocos conocían y en la que se encontraba una pequeña villa llamada Orange. Una villa sencilla, con personas sencillas, hasta la llegada de una familia, la familia Yumiko. Esta familia llegó viajando por diversas islas del mar del este hasta llegar a esta peculiar isla, pues aquí encontró algo, el nacimiento de su pequeña hija, Yumiko Mei. Su familia era una familia de malabaristas y arqueros, pues por extraño que parezca, vivían de eso. Comenzaron dedicando su vida a la caza de animales pero les duró poco, porque poco tiempo después un circo ambulante estaba de paso por su ciudad y como la familia no vivía muy bien, aún con su increíble caza, que por cierto era usando arco y flecha y ningún tipo de arma de fuego moderno, les convencieron para dedicar su vida a este circo.
Era un circo que viajaba por todas las islas del mar del este durante todo el año y pasaba una vez cada 3 años por la isla de Orange en busca de nuevos aspirantes a trabajar en el y en busca de beneficios. Yo siendo niña y nacida en esta peculiar ciudad seguí a mis padres por todos los lugares que visitaban, aprendiendo de todo tipo de personas y sobre todo, aprendiendo a hacer los mismos números que ellos hacían, aunque siendo tan pequeña no conseguía ni siquiera sujetar un arco. Cuando me dieron un arco entre las manos me caí hacía atrás por su peso y toda mi familia empezó a reírse, eran bonitos tiempos aquellos cuando no tenía que preocuparme por no ser capaz de hacer algo. Una infancia nada dura, pues mis padres dedicaban todo su tiempo a mi cuidado y eso hacía que me sintiese bien y no llorase por casi nada, lo único que no me gustaba era la vida con mis abuelos, estos se dedicaban a hacérmela imposible, pues buscaban transformarme en una acróbata con 3 años, cosa que era imposible para mis habilidades a esa edad tan temprana. No tuve ningún hermano de pequeño y la única pertenencia que tenía era un pequeño peluche al que apodé Nono, pues ese nombre me gustaba.
-Segundo capítulo: Varios años más adelante-
Los años pasaban y cada mes me encontraba en islas distintas, todos los meses el circo cambiaba de isla y eso conllevaba un cambio de amigos, ya que los ciudadanos que iba conociendo no los volvería a ver hasta dentro de 3 años y eso no era para nada divertido. Las personas del circo no eran de lo más amables, solo buscaban dinero y no alguna amistad, vivían en este circo esclavizados por la falta de dinero y no solían hacerse amigos de nadie, siempre iban a la defensiva y eso me hacía aburrirme mucho cuando cambiábamos de ciudad e isla. La vida era dura sin amigos y lo único que tenía era mi peluche Nono con el que dormía en nuestra humilde habitación, que más bien parecía una granja al no haber camas y dormir sobre una montaña de paja. Las islas eran distintas unas de otras, pero todas tenían en común un clima parecido, pues no había nieve más que en invierno comparado a lo que oía decir a las personas que habían viajado a un nefasto mar llamado Grand Line. Estos contaban que ese mar tenía islas con todos los climas y que había islas que nunca cambiaban de clima. Mi personalidad curiosa se planteó ir al Grand Line cuando escapase de este circo y llevar a mis padres a esos lugares tan bonitos y con climas estables.
Un día algo cambió mi pensamiento sobre las personas del circo, un encuentro con la propia muerte, por suerte no mía aunque la hubiese preferido. Mis abuelos se enfadaron conmigo por haber roto uno de sus preciados palos para hacer malabares con platos, se me cayo al suelo y caí encima de este después de haberme puesto nerviosa, el palo se rompió y no sabía que hacer. Después de esconderlo debidamente mis abuelos me preguntaron tras varias horas donde estaban y les dije con la boca girada a un lado y mirando hacía otro lugar que no sabía donde estaban, estaba claro que me encontraba mintiendo, pues no sabía mentir sin delatarme. Mis abuelos al darse cuenta de ello me cogieron y me llevaron a un cuarto, yo llevaba conmigo mi pequeño peluche Nono como siempre, pues era lo único que tenía. En ese momento no tenía mas que 9 años pero me encontraba en una situación horrible para mi edad. Mis abuelos una vez llegaron al cuarto me encerraron e intentaron coger a Nono, yo seguidamente le mordí la mano a la abuela y esta desistió para luego darme una palmada en toda la cara, parecía que le había mordido lo suficientemente fuerte, su mano empezaba a estar cubierta de un liquido rojo, que según oía hablar era sangre. Era completamente desagradable. No tardó mucho en volver con la mano vendada y esta vez llevaba un palo con ella, me pegó varias veces en las manos sin conseguir nada, pues no iba a dejarle a mi oso. Mi abuelo gritaba a sus espaldas que debería dejar a la niña, pues no era más que una niña, a lo que la abuela respondía negativamente. Esos palos que rompí eran más caros de lo que pensaba.
La abuela llegó a tal extremo que tomó una escoba y empezó a pegarme con el palo de esta, mis manos se encontraban cubiertas de ese liquido rojo que había visto antes y no podía sentirlas, me dolían muchísimo, era un dolor insoportable, más insoportable que el entrenamiento de mi abuelo. Poco tiempo después dejé de sentir las manos, para luego dejar de sentir todo mi cuerpo, había caído inconsciente. Un tiempo después me había despertado en la misma habitación pero sin el peluche entre las manos, a lo que empecé a mirar por debajo de las cajas que había en aquel oscuro lugar pero sin encontrarlo. Dos minutos después me percaté de que había una cuerda en el techo y sujeto de esta se encontraba un peluche, no estaba entero, le faltaba la cabeza y estaba cubierto de agujas, me subí sobre las mesas y lo recogí clavándome estas pequeñas agujas en mis débiles manos. Estaba sintiendo un dolor punzante en mis dos manos y lo dejé caer para recogerlo de una de sus patas, no sabía donde se encontraba la cabeza de Nono pero no podría buscarlo con los abuelos por ahí y no creía poder encontrarla tampoco.
Con un sentimiento de increíble dolor por haber perdido a Nono, decidí salir sigilosamente del circo y esconderme en el bosque más cercano y así fue, conseguí salir sin llorar, cosa que para mi fue un logro debido a mi forma de mostrar los sentimientos y más aún un sentimiento tan doloroso como la perdida de un ser querido. Una vez en el bosque le quité todas las agujas de Nono y lo tumbé en el suelo para intentar salvar-le como hacía mi abuelo a las personas que caían ahogadas en la piscina, empujando su pecho varias veces por segundo, pero poco después me di cuenta que no podía hacer lo mismo, pues a mi pequeño peluche le faltaba la cabeza. Tras este infructuoso intento de salvarlo me quedé tumbada contra un árbol y lloré, lloré durante varias horas.
Mientras me encontraba llorando un pequeño animal me había oído y se había acercado a mi, era un cachorro de tigre y por lo que parecía se había perdido también, este me empezó a lamer la cara y yo le dije secándome las lágrimas de los ojos:
-¿Tu también buscas un lugar donde vivir pequeño?- Con voz suave y débil por haber llorado tanto.
Este me contestó asintiendo con la cabeza y eso me hizo sonreír, poco después de esto le dije al pequeño tigre lo siguiente:
-Ven y vive conmigo pequeño, necesito de tu protección y tu necesitas de la mía.
Tras esta frase el tigre asintió y se subió a mi hombro haciendo un esfuerzo sobrehumano por mantener el equilibrio. Ese tigre iba a cambiar mi vida o eso es lo que yo pensaba, le ayudé a subir a mi hombro y me fui de vuelta al circo, quería a mis padres y no quería verlos sufrir por haberme ido. Mi ida pareció pasar desapercibida pero no pasó desapercibido el pequeño tigre que había traído. Mis padres sin embargo hicieron lo mejor para mantener a mi tigre en este circo viviendo conmigo.
-Tercer capítulo: Adiós pequeñín y adiós circo-
Ya había visitado muchísimas islas, y este peculiar mes me encontraba en Orange, tenía ya 18 años y mi pequeño tigre tenía un tamaño bastante grande, pues medía 1 metro de alto y metro y medio de largo, había crecido mucho más de lo que había pensado que hubiera crecido, pero estaba bien, pues era un tigre. En el circo, el había ayudado en bastantes números y yo ya había mejorado enormemente mi habilidad con el arco, hasta tal punto de poder hacer todos los números de mis padres. Teníamos que disparar flechas a manzanas puestas sobre personas del público, al principio estaba algo nerviosa, pero con la ayuda de mi tigre cogí confianza y acertaba siempre en la manzana, pues si me lo planteaba, podía conseguir cualquier cosa. Este año era especial, teníamos que hacer un par de números para unas personas que vivían en el bosque y nos habían pedido esto para una boda familiar. Una vez llegados al bosque nos preparamos para hacer los números que nos habían pedido, pero algo extraño estaba a punto de ocurrir y no habría manera de evitarlo.
Un enorme tigre había irrumpido en el lugar de la boda y no sabía que debía hacer, me quedé en blanco y como una estatua frente a aquel tigre, que medía algo más de 2 metros de altura. Este al verme así me pegó con sus fuertes patas en el cuello, esto resulto en un rasguño, un rasguño bastante profundo, mi cuello estaba sangrando y yo odiaba la sangre. Recogí una tela que encontré por el suelo, puede que fuera parte del vestido de la novia por su textura y color y me vendé el cuello fuertemente, el tigre empezó a atacar a los demás, que se estaban escapando de ahí. El tigre se giró hacía mi después de ver que no alcanzaba a los otros y se apresuró a saltar sobre mi con la boca abierta, mostrando unos dientes que podían degollar un animal solo con tocarlo. Este se abalanzaba sobre mi y lo único que se me ocurrió fue agachar la cabeza y ponerme las manos sobre esta, no quería ver lo que estaba a punto de ocurrir, ¿moriría en un lugar como ese sin antes haber visto el Grand Line, sin antes haber salido siquiera de ese circo maldito?, estaba haciéndome esas preguntas cuando pasaron ya varios segundos y no sentí nada. Miré hacía el frente y delante mía y del feroz tigre gigante se encontraba mi pequeño tigre, el que había viajado conmigo siempre, no entendía que hacía ahí en medio hasta mirar que toda su pata izquierda delantera ya no estaba donde debería estar, se encontraba en la boca del gran tigre. Fue entonces cuando mi tigre giró la cabeza y afirmó, como cuando era pequeño, estaba seguro de que me quería decir que me largara de ahí y de que había vivido una muy buena vida ahí o eso es lo que oi en mi cabeza cuando me miró.
Rompí a llorar y salí corriendo de ahí hacía la ciudad, pero por el camino me encontré con algo familiar, el lazo rojo que le había puesto a mi tigre, se encontraba lleno de sangre, pero me lo llevé en su nombre, quería a ese tigre más que a todo el mundo,el me había dado la amistad que no tenía, el consuelo que necesitaba y los abuelos que no quería. Caminando hacía la ciudad me quedé en un banco y esperé a que se me pasara todo, llorando durante unas horas, por suerte nadie había pasado por aquél remoto rincón debido al tigre de antes, que se encontraba merodeando cerca de allí, o eso es lo que pensaban las personas, pues yo no lo había visto venir en ningún momento. Seguramente el maldito ya habría saciado su hambre con mi pequeño tigre. Ese día no dormí y me quedé pensando en mi tigrecito todo el día y de lo que debería hacer con mi vida para que esto no volviese a pasar, primero Nono y ahora el Tigre, mi vida se estaba volviendo cada vez peor, necesitaba a alguien o algo en lo que confiar.
Tras varios días de pensarlo y después de conseguir pensar de manera clara y fría decidí coger el arco que siempre llevaba conmigo, y salir al mar sola, seguramente encontraría alguien en quien confiar o algo en lo que confiar, pues necesitaba dejar mi vida en ese circo que solo me traía problemas tras problemas. Con estas ideas y algo de dinero que robé, fui a una pequeña tienda de tatuajes y le enseñe una foto de mi tigre y yo, pues quería que me hiciera un tatuaje de este en mi pierna derecha, y lo hizo a la perfección, desde ese día llevo este bonito tatuaje. Finalmente después de hacerme el tatuaje y con el poco dinero que me quedaba compré un libro de botánica, pues me interesaba curar a mis familiares y un pequeño bote que dejé en el puerto. Volví a la ciudad y robé uno de los libros de ingeniería de la biblioteca ya que no me quedaba nada de dinero después de haber comprado el bote y el otro libro, el bibliotecario me empezó a seguir gritando que era un ladrón, lo que hice fue saltar al bote y salir huyendo de esa pequeña y bonita isla, en busca una aventura. Quería dedicar mi vida y todo el dinero que consiguiese a llevar a mis padres a un buen lugar donde puedan vivir tranquilos y no en ese circo horrible. Con todas estas ideas en la cabeza proseguí mi aventura a lo largo de este gigantesco mundo.
Mar del Este
Ninguno de momento
Sueña con conseguir convertirse en la mejor arquera del mundo, superando a las alabadas arqueras de Amazon Lily y llegar a conseguir más puntería que cualquier pistolero de este amplio mundo. Además de este sueño, busca encontrar un lugar donde poder llevar a su familia y donde se puedan sentir cómodos, en otras palabras, busca una isla donde dejar a sus padres y no tener que preocuparse por ellos, ya que ahora mismo están en un estado algo parecido a la esclavitud.
Adam
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me mola la textura
¿Donde la pillastes?
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Yumiko Mei
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Googleando la encontré en imagenes, aquí tienes una, aunque no se si te servirá. http://www.blackbambu.com/wp-content/uploads/2011/02/texture-4.1.jpg
Adam
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Muy buen code, se sale de lo común.
Xiba Jundo
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En mi opinión los recortes de las imágenes quedan muy feos. En las primeras, yo quitaría la mayoría y pondría sólo una que sea de "Datos Generales", porque queda mal tanta imagen y tan poco texto -bajo mi punto de vista, claro-. Y lo que haría sería integrar imágenes a la tabla del code, y encima de ellas ya el texto para poner si se trata de la Historia, o Descripciones y tal, creo que se vería mucho más limpio todo, y más bonito.
Y cuidado con los Spoilers, ya ves que no cuajan del todo.
Un saludete y continúa aprendiendo, que vas fenomenal ^^
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