Alex y Krauser contra el ejercito verde

CONTRA
X100

Krauser dijo algo que no terminó de agradar a Alex, una "última petición". Odiaba aquellas cosas, le desagradaban las despedidas y eso era como un preámbulo para una. Le dio un golpe con el puño en el brazo. Había sido débil y Krauser era fuerte, solo era una advertencia. Esas promesas siempre le llegaban al corazón y aunque él también las hacía, no le gustaban. Además, no iba a permitir que su hermano muriera, daría su vida por él si era necesario. Había jurado proteger a todos y eso haría.

-Dalo por hecho. Pero no voy a dejar que mueras. Aunque... si caigo yo, cuida de los míos-

Frente a ellos se mostró una terrible criatura. Una especia de cefalópodo gigantesco de tonos azules y negros. Casi parecía una nave acorazada más que un animal. ¿Iban a luchar contra eso? Desde luego estos gyojin habían preparado todo hasta el mínimo detalle antes de venir a la guerra. Algo así sería difícil de derribar y... no era el enemigo. En cuanto estuvo cerca del puerto abrió la boca y un centenar de criaturitas verdes comenzaron a salir de sus fauces. ¿Esos eran sus enemigos? Eran casi adorables. No, casi no, lo eran. Pero eran el enemigo al fin y al cabo. Alex no podía dejarse vencer por sentimentalismos o la guerra terminaría pronto con él. Ya lo había hecho antes. El aspecto indefenso de sus rivales era un punto en contra, peor si habían llegado hasta ahí era por algún motivo. No debía menospreciarlos.

Krauser se acercó al cazador y posó su mano sobre el suelo. Dijo unas palabras y la niebla comenzó a rodearlos. ya había visto antes algo similar del marine, pero ahora era mucho más densa y no veía nada en ella. Menos mal que tenía haki de observación. Su amigo le alertó de que se mantuviera en aquella zona con tal de evitar que la niebla lo perjudicara. Estaba en una zona "limpia" y no le pasaría nada si no salía de allí. Tendría que esperar a que los enemigos llegaran... o empezar el combate desde allí. Cargó sus dos puños con el poder de su gura gura y activó su mantra para detectar a sus contrincantes. Era una cantidad ingente y podía "ver" a Krauser entre ellos. Lanzó unas ondas al aire en el lugar donde había gran concentración de los bichejos. Trató de alejarlas lo máximo posible de su amigo para no herirlo a él.

Sismos aéreos a la altura de las criaturas [AF]

Alex pudo sentir como varias de las presencias se apagaban rápidamente. Él trataba de dejarlos inconscientes, pero su amigo se deshacía de ellos con gran facilidad. No por nada lo llamaban el demonio de la niebla. Realmente era una bestia con sus enemigos. Alex se sentía afortunado de estar en el mismo bando que el Almirante. ¿Tan rápido iba a acabar aquel enfrentamiento? Quizás, por no subestimarlos, estaba sobrestimando a aquellas criaturas. No parecían tener una gran capacidad destructiva ni poseían mucha resistencia. No eran enemigos que temer. Alex hasta pensó en ignorarlos y centrarse en los gyojin que atacaban el puerto o en la inmensa criatura que los había transportado. Aquello sí era algo en lo que deberían esforzarse.

Algo se acercó a él e impactó contra la "barrera" de su fruta. Su habilidad se había automatizado de tal forma que cualquier cosa que impactase contra él recibía una vibración lo suficientemente potente como para desintegrarla. Sus "atacantes" no tendrían muchas posibilidades de haberse tratado de algo normal. No era así. Al chocar contra la barrera de sismos comenzaron a estallar provocando explosiones de pequeña intensidad. No eran demasiado potentes, pero eran demasiadas y Alex notaba el daño. Comenzaron a quemar su piel y a provocar heridas.  Activó su Haki de Armadura para protegerse y se elevó varios metros con su Deus Gradus. ¿Qué era aquello? No eran criaturas convencionales is podían realizar tales proezas. La respuesta no tardó demasiado.

La niebla se retiró y el cazador pudo observar a Krauser. Estaba magullado como él. Entonces vio a sus enemigos. Una cantidad ingente de proyectiles que lo seguías. ¿Seguían? ¡Sí! Se movían en su dirección y no iban rectos. Entonces se percató de que las criaturitas anteriores... no eran normales. Debían ser alguna especie de máquinas o herramientas como las que usaba la Marina. Las bombitas volvieron a por él y dejó de flotar para aterrizar y retroceder. Debía hacer algo. Las vibraciones habían funcionado en una primera instancia. Pero debía hacer algo grande y podía poner en peligro a su amigo. El almirante confiaría en él, así que se decidió a actuar.

-¡Krauser, muévete dos metros hacia atrás!-

Acto seguido envió un sismo aéreo tan potente como pudo frente a ellos. Aquellos proyectiles eran pequeños y esperaba poder destrozarlos todos de un golpe o, al menos, eliminar gran parte de ellos. Y el sismo se extendió frente a los dos luchadores haciendo vibrar tanto el suelo, provocando grietas enormes que también afectarían a los lanzadores verdes, como el aire para afectar a los explosivos. Ahora que sabía que no se trataba de criaturas vivas corrientes no tenía ningún reproche por aniquilaros.

Gran vibración [AMF]

Todos los proyectiles desaparecieron gracias a la colaboración, pero los primeros atacantas seguían en pie. ¿Cómo derrotarlos a todos? Habían sido fáciles de eliminar la primera vez, pero después de averiguar que eran máquinas no se antojaba tan sencillo. Además, de acercarse el cazador y el marine podrían ser recibidos por otra andanada de proyectiles bombas. Alex tenía que pensar algo rápido. Si eran parte del ejército gyojin... ¿por qué no habían llegado nadando? habían venido dentro de otra cosa por algún motivo. ¡El agua! Claro, era lógico pensar que el agua podía estropearlos. Si tenían bombas en su interior quizás producía laguna reacción que las hiciera estallar. Era la única solución viable que Alex encontraba.

Observó el suelo. Estaba agrietado y medio destruido. Los habitantes de Mariejois se enfadarían muchísimo, pero debía hacerlo. Era preferible conservar la ciudad con un puerto menos que perderla entera. Imbuyó su puño con el poder de la gura gura y golpeó el suelo con toda la fuerza que pudo.

-¡Empújalos hacia el mar!- Le gritó a su amigo.

No estaba seguro de que Krauser pudiera hacer eso y creía poder hacerlo él solo. Pero si podía recibir ayuda sería lo mejor. No sabía qué ocurriría si caían al mar, pero debía intentarlo. Entre el tremendo poder que poseía y las grietas anteriores no fue difícil destrozar toda la zona del puerto en la que se encontraban las criaturas. Todo cedió haciendo que rocas y máquinas se hundieran en el agua al ritmo que las grietas y los sismos avanzaba. Si el agua no les hacía algo las rocas que los sepultarían sí que lo conseguiría.

Hundimiento [AB]

Parecía que lo habían conseguido, todos empezaron a estallar y, aunque algunos no habían caído al agua, la mayoría explotaban bajo el mar. Era una pequeña victoria, aunque llegaban más y explotaron juntos. La zona donde estaban las criaturas voló por los aires. La onda expansiva llegaba a Krauser y Alex. Con último recurso, el cazador trató de hacer un temblor en el aire para desviarla, pero no funcionó del todo. Activó su haki de armadura, pero sintió un golpe tremendo y cerró los ojos. Salió despedido varios metros hacia atrás y aterrizó en el duro suelo. Le dolía todo el cuerpo y notaba cómo la piel le escocía por el calor. Pero, después de todo, estaba vivo.

La mayoría de gente que había en el puerto se había retirado y los que quedaban estaban en ello o debían hacerlo. habían aguantado bastante, pero la primera línea había caído. Era lógico, ¿cómo esperar que la guerra terminara ya? Aquello era imposible, pero retroceder era necesario para contraatacar. Se levantó con mucha dificultad y tosiendo algo de sangre por los golpes. Nada que no hubiera pasado antes, pero podía parecer ridículo que alguien "importante" como un yonkaikyo se viera afectado por eso. Trató de fingir que no había ocurrido nada.

-¡Farkas! ¡Ahora!- Gritó.

El lobo descendió de los cielos en forma de grifo. La intención de Alex, ahora, era evacuar del puerto a todo el que no se hubiera marchado ya, era lo primero que debían hacer. Una vez arriba podrían preparar las defensas y luchar de nuevo.

-¡Krauser, súbete sobre el animal!- Le ofreció a su amigo. -¡Todo el que quiera marcharse que suba sobre la criatura!- Gritó para que los rezagados pudieran huir.

Off: La explosión golpea a Alex que queda algo desorientado. Cuando se da cuenta de que le puerto está perdido por ahora decide retirarse para reorganizarse y realizar un contraataque. Ofrece a todos que suban sobre Farkas para marcharse de allí.