El músico y el capitán pirata se conocen [Drake Ray y Bale D. Edward]

Estaba agotado tras sobrevivir a una pequeña tormenta en el South Blue, cuando atisbé en el horizonte una isla pequeña, se trataba de Baterilla, la isla donde Portgas D. Ace, el hijo del legendario Gol D. Roger, nació, aunque yo desconocía aquel dato. Mientras me acercaba, vi que parecía una isla pequeña y tranquila, un lugar apartado donde un hombre de mar podría relajarse un rato. Al tener esta impresión, además de mucha hambre, desembarqué.

Me puse mi capucha para que no me reconocieran, pues, aunque no fuera muy conocido, era un pirata con recompensa, y no me interesaba que alguien me descubriese y avisaran a la marine. Caminando por las calles de aquel pequeño pueblo busqué alguna tienda donde poder comprar algo de comida barata, para luego irme a alguno de los prados a relajarme un rato. Con el poco dinero que llevaba, solo pude comprar un pequeño bocadillo que no alimentaría ni a un bebé, pero tuve que quedármelo. Tras eso, me dirigí al prado más cercano para comer sentado mientras disfrutaba de la paz del lugar y luego echarme una siestecita.

Me encontraba como polizonte en un barco de mercaderes, que al parecer,  se dirigían a Baterilla, la isla donde nació el hijo del rey de los piratas Gol D. Roger, Portgas D. Ace, un lugar que deseaba con ansias visitar en mi travesía como pirata. Fue un viaje relativamente tranquilo, hubieron unos pocos movimientos en el barco y no tuve problemas en esconderme sin ser encontrado, hasta que el barco se detuvo ya que habíamos llegado a nuestro destino. Tuve que salir estrategicamente tratando de que no me vieran, pero, a pesar del esfuerzo, me vieron y  tuve que escapar rápidamente llegando a la cubierta donde di  un gran salto para llegar a tierra firme y continuar corriendo hasta perderlos en un bosque.

Mas tranquilo, luego de estar completamente seguro de haberlos perdido, decidí dirigirme hacia la ciudad donde pensaba comprar algunos objetos que me serian útiles para el viaje, como una guitarra, ya que había perdido la anterior. Llegando a la ciudad compre la guitarra mas barata que encontré, era una antigüedad comparada con las mas modernas existían en la época, me la puse en el hombro y continué caminando. Luego decido dar una vuelta por la ciudad visitando algunos lugares y tiendas donde podría encontrar algo interesante. Mi búsqueda fue algo decepcionante, ya que no encontré lo que esperaba, pero me consolaría estrenando mi nueva guitarra fuera de la ciudad, así que decidí emprender rumbo hacia un lugar solitario.
No tan lejos de la ciudad, encontré un árbol, entonces decidí apoyarme en este  y tocar con la guitarra algunas canciones que habia aprendido.

Tras una buena siestecita, me desperté escuchando una agradable melodía que alegró a mis oídos. No podía creer que una isla fuera tan tranquila y, además, tan agradable. Tras recoger mi pertenencias, que no eran muchas, decidí dirigirme al lugar del que provenía aquel maravilloso sonido, manteniendo mi condición de incógnito. Allí encontré a un hombre apoyado en un árbol que, por sus pintas, no parecía del lugar y tampoco muy bendecido en bienes. -¡Como yo!- Pensé. La guitarra que estaba tocando parecía de más bien mala calidad, la madera era bastante antigua y parecía un pelín desgastada, pero el la tocaba considerablemente bien.

-Qué trae a un músico vagabundo, supongo, por una isla tan apartada como esta en el South Blue?- Le pregunté.

Lo observé un poco mejor, tenía el pelo azul, cubierto por un sombrero de paja (lo cual me recordó a Mugiwara no Luffy, el famoso supernova de hacía más de 150 años que acabó con dos Shichibukais sólo en su travesía por el paraíso), un polo blanco, unos pantalones negros y unos zapatos del mismo color. medía aproximadamente 1,80cm de alto, casi como yo aunque era un poco más bajo, y su musculatura estaba un poco marcada aunque no lo pareciera.

No tenía pinta de ser revolucionario, aunque no descartaba esa posibilidad, ni tampoco la de que fuera un cazador de recompensas, en realidad, esperaba que fuera un pirata, pues así no tendría que preocuparme de ocultar mi identidad.

Me encontraba apoyado en el árbol, había perdido el sentido del tiempo, tocando con la guitarra un hermosa melodía que me estaba saliendo fenomenal. Pero en unos instantes observe acercándose a un hombre encapuchado; que parecía de mi estatura, su capucha me hacia pensar que no quería que se conociera su identidad, que me dio ciertas dudas. Se notaba que también que era un viajero como yo, ya que llevaba algunas pertenencias, también esperaba que el motivo por el que se acercaba, era la melodia que estaba tocando.

-Qué trae a un músico vagabundo, supongo, por una isla tan apartada como esta en el South Blue?- me dijo, parecía estar tratando averiguar algunas cosas sobre mi, o solo era muy amable.

No me gustaba hablar con personas desconocidas, en especial con este tipo que tenia una pinta de ser alguien fuerte. En el mejor de los casos, podría ser un cazarrecompensas decepcionado, luego de averiguar que no tengo ninguna, o un marine ya que aun no había cometido aun ningún delito. O podría ser algún pirata que esta buscando luchar, o uno amigable. No estaba muy seguro de eso, pero no podia confiarme ni un poco, asi que decidi seguir la corriente por ahora.

-Pues, esta isla es conocida en el mundo pirata, por ser donde nació Portgas D. Ace, como debes saber, el hijo del Rey de los piratas. Soy un fanático de la historia, y no podía perderme venir aqui, y aproveche estos momentos, para relajarme un rato con un poco de música. Y tu, pareces tampoco no ser de por aca, a que has venido a esta remota isla?- Le dije, observando sus pertenencias de reojo, pero sin descuidarme de la música, ya que era una buena melodía, y podría  volverla una canción algún día.

El músico me miró sin dejar de tocar, se quedó quieto, como analizando mi imagen e intentando deducir si valía la pena responder a mi pregunta o no. Tras poner una cara como de compadecimiento, dijo:

-Pues, esta isla es conocida en el mundo pirata, por ser donde nació Portgas D. Ace, como debes saber, el hijo del Rey de los piratas. Soy un fanático de la historia, y no podía perderme venir aqui, y aproveche estos momentos, para relajarme un rato con un poco de música. Y tu, pareces tampoco no ser de por aca, a que has venido a esta remota isla?- Miró de reojo como si estuviera buscando algo que llevaba encima, pero luego se volvió a poner con la melodía.

Esa respuesta me sorprendió, no la respuesta en sí, eso era lo que buscaba, pero el dato que me aportó, dado que todavía lo desconocía, lo hizo:

-¿¿¿¿¿¡¡¡¡¡¡¡¡¡QUE ESTAMOS EN LA ISLA NATAL DE PORTGAS D. ACE!!!!!!!!!????... ¡Madre mía! No me lo esperaba... Esto... Con respecto a tu pregunta... Me metí en una tormenta y acabé llegando hasta aquí, y como parecía tranquila, decidí quedarme un rato y relajarme. Como supongo que serás pirata al haber venido aquí para visitar este lugar, me presentaré.- Me bajé la capucha, abrí la sudadera que llevaba cerrada y llevé mi mano derecha a la visera de mi gorra -Me llamo Bale D. Edward, capitán de los Sky Pirates. Pareces tener talento para la música... ¿Cómo te llamas tú, si no es mucho problema?

Esperé a su respuesta.

Continué concentrado en mi música, pero seguía teniendo una gran intriga sobre el tipo que había llegado a mi, tenia algo de especial que diferenciaba de los demás, espere su respuesta mientras observaba y me concentraba en las notas de la guitarra.

-¿¿¿¿¿¡¡¡¡¡¡¡¡¡QUE ESTAMOS EN LA ISLA NATAL DE PORTGAS D. ACE!!!!!!!!!????... ¡Madre mía! No me lo esperaba... Esto... Con respecto a tu pregunta... Me metí en una tormenta y acabé llegando hasta aquí, y como parecía tranquila, decidí quedarme un rato y relajarme. Como supongo que serás pirata al haber venido aquí para visitar este lugar, me presentaré.-Me sorprendió un poco su respuesta, no sobre lo de Portgas D. Ace, tampoco sobre la tormenta que le habría traído hasta hay, sino por su fácil deducción de saber que era un pirata; yo tenia la pinta, y también no fue mi mejor idea mencionar a un conocido pirata, pero el tipo parecía ser algo descuidado y supo yo era pirata. Sin duda este tipo también era un pirata. Ademas de eso el se saco la capucha dejando ver su rostro, que me parecía que lo había visto antes.-Me llamo Bale D. Edward, capitán de los Sky Pirates. Pareces tener talento para la música... ¿Cómo te llamas tú, si no es mucho problema? Esa respuesta resolvió algunas de mis dudas, era un capitán pirata, lo mas lógico. Y su nombre, Bale D. Edward, también lo había visto en alguna parte: En un cartel de recompensa, de hay también recordaba su rostro; el era un tipo fuerte  y no podía fiarme de el, aunque su rostro y sus palabras parecían ser amigables, aun tenia mis dudas. En esos momentos deje mi guitarra apoyada en el árbol donde me encontraba.

Me acerque unos metros hacia el, observándolo mas de cerca, era moreno y tenia unos ojos marrones, estando a una poca distancia de el.-Pues muchas gracias por el alago, el talento es innato-Le dije, alardeando un poco sobre mi talento, era ya una costumbre hacer eso. Pues , mi nombre es Drake Ray; soy un novato en el mundo de los piratas-Le dije, luego estire mi brazo con la intención de estrecharnos las manos, seria muy bueno y conveniente tener de un amigo a alguien fuerte como el.

Quizás el revelar mi verdadera identidad fue muy lanzado y descuidado, pero así soy yo, además, tenía la sospecha de que era pirata, y si no lo era, pues correría el riesgo. El músico dejó de tocar y puso su guitarra apoyada en el árbol y se acercó diciendo:

-Pues muchas gracias por el alago, el talento es innato. Pues , mi nombre es Drake Ray; soy un novato en el mundo de los piratas- Mientras dijo esto último extendió la mano, la cual apreté finalizando las presentaciones. El hecho de que fuera pirata me confortaba,  hubiese sido una pena tener que acabar con un músico tan bueno, y el hecho de que fuera novato hizo que una idea floreciera en mi mente, además, la impresión que me dio fue bastante buena, aunque tenía la sensación de que no se fiaba de mí.

-Así que novato eh... y buen músico además... Dime, ¿Te gustaría unirte a la tripulación del futuro Rey de los Piratas? Ése es mi objetivo como hombre de mar así que ¿qué me dices Drake?- Me había caído bien y escaseábamos en miembros, así que llevé a cabo la idea que se me había pasado por la cabeza. Esperé su respuesta mirando alrededor, pues alguien podría descubrirme y atacarme con la intención de conseguir mi recompensa pillándome desprevenido.

Recibí el apretón de manos por el capitán pirata. No tenia ningún motivo para seguir desconfiando, pero recién lo había conocido y no tenia idea de como era en realidad. Aunque el tipo demostraba gran amabilidad y se veía muy confiable, solté su mano y me retire un par de pasos hacia atras.

-Así que novato eh... y buen músico además... Dime, ¿Te gustaría unirte a la tripulación del futuro Rey de los Piratas? Ése es mi objetivo como hombre de mar así que ¿qué me dices Drake?- Me dijo, el confiaba ciegamente en mi; pero yo aun no estaba muy seguro de sus verdaderas intenciones. Invitarme a su banda pirata, tan rápido, era algo precipitado; pero se notaba que su personalidad era así, actuar impulsivamente.

-¿Rey de los piratas?, no estas aspirando demasiado alto.- Le dije, luego di media vuelta y me dirigí hacia el árbol donde estaba mi guitarra, la cogí y la guarde en un estuche que tenia y lo lleve a la espalda. Me acerque nuevamente a el.

¿Unirme a los Sky Pirates?, esa pregunta es demasiado directa, no puedes estar preguntando eso a cualquier persona. Creo que esa pregunta la debería hacer yo.- Le dije,  los tipos como el suelen caerme mal, pero el tenia la chispa para lograr lo que el se propone. Pero  unirme a su tripulación era un gran paso, que marcaría mucho lo que pasaría en mi vida.
Dime, Bale D. Edward; ¿Puedo unirme a los Sky Pirates?- Le pregunte, en ese momento toda desconfianza que tenia sobre el había desaparecido. La luz del sol brillo mas justo en ese momento, parecía que el destino estaba presente en este momento.

-¿Rey de los piratas?, no estas aspirando demasiado alto.- Me dijo, dio media vuelta y se dirigió hacia el árbol. Recogió la guitarra y la guardó en un estuche, se la puso a la espalda y volvió hacia donde yo estaba -¿Unirme a los Sky Pirates?, esa pregunta es demasiado directa, no puedes estar preguntando eso a cualquier persona. Creo que esa pregunta la debería hacer yo.

-El caso es... que no se la hago a cualquiera, te la hago a ti. Y creo que es mi responsabilidad como capitán hacer la propuesta, aunque siempre es bueno que hagan la petición. Con respecto a ser el Rey de los Piratas... es mi sueño, y aunque soñar es gratis, tengo decidido que voy a conseguirlo, eso hace que el camino sea más directo, como yo.- Le respondí, aunque no le dio tiempo a escucharme antes de que el dijera:

-Dime, Bale D. Edward; ¿Puedo unirme a los Sky Pirates?- Dada la desconfianza que había mostrado momentos antes, no me esperé tal pregunta, así que tardé un poco en responder, pero lo hice con una sonrisa en la  boca.

-Por supuesto...- En ése momento, pareció como si Drake acabara de liberar una tensión muy fuerte. El Sol brilló más por unos segundos, yo no creo en ningún Dios, pero parecía como si uno aprobase esa alianza. -Por cierto... ¿Puedo preguntar cómo has llegado a esta isla? Es que mi bote no está en muy buenas condiciones tras la tormenta y tardaría un poco en repararlo.- Dije llevando la mano a la cabeza y rascandola en una postura de haber hecho algo estúpido y reconocerlo sin preocupación.

-Por supuesto...-Me dijo, aprobando mi entrada a los sky pirates. Los dos estábamos de acuerdo con que esta unión nos ayudaria a cumplir nuestros sueños, y que el destino había hecho que nos encontráramos ese dia. -Por cierto... ¿Puedo preguntar cómo has llegado a esta isla? Es que mi bote no está en muy buenas condiciones tras la tormenta y tardaría un poco en repararlo. -Dijo llevándose una mano a la cabeza para rascarsela. Parecía siempre muy despreocupado, y  muy tranquilo a las situaciones complicadas.

-Ya veo, pero no creo que podamos irnos donde yo vine, ya debe haber salido de la isla- Dije, mirando al cielo y dando una pequeña sonrisa, recordando lo que había pasado para llegar acá. -Bueno, no creo que me dejen subir nuevamente al barco donde vine, cuando salí de hay me persiguieron por un rato. ¿Que crees que debamos hacer? -Dije, bajando mi cabeza y mirando a Edward.

Por ahora estaríamos barados en Baterilla, aunque no seria tan difícil conseguir un barco, deberíamos estar preparados ya que después de todo los dos eramos piratas, y aunque yo no tenia recompensa, mi capitán si por lo que podría ser perseguido por marinos o incluso un cazarecompensas.

-Ya veo, pero no creo que podamos irnos donde yo vine, ya debe haber salido de la isla- una sonrisa se dibujó en sus labios, como si acabara de recordar algo gracioso. Esa información me decepcionó un poco, pues tendría que repara el bote al fin y al cabo. -Bueno, no creo que me dejen subir nuevamente al barco donde vine, cuando salí de ahí me persiguieron por un rato. ¿Que crees que debamos hacer?

-Pues... Me tocará reparar el bote, me llevará una tarde más o menos, no tiene daños muy graves.

Tras eso nos dirigimos al camino para volver al pueblo, y, para nuestra sorpresa, un pelotón de marines estaba patrullando por él. Supuse que debían de ser una pequeña guardia que vigilaba las acciones delictivas de la isla. Por desgracia para mí y para mi nuevo nakama, se me había olvidado volver a ponerme de incógnito, y me reconocieron.

-Oh-Oh ... Tenemos un problema

Eran seis reclutas y un teniente al mando, todos con los uniformes pertinentes y armados con mosquetes, a excepción del teniente, que usaba un sable de metro veinte de largo aproximadamente. El teniente era el más alto, debería medir 1,90m o algo parecido, con la piel pálida, el pelo rubio, los ojos verdes y una buena musculatura, se notaba que era alguien fuerte. Los otros seis tenían facciones normales y todos medían más o menos lo mismo que yo, parecían tener buen entrenamiento aunque no mucha experiencia en combate real, sería un buen combate para poner a prueba las técnicas de mi compañero, y las mías también por supuesto.

Antes de darme cuenta, los seis reclutas tenían las armas cargadas y apuntando en mi dirección y el teniente desenvainó y me miró con ojos llenos de odio.

-¡Rendiros, piratas! O tendremos que usar la fuerza.

No podía permitir que me arrestaran en un lugar como ése, y tampoco podía dejar morir a otro de mis nakamas, mucho menos uno reciente, de modo que plaqué a Drake para apartarlo de la trayectoria de las balas y me tiré al suelo con él. A continuación, di un salto para ponerme de pié mientras el teniente se abalanzaba sobre nosotros con el sable en la mano, y los reclutas empezaban a recargar desesperadamente.

Alcé el brazo derecho cubierto con uno de mis brazaletes e intercepté el sable del teniente con dificultad, pues llevaba mucha fuerza y hizo que se me hundieran los pies en le tierra. Acto seguido levanté mi pierna derecha en un movimiento giratorio y le di una patada con el talón en todo el costado a aquel marine.

-¡¡RAPID... AXE!!

Movimientos usados: Placaje a Drake + Cuerpo a tierra + Bloqueo de mandoble con brazalete.
Ataque usado: Rapid Stamp (AID)

-Pues... Me tocará reparar el bote, me llevará una tarde más o menos, no tiene daños muy graves.-Dijo

Luego nos dirigimos hacia un camino que llevaba hacia la ciudad, pero para nuestra sorpresa, nos topamos con varios marines. Parecían estar teniendo algún tipo de guardia, para controlar delitos de cualquier tipo en la ciudad. Todo hubiera pasado normal, por lo menos de mi parte, pero mi capitán era un tipo conocido, y no paso mucho tiempo para que lo reconocieran y se pusieran alertas.

-Oh-Oh ... Tenemos un problema

Eran siete personas, seis reclutas y un teniente. Todos parecían tener un buen entrenamiento, aunque parecían algo confundidos, con falta de experiencia en accion. El teniente llevaba un sable largo, ademas era un tipo grande, con una buena musculatura; mientras los reclutas llevaban unos mosquetes. Era un buen momento para reconocer las habilidades de mi capitán, y también para que yo mostrara de lo que era capaz.

En esos pocos instantes, los reclutas tenían las armas cargadas y estaba preparados para atacar. Mientras el teniente parecía fijar su objetivo: Edward.

-¡Rendiros, piratas! O tendremos que usar la fuerza.-Dijo alguno de los marines.

Luego ellos se dispusieron a disparar hacia nosotros. Mientras en ese poco tiempo, Edward me llevo hacia el suelo, para que evitaramos las balas. Edward se levanto, y yo hize lo mismo; mientras el teniente se abalanzo hacia Edward con su sable y los reclutas empezaban a recargar.

Edward recibió el ataque del teniente con algún tipo de brazalete en su brazo, aunque con dificultad ya que el golpe hizo que sus pies se hundieran en la tierra. -Supongo que te encargarás de este, yo iré a por el resto-Dije, mientras me corría hacia una roca grande, para cubrir me de las balas de los marines.
En eso escuche como las balas chocaban con la roca. Hasta que paro, al parecer tenían que recargar; en eso tome una roca del tamaño de mi puño, y tal como una pelota la lanze con mi pie izquierdo hacia donde se encontraban ellos. Tenia la intención de golpear en la cabeza a cualquiera de ellos, llevaba una potencia considerable, mi pie recibió un pequeño daño, aunque estaba acostumbrado a eso. Luego regrese detrás de la roca mientras esperaba la reacción de los marines.

Ataque usado: Piedra lanzada(AI)

Mientras eso Edward continuaba su lucha con el teniente, observe como el levantaba su pierna, y golpeo un costado del teniente.
-¡¡RAPID... AXE!!-Dijo, al parecer era el nombre del ataque.
El teniente retrocedió un par de pasos, el golpeo lo afecto, aunque no demasiado. Parecía enfurecido y una ves mas intento golpear a Edward con su sable, esta ves directo hacia su brazo izquierdo con la intención de partirlo en dos. Aunque no parecía llevar demasiada fuerza, era un contrataque débil, pero cualquier descuido podría causarle serios daños.

El golpe fue más débil de lo que debía, pues no pareció hacerle muchos daños, probablemente porque al girar sobre mi pie izquierdo hundido, se me enterró aún más y perdí inercia. El teniente había alzado el sable mientras giraba, lo que me había dejado las manos libres, lo malo era que el tajo que iba a lanzar lo iba a hacer con más furia, de modo que decidí apresurarme y apoyar el pié derecho en el suelo, de modo que pudiera sacar el izquierdo. Por mala fortuna, el pié izquierdo se me había quedado enganchado, de modo que no tendía posibilidad de esquivar el corte.

Normalmente hubiera intentado desviar el filo con el brazalete, pero tenía ganas de poner a prueba mis poderes, de modo que decidí expandir mi aura para hacer arder la ropa del marine y provocarle quemaduras serias. Aunque la contraje al segundo, pues no era mi intención matarlo. Tras eso, le di un Rapid Stamp en el pecho que lo lanzó unos metros atrás, impactando con uno de sus reclutas, que no podía creer que su teniente fuera lanzado como un monigote con tanta facilidad.

Observé a los demás y vi que solo quedaban cuatro, que habían disparado su tercera ráfaga hacia Drake unos segundos antes de que lanzara al teniente por los aires. El quinto estaba tumbado en el suelo inconsciente con una piedra bajo sus pies, y los otros cuatro ahora me miraban a mí con ojos como platos y con sus mandíbulas tocando el suelo de lo mucho que abrieron la boca. Dejé soltar una risita mientras buscaba a Drake, al cual lo encontré cubierto tras una roca, y le guiñé un ojo. A continuación, me encaré a los marines y preparé mi siguiente ataque.

Movimiento usado: Expansión de aura (causa quemaduras graves)
Ataque usado: Rapid Stamp (AID)

Luego de refugiarme otra ves detrás de esa roca, recibía detrás una tercera ráfaga de disparos de los marines, mientras observaba una ves mas, a mi ahora capitán. De el parecía salir un tipo de aura, de color rojo que a simple vista parecía emitir gran calor. Y con un fuerte golpe lanzo al marine directo a uno de los reclutas, dejándolo tirado en el piso, junto con el otro marine al cual le cayo la piedra que había lanzado. Luego regrese la mirada hacia el capitán que dio un guiño, indicando que era hora de acabar con ellos, entonces empece a avanzar en busca de los reclutas.

Mientras, yo aprovechando lo impactados que se encontraban, me dirigí detrás de ellos, con la intención de acorralarlos junto a Edward. Entonces al percatarse de mi presencia, dos se lanzaba en busca de mi. Al parecer ellos ya se habían quedado sin balas y solo les quedaba pelear a puño limpio. Pero cuando estuvieron a una distancia cercana, apoye mis manos al suelo, para luego dando vueltas, les golpeaba con mis pies en diferentes partes de su cuerpo. Aunque estos tipos parecían resistir bastante, no eran rivales para mi, menos así para mi capitán. Estos recibieron sin defensa alguna el ataque, cayendo al suelo los dos, luego de recibir un par de patadas en el pecho y abdomen. Entonces, ya con ellos en el suelo, me puse de pie, para observar lo que sucedía a mi alrededor.

Luego observaba como los otros reclutas se dirigían a atacar a Edward, que ya por lo que había visto, él no debería tener problemas para acabar con estos reclutas. Así que solo me limite a observar como de seguro rápidamente acaba con ellos.

Tras guiñarle el ojo al nuevo músico de la banda, vi como se posicionaba detrás de los marines, que ya se habían quedado sin balas. Dos de ellos se abalanzaron sobre Drake a puño limpio, y él se deshizo de ellos con una patada giratoria boca abajo bastante impresionante. Mientras tanto a mí me tocaba lidiar con los otros dos, que parecían seguir la misma estrategia que sus compañeros.

-¡Wow! Buen movimiento Drake- le dije a mi nuevo nakama, a continuación miré a los dos reclutas que venían y les dije -Veamos de lo que sois capaces vosotros dos

Cargaron sobre mí con intención de darme un buen par de puñetazos, me adelante a ellos con un rápido movimiento y me posicioné entre los dos de un salto, con las manos en posición de agarre a la altura de sus rostros. Agarré sus cabezas y las hice impactar con el suelo, aprovechándome tanto de mi velocidad como de la atracción gravitatoria para dar más fuerza al impacto y dejar a mis enemigos fuera de combate.

-¡Rapid Catch! ¡Double!

Una vez me libré de ellos dejando sus cabezas hundidas unos cinco centímetros en el suelo, caminé hacia Drake y le dije:

-Bueno... ¿Vamos tirando? Por cierto..., peleas bastante bien... para ser un músico- sonreí y me dispuse a ir a puerto a coger mi bote.

Ataque usado: Rapid Catch x2 (AI)

Luego de dejar en el piso a aquellos tipos, observaba como Edward daba un salto y con sus manos cogió el rostro de aquellos y los tiraba al suelo. Introduciendo sus cabezas al suelo, demostrando así su agilidad y fuerza. Quede algo abrumado por la fuerza que tenia mi capitán, pero a la ves me hacia sentir mejor por tener a alguien fuerte como capitán. Luego empezo a caminar hacia mi, y estando frente mio se detuvo.

- Bueno... ¿Vamos tirando? Por cierto..., peleas bastante bien... para ser un músico-- Dijo, dando una pequeña sonrisa. Era la hora de irnos, probablemente pronto marines vendrían a buscar a estos tipos; pero, al parecer se le olvidaba algo a Edward... Aun no teníamos bote, pero lo que podíamos hacer ahora era tratar robar algún bote, para por lo menos salir de la isla pronto.- Edward... Tu tampoco peleas nada mal. Debemos irnos pronto, si tenemos suerte encontraremos algún bote libre en el muelle.-  Dije, aun algo impactado por lo que había hecho con la cabeza de aquellos tipos. Entonces le indique con la mano para que sigamos el camino hacia el muelle donde, deberiamos tratar de robar un bote, para salir de la isla de una ves.

A mitad del camino, recordaba haber escuchado de un tipo mas que pertenecía a los Sky Pirates, y ahora que yo formaba parte de esta sería bueno conocer su nombre.- Así que, si recuerdo bien tenemos un nakama ¿Verdad? - Pregunte a Edward, estaba intrigado por conocer su nombre, después de todo ahora eramos nakamas. Mientras continuábamos el camino hacia el muelle.

-Edward... Tu tampoco peleas nada mal. Debemos irnos pronto, si tenemos suerte encontraremos algún bote libre en el muelle.- Dijo Drake, mirando de reojo a los dos reclutas que había derrotado, parecía sorprendido de la fuerza con la que habían recibido mi golpe.

Estaba ya anocheciendo cuando nos pusimos en marcha, así que nos pareció una buena idea ayudarnos de la oscuridad de la noche para evitar ser vistos. Aunque el sigilo no es uno de mis puntos fuertes, haría lo que pudiese.

-Así que, si recuerdo bien tenemos un nakama ¿Verdad?- Me preguntó el nuevo músico de mi banda.

-Supongo que te refieres a Liam Waterson, sí, aunque también está John von Moria, al cual no sé que le pasa que no suele hacer nada, y luego...- paré de hablar un momento mientras recordaba a Kirk mientras caía de aquel gyojin gigante en Mariejoa -tuvimos a un navegante, se llamaba Kirk Franagan, pero murió en la guerra de Mariejoa. Ahora el navegante es Liam...- Aparté esos recuerdos tristes de mi mente y continué. -Bueno, con respecto a Liam y John..., nos separamos un tiempo para practicar y hacernos más fuertes, a la vez que reclutábamos a nuevos miembros. Supongo que habrás deducido que soy un usuario, dado que esa aura roja con la que me he escudado antes no es algo muy normal, pues antes de que me lo preguntes... Comí la Öra Öra no Mi, que me permite envolverme en un aura roja de calor y controlarla a voluntad. Mi plan era encontrarme con alguna isla desierta o sin ningún pueblo en la que practicar con mis poderes, y así acabé aquí, en Baterilla, y te conocí.

Tras decir eso, me di cuenta de que ya se veía el pueblo a lo lejos, así que nos dimos un poco de prisa y nos empezamos a meter por los callejones que había hasta llegar al puerto. Dado que mi orientación es una cualidad que no tengo mal desarrollada, llegamos a nuestro destino sin problema. Nos colamos en un barco mercante que allí había y robamos uno de sus botes para marcharnos de aquel lugar.

-Supongo que te refieres a Liam Waterson, sí, aunque también está John von Moria, al cual no sé que le pasa que no suele hacer nada, y luego...- Detuvo su narracion unos segundos, mientras parecia estar recordando algo. -tuvimos a un navegante, se llamaba Kirk Franagan, pero murió en la guerra de Mariejoa. Ahora el navegante es Liam... Bueno, con respecto a Liam y John..., nos separamos un tiempo para practicar y hacernos más fuertes, a la vez que reclutábamos a nuevos miembros. Supongo que habrás deducido que soy un usuario, dado que esa aura roja con la que me he escudado antes no es algo muy normal, pues antes de que me lo preguntes... Comí la Öra Öra no Mi, que me permite envolverme en un aura roja de calor y controlarla a voluntad. Mi plan era encontrarme con alguna isla desierta o sin ningún pueblo en la que practicar con mis poderes, y así acabé aquí, en Baterilla, y te conocí.- Dijo, mientras continuábamos el camino.

Ya veo... Parece ser una historia muy complicada y larga. Pues por mi parte, no hay nada complicado. Mi sueño es dar la vuelta al mundo, pasando por la ultima isla del Grand Line. Y si te convertirás en el rey de los piratas, acompañarte me ayudara a cumplir mi sueño. - Dije dando una pequeña sonrisa. Al instante llegamos cerca del pueblo, y tratando de no llamar la atención, nos dirigimos al puerto atravesando callejones. Así fue como llegamos al puerto, donde por suerte encontramos a un barco mercante, el cual tenia varios botes de emergencia quizás, o simplemente para usarlo en casos especiales. Y pronto, juntos nos colamos al barco y robamos un bote, para así zarpar de una buena ves.

-Oye, quienes son ellos... Se están llevando nuestro bote.- Dijo un tripulante del barco al que habíamos saqueado. Me limitaba a observarlos a lo lejos y alzarle la mano en signo de despedida. Deje a un lado la guitarra que llevaba al hombro, y tome un remo y empece a remar. A donde nos llevaría las olas... Nadie lo sabia, pero lo que si se sabia, era que esta alianza era importante para mi, el primer paso para cumplir mis sueños, ahora seguiría los planes de Edward, el cual por lo que había visto, estaba dispuesto a cumplir sus sueños, y sentía un pequeño sentimiento de tranquilidad al estar con él. Ahora continuábamos nuestro viaje, buscando un nuevo lugar donde continuar nuestra aventura.