AlexEmpanadilla
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
CONTRA
Escenario: Samirn
Condiciones:
- Salto cada 48 h.
- Probabilidad de muerte, pero sin ir a muerte.
- Daños on-rol.
- Bla, bla, bla...
Especial:
Nada reseñable.
Escenario: Samirn
Condiciones:
- Salto cada 48 h.
- Probabilidad de muerte, pero sin ir a muerte.
- Daños on-rol.
- Bla, bla, bla...
Especial:
Nada reseñable.
Byakuro Kyoya
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Había llegado, tras una larga travesía por mar y muchos, muchos cambios de barco. El chico desembarcó del pequeño mercante en el que había llegado a la isla. Sacó la bolita dorada y brillante del bolsillo de su chaqueta: Samirn. Sin lugar a dudas, Aki tenía que estar en esa isla. El cazador se preguntaba por qué la chica se había escondido en una isla tan dejada de la mano de dios, pero eso no importaba. Quería comprobar la diferencia de poder entre ambos. Sabía que el tiempo que había pasado desaparecido había pasado factura a su cuerpo, pero quería medirse de nuevo con ella. Y sin el poder de la Mosa-Mosa no mi, el combate sería difícil para él. No pensaba ganar, la verdad, tan solo establecer un objetivo. Si lograba medir fuerzas con Aki, tendría claro que poder debía alcanzar para estar a su altura.
Estuvo meditando durante un rato, antes de dirigirse al centro de la isla. La bolita no le serviría de nada una vez en la isla, pero si conocía bien a la chica, y teniendo en cuenta que llevaba varios días en aquella isla, se encontraría en el centro de aquel lugar, en la casa más lujosa, bebiendo de una botella, con un precioso vestido de alto encaje, y seguramente ninguna de estas cosas la habría conseguido de forma lícita. El hombre no pudo evitar sonreír al pensar esto. Si él había cambiado tanto, no tenía por qué ser el único. Suspiró y se dirigió al centro de la isla. De todos modos, no perdía nada por empezar buscando por allí.
El sonido del bosque lo envolvió. El cazador caminaba meditativo mientras se dirigía allí. En su bolsillo, la bolita brillaba con intensidad, lo que hacía la función de linterna.
Estuvo meditando durante un rato, antes de dirigirse al centro de la isla. La bolita no le serviría de nada una vez en la isla, pero si conocía bien a la chica, y teniendo en cuenta que llevaba varios días en aquella isla, se encontraría en el centro de aquel lugar, en la casa más lujosa, bebiendo de una botella, con un precioso vestido de alto encaje, y seguramente ninguna de estas cosas la habría conseguido de forma lícita. El hombre no pudo evitar sonreír al pensar esto. Si él había cambiado tanto, no tenía por qué ser el único. Suspiró y se dirigió al centro de la isla. De todos modos, no perdía nada por empezar buscando por allí.
El sonido del bosque lo envolvió. El cazador caminaba meditativo mientras se dirigía allí. En su bolsillo, la bolita brillaba con intensidad, lo que hacía la función de linterna.
Aki D. Arlia
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Me encontraba pescando, completamente aburrida. Mientras esperaba a que la caña diera algún signo de vida, partía cachitos de carne de una bolsa que me había traído y se los lanzaba a Cetus, que revoloteaba tratando de atraparlos. La teoría era que los que no cogiera servirían de reclamo para los peces, pero para la suerte que estábamos teniendo, la verdad...
Suspiré y me puse en pie, tratando de desperezarme. Akon seguía durmiendo, todavía era temprano. Me ceñí la chaqueta de marine, no me acostumbraba al tejido. El pelo negro y las lentillas rojas habían sido más llevaderas, pero con esta ropa puesta me era imposible olvidarme de Ketrine, lo que me hacía pensar en Karl, y tenía como resultado que tanto mi dragón como mi maestro me soltaran un golpecito en la cabeza cada vez que me pillaban distraída. Qué círculo vicioso.
De repente, algo me llamó la atención. ¿Un barco mercante? No solían venir muchos por aquí, pero la idea de que tuviera pescado fresco a bordo bastó para que agarrara la caña y saliera corriendo a buscarlo. Lo perseguí un rato por tierra, y desde la península lo vi atracar. También vi otra cosa....una figura humana, que me recordaba vagamente a alguien. Sin embargo, era imposible que fuera Byakuro. Ya hacía un tiempo que había notado la Vivre Card que me había dado quemándose en mi mismo bolsillo. Me había tomado por sorpresa, no entendía como alguien tan poderoso simplemente había...
Meneé la cabeza, no tenía sentido recordarlo. Mucha gente moría todos los días... ¿O no? La tristeza se coló en mi rostro por un momento, pero al segundo siguiente mis pies se movían y me encontré siguiendo al desconocido a hurtadillas. Si que se le parecía. El pelo no era el mismo, y no podía verle la cara...pero no podía evitar la esperanza. La ilusión. Igual la Vivre Card solo se había estropeado... ¿Byakuro tendría hermanos? Solo había una manera de averiguarlo.
-¡Disculpe!- Le llamé. -Disculpe, ¿Nos conocemos?
Suspiré y me puse en pie, tratando de desperezarme. Akon seguía durmiendo, todavía era temprano. Me ceñí la chaqueta de marine, no me acostumbraba al tejido. El pelo negro y las lentillas rojas habían sido más llevaderas, pero con esta ropa puesta me era imposible olvidarme de Ketrine, lo que me hacía pensar en Karl, y tenía como resultado que tanto mi dragón como mi maestro me soltaran un golpecito en la cabeza cada vez que me pillaban distraída. Qué círculo vicioso.
De repente, algo me llamó la atención. ¿Un barco mercante? No solían venir muchos por aquí, pero la idea de que tuviera pescado fresco a bordo bastó para que agarrara la caña y saliera corriendo a buscarlo. Lo perseguí un rato por tierra, y desde la península lo vi atracar. También vi otra cosa....una figura humana, que me recordaba vagamente a alguien. Sin embargo, era imposible que fuera Byakuro. Ya hacía un tiempo que había notado la Vivre Card que me había dado quemándose en mi mismo bolsillo. Me había tomado por sorpresa, no entendía como alguien tan poderoso simplemente había...
Meneé la cabeza, no tenía sentido recordarlo. Mucha gente moría todos los días... ¿O no? La tristeza se coló en mi rostro por un momento, pero al segundo siguiente mis pies se movían y me encontré siguiendo al desconocido a hurtadillas. Si que se le parecía. El pelo no era el mismo, y no podía verle la cara...pero no podía evitar la esperanza. La ilusión. Igual la Vivre Card solo se había estropeado... ¿Byakuro tendría hermanos? Solo había una manera de averiguarlo.
-¡Disculpe!- Le llamé. -Disculpe, ¿Nos conocemos?
Byakuro Kyoya
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Byakuro se giró para ver a una mujer, vestida con el traje típico de la marina. Aunque no se le daba bien reconocer rangos, supuso que dado que llevaba chaqueta, sería de rango alto. La pregunta le descolocó un poco. Pero su cara... de no ser por aquellos ojos rojos y aquel pelo negro, casi parecía Aki.
- Lo dudo, marine-san. Aunque ciertamente te pareces a una persona que estoy buscando -el cazador sonrió afablemente, entrecerrando los ojos-. Tal vez pueda usted ayudarme... busco a una señorita de pelo color escarlata. Tengo una fuente fiable que me dice que está en este lugar, y querría dar con ella -Byakuro observó a la mujer. Ciertamente se parecía mucho a su imoto, aunque estaba algo desaliñada-. Sé que no es mucha información, pero me gustaría tratar de encontrarla. Según tengo entendido, era una conocida del difunto Yonkaikyo, Byakuro Kyoya, aunque eso es más bien un rumor y no puedo asegurar si es fiable o no. Según tengo entendido, era una pirata con bastante recompensa por su cabeza: Aki D. Arlia.
Esperaba que aquella mujer pudiera dar con su imoto. Sería una agradable sorpresa descubrir que la bolita no se había roto. Porque si Aki no estaba allí, no tenía ninguna pista del paradero de sus demás aliados. Tal vez Dexter fuera el más fácil de rastrear. Aquel hombre era como un espectáculo de fuegos artificiales andante: allá por donde pasara, dejaba una estela inconfundible.
- Si tiene cualquier tipo de información acerca de esa mujer, agradecería enormemente su ayuda. -sonrió el cazador.
- Lo dudo, marine-san. Aunque ciertamente te pareces a una persona que estoy buscando -el cazador sonrió afablemente, entrecerrando los ojos-. Tal vez pueda usted ayudarme... busco a una señorita de pelo color escarlata. Tengo una fuente fiable que me dice que está en este lugar, y querría dar con ella -Byakuro observó a la mujer. Ciertamente se parecía mucho a su imoto, aunque estaba algo desaliñada-. Sé que no es mucha información, pero me gustaría tratar de encontrarla. Según tengo entendido, era una conocida del difunto Yonkaikyo, Byakuro Kyoya, aunque eso es más bien un rumor y no puedo asegurar si es fiable o no. Según tengo entendido, era una pirata con bastante recompensa por su cabeza: Aki D. Arlia.
Esperaba que aquella mujer pudiera dar con su imoto. Sería una agradable sorpresa descubrir que la bolita no se había roto. Porque si Aki no estaba allí, no tenía ninguna pista del paradero de sus demás aliados. Tal vez Dexter fuera el más fácil de rastrear. Aquel hombre era como un espectáculo de fuegos artificiales andante: allá por donde pasara, dejaba una estela inconfundible.
- Si tiene cualquier tipo de información acerca de esa mujer, agradecería enormemente su ayuda. -sonrió el cazador.
Aki D. Arlia
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Pese a toda mi formación como actriz, me costó, me costó mucho mantener la cara inexpresiva mientras le escuchaba. Este hombre, que tanto se le parecía, acababa de confirmarme la muerte de alguien a quien tenía por un gran amigo y aliado. Nunca se había presentado la ocasión para decírselo, pero eso no significaba que yo no lo pensara. Sin embargo, ese hombre tenía información. Y dado que por algún motivo yo era la destinataria...
-Sígueme.
No le di más explicaciones, supuse que me seguiría. Y yo respiraría con más calma cuando hubiéramos vuelto a la península, donde tenía mis armas y podría defenderme en caso de necesidad. Y en caso de que fuera un aliado, allí estaríamos sin duda más seguros. Fue una corta caminata, apenas 10 minutos. No dejaba de pensar en el extraño. Tenía la sonrisa de Byakuro, ¿Sería su hermano? En verdad lo parecía. ¿Tendría noticias suyas? Ojalá supiera dónde le habían enterrado. Poder despedirme apropiadamente de él sería...
De golpe, llegamos. Akon seguía durmiendo, o al menos no andaba por ahí. Recogí mis sai y me los puse a la cintura. Me senté en una piedra mirando al extraño y Cetus me correteó por el brazo hasta posarse en mi gorra de marine. Miré al extraño a los ojos.
-Tus fuentes te han informado bien, ya que yo soy Aki. Aunque no lo parezca.- Esbocé una triste sonrisa. -Han pasado muchas cosas. Pero cuéntame lo que sepas y dame sin tardanza el mensaje que me traes. Tan solo supe de la muerte de Byakuro por la Vivre Card que me había dado. Todavía no logro hacerme a la idea... ¿Eres acaso su hermano? Porque os parecéis mucho.
Después de soltar de golpe todo lo que me rondaba por la cabeza, me quedé callada, algo turbada. Muchas cosas juntas muy deprisa, y eso nunca se me había dado bien. En ese momento Cetus salió volando y se le posó en el hombro. Alcé la ceja, sorprendida. Mira que era extraño eso. Le apunté con el dedo y me incliné hacia delante para escucharle.
-Y será mejor para ti que no me mientas.
-Sígueme.
No le di más explicaciones, supuse que me seguiría. Y yo respiraría con más calma cuando hubiéramos vuelto a la península, donde tenía mis armas y podría defenderme en caso de necesidad. Y en caso de que fuera un aliado, allí estaríamos sin duda más seguros. Fue una corta caminata, apenas 10 minutos. No dejaba de pensar en el extraño. Tenía la sonrisa de Byakuro, ¿Sería su hermano? En verdad lo parecía. ¿Tendría noticias suyas? Ojalá supiera dónde le habían enterrado. Poder despedirme apropiadamente de él sería...
De golpe, llegamos. Akon seguía durmiendo, o al menos no andaba por ahí. Recogí mis sai y me los puse a la cintura. Me senté en una piedra mirando al extraño y Cetus me correteó por el brazo hasta posarse en mi gorra de marine. Miré al extraño a los ojos.
-Tus fuentes te han informado bien, ya que yo soy Aki. Aunque no lo parezca.- Esbocé una triste sonrisa. -Han pasado muchas cosas. Pero cuéntame lo que sepas y dame sin tardanza el mensaje que me traes. Tan solo supe de la muerte de Byakuro por la Vivre Card que me había dado. Todavía no logro hacerme a la idea... ¿Eres acaso su hermano? Porque os parecéis mucho.
Después de soltar de golpe todo lo que me rondaba por la cabeza, me quedé callada, algo turbada. Muchas cosas juntas muy deprisa, y eso nunca se me había dado bien. En ese momento Cetus salió volando y se le posó en el hombro. Alcé la ceja, sorprendida. Mira que era extraño eso. Le apunté con el dedo y me incliné hacia delante para escucharle.
-Y será mejor para ti que no me mientas.
Byakuro Kyoya
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Byakuro siguió a la mujer. Si tenía información sobre Aki, él tenía que oírla. Lo que no se esperaba era que después de acompañarla, se girase y le confesase que ella era Aki. El cazador entrecerró los ojos. Ojos rojos, pelo negro, marine... pero aquella voz, aquellos pequeños gestos... tal vez fuera ella.
- No esperaba encontrarte así, imoto-chan... -dijo, con un temblor en la voz. Sus ojos se humedecieron ligeramente, y añadió-. Lo siento, pero me temo que he perdido tu vestido rojo... -dicho eso, sacó la esfera dorada y se la mostró-. La tengo desde nuestro encuentro en Gelum. Es por eso que he sabido llegar a esta isla.
Esperaba que la chica entendiera que no podía presentarse como Byakuro sin más. Dio un paso hacia ella y trató de darle un abrazo. Esperaba que ella respondiera al gesto. Desde la muerte de Klaus, era la primera vez que estaba con alguien que consideraba su familia.
- Tenía que encontrarte... no tengo una Vivre Card que darte... pero quería que supieras que estoy vivo -el abrazo se prolongó durante unos segundos, que a él se le hicieron eternos-. Me alegro de que estés bien, imoto-chan. -sus ojos estaban llorosos, liberando toda la tensión acumulada desde el incidente de los monjes del Libro Negro.
- No esperaba encontrarte así, imoto-chan... -dijo, con un temblor en la voz. Sus ojos se humedecieron ligeramente, y añadió-. Lo siento, pero me temo que he perdido tu vestido rojo... -dicho eso, sacó la esfera dorada y se la mostró-. La tengo desde nuestro encuentro en Gelum. Es por eso que he sabido llegar a esta isla.
Esperaba que la chica entendiera que no podía presentarse como Byakuro sin más. Dio un paso hacia ella y trató de darle un abrazo. Esperaba que ella respondiera al gesto. Desde la muerte de Klaus, era la primera vez que estaba con alguien que consideraba su familia.
- Tenía que encontrarte... no tengo una Vivre Card que darte... pero quería que supieras que estoy vivo -el abrazo se prolongó durante unos segundos, que a él se le hicieron eternos-. Me alegro de que estés bien, imoto-chan. -sus ojos estaban llorosos, liberando toda la tensión acumulada desde el incidente de los monjes del Libro Negro.
Aki D. Arlia
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
-¿Imoto-chan?- Pensé, clavada en el sitio. Solamente él me llamaba así, no había manera de que un extraño supiese nada. ¿Era todo una trampa? ¿Cuánto le había contado él? Ni siquiera a pensar su nombre me atrevía, por miedo a alimentar esperanzas que luego se harían añicos. Como tantas veces. Pero el no sucumbir era difícil, muy difícil, porque ahora el extraño tenía lágrimas en los ojos, y estaba hablando de momentos que solo él... y yo habíamos conocido, por haberlos compartido. La noche en que lo conocí, o cuando le di la bolita... esa bolita, ¿Cómo habría llegado a sus manos? La pequeña superficie dorada brillaba entre nosotros con intensidad, como una promesa. De repente noté algo húmedo y al abrir los ojos con sorpresa, los noté húmedos. ¿Acaso yo también estaba llorando?
Y entonces él se me acercó con los brazos abiertos y yo le atrapé entre los míos, sollozando. Cuando al fin nos separamos, el también tenía los ojos húmedos. Con delicadeza alargué una mano y le sequé las lágrimas. ¡Tenía tantas preguntas! Pero no tenía derecho a formularlas, cada persona tiene su historia... y la cuenta a su manera. No era el momento. Sonreí, todavía no me lo creía. Le pasé la mano por el pelo, ahora casi blanco.
-Podría decirte lo mismo...No creí que volvería a verte. Pareces un fantasma. Pero te sienta bien.- Añadí.
No veía a Klaus, e inconscientemente atrapé a Cetus y lo llevé a mi pecho. Fuera lo que fuera lo que le había ocurrido, no sería nada bueno. La situación era tan irreal... pero estaba tan contenta. Siguiendo un impulso, me levanté y le abracé de nuevo.
- Gracias por venir... Byakuro.- Le miré a los ojos, algo cortada. -Siento que me hayas visto así. Echo de menos mi pelo, la verdad. Y el uniforme no es mío. Es largo de contar. Pero, necesitamos sacudirnos toda la melancolía, no vamos a quedarnos llorando como un par de tontos por algo que no ha pasado. - Mientras hablaba iba tranquilizándome un poco y sintiéndome más segura. Acabé por sonreír limpiamente. - ¿Por qué no reanudamos nuestra vieja costumbre? Seré buena, lo prometo.
Y entonces él se me acercó con los brazos abiertos y yo le atrapé entre los míos, sollozando. Cuando al fin nos separamos, el también tenía los ojos húmedos. Con delicadeza alargué una mano y le sequé las lágrimas. ¡Tenía tantas preguntas! Pero no tenía derecho a formularlas, cada persona tiene su historia... y la cuenta a su manera. No era el momento. Sonreí, todavía no me lo creía. Le pasé la mano por el pelo, ahora casi blanco.
-Podría decirte lo mismo...No creí que volvería a verte. Pareces un fantasma. Pero te sienta bien.- Añadí.
No veía a Klaus, e inconscientemente atrapé a Cetus y lo llevé a mi pecho. Fuera lo que fuera lo que le había ocurrido, no sería nada bueno. La situación era tan irreal... pero estaba tan contenta. Siguiendo un impulso, me levanté y le abracé de nuevo.
- Gracias por venir... Byakuro.- Le miré a los ojos, algo cortada. -Siento que me hayas visto así. Echo de menos mi pelo, la verdad. Y el uniforme no es mío. Es largo de contar. Pero, necesitamos sacudirnos toda la melancolía, no vamos a quedarnos llorando como un par de tontos por algo que no ha pasado. - Mientras hablaba iba tranquilizándome un poco y sintiéndome más segura. Acabé por sonreír limpiamente. - ¿Por qué no reanudamos nuestra vieja costumbre? Seré buena, lo prometo.
Byakuro Kyoya
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
- No te queda mal... aunque preferiría tu color rojo. Me gusta mucho más. Aunque son cosas de cada uno. -añadió quitándole importancia al asunto.
Byakuro sonrió y torció la boca en una especie de mueca ante la proposición de un combate.
- Bueno, no estoy en buena forma. He perdido muchas capacidades desde la última vez que nos vimos, y no solo físicas -el luchador sonrió, cruzándose de brazos, y añadió-. Al menos ahora puedo nadar con tranquilidad. -miró a los ojos a Aki-. Por desgracia para ti, lo que ves es lo que tengo. No llevo nada conmigo en caso de que venzas, y si vamos a reanudar una vieja costumbre, supongo que tiene que ser con todas sus normas. -sonrió de lado.
Se apartó un poco de ella, buscando un lugar algo alejado para poder evaluar la situación. Tenía información limitada sobre su imoto, tal vez ella hubiera aprendido nuevos trucos, lo cual no le extrañaría lo más mínimo. Y el sin embargo, había perdido todo su poder. Tendría que emplear su astucia, aunque las probabilidades iban en su contra.
- Ya sabes el trato. Si gano, te entregaré a las autoridades a no ser que tengas algo que me satisfaga a cambio -su mirada adoptó por un momento la misma intensidad que antaño, con un brillo travieso y juguetón-. Pero si pierdo... bueno, seré tuyo para lo que quieras. -dicho esto, el cazador dejó caer la chaqueta al suelo, quedando con su camiseta negra. En sus brazos podían verse unas extrañas marcas rojas.
Sabía que si trataba de atacarle cuerpo a cuerpo, ella le ganaría en fuerza y velocidad con su fruta, mientras que si se quedaba a la defensiva, posiblemente la potencia de la zoan acabaría por derrotarlo. Por ello, cerró momentáneamente los ojos, y trató de visualizar el entorno que lo rodeaba. No sentía gran cosa. Maldita sea, hacía demasiado que no usaba el haki. Tendría que improvisar. se puso en posición defensiva, a la espera del ataque de su oponente.
Byakuro sonrió y torció la boca en una especie de mueca ante la proposición de un combate.
- Bueno, no estoy en buena forma. He perdido muchas capacidades desde la última vez que nos vimos, y no solo físicas -el luchador sonrió, cruzándose de brazos, y añadió-. Al menos ahora puedo nadar con tranquilidad. -miró a los ojos a Aki-. Por desgracia para ti, lo que ves es lo que tengo. No llevo nada conmigo en caso de que venzas, y si vamos a reanudar una vieja costumbre, supongo que tiene que ser con todas sus normas. -sonrió de lado.
Se apartó un poco de ella, buscando un lugar algo alejado para poder evaluar la situación. Tenía información limitada sobre su imoto, tal vez ella hubiera aprendido nuevos trucos, lo cual no le extrañaría lo más mínimo. Y el sin embargo, había perdido todo su poder. Tendría que emplear su astucia, aunque las probabilidades iban en su contra.
- Ya sabes el trato. Si gano, te entregaré a las autoridades a no ser que tengas algo que me satisfaga a cambio -su mirada adoptó por un momento la misma intensidad que antaño, con un brillo travieso y juguetón-. Pero si pierdo... bueno, seré tuyo para lo que quieras. -dicho esto, el cazador dejó caer la chaqueta al suelo, quedando con su camiseta negra. En sus brazos podían verse unas extrañas marcas rojas.
Sabía que si trataba de atacarle cuerpo a cuerpo, ella le ganaría en fuerza y velocidad con su fruta, mientras que si se quedaba a la defensiva, posiblemente la potencia de la zoan acabaría por derrotarlo. Por ello, cerró momentáneamente los ojos, y trató de visualizar el entorno que lo rodeaba. No sentía gran cosa. Maldita sea, hacía demasiado que no usaba el haki. Tendría que improvisar. se puso en posición defensiva, a la espera del ataque de su oponente.
Aki D. Arlia
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
-Bueno, puedes estar seguro de que cuando acabe con esta maldita isla quitarme el tinte será lo primero que haga.
Asentí mientras le escuchaba. Aunque no me preocupaba, ya tenía un plan. Yo no quería dañar al hombre. Lo que decía me sorprendió, ¿Acaso alguien puede perder su akuma? La idea de perder a mi tigre me hacía temblar. Vi las marcas en sus brazos, pero no dije nada, aunque me muriera de ganas. En lugar de eso, me quité la gorra y la chaqueta, así como el cinturón con los sai y los dejé en un pulcro montón. Cetus se acurrucó encima de las armas y empezó a dormir. Qué tierno estaba. Sonriendo, levanté las manos desnudas y le comenté:
-Entonces igualemos las cosas, yo tampoco utilizaré mi akuma ni mis sai.- Aqui mentiría si dijera que mi sonrisa no se volvió un poco traviesa, o quizá macabra. - No los necesito. ¿Empezamos, pues?
El estaba justo frente a un árbol. No podía ser más perfecto, y me preguntaba si podría acorralarle de un solo golpe. Mientras hablaba, comencé a crear ondas cortantes justo donde se encontraba él, a su alrededor. Comenzaron a tejerse entre ellas creando una especie de jaula apenas unos 20 cm más alta que él. En caso de que se moviera, le iba a doler. A la vez, buscando distraerlo, elevé la pierna sobre la piedra y cogí 4 cuchillos de mi liga. Le guiñé un ojo y lancé dos, con precisión aplastante. El objetivo era que atravesaran la tela de su camiseta por la cintura y le ataran al árbol sin haberle rozado apenas. En caso de que se moviera, repetiría la operación con los otros dos, a la altura de sus hombros. Preciosa diana. Activé el nivel 2 de mi haki por precaución y con una sonrisa, aguardé su próximo movimiento.
(Jaula brillante + Diana [AD])
Asentí mientras le escuchaba. Aunque no me preocupaba, ya tenía un plan. Yo no quería dañar al hombre. Lo que decía me sorprendió, ¿Acaso alguien puede perder su akuma? La idea de perder a mi tigre me hacía temblar. Vi las marcas en sus brazos, pero no dije nada, aunque me muriera de ganas. En lugar de eso, me quité la gorra y la chaqueta, así como el cinturón con los sai y los dejé en un pulcro montón. Cetus se acurrucó encima de las armas y empezó a dormir. Qué tierno estaba. Sonriendo, levanté las manos desnudas y le comenté:
-Entonces igualemos las cosas, yo tampoco utilizaré mi akuma ni mis sai.- Aqui mentiría si dijera que mi sonrisa no se volvió un poco traviesa, o quizá macabra. - No los necesito. ¿Empezamos, pues?
El estaba justo frente a un árbol. No podía ser más perfecto, y me preguntaba si podría acorralarle de un solo golpe. Mientras hablaba, comencé a crear ondas cortantes justo donde se encontraba él, a su alrededor. Comenzaron a tejerse entre ellas creando una especie de jaula apenas unos 20 cm más alta que él. En caso de que se moviera, le iba a doler. A la vez, buscando distraerlo, elevé la pierna sobre la piedra y cogí 4 cuchillos de mi liga. Le guiñé un ojo y lancé dos, con precisión aplastante. El objetivo era que atravesaran la tela de su camiseta por la cintura y le ataran al árbol sin haberle rozado apenas. En caso de que se moviera, repetiría la operación con los otros dos, a la altura de sus hombros. Preciosa diana. Activé el nivel 2 de mi haki por precaución y con una sonrisa, aguardé su próximo movimiento.
(Jaula brillante + Diana [AD])
Byakuro Kyoya
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Aki dijo que no utilizaría su fruta, ni sus sais, a lo que Byakuro respondió con seriedad:
- Si no vas a darlo todo, mejor no combatas conmigo, imoto. -necesitaba medir el nivel total al que estaba ella, no una aproximación vacua y poco concisa. Y si no utilizaba todo su poder, de poco le serviría.
En ese momento, Aki lanzó varias ondas cortantes hacia él. Parecían ir a sus lados y sobre su cabeza, como queriendo cercarlo. Tras el sobresalto inicial, Byakuro se quedó quieto. Si quería una prueba de voluntad, la iba a tener. No pensaba dejarse amedrentar. Las ondas se dirigían hacia él, para terminar pasando a su lado y sobre él, y entonces vio la verdadera intención de Aki. Sacó un grupo de cuchillas de la liga que llevaba puesta, y se los lanzó: dos a la cintura y dos a los hombros.
Al verla realizar aquel movimiento, a la par sugerente y letal, al cazador le vinieron a la mente imágenes de ellos varios meses atrás. Quedaba tan lejano aquel momento: ellos dos en Jaya, tirados en la arena de la playa, durmiendo. Y su combate en Gelum... sin duda, había pasado buenos momentos con ella... una pena que no se hubiese unido oficialmente a su alianza. Tampoco era que le preocupase: ella sabía cuidarse sola, aunque no por ello dejaría de insistir en que se le uniese. En ese momento, sintió un leve tirón en ambos lados del cuerpo. Se había despistado en el peor momento, y ahora estaba clavado al árbol por la cintura y las piernas. Por suerte para él, Aki no le había clavado los brazos, por lo que de un rápido movimiento agarró los dos cuchillos de la cintura y los lanzó hacia ella, con un barrido. Aprovechando que tendría que esquivarlos, se agachó y arrancó los otros dos. Con uno en cada mano, corrió lateralmente, hacia la orilla del río. Un combate directo era imposible, por lo que trataría de llevarla a una zona con agua.
Su ropa ahora estaba agujereada, y la camiseta le molestaba para pelear, estaba acostumbrado a las livianas telas de lino del traje de adepto. Por eso, tiró con fuerza para, de un rápido movimiento, quitársela. En su torso, tanto en el pecho como en la espalda se podían ver dibujadas a fuego varias cadenas, como si las hubieran colocado sobre su piel tras calentarlas en una fragua. Sin duda, eran unas extrañas e inquietantes cicatrices.
Lanzamiento de cuchillos [AMD]
- Si no vas a darlo todo, mejor no combatas conmigo, imoto. -necesitaba medir el nivel total al que estaba ella, no una aproximación vacua y poco concisa. Y si no utilizaba todo su poder, de poco le serviría.
En ese momento, Aki lanzó varias ondas cortantes hacia él. Parecían ir a sus lados y sobre su cabeza, como queriendo cercarlo. Tras el sobresalto inicial, Byakuro se quedó quieto. Si quería una prueba de voluntad, la iba a tener. No pensaba dejarse amedrentar. Las ondas se dirigían hacia él, para terminar pasando a su lado y sobre él, y entonces vio la verdadera intención de Aki. Sacó un grupo de cuchillas de la liga que llevaba puesta, y se los lanzó: dos a la cintura y dos a los hombros.
Al verla realizar aquel movimiento, a la par sugerente y letal, al cazador le vinieron a la mente imágenes de ellos varios meses atrás. Quedaba tan lejano aquel momento: ellos dos en Jaya, tirados en la arena de la playa, durmiendo. Y su combate en Gelum... sin duda, había pasado buenos momentos con ella... una pena que no se hubiese unido oficialmente a su alianza. Tampoco era que le preocupase: ella sabía cuidarse sola, aunque no por ello dejaría de insistir en que se le uniese. En ese momento, sintió un leve tirón en ambos lados del cuerpo. Se había despistado en el peor momento, y ahora estaba clavado al árbol por la cintura y las piernas. Por suerte para él, Aki no le había clavado los brazos, por lo que de un rápido movimiento agarró los dos cuchillos de la cintura y los lanzó hacia ella, con un barrido. Aprovechando que tendría que esquivarlos, se agachó y arrancó los otros dos. Con uno en cada mano, corrió lateralmente, hacia la orilla del río. Un combate directo era imposible, por lo que trataría de llevarla a una zona con agua.
Su ropa ahora estaba agujereada, y la camiseta le molestaba para pelear, estaba acostumbrado a las livianas telas de lino del traje de adepto. Por eso, tiró con fuerza para, de un rápido movimiento, quitársela. En su torso, tanto en el pecho como en la espalda se podían ver dibujadas a fuego varias cadenas, como si las hubieran colocado sobre su piel tras calentarlas en una fragua. Sin duda, eran unas extrañas e inquietantes cicatrices.
Lanzamiento de cuchillos [AMD]
Aki D. Arlia
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Se liberó facilmente, pero ahora al menos tendría algo con lo que defenderse. Esquivé los cuchillos que me lanzó con un par de movimientos de cadera. Tenía razón, sin duda estaba bastante desmejorado. Puse mala cara, no me gustaba nada verle así. Si encontraba a quién fuera que le hubiera hecho eso, me aseguraría de que pagara por sus crímenes. Salí corriendo tras él, y por el camino recogí mis sai. Como él quisiera. Iba hacia el río. Sin que un sonido saliera de mi boca, salté y cambiando en el aire, pasé por encima suya y aterricé entre él y el agua. Se quitó la camiseta y las cicatrices que le recorrían se hicieron visibles. Formas oscuras de cadenas recorrían su torso y su espalda. Dolían de solo mirarlas.
Cabreada, volví a cambiar. Con un gesto airado, lancé más ondas cortantes que formaron un cerco entre él y yo. Con una mano, agarré dos cuchillos más y los lancé, destinados a dejarle un par de cortes a ambos lados de la cintura. Acto seguido, como no estaba segura de que no siguiera tratando de escapar, me abalancé encima suya y tras intentar hacerle la zancadilla y tirarlo, traté de hincarle el sai en el cuello. Lo bastante para hacerle sangrar, pero no suficiente para herirle de verdad. Le miré con rabia.
-He intentado ser educada. Pero ya no más. ¿Quién te ha hecho eso, Byakuro?
Cerco cortante+cuchillos+ zancadilla indirecta con el sai [AMB]
Cabreada, volví a cambiar. Con un gesto airado, lancé más ondas cortantes que formaron un cerco entre él y yo. Con una mano, agarré dos cuchillos más y los lancé, destinados a dejarle un par de cortes a ambos lados de la cintura. Acto seguido, como no estaba segura de que no siguiera tratando de escapar, me abalancé encima suya y tras intentar hacerle la zancadilla y tirarlo, traté de hincarle el sai en el cuello. Lo bastante para hacerle sangrar, pero no suficiente para herirle de verdad. Le miré con rabia.
-He intentado ser educada. Pero ya no más. ¿Quién te ha hecho eso, Byakuro?
Cerco cortante+cuchillos+ zancadilla indirecta con el sai [AMB]
Byakuro Kyoya
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Aki saltó sobre él, y se interpuso entre él y el río. Lejos de detenerse, el cazador siguió corriendo. Seguramente ella no esperase aquella maniobra que, si hubiera intenciones de asesinato por parte de la chica, podría denominarse suicida. Byakuro sintió un corte en el abdomen cuando atravesó la onda cortante que Aki generó entre los dos. Estiró los brazos hacia delante, impulsándose con las piernas, para acabar realizando una paloma de brazos. Los cuchillos pasaron rozándole los costados del cuerpo, pero tras aquel movimiento, tenía bastante impulso como para hacer lo que quería. Apoyó las manos, ignorando el dolor de los cortes, y aprovechando la inercia, giró sobre sí mismo para salir despedido hacia el vientre de Aki, con los pies por delante. Aun si ella lograba recubrirse con haki, la idea de Byakuro no era hacerle daño, sino empujarla con toda la fuerza que pudiera hacia el borde del río. Una vez ahí, tendría ventaja. Sintió el movimiento del sai, que debido a la velocidad, le golpeó en el hombro, aunque sin llegar a hundirse en la carne, debido al movimiento brusco.
Embiste con las piernas [AF]
- ¡Los que me lo han hecho están muertos! -dijo, mientras trataba de rodar con una voltereta para incorporarse de nuevo. De forma involuntaria, se llevó la mano al costado izquierdo, aquel corte era algo más profundo que el derecho, y se estaba inflamando rápidamente, provocándole una dolorosa sensación de ardor.
Embiste con las piernas [AF]
- ¡Los que me lo han hecho están muertos! -dijo, mientras trataba de rodar con una voltereta para incorporarse de nuevo. De forma involuntaria, se llevó la mano al costado izquierdo, aquel corte era algo más profundo que el derecho, y se estaba inflamando rápidamente, provocándole una dolorosa sensación de ardor.
Aki D. Arlia
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
¿Por qué no paraba quieto? No era como si fuese a morderlo... aunque bien mirado, no era mala idea. Una patada interrumpió mis pensamientos, enviándome al borde del río. Logré conservar el equilibrio en el último momento y le vi incorporado a unos metros. Orgulloso, me comunicó el destino de los que le habían causado esas cicatrices. Mi enfado se aplacó un poco, pero seguía dándome rabia. Aunque había poco que pudiera hacer.
-¿Sabes? Es la primera vez que te veo moverte tanto en uno de nuestros combates... tendré que ir a cazarte.
Sonriendo, cambié y me desperecé antes de soltar un fenomenal rugido con cambiantes ondas de corte en su dirección. Sin esperar a ver su reacción, salí disparada hacia donde estaba él, a máxima a velocidad. Salté en el aire y traté de placarlo clavándole las zarpas en los hombros. Si lograba inmovilizarlo le mordería el hombro izquierdo, para asegurarme de que se quedara quieto de una vez.
Cutter Wind + Placaje + Mordisco [AF]
-¿Sabes? Es la primera vez que te veo moverte tanto en uno de nuestros combates... tendré que ir a cazarte.
Sonriendo, cambié y me desperecé antes de soltar un fenomenal rugido con cambiantes ondas de corte en su dirección. Sin esperar a ver su reacción, salí disparada hacia donde estaba él, a máxima a velocidad. Salté en el aire y traté de placarlo clavándole las zarpas en los hombros. Si lograba inmovilizarlo le mordería el hombro izquierdo, para asegurarme de que se quedara quieto de una vez.
Cutter Wind + Placaje + Mordisco [AF]
Byakuro Kyoya
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Por fin, Aki tomó forma de felino y se estiró con pereza. Inmediatamente, soltó un poderoso rugido en su dirección y se lanzó contra él. Byakuro apenas tuvo tiempo de reacción para hacerse a un lado de un salto rápido para evitar la lluvia de ondas cortantes que se cernía sobre él, y entonces la vio llegar. Se lanzó hacia atrás con fuerza, para tratar de evitar la mayor parte del impacto, aun a costa de golpearse en la espalda. Su cuerpo aterrizó sobre el duro suelo, comenzando por la parte baja de la espalda y terminando con la zona del cuello. Sin embargo, el felino no se contentó con abalanzarse sobre él sino que también le clavó las garras en los hombros y le mordió con fuerza en el hombro izquierdo.
El cazador soltó un grito desgarrador. No era tanto el dolor por las heridas, como el dolor por saber que ahora era incapaz de defenderse de un peligro de la magnitud de Aki. Su grito resonó en el bosque, y una bandada de pájaros se alzó a lo lejos. Aprovechando que tenía el peso del animal sobre él y el suelo para hacer palanca, trató de colocar las piernas bajo el vientre de Aki para estirarlas de golpe y lanzarla hacia adelante, pasando por encima de él. Sin embargo, el dolor, la difícil posición y el cansancio hacían de aquel ataque poco más que un burdo intento de defensa.
Catapulta improvisada [AD]
Por primera vez en su vida desde que tenía memoria, Byakuro había perdido un combate. Cerró los ojos con fuerza, mientras las lágrimas llegaban a ellos. Intentó contenerlas, pero pronto desbordaron, deslizándose suavemente por sus pómulos y perdiéndose entre su pelo blanco y sucio por la tierra. Ya no recordaba lo duro que era un combate real sin usar su fruta. Pero algo surgió en su interior. Una determinación, un deseo que alimentar. Sí, había perdido esa pelea, pero nunca más. No perdería contra ninguna otra persona. Abrió los ojos lentamente, y en ellos se podía ver una férrea determinación. Había recuperado algo que pensaba que había perdido cuando Klaus había muerto: su espíritu combativo.
El cazador soltó un grito desgarrador. No era tanto el dolor por las heridas, como el dolor por saber que ahora era incapaz de defenderse de un peligro de la magnitud de Aki. Su grito resonó en el bosque, y una bandada de pájaros se alzó a lo lejos. Aprovechando que tenía el peso del animal sobre él y el suelo para hacer palanca, trató de colocar las piernas bajo el vientre de Aki para estirarlas de golpe y lanzarla hacia adelante, pasando por encima de él. Sin embargo, el dolor, la difícil posición y el cansancio hacían de aquel ataque poco más que un burdo intento de defensa.
Catapulta improvisada [AD]
Por primera vez en su vida desde que tenía memoria, Byakuro había perdido un combate. Cerró los ojos con fuerza, mientras las lágrimas llegaban a ellos. Intentó contenerlas, pero pronto desbordaron, deslizándose suavemente por sus pómulos y perdiéndose entre su pelo blanco y sucio por la tierra. Ya no recordaba lo duro que era un combate real sin usar su fruta. Pero algo surgió en su interior. Una determinación, un deseo que alimentar. Sí, había perdido esa pelea, pero nunca más. No perdería contra ninguna otra persona. Abrió los ojos lentamente, y en ellos se podía ver una férrea determinación. Había recuperado algo que pensaba que había perdido cuando Klaus había muerto: su espíritu combativo.
Aki D. Arlia
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Le oí gritar y noté que me empujaba. Volví a cambiar y me aparté con suavidad de encima suya. Tenía varios cortes, pero por suerte, ninguno demasiado grave. Le tendí la mano y le ayudé a levantarse. Le senté en una piedra y volví a los dos minutos con mi mochila de cuero. Comencé a vendarle en silencio, confiando en que no me apartaría. Pero el silencio se espesó y al final me vi obligada a romperlo.
-No te preocupes. Probablemente esta sea la única vez que logre vencerte. Tú no eres de los que se rinden facilmente. De hecho, es lo que voy a pedirte por haber ganado. Que volverás...y más fuerte incluso que antes. Quiero esa promesa, Bya.
Acabé de vendarle y me envolví con la chaqueta de marine mientras recogía mis cosas. Empecé a acariciar a Cetus para distraerme mientras le contaba y ofrecía:
- Hay cosas que tengo que hacer en esta isla. No se cuánto tiempo me llevarán... pero para cuando acabe, será mía. Me pertenece. - Dije con firmeza. -Por eso... Quiero ofrecerte lo que te habría ofrecido de haber perdido. Si alguna vez lo necesitas, aquí habrá un lugar para ti. Muchos de mis conocidos tienen vidas peligrosas, y la mayoría no tienen más lugar donde dormir que un simple barco. Quiero cambiar eso... todos merecen un sitio para descansar, aunque sea de paso. Y si me necesitas, bueno... ya sabrás donde encontrarme.
Sonreí pensando en la bolita. Había sido buena idea regalársela. Y no mentía, era una oferta sincera. Igual no la aceptaba, pero eso no me detendría de dejar un par de casas vacías para los viajeros que llegaran a la isla.
-Nunca te lo he dicho, Byakuro... pero eres un gran amigo, y ya he perdido a demasiados. Si alguna vez necesitas un refugio o una aliada, puedes contar conmigo.
-No te preocupes. Probablemente esta sea la única vez que logre vencerte. Tú no eres de los que se rinden facilmente. De hecho, es lo que voy a pedirte por haber ganado. Que volverás...y más fuerte incluso que antes. Quiero esa promesa, Bya.
Acabé de vendarle y me envolví con la chaqueta de marine mientras recogía mis cosas. Empecé a acariciar a Cetus para distraerme mientras le contaba y ofrecía:
- Hay cosas que tengo que hacer en esta isla. No se cuánto tiempo me llevarán... pero para cuando acabe, será mía. Me pertenece. - Dije con firmeza. -Por eso... Quiero ofrecerte lo que te habría ofrecido de haber perdido. Si alguna vez lo necesitas, aquí habrá un lugar para ti. Muchos de mis conocidos tienen vidas peligrosas, y la mayoría no tienen más lugar donde dormir que un simple barco. Quiero cambiar eso... todos merecen un sitio para descansar, aunque sea de paso. Y si me necesitas, bueno... ya sabrás donde encontrarme.
Sonreí pensando en la bolita. Había sido buena idea regalársela. Y no mentía, era una oferta sincera. Igual no la aceptaba, pero eso no me detendría de dejar un par de casas vacías para los viajeros que llegaran a la isla.
-Nunca te lo he dicho, Byakuro... pero eres un gran amigo, y ya he perdido a demasiados. Si alguna vez necesitas un refugio o una aliada, puedes contar conmigo.
Byakuro Kyoya
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El cazador se dejó vendar en silencio, y cuando ella le habló, se limitó a asentir. La miró a los ojos y entonces dijo:
- Cuando vuelva tendremos otro combate. Más te vale seguir bien, porque lo sabré -el hombre se incorporó lentamente, el cuerpo le dolía, y parecía que en cualquier momento sus piernas fueran a ceder y no le respondieran-. Necesito vengar a Klaus... necesito saber qué ha sido de esos monjes... -la voz de Byakuro se volvió un susurro apagado, para sí mismo, aunque lo suficientemente alto como para que ella pudiera oírlo.
Tenía que encontrar a aquellos monjes, a los siete. Y descubrir por qué lo habían salvado de la muerte. Habían demasiadas cosas por descubrir. ¿Acaso su pesadilla aún no había terminado? ¿La muerte de Klaus no había sido suficiente pago por su insensatez pasada? Apretó los dientes, y se giró hacia Aki:
- No me perderás. No otra vez. Pienso encontrar a los que me han hecho esto, y descubrir por qué. Y hasta que no lo logre, no habrá forma de acabar conmigo -le pasó la mano por el rostro, descendiendo en una suave y delicada caricia. Tras eso, se acercó a ella, quedando sus labios a escasos centímetros de los de Aki. Y entonces, elevó el rostro y la besó en la frente, en un gesto casi paternal-. No sé cuando volveré, pero ahora que sé que estás bien, puedo irme más tranquilo. -el chico observó el río y la zona por la que habían llegado hasta allí. Tras unos segundos de duda, empezó a caminar. Pensaba irse de allí cuanto antes. Necesitaba hacerse mucho más fuerte ahora. No podía volver a ser derrotado.
- Cuando vuelva tendremos otro combate. Más te vale seguir bien, porque lo sabré -el hombre se incorporó lentamente, el cuerpo le dolía, y parecía que en cualquier momento sus piernas fueran a ceder y no le respondieran-. Necesito vengar a Klaus... necesito saber qué ha sido de esos monjes... -la voz de Byakuro se volvió un susurro apagado, para sí mismo, aunque lo suficientemente alto como para que ella pudiera oírlo.
Tenía que encontrar a aquellos monjes, a los siete. Y descubrir por qué lo habían salvado de la muerte. Habían demasiadas cosas por descubrir. ¿Acaso su pesadilla aún no había terminado? ¿La muerte de Klaus no había sido suficiente pago por su insensatez pasada? Apretó los dientes, y se giró hacia Aki:
- No me perderás. No otra vez. Pienso encontrar a los que me han hecho esto, y descubrir por qué. Y hasta que no lo logre, no habrá forma de acabar conmigo -le pasó la mano por el rostro, descendiendo en una suave y delicada caricia. Tras eso, se acercó a ella, quedando sus labios a escasos centímetros de los de Aki. Y entonces, elevó el rostro y la besó en la frente, en un gesto casi paternal-. No sé cuando volveré, pero ahora que sé que estás bien, puedo irme más tranquilo. -el chico observó el río y la zona por la que habían llegado hasta allí. Tras unos segundos de duda, empezó a caminar. Pensaba irse de allí cuanto antes. Necesitaba hacerse mucho más fuerte ahora. No podía volver a ser derrotado.
Aki D. Arlia
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
-Tranquilo. Para cuando vuelvas, ya seré una reina.- Le dije resoplando divertida. No quería finalizar el encuentro de mal humor. Prefería alegrarme de que estuviera vivo. Aunque lo que me había dicho me inquietaba. ¿Monjes? Eché una mirada hacia la ciudad en lo lejos. Aquí los problemáticos eran sacerdotes, pero todo venía a ser más de lo mismo. Un grupo de gente que imponía sus creencias o religiones y causaban desgracias a su propia conveniencia. No lo soportaba.
Le acompañé un ratito y cuando llegamos a la orilla en la que había desembarcado, le di un último abrazo y le besé en la mejilla con cariño.
-Ten cuidado allá a donde vayas. Y si necesitas ayuda para patear algunos culos, puedes contar conmigo y con Cetus. No sabrán de donde les llegan los golpes. - Le dije sonriendo.- Buena suerte, Byakuro.
Sonriéndole por última vez, me di la vuelta y le dejé a solas, esperando por un barco. Yo todavía tenía mucho que hacer. Ni siquiera había conseguido pescado.
Le acompañé un ratito y cuando llegamos a la orilla en la que había desembarcado, le di un último abrazo y le besé en la mejilla con cariño.
-Ten cuidado allá a donde vayas. Y si necesitas ayuda para patear algunos culos, puedes contar conmigo y con Cetus. No sabrán de donde les llegan los golpes. - Le dije sonriendo.- Buena suerte, Byakuro.
Sonriéndole por última vez, me di la vuelta y le dejé a solas, esperando por un barco. Yo todavía tenía mucho que hacer. Ni siquiera había conseguido pescado.
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.