el corazón esmeralda, (pasado bleyd y alwyn)

Un querido compañero de Jhon konstantine, había desaparecido la ultima vez que se supo de su existencia se encontraba en las inhóspitas selvas de la isla Nanami. Según sus notas creía haber descubierto algo importantísimo llamado el corazón esmeralda, el profesor creía que se trataba de una piedra preciosa de gran valor, mi misión era encontrar al profesor y traerlo de vuelta, como añadido si conseguía recuperar el corazón esmeralda recibiría un magnifico plus, por supuesto no estaría solo en esta gesta, habían contratado los servicios de un independiente, que se encontraría conmigo en la orilla de la playa a la salida del sol. Por suerte para mi el submarino en que viajaba, el Octubre Rojo ya había atracado cerca de la costa y ya estaba en un bote surcando las transparentes aguas que alcanzaban tonalidades verdes en su fondo arenoso, la barca encallo en la arena deslizándose medio metro en este, desembarque con mi equipo y baje las cajas de material y víveres, también me lleve a mi querido compañero Fluffle puff el adorable poni rosa esponjoso. Ya solo me quedaba encontrarme con mi contacto en pocos minutos.

Estaba descansando de mi última misión, en el cuartel cuando me avisaron de urgencia. Tenía que ir hasta la isla Nanami, allí un historiador decían que había encontrado algo de gran valor. Después había desaparecido. Al parecer mi misión era unirme a la de rescate como mercenaria, y en caso de ser algo relacionado con el siglo perdido acabar con todos y cada uno de los integrantes de aquella misión que pudiera saber algo, luego volver a informar para clausurar el sitio. Me pusieron en contacto con alguien del equipo, al parecer solo iba una persona, mejor para mí pensé. Quedamos en reunirnos ya en la playa oriental de la isla, no sabía cómo iba a llegar aquel sujeto por lo que cogí uno de los barcos sin distintivo. Los marines que me acompañaban tenían orden de no portar ningún símbolo del gobierno ni de atacar o perseguir piratas o revolucionarios, solo esperar mi regreso. Si no se producía avisar al cuartel para que tomaran las medidas que consideraran oportunas. A esta misión decidí no llevar a Arimisa, la deje en el cuartel a cargo de uno de los sirvientes y le dije que se portara bien.

El viaje en barco fue tranquilo, no era la primera vez que viajaba con esos hombres. No los había visto en combate pero no parecían los típicos miembros de la marina. Tampoco hablaban mucho y eso era algo que apreciaba, ni siquiera el capitán. Les di el tiempo máximo de espera antes de reportar y también que si veían un búho blanco grande volando podían fiarse que era yo. Les hice anclar a un par de kilómetros de la costa, me puse en la forma completa y despegue hacia la playa acordada. Llegue a una playa de arena blanca finísima, el bosque pegando a la playa sin matorrales de por medio, estaba formado por grandes árboles. No se oían muchos animales cosa extraña, y tampoco se veían marcas ni rastros de presencia humana, mi acompañanante no debía haber llegado aún.

La verdad es que hacia tiempo que no veía a nadie tan cegato como Don Depresor, ese carismático ciego que causa el caos allí por donde va, pero esa chica o pasaba de mi presencia o veía menos que un topo. – ¡Por aquí, ven! Llame a mi contacto mientras desempaquetaba los suministros vitales, comida, agua, cuerda, garfio, botiquín de primeros auxilios, manzanas, todo parecía en orden, mi compañero no era tal si no que era una chica, y muy bien dotada la verdad, esas voluptuosas tetas se movían que era un placer y una recreación para la vista, encima llevaba un traje súper ceñido y ajustado que dejaba muy poco a la imaginación, por fortuna para mi me coloque el casco de la armadura por lo cual le seria imposible determinar si le miraba el culo las tetas o la cara en concreto, suspire y llame a mi compañero Fluffle que se acerco corriendo dando pequeños botecitos por la arena mientras dejaba marcadas sus huellas en la arena. Comencé a cargarle víveres usando unas alforjas. Era un encanto y siempre era útil, cuando acabe me presente a mi compañera. –Soy Bleyd, Bleyd master y estoy aquí para localizar y rescatar a una persona, espero no tener que rescatar a dos y que puedas cuidar de ti misma. Por cierto este de aquí es Fluffle Puff mi amigo y compañero fiel.

fluffle:

-¡Por aquí, ven!- me llamaba un hombre, llevaba armadura y casco, seguramente no lo había visto por algún reflejo de sol en su armadura, mientras caminaba hacia él se bajó el casco. Quizá no quería mostrarme su rostro, que raro.

-Soy Bleyd, Bleyd master y estoy aquí para localizar y rescatar a una persona, espero no tener que rescatar a dos y que puedas cuidar de ti misma. Por cierto este de aquí es Fluffle Puff mi amigo y compañero fiel.- me comento mientras terminaba de cargar a Fluffle.

-Mi nombre es Amanda, encantada de conoceros a los dos.

Me acerque más a aquel curioso animal, lo examine mientras lo acariciaba, no creía que lo premios o la comida de Arimisa que guardaba le gustara. Me conforme, y él tendría que hacerlo con rascarle un poco mientras terminaban de cargarlo. Una vez que Bleyd tuvo todo cargado le dije que podríamos empezar en dirección norte, y a partir de ahí buscar rastros de que hubiera pasado alguien o de que hubiera habido un campamento. Me resultaba difícil contener la ira hacia aquel hombre que me había subestimado tanto, solo deseaba que fuera el quien se metiera en líos. Luego solo lo salvaría para regodearme y por qué aquel adorable animal no se quedara sin su amigo.

-Me voy a adelantar un poco a explorar, no cambies de dirección o me será más difícil dar contigo a la vuelta.- tras esto rasque una última vez a Fluffle, y me aleje unos metros.

Tras haberme alejado di un salto y en el aire me trasforme y remonte el vuelo en dirección al bosque. Volaba a una distancia media, quería cubrir bastante terreno, pero no quería que se me escapase nada, pase un rato, sobrevolando cada zona para asegurarme. Al final encontré algo, no estaba segura de que era así que volví hacia donde se suponía que estaba Bleyd para contarle mi hallazgo.

-Je que me aspen resulta que la niña es una paloma coja, en fin al menos tiene un culamen de campeonato, aun así parece que has ligado Fluffle la niña esta loquita por tus huesos. Sonreí mientras Fluffle se ponía colorado y soltaba un adorable ¡Gashp!. – Bueno vamos a ir avanzando un poco mientras la señorita lady halcón regresa de su exploración, la verdad es que me gusta mas en forma humana esas tetas que tiene no son de este mundo ¿verdad Fluffle?- la respuesta de mi poni no fue otra más que una pedorreta con la lengua mientras ponía cara de pánfilo. Le acaricie la cocorota mientras comenzaba a caminar hasta las lindes del bosque, me senté bajo la sombra de las palmeras con Fluffle a mi lado que apoyo su cabecita en mi pierna y comenzó a dormitar, después de un buen rato de vaguear, finalmente miss isla apareció para darme su informe, en un principio no nos encontró pues estábamos bajo la sombra, pero después de una pasada acabo viéndonos, se acerco a nosotros mientras yo me levantaba para recibirla como se merecía.- Bien ¿qué tal te has ido has encontrado algo interesante?- fui directo al grano y sin irme por las ramas la verdad es que me gustaba esa chica pero no lo reconocería.

No me encontré a Bleyd por el camino de vuelta, y lo que es más raro a su compañero que destacaba bastante más. Llegué a la playa sin verles, me adentre un poco en el mar para hacer el giro y descender, con intención de meterme entre los árboles. Pero allí estaba debajo de una palmera, no se había movido de la playa. Si no fuera porque lo mismo le necesitaba hubiera pasado de él en aquel mismo momento. En fin descendí a la playa y me volví humana, Bleyd me recibió directo al grano.

-Bien ¿qué tal te has ido has encontrado algo interesante?- me pregunto sin rodeos.

-No hay nada en varios kilómetros hacia delante o los lados, pero algo más allá he encontrado lo que podría ser una especie de campamento. Esta entre la espesura y me costó algo reconocerlo al principio, no estoy muy seguro de como de grande es. – Hice una pausa mirando a Bleyd a los ojos- ¿Qué estaba investigando tu amigo para tener un campamento de camuflaje? ¿O es posible que alguien más allá venido hasta aquí?

Aquello tenía pinta rara, y necesitaba saber hasta dónde conocía mi compañero y si podía haber alguien más detrás de lo que estuviera pasando allí. Además de eso tenía curiosidad por que encontraríamos en el campamento y quería algo de acción, llevaba bastante sin ningún tipo de acción.

Um parecía que esa niña era curiosa tal vez demasiado, pero tampoco tenía nada que ocultar.- a ver nena, por muy buena que estés, parece que no tienes mucha idea de acampar en medio de una selva inhóspita ¿verdad? Imagínate por un momento que tu base no esta debidamente camuflada y tienes colores rojos amarillos azules cosas que no encajan bien en la naturaleza, lo 1 que conseguirás es atraer a los animales cercanos, muchos de ellos posiblemente agresivos, cualquier gorila puede arrasar tu campamento en cuestión de minutos tan solo por pura curiosidad, si ese no es un motivo para llevar un equipo que se esconda en la selva, ya me dirás en que piensas. En cuanto a su investigación solo sé que llamo a su descubrimiento el corazón esmeralda, supongo que es una gran joya preciosa ¿alguna pregunta más? ¿O ya he satisfecho tu curiosidad? Ahora si no te importa ir delante y mostrarme el camino seria de gran ayuda. Acaricie a Fluffle que se escondió en su propio cabello hasta la altura de los ojos mostrando solamente unas orejitas, posiblemente se hubiera sonrojado al ver a la chica.

Bleyd me soltó una especie de bronca reprimenda cuando pregunté aquello. La verdad es que si no sabía nada de por lo que estaba allí yo sí que había parecido un poco boba. Pero normalmente yo no necesitaba esas cosas, me valía por mí misma sin necesidad de campamentos ni nada con mi forma completa. Además aquel tono y las palabras que había usado tampoco me sentaron nada bien, y que aludiera a mi belleza justo antes de la retahíla casi me saca de mis casillas.

-Mira “nene” yo nunca he necesitado campamentos ni cosas del estilo, puedo cazar, comer y sobrevivir solo con mi forma de búho. – Tome aire, respirando hondo y me calme un poco.- Gracias por informarme sobre lo que encontraron, a mí solo me dijeron que debía ayudar en el rescate. – Me puse al lado del contrario del poni que él y le dije.- Bien esta es la dirección, si no te importa, ¿podrías dejar de mirarme el culo?- y empecé a caminar.

Al final había descubierto el porqué de ponerse el casco en la playa, le había visto gracias a mí visión de búho mirarme varias veces los pechos, así que seguramente en cuanto me diera la vuelta me miraría el culo. Ya había tratado con hombres así antes y me serviría para manipularle en caso de que llegado el momento lo necesitara.

Bien princesa tal vez tú puedas convertirte en un búho pero el 90 % de los mortales no pueden hacer esas virguerías, y menos un simple profesor que es más un estudioso que un combatiente, y respecto a mirarte el culo como quieras pero la verdad es que con esa ropa vas provocando, no se por qué las quejas pero bueno.- Seguí a la niña a través de la selva mientras mi compañero peludo y rosado se entretenía persiguiendo mariposas de colores que danzaban a su alrededor poco a poco la espesura hizo que costara caminar, así que me adelante un poco y empeze a deforestar la selva a base de espadazos, la verdad es que un machete hubiera sido más sutil pero Carnifex con sus dos metros de longitud hacia un trabajo bastante bueno segando setos plantas y pequeños arboles. Finalmente después de un buen rato caminando y segando plantas, llegamos al claro del campamento que lucía abandonado, comencé a buscar por el campamento a ver si encontraba alguna pista de lo que allí pudo acontecer pero no parecía que hubiera algo fuera de su sitio más bien era como si hubiera salido y nunca regresara. – Bueno parece que aquí no hay nadie ¿tu que opinas princesa?

-Bien princesa tal vez tú puedas convertirte en un búho pero el 90 % de los mortales no pueden hacer esas virguerías, y menos un simple profesor que es más un estudioso que un combatiente, y respecto a mirarte el culo como quieras pero la verdad es que con esa ropa vas provocando, no sé por qué las quejas pero bueno. -Fue su contestación, por no discutir más y completar mi objetivo rápido lo deje pasar. No debía pelearme con el único que podía saber dónde estaba aquel hombre que andábamos buscando.

El camino se hizo ameno el poni rosa saltaba y corría intentando coger mariposas de colores que iban levantando el vuelo cuando pasábamos cerca. Era una escena bastante parecida a la de los cuentos de hadas, solo le faltaba un pequeño cuerno en la frente al poni. El bosque poco a poco se fue haciendo mucho más espeso. Desde el aire no había podido apreciarlo al confundirlo con las copas de los árboles. Bleyd saco su espadón y empezó a hacer camino, la verdad es que se lo agradecía. Así no tendría que separarme del poni ni de sus monadas, además ahora con las plantas cortadas mucha más mariposas se habían levantado y el pobre no sabía a cuál perseguir. Después de un rato de caminata más desde que empezara mi compañero a cortar llegamos hasta el campamento.

En cuanto pude acceder me puse a buscar, yo no buscaba como mi compañero, pues aparte de buscar rastros de donde se podía haber ido, también buscaba información de la investigación y de lo que encontró. La verdad el campamento parecía abandonado desde hacía tiempo, pero no había signos de lucha ni de que hubieran revuelto en busca de algo, al menos antes de que nosotros llegáramos. Lo único interesante que encontré fue unas anotaciones sobre una excavación, aunque no ponía ni donde era ni cómo llegar.

– Bueno parece que aquí no hay nadie ¿tú qué opinas princesa? – me pregunto Bleyd cuando parecía que había terminado el.

-Aquí habla de unas excavaciones, pero no dice donde son. Ni siquiera da pistas para llegar a ellas, quizás tu saques algo más.- le tendí los papeles para que los ojeara.

Recogí los papeles y comencé a leerlos. No era nada más que un pequeño diario en donde explicaba que la excavación llevaba un buen ritmo y que tenía la esperanza de alcanzar el corazón esmeralda en unos pocos días, la verdad es que no tenía mucha información. Pero del papel podría obtener más cosas aparte de las palabras impresas en el. Me quite el casco y rompí una esquina del papel para llevármela a la boca saboree el papel con gesto de asco para finalmente escupirlo. Beeejjj, nuestro querido profesor estuvo escavando cerca de alguna cascada en donde crece camomila, parte de la hoja esta húmeda y la tinta se ha corrido un poco, además olía mucho asi que la he probado para cerciorarme. Según parece el profesor hacia varias salidas hacia el noreste, la vegetación es menos abundante en esa parte en concreto como si le hubieran impedido crecer.- Me coloque el casco otra vez y active mi visión térmica para ver mejor por la selva, no quería sorpresas desagradables con los animales salvajes, mientras tanto mi poni volaba por los aires llevado por una docena de mariposas para gran placer de este, que se lo estaba pasando pipa el condenado.- Fluffle deja de hacer el tonto que nos tenemos que poner en marcha. Si te portas bien luego te daré muffins. El pequeñín callo a mi lado y se puso en guardia apuntando a la selva con la lengua. Le acaricie la cabeza y mire a mi compañera aunque hubiera sido mejor no hacerlo esos pechotes que se gastaba me ponían malo por no mencionar que iba enfundada en un traje que dejaba muy poco a la imaginación.

Bleyd recogió los papeles, los leyó mientras yo buscaba un poco más por el campamento, pero no había nada más interesante. Ni siquiera tratados de ninguna cosa que pudiera interesarme como de animales o medicina. Mientras hacía esta búsqueda vi como Bleyd mordía un poco del papel- buaggg pensé, como podía hacer eso- y tras probarlo un poco y escupirlo con la misma cara de asco que tenía yo.

-Beeejjj, nuestro querido profesor estuvo escavando cerca de alguna cascada en donde crece camomila, parte de la hoja esta húmeda y la tinta se ha corrido un poco, además olía mucho así que la he probado para cerciorarme. Según parece el profesor hacía varias salidas hacia el noreste, la vegetación es menos abundante en esa parte en concreto como si le hubieran impedido crecer.- Era increíble la información que había podido sacar de un solo pedacito de papel. No tenía motivos para dudar de él, aunque si sabía más de lo que decía y me iba soltando información poco a poco. Bueno y si de verdad no sabía nada, al parecer podía guiarme bastante bien hasta el doctor, había hecho bien en no mandarlo a la mierda antes.

-Fluffle deja de hacer el tonto que nos tenemos que poner en marcha. Si te portas bien luego te daré muffins. -Llamó al poni, que bajo al instante.

Mientras el parecía que caminaba por el camino que había elegido, yo por mi parte termine de dar una vuelta al campamento, y lo seguí por el camino. Todo aquello era medio selvático, pero tenía razón parecía que alguien pasaba por allí a menudo. En esta parte no había tantas mariposas, y tampoco se oían más animales. Las plantas crecían vigorosas, más altas que en el resto de la isla que yo había visto. Tras varias horas de camino llegamos a un claro, todo el claro estaba ocupado por un gran lago, que en su parte más oeste caía en una cascada.

Finalmente habíamos llegado, delante mío se encontraba una cascada que mantenía el ambiente húmedo, esta humedad sumado al calor del día estaba creando una asfixiante atmósfera, por fortuna el anochecer estaba cerca y quedaba poco tiempo para que la noche engullera la selva, la verdad es que ese sitio no era el mejor para acampar pero el muro de la cascada otorgaba protección, estaría bien hacer allí el campamento base para pasar la noche y continuar la búsqueda con las primeras luces del día, - Bueno , parece que el día se nos acaba, yo voy a montar aquí la tienda para pasar la noche antes de que nos quedemos sin luz, por lo que veo no te has traído nada para acampar, si quieres puedes compartir mi tienda, yo dormiré a la intemperie con fluffle, es lo bastante blandito como para servirme de almohada mientras vigilo el campamento. Al oír su nombre el pequeño poni comenzó a dar saltitos por el lago mientras recogía madera que apilo,- gracias Fluffle ahora ya podemos encender un fuego, anda chiquilla dale candela a las ramas mientras monto la tienda de campaña, esperemos que no llueva.- Le quite los fardos a Fluffle y monte la tienda, la ancle al suelo con piquetas y prepare en su interior el colchón inflable, la esterilla y el saco de dormir con almohada, recurrí a algunos víveres en seco, no necesitaba montar una barbacoa y atraer a todos los carnívoros de la zona a un buffet libre. Repartí las raciones para los tres mientras observaba el cielo nocturno.- Tu tranquila no voy a intentar colarme a verte desnuda ni nada por el estilo, puedes estar muy buena pero tampoco es que me atraigas de sobremanera, después de cenar ve a descansar yo vigilare que no venga ningún animal salvaje.

Bleyd se paró al ver el claro, mientras yo pensaba donde podría acampar él, pues yo podría dormir en cualquier árbol sin ningún problema. Entonces, interrumpiendo mis pensamientos mi compañero habló:

- Bueno, parece que el día se nos acaba, yo voy a montar aquí la tienda para pasar la noche antes de que nos quedemos sin luz, por lo que veo no te has traído nada para acampar, si quieres puedes compartir mi tienda, yo dormiré a la intemperie con fluffle, es lo bastante blandito como para servirme de almohada mientras vigilo el campamento. –El poni se puso a dar saltitos, pero yo estaba pensando en el ofrecimiento de mi compañero, no sabía si podía fiarme de él. Podía estar llevándome a una trampa, o querer otras cosas al invitarme a su tienda así.  Fuera lo que fuera tendría que responderle algo, pero antes de que pudiera decir ni palabra continuó hablando. -Gracias  Fluffle ahora ya podemos encender un fuego, anda chiquilla dale candela a las ramas mientras monto la tienda de campaña, esperemos que no llueva.- Ese chiquilla iba por mí, estaba claro que aquel hombre me subestimaba en gran medida, cuando acabara la misión quizá le pudiera enseñar lo que esta “chiquilla” podía hacer. De momento la misión tenía prioridad por lo que me puse con el fuego con las ramas que había recogido Fluffle.

Cuando termine con el fuego me acerque hasta el lago, sabía que no podía entrar a bañarme,  pero no me acercaba por eso. Quería ver si había algas, peces o crustáceos. Estos seres me indicaría si aquel agua era lo bastante limpia como para poder beberla. La verdad es que por las algas no sabría distinguir pero si reconocí varios peces, que suelen ser muy exigentes con el agua donde viven. Por lo que bebí varias veces y rellene la cantimplora. Cuando estaba de vuelta a nuestro improvisado campamento Bleyd me comentó:

-Tu tranquila no voy a intentar colarme a verte desnuda ni nada por el estilo, puedes estar muy buena pero tampoco es que me atraigas de sobremanera, después de cenar ve a descansar yo vigilare que no venga ningún animal salvaje.

-Muy bien, pero yo me puedo ocupar de la guardia a partir de cierta hora, mis sentidos en búho me dan una gran visión nocturna y agudizan bastante mi oído. Gracias por la comida por cierto, me has ahorrado un rato de caza. Y yo estoy tranquila el que deberías tener cuidado eres tu si intentas espiarme, tengo muy buena puntería.- le comente señalando a mis pistolas.

- Esta bien muñeca, te avisare en unas horas descansa tranquila.- Me tumbe encima de Fluffle a ver las estrellas mi compañero sonreía plácidamente acurrucado en su propio pelaje blandito y esponjoso, mi turno era bastante tranquilo apenas tenia que mantener el fuego encendido, mas de una vez vi algún animal nocturno acercarse al lago a beber un poco de agua, pero siempre evitaban la zona iluminada por el fuego. Las horas pasaban y ya iba siendo hora de despertar a mi compañera, me levante con cuidado de Fluffle que se despertó y bostezo ampliamente, le acaricie la cabeza unos instantes solo para detenerme en seco, un sonido extraño estaba mezclado con el caer del agua de la catarata cercana, el sonido era una especie de gruñidos o aullidos, no sabría decirlo y no era un solo individuo, rápidamente agite la tienda de mi bella durmiente- Eh tu princesita arriba tenemos invitados no deseados.- Efectivamente desde dentro de la catarata comenzaron a salir unas moles de color blanco medirían alrededor de dos metros y tenían unos afilados colmillos saliendo de sus prominentes mandíbulas, sus brazos peludos estaban acabados en enormes manos con dedos prensiles, no cavia ninguna duda esos animales eran gorilas, pero era muy extraño por que esas tranquilas criaturas normalmente diurnas atacaban sin provocación en medio de la noche, además eran blancos cuando los gorilas son negros, demasiadas preguntas para ese momento, pues media docena de gorilas se nos echaban encima.

Para sus golpes con mis manos absorbiendo sus impactos con los diales de rechazo, Fluffle tenía una tea encendida en la boca intentando mantener a ralla a uno de los animales, no me lo pensé dos veces y saque a Carnifex a pasear, la gigantesca espada de dos metros y veinte kilos de peso cayó a plomo encima del gorila que atacaba a mi poni, el animal salió volando partido en dos mientras la sangre y las vísceras salían volando.- Nadie se mete con mi poni.-

- Esta bien muñeca, te avisare en unas horas descansa tranquila.- Me dijo antes de que me metiera en la tienda a descansar, me quite la armadura quedándome con la camisa y pantalón. Puse la pistolas al lado de por si tenía que usarlas, contra Bleyd o contra cualquiera que se atreviera a atacarnos durante la noche.
Tarde en dormirme, estaba atenta a todos los sonidos que llegaran hasta mí, ya fuera de la tienda o el bosque. Todo estaba más silencioso de lo normal, no se oían casi animales, para un bosque como aquel se tenían que oír al menos aves y cazadores nocturnos. Mientras pensaba en esto me fui quedando dormida hasta el punto de caer en un sueño profundo. En el sueño estaba en la parte centro de la isla, lo veía como si estuviera en el aire. Pero no era como otras veces, no sentía las alas, ni el viento. La isla debajo se veía rara, con tonos rojizos y por todas partes había mariposas, por todas partes menos en el lago. Este estaba negro, no se veía nada dentro de él. No pude ver mucho más, ya que escuché la voz de Bleyd llamándome:

-Eh tu princesita arriba tenemos invitados no deseados.- tarde unos minutos en despejarme y salir de la tienda con las pistolas en las manos.

Me encontré varios gorilas atacándonos, no sé de donde habían salido, pero uno de ellos andaba intentado coger al poni y Bleyd paraba golpes con las manos. De repente saco la espada y se lanzó contra el que estaba con el poni partiéndolo por la mitad al tiempo que gritaba:

Nadie se mete con mi poni.-

Yo por mi parte disparé a los dos que habían estado con mi compañero, y que ahora se le acercaban. Uno recibió el tiro en la cabeza, el otro lo fallé por poco y le dio en el hombro, no estaba muerto pero si lo bastante herido como para no poder pelear bien, luego me encare hacia los otros y prepare dos disparos más apuntando a los que más peligro representasen para Bleyd.

La situación era un poco caótica los gorilas no retrocedían a pesar de las bajas, mi compañera disparaba en la noche generando fogonazos y derribando a los gorilas, lo peor de todo es que intentaban llevarse a Fluffle y eso era algo que no iba a permitir. Me adelante y descargue mi espada en forma de medio circulo a medio metro del suelo, el arco descrito encontró a un par de gorilas en su camino, la velocidad de la espada unida a su peso y mi fuerza, traspaso la gruesa piel de los primates al tiempo que los lanzaba de vuelta al lago, mientras de sus heridas manaba la sangre a borbotones, solo quedaban dos de los simios que lanzando aullidos de desagrado intentaban huir de la carnicería internándose en la oscuridad de la selva, no tenia intención de perseguirlos estaba mucho más preocupado por el estado de mi pequeño amigo y compañero Fluffle, me acerque a él y lo examine buscando si estaba dañado en algún punto, por fortuna se encontraba indemne y de una pieza, suspire mientras lo estrujaba entre mis brazos. – Bueno parece que nuestra princesa guerrera nos ha echado una mano, ¿Qué opinas nos echamos un sueñecito y la dejamos al cargo de la vigilancia?- Fluffle no respondió solamente se fue corriendo dentro de la tienda y después de dar una vueltecitas sobre si mismo se tumbo y cerro los ojitos, - Me lo tomare como un sí , bien compañera es tu turno de vigilar si ocurre algo zarandea la tienda- Dicho esto eche un último vistazo y me metí con Fluffle a descansar un poco antes de la llegada del amanecer.

Cuando me gire ya solo pude ver a dos de los gorilas huir hacia la selva, y a Bleyd acercarse a su poni a ver como estaba. Tras echarle un vistazo parecía que estaba bien, pude escuchar a bleyd diciéndole:

-Bueno parece que nuestra princesa guerrera nos ha echado una mano, ¿Qué opinas nos echamos un sueñecito y la dejamos al cargo de la vigilancia?

Tras lo que el poni se fue corriendo a la tienda, Bleyd se acercó hasta mí y me comentó:

- Me lo tomare como un sí,- dijo refiriéndose a lo que le había preguntado al poni, luego ya hacia mí.- Bien compañera es tu turno de vigilar si ocurre algo zarandea la tienda.- se giró y se metió en la tienda.

Entre justo detrás de él para recoger la aradura y salir. Me la puse y me senté fuera junto al fuego, pasando a forma hibrida para aumentar mi oído y la vista, así como para ver mejor en la oscuridad. El bosque seguía como cuando me quedé dormida, silencioso. Estaba cansada de estar quita, así que despegué para dar un par de vueltas alrededor del campamento. No pude ver a los gorilas, ni casi animales quitado las mariposas. Era extraño que solo hubiera mariposas por esa zona. Regrese hasta el campamento, y me quede mirando hacia el oscuro lago. Habría que ir por la mañana tras la catarata, pero necesitaría la ayuda de Bleyd, pues yo no podía pasar ola a través de la catarata. Investigue un poco mejor las paredes de la catarata en busca de pistas que me dijeran porque seis gorilas macho se habían juntado y además habían atacado sin provocación. Entre unas cosas y otras llegó el amanecer, me acerque a la tienda para despertar a mis acompañantes y contarles mi idea de entrar a la cueva, pero que necesitaría ayuda para entrar pues tenía problemas con el agua.

Alwyn me despertó y salí de la tienda con Fluffle a mi lado, llevaba pelos de loco así que dando un suave saludo me quite la ropa y me metí en el lago tan tranquilo, ni siquiera me moleste demasiado en esquivar los cadáveres de los gorilas,- Fluffle tráeme el jabón por favor- el pequeño poni se acerco trotando y me dio una pastilla de jabón que saco de las bolsas que había estado cargando.- Gracias muchacho, ahora seria buena idea preparar algo de comer, ayuda a nuestra doncella a preparar un buen fuego yo salgo enseguida. El bicho se marco un saludo marcial y salio trotando a avisar a Alwyn y a recoger leña. Me lave la cabeza y me puse el pelo en coleta a la altura del cuello, no me gustaba llevarlo en cola de caballo ni suelto a lo loco. Salí chorreando pero tampoco me importaba mucho, me vestí con el traje de faena y me puse a despedazar carne de los gorilas, no sabia si fritos estarían buenos pero por probar que no quedara. -Bueno luego cruzaremos detrás de la cascada no tengo ningún chubasquero pero podemos fabricar algo con hojas de palma para que no te mojes demasiado, seguramente el profesor fue atacado por esos animales, iremos a buscarle o al menos lo que quede de el.- Puse la parrilla al fuego con la carne de gorila y comencé a hacerla, esperaba que estuviera buena, en cuanto acabáramos de comer partiríamos rumbo a la catarata.

Mi compañero se despertó rápido después de mover la tienda, nada más salir se dirigió hacia el lago. En la orilla se desnudó, sin ningún tipo de pudor y se metió al agua con los gorilas partidos por allí.
 
- Fluffle tráeme el jabón por favor-  Le escuche decir mientras yo entraba en la tienda a recoger las cosas que había dejado allí por la noche, y al poco escuché- Gracias muchacho, ahora sería buena idea preparar algo de comer, ayuda a nuestra doncella a preparar un buen fuego yo salgo enseguida.
 
El pequeño poni llegó al a tienda y me empujó, ya había oído lo que Bleyd había dicho, pero quería aprovechar para acariciar y pasar un rato con tal adorable animalillo, el poni no Bleyd. Nos internamos un poco en la selva que nos rodeaba en busca de ramas sueltas y de cualquier cosa que nos sirviera para tener un fuego decente. Al estar tan cerca del lago nos resultó algo difícil encontrar alguna planta seca, aun así, cortamos varias ramas que parecían del año anterior y que estarían más secas y darían más lumbre. El paseo con el poni fue agradable, y aunque se distraía con las mariposas, que parecían recordarle también, hacia su trabajo con diligencia. Cuando volvimos Bleyd nos recibió con:
 
-Bueno luego cruzaremos detrás de la cascada no tengo ningún chubasquero pero podemos fabricar algo con hojas de palma para que no te mojes demasiado, seguramente el profesor fue atacado por esos animales, iremos a buscarle o al menos lo que quede de él.-  y se puso a cocinar la carne.
 
No sabía si probar aquella carne, pero no apetecía ir a cazar así que me arriesgaría. Además no quería retrasar la entrada a la catarata y averiguar que le había pasado al profesor. Y si tenía alguna relación con lo que le preocupaba a mis superiores.

La verdad es que la carne de gorila a pesar de estar algo dura no tenia mal sabor, igual con un poco de especias estaría mejor pero tampoco había mucho donde elegir, finalmente apague el fuego y recogí los bártulos tranquilamente, una vez todo estuvo limpio junte unas cuantas hojas de palma y forme un paraguas, “bueno doncellita aquí tienes una protección para que cruces la cascada, iré delante esperad aquí un momento” Abrí el camino a través de la cortina del agua, la corriente era fuerte y el terreno resbaladizo, pero poco a poco conseguí asentarme, active la visión nocturna de mi casco para poder ver en la oscuridad de la caverna en donde la luz no llegaba, la verdad es que no sabia que hacia allí pero una vieja argolla sujeta a la pared me fue útil para atar un cabo de la cuerda que llevaba mientras lanzaba el otro con una piedra por la cortina de agua para que mis compañeros pudieran cruzar sin demasiados problemas al tener una guía y un agarre. El interior de la caverna era sumamente oscuro, pero poco a poco los ojos se acostumbrarían y se podría caminar por su interior, el camino ascendía y cada vez se podían ver mas relieves en las paredes, como si alguien hace mucho tiempo hubiese tallado esas rocas, lamentablemente en la roca viva no encontré ninguna huella o señal del profesor, pero sabia que los gorilas habían pasado por allí pues no existía ningún otro camino. Espere a Fluffle y a la duquesa para exponerles la situación.