¡No toques eso! [Frog y Batmana] [Priv-Pas]

"Nunca debí venir a este sitio", pensó Frog mientras acariciaba su cuerpo con sus manos casi congeladas, con la intención de darles un poco de calor. Pero nada funcionaba, estaba a punto de morir de frío. Su única esperanza eran unas luces provenientes algunos metros más adelante. Según había escuchado, esta isla era conocida por ser hogar de la tecnología. Cosa a lo que la rana odiaba desde lo profundo de su alma, pero eso no importaba ahora, el sobrevivir era su prioridad. Así camino con las pocas fuerzas que le quedaban, acercándose poco a poco al lugar Su capa estaba casi congelada, y sus armas se cubrían de hielo poco a poco. El frío comenzaba a congelar su sangre, a pesar de estar acostumbrado a temperaturas bajas.

Ya mucho más cerca del lugar, encontró a un tipo detenido observándolo extrañado. Este se acerco a la rana, y le dio un abrigo. Le quedaba muy grande, pero lo calentaba mucho, eso sí. El chico echó al animal en un lado, mientras continuaba vigilando los alrededores. Era un tipo de guardia, al parecer en aquel lugar se estaba realizando un tipo de investigación, Frog desconocía los detalles, pero el hecho era en que aquel lugar algo estaba sucediendo. Pero por ahora el pequeño cazador anfibio decidió descansar en aquel lugar, todo esto no le daba buena espina, pero por lo menos podía sentirse seguro ese instante.

Pasaron varios minutos, la temperatura de su cuerpo se estaba regulando poco a poco, mientras tirado en el piso observaba los alrededores. Muchos metros más adelante observo algún tipo de edificio, o lo que sea que fuere. Un lugar en medio de la nieve era extraño, además de aquel sitio provenían esas luces que había visto antes. ¿Qué sucedía en ese lugar?, no era exactamente clara la respuesta, pero estaba seguro que en aquel lugar ocurrían cosas interesantes. Apenas y pudo ponerse de pie, lo hizo, y se acerco al guardia que intentaba cumplir su labor, vigilando todo el lugar.

- ¿Qué es aquel lugar?- Preguntó la rana ya algo cerca al guardia. Este al instante se sorprendió al ver hablar a la rana. Eso era posible, aunque Frog no lo quisiera así.

Entonces el hombre vaciló unos momentos, tenía muchas dudas, pero no podía ignorar a una rana que habla. Así que el hombre se arrodilló para igualar el tamaño del animal. No era alguien malo después de todo. Observo extrañado al animal, para asegurarse de que en realidad era la criatura la que había hablado. Y así lo era.

- ¿Pero que demonios eres tú?- Pregunto retrocediendo unos pasos asombrado de lo que estaba vienso.- Pues, aquel lugar es una instalación científica.- Concluyó dando un vistazo al lugar.

Frog también miro hacía ese sitio. Y extrañamente distinguió la silueta de una mujer, agitando su mano en son de saludo. Era para él, o para el guardia. No estaba seguro de eso, pero sí de qu aquel lugar le parecía interesante. Ya se había acostumbrado a las burlas de los demás por su apariencia, y poco le importaba eso. Sólo quería explorar y hallar nuevas cosas impresionantes. Y a pesar de odiar todo lo que tiene que ver con la ciencia, podría limitarse a observar, o eso intentaría, lo que había dentro de la instalación científica.

Si le dejarían ingresar era otro problema, pero al intentarlo no perdía nada. Así que lentamente empezó a caminar, para luego dar pequeños saltos con el abrigo encima. El guardia se limitó a observarlo, sabía que se dirigía a las instalaciones, pero quería librarse de ese problema, y espero a que sus compañeros se encargaran del problema si es que lo hacían. Entonces poco a poco la rana avanzó, con la intención de  acercarse al lugar. Aún hacia mucho frío, pero ese abrigo lo calentaba, y estaba por lo menos a una temperatura decente.

La rana continuó su camino, distinguiendo así la entrada del edificio. En esta parecía estar esperándolo una mujer, ya que lo observaba atentamente. Quizá ingresar al lugar sería fácil después de todo, pero varios guardias intervinieron hablando con la chica, al parecer disconformes con algo, como permitir ingresar a Frog. Esto era confuso, ya que unos instantes después la mujer continuaba sonriendo, esperando que el anfibio se acercara. ¿Arreglo los problemas?, o quizá nunca existió ninguno, pero el hecho era que aparentemente no existiría ninguna complicación. Así la rana dicidió acercarse a la entrada, en donde existía un poco de calor, quizá algún mecanismo de calefacción creado por científicos o alguien de aquel lugar. La mujer lo llamaba en voz alta, ir a un lugar cálido, eso era lo que a Frog quería.

- Podrían permitirme ingresar a este lugar, hace mucho frío acá afuera.- Dijo arrodillándose frente a la mujer y el grupo de guardias. La cortesía era alto que nunca perdería, y menos frente a la presencia de una dama. Como esperaba, algunos se sorprenderían, o no. En aquel lugar debían estar acostumbrados a ver cosas extrañas, pero el hecho de ver una rana parlante era muy curioso. Entonces volvió a ponerse de pie, esperando que hubiera alguna respuesta de los presentes. Aún se acurrucaba con el abrigo que tenía, le daba mucho calor, y en aquel sitio con tanto frío era bueno.

- Mi nombre es Frog, soy un viajero de los mares.- Dijo presentándose ante todos. Quizá les había caído bien, o no,  pero intentar dar la mejor impresión no era en vano, ya que de esa forma podría ganarse la confianza de ellos. Aún no sabía si lo iban a dejar entrar, aunque todo apuntaba a que sí debía estar precavido, quizá intentarían hacer experimentos con su precioso cuerpo. Pero nadie imaginaría que aquella rana era un poderoso espadachín, a no ser que observen sus espadas, que por ahora estaban ocultas por el abrigo.

"Mata a los guardias, ellos no te permitiran entrar", escuchó la rana en su mente. Era la espada, que intentaba persuadir al anfibio para que asesinara. Cada vez la espada se volvía más sangrienta, pero Frog siempre terminaba por ignorarla, eran polos opuestos, maldad y bondad. Pero Frog no se rendiría ante lavoluntad de la espada. No podía. Ahora sólo decidió simular no haber escuchado aquella voz, y esperar la respuesta de los presentes, era su decisión después de todo.

Luego de que la rana se arrodillara y presentara. La chica se asombró, además de enterarse de que el animal podía hablar, era muy educado. La naturaleza de Frog era siempre ser amable y respetuoso con los demás. Los hombres o guardias se asombraron también del anfibio. Pero la chica intervino diciendo que no hacia falta arrodillarse. Por lo que se levantó, para luego ver una de las manos de la mujer frente a él. Tenía la intención de llevarlo al interior de las instalaciones científicas... ¿De la mano? Así era. Por eso tomó la mano de la chica con la suya, cubierta con un guante.

Entonces fueron veloces hacia el interior. El frío había desaparecido por suerte para la rana. Y las instalaciones científicas, era exactamente como lo imaginaba. Un lugar frío lleno de metal. No era bonito ciertamente, pero no era un lugar tenebroso. Luego llegaron hasta una gran puerta de metal, el cual era un tipo de salón donde se reunían varios científicos según las palabras de la chica. Ingresaron a dentro e instintivamente intentaría soltar su mano, por si algo podría pasarle.

- Muchas gracias por permitirme entrar, ¿tú nombre era?- Preguntó la rana. No quería estar al lado de una desconocida. Aunque sabía que quizá esto fastidiara a la chica, pero no importaba. Observó a su alrededor, era un lugar mas frío que el resto. Piso de metal, sillones y cuadros en un vano intento por decorar la sala. Al parecer a este tipo de personas les agradaba aquello, aunque a la rana no. Frog se sacó el abrigo que tenía puesto, en aquel lugar no sentía frío y ya no era necesario. Seguramente luego  de eso no sería difícil notar sus armas. "No creo que esto la haga enojar, o sí" Pensó mientras dejaba el abrigo en un sillón.

Habían bastantes dudas que Frog estaba seguro tenía la mujer. Sin embargo, a pesar de todo no se atrevería a contar su historia. Ella se sentó en un mueble que se encontraba en el lugar, mientras "el" anfibio permaneció sentado en el suelo. También había comprendido que ella tan sólo era una ayudante, es decir, aprendiz de científico. Por lo demás, Frog no conocía más de eso, y no querría hacerlo. Era algo que no agradaba en lo absoluto al animal, por lo que no quizo meterse más en el tema.

- Mi historia es muy larga, y aunque explicaría tus dudas no la contaría... Pero en cambio, puedo responderte la otra pregunta. ¿Sabes que estoy buscando? Pues busca ser el mejor espadachín del mundo, y no lo haré quedándome en un solo lugar. Así que empecé a viajar...- Dijo volviéndose a poner de pie.- ¿Y tú, qué aspiraciones tienes?- Dijo algo intrigado.

Hace algunos momentos había escuchado a la ayudante hablar de un sueño, y la verdad a Frog le intrigaba un poco. Aquel lugar seguía siendo algo desagradable para el anfibio, solo metal y cosas tecnológicas, pero a pesar de ello se intentaba acostumbrar. En su día logró a adaptarse a vivir como un animal, y aunque lo hizo durante cinco años, esta vez podría ser menos.

La rana escuchaba tranquilamente las palabras de aquella chica, cogiendo aquella barra de chocolotetenía un sueño que agradaba al anfibio. Ser libres, ciertamente Frog la ayudaría en eso si es que se lo pedía. Sim embargo, la siguiente pregunta de la mujer le hizo pensar mucho más. Él había de entrenar, lo hacía en cada isla a la que iba, aunque en está aún no lo hacía. No podía permanecer ahí por más tiempo, era el momento de irse, aunque su encuentro con aquella aprendiz de científica había sido muy interesante, Frog quería mostrarle en un futuro lo fuerte que se volvería y quizá un día ayudarle en su sueño.

- Pues no lo creo, la verdad no me agradan las cosas científicas. Creo que llego el momento de irme, este no es mi lugar. Guardaré el chocolate hasta que sea necesario, ahora podrías indicarme la salida.- Dijo la rana mirando una vez más por donde había venido.

Debía irse, seguir moviéndose y volverse cada vez más fuerte. Aunque un momento para reflexionar como lo hizo con Amy nunca era malo, aunque ahora ya había acabado. La ranita esperaba que la ayudante le indicara el lugar para irse, las despedidas no eran muy buenas con él, ya que el siempre esperaba que encontraría nuevamente a sus amigos, y esta no era la excepción...