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Amy & Henry
Escenario: Dressrosa (Castillo)
En lo más alto de la isla está el palacio real, lugar de residencia hasta hace ochocientos años de la Familia Donquixote, también fue el lugar de residencia durante ochocientos años de la Familia Riku, hasta que se lo arrebató el Shichibukai Donquixote
Turnos: Amy - Henry - Amy - Henry - Amy
Dato: No pasa nada extraño, solo que se va a realizar una llamada a los ciudadanos en el castillo. Por primera vez se abre el castillo (no todo) para presentar a los ciudadanos una lluvia de estrellas que pasa solo cada 15 años. El lugar esta cerrado a las 150 primeras personas que se apunten. Por supuesto la marina ha mandado a algunos científicos para conseguir información sobre aquel efecto maravilloso en el cielo.
Es de día aún, esta anocheciendo, en dos horas se empezará el evento, cuando anochezca.
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El color naranja del cielo se iba intensificando con el paso del tiempo, mientras tanto ella miraba a través de una de las ventana que tenía aquel carruaje.
El gobierno se había encargado de los preparativos de ella en aquella situación, necesitaban un científico que sea capaz de hacer las anotaciones necesarias sobre la lluvia de estrellas, pues los de mayor cargo y experiencia se habían negado a asistir a ese acontecimiento de “nobles” y ciudadanos.
A todo esto la muchacha estaba vestida con un vestido de color celeste y blanco lleno de volados, bastante elegante pues supuestamente debía estar a tono con el escenario que le estaba ofreciendo Dressrosa. Su cabello azulado combinaba muy bien con las ropas, y sus orbes celestes hacían que ella se viera realmente como una muñeca, pues su cuerpo y vestimenta armonizaban completamente.
Una de sus manos comenzó a acariciar suavemente los alargados mechones, que para esa situación especial habían adquirido una forma ondulada y eran amarrados por un moño del mismo color. Por otra parte ella observaba con detenimiento esas ropas, hacía mucho que no vestía como noble y se comportaba como una… suponia que iba a ser divertido recordar las cosas que había aprendido de niña.
Levemente llevo una de sus manos hacia la cartera que estaba al lado de sus piernas, en ella guardaba una libreta con un lápiz, pues debía disimular un poco ese cargamento.
Después de unos minutos la carreta se detuvo enfrente del castillo, que aún no abría...pues faltaban algunos minutos para que este dejara pasar al público, por lo tanto la joven -con elegancia- comenzó a bajar del carruaje para después mirar a su alrededor y ver que también había bastante gente con ansias de entrar… por suerte ella pertenecía al gobierno y no tenía problemas con esas situaciones.
El gobierno se había encargado de los preparativos de ella en aquella situación, necesitaban un científico que sea capaz de hacer las anotaciones necesarias sobre la lluvia de estrellas, pues los de mayor cargo y experiencia se habían negado a asistir a ese acontecimiento de “nobles” y ciudadanos.
A todo esto la muchacha estaba vestida con un vestido de color celeste y blanco lleno de volados, bastante elegante pues supuestamente debía estar a tono con el escenario que le estaba ofreciendo Dressrosa. Su cabello azulado combinaba muy bien con las ropas, y sus orbes celestes hacían que ella se viera realmente como una muñeca, pues su cuerpo y vestimenta armonizaban completamente.
Una de sus manos comenzó a acariciar suavemente los alargados mechones, que para esa situación especial habían adquirido una forma ondulada y eran amarrados por un moño del mismo color. Por otra parte ella observaba con detenimiento esas ropas, hacía mucho que no vestía como noble y se comportaba como una… suponia que iba a ser divertido recordar las cosas que había aprendido de niña.
Levemente llevo una de sus manos hacia la cartera que estaba al lado de sus piernas, en ella guardaba una libreta con un lápiz, pues debía disimular un poco ese cargamento.
Después de unos minutos la carreta se detuvo enfrente del castillo, que aún no abría...pues faltaban algunos minutos para que este dejara pasar al público, por lo tanto la joven -con elegancia- comenzó a bajar del carruaje para después mirar a su alrededor y ver que también había bastante gente con ansias de entrar… por suerte ella pertenecía al gobierno y no tenía problemas con esas situaciones.
- Amy: :
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No todos los días se podía ver una lluvia de estrellas en lo mas alto del palacio de Dressrosa. Era el primer año donde la familia real abría las puertas a los ciudadanos para poder visualizar ese fenómenos astronómico. Me encontraba en la entrada que llevaba directamente a un ascensor que subía al palacio. En la misma entrada se encontraban varios marines que apuntaban los nombres de los 150 primeras personas. Lo sabía porque había bajado la mirada unos segundos a los papeles.
Llegó la hora de apuntarme, loa marines me preguntaron el nombre, apellidos y la edad, poco más. Directamente me acompañaron todos muy serios al ascensor. Allí dentro estaba rodeado de familias nobles con sus hijos, todos ilusionados por ver este acontecimiento, eso hizo que una sonrisa se pintase en mi cara y luchar por la seguridad y sus derechos que según Dave no existían por culpa del gobierno. Llegamos a un jardín muy completo con todo tipo de plantas y árboles. En la entrada habían un montón de personas esperando a que se abriese las puertas hasta una terraza.
Había un montón de gente allí de todo tipo, familias enteras felices por poder ver todo esto. Todo era familia menos unos pocos, había una chica que me había llamado la atención, ya que no entraba dentro del prototipo de gente de allí por la ropa que tenía. Me acerqué a la chica del pelo azul y con una sonrisa me presenté.
- Buenas me llamo Henry ¿y tu?¿es la primera vez que ves este espectáculo astronómico?
Llegó la hora de apuntarme, loa marines me preguntaron el nombre, apellidos y la edad, poco más. Directamente me acompañaron todos muy serios al ascensor. Allí dentro estaba rodeado de familias nobles con sus hijos, todos ilusionados por ver este acontecimiento, eso hizo que una sonrisa se pintase en mi cara y luchar por la seguridad y sus derechos que según Dave no existían por culpa del gobierno. Llegamos a un jardín muy completo con todo tipo de plantas y árboles. En la entrada habían un montón de personas esperando a que se abriese las puertas hasta una terraza.
Había un montón de gente allí de todo tipo, familias enteras felices por poder ver todo esto. Todo era familia menos unos pocos, había una chica que me había llamado la atención, ya que no entraba dentro del prototipo de gente de allí por la ropa que tenía. Me acerqué a la chica del pelo azul y con una sonrisa me presenté.
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Ella se encontraba algo nerviosa, habia muchisima gente en su entorno, estaba rodeaba y de cierta forma eso le asustaba, por lo tanto comenzó a mirar hacia todos lados para ver si encontraba una ubicación donde no hubiera tanta gente pero de repente escuchó una voz masculina cerca de ella causando que la joven se diera vuelta con elegancia y tranquilidad -de niña había aprendido a no despojarse de su compostura nunca-. Posando sus orbes celestes en el joven que ahora le había hablado. Al escuchar la presentación y pregunta Amy solo sonrió apaciguadamente mientras llevaba uno de sus dedos entre alguno de sus mechones largos y azulados.
-Si, esta es la primera que veré este espectáculo astronómico… pues la última vez que ocurrió era muy pequeña.-
Dijo con tranquilidad en un tono audible, sus palabras eran cálidas y tranquilas… no parecía sentir ningún malestar, pero la verdad era que a la científica no le agradaban los hombres ni estar en lugares con tantas personas. Sin dudas Amy estaba haciendo fuerzas sobrehumanas para poder comportarse entre tanto público.
-Mi nombre es Amy.-
Acoto la chica a la vez que el tumulto de gente comenzaba a farfullar aún más fuerte y trataban de hacer presión para que los que estaban delantes avanzaran para cruzar las puertas...pues ya se habían abierto, al fin el horario estaba cumplido.
Ante esa acción Amy trago un poco lento, sabia muy bien que ahora la gente comenzaria a amontonarse aún más y apretarse una con otra para hacer presión.
- ¿Usted viene a contemplar este hecho natural para el conocimiento propio o por trabajo?-
Las palabras de Amy eran educadas, manteniendo un cierto estilo de niña fina… algo que estaba muy lejos de lo que realmente era realmente la científica.
-Si, esta es la primera que veré este espectáculo astronómico… pues la última vez que ocurrió era muy pequeña.-
Dijo con tranquilidad en un tono audible, sus palabras eran cálidas y tranquilas… no parecía sentir ningún malestar, pero la verdad era que a la científica no le agradaban los hombres ni estar en lugares con tantas personas. Sin dudas Amy estaba haciendo fuerzas sobrehumanas para poder comportarse entre tanto público.
-Mi nombre es Amy.-
Acoto la chica a la vez que el tumulto de gente comenzaba a farfullar aún más fuerte y trataban de hacer presión para que los que estaban delantes avanzaran para cruzar las puertas...pues ya se habían abierto, al fin el horario estaba cumplido.
Ante esa acción Amy trago un poco lento, sabia muy bien que ahora la gente comenzaria a amontonarse aún más y apretarse una con otra para hacer presión.
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Las palabras de Amy eran educadas, manteniendo un cierto estilo de niña fina… algo que estaba muy lejos de lo que realmente era realmente la científica.
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La noche empezaba a cubrir el cielo y junto ala noche lo hacían las estrellas. Allí se podían diferenciar la mayoría de las constelaciones, la que mas iluminaba era la constelación de Geminis y con sus dos estrellas más importantes cuyo nombre no podía acordarme. Estaba allí en la entrada junto a un montón de personas que esperaban con ansias ver el espectáculo, mientras lo decía pude ver a un mujer muy guapa. Me acerqué para hacer mas ameno la espera, me presenté y le pregunté su nombre y porque estaba allí.
-Si, esta es la primera que veré este espectáculo astronómico… pues la última vez que ocurrió era muy pequeña.
Su voz era cálida, se notaba que aquella muchacha era de la realeza, o por lo menos lo parecía. Empezaron a llegar más y más gente, llegando a estar un poco apretados juntos a los demás, me empecé a angustiar. La gente empezaba a gritar que querían entrar, algunos agitaban violentamente la puerta. Podía sacar mi arma y poner orden, pero podía pasarme y me podían denegar la entrada por mi comportamiento.
-Mi nombre es Amy.
Me sentía mucho más angustiado, menos mal que aparecieron algunos guardias a poner orden a los ciudadanos aquellos e informando de que las puertas estaban abiertas para el público. Todo el mundo empezó a entrar empujando a los demás, por mi parte me quedé al final del todo, no me apetecía ser apaleado por los demás.
- ¿Usted viene a contemplar este hecho natural para el conocimiento propio o por trabajo?
- No me llames de usted, llámame Henry por favor.- Le dije con una sonrisa en la cara -He venido por conocimiento propio, las estrellas me han gustado mucho desde pequeño y quiero ser un buen astrónomo, ¿vienes también por conocimiento propio?
Invité a la chica pasar, aunque no me había criado en las altas sociedades, algo sabía sobre eso. Además mi madre me decía siempre que nunca está demás enseñar la educación de uno mismo.
-Si, esta es la primera que veré este espectáculo astronómico… pues la última vez que ocurrió era muy pequeña.
Su voz era cálida, se notaba que aquella muchacha era de la realeza, o por lo menos lo parecía. Empezaron a llegar más y más gente, llegando a estar un poco apretados juntos a los demás, me empecé a angustiar. La gente empezaba a gritar que querían entrar, algunos agitaban violentamente la puerta. Podía sacar mi arma y poner orden, pero podía pasarme y me podían denegar la entrada por mi comportamiento.
-Mi nombre es Amy.
Me sentía mucho más angustiado, menos mal que aparecieron algunos guardias a poner orden a los ciudadanos aquellos e informando de que las puertas estaban abiertas para el público. Todo el mundo empezó a entrar empujando a los demás, por mi parte me quedé al final del todo, no me apetecía ser apaleado por los demás.
- ¿Usted viene a contemplar este hecho natural para el conocimiento propio o por trabajo?
- No me llames de usted, llámame Henry por favor.- Le dije con una sonrisa en la cara -He venido por conocimiento propio, las estrellas me han gustado mucho desde pequeño y quiero ser un buen astrónomo, ¿vienes también por conocimiento propio?
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