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Golemu (roca) = Lv 47 Devastador Torre
Hipopótamus = Lv 38 Devastador Torre
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Akuma no mi
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El viento en la cara era una de las cosas más maravillosas que había, aunque dudaba que Worgulv lo apreciara como él. Las velocidades que alcanzaba eran infernales, y aunque estaba cerca y no le importaba tomarse un minuto o dos más de vuelo, para el vikingo, que debía estar volando por primera o segunda vez, debía ser una sensación pavorosa. El mundo desplazándose bajo él a altas velocidades, sin ningún apoyo más que él mismo o, en aquel caso, Dexter. De todas formas intentaba que fuera un viaje agradable para los dos.
Aterrizó junto a su nakama, y al poco tiempo se le sumó Deathstroke, listo para comenzar la exploración de aquella roca. El suelo era de arena fina, dorada, y lo que había ante ellos una cueva protegida por... ¿Dinosaurio? ¿Dragón? ¿Horrible y sucia amalgama de la creación? De la creación no, eso sin duda. Estaba lleno de cicatrices, y parecía haber pasado por las mismas cirugías que Asder... Aunque no olía tan mal, ni llevaba ese ridículo tenedor con el que se lo veía a veces. Además, su haki de observación no mostraba rastros de inteligencia en ese ser, algo que sorprendentemente el Shichibukai sí poseía.
Además de aquel ser, lo acompañaban lo que parecía una piedra con cabeza y un hipopótamo bastante raro se encontraban también allí, con la misma cara de pocos amigos que el dinosaurio biomodificado. "¿Pero esto qué es?", se preguntó, observando minuciosamente al animal y a sus acompañantes. Sin duda alguna su presencia allí no era casual. Obviamente, tres seres tan dispares juntos debían haber sido colocados para proteger algo, algo que estaría dentro de aquella cueva.
-Bueno chicos, vamos a avanzar despacito y con calma- dioel primer paso y descubrió que ni despacito ni calma. Su mantra lo advirtió de la enorme pedrada que le iba a lanzar el bicho aquel, y su mente comenzó a funcionar.
"Veamos... La roca ha alcanzado una velocidad de 12 metros por segundo, y seguirá acelerando. Se ha lanzado con una inclinación relativa de ocho grados sobre la horizontal... ¡Te pillé!", pensó, golpeando con su puño la piedra, que se hizo polvo debido a su Blue Rose Earthquake, que dejaba su marca en cualquier superficie rocosa. Aunque debido al pequeño tamaño de la masa, simplemente se veía reducida a grava, y el dragón observó. ¿Debería luchar? Tal vez, con suerte, él podría encarar a los tres, pero Worgulv no le volvería a perdonar que se inmiscuyese en sus asuntos, y Deathstroke... Bueno, él era un misterio irresoluble.
-Bueno, luchad si queréis- dijo a sus compañeros-. Si estáis en problemas intervendré. Pero prefiero no hacer daño a un animal, por raro y feo que sea.
Con aquello se sentó en el suelo, esperando a que lo necesitaran, si es que llegaban a verse en problemas.
Aterrizó junto a su nakama, y al poco tiempo se le sumó Deathstroke, listo para comenzar la exploración de aquella roca. El suelo era de arena fina, dorada, y lo que había ante ellos una cueva protegida por... ¿Dinosaurio? ¿Dragón? ¿Horrible y sucia amalgama de la creación? De la creación no, eso sin duda. Estaba lleno de cicatrices, y parecía haber pasado por las mismas cirugías que Asder... Aunque no olía tan mal, ni llevaba ese ridículo tenedor con el que se lo veía a veces. Además, su haki de observación no mostraba rastros de inteligencia en ese ser, algo que sorprendentemente el Shichibukai sí poseía.
Además de aquel ser, lo acompañaban lo que parecía una piedra con cabeza y un hipopótamo bastante raro se encontraban también allí, con la misma cara de pocos amigos que el dinosaurio biomodificado. "¿Pero esto qué es?", se preguntó, observando minuciosamente al animal y a sus acompañantes. Sin duda alguna su presencia allí no era casual. Obviamente, tres seres tan dispares juntos debían haber sido colocados para proteger algo, algo que estaría dentro de aquella cueva.
-Bueno chicos, vamos a avanzar despacito y con calma- dioel primer paso y descubrió que ni despacito ni calma. Su mantra lo advirtió de la enorme pedrada que le iba a lanzar el bicho aquel, y su mente comenzó a funcionar.
"Veamos... La roca ha alcanzado una velocidad de 12 metros por segundo, y seguirá acelerando. Se ha lanzado con una inclinación relativa de ocho grados sobre la horizontal... ¡Te pillé!", pensó, golpeando con su puño la piedra, que se hizo polvo debido a su Blue Rose Earthquake, que dejaba su marca en cualquier superficie rocosa. Aunque debido al pequeño tamaño de la masa, simplemente se veía reducida a grava, y el dragón observó. ¿Debería luchar? Tal vez, con suerte, él podría encarar a los tres, pero Worgulv no le volvería a perdonar que se inmiscuyese en sus asuntos, y Deathstroke... Bueno, él era un misterio irresoluble.
-Bueno, luchad si queréis- dijo a sus compañeros-. Si estáis en problemas intervendré. Pero prefiero no hacer daño a un animal, por raro y feo que sea.
Con aquello se sentó en el suelo, esperando a que lo necesitaran, si es que llegaban a verse en problemas.
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Intenté seguir a Dexter con toda la velocidad que pude pero me resultó imposible, y no fue hasta que llegó a tierra que el capitán paró, dejando al vikingo en el suelo, y llegando yo al poco tiempo, ambos parecían esperarme en una arena de aspecto fino. Parecía que exploraríamos la isla en busca de algo interesante.
En frente de nosotros se encontraba la entrada a una cueva, sin embargo, parecía estar protegida por algunas criaturas extrañas de las que no tenía constancia y además dudaba de que se encontrasen en algún atlas de especies animales o criaturas, quizás debería de tomar notas de estas criaturas llenas de cicatrices, por lo que posiblemente no fuesen naturales y creadas por la evolución, aunque podían haber estado en alguna pelea y algún veterinario haberles curado, pero esta opción era muy improbable.
Una de las criaturas era similar a un dragón o dinosaurio de color verde y tana alto como el capitán, por lo que le echaba unos cuatro metros, otra de las criaturas, era una roca pero no una cualquiera, tenía patas y una cabeza eso evidentemente no era algo natural, y por último había un hipopótamo, parecía el más normal de los tres, aunque en la boca y en la espalda tenía unos aparatos extraños que expulsaban arena.
El dinosaurio nos lanzó una roca a una gran velocidad, y que no reducir la velocidad, sin embargo, no supuso ningún problema para el capitán pues de un puñetazo la rompió en pedazos, los cuales evité moviéndome hasta quedarme casi detrás de Dexter, y tras eso me coloqué a su altura para hacer frente a los animales en caso de que luchásemos, cuando de repente un comentario de Dexter me sorprendió ligeramente no quería luchar contra estos seres.
-Bueno siempre podríamos intentar pasar como si nada, pero dudo que podamos- dije a mis compañeros mientras me acercaba con cuidado y preparado para reaccionar en caso de recibir algún tipo de ataque de los animales.
En frente de nosotros se encontraba la entrada a una cueva, sin embargo, parecía estar protegida por algunas criaturas extrañas de las que no tenía constancia y además dudaba de que se encontrasen en algún atlas de especies animales o criaturas, quizás debería de tomar notas de estas criaturas llenas de cicatrices, por lo que posiblemente no fuesen naturales y creadas por la evolución, aunque podían haber estado en alguna pelea y algún veterinario haberles curado, pero esta opción era muy improbable.
Una de las criaturas era similar a un dragón o dinosaurio de color verde y tana alto como el capitán, por lo que le echaba unos cuatro metros, otra de las criaturas, era una roca pero no una cualquiera, tenía patas y una cabeza eso evidentemente no era algo natural, y por último había un hipopótamo, parecía el más normal de los tres, aunque en la boca y en la espalda tenía unos aparatos extraños que expulsaban arena.
El dinosaurio nos lanzó una roca a una gran velocidad, y que no reducir la velocidad, sin embargo, no supuso ningún problema para el capitán pues de un puñetazo la rompió en pedazos, los cuales evité moviéndome hasta quedarme casi detrás de Dexter, y tras eso me coloqué a su altura para hacer frente a los animales en caso de que luchásemos, cuando de repente un comentario de Dexter me sorprendió ligeramente no quería luchar contra estos seres.
-Bueno siempre podríamos intentar pasar como si nada, pero dudo que podamos- dije a mis compañeros mientras me acercaba con cuidado y preparado para reaccionar en caso de recibir algún tipo de ataque de los animales.
Worgulv
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El pelo del hombre le azotaba el rostro, el viento le golpeaba con violencia, la velocidad alcanzada por su gran capitán, superaba por muchísimo, lo que logro distraer al hombre de sus turbios pensamientos, no podía distraerse ahora, iban a aterrizar en terreno inexplorado y no sabía que posibles amenazas podría encontrarse, el hombre esperaba que alguna les saliera al paso, necesitaba una buena batalla para aclarar sus ideas.
No tardaron en llegar a tierra, el hombre toco tierra, mientras su compañero, Deathstroke llegaba. Ante nosotros se presentaba una gran cueva, una extrañas criaturas la moraban, pero que no era extraño en este mundo, salvo que estas presentaban algo especial, el hombre aun con sus pocos conocimientos, pudo distinguir que esos animales no tenían su origen en la madre naturaleza, las cicatrices que portaban bien podían ser de una batalla pasada, pero algunas distinguían ciertos puntos, similares a las que dejan una herida que ha recibido una sutura, y quitando el hecho obvio que un pedrusco no tiene cabeza ni extremidades.
Las criaturas no dieron tiempo a pensar, una de ellas, un gran reptil verde le lanzo una roca de un tamaño considerable y a una velocidad que denotaba una fuerza extraordinaria, por suerte el capitán estuvo hábil y la hizo añicos antes de que lograse impactarlos, el hombre no sabía si alegrarse e haber encontrado un enfrentamiento tan pronto, pero jamás se le hacía asco a una batalla, por acto reflejo o por instinto el hombre ya tenía su hacha gélida en las manos, pero algo le decía que no sería suficiente, así que saco uno de los tubos maestros.
Lo que tuvo lugar después le sorprendió su capitán se sentó y decreto que no iba a luchar si no era preciso, que eran los tres de mi compañero y del hombre, el hombre frunció ligeramente el ceño, ¿era una prueba?¿teníamos que mostrar si éramos dignos de vencer a esas criaturas antinaturales? el hombre era consciente de la diferencia de fuerza que tenía con sus otros compañeros, esos extraños poderes de metamorfosis o algunas habilidades peculiares, le dejaban muy atrás, pero eso no iba a amedrentarlo, mientras su compañero trato de iniciar una acción de ¿sigilo? (¿se come?) o de evitar conflicto, el hombre partió raudo hacia la bestia que parecía más natural, si no fuese porque segregaba grandes cantidades de arena, pero era la única criatura que parecía tener la piel con menor resistencia, al no ser ni escamas ni pura roca, esperaba no errar en su elección. El hombre arremetió contra dicha criatura, y a mitad de distancia el poder de los dioses comenzó a rodear le, sus alas empezaron a formarse y el tubo maestro obtenía la forma de una espada bastarda de considerables dimensiones, estaba listo para probar su valía
No tardaron en llegar a tierra, el hombre toco tierra, mientras su compañero, Deathstroke llegaba. Ante nosotros se presentaba una gran cueva, una extrañas criaturas la moraban, pero que no era extraño en este mundo, salvo que estas presentaban algo especial, el hombre aun con sus pocos conocimientos, pudo distinguir que esos animales no tenían su origen en la madre naturaleza, las cicatrices que portaban bien podían ser de una batalla pasada, pero algunas distinguían ciertos puntos, similares a las que dejan una herida que ha recibido una sutura, y quitando el hecho obvio que un pedrusco no tiene cabeza ni extremidades.
Las criaturas no dieron tiempo a pensar, una de ellas, un gran reptil verde le lanzo una roca de un tamaño considerable y a una velocidad que denotaba una fuerza extraordinaria, por suerte el capitán estuvo hábil y la hizo añicos antes de que lograse impactarlos, el hombre no sabía si alegrarse e haber encontrado un enfrentamiento tan pronto, pero jamás se le hacía asco a una batalla, por acto reflejo o por instinto el hombre ya tenía su hacha gélida en las manos, pero algo le decía que no sería suficiente, así que saco uno de los tubos maestros.
Lo que tuvo lugar después le sorprendió su capitán se sentó y decreto que no iba a luchar si no era preciso, que eran los tres de mi compañero y del hombre, el hombre frunció ligeramente el ceño, ¿era una prueba?¿teníamos que mostrar si éramos dignos de vencer a esas criaturas antinaturales? el hombre era consciente de la diferencia de fuerza que tenía con sus otros compañeros, esos extraños poderes de metamorfosis o algunas habilidades peculiares, le dejaban muy atrás, pero eso no iba a amedrentarlo, mientras su compañero trato de iniciar una acción de ¿sigilo? (¿se come?) o de evitar conflicto, el hombre partió raudo hacia la bestia que parecía más natural, si no fuese porque segregaba grandes cantidades de arena, pero era la única criatura que parecía tener la piel con menor resistencia, al no ser ni escamas ni pura roca, esperaba no errar en su elección. El hombre arremetió contra dicha criatura, y a mitad de distancia el poder de los dioses comenzó a rodear le, sus alas empezaron a formarse y el tubo maestro obtenía la forma de una espada bastarda de considerables dimensiones, estaba listo para probar su valía
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Worgulv se lanza a por el hipopótamo, pero este no tiene pinta de quedarse quieto. Intenta pararlo abriendo su boca enorme y le lanza un poderoso mordisco al brazo derecho. Mientras, la tortuga de piedra se lanza con velocidad a por Deathstroke y salta a por él, haciéndose una bola en el aire para intentar estamparse en el estómago del pirata con gran potencia.
Mientras tanto, el dinogón pega un fuerte pisotón al suelo y provoca una vibración, intentando desestabilizar a todos. Las rocas de la cueva empiezan a desprenderse y del suelo, justo donde a dado el fuerte pisotón, empiezan a avanzar unas pequeñas grietas.
Mientras tanto, el dinogón pega un fuerte pisotón al suelo y provoca una vibración, intentando desestabilizar a todos. Las rocas de la cueva empiezan a desprenderse y del suelo, justo donde a dado el fuerte pisotón, empiezan a avanzar unas pequeñas grietas.
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Worgulv no quiso esperar a ver lo que me podía pasar en al acercarme a las criaturas y se alzó al ataque a la que parecía un hipopótamo, empuñando en sus manos uno de los rayos maestras que nos había regalado el capitán a toda la tripulación, este tomo forma de una espada bastarda bastante grande, el bicho antes de que este atacase le intentó atacar, pero no me fije en como pues la bola de piedra con patas y cabeza se lanzó rodando hacia mí a gran velocidad.
Aún en mi forma híbrida, desenfundé el rayo maestro que tenía en el lateral derecho del abdomen y lo encendí creando una espada de aproximadamente metro y medio y que utilizaría para asestarle una estocada a la roca que se dirigía hacia mí. Sin embargo esto no pudo ser ya que el tercer bicho golpeó el suelo con gran potencia haciéndome perder el equilibrio durante un momento.
-¡Mierda!- dije mientras me tambaleaba.
Por suerte, pude reaccionar a tiempo y en vez de una estocada le intenté proferir un golpe lateral mientras estaña en el aire y me movía a la vez que el golpe para evitar que me diese en caso de que no lo parase con la espada. Cuando pasó eso, cambié la forma del rayo maestro a la de látigo y lo lanzaría contra el dinosaurio para intentar agarrarlo, y en caso de que eso funcionase tiraría del látigo para desequilibrarlo y saltaría a la vez hacia él con toda mi velocidad para asestarle una parada en el pecho con toda mi fuerza, y sabiendo que me quedaría algo desprotegido en el ataque, las alas las preparé para hacer una parada en seco en caso de necesitarlo.
Aún en mi forma híbrida, desenfundé el rayo maestro que tenía en el lateral derecho del abdomen y lo encendí creando una espada de aproximadamente metro y medio y que utilizaría para asestarle una estocada a la roca que se dirigía hacia mí. Sin embargo esto no pudo ser ya que el tercer bicho golpeó el suelo con gran potencia haciéndome perder el equilibrio durante un momento.
-¡Mierda!- dije mientras me tambaleaba.
Por suerte, pude reaccionar a tiempo y en vez de una estocada le intenté proferir un golpe lateral mientras estaña en el aire y me movía a la vez que el golpe para evitar que me diese en caso de que no lo parase con la espada. Cuando pasó eso, cambié la forma del rayo maestro a la de látigo y lo lanzaría contra el dinosaurio para intentar agarrarlo, y en caso de que eso funcionase tiraría del látigo para desequilibrarlo y saltaría a la vez hacia él con toda mi velocidad para asestarle una parada en el pecho con toda mi fuerza, y sabiendo que me quedaría algo desprotegido en el ataque, las alas las preparé para hacer una parada en seco en caso de necesitarlo.
Worgulv
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El hombre pese a la perturbación existente en su cabeza, estaba puesto por completo en la batalla, el hombre se había lanzado sin previo aviso a sus compañeros hacia el objetivo que le pareció más adecuado para un mano a mano, quizás ese había sido un error que podía costarle cierta ventaja, ya que el trabajo en equipo siempre favorece en el momento de alcanzar la victoria.
El hombre ya se estaba abalanzando contra el animal, con las alas completamente desplegadas, su energía recorría todo su cuerpo envolviéndolo en un aura brillante, la bestia que ante él se encontraba, no dudo ni un segundo, abriendo sus grandes fauces hacia el brazo derecho, en el cual sostenía su hacha gélida, no parecía ser un mordisco débil, y el hombre aun con la dureza que le proporcionaban sus dioses, no confiaba mucho en los daños que podría acarrear, ya descontando el hecho de perder la movilidad del brazo y de su arma predilecta, sería una desventaja muy a tener en cuenta. El hombre reacciono rápido esperando que fuese suficiente para esquivar el ataque, batió su ala derecha con todas sus fuerzas, haciéndolo elevarse un poco del suelo y rotar hacia el lado contrario, y dejando un espacio entre las mandíbulas que ya se cerraban, de su brazo, quedando así libre de una presa que fácilmente le habría costado el combate.
El reptil parecido a un dragón sacudió el suelo, nada más cerrarse las mandíbulas de la bestia a la que se enfrentaba, pudo percibir la violencia y el poder de dicho golpe ya que la arena que parecía segregar el animal, se alzó, y por el rabillo del ojo vio que su compañero perdía ligeramente el equilibrio, parecía que él lo tenía más complicado, el hombre estaba atento por si su compañero necesitaba algún tipo de apoyo, parecía que intentaría domar a esa bestia reptiliana o al menos incapacitarlo de alguna manera, el hombre le ayudaría, si acababa antes su enfrentamiento, el hombre aprovecho la rotación para asestar un hachazo horizontal a la cabeza del animal, a la altura de su ojo izquierdo, y aprovechando la fuerza del golpe, clavar su espada bastarda en uno de los extraños orificios que parecía presentar el lomo de la bestia, por la cual segregaba arena, esperaba que ese orificio llegase a algún órgano importante, o al origen de esa extraña arena, la cual podría ser peligrosa en un momento dado.
El hombre ya se estaba abalanzando contra el animal, con las alas completamente desplegadas, su energía recorría todo su cuerpo envolviéndolo en un aura brillante, la bestia que ante él se encontraba, no dudo ni un segundo, abriendo sus grandes fauces hacia el brazo derecho, en el cual sostenía su hacha gélida, no parecía ser un mordisco débil, y el hombre aun con la dureza que le proporcionaban sus dioses, no confiaba mucho en los daños que podría acarrear, ya descontando el hecho de perder la movilidad del brazo y de su arma predilecta, sería una desventaja muy a tener en cuenta. El hombre reacciono rápido esperando que fuese suficiente para esquivar el ataque, batió su ala derecha con todas sus fuerzas, haciéndolo elevarse un poco del suelo y rotar hacia el lado contrario, y dejando un espacio entre las mandíbulas que ya se cerraban, de su brazo, quedando así libre de una presa que fácilmente le habría costado el combate.
El reptil parecido a un dragón sacudió el suelo, nada más cerrarse las mandíbulas de la bestia a la que se enfrentaba, pudo percibir la violencia y el poder de dicho golpe ya que la arena que parecía segregar el animal, se alzó, y por el rabillo del ojo vio que su compañero perdía ligeramente el equilibrio, parecía que él lo tenía más complicado, el hombre estaba atento por si su compañero necesitaba algún tipo de apoyo, parecía que intentaría domar a esa bestia reptiliana o al menos incapacitarlo de alguna manera, el hombre le ayudaría, si acababa antes su enfrentamiento, el hombre aprovecho la rotación para asestar un hachazo horizontal a la cabeza del animal, a la altura de su ojo izquierdo, y aprovechando la fuerza del golpe, clavar su espada bastarda en uno de los extraños orificios que parecía presentar el lomo de la bestia, por la cual segregaba arena, esperaba que ese orificio llegase a algún órgano importante, o al origen de esa extraña arena, la cual podría ser peligrosa en un momento dado.
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Dexter observó la batalla con cierta indiferencia. Sus compañeros hacían bastante bien su trabajo, sin embargo empezaba a tener algo de prisa. ¿Habrían tenido suficiente diversión? Quién sabe, pero él tenía que encontrar el dichoso artefacto que se supone andaba por la isla, y creía que se iba a perder toda una emocionante investigación de no hacerlo aprisa. Además, el bicho dragón generó una fisura que lo obligaba a levantarse, y estaba un poco mosqueado.
-Chicos, siento que vuestra diversión vaya a terminar ya- dijo, batiendo sus alas sobre la grieta y liberando su Haki del rey contra los animales, esperando que surtiera efecto. Iba a entrar en esa cueva sí o si-, pero tenemos cosas que hacer.
Al tiempo que liberaba su haki, preparó en su mano una pequeña esfera azul y, casi al instante se puso donde un pestañeo antes había estado el dinosaurio, liberando junto con un puñetazo e gran poder una onda de energía pura, la onda dragón, para terminar deprisa y sin hacer demasiado daño a su víctima. Esperaba que funcionase.
-Chicos, siento que vuestra diversión vaya a terminar ya- dijo, batiendo sus alas sobre la grieta y liberando su Haki del rey contra los animales, esperando que surtiera efecto. Iba a entrar en esa cueva sí o si-, pero tenemos cosas que hacer.
Al tiempo que liberaba su haki, preparó en su mano una pequeña esfera azul y, casi al instante se puso donde un pestañeo antes había estado el dinosaurio, liberando junto con un puñetazo e gran poder una onda de energía pura, la onda dragón, para terminar deprisa y sin hacer demasiado daño a su víctima. Esperaba que funcionase.
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Death golpea con el arma a la roca, pero ésta imbuye parte de su cuerpo en haki armadura, haciendo que el ataque no surgiera casi efecto. Aún así una pequeña brecha se forma en la tortuga de piedra. El látigo se dirige hacia el dinosaurio, pero este lanza un golpe al aire con uno de sus brazos, lanzando una pequeña onda de choque que desvió la trayectoria del látigo.
Mientras tanto, Worlug consigue esquivar el mordisco del extraño hipopótamo, para lanzarle un hachazo hacia el ojo izquierdo. El filo choca contra la cabeza de la bestia y se escucha un estallido, como si dos metales chocasen con fuerza. Al parecer la cabeza está forrada con un metal duro y tenaz, frenando el golpe del hacha. Pero eso no es todo, cuando la espada bastarda entra dentro de uno de los orificios del torso del animal, el hipopótamo lanza un chillido ensordecedor y lleno de dolor.
El dinosaurio parece estar preparado para atacar. Agarra una gran roca del suelo, de unos cincuenta centímetros de radio y se dirige hacia Death, con intenciones de aplastarlo. Pero gracias a Dexter, que libera su haki del rey, las bestias se quedan paralizadas, sin moverse a penas. Desata un poderoso puñetazo hacia el gran dinosaurio, que lo lanza contra las rocas de la montaña.
Parece que tenéis el tiempo suficiente para huir y aprovechar que el extraño dinosaurio está aturdido, aunque tened cuidado, parece que no estará por mucho tiempo así, ya que empieza a mover sus pezuñas.
Mientras tanto, Worlug consigue esquivar el mordisco del extraño hipopótamo, para lanzarle un hachazo hacia el ojo izquierdo. El filo choca contra la cabeza de la bestia y se escucha un estallido, como si dos metales chocasen con fuerza. Al parecer la cabeza está forrada con un metal duro y tenaz, frenando el golpe del hacha. Pero eso no es todo, cuando la espada bastarda entra dentro de uno de los orificios del torso del animal, el hipopótamo lanza un chillido ensordecedor y lleno de dolor.
El dinosaurio parece estar preparado para atacar. Agarra una gran roca del suelo, de unos cincuenta centímetros de radio y se dirige hacia Death, con intenciones de aplastarlo. Pero gracias a Dexter, que libera su haki del rey, las bestias se quedan paralizadas, sin moverse a penas. Desata un poderoso puñetazo hacia el gran dinosaurio, que lo lanza contra las rocas de la montaña.
Parece que tenéis el tiempo suficiente para huir y aprovechar que el extraño dinosaurio está aturdido, aunque tened cuidado, parece que no estará por mucho tiempo así, ya que empieza a mover sus pezuñas.
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Dexter miró a los animales. Le daban bastante pena, pero no eran sino aberraciones, creadas por quien se desveló ante todos a continuación. Un hombre de lengua más larga que su cara se mostraba carcajeante por su "ingenio" al encerrarlos a todos ahí. Sospechaba que se había dejado encerrar como una simple lagartija, y hasta cierto punto eso lo mosqueaba. De hecho, lo enfadaba mucho, y si bien pensaba ignorar al dinosaurio, en sus manos se generó una naginata de viento sólido, imbuida en el máximo haki que lograba abarcar. En cuestión de un instante, el mango del arma pasó de ser azul semi transparente a gozar de una consistencia negra sin igual, y el asta brilló por un momento antes de perderse de su vista, cuando trató con gran fuerza de rebanar el cuello de la bestia.
-¡¿Cómo he podido ser tan estúpido?!- rugió, observando la cuenta atrás que había sobre sus cabezas. Una marea de extraños animales sobrevolaban el lugar, y tres concretamente llamaban mucho su atención. Había sentido estremecer su cuerpo por un momento, y tras ello los animales habían volado libres. Hasta desde su posición podía apreciar los llamativos colores, y con su estremecimiento no hacía sino sentir la necesidad de terminar con todos ellos cuanto antes-. Deathstroke, Worgulv; Vamos.
Comenzó a avanzar por la cueva, invitando a sus compañeros a ponerse delante. Si aquel bicho aún estaba vivo, lo mejor sería protegerlos. ¿Dónde estaba Midorima cuando hacía falta? "En fin...". Tal vez aquella cueva los llevara a la superficie de la isla, y si no siempre podían dar la vuelta.
En cualquier caso, si sus compañeros trataban de discutir algo esperaría en la entrada y valoraría cambiar el plan.
-¡¿Cómo he podido ser tan estúpido?!- rugió, observando la cuenta atrás que había sobre sus cabezas. Una marea de extraños animales sobrevolaban el lugar, y tres concretamente llamaban mucho su atención. Había sentido estremecer su cuerpo por un momento, y tras ello los animales habían volado libres. Hasta desde su posición podía apreciar los llamativos colores, y con su estremecimiento no hacía sino sentir la necesidad de terminar con todos ellos cuanto antes-. Deathstroke, Worgulv; Vamos.
Comenzó a avanzar por la cueva, invitando a sus compañeros a ponerse delante. Si aquel bicho aún estaba vivo, lo mejor sería protegerlos. ¿Dónde estaba Midorima cuando hacía falta? "En fin...". Tal vez aquella cueva los llevara a la superficie de la isla, y si no siempre podían dar la vuelta.
En cualquier caso, si sus compañeros trataban de discutir algo esperaría en la entrada y valoraría cambiar el plan.
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