En busca de problemas [sinclair moon & Gusi] (PASADO)

Estaba en la isla de Goat, un nombre gracioso con el que poder hacer muchos juegos de palabras ¿Sería acaso que había muchos gatos en la isla o que llovía mucho? Ese pensamiento me hizo reirme.

Iba andando por la isla y por ahora ni llovía ni había visto ningún gato lo que si que divisaba era un pequeño cuartel de la marina. Al llegar allí parecía no haber nadie en el cuartel por lo que gritéHOLA HAY ALGUIEN AQUÍ

Ya estaba atardeciendo cuando decidí bajar de la roca. Estaba empezando a refrescar y lo que menos quería era pillarme un catarro. 

Baje de la roca con bastante soltura y puesto que no encontraba a nadie de la patrulla decidí volver al cuartel. 

En el camino de vuelta compre una manzana. La limpie un poco con la camiseta y la arree un gran mordisco. Tenía un sabor dulzón. 

Al llegar al cuartel me encontré con un sujeto que parecía que llevaba tiempo esperando:

-Hola, ¿necesita ayuda?- dije lo mas amablemente que pude.

Empezaba a atardecer y no se veía a nadie y, aunque refrescaba, yo llevaba mi chaqueta de cuero y mi gabardina y tampoco estaba mal, desde hacía un rato me estaba echando una siesta apoyado en una roca y cuando desperté me arrepentí. Tenía un dolor de cabeza terrible por haberla apoyado en ese lugar, pero aguanté el dolor, tampoco iba a transformarme en mi forma híbrida para curarme eso.

De repente, alguien se acercó y me preguntó si necesitaba ayuda - Solo estoy de paso por la isla, y claro está soy de los buenos, sino que estaría haciendo en la puerta de un cuartel de la marina? - Le dije sonriendo.

El hombre me transmitía paz interior. Que cosa mas rara,¿no?. Le dije que si quería quedarse a cenar, que había comida de sobra en el cuartel.

Cuando de repente una gran explosión sonó en la parte sur del pueblo. Sin pensarme lo dos veces, corrí en dirección al lugar donde se había propagado el ruido.
Trepé por la fachada de un edificio, para saltar de tejado en tejado con la intención de llegar mas rápido al lugar.

Y al llegar, no podía creer lo que estaba viendo. Las casas estaban en llamas y todos mis compañeros Marines estaban en el suelo, algunos con heridas graves. Baje de el edificio donde me encontraba y fui corriendo a hechar una mano a un compañero malherido.

-¿Qué ha pasado aquí? ¿Quién os ha hecho esto?

Cuando, sin previo aviso, fui golpeado. Salí disparado hasta chocar con una pared. Cuando alce la vista vi a un ser sobrenatural. Era como un Mino-tauros, pero escupía fuego por la boca. Trepe rápidamente por la pared para estar alejado de ese ser y cuando mire al horizonte, vi que estábamos en peligro. Era una manada de esos seres (digamos que 5).

OFF:

Parecía un tipo majo y me dijo que si me quería quedar a cenar, pero algo interrumpió esa oferta, más concretamente una explosión, el chico corrió y después fue saltando de tejado en tejado, dejandome a mi atrás. Por ello me quité la gabardina, dejando mi torso desnudo y mis pantalones de cuero negro al descubierto, me convertí en mi forma híbrida de ángel y lo seguí desde las alturas.

Cuando vi dónde se paraba el chico vi un paisaje sobrecogedor y sobrenatural, todo el lugar estaba en llamas y había un montón de marines en el suelo, me reeconvertí en mi forma humana y me puse la gabardina.

De repente vi como mi compañero volaba por los aires tras ser golpeado, cuando dirigí mi mirada a lo que le había golpeado me quedé perplejo, era un ser cornudo que echaba fuego por la boca y que estaba detrás del marine que acababa de conocer, pero por suerte, se puso a salvo.

Perdoneme caballero  de grandes astas, pero sus modales dejan mucho que desear. Tu y tus compañeros habeis quemado el pueblo y golpeado a los marines que había en el. Mi consejo es que os disculpeis y os vayais por donde habeis venido.


Aquel monstruo me dio un fuerte gruñido e intentó golpearme pero, por suerte, pude esquivarlo en su totalidad.


Bueno, bueno, bueno, eso no se parece en nada a una disculpa así que vosotros lo habeis querido.


Desenfundé mis dos pistolas y mi arrow of destruction  ya cargados, aunque la segunda arma no me serviría de mucho en esta ocasión.

Pude percibir como aquel chico del cuartel había llegado a la zona de las bestias. No pude verle con claridad pero diría que vino volando. El chico de repente saco unas armas. Aquello era perfecto.

Un gran gritó sonó. Era una mujer y un niño que estaban huyendo de las bestias. Volví a saltar al suelo y cogí una tapadera de un barril que se encontraba cerca de allí. Le hice una seña al chico para que me cubriera y rápidamente eche a correr en dirección a la mujer.

Estaba a escasa distancia de la mujer y el niño, cuando la bestia que los perseguía empezó a escupir fuego. Rápidamente me interpuse en medio de las llamas. Protegiendo a la familia con el escudo improvisado(la tapa del barril). 

-¡Poneros a cubierto!. Yo me encargo de la bestia. -la mujer echo a correr y se introdujo en una casa que estaba cerca. Me voltee con la tapa en llamas y a modo de disco olímpico se lo lancé a la bestia, dando le en toda la cabeza. La bestia retrocedió unos pasos por el impacto.

- No voy a permitir que haya mas heridos- dije con una mirada desafiante a la bestia.

Esta situación se volvía más extraña y peligrosa, el chico que había conocido en aquella isla, estaba protegiendo a una mujer y a un niño  que iban a ser atacados por una de esas bestias y después le atacó. Por lo que parecía en aquel infierno aun quedaban supervivientes, por lo que me dirigí al chico y le dije:

- ¿Podrías buscar a más supervivientes y a alguno de tus compañeros que nos pueda ayudar?


La bestia a la que había atacado el marine gritaba molesto por el ataque lo que dificultaba mi conversación con él.


- Por favor, caballero con gran cornamenta le importaría callarse un momento y, además dudo que le haya[url=#19260106] dolido[/url] mucho ese ataque.


Pareció que el monstruo se calmó y pude seguir hablando.


- Necesitamos poner a salvo a todos los supervivientes, pero no podemos luchar y ponerlos a salvo por lo que nos tendremos que separar, si tienes un den den mushi y tienes problemas contacta conmigo.


La bestia volvió a berrear como un poseso y me volví hacia el con cara de pocos amigos y con una pistola cargada con balas antitanque y le disparé a sus dos piernas y le desaparecieron literalmente.

- Caballero, ya le dije que eso no era dolor esto si.


El minotauro comenzó a berrear hasta que dejó de hacerlo, aunque lo que me preocupaba no era eso si no que su berrido final hubiese alertado a más de los suyos.

Gusi afirmaba con la cabeza mientras escuchaban el gran plan de Sinclair. Cuando el pequeño marine de pelo azul hecho a correr, volteo la cabeza y vio la escena tan alucinante que había provocado el caza recompensas con su arma. Lo que les gusta dar espectáculo, pensó Gusi para sus adentros.

El pequeño ayudaba a todas las personas que veía malheridos y las ponía a buen recaudo en sitios cubiertos y protegidos de las llamas y las bestias. Cuando de repente oyó una gran multitud de pasos, eran los refuerzos de la marina que venían del Norte. Todos los marines que vinieron se pusieron a socorrer y a proteger a los ciudadanos, con una eficacia sorprendente. Y los soldados de mas alto rango atacaron a las bestias para que no siguieran avanzando con su destrucción, consiguiendo destruir algunas.

Gusi se disponía a volver a la batalla cuando uno de los ancianos a los que había socorrido le agarro del brazo. Parecía un viejo mercader, con la piel arrugada y temblorosa. Con una sonrisa humilde le dio las gracias a Gusi. El chico agradecido le puso la mano en el hombro y echo a correr a la batalla. Se coloco al lado de una barrera de marines que estaban bloqueando a una de las bestias para que no avanzara mas por la ciudad. No podían dejar que las bestias siguieran destrozando todo a su paso. 

Toda las calles se encontraban ya libres de heridos, solo encontrabas a los minotauros de fuego, a los marines y algún que otro valiente que se atrevía a luchar con esos seres. Pero lo que mas le sorprendió a Gusi fue un tipo con el pelo largo y pelirrojo, con una gran bolsa con el símbolo de Berries. El sujeto en cuestión paseaba entre las bestias como si nada y para asombro del que le estuviera observando, las bestias pasaban de el. Seguro que el tenía algo que ver con todo aquello, cogí un den den mushi de un marine cercano e intente comunicarme con Sinclair y avisarle del nuevo descubrimiento.
El tipo se percató de que le estaba observando y con una sonrisa picara hecho a correr en dirección al puerto. No podíamos dejarle escapar.

El marine decidió ir a socorrer a las posibles personas que hubiese en el pueblo, mientras yo me había quedado en el sitio en el que había dejado a aquel monstruo sin ambas piernas. Era posible que aquel último alarido hubiese alertado a más monstruos hacia mi posición, por lo que cogí el mismo camino que instantes antes había seguido el marine.

Afortunadamente, habían llegado refuerzos de la marina tanto para ayudar a socorrer, como para luchar contra las bestias, cosa evidente, ya que por algunos lugares podía ver minotauros ya agonizantes o muertos. Pero por otro lado, parecían no acabarse nunca pues aun podía divisar a algunos de ellos, caminando por las calles. 

Pero lo que me seguía extrañando, es el como unos monstruos como esos podían haber llegado a aquella isla. Cuando de repente, mi den den mushi comenzó a sonar, era el marine diciendome que había visto a un hombre que se paseaba como Pedro por su casa entre aquellos monstruos, sin que estos los atacasen y que el tipo se había echado a correr hacía el puerto:

- Dime donde te encuentras necesito hablar contigo, sospecho porque a ese hombre no le atacan las bestias.

Gusi no sabía decirle con exactitud donde se encontraba, así que rápidamente escalo por una de las tuberías de un edificio acabando en su tejado. Con el Den den mushi, dijo que se encontraba en lo alto de un edificio, ya que sabía que allí le sería mas fácil de localizarle. Por los tejados no se encontraba nadie, mientras que por todas las calles había una enorme cantidad de marines por los que pasaba desapercibido.

Desde las alturas pudo comprobar como las bestias derrotadas eran un montón de cenizas negras en el suelo. Pero estas se movían sutilmente hasta las bestias que aun estaban en pie y las hacían regenerarse y volverse mas fuertes. Pero para su asombro, en vez de seguir luchando empezaron a retroceder hacía el puerto. ¿Tendrían algo que ver con aquel sujeto? 

Las bestias se juntaron todas, bloqueando el único camino hasta el puerto. Sus cuerpos empezaron a esparcir un humo negro, como la ceniza del suelo. Entonces sus cuerpos empezaron a juntarse. Combirtiendose en una única bestia, casi tan grande como el edifico donde me encontraba.

Gusi desde las alturas contemplaba boquiabierto, como los marines le plantaban cara a la enorme bestia. La cual les lanzaba por los aires con sus potentes golpes o los chamuscaba con sus fieras llamas. Quería bajar allí abajo y ayudar a sus compañeros. Pero sabía que eso no era la solución, solo conseguiría ser una baja mas en aquella infernal lucha. La bestia tendría que tener algún punto débil, y su obligación era descubrirlo.

Esto me sobrepasaba, seres que no sabía de donde venían, un tipo que al parecer podía controlarlos, sabía que no me lo iba a perdonar jamás y que siempre pensaría que fue un cobarde y, que quizás, morirían muchas personas por mi culpa, aunque de verdad rezaba porque aquellos marines pudiesen con todos los seres, mientras yo salía volando de allí como un cobarde.