Byakuro Kyoya
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Byakuro caminaba con cuidado por una de las calles de Dark Dome City. Ya había estado en aquella isla en un par de ocasiones anteriormente, y recordaba que el lugar era un nido de empresarios, ejecutivos, mafiosos, yonkis, damas de compañía y un montón de gente de vida nocturna y no siempre vista bien socialmente hablando. El caso que le había llevado a la isla en la que nunca amanecía en aquella ocasión era un pequeño recado que estaba realizando para un pobre desgraciado que se había encontrado en medio de una ruta marítima del Grand Line. Se basaba en entregar un paquete con un montón de dinero (obviamente negro) a un conocido magnate de la isla. Sin duda, todo aquello olía a chamusquina, por lo que Byakuro no había dudado en entregar el dinero a la Marina y después ponerse a buscar al magnate.
Sin embargo, en aquel lugar la gente parecía poder esconderse bien de ojos indiscretos, y no había logrado dar con la pista de la persona que buscaba. Tras más de quince restaurantes, ocho soplones, tres interrogatorios a borrachos, cuatro intentos de asesinato por sicarios de diversas bandas mafiosas y muchas personas con tráqueas hundidas, el cazador había decidido dejar de buscar al magnate y dejárselo a algún miembro del cuerpo de agentes del Gobierno. Mientras tanto, se había detenido en una plaza en una intersección entre dos grandes avenidas. El lugar contaba con un parque precioso, aunque algo pequeño ante los enormes edificios que lo rodeaban. En un banco cercano, una pareja magreaba de forma poco discreta, y más allá, en una de las fachadas del edificio que el cazador tenía en frente, se veía el anuncio del nuevo I-Den-Den Mushi Galaxy 8.2, con un sistema de llamada con hologramas y todo. Una pasada de cachivache que cualquiera de aquellos adinerados querría seguramente. Sobre el cartel, un hombre sacaba fotos a la pareja. Un paparazzi, seguramente. Al día siguiente la prensa rosa se encontraría con el escándalo de Mr. Pelo Engominado liándose con la Srta. Ropasligeras. Ciertamente, la mujer no parecía tener mucho decoro, con una falda que apenas le tapaba lo imprescindible.
Byakuro desvió la mirada de aquellos dos, justo a tiempo para ver un extraño brillo en un tejado a media altura, a su izquierda. De pronto, su mantra le alertó de algo, y apenas tuvo el tiempo justo para saltar hacia delante, antes de que el banco en el que estaba sentado estallase en astillas. ¿Un francotirador? El cazador buscó el extraño brillo en el edificio: ya no estaba. Ufff... por que poco. Un sonido llegó a sus oídos, por encima del de la gente que se reunía a su alrededor, curiosa ante aquel ataque: un pitido cada vez más agudo y veloz.
- ¡Al suelo! -gritó al tiempo que una explosión azotaba el parque. El cazador tuvo el tiempo justo para envolverse parcialmente en tinta, evitando la mayor parte de la bola de fuego resultante.
Sin embargo, en aquel lugar la gente parecía poder esconderse bien de ojos indiscretos, y no había logrado dar con la pista de la persona que buscaba. Tras más de quince restaurantes, ocho soplones, tres interrogatorios a borrachos, cuatro intentos de asesinato por sicarios de diversas bandas mafiosas y muchas personas con tráqueas hundidas, el cazador había decidido dejar de buscar al magnate y dejárselo a algún miembro del cuerpo de agentes del Gobierno. Mientras tanto, se había detenido en una plaza en una intersección entre dos grandes avenidas. El lugar contaba con un parque precioso, aunque algo pequeño ante los enormes edificios que lo rodeaban. En un banco cercano, una pareja magreaba de forma poco discreta, y más allá, en una de las fachadas del edificio que el cazador tenía en frente, se veía el anuncio del nuevo I-Den-Den Mushi Galaxy 8.2, con un sistema de llamada con hologramas y todo. Una pasada de cachivache que cualquiera de aquellos adinerados querría seguramente. Sobre el cartel, un hombre sacaba fotos a la pareja. Un paparazzi, seguramente. Al día siguiente la prensa rosa se encontraría con el escándalo de Mr. Pelo Engominado liándose con la Srta. Ropasligeras. Ciertamente, la mujer no parecía tener mucho decoro, con una falda que apenas le tapaba lo imprescindible.
Byakuro desvió la mirada de aquellos dos, justo a tiempo para ver un extraño brillo en un tejado a media altura, a su izquierda. De pronto, su mantra le alertó de algo, y apenas tuvo el tiempo justo para saltar hacia delante, antes de que el banco en el que estaba sentado estallase en astillas. ¿Un francotirador? El cazador buscó el extraño brillo en el edificio: ya no estaba. Ufff... por que poco. Un sonido llegó a sus oídos, por encima del de la gente que se reunía a su alrededor, curiosa ante aquel ataque: un pitido cada vez más agudo y veloz.
- ¡Al suelo! -gritó al tiempo que una explosión azotaba el parque. El cazador tuvo el tiempo justo para envolverse parcialmente en tinta, evitando la mayor parte de la bola de fuego resultante.
Nostariel
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Hacía poco que había salido de la isla, la verdad es que todo fuera de la isla donde me había criado me resultaba fascinante, teníamos poco de aquellas cosas allí. La isla a la que acababa de llegar solían decir que solo tenía noche, y viendo los edificios que tenía esa ciudad me parecía bastante creíble que la gente de abajo jamás viera la luz del sol. No tenía una guía de viaje, ni un mapa así que deambulaba por la ciudad mirando todo, los ciudadanos tampoco dejaban de fijarse en mí, cosa que comprendía pues su vestuario era totalmente diferente al mío.
Durante mi caminata por aquella ciudad en busca de alguna posada, pude encontrarme de lo más variopinta, todos llevaban ropas parecidas, pero algunos parecían usarlas desde hacía años y otros que la acabaran de comprar. Los que la tenían hacia años había visto que me miraban de forma diferente, más bien a mis armas. No conocía mucho de la cultura de aquí, pero si la gente solía evitar a los mal vestidos y tenerles miedo, es que no serían de fiar.
La calle por la que caminaba pequeña y oscura tenía muchas ramificaciones, a mitad de la calle un grupo de los de ropa vieja me rodeo. Querían mis cosas brillantes, para algo que no entendí, me dieron pena y simplemente use a los Negative Hollow para que quedaran allí durante un rato. Cuando estaba pasando por delante de una de las calles laterales algo exploto al final de esta, corrí hasta el lugar, que resultó ser una plaza ancha. Había mucha gente corriendo por todos los lados, y un hombre caído delante del cráter humeante de la explosión.
-¿Tienes heridas graves?- Pregunté al hombre, que aunque tirado parecía consciente tras acercarme.- Déjeme ayudarle.- y le puse un par de hojas que saque de la mochila, estas servían como vendas, además de estar empapadas de un analgésico.
Durante mi caminata por aquella ciudad en busca de alguna posada, pude encontrarme de lo más variopinta, todos llevaban ropas parecidas, pero algunos parecían usarlas desde hacía años y otros que la acabaran de comprar. Los que la tenían hacia años había visto que me miraban de forma diferente, más bien a mis armas. No conocía mucho de la cultura de aquí, pero si la gente solía evitar a los mal vestidos y tenerles miedo, es que no serían de fiar.
La calle por la que caminaba pequeña y oscura tenía muchas ramificaciones, a mitad de la calle un grupo de los de ropa vieja me rodeo. Querían mis cosas brillantes, para algo que no entendí, me dieron pena y simplemente use a los Negative Hollow para que quedaran allí durante un rato. Cuando estaba pasando por delante de una de las calles laterales algo exploto al final de esta, corrí hasta el lugar, que resultó ser una plaza ancha. Había mucha gente corriendo por todos los lados, y un hombre caído delante del cráter humeante de la explosión.
-¿Tienes heridas graves?- Pregunté al hombre, que aunque tirado parecía consciente tras acercarme.- Déjeme ayudarle.- y le puse un par de hojas que saque de la mochila, estas servían como vendas, además de estar empapadas de un analgésico.
Byakuro Kyoya
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Byakuro observó como tras la explosión una parte del parque había quedado carbonizada. ¿Quién demonios usaba balas con explosivos? La verdad es que aquel francotirador no había tenido muchos escrúpulos, pues en el parque aún había gente. Algunos estaban heridos, y el hombre de pelo engominado parecía haber salido malparado. El cazador iba a ayudarle, cuando una joven de pelo anaranjado, que obviamente por su forma de vestir no era de la isla, se acercó a él para ayudarlo. El cazador miró su propio aspecto, algo maltrecho debido a la explosión. No había recibido daños, pero parte de su ropa había quedado quemada y rota. Maldita sea, tendría que comprar más. Ignorando el hecho de que su pantalón ahora parecía recién salido de una guerra y que su camiseta estaba rota en algunas partes, mostrando su piel, no tenía marcas o heridas visibles, a excepción de alguna que otra marca rojiza en la piel. Observó la fachada, donde el paparazzi parecía estar sacando ráfagas de fotos a toda velocidad, posiblemente tratando de conseguir una exclusiva. Su objetivo le había enfocado a él, así que el cazador alzó la mano en dirección al mismo, e hizo un corte de manga al fotógrafo. Acababa de haber un atentado y el muy capullo solo pensaba en conseguir una noticia. Que rabia.
Cuando se dio cuenta, el hombre de pelo engominado, ahora bastante pálido, estaba mejor, con unas extrañas hojas a modo de vendajes. El cazador observó a la mujer y le preguntó, con aire de curiosidad:
- ¿Quién eres tú? -luego señaló al hombre que se alejaba con pasos renqueantes-. ¿Y qué son esas hojas? ¿Tienen alguna propiedad especial? -tras eso extendió la mano para ayudarla a incorporarse. El chico sonrió ampliamente a la chica que se había acercado a ayudar a los civiles en apuros-. Yo me llamo Bya. -tal vez lo conociese, o tal vez no, la verdad es que le daba igual.
Cuando se dio cuenta, el hombre de pelo engominado, ahora bastante pálido, estaba mejor, con unas extrañas hojas a modo de vendajes. El cazador observó a la mujer y le preguntó, con aire de curiosidad:
- ¿Quién eres tú? -luego señaló al hombre que se alejaba con pasos renqueantes-. ¿Y qué son esas hojas? ¿Tienen alguna propiedad especial? -tras eso extendió la mano para ayudarla a incorporarse. El chico sonrió ampliamente a la chica que se había acercado a ayudar a los civiles en apuros-. Yo me llamo Bya. -tal vez lo conociese, o tal vez no, la verdad es que le daba igual.
Nostariel
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Mientras curaba al hombre, pude fijarme en su vestimenta, a pesar de la que parecía más nueva tenia cosas diferentes, como con más color que el resto. Además un hombre no dejaba de lanzar ráfagas de luz, no sabía que era aquello, pero si sabía que era una molestia. Cambié de posición, para dejar al hombre a mi espalda, y seguir curando al herido. Cuando lo tenía casi del todo curado apareció un individuo con aspecto parecido a los que me habían atacado en la otra calle, pero este a diferencia tenia quemaduras. Seguramente fuera otro de los presentes aunque su ropa no parecía tan nueva como la de los demás, ni tan vieja como los asaltantes. El individuo, viéndolo más de cerca el joven me hizo varias preguntas y me tendió la mano, ese gesto ya lo había visto, lo usaban los hombres para ayudar a las mujeres.
-En efecto, sirven para vendar y están empapadas en un analgésico.- le dije mientras me levantaba apoyada en su mano.- Toma, ponte esto en esas quemaduras, evitara que vayan a peor por el roce, se llama Aloe Vera.- Le tendí una hoja que corte a la mitad para que viera el gel del interior, a ese ritmo me quedaría sin plantas en dos días.- ¿Sabes dónde hay un bosque o jardines cerca, necesito reponer los remedios?
El hombre de las fotos seguía molestando, y moviéndose por todos lados sin ayudar a nadie, por lo que me agache de nuevo como para recoger algo de la mochila. Generé un Negative Hollow en el suelo y lo guie hasta el hombre, haciéndolo aparecer lo justo para que le atravesara y luego lo hice desaparecer. Cuando me levante tenía varias hojas en la mano para enseñárselas al joven a ver si sabía dónde encontrarlas en aquella isla.
-En efecto, sirven para vendar y están empapadas en un analgésico.- le dije mientras me levantaba apoyada en su mano.- Toma, ponte esto en esas quemaduras, evitara que vayan a peor por el roce, se llama Aloe Vera.- Le tendí una hoja que corte a la mitad para que viera el gel del interior, a ese ritmo me quedaría sin plantas en dos días.- ¿Sabes dónde hay un bosque o jardines cerca, necesito reponer los remedios?
El hombre de las fotos seguía molestando, y moviéndose por todos lados sin ayudar a nadie, por lo que me agache de nuevo como para recoger algo de la mochila. Generé un Negative Hollow en el suelo y lo guie hasta el hombre, haciéndolo aparecer lo justo para que le atravesara y luego lo hice desaparecer. Cuando me levante tenía varias hojas en la mano para enseñárselas al joven a ver si sabía dónde encontrarlas en aquella isla.
Byakuro Kyoya
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Byakuro vio cómo la mujer le tendía unas hojas ligeramente rígidas de una planta que no conocía. "Aloe Vera" lo llamó la mujer. Dijo que iba bien contra las quemaduras. El chico sonrió y negó con la cabeza.
- No te preocupes, apenas me ha dolido. Hace tiempo que no tengo una quemadura seria -el chico le señaló las marcas rojizas-. Se me pasarán en unos minutos -el chico añadió entonces, observando la ropa de la chica-. No pareces ser de por aquí, ¿me equivoco?
El chico observó el lugar. La gente que se había reunido alrededor del lugar parecía sorprendida de aquel atentado. Vaya, si aquella gente estaba sorprendida, es que había llamado bastante la atención, lo suficiente como para que un sicario fuera a por él a lo bestia. Debía haber molestado a un pez gordo.
- Aish... odio esto... -murmuró para sí, sabiendo que cuanta más gente hubiese allí más peligro correrían-. ¡Apartaos de mí! ¡Soy el Shichibukai Byakuro Kyoya, y vengo buscando a un señor del crimen! ¡Cualquiera que se acerque está en grave peligro!
Dicho y hecho, la gente se dispersó en un abrir y cerrar de ojos. El cazador suspiró, algo cansado de toda una noche de correrías e investigación. Estaba empezando a hartarse de los sicarios. Buscó a algún rezagado que se hubiese quedado atrás, pero la mayoría de gente del lugar se había ido, incluido el ricachón de pelo engominado. El albino maldijo en voz baja, y entonces se giró de nuevo a la chica, para ver si seguía ahí o se había largado. Un ruido lo alertó. El ruido de... ¿balas? ¡Mierda! Una ráfaga de proyectiles empezó a recorrer la maltrecha plaza en su dirección. ¿Más sicarios?
- No te preocupes, apenas me ha dolido. Hace tiempo que no tengo una quemadura seria -el chico le señaló las marcas rojizas-. Se me pasarán en unos minutos -el chico añadió entonces, observando la ropa de la chica-. No pareces ser de por aquí, ¿me equivoco?
El chico observó el lugar. La gente que se había reunido alrededor del lugar parecía sorprendida de aquel atentado. Vaya, si aquella gente estaba sorprendida, es que había llamado bastante la atención, lo suficiente como para que un sicario fuera a por él a lo bestia. Debía haber molestado a un pez gordo.
- Aish... odio esto... -murmuró para sí, sabiendo que cuanta más gente hubiese allí más peligro correrían-. ¡Apartaos de mí! ¡Soy el Shichibukai Byakuro Kyoya, y vengo buscando a un señor del crimen! ¡Cualquiera que se acerque está en grave peligro!
Dicho y hecho, la gente se dispersó en un abrir y cerrar de ojos. El cazador suspiró, algo cansado de toda una noche de correrías e investigación. Estaba empezando a hartarse de los sicarios. Buscó a algún rezagado que se hubiese quedado atrás, pero la mayoría de gente del lugar se había ido, incluido el ricachón de pelo engominado. El albino maldijo en voz baja, y entonces se giró de nuevo a la chica, para ver si seguía ahí o se había largado. Un ruido lo alertó. El ruido de... ¿balas? ¡Mierda! Una ráfaga de proyectiles empezó a recorrer la maltrecha plaza en su dirección. ¿Más sicarios?
Nostariel
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Parecía que el chico no quería ayuda, la verdad es que para como había acabado el hombre del suelo él no tenía casi ni un rasguño. Hablando de este, seguía inconsciente en el suelo, pero un par de personas con trajes buenos se habían acercado hasta el, incluida una llorosa mujer. Casi todos ellos tenían marcas en la ropa de haber caído al suelo, o rodado apagando algún fuego que les hubiera saltado.
-Tienes razón, no soy de por aquí, un momentito. -Le pedí al hombre mientras me giraba hacia los que intentaban levantar al herido.- Lo he hecho lo mejor que puedo con mis materiales, deberíais llevar a vuestro amigo a un curandero, tomar esto. –Les dije tendiendo la hoja de aloe que no había querido el otro joven.- Usar el gel sobre quemaduras o si se le abre alguna herida.
Cuando volví a girarme el otro joven empezó a hablar, diciendo que era Shichibukai, había oído hablar de ellos, eran piratas que formaban parte del gobierno, con poderes especiales y cosas así. No esperaba encontrarme a uno tan pronto, y menos tan joven. Aun así, la gente reacciono apartándose de nosotros, lo más que pudieron en el menor tiempo, hasta al herido inconsciente se lo llevaron a toda prisa.
-Parece que eres muy……-Me interrumpí al escuchar un sonido extraño para mí, pero por la cara del Shichibukai no debía ser nada bueno.
Efectivamente, algo que parecían proyectiles empezaron a caer sobre la plaza en nuestra dirección. Sin pensármelo me puse a correr buscando algo donde ocultarme mientras generaba dos Mini Hollow a los que mande hacia donde parecía provenir los disparos. En frente un hueco en la cristalera de una tienda fue mi oportunidad para escapar, lanzándome dentro de un salto y rodando tienda adentro con cristales clavándoseme por los brazos.
-Tienes razón, no soy de por aquí, un momentito. -Le pedí al hombre mientras me giraba hacia los que intentaban levantar al herido.- Lo he hecho lo mejor que puedo con mis materiales, deberíais llevar a vuestro amigo a un curandero, tomar esto. –Les dije tendiendo la hoja de aloe que no había querido el otro joven.- Usar el gel sobre quemaduras o si se le abre alguna herida.
Cuando volví a girarme el otro joven empezó a hablar, diciendo que era Shichibukai, había oído hablar de ellos, eran piratas que formaban parte del gobierno, con poderes especiales y cosas así. No esperaba encontrarme a uno tan pronto, y menos tan joven. Aun así, la gente reacciono apartándose de nosotros, lo más que pudieron en el menor tiempo, hasta al herido inconsciente se lo llevaron a toda prisa.
-Parece que eres muy……-Me interrumpí al escuchar un sonido extraño para mí, pero por la cara del Shichibukai no debía ser nada bueno.
Efectivamente, algo que parecían proyectiles empezaron a caer sobre la plaza en nuestra dirección. Sin pensármelo me puse a correr buscando algo donde ocultarme mientras generaba dos Mini Hollow a los que mande hacia donde parecía provenir los disparos. En frente un hueco en la cristalera de una tienda fue mi oportunidad para escapar, lanzándome dentro de un salto y rodando tienda adentro con cristales clavándoseme por los brazos.
Byakuro Kyoya
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El cazador se hizo a un lado, evitando la ráfaga, mientras las balas recorrían el lugar. Con una mirada de depredador, el cazador miró hacia el lugar en el que se encontraba el pistolero. Las balas parecían provenir del tejado de un edificio cercano. Con un grito de rabia, el cazador empezó a generar tinta en su mano, hasta crear una esfera de más o menos su tamaño. A continuación, se movió al interior de la esfera, dejando que su cuerpo pasara a ser un simple maniquí de tinta inerte, y con su control sobre la tinta, se lanzó hacia el tejado. Las balas empezaron a perforar al muñeco un par de segundos después de que él se hubiese lanzado, y el cazador se lanzó contra el aura hostil que había detectado. Era un hombre con una máscara de gas, y parecía sorprendido de verle allí, además de extrañamente apático. Un fantasma volaba por allí cerca. De un rápido golpe con los dedos en la garganta dejó al tipo tendido en el suelo, con la tráquea hundida, llevándose las manos al cuello.
- Mmmm... -el cazador saltó desde el edificio a la calle, cayendo casi quince metros antes de aterrizar. Al llegar al suelo, se deshizo en un charco negro para recomponerse de inmediato. Empezó a caminar hacia la mujer pelirroja y, sonriendo, le tendió la mano-. Perdona... ¿parezco muy...? -antes de dejarla responder, dio un par de pasos hacia una calle lateral de la plaza, intentando evitar un lugar tan público para recibir un atentado contra su vida-. Por cierto, me llamo Byakuro, pero puedes llamarme Bya.
- Mmmm... -el cazador saltó desde el edificio a la calle, cayendo casi quince metros antes de aterrizar. Al llegar al suelo, se deshizo en un charco negro para recomponerse de inmediato. Empezó a caminar hacia la mujer pelirroja y, sonriendo, le tendió la mano-. Perdona... ¿parezco muy...? -antes de dejarla responder, dio un par de pasos hacia una calle lateral de la plaza, intentando evitar un lugar tan público para recibir un atentado contra su vida-. Por cierto, me llamo Byakuro, pero puedes llamarme Bya.
Nostariel
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Mientras los fantasmas avanzaban pude ver también como el hombre al que parecían querer matar, y todos los ciudadanos temían, el Shichibukai, se transformaba en tinta. ¿Qué habilidad más curiosa, cuando tuviéramos tiempo le preguntaría? El fantasma, dejando ya atrás al hombre ascendió por la pared del edificio, justo antes de llegar arriba lo dirigí hacia dentro atravesando el edificio, para que apareciera justo en la parte trasera del tejado. Allí un hombre con una máscara disparaba hacia la plaza, ese maldito. Hice que el fantasma lo atravesara, provocándole un estado apático, los Mini hollow algo más lentos tardarían un poco más en llegar.
Los Mini hollow no fueron necesarios, ya que el joven llegó hasta la parte alta del edificio y acabo rápidamente con el hombre, y casi tan rápido como había llegado se lanzó al vacío. Pude ver desde arriba caía través del fantasma como se convertía en un charco de tinta al caer, y luego se recomponía como si nada hubiera pasado. Una vez visto eso atraje a los fantasmas hasta deshacerlos, mientras había ido quitándome los cristales que se me habían clavado en los brazos. Las pequeñas heridas ahora escocían bastante y a pesar de la capa de Aloe Vera que les puse encima todavía tardarían en cicatrizar, por los que lo cubrí con las hojas venda. El chico comenzó a hablar cuando llegó hasta mí, sin darme tiempo a responderle nada, se metió dentro de la tienda, tras lo cual se presentó formalmente.
-Hola Byakuro, mi nombre es Nostariel, mucho gusto. ¿Cómo has hecho…..lo que quieras que hayas hecho ahí fuera?- La verdad es que estaba impresionada, y a pesar del miedo de todos, mi curiosidad ganó la batalla y le pregunté.-¿Por qué todos parecen tenerte miedo, o ganas de matarte?
Los Mini hollow no fueron necesarios, ya que el joven llegó hasta la parte alta del edificio y acabo rápidamente con el hombre, y casi tan rápido como había llegado se lanzó al vacío. Pude ver desde arriba caía través del fantasma como se convertía en un charco de tinta al caer, y luego se recomponía como si nada hubiera pasado. Una vez visto eso atraje a los fantasmas hasta deshacerlos, mientras había ido quitándome los cristales que se me habían clavado en los brazos. Las pequeñas heridas ahora escocían bastante y a pesar de la capa de Aloe Vera que les puse encima todavía tardarían en cicatrizar, por los que lo cubrí con las hojas venda. El chico comenzó a hablar cuando llegó hasta mí, sin darme tiempo a responderle nada, se metió dentro de la tienda, tras lo cual se presentó formalmente.
-Hola Byakuro, mi nombre es Nostariel, mucho gusto. ¿Cómo has hecho…..lo que quieras que hayas hecho ahí fuera?- La verdad es que estaba impresionada, y a pesar del miedo de todos, mi curiosidad ganó la batalla y le pregunté.-¿Por qué todos parecen tenerte miedo, o ganas de matarte?
Byakuro Kyoya
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
- Nostariel... es un nombre bonito -dijo el cazador, mientras tendía la mano a la mujer, esta vez a modo de saludo-. Oh, soy un usuario, como has podido imaginarte -el chico abrió su mano derecha, donde empezó a formarse una flor de color negro azabache, que como por arte de magia empezó a tornarse violeta oscuro, casi rozando el púrpura. El chico le tendió la flor a la mujer, hecha por completo de tinta sólida-. Es un poder interesante.
El chico echó un vistazo a la plaza, ahora completamente desierta. Tras comprobar que no hubiese gente en el lugar, el cazador miró de nuevo a la chica, que le acababa de hacer una pregunta muy interesante. ¿Por qué todos querían matarlo o huían?
- ¿No sabes quien soy? -el albino abrió mucho los ojos, sorprendido-. Es raro... últimamente todo el mundo parece conocerme. Soy un miembro del Ouka Shichibukai, y he venido buscando a un señor del crimen de esta ciudad. Por desgracia no lo he encontrado, y sus matones me han encontrado a mí. Siento haberte metido en este lío... -dijo, mientras se llevaba la mano a la cabeza, a modo de disculpa.
El chico observó entonces la estantería de la tienda. Un Den-Den Mushi blanco bastante grande parecía haberse caído de un estante cercano. El aparato era extraño. A Byakuro le llamó la atención, y dado que la tienda parecía abandonada, sacó un montón de dinero de su bolsillo y lo puso en el suelo, a modo de pago.
El chico echó un vistazo a la plaza, ahora completamente desierta. Tras comprobar que no hubiese gente en el lugar, el cazador miró de nuevo a la chica, que le acababa de hacer una pregunta muy interesante. ¿Por qué todos querían matarlo o huían?
- ¿No sabes quien soy? -el albino abrió mucho los ojos, sorprendido-. Es raro... últimamente todo el mundo parece conocerme. Soy un miembro del Ouka Shichibukai, y he venido buscando a un señor del crimen de esta ciudad. Por desgracia no lo he encontrado, y sus matones me han encontrado a mí. Siento haberte metido en este lío... -dijo, mientras se llevaba la mano a la cabeza, a modo de disculpa.
El chico observó entonces la estantería de la tienda. Un Den-Den Mushi blanco bastante grande parecía haberse caído de un estante cercano. El aparato era extraño. A Byakuro le llamó la atención, y dado que la tienda parecía abandonada, sacó un montón de dinero de su bolsillo y lo puso en el suelo, a modo de pago.
Nostariel
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El Joven tras alabar mi nombre me tendió la mano, al parecer ese era el método de saludo tradicional en casi todas las islas, aunque según me habían contado las mujeres solían dar dos besos en lugar de la mano, pero de momento, lo haría al modo que Byakuro me ofrecía. Tras estrecharle la mano me enseño en qué consistía su habilidad, parece que se podía transformar en algún tipo de líquido, tinta lo más probable, por su apariencia. La modificó a su antojo en su mano, dándole forma de una bonita flor que fue cambiando de color, y cuando me la entrego estaba dura como la piedra. Se lo agradecí con un simple “gracias”, todavía estaba absorta mirando la flor.
Byakuro me explicó quién era, a pesar de que había oído algo en la calle, no me fiaba, pues podía haberlo dicho simplemente para alejar a la gente. Además de eso me dijo el motivo de su visita a la isla, para ser un Shichibukai parecía que no se le había dado bien. A lo mejor podía ayudarle, a fin de cuentas, los Ouka Shichibukai trabajaban para el gobierno, y estaba aburrida en aquel lugar esperando el siguiente barco.
-Si quieres, podría ayudarte. En mi isla natal era cazadora, no solo de animales, si no de malhechores. Y tengo habilidades que pueden ser más efectivas que una paliza para sacar información. –Generé un Negative Hollow y al espía.- la gente suele temerle al más allá, además mis amiguitos pueden hacer que la gente pierda sus ganas de seguir viviendo.
Byakuro me explicó quién era, a pesar de que había oído algo en la calle, no me fiaba, pues podía haberlo dicho simplemente para alejar a la gente. Además de eso me dijo el motivo de su visita a la isla, para ser un Shichibukai parecía que no se le había dado bien. A lo mejor podía ayudarle, a fin de cuentas, los Ouka Shichibukai trabajaban para el gobierno, y estaba aburrida en aquel lugar esperando el siguiente barco.
-Si quieres, podría ayudarte. En mi isla natal era cazadora, no solo de animales, si no de malhechores. Y tengo habilidades que pueden ser más efectivas que una paliza para sacar información. –Generé un Negative Hollow y al espía.- la gente suele temerle al más allá, además mis amiguitos pueden hacer que la gente pierda sus ganas de seguir viviendo.
Byakuro Kyoya
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
- Creo que voy a pasar de capturar a ese capo, al menos por ahora. Parece que media ciudad es esbirro de ese hombre, y no me gustaría poner en peligro a civiles inocentes... -el chico observó la plaza devastada- aunque no sé si ya lo habré hecho.
El cazador se quitó el polvo de la ropa rasgada y miró con curiosidad a la chica. Había conocido a un hombre que poseía un poder similar a ella, un tiempo atrás. Si aquella mujer tenía ese poder, significaba que el desgraciado al que había grabado el pecho había muerto. Una desgracia, se lo había pasado bien peleando contra él. Sin darle más vueltas al asunto, el chico dijo:
- Creo que me iré de la isla y volveré en una temporada, buscando al tipo ese con más discreción. Ahora ya tengo información sobre él y me será más fácil localizarlo... -miró de nuevo a la chica a los ojos-. ¿Y tú que harás? -el cazador empezó a caminar, dispuesto a regresar al puerto y salir de la ciudad.
En ese momento el chico se dio cuenta de por qué el Den-Den Mushi que había cogido le sonaba tanto. Lo había visto un poco antes, anunciado en una pantalla luminosa en la plaza. Era el nuevo modelo. Seguro que era carísimo. Se giró de vuelta y puso otro fajo de billetes donde el primero.
- Sí, así está mejor... -dijo para sí mismo el cazador, satisfecho con el precio final.
El cazador se quitó el polvo de la ropa rasgada y miró con curiosidad a la chica. Había conocido a un hombre que poseía un poder similar a ella, un tiempo atrás. Si aquella mujer tenía ese poder, significaba que el desgraciado al que había grabado el pecho había muerto. Una desgracia, se lo había pasado bien peleando contra él. Sin darle más vueltas al asunto, el chico dijo:
- Creo que me iré de la isla y volveré en una temporada, buscando al tipo ese con más discreción. Ahora ya tengo información sobre él y me será más fácil localizarlo... -miró de nuevo a la chica a los ojos-. ¿Y tú que harás? -el cazador empezó a caminar, dispuesto a regresar al puerto y salir de la ciudad.
En ese momento el chico se dio cuenta de por qué el Den-Den Mushi que había cogido le sonaba tanto. Lo había visto un poco antes, anunciado en una pantalla luminosa en la plaza. Era el nuevo modelo. Seguro que era carísimo. Se giró de vuelta y puso otro fajo de billetes donde el primero.
- Sí, así está mejor... -dijo para sí mismo el cazador, satisfecho con el precio final.
Nostariel
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Vaya, no era así como esperaba a un Shichibukai, lo esperaba mucho más severo, duro, pero aun así me caía bien ese chico. Además su intención de marcharse para no poner en peligro a más inocentes me gustaba, seguramente otros hubieran destruido la ciudad solo para acabar con el hombre al que venía buscando. Tras eso se giró hacia mí, preguntándome que es lo que haría.
-Pues no lo sé, sólo estaba aquí de paso, descubriendo el mundo, pero supongo que tras este incidente lo más seguro para mí también seria abandonar la isla. Por lo que me han dicho hay muchas islas en las que explorar y capturar criminales sin ser necesariamente esta.- Mientras le hablaba Byakuro se giró hacia el estante, dejando más dinero aún.- ¿Vas a comprarte otro? Si es así yo elegiría aquel del fondo, el gris pequeño, es más discreto y más fácil de ocultar que ese gigante.
Mientras esperaba que me respondiera me di una vuelta por la tienda, tenían un montón de aparatos muy raros, y muchos de ellos parecían inservibles, al menos los Den Den Mushi tenían una utilidad. En la tienda había también otros aparatos que había visto usar a gente en la isla de vacaciones, estos lanzaban un potente flash, para luego sacar un papel en el que te podías ver, cosas así seguro que tenían consecuencias más adelante, como perder la cara o algo parecido.
-Pues no lo sé, sólo estaba aquí de paso, descubriendo el mundo, pero supongo que tras este incidente lo más seguro para mí también seria abandonar la isla. Por lo que me han dicho hay muchas islas en las que explorar y capturar criminales sin ser necesariamente esta.- Mientras le hablaba Byakuro se giró hacia el estante, dejando más dinero aún.- ¿Vas a comprarte otro? Si es así yo elegiría aquel del fondo, el gris pequeño, es más discreto y más fácil de ocultar que ese gigante.
Mientras esperaba que me respondiera me di una vuelta por la tienda, tenían un montón de aparatos muy raros, y muchos de ellos parecían inservibles, al menos los Den Den Mushi tenían una utilidad. En la tienda había también otros aparatos que había visto usar a gente en la isla de vacaciones, estos lanzaban un potente flash, para luego sacar un papel en el que te podías ver, cosas así seguro que tenían consecuencias más adelante, como perder la cara o algo parecido.
Byakuro Kyoya
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Byakuro salió de nuevo a la plaza, mirando los tejados cercanos en busca de posibles atacantes. El lugar parecía estar despejado. El cazador de cabellos blancos se giró de nuevo hacia Nostariel y dijo:
- Vaya, así que de paso... -el chico dio una rápida ojeada a un tejado cercano, seguro de que había visto un movimiento, pero no encontró nada sospechoso-. Bueno, si quieres abandonar la isla, yo puedo dejarte un pasaje hasta la siguiente. El viaje será corto, y mientras puedes estar segura de que lo pasarás bien. O al menos eso se intentará.
El chico miró de nuevo al tejado, seguro de que esta vez sí había visto algo, un movimiento rápido, una sombra escondiéndose en la azotea, un brillo, tal vez. ¿Otro francotirador? El chico suspiró y activó su mantra. Ante cualquier peligro, crearía una barrera de tinta que los protegería a los dos de las amenazas.
- Voy hacia el puerto. ¿Qué te parece si me acompañas y te lo piensas por el camino? -el chico se giró hacia ella, dedicándole una dulce sonrisa inocente, mientras paseaba por los restos quemados del parque.
El cazador decidió probar entonces el aparato que había conseguido en la tienda. El Den-Den Mushi se encendió y de sus ojos brotaron dos haces de luz. Cuando al otro lado Shun cogió la linea, un pequeño holograma del samurai apareció en pantalla.
- Oye, que chulo... -murmuró el Shichibukai-. Shun, voy para el barco, partimos en cuanto suba a cubierta. Tal vez venga una invitada.
- ¿Otra más, Byakuro-san? Le recuerdo que no somos un barco de pasajeros ni una agencia de citas. -le recriminó con su habitual seriedad el hombre de Wano.
- Tranquilo, es posible que no se quede mucho tiempo, o incluso que ni venga con nosotros. -dijo el joven, justo para después colgar sin dejar replicar al hombre de gafas al otro lado de la linea.
Soltando una risita, se imaginó a Shun, posiblemente murmurando algo sobre su comportamiento infantil, mientras seguía caminando en dirección al puerto, aún alerta ante posibles ataques.
- Vaya, así que de paso... -el chico dio una rápida ojeada a un tejado cercano, seguro de que había visto un movimiento, pero no encontró nada sospechoso-. Bueno, si quieres abandonar la isla, yo puedo dejarte un pasaje hasta la siguiente. El viaje será corto, y mientras puedes estar segura de que lo pasarás bien. O al menos eso se intentará.
El chico miró de nuevo al tejado, seguro de que esta vez sí había visto algo, un movimiento rápido, una sombra escondiéndose en la azotea, un brillo, tal vez. ¿Otro francotirador? El chico suspiró y activó su mantra. Ante cualquier peligro, crearía una barrera de tinta que los protegería a los dos de las amenazas.
- Voy hacia el puerto. ¿Qué te parece si me acompañas y te lo piensas por el camino? -el chico se giró hacia ella, dedicándole una dulce sonrisa inocente, mientras paseaba por los restos quemados del parque.
El cazador decidió probar entonces el aparato que había conseguido en la tienda. El Den-Den Mushi se encendió y de sus ojos brotaron dos haces de luz. Cuando al otro lado Shun cogió la linea, un pequeño holograma del samurai apareció en pantalla.
- Oye, que chulo... -murmuró el Shichibukai-. Shun, voy para el barco, partimos en cuanto suba a cubierta. Tal vez venga una invitada.
- ¿Otra más, Byakuro-san? Le recuerdo que no somos un barco de pasajeros ni una agencia de citas. -le recriminó con su habitual seriedad el hombre de Wano.
- Tranquilo, es posible que no se quede mucho tiempo, o incluso que ni venga con nosotros. -dijo el joven, justo para después colgar sin dejar replicar al hombre de gafas al otro lado de la linea.
Soltando una risita, se imaginó a Shun, posiblemente murmurando algo sobre su comportamiento infantil, mientras seguía caminando en dirección al puerto, aún alerta ante posibles ataques.
Nostariel
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El chico salió de la tienda, mirando hacia los tejados cercanos. Parecía estar buscando a otros asaltantes, aunque pareció no encontrarlos, al menos hasta que empezó a hablar. Mientras me decía que podía ir con él hasta el puerto, y luego si me apetecía hasta la siguiente isla, parando dos veces a mirar hacía alguno de los tejados y dedicándome una sonrisa. Yo salí de la tienda casi después que él, y no me pareció ver a nadie, aunque claro, una novata como yo, no podía compararse con un Shichibukai.
-Le estaría muy agradecida, tenía pensado capturar a algunos criminales como hacía en mi isla natal, pero al parecer los de esta son demasiado poderosos. –Tras una pausa en la que Byakuro habló con alguien, no quise entrometerme en con quien, continué- sólo espero que no sean todos así o pronto tendría que volverme a entrenar más duro.
Hubo un momento tras hablarle que me pareció ver algo en uno de los tejados tras el hombre, pero no podía asegurar que era. Además no quería meter la pata mandando un fantasma a ver delante de Byakuro, de hacerlo jamás podría con la vergüenza de haberla liado con un hombre de su rango cerca.
-Qué dirección debemos tomar para ir hasta el puerto al que llegó. –Le pregunté a Byakuro, pues no sabía si había más de un puerto, o el tenia uno privado.- ¿Crees que nos volverán a atacar?
-Le estaría muy agradecida, tenía pensado capturar a algunos criminales como hacía en mi isla natal, pero al parecer los de esta son demasiado poderosos. –Tras una pausa en la que Byakuro habló con alguien, no quise entrometerme en con quien, continué- sólo espero que no sean todos así o pronto tendría que volverme a entrenar más duro.
Hubo un momento tras hablarle que me pareció ver algo en uno de los tejados tras el hombre, pero no podía asegurar que era. Además no quería meter la pata mandando un fantasma a ver delante de Byakuro, de hacerlo jamás podría con la vergüenza de haberla liado con un hombre de su rango cerca.
-Qué dirección debemos tomar para ir hasta el puerto al que llegó. –Le pregunté a Byakuro, pues no sabía si había más de un puerto, o el tenia uno privado.- ¿Crees que nos volverán a atacar?
Byakuro Kyoya
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El cazador miró a la mujer con una sonrisa amplia dibujada en los labios. Tal vez lo mejor fuera no ir al puerto. Volvió a sacar el Den-Den Mushi y llamó de nuevo a Shun:
- Oe, Shun-chan... ¿podrías traer el barco hasta aquí, mejor? Puedes seguir mi vivre card y tal...
- ¿No será un poco llamativo? -preguntó, reticente, el samurai.
- Después de que hayan volado una plaza solo porque yo estaba en ella... nah, lo dudo.
El holograma de Shun se deshizo, y Byakuro sonrió a Nostariel, encogiéndose de hombros.
- Podemos esperar aquí a que vengan a buscarnos. El barco no tardará en llegar. Y con respecto a los delincuentes... no te preocupes, normalmente no son tan duros. Solo que parece que le he tocado las narices a un pez gordo.
Una suave brisa empezó a soplar por la zona, mientras Byakuro extendía la mano a Nostariel. Si ella lo agarraba, la abrazaría y empezaría a elevarse generando pequeñas explosiones con los pies. Al llegar a los treinta o cuarenta metros, un enorme navío apareció volando en el cielo. Según se acercaba pequeñas ráfagas de viento le agitaban el pelo.
- Bienvenida al Black Lotus... -dijo el chico mientras se dirigía a la cubierta principal del barco.
- Oe, Shun-chan... ¿podrías traer el barco hasta aquí, mejor? Puedes seguir mi vivre card y tal...
- ¿No será un poco llamativo? -preguntó, reticente, el samurai.
- Después de que hayan volado una plaza solo porque yo estaba en ella... nah, lo dudo.
El holograma de Shun se deshizo, y Byakuro sonrió a Nostariel, encogiéndose de hombros.
- Podemos esperar aquí a que vengan a buscarnos. El barco no tardará en llegar. Y con respecto a los delincuentes... no te preocupes, normalmente no son tan duros. Solo que parece que le he tocado las narices a un pez gordo.
Una suave brisa empezó a soplar por la zona, mientras Byakuro extendía la mano a Nostariel. Si ella lo agarraba, la abrazaría y empezaría a elevarse generando pequeñas explosiones con los pies. Al llegar a los treinta o cuarenta metros, un enorme navío apareció volando en el cielo. Según se acercaba pequeñas ráfagas de viento le agitaban el pelo.
- Bienvenida al Black Lotus... -dijo el chico mientras se dirigía a la cubierta principal del barco.
Nostariel
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Al final Byakuro pareció cambiar de opinión, y usando de nuevo el Den Den Mushi que acababa de comprar en la tienda llamó a un hombre, este salió en una especie de imagen en el DDM. Cuando el chico le pidió que viniera a buscarnos, hasta yo me sorprendí. ¿Cómo iban a llegar hasta allí si no había ni agua cerca? Todo aquello era de locos, y además que hacia yo metiéndome en una tripulación como aquella, a pesar de ser dependientes del gobierno los Shichibukai seguían siendo piratas, o al menos eso tenía entendido.
Tras acabar la conversación con su tripulante me comento que los criminales no eran siempre como este que estaba persiguiendo, que este era de los gordos. Eso me tranquilizo bastante, aunque debía entrenarme mucho si quería ser capaz de ir a por los peces gordos algún día. Y bueno imagino que un trabajo como el que yo había decidido, y Byakuro había aceptado era inevitable hacerse enemigos.
-¿A ti nunca te persiguieron Byakuro? Antes de ser Shichibukai me refiero.- Le pregunté al joven mientras esperábamos a que su barco llegara.- Espero que no les importe a tus compañeros que una cazadora suba a su barco.
Una brisa empezó a soplar, esta venia de la dirección en la que se supone deberíamos haber ido, por suerte la plaza era pequeña y estaba rodeada por muchos edificios que mitigaban la misma. Entonces Byakuro me tendió la mano, y yo se la cogí. No sabía muy bien que estaba pasando, pero me fiaba de aquel joven, de momento. Entonces, repentinamente, me abrazó sin darme tiempo a reaccionar y empezó a elevarnos en el aire. Notaba ligeras ondas propagarse desde sus pies, pero lo que más me sorprendió fue el barco que llegaba volando hasta donde nos encontrábamos, a bastante altura.
Entonces me di cuenta, las ráfagas de viento las producía aquel navío, ráfagas de aire nos revolvían el pelo mientras Byakuro nos acercaba a la cubierta y me daba la bienvenida a su barco. Era una nave impresionante, no solo por su capacidad aérea, si no, por todo. Únicamente se me ocurría una palabra para ella.
-Magnifico.- Llegué a articular mientras miraba atónita a cuanto me rodeaba.- No..No sabía que había barcos así. Espero poder ayudar de alguna manera para pagarte el viaje, no me gusta estar ociosa- Le comente tras recuperar la compostura.
Tras acabar la conversación con su tripulante me comento que los criminales no eran siempre como este que estaba persiguiendo, que este era de los gordos. Eso me tranquilizo bastante, aunque debía entrenarme mucho si quería ser capaz de ir a por los peces gordos algún día. Y bueno imagino que un trabajo como el que yo había decidido, y Byakuro había aceptado era inevitable hacerse enemigos.
-¿A ti nunca te persiguieron Byakuro? Antes de ser Shichibukai me refiero.- Le pregunté al joven mientras esperábamos a que su barco llegara.- Espero que no les importe a tus compañeros que una cazadora suba a su barco.
Una brisa empezó a soplar, esta venia de la dirección en la que se supone deberíamos haber ido, por suerte la plaza era pequeña y estaba rodeada por muchos edificios que mitigaban la misma. Entonces Byakuro me tendió la mano, y yo se la cogí. No sabía muy bien que estaba pasando, pero me fiaba de aquel joven, de momento. Entonces, repentinamente, me abrazó sin darme tiempo a reaccionar y empezó a elevarnos en el aire. Notaba ligeras ondas propagarse desde sus pies, pero lo que más me sorprendió fue el barco que llegaba volando hasta donde nos encontrábamos, a bastante altura.
Entonces me di cuenta, las ráfagas de viento las producía aquel navío, ráfagas de aire nos revolvían el pelo mientras Byakuro nos acercaba a la cubierta y me daba la bienvenida a su barco. Era una nave impresionante, no solo por su capacidad aérea, si no, por todo. Únicamente se me ocurría una palabra para ella.
-Magnifico.- Llegué a articular mientras miraba atónita a cuanto me rodeaba.- No..No sabía que había barcos así. Espero poder ayudar de alguna manera para pagarte el viaje, no me gusta estar ociosa- Le comente tras recuperar la compostura.
Byakuro Kyoya
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Byakuro aterrizó en cubierta y soltó a Nostariel, mientras observaba a Shun a los mandos del navío. A ambos lados del barco, un par de gigantescos abanicos eran impulsados por fuertes corrientes del aire. El rostro del samurai se veía inalterable como siempre, pero el cazador sabía que aquel viento era obra de su compañero.
- Bueno... -el cazador se quedó pensativo ante la pregunta que Nostariel le había hecho-. Podría decirse que sí, que me persiguieron, pero no quien puedes creer y no como crees. En realidad no sé qué motivos tendría el Gobierno para siquiera plantearse el perseguirme -tras una breve pausa, añadió-. Y dudo que les moleste la presencia de una cazadora, créeme. No por nada la mayoría lo son. -el chico rió.
Mientras tanto, el barco empezó a elevarse por el aire, y a alejarse hacia el norte de la ciudad en la que no sale el sol. Pese a los turbulentos vientos que lo rodeaban, en cubierta se estaba bastante bien. El cazador miró bajo ellos los edificios iluminados, los enormes casinos y las calles abarrotadas.
- Oh, no es necesario ningún pago -el cazador se encogió de hombros-. A menos que lo consideres estrictamente necesario, claro. Pero eso ya es cosa tuya.
Mientras hablaba, un par de figuras salieron a cubierta: una chica joven, pelirroja, de aspecto infantil, y una mujer morena de pelo y piel, con ojos azules y el pelo recogido en dos coletas. Además de Shun, que estaba a los mandos, ya había cinco personas en cubierta.
- Vaya... hola, Yoko-chan. Hola, Theo-chan. -las saludó el cazador mientras se apoyaba en el borde de la cubierta.
- Bueno... -el cazador se quedó pensativo ante la pregunta que Nostariel le había hecho-. Podría decirse que sí, que me persiguieron, pero no quien puedes creer y no como crees. En realidad no sé qué motivos tendría el Gobierno para siquiera plantearse el perseguirme -tras una breve pausa, añadió-. Y dudo que les moleste la presencia de una cazadora, créeme. No por nada la mayoría lo son. -el chico rió.
Mientras tanto, el barco empezó a elevarse por el aire, y a alejarse hacia el norte de la ciudad en la que no sale el sol. Pese a los turbulentos vientos que lo rodeaban, en cubierta se estaba bastante bien. El cazador miró bajo ellos los edificios iluminados, los enormes casinos y las calles abarrotadas.
- Oh, no es necesario ningún pago -el cazador se encogió de hombros-. A menos que lo consideres estrictamente necesario, claro. Pero eso ya es cosa tuya.
Mientras hablaba, un par de figuras salieron a cubierta: una chica joven, pelirroja, de aspecto infantil, y una mujer morena de pelo y piel, con ojos azules y el pelo recogido en dos coletas. Además de Shun, que estaba a los mandos, ya había cinco personas en cubierta.
- Vaya... hola, Yoko-chan. Hola, Theo-chan. -las saludó el cazador mientras se apoyaba en el borde de la cubierta.
Nostariel
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Vaya, parecía que al final había terminado metiendo la pata, la verdad, no sabía que otros que no fueran piratas podían acceder a los Ouka Shichibukai. A pesar del vergonzoso equívoco que había tenido, me gustaba la idea de viajar con más cazadores y no con piratas.
-Oh, lo siento mucho. Tenía entendido que solo accedían al cargo piratas. – Le comenté a Byakuro mientras me sonrojaba por el error.- La verdad es, que no se muchas acerca del mundo exterior. A mí isla llega muy poca gente, pues apenas es visible unos pocos días al mes. Me queda mucho por aprender del exterior.
Casi había acabado la frase distraída pues el barco ahora se elevaba más aún. La ciudad bajo nosotros se veía preciosa, todos los grandes edificios, casinos, teatros y demás iluminados hacían de esta una vista maravillosa, muy diferente a verla desde el suelo. La gente ahora parecía un mar pequeños bichos moviéndose bulliciosamente por las calles. La verdad es que la estampa era preciosa. Byakuro me comentó algo acerca de que no hacía falta que pagara nada por el viaje, a menos que fuera imprescindible para mí.
-La verdad es que si me gustaría poder compensarte por el viaje, y la experiencia. Tengo algunos conocimientos en herrería, quizás pueda ayudaros si necesitáis reparar algo.- La verdad es que no tenía mucha más cualidades útiles para ayudar en un barco, a menos que este fuera un hospital.- Aparte de eso y mis conocimientos médicos poco más que pueda aportar ahora mismo.
Casi nada más acabar de contestarle aparecieron dos chicas en cubierta, una pelirroja, de aspecto bastante infantil, la otra, morena, con el pelo recogido en dos coletas y de tez también muy oscura, tanto que al principio pensé que podía ser por alguna enfermedad. Aunque pensando un poco en seguida recordé que había muchos más así en la isla anterior. Tras un pequeño comentario de Byakuro me presenté.
-Hola, me llamo Nostariel. Os acompañare hasta la siguiente isla, espero ser útil durante el viaje.- La verdad no sabía cómo eran las chicas, por lo que me pareció conveniente matizar los dos aspectos.
-Oh, lo siento mucho. Tenía entendido que solo accedían al cargo piratas. – Le comenté a Byakuro mientras me sonrojaba por el error.- La verdad es, que no se muchas acerca del mundo exterior. A mí isla llega muy poca gente, pues apenas es visible unos pocos días al mes. Me queda mucho por aprender del exterior.
Casi había acabado la frase distraída pues el barco ahora se elevaba más aún. La ciudad bajo nosotros se veía preciosa, todos los grandes edificios, casinos, teatros y demás iluminados hacían de esta una vista maravillosa, muy diferente a verla desde el suelo. La gente ahora parecía un mar pequeños bichos moviéndose bulliciosamente por las calles. La verdad es que la estampa era preciosa. Byakuro me comentó algo acerca de que no hacía falta que pagara nada por el viaje, a menos que fuera imprescindible para mí.
-La verdad es que si me gustaría poder compensarte por el viaje, y la experiencia. Tengo algunos conocimientos en herrería, quizás pueda ayudaros si necesitáis reparar algo.- La verdad es que no tenía mucha más cualidades útiles para ayudar en un barco, a menos que este fuera un hospital.- Aparte de eso y mis conocimientos médicos poco más que pueda aportar ahora mismo.
Casi nada más acabar de contestarle aparecieron dos chicas en cubierta, una pelirroja, de aspecto bastante infantil, la otra, morena, con el pelo recogido en dos coletas y de tez también muy oscura, tanto que al principio pensé que podía ser por alguna enfermedad. Aunque pensando un poco en seguida recordé que había muchos más así en la isla anterior. Tras un pequeño comentario de Byakuro me presenté.
-Hola, me llamo Nostariel. Os acompañare hasta la siguiente isla, espero ser útil durante el viaje.- La verdad no sabía cómo eran las chicas, por lo que me pareció conveniente matizar los dos aspectos.
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.